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sublime de Dios?
Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito,
para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
a todos los que pecan en todo lugar a los miserables, a los ciegos espirituales, a los degradados,
a los contaminados con pecado, a quienes cuya
esperanza parece haberse ido. Con una esperanza
que resplandece ms y ms mientras su brillo
atraviesa las profundidades de las tinieblas, Pablo
escribi: Palabra fiel y digna de ser recibida por
todos: que Cristo Jess vino al mundo para salvar
a los pecadores, de los cuales yo soy el primero
(1 Timoteo 1.15).
La segunda razn se refleja en la siguiente estrofa de Newton: la gracia de Dios es maravillosa
debido a su altura. Newton volvi su mirada tanto
atrs como al cielo cuando escribi:
Su gracia le ense a mi corazn temer,
Y la gracia mis miedos alivi.
Cun preciosa brill la gracia
Cuando por primera vez cre!2
Ibd.
Ibd.
Ibd.
menudo contienen verdades y las tradiciones no siempre son malas, no pueden aceptarse ni los credos ni las
tradiciones como una autoridad igual a las enseanzas
mismas de la Palabra de Dios.
Nuestras propias tradiciones. Tampoco nuestras
propias tradiciones determinan lo que tenemos que
hacer o ser como iglesia que hoy somos. En toda
poca, se nos requiere consultar a la nica autoridad
y preguntar: Qu desea Dios que hagamos?. La
respuesta la encontramos en la Palabra de Dios, la
Biblia, y especialmente en el Nuevo Testamento.
Usted o su familia. Por ltimo, desde un punto de
vista prctico, ni su familia ni usted han recibido la
autoridad para determinar lo que deben hacer espiritualmente. Algunas personas se inclinan a decir: Las
personas en mi familia siempre han hecho esto en
religin, y no quiero cambiarlo. Su familia no tiene
autoridad. Otros dicen, en efecto, Tengo mi propia
religin. Tengo la intencin de hacer lo que creo es
correcto, lo que yo quiero hacer, y no quiero que me
digan que haga las cosas de manera diferente. Usted
no tiene autoridad.
Si usted desea agradar al Seor, tiene que comparar
sus puntos de vista y sus tradiciones fami-liares con
las enseanzas del Nuevo Testamento, y hacer nicamente lo que ha enseado el Seor. Los que quieran
pasar la eternidad con l, tienen que obedecer lo que
l ha dicho y lo que l ha revelado por medio de Sus
apstoles inspirados.
Coy Roper