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Juventud, oh divino tesoro! Y como es un tesoro, los tesoros van enterrados en lugares muy
secretos, por eso el gobierno mexicano entierra a sus jvenes en fosas clandestinas
Aqu es donde entra lo interesante de esta arista del apoyo que estn recibiendo los
estudiantes normalistas, la revista PROCESO del 2 de Noviembre titulada LA
SOMBRA DE LA GUERRILLA por las plumas de Jos Gil Olmos y Jorge Carrasco
Araizaga da cuenta de cmo se estn moviendo los grupos guerrilleros y la
preocupacin del Estado mexicano de esos ajedrecsticos embates, no en balde una
consigna que es muy escuchada en el sureo estado guerrerense es: CUIDADO,
CUIDADO,
CUIDADO
CON
GUERRERO,
ESTADO,
ESTADO,
ESTADO
los familiares para que ya no se movilicen y dejen de buscar a sus hijos, pues, segn
l, "Hay que prepararnos, se los he dicho a las madrecitas, hay que prepararnos, la
sociedad tiene que prepararse para un escenario no deseado, para un escenario
catastrfico, que los forenses nos digan, efectivamente el ADN coincide con esto, y
que nos diga, lo siento mucho, y le doy mi ms sentido psame, si coincide. Va a ser
desgarrador, pero empieza otra etapa, la de la resignacin y la del perdn, y all nos
pueden ayudar mucho los expertos que han trabajado en este tema y las iglesias, en
particular la catlica que es la que predomina en nuestro pas, y viene, la reparacin
del dao y los protocolos internacionales a los que hay que ajustarse". Juzguen
ustedes mismos esa barbaridad.
Ni perdn, ni olvido, s nosotros perdonamos u olvidamos, ellos ganan, y el mejor
homenaje que le podemos hacer a los muertos y a los desaparecidos es inundar las
calles con nuestra rabia, con nuestra indignacin, que nuestros gritos resuenen en la
consciencia del Mxico indmito que est por despertar, que nuestros pasos
organizados retumben en los cerebros de los desgobernantes avisndoles de que el
pueblo se est moviendo y cuando los de abajo se mueven, los de arriba caen.
Ahora s, era o no era penal?, as como esa frase se hizo muy popular pero
solamente fue una moda, nosotros debemos decir AYOTZINAPA ES UN CRIMEN
DE ESTADO pero sin que sea una frase hueca, sin que se convierta en moda, sino
como una bandera de lucha, con toda su carga de exigencia, con toda su carga
organizativa, porque la historia nos sealar con ndice de fuego y nos mandar al
basurero de la misma, si no pasamos de la indignacin a la accin, de las redes a las
calles y del discurso a los hechos.