CIENCIA- FICCIÓN:

Escrito sobre las

estrellas

Antonio J.Martinez

T
ras el triunfo de la revolución industrial y el avance del maquinismo en el
siglo XIX, el ser humano sufrió una completa modificación de sus hábitos
y modelos de ordenación social gracias a la transformación de la
realidad. Es en este momento cuando la nueva concepción de la vida, y por
extensión, de la cultura, provoca el nacimiento de lo que la literatura
moderna ha dado en llamar ciencia-ficción.

Pero para llegar al inicio fueron necesarios los
pasos previos dados por la novela científica
realizada por autores tan significativos como Julio
Verne o H.G.Wells, quienes combinando los
hallazgos científicos con una gran imaginación
lograron cautivar a los lectores de su época.
Bajo este epígrafe se designa a aquella
literatura que, par tiendo de la realidad y
sirviéndose de la fantasía, intenta mostrar las
diferentes posibilidades del futuro en un juego
utópico (y por tanto, inexistente), para lo que se
basa en el presente y utiliza los descubrimientos,

terreno como Mary Shelley en Frankenstein o el

Incluso antes ya otros autores habían horadado el
mismísimo Cyrano de Bergerac en su Viaje a la
Luna.
Definición del género
tanto reales como imaginarios, como un elemento
fundamental de la trama.
Sin embargo, no existe una definición
clara y completa de lo que realmente es ciencia-
ficción, ya que entre sus diferentes estilos
podemos encontrar también ucronías que

conocida (probablemente la mejor sea Pavana

desarrollan versiones alternativas a la historia
Como tal, no comienza a usarse el término de
de Keith Roberts, en la que se muestra el dominio
fundador de la revista Amazing Stories) hasta
ciencia-ficción (acuñado por Hugo Gernsback,
mundial del Imperio Español de Felipe II tras la
victoria de la Armada Invencible). Pese a ello, la
1927. Durante la década de los años 30
definición de Isaac Asimov parece acercarse
comienza a tener gran éxito llegando a su cenit
bastante a su intencionalidad: “Las historias de
de popularidad tras la Segunda Guerra Mundial.
ciencia-ficción son viajes extraordinarios a uno
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 otras space opera). El segundo triunfo de este
de los infinitos futuros concebibles”. avanzada civilización (algo que no ocurría en

A la par que nuevos elementos iban renacer se debe a Hyperion de Dan Simmons,
incluyéndose entre sus temáticas, como el que crea una mitología propia mezclando los
realismo social, la novela psicológica y policíaca elementos del terror y el ciberpunk.
o la complejidad intelectual, autores de la talla de
Arthur C. Clarke, Aldous Huxley o J. G. Ballard Pero vayamos por partes. Antes de que
se incorporaban en sus filas. Se termina así con surgieran nuevos caminos, otros autores dieron
un viejo axioma que reducía estas historias a un trasfondo de filosofía a sus creaciones,
novelas de consumo baratas exentas de calidad abriendo rutas hacia la creación de verdaderas
literaria. obras maestras de la literatura.

pasar por este territorio con Solaris, parábola

Stanislaw Lem fue uno de lo pioneros en
Visionarios clásicos
psicológica en torno
En el inicio a las relaciones
hemos de hablar, sin humanas y puzzle
duda, de Olaf antropocéntrico de

Hacedor de Estrellas.
Stapledon y su solución imposible. El
cine la ha adaptado
No se trata de una con diferente resultado:
novela completa y la visión siempre
perfecta. Su interés genial de Tarkovski y
radica en su intención. la menos afortunada
Ante nuestros ojos, el incursión de Steven
protagonista va saltando Soderbergh con
a través del tiempo y George Clooney
del espacio a un ritmo como protagonista.
frenético. Pretende Esa misma
Stapledon crear una intención persigue
v i s i ó n definitiva del Philip K. Dick en
universo. Por ello, se ¿Sueñan los androides
ha considerado su con ovejas eléctricas?

hallazgo entre las denominadas space opera, filosófica futura (sociedad represiva y cerrada
libro como el mayor en forma de distopía

aquellos libros centrados en la aventura espacial que es vista por sus miembros como una utopía).
y los viajes interestelares de los que La película sirvió de base para la excelente
habitualmente se nutre el cine. Su nombre deriva película Blade Runner de Ridley Scott.
de los seriales radiofónicos estadounidenses, Fahrenheit 451 de Ray Bradbur y
entreguerras como soap operas (óperas de
conocidos por los radioyentes de la época de
responde al mismo patrón crítico con la sociedad
a través de la narración de un futuro (¿lejano?) y
jabón), en clara referencia a los detergentes que fue llevada al cine por Francois Truffaut. Además,
los patrocinaban.
Este género resurgió a finales de los 90, en pleno más destacables al Planeta Rojo con sus Crónicas
a Bradbury le debemos uno de los acercamientos

Marcianas, uno de los mejores libros de relatos

auge del ciberpunk. David Zindell es uno de los

Neverless, en la que a las consabidas batallas,

responsables de este retorno al pasado con
cor tos del siglo XX. Todo un referente por
conocer.
exploraciones del universo, batallas y héroes
J.G. Ballard es sin duda, el autor que más
legendarios añade una intensa exploración de la
ha incidido en utilizar la ciencia-ficción para
personalidad del protagonista y el uso de los
ofrecer una caricatura grotesca de nuestros
referentes de nuestra cultura en la creación de su
propios demonios. El resultado queda claramente
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 definido en su inmejorable Crash, enfermiza
fusión del hombre con la máquina, del automóvil
con el sexo, que David Cronenberg supo plasmar
de manera magistral en la gran pantalla.
La acción de estos escritores posibilitó que
el género se abriera a nuevas influencias, siendo
un campo al que han acudido gran cantidad de
destacada en este sentido es El señor de los
sueños, revisión de la mitología germánica
creada por Roger Zelazny.
Finalmente, el penúltimo discurso, surgido
en la década de los 80 en torno al avance y
omnipresencia de la informática y la alta
tiene a William Gibson y su Neuromante como
tecnología en nuestras vidas es el ciberpunk, que

ha denominado el slipstream, o lo que es lo

escritores para desarrollar sus ideas. Es lo que se
punto de arranque.
mismo, novelas relacionadas con la ciencia-
ficción sin formar parte de sus colecciones. Es indudable que no están todos los que

figuran Un mundo feliz, de Aldous Huxley o la

Entre las novelas más transcendentes son, pero si los que tienen el derecho inexcusable
a figurar. Teniendo algo que contar y el estímulo

1984, de George Orwell o la distopía hecha

genética y la uniformidad al servicio del poder; de la imaginación, la ciencia-ficción abandonará
para siempre su ocultismo en el futuro. Está
obra de arte; La invención de Morel de Adolfo escrito en las estrellas. O eso esperamos.

Pier re Menard, aut or del Quijot e del

Bioy Casares (sin olvidar el excelente relato

inigualable Borges) o el cuestionamiento de la

ciencia y la locura del amor y La naranja

realidad a medio camino entre la locura de la

mecánica de Anthony Burgess o el psicoanalismo

de la violencia social.

Sin embargo, uno de los fenómenos con

literarias. Entre las más destacadas figura la

más demanda entre el público han sido las series

Tr ilogí a de la Fundación (Fundación,

Fundación e Imperio, y Segunda Fundación)
de Isaac Asimov, compendio de la evolución
humana que ha sido alargada posteriormente sin
sentido (incluso después de la muerte de su

Dune de Frank Herbert, historia coral repleta de

autor). Pero sin duda, la serie más exitosa es

líneas laterales para explicar un mundo futuro

corrupto y repleto de traiciones que ha sido
adaptada a la gran pantalla por David Lynch.

Reacciones ante un nuevo mundo

Frente a la progresiva repetición de

revista New Worlds, un modelo conocido como

temáticas surgió en Inglaterra, abanderado por la

New Wave que planteaba la necesidad de abrir

paso a los nuevos cambios sociales que
afectaban a la juventud, como las drogas o el
sexo. Uno de los campos que también entró a
formar parte de esta nueva concepción de la
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ciencia-ficción fue el psicoanálisis. La novela más