ADEGI SE EQUIVOCA

EMPRESAS Y CREACIÓN DE RIQUEZA

Working Paper 3 de octubre de 2014

 ADEGI SE EQUIVOCA.
EMPRESAS Y CREACION DE RIQUEZA

1. Si hay algo que ni quieren ni esperan los

empresarios de Gipuzkoa es la permanente
adulación fuera de contexto. Los empresarios son
gente seria. Quieren y esperan que se les
reconozca en cada caso lo que son y lo que
aportan a la sociedad. Ni más ni menos.

2. La sucesión de mensajes "conceptuales" lanzada

por ADEGI en los últimos tiempos es, cuando
menos, extraña. Extraña y conceptualmente
peligrosa. Si en este país queremos que los
distintos sectores sociales se entiendan y
construyan juntos un futuro común hay un punto
de partida básico imprescindible, que es una
mínima seriedad en el análisis de la realidad.

3. En este contexto, expresiones como las repetidas

en la rueda de prensa de ADEGI del día 2 de
octubre, en un contexto de hostilidad frente a las
instituciones, sobre que "son las empresas las que
crean riqueza" o "son las empresas las que crean
empleo" son, no sólo incorrectas, sino también
preocupantes.

4. Es evidente que las empresas crean riqueza y

empleo, pero la expresión "son las empresas las
que crean riqueza" afirma que "sólo ellas" crean
riqueza. Y esto es rotundamente falso. Y, desde el
punto de vista del análisis económico, un error
garrafal.

5. Porque si es cierto que las empresas crean

riqueza, también es cierto que crean riqueza los
centros de formación, los centros de
investigación, los organismos públicos y, en
última instancia, el conjunto de la sociedad. Cada
uno en su ámbito de responsabilidades y con
mayor o menor lejanía frente al mercado. Pero
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todos ellos contribuyen a esa creación de riqueza.

6. Alguien ha formado al empresario que pone en

marcha su nueva empresa. Alguien aporta los
recursos financieros, las infraestructuras, alguien
forma a los trabajadores que contratan las
empresas, alguien aporta el marco regulatorio,
etc.

7. Afirmar que "son las empresas las que crean

riqueza" tal como lo hace ADEGI no es sólo una
afirmación absurda y un error garrafal. Es
también una afirmación peligrosísima social y
políticamente.

8. Es una afirmación peligrosísima porque supone

no sólo una adulación excesiva y sin sentido de
los empresarios sino que, en una medida
equivalente, supone menospreciar y agraviar al
resto de la sociedad.

9. A la vez, se trata de un mensaje dañino en cuanto

claramente desmovilizador. Al contrario de lo que
plantea ADEGI, es esencial que el conjunto de la
sociedad sea consciente de sus correspondientes
responsabilidades en el progreso social y
económico. Abandonar el desarrollo económico
en manos de los empresarios es letal para
cualquier sociedad avanzada. Significa
desmovilizar a la educación, la cultura, la
investigación, las políticas públicas, todo el
entorno institucional que permite el desarrollo
empresarial a medio y largo plazo. Ignorar esto es
desconocer cómo funciona la estructura
económica en sus aspectos más básicos. Y ni
ADEGI ni nuestro país se pueden permitir este
lujo.
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10. Pero, además, este tipo de planteamientos

"reivindicativos" fuera de la realidad generan
lógicamente alejamiento y desconfianza en el
resto de la sociedad. Nada puede ser peor para
los empresarios gipuzkoanos. ADEGI les está
haciendo un flaco favor con este tipo de
afirmaciones, por muy "adulatorias" que
parezcan.

11. Todo parece indicar que ADEGI tiene que

rectificar y, al menos, "actualizarse". Estamos en
un momento histórico en el que los grandes retos
de este país van exactamente en dirección
contraria. Es el conjunto de la sociedad -también
los empresarios, por supuesto- el que tiene que
movilizarse para hacer frente a los grandes retos
del desarrollo socio-económico. Retos que, en
este momento, nos sitúan ante una encrucijada
en la que no podemos permitirnos el lujo de
prescindir de nada ni de nadie y mucho menos si,
de acuerdo con el enfoque de ADEGI,
intentáramos dejar al conjunto de la sociedad al
margen del progreso y al margen del desarrollo
social y económico.

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