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Doris Lessing
razas tal y como una vez fue. Cuando queramos, podan quedar vacios. Podamos (y lo
hacamos) mantener ciertos planetas, para propsitos especiales, en unos muy altos
niveles de poblacin y dejar otros virtualmente despoblados.
Mientras se probaban estas variaciones sobre nuestro problema bsico, nuestro impulso
espacial se estabiliz. Habamos descubierto que sin importar con cuanta fuerza nos
arrojramos hacia el espacio, asentndonos en planetas adecuados a medida que los
encontrbamos, incorporndolos en nuestro plan general, llevamos nuestros problemas (o
mejor, nuestro problema) con nosotros. Para qu necesitbamos todas estas nuevas
colonias? Cul era su propsito? Si tenan condiciones de clima especiales, entonces
podamos decir que eran tiles para cualquier cosa; si tenan nuevos minerales, o
grandes depsitos de los que ya conocamos - entonces los usbamos. Pero supongan
que siguiramos adquiriendo colonias y llegramos a cien a mil entonces qu?
Tal y como lo planteaban y discutan nuestros filsofos.
Nosotros, los administradores, observbamos a Canopus: no estaba adquiriendo ms
colonias. Se encontraba estable en lo que tena. Tena menos que nosotros las estaba
desarrollando y avanzando Pero no era as como lo veamos entonces: he de registrar
que odibamos a Canopus, aquel gran vecino nuestro, nuestra competencia, nuestro rival,
por estar satisfecho con tan bajo nivel de adquisicin y desarrollo material.
Y ahora vuelvo a nuestra preocupacin con Canopus.