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‘rognaieFHsPwaTERSOH STEPHEN Hawkins (Oxford, 1942) ocupé hasta 2009 la catedra Lucasiana de Matematicas que en otro tiempo ostento Newton en la Universidad de Cambridge. Reconocido universalmente como uno de los mas grandes fisicos teéricos del mundo, el profesor Hawking ha escrito, pese a sus enormes limitaciones fisicas, docenas de articulos que significan en conjunto una aportacién a la ciencia que atin no somos capaces de evaluar adecuadamente. A sus primeras obras de divulgacién, Historia del tiempo (Critica, 1988), €/ universo en una cdscara de nuez (Critica, 2002], se le suman Brevisima historia del tiempo (Critica, 2005) ~escrita con Leonard Mlodinow~ y las antologias A hombros de gigantes (Critica, 2003), la edicidn ilustrada de esta ultima obra (Critica, 2004), Dios cred fos ndmeros (Critica, 2006) y La gran ilusidn (Critica, 2008). FOTDGRA © HEATHER iSCINOW LEONARD MLopINOW es doctor en fisica por la Universidad de California en Berkeley. Fue miembro del claustro de Caltech y becario Alexander von Humboldt antes de convertirse en escritor en Hollywood para «Star Trek: The Next Generation» y otras series de éxito en televisién. Su primer libro Euclid’s Window, una historia de la geometria elogiada por la critica, ha sido traducida a ocho idiomas. En Critica ha publicado €/ arcoiris de Feynman (2004), €! andar del borracho (2008) y Brevisima historia del tiempo (2005, junto con Stephen Hawking). Disefo de cubierta e ilustracién: David Stevenson, basado en imagenes de © John Weiss/Shutterstock and © NASA. EL GRAN DISENO oO oO STEPHEN HAWKING y LEONARD MLODINOW Traduccidn castellana de David Jou i Mirabent, Catedritico de Fisica de ln Materia Condensada de la Universidad Auténuna de Barcelona CRITICA Barcelona 1 600 EL MISTERIO DEL SER ADA UNO DE NOSOTROS EXISTE DURANTE UN TIEMPO MUY BREVE, y en dicho intervalo tan sélo explora una parte diminuta del conjunto del universo. Pero los humanos somos una especie marcada por la curiosidad. Nos preguntamos, buscamos respuestas. Viviendo en este vasto mundo, que a veces es amable y a veces cruel, y contemplando Ia inmensidad del firmamento enci- ma de nosotros, nos hemos hecho siempre una multitud de pre- guntas. (Como podemos comprender cl mundo en que nos halla- mos? éCoémo se comporta cl universo? «Cuil es la naturaleza de la realidad? miticas, necesidad de recurrir a interpretaciones teolégic. Se atribuye a Fates ta primera prediccion de un eclipse solar en uramente 585 a. C., aunque la exactitud de su prediccidn fue s una mera conjetura afortunada. Fuc ina figura algo d aida, que no dej6 escritos. Su casa era uno: de fos centros intelectuales de una regia Hamada Jonia, que fue colonizada por los gricgos y gjercié una influencia que Hlego a extenderse desde Turquéa hasta Tralia. La ciencia jénica fue una eMpresa mareada por un intenso interés por descubrir Jas feyes Fundamentales que explicasen los fendmenos naturales, un hito formidable en la historia del pensa- miento humano. Su formulacidn era racional yen muchos ¢ aS condujo a conelusiones sorprendentemente parecidas a las de nuestros métodos mis sofisticados. Aunque representé un gran comicnzo, con el paso de los siglos una gran parte de la ciencia j6- nica fue olvidada, para ser redescubierta 0 reinventada mucho mas tarde, en algunos casos mas de una vez. 24 LAS GLAS DE LA LEY Jonia Los sabios de la antigua Jonia fueron los primeros en explicar los fendmenos naturales a partir de leyes de fa naturaleza y no a partir de mitos o teologias. Seguin la leyenda, la primera formulacién maresnatica de lo que hoy Hamariames ana ley de la naturaleza dara de un jonio Hamado Piragoras (¢. 580-490 a.C.), famoso por un teorema que lleva su nombre, a saber, que cl cuadrado de la hipotenusa (cl lado mas largo) de un tridngulo rectangulo es iguata fa suma de los cuadra dos de los catetos (los otros dos lados). Se dice que Pitagoras des- cubrié las relaciones numéricas entre las longitudes de las cucrdas utilizadas en los instrumentos musicales y las combinaciones ar ribirfamos dicha ménicas de los sonidos. En fenguaje actual, des relacién diciendo que la frecuencia —el niimero de vibraciones por segundo de una cuerda que vibra bajo una determinada tensiGn ¢s inversamente proporcional a su tongitud. Desde el pun- 25 EL GRAN DISENO to de vista practico, ello explica por qué en una guitarra las cuerdas mas cortas producen un tono mas elevado, un sonido mas agudo, que las cuerdas mis largas. En realidad, es probable que Pitégoras no lo des ubricra —tampoco descubrié el teorema que Heva su nombre— pero hay evidencias de que cn su época se conocia algu- na relacion entre la Jongitud de la cuerda y el tono del sonido pro- ducido. Si realmente es asi, se podria decir que dicha formula ma- temiatica sencilla constituye cl primer ejemplo de lo que conocemos hoy como fisica resrica. Aparte de la ley pitag6rica de las cuerdas, las tinicas leyes fisicas que fueron conocidas correctamente por los antiguos fucron tres leyes formuladas por Arquimedes (c. 287-212 a. C.), que es, sin lu gar a dudas, el fisico mas eminente de la Antigiiedad. En la termi- nologia actual, la ley de la palanca explica que pequefas fuerzas pueden clevar grandes pesos porque la palanea amplifica una fuer: za scgtin la raz6n de las distancias al fulero © punto de apoyo de la I metso en un Fluide experimenta una fuerza hacia arriba, o empuje, palanea. La ley de fa flotacién establece que cualquier objeto in igual al peso del fluido desalojado. Y la ley de la reflexién afirma que el éngulo de un haz de luz reflejado en un espejo es igual al angulo del haz de luz incidente en cl espejo. Pero Arquimedes no las denomins leyes ni las explicd a partir de observaciones y medi- das, sino que las traté como si fucran teoremas puramente mate- maticos, de una manera axiomatica muy parecida a la que Euclides cred para la geometria. A medida que se difundié Ja influencia jonica, otros pucblos fueron viendo que el universo posce un orden interno, que podria llegar a ser comprendido mediante la observacién y la razén. Anaximandro (610-546 a. C.), amigo y probablemente discfpulo de Tales, arguyé que como los nifios estén indefensos al nacer, si el primer humano hubiera aparecido sobre la tierra como un nifio 26 LAS REG AS DE LA LEY no habria podido sobrevivir. En lo que puede haber sido la prime- ra intuicion de la evoluci6n, Anaximandro razond que, por fo tan- to, los humanos deberian haber evolucionado a partir de otros ani- males cuyos vetoRos fucran mas resistentes. En Sicilia, Empédocles (490-430 a. C.) analiz6 cémo se comportaba un instrumento deno- minado clepsidra. Utilizado a veces como cucharén, consistfa en una esfera con un cucllo abierto y pequeios orificios en su fondo. Alser sumergida en agua se Henaba y, si su cucllo se tapaba, se podia clevar la esfera sin que cl agua cayera por Jos agujeros, Empédocles descubrid que si primero se tapa su cucllo y despucs sc sumerge, la clepsidra no se ena. Razond, pues, que algo invisible debe estar impidiendo que el agua entre a la estera por los agujeros —habéa descubierto la sustancia material que Hamamos aire Hacia la misma época, Demécrito (460-370 a. C.), de una colo- nia jénica del norte de Grecia, se preguntdé qué ocurre cuando rompemos © cortamos uN objeto en pedazos. Argumentd que No deberiamos poder seguir indetinidamente ese proceso y postuld que todo, incluidos los seres vivos, estt constituido por particulas elementales que no pueden ser cortadas ni descompuestas en par- tes menores. Llamé a esas particulas dtomos, del adjetivo gricgo. «indivisible». Demécrito crefa que todo proceso material es el re- sultado de colisiones atémicas. En su interpretacion, denominada «atomismo», todos los {tomos s¢ mueven cn cl espacio y, a no ser que sean perturbados, se mueven adelante indefinidamente. En la actualidad, esta idea es llamada ley de la inercia. La revolucionaria idea de que no somos mas que habitantes or- dinarios del universo y no seres especiales que se distingan por vi- vir en su centro, fue sostenida por primera vez por Aristarco (c. 310-230 a. C.), uno de los ultimos cientificos jonios. Sélo nos ha Ilegado uno de sus calculos, un complicado andlisis geomeétrico de las detalladas observaciones que realizé sobre el tamaito de la EL GRAN DISENO sombra de la Tierra sobre la Luna durante un eclipse lunar. A par- tir de sus datos concluy6 que cl Sol debe ser mucho mayor gue la Tierra. Inspirado quiza por la idea de que los objetos pequefios deben girar alrededor de los grandes, y no al revés, fue la primera persona que sostuvo que la Tierra no ¢s el centro de nuestro siste- ma planctario, sino que ella, como los demas planetas, gira alrede- dor del Sol, que es mucho mayor, Hay an sdlo un pequeno paso desde la constatacién de que la Tierra es un simple planeta como, los demas a fa idea de que tampoco nuestro Sol tiene nada de espe- cial, Aristarco supuso que éste era cl caso y pensé que fas estrellas que vemos en el ciclo nocturne no son, en realidad, nats que soles distantes. Los jonios constituyeron una de las muchas escuclas de la filo- sofia griega antigua, cada una de ellas con tradiciones diferentes y a menudo contradictorias. Desgraciadamente, fa visin jonica de la naturaleza ~a saber, que puede ser explicada mediante leyes ge- nerales y reducida a un conjunto sencillo de principios— ejercié una influencia poderosa, pero sdlo durante unos pocos siglos. Una ra- zn es gue las tcorfas jonicas parecian no dejar lugar a la nocién de libre albedrfo ni de finalidad, nia la idea de que los dioses intervie nen en los avatares del mundo. Se trataba de omisiones inquictan- tes, tan profundamente incémodas para muchos pensadores gric- gos como lo siguen siendo atin para mucha gente en fa actualidad. E] fildsofo Epicuro (¢. 341-270 a. C.), por ejemplo, se opuso at atomismo basandose cn que «es mejor seguir fos mitos sobre los dioses que convertirse en un “esclavo” del destino segtin los fild- sofos de la naturaleza». También Aristoteles rechazé el concepto de dtomo porque no podia aceptar que los humanos estuviéramos. hechos de objetos inanimados y sin alma. La idea jonica de que el universo no esté centrado en los humanos constitayd un hito en nuestra comprensién del cosmos, aunque esa idea fue olvidada y LAS REGLAS DE LA LEY no fue recuperada 0 aceptada comuinmente hasta Galileo, casi veinte siglos mas tarde. Por penetrantes que fueran algunas de las especulacione: joni- cas sobre la naturaleza, la mayorfa de sus ideas no pasarian como ciencia valida en un examen moderno. Una razn es que, como Jos griegos todavia no habsan inventado cl método cicntifico, sus teo- tfas no fueron desarrolladas para ser verificadas experimentalmen- te. Ast pues, si un estudioso afirmaba que un dtomo se movia cn linea recta hasta que chocaba con un segundo dtomo, y otro afir- maba que se movia en linea recta hasta que chocaba con un ciclo- pe, no habia manera objetiva de zanjar la discusién. Tampoco ha- bia una diferencia clara entre las Ieyes humanas y las Leyes fisicas. Ene las cosas surgieron de una sustancia primordial y a ella retornaran, siglo va. C., por cemplo, Anaximandro escribid que todas «a Menos que paguch pena y castigo por su iniquidad>. ¥ seguin cl fil6sofo jonio Heraclito (535-475 a. C.), el Sol se comporta como lo hace porque de otro modo la diosa de la justicia lo expulsaria del cielo, Varios siglos después, los estoicos, una escuela de fildsofos griegos surgida hacia cl siglo ita. C., establecicron una distincién entre los estatutos humanos y las leyes naturales, pero incluyeron reglas de conducta humana gue consideraron universales —tales como la vencracidn a los dioses y la obediencia a los padres— cn la categoria de leyes naturales. Reefprocamente, a menudo describie- ron los procesos fisicos en términos legales y creycron necesario reforzar dichas leyes, aunque los objctos que debian «obedecerlas» fueran inanimados. Si ya nos parece dificil conseguir que los hu- manos respeten las leyes de tréfico, imaginemos lo que seria con- vencer a un asteroide a moverse a lo largo de una elipse. Esa tradicion continud influyendo a los pensadores que, mu- chos siglos después, sucedieron a los griegos. En el siglo xi, el fi- ldsofo cristiano Tomas de Aquino (1225-1274) adopté esa perspec- 29 EL GRAN DISENO tiva y la usd para argumentar a favor de la existencia de Dios, escribiendo que «es claro que los (objetos inanimados) alcanzan su fin no por azar sino por intencién ... Por lo tanto, existe un ser personal inteligente por quien todo cn fa naturaleza esté ordenado asu fin». Incluso tan tarde como el siglo xvi, el gran astronomo: aleman Johannes Kepler (1571-1630) erey6 que Jos planetas tenian percepcién sensorial y seguian conscicntemente leyes de movi- micnto captadas por su «mente». fa nocién de que las leyes de fa naturaleza habian de ser obede- cidas intencionalmente refleja fa prioridad de fos antiguos en ave- riguar por qué la naturaleza se comporta como lo hace en lugar de como lo hace. Arist6teles fue ino de los proponentes mas influyen- tes de esta formulacién, rechazando Ia idea de una ciencia basada principalmente en la observacidn. Las medidas precisas y los cal- culos matemiticos cran, de todas formas, dificiles en la Antigiie- dad. La notacién numérica en base decimal gue nos resulta tan conveniente para los edlculos aritméticos data tan solo de hacia ct siglo vii de nuestra era, cuando los hinducs tealizaron los prime- esre recurso en un instrumento, ros grandes pasos para conver podcroso. Los signos mas y menos para la suma y la resta tuvicron que esperar al siglo xv, y el signo igual y los relojes capaces de me- dir el ticmpo en segundos no existicron antes del siglo xvi. Ari da y de céleulo como un impedimento para des storeles, sin embargo, no considers, los problemas de medi- arrollar una fisica capaz de llegar a predicciones cuantitativas. Mas bien, no vio nece- sidad de hacer tales predicciones y construy6 su fisica sobre princi- pios que le parecfan intelectualmente atractivos, descartando los hechos, que consideraba poco atractivos. Asi, enfocd sus esfuer- zos hacia las razones por las cuales las cosas ocurren ¢ invirtio rela- tivamente poca energia en detallar con exactitud lo que estaba ocurriendo. Aristételes modificaba adecuadamente sus conclusio- LAS REGLAS DE LA LEY nes cuando el desacuerdo de éstas con las observaciones era tan flagrante que no podia ser ignorado, pero sus ajustes cran a menu- do simples explicaciones ad hoc que hacian poco mas que tapar las contradicciones. Asi, por muy claramente que una tcoria se des- viara de lo que ocurre en realidad, siempre podfa alrerarla lo sufi- ciente para que parecicra que el conflicto habfa sido climinado. Por ejemplo, su tcoria del movimiento especificaba que los cuerpos pesados cacn con velocidad constante, proporcional a su peso. Para explicar que los objetos manificstamente adquieren velocidad a medida que van cayendo, inventd un nuevo principio, a saber, que los cuerpos estan mis contentos y, por lo tanto, se accleran a medida que © Acerean a SU posici6n natu Le reposo, un prine bi pio que hoy parece des r mas adecuadamente a algunas perso- nas que a objetos inanimados. Aunque a menudo las teorias de Arist6teles tenfan escaso poder predictivo, su forma de considerar la ciencia domind cl pensamiento occidental durante unos dos mil afios. Los sucesores cristianos de los griegos se opusi¢ron a la noci6n de que el universo esté regido por una ley natural indiferente y también rechazaron la idea de que los humanos no tienen un lug: privilegiado en el universo, Y aunque en el periodo medieval no hubo un sistema filoséfico coherente tinico, un tema comin fue que el universo es la casa de muficeas de Dios y gue la religién era un tema mucho mis digno de estudio que los fenémenos de la na~ turaleza. En efecto, en 1277 el obispo Tempicr de Paris, siguiendo las instrucciones del papa Juan XX, publicé una lista de 219 errores o herejfas que debian ser condenados. Entre dichas hercjias estaba la idea de que la naturaleza sigue leyes, porque ello entra en conflic- to con la omnipotencia de Dios. Resulta interesante saber que el papa Juan XXT fallecié por los efectos de la ley de la gravedad unos: meses nis tarde, a) cacrle encima el techo de su palacio. EL GRAN DISENO «Si algo he aprendido en mi largo reinado es que el calor sube.» El concepto moderno de Ieyes de la naturaleza emergié cn cl siglo xvi. Parece que Kepler fue el primer cientifico que interpre 16 este término en el sentido de la ciencia moderna aunque, como hemos dicho, retuvo una versién animista de los objetos fisicos. Galileo (1564-1642) no utilizd ef término «ley» en la mayoria de sus trabajos cientificos (aunque aparece en algunas de las traduc- ciones de ellos). Utilizara o no el término, sin embargo, Galileo descubrié muchas leyes importantes y abogé por los principios basicos de que la observacién es la base de la ciencia y de que el objetivo de la ciencia es investigar las relaciones cuantitativas que existen entre los fendmenos fisicos. Pero quien formulé por pri- mera vez de una manera explicita y rigurosa ei concepto de leyes LAS REGLAS DE LA LEY de la naturaleza tal como lo entendemos hoy fue René Descartes (1596-1650). Descartes crefa que todos los fendmenos fisicos deben ser expli- cados en términos de colisiones de masas en movimiento, regidas por tres leyes —~precursoras de las tres cclebres leyes de Newton. ley Afirmé que dichas de la naturaleza eran validas en todo lugar yen todo momento y establecio explicitamente que la obediencia a dichas leyes no implica que los cuerpos en movimiento tengan mente. Descartes comprendié también la importancia de lo que hoy Hamamios «condiciones iniciales», que describen cl estado de —alo un sistema al inicio del intervalo temporal —sea cual s largo del cual intentamos efectuar predicciones. Con un conjunto dado de condiciones iniciales, las establecen s Ieyes de Ia natural cémo cl sistema cvolucionars a lo largo del tiempo; pero sin un conjunto concreto de condiciones iniciales, su evolucién no puc- de ser especificada. Si, por ejemplo, en el instante cero una paloma deja cacr algo verticalmente, la trayectoria del objeto que cae que- da determinada por las leyes de Newton. Pero el resultado sera muy diferente segtin gue la paloma, cn el instante cero, esté quicta sobre un poste telegrdfico o volando a treinta kilémetros por hora. Para aplicar las leyes de la fisica, necesitamos saber cémo empezd el sistema, 0 al menos su cstado en un instante definido, (También podemos utilizar las leyes para reconstruir la trayectoria de un ob- jeto hacia atras en el tiempo.) Cuando esa creencia renovada en la existencia de leyes de la na- turaleza fue ganando autoridad, surgicron nucvos intentos de re- conciliarla con el concepto de Dios. Segtin Descart s, Dios podria alterar a voluntad la verdad o la falsedad de las proposiciones éti- cas 6 de los teoremas matematicos, pero no la naturaleza. Creia que Dios promulgaba las leyes de la naturaleza pero que no podia clegir dichas leyes, sino que las adoptaba porque las leyes que ex- R EL GRAN DISE perimentamos eran las inicas posibles. Ello parecerfa limitar la au- ¢ problema afirmando toridad de Dios, pero Descartes sor ted es que las Ieyes son inalrerables porque constituyen wn reflejo de la propia naturaleza intrinseca de Dios, Aunque ello fuera verdad, se podria pensar que Dios tenfa la opcidn de crear una diversidad de mundos diferentes, cada uno de los cuales corresponderia a un conjunto diferente de condiciones iniciales, pero Deseartes tam- bidn neyd esa posibilidad. Sea cual sea la disposicin de la materia encel inicio del univers, arguments, a fo largo del tiempo evolu- cionaria hacia un mundo idéntico al nuestro. Ademas, Descartes afirmé que una vez, Dios ha puesto cn marcha el mundo lo deja fancionar por sf solo. Una posicién semejante fue adoptada por Isaac Newton (1643> 1727). Newton consiguid una aceptacion amphia del concepto mo- derno de ley cientifica con sus tres eyes del movimiento y su ley de la gravedad, que dan razén de las 6rbitas de la ‘Tierra, la Luna y los planetas y explican fendmenos como las mareas. El pudado de ecuaciones que cred y cl claborado marco matemiatico que hemos desarrollado a partir de ellas, son ensenados todavia y utilizados. por los arquitectos para construir cdificios, los ingenicros para di- sefiar coches, 0 los fisicos para calcular cémo lanzar un cohete para gue se pose en Marte. Como escribié cl pocta Alexander Pope: Nature and Nature’s laws lay hid in night: God said, Let Newton be! avd all was light. (La Naturaleza y sus leyes yactan en la oscuvidad; Dios dijo: iSea Newton!, y todo fue clavidad.) Actualmente, la mayoria de los cientificos dirfan que una ley de la naruraleza es una regla basada en una regularidad observada y 34. LAS REGLAS DE LA LEY que proporciona predicciones gue van mis alld de las situaciones inmediatas en que se ha basado su formulacién. Por ejemplo, po- drfamos advertir que el Sol ha salido por el este cada mariana de nuestras vidas, y postular la ley de que «cl Sol siempre sale por el este». Esta es una generalizacion que va mas alld de nuestras obser- vaciones limitadas sobre la salida del Sol, y hace predicciones com- probables sobre el futuro. En cambio, una afirmacién como «los: ordenadores de esta oficina son negros» no es una ley de fa natur leza, porque tan s6lo describe los ordenadores de la oficina, pero. no hace predieciones como «si cn mi oficina compran otro orde- nador, sera negro». Nuest interpretacién moderna del término «ley de la natura- leza» es un tema que los fildsofos debaten prolijamente, y es bas- a. Por tante mas sutil de lo que podriamos imaginar a primera vi ejemplo, cl filésofo John W. Carroll comparé la afirmaci6n «todas, las esferas de ore tienen menos de un kilémetro de radio» con la afirmacion «todas las esferas de uranio 235 tienen menos de un ki- lémetro de radio». Nuestras observaciones del mundo nos dicen que no hay esferas de oro de radio mayor que un kilémetro, y po- demos estar bastante seguros de que nunca las habra. Sin embar- gO, No tenemos razGn para pensar gue nunca las pueda haber, de manera que Ja afirmacién no cs considerada como una ley. En cambio, la afirmacién «todas las esferas de uranio 235 tienen me- nos de un kilémetro de radio» podrfa ser interpretada como una ley de la naturaleza porque obre fisi eguin lo que conoceme nuclear, si una esfera de uranio 235 sobrepasa un radio de unos siete centimetros y medio se destruiria a sf misma en una explo- sién nuclear. Por lo tanto, podemos estar seguros de que tales es- feras no existen. (iNi seria una buena idea intentar hacer una!) Esta distincién importa porque ilustra que no todas las generaliza- ciones que obscrvamos pueden ser consideradas como leyes de la ELGRAN DISENO xisten naturaleza, y que la mayorfa de las leyes de la naturaleza como parte de un sistema mayor y mutuamente interconectado de leyes. En la ciencia moderna, las leyes de la naturaleza son formuladas en términos matematicos. Pueden ser exactas o aproximadas, pero cumplen sin excepeidn, sino uni- se debe haber constatado que versalmente al menos bajo wa conjunto estipulado de condicio- nes. Por ejemplo, sabemos actualmente que las feyes de Newton deben scr moditicadas si los objetos se desplazan a velocidades proximas a la de la luz, Aun asi, consideramos que las leyes de Newton siguen siendo leyes, porque se cumplen, al menos con un buen grado de aproximacién, cn las condiciones del mundo coti- diano, cn el cual las velocidades que encontrames son mucho me- nores que fa velocidad de la hz. Sila naturaleza se rige por leyes, surgen tres cucsuOnes: 1) éCual es el origen de dichas leyes? xcepeiones a estas leyes, por cjemplo, los me 2) ¢Hay algunas lagros? 3) éHayun solo conjunto posible de leyes? Estas importantes cuestiones han sido abordadas de maneras muy diversas por cicntificos, fildsofos y tedlogos. La respuesta dada tradicionalmente a la primera cuestién —la respuesta de Ke- pler, Galileo, Descartes y Newton — fue que las leyes eran la obra de Dios, Sin embargo, ello no es mas que una definicién de Dios como la encarnacidn de las leyes de la nacuraleza. Salvo que se dote a Dios con otros atributos, como por ejemplo ser el Dios del Antiguo, Testamento, utilizar a Dios como respuesta a la primera pregunta meramente sustituye un misterio por otro. Asi pues, si hacemos intervenir a Dios en la respuesta a la primera cuestion, cl 36 LAS REGLAS DE LA LEY embate real |lega con la segunda pregunta: ¢hay milagros, excep- ciones a las leyes? Las opiniones sobre la respuesta a esa segunda pregunta han estado drasticamente divididas. Platon y Aristétcles, los escritores griegos antiguos mas influyentes, mantuvicron que no podia ha- ber excepciones a las leyes. Pero si se adopta cl punto de vista bi- blico, Dios cred las leyes, pero se le puede rogar, mediante fa ple- garia, que haga excepciones a ellas —para curar a un enfermo terminal, poner fin inmediatamente a las sequias, o hacer que cl croquet vuclva a scr un deporte olimpico—. En oposicién al punto de vista de Descartes, casi todos los pensadores cristianos mantu- vic on que Dios debe sev capaz de suspender las leyes para hacer miagros, Incluso Newton ereyé en milagros de ese tipo: ereyé que las drbitas de los planctas seguramente eran inestables, a causa de que la atracci6n gravitatoria entre los planetas produciria en sus orbitas perturbaciones que ¢recerfan con el tempo, con el resultado de que los planetas 6 bien caerfan al Sol o bien serian expulsados del sistema solar. Dios debsa, pues, estar rciniciando las 6rbitas, crefa cl, 0 «dando cucrda al reloj celeste», sin lo cual ést pararia. Sin em- bargo, Pietre-Simon, marqués de Laplace (1749- 1827), conocido habitualmente como Laplace, arguy6 que las perturbaciones de- berfan ser periddicas, ¢s decir, marcadas por ciclos repetidos, en 5 P lugar de ser acumulativas. E] sistema solar por lo tanto se estabili- 8) zaria a si mismo, y no habria necesidad de la intervencidn divina para explicar por qué ha sobrevivido hasta el dia de hoy. Esa Laplace a quien se acostumbra a atribuir la primera formu- lacidn precisa del determinismo cientifico: dado el estado del uni- verso en un instante dado, un conjunto completo de leyes determi- na completamente tanto el futuro como el pasado. Esto excluiria la posibilidad de milagros, o wn papel activo de Dios. El determi- nismo cientifico que Laplace formuls es la respuesta de los cienti- 37, EL GRAN DISENO CNR bets «Creo que deberia ser un poco mas explicito en el segundo paso.» ficos modernos a la segunda pregunta. Es, de hecho, la base de y un principio que desempenia un papel toda la ciencia modern importante a lo largo de este libro. Una ley cientifica no es tal si sdlo se cumple cuando algtin ser sobrenatural decide no interve- nir. Con referencia a esa cuestion, se dice que Napoleon preguntd a Laplace qué papel desempefiaba Dios y que Laplace respondio: «Senor, no he necesitado esta hipdtesis» Como vivimos ¢ interaccionamos con los otros objetos del uni- ona cientifico debe cumplirse también para las verso, ¢| determin: personas. Muchos, sin embargo, aunque acepten que el determi- nismo cientifico rige los procesos fisicos, harian una excepcidn para cl comportamiento humano, ya que creen que tenen libre al- bedrio. Descartes, por ejemplo, para preservar la idea de libre albedrio, afirmé que la mente humana era una cosa diferente del mundo fisico y que no seguia sus leyes. En sw interpretacién, las personas consisten en dos ingredientes: cuerpo y alma. Los cuer- 38 LAS REGLAS DE LA LEY pos no son mas que maquinas ordinarias, pero el alia no esta su- jeta a las leyes cientificas. Descartes estaba muy interesado en la anatomia y la fisiologia y consideré que un 6rgano diminuto en cl centro del cerebro, llamado glandula pineal, era la sede principal del alma. Dicha glindula, creia dl, era eb hugar donde se forman todos nuestros pensamientos, la fuente de nuestra libre voluntad. éTenemos libre albedrfo? Silo tenemos, gen qué punto del dr- bol de la evolucidn se desarvoll6? ¢Tienen libre albedrio las algas verdes © las bacterias, 0 Su Comportamiento es automitico, den- tro del reino de fas leyes cientificas? Son tan sdlo los seres multi- celulares los que tienen fibre albedrio, 0 esta reservado a fos ma- miferos? Podemos pensar que un chimpancé ests cjercicndo st libre albedrio cuando decide pelar una banana o un gato cuando al fa cl sof con sus uiias, pero équé ocurre con cl gusano deno- minado Cacnorhabdytis elegans, una criatura muy sencilla que consta de tan sdlo gsg células? Probablemente nunca piensa para si: P zh > sO {QUES ES LA REALIDAD? «Esto es una grabacién.» «No me importa Yo soy un holograma.» cada persona que se someticra a dicta desarrollara un antojo in- controlable por los pasteles de crenia de banana. Pero si los alieni- genas impusic an leyes consistentes, no tendriamos manera de decir si hay one realidad tras fa realidad simulada. Seria ficil decir que ef mundo en que viven los alienigenas es cl mundo «real» y que el mundo generado por ordenador es un mundo fa so. Pero si —como nosotros— los seres cn el mundo simulado no pudieran ob- servar su universo desde fuera, no tendrian razén para dudar de sus propias imagenes de fa realidad. Eso cs una versi6n moderna de la idea de que todos nosotros somos personajes del sucio de alguien Esos ejemplos nos llevan a una conclusién importante en este libre lidad. Asi, adoptaremos una perspectiva que denominaremos : No hay imagen —ni teovia— independiente del concepto de vea- eat lismo dependiente del modelo: la idea de que una teoria fisica o una imagen del mundo es un modelo (generalmente de naturaleza ma- tenitica) y un conjunto de reglas que relacionan los elementos del sl EL GRAN DISENO modelo con las observa ciones. Ello proporciona un marco en el cual interpretar la ciencia moderna. Los filésotos, desde Platén hasta ahora, han discutido a lo largo de los siglos sobre la naturaleza de la realidad. La ciencia clasica esta basada cn fa ereencia de que existe un mundo real externo cuyas propicdades son definidas ¢ independientes del observador que las percibe. Seguin la ciencia clasica, ciertos objetos existen y tienen cas, tales como velocidad y masa, con valores bien propicdades fis stras teorfas son intentos de describir definidos. En esa visi6n, nu dichos objctos y sus propicdades, y nuestras medidas y percepcio- nes se corresponden con cllos. Tanto cl observador como lo obser- vado son partes de un mundo gue ticne una existencia objetiva, y cualquier distincién entre ambos no ticne importancia significati- va. En otras palabras, si vemos una manada de cebras compitiendo por una plaza en un garaje es porque realmente hay una manada de cebras compitiendo por una plaza cn un garaje. Todos los otros observadores que miraran medirian tas mismas propiedades y la manada tendria aquellas propicdades, hubiera o no alguien que las observara. En filosofia, esta creencia es denominada realismo. Aunque cl realismo pucde resultar una posicién tentadora, lo ‘a moderna hace dificil defenderlo, como que sabemos de la fis veremos posteriormente. Por ejemplo, segtin los principios de la fisica cudntica, que es una descripcién muy precisa de la naturale- za, una particula no tiene ni una posicién definida ni una veloci- dad definida, a no ser que —y hasta cl momento en que— dichas magnitudes sean medidas por un observador. Por lo tanto, 70 es correcto decir que una medicidn da un cierto resultado porque la magnitud que estd siendo medida tiene aquel valor en el instante de efectuar la medicién. De hecho, en algunos casos los objetos individuales ni siquiera tienen una existencia independiente, sino tan sdlo existen como una parte de un conjunto. Y si una tcoria x2 2QUE KS LA REALIDAD? denominada principio holografico demuestra ser correcta, noso- tros y nuestro mundo cuatridimensional podriamos ser sombras de la frontera de un espacio-tiempo mayor, de cinco dimensiones. En dicho caso, nuestro estatus en el universo serfa literalmente andlogo al de los pececillos del ejemplo inicial. Los realistas estrictos a menudo argumentan que la demostra- cién de que las teorias cientificas representan la realidad radica en sus Exitos. Pero diferentes teorfas pueden describir satisfactoria- mente cl mismo fendmeno a través de marcos conceptuales dife- rentes. De hecho, muchas teorias que habfan demostrado ser sa- tsfactorias fueron sustituidas posteriormente por otras teorfas igualmente satisfactorias basadas en conceptos completamente nuevos de la realidad, Tradicionalmente, los que no aceptan el realismo han sido Ila- mados «antirrealistas». Los antirrealistas distinguen entre el cono- cimicnto empitico y cl conocimicnto teérico. Tipicamente sostic- hen que observaciones y experimentos tienen sentido pero que | teorfas no son mas que instrumentos titiles, que no encarnan ver- dades mas profundas que transciendan los fenémenos observados. Algunos antirrcalistas han querido incluso restringir la ciencia alas ervadas. Por esa razén, muchos cn el si- cosas que pueden ser obs glo xix rechazaron la idea de atomo a partir del argumento de que nunca podriamos ver ninguno. George Berkeley (1685-1753) fue in- cluso tan alla que afirmé que no existe nada mas que la mente y sus ideas. Cuando un amigo hizo notar al escritor y lexicégrafe ingles Samuel Johnson (1709-1784) que posiblemente la afirmacién de Berkeley no podfa ser refutada, se dice que Johnson respondié su- biendo a una gran piedra para, después de darle a ésta una patada, proclamar: «Lo refuto asi». Naturalmente, el dolor que Johnson experimenté en su pie también era una idea de su mente, de mane- ra que en realidad no estaba refutando las ideas de Berkeley. Pero EL GRAN DISENO esa reaccién ilustra el punto de vista del fildsofo David Hume (1711-1776), gue escribid que a pesar de que no tenemos garantias alidad objetiva, no nos queda otra racionales para creer ¢n una opcidn sino actuar como si dicha realidad fuera verdadera. El realismo dependiente del modelo zanja todos esos debates y polémicas entre las escuclas realistas y antirrealistas. Seguin el rea- Fun lismo dependicnte del modelo carece de sentido preguntar s modelo es real 6 no; sélo ticne sentido preguntar st concucrda © bo con las observaciones, Si hay dos modelos que concuerden con las observaciones, como la imagen del pececitto y fa nuestra, No se pucde deeir que uno sea mas real que ef otro. Podemos usar cl mo- delo que nos resulte mas conveniente en fa situaci6n que estamos considerando. Por ejemplo, si estuvicramos cn el interior de la pe- cera, la imagen del pececillo resultaria util, pero para los observa- dores del exterior restiltaréa muy incémodo describir los aconteci- mientos de una galaxia lejana en cl marco de una pecera situada cn alos dos tienen algo en comin: el doctor Davis ha descubierto una particula que nadie ha visto, y el profesor Higbe ha descubierto una galaxia que nadie ha observado. » s4 QUE BS LA REALIDAD? la Tierra, especialmente porque la pecera se desplazaria a medida que la Tierra orbita alrededor del Sol y gira sobre su cje. Hacemos modelos en ciencia, pero también en la vida corrien- te. El realismo dependiente del modelo se aplica no sélo a los mo- delos cientificos, sino también a los modelos mentales conscientes © subconscientes que todos creamos para interpretar y Compren- der cl mundo cotidiano. No hay manera de climinar el observador —nosotros— de nuestra percepcidn del mundo, creada por nucs- tro procesamiento sensorial y por la manera en que pensamos y razonamos, Nuestra pereepcion —y por lo tanto las observaciones sobre las cuales se basan nuestras teorias— no es directa, sino mas bien esté conformada por una especie de lente, a saber, la estructu- ra interpretativa de nuestros cerebros humanos. El realismo dependicnte del modelo corresponde a la manera como percibimos los objetos. En la visién, cl cerebro recibe una scri¢ de sefiales a lo large del nervio éptico, sehales que no forman el tipo de imagen que aceptarfamos en nuestro televisor. Hay una mancha ciega en cl punto en gue el nervio 6ptico se conecta a la retina, y la tinica zona de nuestro campo de visién que goza de buena r solucién es un drea estrecha de aproximadamente un g) do de dagulo visual alrededor del centro de fa retina, un area del orden del ancho de la imagen del pulgar cuando tenemos el brazo alargado. Asi pues, los datos brutos enviados al cerebro constitu- yen una imagen mal pixclada con un agujero en su centro. Afortu- nadamente, el cerebro humano procesa dichos datos, combinan- do los de cada ojo y colmando los vacios mediante la hipotesis de que las propiedades visuales de los lugares contiguos son semejan- tes e interpolandolas. Ademas, lee una disposicién bidimensional de datos de la retina y crea la impresidn de un espacio tridimensio- na{. En otras palabras, el cerebro construye una imagen o modelo mental 5S EL GRAN DISENO El cerebro es tan bueno en construir modelos que si nos pusié- ramos unas gafas que invirticran las imagenes que recibimos en los ojos, nuestro cerebro, al cabo de un rato, cambiaria el modelo sdramos y veriamos de nuevo las cosas derechas. Si entonces nos sa las gafas, verfamos cl mundo al revés durante un rato pero de nuc- vo el cerebro se adaptaria. Eso ilustra que lo que gqueremos decir cuando aficmamos «Vco una sillax es meramente que hemos utili- zado la luz que la silla ha esparcido por el espacio para construir una imagen mental o modelo de la silla. Si cl modelo esté cabeza abajo, es de esperar que el cerebro corrija la imagen antes de que intentemos sentarnos en fa sila. Otro problema que cl realismo dependicnte del modelo resucl- ve, o al menos evita, cs el debate sobre qué significa existencia. {Como sé que una mesa existe si salgo de la habitacion y no puedo verla? . Los principios de la fisica cudntica fueron desarrollados en las prime décadas del siglo xx, después de haber advertido que ket tcorfa newroniana resulta inadecuada para la descripeidn de la na- turaleza a niveles atémico y subatémico. Las teorfas findamenta- les de Ia fisica describen las fuerzas de la naturaleza y cémo los ob- jetos reaccionan frente a cllas. Las teorias clasicas, como la de Newton, estin construidas sobre un marco que retlgja la experien- cia cotidiana, cn que los objetos materiales tienen una existencia individual, pueden ser localizados en posiciones conerctas y si- guen trayectorias bien detinidas. La fisica cudntica proporciona un marco para comprender cémo la naturaleza acttia a escalas ato- micas y subatémicas, pero, como veremos después con mayor de- tlle, implica un esquema conceptual completamente diferente, en el cual la posicion, la trayectoria ¢ incluso el pasado y el fururo de los objetos no estin determinados con precision. Las teorfas cudn- ticas de las fucrzas, como la gravedad o la fuerza clectromagnetica, son teorias construidas en ese marco. éPueden las tcorias construidas sobre un marco tan ajeno a la experiencia cotidiana explicar también los acontecimicntos que forman parte de dicha experiencia, y que fueron tan bien modeli- zados por la fisica clisica? $f pueden, ya que nosotros y nuestro entorno somos estructuras compuestas, constituidas por un mi- mero inimaginablemente grande de atomos, mayor que el mime- ro de estrellas que hay en el universo. ¥ aunque los stomos com- ponentes obedecen los principios de la fisica cuantica, es posible demostrar que los grandes conjuntos de 4tomos que forman Jos EL GRAN DISENO balones de fiitbol, los nabos, los aviones jumbo, y nosotros mis- mos, consiguen no difractarse a través de rendijas. Ast pues, aun- que los componentes de los objetos cotidianos obedecen la fisica cudntica, las leyes de Newton constituyen una teoria efectiva que describe con gran precisidn c6mo se comportan fas estructuras compuestas que constituyen nuestro mundo cotidiano. Eso puede resultar extraao, pero en fa ciencia hay muchos ejem- plos en que un conjunto grande parece comportarse caracteristica- mente de una manera muy diferente al de sus Componentes indivi- duales. Asi, por cemplo, las respuestas de una sola ncurona estan muy lejos de revelar las complejidad del cerebro humano, del mismo modo que conocer una mokécula de agua no nos dice mu- a cho sobre el comportamiento de un lago. ¥n el caso de la fisi cudntica, los fisicos todavia estén trabajando para aclarar los deta- Iles de cémo las Ieyes de Newton emergen del dominio cudntico. Lo que sabemos es que los componentes de todos los objetos obe- decen las leyes de la fisica cudntica, y que las leyes newronianas conforman una buena aproximacién para deseribir cl comporta- miento de los objetos macroscépicos constituidos por dichos com- ponentes cudnticos. Las predicciones de la teorfa cuantica, por lo tanto, se ajustan muy biena la visién de la realidad que vamos desarroMlando a partir de nuestra experiencia del mundo que nos rodea. Pero los atomos y moléculas individuales funcionan de una manera profundamente diferente de la de nuestra experiencia cotidiana. La fisica cudntica es un nuevo modelo de la realidad que nos proporciona una imagen del universo en que muchos conceptos fandamentales para nuestra comprensién intuitiva de la realidad carecen de significado. El experimento de las dos rendijas fue llevado a cabo por prime- ra vez en 1927 por Clinton Davisson y Lester Germer, fisicos expe- rimentales de los laboratorios Bell que estaban investigando como 78 HISTORIAS ALTERNATIVAS un haz de objetos muchos més simptes que los fullerenos —los electrones— interaccionaba con un cristal de niquel. El hecho de gue particulas materiales como los clectrones se comportaran como ondas de agua fue el tipo de observaciones experimentales sorprendentes que inspiraron la fisica cudntica. Como ese com- portamiento no es observado a es ala macroseépica, los cientificos se han preguntado cuan grande y complejo pucde llegar a ser un sistema sin que deje de exhibir tales propicdades ondulatorias. Causaria un considerable revuclo si se pudicra demostrar dicho ck to con personas 6 con hipopdtamos pero, tal como hemos di- cho, en general, cuanto mayor es un objeto menos manifiestos y robustos son los efectos cudnticos. Por lo tanto, es muy improba- ble que los animales del zoolégico pasen ondulatoriamente cntre fas rejas de sus jaulas. Aun asi, los fisicos expcrimentales han ob- servado fenémenos ondulatorios con «particulas» de tamano cada vez mayor, y esperan poder replicar algdin dia con virus los experi- mentos Ievados a cabo con fullercnos. Los virus no tan sélo son mucho mayores, sino que son considerados por algunos como una cosa viva. Para comprender las explicaciones de los capitulos siguientes tan sdlo es necesario entender unos pocos aspectos de Ia fisica cudntica. Una de sus caracteristicas cruciales ¢s la dualidad parti- cula/onda. Que las particulas de Ja materiz se comporten como una onda sorprendid a todo el mundo. Que la luz se comporte como una onda ya no sorprende a nadic. El comportamiento on- dulatorio de la luz nos parece natural y ha sido considerado un hecho aceptado durante casi dos siglos, Si se proyecta un haz de luz sobre las dos rendijas del mencionado experimento, emergen de ellas dos ondas que se encuentran sobre la pantalla. En algunos puntos, sus crestas © sus valles coinciden y forman una mancha brillante; cn otros, la cresta de un haz coincide con el valle del otro 70 EL GRAN DISENO y se anulan entre si, dejando una mancha oscura. El fisico inglés Thomas Young realiz6 este experimento a comienzos del siglo x1x y logré convencer a la gente de que la luz era una onda y no, como habfa crefdo Newton, compuesta de particulas. A pesar de que se podria concluir que Newton se habia equivo- cado al afirmar que la luz no cra una onda, estaba en lo cierto cuando dijo que la luz puede actuar como si estuviera compucsta de particulas, En la actualidad, tales particulas son denominadas forones. Ast como nosotros estamos compuestos por un gran nti- 4 com- mero de dtomos, la luz, que vemos en la vida cotidiana ¢: puesta por un ntimero inmenso de forones —una kimpara de un vatio emite un millén de billones de fotones cada segundo—. Los fotones por scparado habitualmente no 1 sultan evidentes, pero Experimento de Young EI patrén obtenido con los fullerenos resultaba familiar por la teoria ondulatoria de la luz Bo HISTORIAS ALTERNATIVAS en el laboratorio podemos producir haces de luz tan débiles que consisten en un chorro de fotones separados que podemos detec- tar uno a uno, tal como podemos detectar uno a uno los clectro- nes 0 los fullerenos. Y podemos repetir el experimento de Young alcan- utilizando un haz suficientemente tenue tal que los fotone cen la barrera de uno en uno, con algunos segundos de separacién entre cada uno de ellos. Si lo hacemos, y sumamos todos los im- pactos individuales registrados en la pantalla al otro lado de fa ba- rrera, hallamos que en conjunto dan lugar al mismo patron de in- terferencia que. surgirfa si realizéramos cl experimento de Davisson-Germer pero disparando los clectrones (0 los fullere- Nos) UNO por uno, scparadamente. Para los fisicos, esto results una revelacién asonbrosa: si las particulas individuales intertieren consigo mismas, entoneces la naruraleza de la luz no es tan slo la propicdad de un haz o de un conjunto grande de forones, sino de las particulas individuales. Otro de los principales hitos de la fisica cuantica es el principio de incertidumbre, formulado por Werner Heisenberg cn 1926. El prin- cipio de incertidumbre nos dice que hay limites a nuestras capacid des de medir simultaineamente ciertas magnitudes, como por cjen~ plo la posicidn y la velocidad de una particula. Segtin el principio de incertidumbre, por ejemplo, si multiplicamos la incertidumbre en la posicién de una partictda por la incertidumbre en su cantidad de movimiento (su masa multiplicada por su velocidad) el resultado nunca puede ser menor gue una cierta cantidad fija denominada constante de Planck. Aunque esto parezca un trabalenguas, su conte- nido esencial puede ser formulado con simplicidad: cuanto mas pre- cisa es la medida de la velocidad menos precisa sera la medida de la posici6n, y viceversa. Por ejemplo, si reducimos a la mitad La incerti- dumbre en la posicidn, se duplicara la incertidumbre en la velocidad. También es importante observar que, en comparacién con las unida- & EL GRAN DISE 10 des corrientes de medida, como los metros, los kilogramos y los se- gundos, !a constante de Planck es muy pequefa. De hecho, si la ex- presamos en esas unidades, su valor cs aproximadamente de unos 6/10.000.000.000.060.000.000.000.000.000.000.900. Como resultado de ello, si detcrminamos la posicién de un objeto macros- c6pico como una pelota de fitbol, con una masa del orden de un rercio de kilogramo, con una incertidumbre de un milimetro en cada direccién, atin podemos medir su velocidad con una precisién mu- cho mayor gue una billonésima de billonésima de kilémetro por hora. Eso es asi porque, medida cn estas unidades, la pelora de fiitbol ticne una masa de 1/3 y la incertidumbre en su posicidn es de 1/1.000. Ninguno de estos dos factores ¢s suficientemente pequeno para dar razén de todos los ceros de la constante de Planck, y por lo tanto su pequenez correspondera ala pequena incertidumbre ea Ja velocidad. Pero en esas mismas unidades un elcetrén tiene una masa de 0,000.000.000.000.000.000.000.000.000.001, de ma- nera que para los clectrones la situacion es muy diferente. Si me- dimos la posicién de un electrén con una precisién del orden del tamafo de un dtomo, el principio de incertidumbre dice que no podemos conocer su velocidad con precisi6n mayor que unos mil kilémetros por segundo, que no es muy precisa, que digamos. Seguin la fisica cudntica, sca cual sea nuestra capacidad de obte- ner informacién o nuestra capacidad de calculo, no podemos pre- decir con certidumbre los resultados de los procesos fisicos por- que no estan determinados con certidumbre. En lugar de ello, dado cl estado inicial de un sistema la naturaleza determina su estado fururo mediante un proceso fundamentalmente incierto. En otras palabras, la naturaleza no dicta cl resultado de cada proceso 0 ex- perimento ni siquicra en las situaciones mas simples. Mas bien, permite un ntimero de eventualidades diversas, cada una de ellas con una cierta probabilidad de ser realizada. Es, parafrascando a e HISTORIAS ALTERNATIVAS «Si eso es verdad, todo lo que pensdbamos que era una onda es, en realidad, una particula, y todo lo que pensabamos que era una particula es, en realidad, uno onda.» Einstein, como si Dios tanzaca los dados antes de decidir el res tado de cada proceso fisico, La idea inquieté a Etustein y, a pesar de que fue uno de los padres de la fisica curintica, posteriormente se convirtié cn uno de sus criticos mas destacados, Pucde parecer que la fisica cudntica mine la idea de que la natu- raleza esta regida por leyes, pero no es ése cl caso, sino que nos Jleva a aceptar una nueva forma de determinismo: dado cl estado de un sistema en un cierto momento, las leyes de la naturaleza de- terminan las probabilidades de los diversos futuros y pasados en lu- gar de determinar con certeza el futuro y el pasado. Aunque esto resulta desagradable para algunos, los cientificos debemos aceptar teorias que concuerden con los experimentos y no con nuestras nociones preconcebidas. Lo que la ciencia pide a una teorta es que pueda ser puesta a prueba, Sila naturaleza probabilistica de las predicciones de la fisi- 83 EL GRAN DISENQ ca cudntica significara que es imposible confirmar dichas predic- ciones, las teorfas cudnticas no se calificarfan como teorias validas. Pero a pesar de la naturaleza probabilistica de sus prediccioncs, podemos someter a prueba las teorfas cudnticas. Por ejemplo, po- demos repetir muchas veces un experimento y confirmar que la frecuencia con que se obticnen los diversos resultados es conforme a las probabilidades predichas. Considercmos el experimento con los fullerenos. La fisica cudntica nos dice que nada esta localizado cnun punto definido porque, si lo estuviera, la incertidumbre en su cantidad de movimiento seria infinita, De hecho, segtin la fisica cudntica, cada particula tiene una cierta probabilidad de ser hallada cn cualquier punto del universe. Ast pues, incluso si las probabili- dades de hallar un clectron dado dentro del aparato de doble ren dija son muy clevadas, siempre habra una cierta probabilidad de que pueda ser hallado, por ejemplo, mas alli de la estrella Alfa Centauri o en el pastel de carne de la cafeteria de la oficina. Como consecuencia, si impulsamos un fullercno cudntico y Jo dejamos volar, por grandes que sean nuestras habilidades y conocimicntos no podremos predecir con exactitud dénde aterrizard. Pero si re- petimos muchas veces dicho experimento, los datos que obtenga- mos reflejardn la probabilidad de hallarlo en diversas posicioncs, y los experimentadores han confirmado que los resultados de rales pruebas concuerdan con las predicciones de la teoria. Es importante advertir de que las probabilidades en la fisica cudntica no son como las probabilidades en la fisica newtoniana 0 en la vida corriente. Para comprenderlo, podemos comparar los patrones formados por el haz de fullerenos lanzados contra una pantalla con el patrén de agujeros hechos en una diana por los lan- zadores de dardos que aspiran a dar en el centro. Salvo que los ju- gadores hayan consumido demasiada cerveza, la probabilidad de que un dardo vaya a parar cerca del centro son mayores y disminu- 84. HISTORIAS ALTERNATIVAS yea medida que nos alejamos de él. Tal como ocurre con los falle- renos, cualquier dardo puede ir a parar a cualquier sitio, pero con el lanzamicnto de mas y mds dardos iré emergiendo un patron de agujeros que reflejaré las probabilidades subyacentes. En la vida cotidiana, podemos expresar esa situacién diciendo que un darde ticne una cierta distribucion de probabilidad de aterrizar en pun- tos diversos; pero esto, a diferencia del caso de los fullercnos, re- fleja tan slo que nuestro conocimiento de las condiciones del lan- zamiento del dardo ¢s incompleto. Podriamos mejorar nucstra de ipci6n si conociéramos exactamente fa manera cn que el ju- gador ha lanzado el dardo: su éngulo, roracién, velocidad y otras caracteristicas. En principio, entoni 2s, podriamos predecir con tanta precision como descdramos ddénde aterrizars cl dardo. La utilizacion de términos probabilisticos para describir el resultado de los sucesos de fa vida cotidiana no es un reflejo, pues, de la na- turaleza intrinseca del proceso, sino tan sdlo de nuestra ignorancia de algunos de sus aspectos. El modelo cudntico de fa naturaleza entraa principios que entran en Las probabilidades cn las teorfas cudnticas son diferente: contradiccidn no sélo con nuestra experiencia cotidiana, sino tam- bien con nuestro concepto intuitivo de realidad. Los que encuen- tran que Csos principios son extranos o dificiles de creer estan en buena compaiiia, Ja de grandes fisicos como Einstein ¢ incluso Feyn- man, cuya descripcidn de la fisica cudntica pronto presentaremos. ribi De hecho, una vez Feynman es 2 «creo que puedo afirmar con seguridad que nadie comprende la fisica cudnitica». Pero la fisi- ca cnantica concnerda con las observaciones. Nunca ha dejado de superar una prueba, y eso que ha sido puesta a prueba mds veces que ninguna otra teorfa en la historia de la ciencia. En la década de 1940, el fisico americano Richard Feynman tuvo una intuicion sorprendente respecto de la diferencia entre ef mun- 8s EL GRAN DISENO do cudntico y el mundo newtoniano. Feynman se sentia intrigado por cémo surge el patrén de inrerferencias en el experimento de ta doble rendija. Recordemos que el patrén que hallamos cuando hacemos el experimento con las dos rendijas abiertas no es la suma de los patrones obtenidos cuando hacemos el experimento dos ve- ces, una con sdlo la rendija izquicrda abierta, y otra con sélo la rendija derecha abierta. En su Jugar, cuando las dos rendijas estin abiertas hallamos una serie de franjas iluminadas y oscuras; ultimas corresponden a zonas en gue No van a parar particulas. Ello significa que las particulas que habrian ido a parar ala zona de la franja oscura si, digamos, tan sélo estuviera abicrta la rendija de la izquierda, no aterrizan alli cuando Ja rendija de Ja derecha tambien estd abierta. Parece como si, en algtin punto de su viaje desde la fuente a Ja pantalla, Jas particulas adquiricran informacidn sobre las dos rendijas. Este tipo de comportamiento es drasticamente diferente de la manera en que las cosas pareecn comportarse en 1a vida cotidiana, en gue una bolita segniria un camino a través de una rendija sin ser afectada por la situacién en la otra rendija. Seguin la fisica newtoniana —y segtin la mancra en que funcio- naria cl experimento si lo realizaramos con balones de futbol cn lu- gar de con moléculas—, cada particula sigue un camino bien defi- nido desde su fuente a la pantalla, En esa deseripcion, no cabe ba posibilidad de una desviacién en que la particula visite la vecindad de cada rendija a lo largo de su camino. Segtin el modelo cudintico, en cambio, la particula no ticne posicién definida durante cl tiem- 6n final. Feyn- man se dio cuenta de que eso no se tiene que interpretar como si las On ini po que transcurre entre su pos ial y su pos particulas #0 tomaran ningun camino mientras viajan de la fuente a la pantalla, sino como si tomaran a la vez todos los caminos posibles entre ambos puntos. Eso, seguin Feynman, es lo que hace que la fi- sica cudntica sea diferente de la fisica newtoniana. Importa la situa- 86 HISTORIAS ALTERNATIVAS cién en las dos rendijas porque, en lugar de seguir un solo camino bien detinido, las particulas toman todos los caminos y los toman isimultineamente! Eso suena a ciencia ficcién, pero no lo es, Feyn- man formuld una expresién matematica —la suma de Feynman so- bre las historias— que refleja esa idea y que reproduce todas le yes de la fisica cudntica. En la interpretacién de Feynman, las matemsticas y la imagen fisica son diferentes de las de la formula cidn original de la fisica cudntica, pero las predieciones son las mis- mas. sn cl experimento de fa doble rendija, la interpretacién de Fe- ynman significa que las particulas toman no sdlo caminos que sélo pasan por la rendija de la derecha 0 s6lo por la de la izquierda, sino cuando son lanzadas a través de rendijas en una pantalla ula La formulacién de Feynman de la teoria cudntica proporciona una imagen de por qué las particulas, como por ejemplo los fullerenos o los electrones, forman figuras de interferencia EL GRAN DISENO también caminos que pasan por la rendija izquierda y a continua- ci6n se enhebran por la rendija derecha y después pasan de nuevo por la rendija izquierda, caminos que visitan cl restaurante que sir- ve grandes calamares al curry y después da varias vueltas alrededor de Jtipiter antes de regresar a casa, ¢ incluso caminos que cruzan cl universo y regresan aqui. Eso, en la interpretaci6n de Feynman, explica como la particula adguicre informacién sobre qué rendijas estan abiertas : cuando sélo una rendija esta abicrta, todos los ca- minos pasan por ella, pero cuando las dos estan abiertas, los cami- nos en que la particula pasa por una rendija pueden interferir con los caminos en que pasa por la otra, causando asf la interferencia. Puede sonar rebuscado pero para los propésitos de la fisica mis fundamental Ilevada a cabo en Ia actualidad —y para los propési- tos del presente libro—, la formulacion de Feynman ha demostra- do ser més util que la formulacion original de la fisica cudntica. La interpretacidn de Feynman de la realidad cudntica resulta crucial para comprender las teotias que pronto prescntaremos, de manera que vale la pena tomarse algtin tiempo para hacerse una idea intuitiva de su funcionamiento. Imaginemos un proceso sen- cillo en que una particula parte de un cierto punto A y se desplaza libremente. En el modelo newtoniano, dicha particula seguira una linea recta y, después de un intervalo temporal preciso, la hallare- mos en una posicion B precisa en dicha recta. En la interpretacion, de Feynman una particula cudntica explora cada uno de los cami- nos que unen A con B y asigna un mimero denominado fase a cada camino. La fase representa la posicion en el ciclo de una onda, es decir, si la onda se halla en una cresta o en un valle 0 en una cier- ta posicion intermedia. La prescripcién matematica de Feynman para calcular dicha fase demuestra que cuando se suman las ondas de todos los caminos se obtiene la probabilidad correcta de que la particula, partiendo de A, llegue a B. 88 HISTORIAS ALTERNATIVAS La fase con que cada camino individual contribuye a la suma de Feynman (y por lo tanto a la probabilidad de ir de A a B) puede ser representada como una flecha de longitud fijada pero que pue- de apuntar en cualquier direccién. Para sumar dos fases, se coloca fa flecha que representa una fase al final de la flecha que representa la otra fase, para obtener una nueva flecha que repr enta su suma. Para sumar mis fases, simplemente se sigue esc proceso. Obscrve- mos que cuando las fases estan alineadas, la flecha que representa la fase total puede ser muy larga, pero si apuntan en direcciones diferentes, tienden a anularse cuando las sumamos, dejandonos con una flecha diminuta o sin flecha alguna. La idea se tlustra en las figur posteriores. Para llevar a cabo la prescripcién de Feynman para calcular la probabilidad de que una particula que parte de una posicién A termine cn una posicién B, sumamos las fases, 0 flechas, asociadas acada camino que una A con B. Como hay un ntimero infinito de caminos, las matemiticas resultan complicadas, pero el resultado funciona. Algunos de los caminos estén representados en la figura siguiente. La interpretacién de Feynman proporciona una imagen espe- cialmente clara sobre como una visi6n newtoniana del mundo pue- de surgir de la fisica cudntica, que parece tan diferente. Seguin la teo- ria de Feynman, la fase asociada con cada camino depende de la constante de Planck. La teorfa dice que como la constante de Planck es tan pequena, cuando sumamos las contribuciones de ca- minos préximos entre si las fases cambian mucho y por lo tanto, tal como se ve en la figura, tienden a dar una suma igual a cero. Pero [a teoria también demuestra que hay algunos caminos cuyas fases tienden a alinearse entre si, de manera que resultan favoreci- dos, es decir, hacen una contribucién mayor al comportamiento observado de la particula. Resulta que para objetos grandes los 89 GRAN D Sumando los caminos de Feynman Los efectos debidos a los diferentes caminos de Feynman pueden reforzarse 0 reducirse muluamente tal como ocurre con las ondas. Las flechas amarillas representan las fases que deben ser sumadas. Las flechas azules representan sus sumas, una linea que va desde la cola de la primera flecha a la punta de la dltima. En la imagen inferior, las flechas amarillas apuntan en direcciones muy diferentes y por lo tanto su suma, la flecha azul, es muy corta. caminos muy parecidos al camino predicho por las leyes de Newton ticnen fascs semejantes y se suman para dar la maxima contribucién, con gran diferencia, a la suma total y, por lo tanto, el tinico destino que tiene una probabilidad efectiva diferente de cero es el destino predicho por la teoria newtoniana, y su probabi- lidad es practicamente igual a la unidad. Por consiguiente, los ob- jetos grandes se mucven tal como lo predice la teorfa newtoniana. Hasta ahora hemos presentado las ideas de Feynman en el con- texto del experimento de la doble rendija. En ese experimento, 90 HISTORIAS ALTERNATIVAS. Los caminos de AaB_ EI «camino» clasico entre dos puntos es una linea recta. Las fases de los caminos que estan cerca del camino clasico tienden a reforzarse mutuamente, mientras las fases de los caminos mds alejados de ella tienden a anularse entre si. lanzamos particulas contra una pared con dos rendijas y medimos las posiciones a que van a parar las particulas en una pantalla colo- cada tras Ja pared. En situaciones mas generales, en lugar de refe- rirse a una sola particula la teorfa de Feynman permite predecir los resultados probables de un «sistema», que pucde ser una sola par- ticula, un conjunto de particulas 0 incluso el universo entero. En- tre el estado inicial del sistema y nucstra medidas posteriores de sus propiedades, dichas propicdades evolucionan de una cierta manera que los fisicos denominan la «historia» del sistema. En cl experimento de la doble rendija, por ejemplo, la historia de cada particula es simplemente su trayectoria. Asf como en el experi- mento de la doble rendija 1a probabilidad de observar que la parti- ol EL GRAN DISENO cula va a aterrizar a un cierto punto depende de todas las trayecto- rias que la podrian haber llevado alli, Feynman demostré que, para un sistema general, la probabilidad de cualquier observacién estd construida a partir de todas las posibles historias que podrian haber conducido a dicha observacién. Por ello, su método es de- nominado «suma sobre las historias» o formulacion de la fisica cudntica mediante shistorias alternativas». Ahora que nos hemos formado una cierta impresién de la for- mulacidn de Feynman de la fisica cudntica, ha legado cl momento, dee: ninar otro principio cudntico clave que utilizaremos poste- riormente —el principio de que observar un sistema modifica su curso—. éNo podemos, como cuando nuestro director tiene una mancha de mostaza cn fa barbilla, observar discretamente pero sin interferir? No. Seguin la fisiea cudutica, no podemos «tan sdlo» obser algo. Es decir, la fisica cudntica reconoce que para efec- tuar una observacién debemos interaccionar con c] objeto que es- tamos observando. Por ejemplo, para ver un objeto, en cl sentido, tradicional, lo iluminamos. Naturalmente, iluminar una calabaza tendrd poco efecto sobre ella, pero iluminar, aunque sea con fu muy tenue, una particula cudntica —es decir, lanzar forones con- tra clla— tiene efectos apreciables, y los experimentos muestran que modifica los resultados de los experimentos justo en la manc- ra descrita por la fisica cudntica. Supongamos que, como antes, enviamos un chorro de particu- las hacia la pared del experimento de la doble rendija y acumula- mos los datos del primer millon de particulas. Cuando representa- mos el numero de particulas que van a parar a los diversos puntos de deteccién, los datos formardn una figura de interferencia como: la representada en la pagina 75, y cuando sumemos las fases asocia- das con todas las trayectorias posibles de una particula que salga del punto A y vaya hasta el punto de deteccién B, hallaremos que HISTORIAS ALTERNATIVAS fa probabilidad calculada de aterrizar en los diversos puntos coin- cide con dichos datos. Supongamos que repetimos cl experimento, pero ahora ilu- minando las rendijas de tal manera gue podamos conocer un punto intermedio C por el cual ha pasado la particula (C es la posicién de una rendija o de la otra). Esta informacién se deno- mina la informacién de «qué camino» se ha seguido, porgue nos dice si Ja particula ha ido desde A hasta B a través de la rendija to através de la rendija 2. Como sabemos por cual de las rendijas ha pasado la particula, las trayectorias de nuestra suma para esa par- ticula s6lo incluiran ahora los caminos que pasen por fa rendija 1 0 s6lo los que pascn por la rendija 2, pero no los que pasan por rendija ty los que pasan por la rendija 2. al mismo tiempo. Como Feynman explicé la figura de interferencia afirmando que los ca minos que pasan por una rendija interfieren con los que pasan por la otra, si encendemos una luz que determine por cual de las: rendijas pasa la particula, climinando asf la otra opcién, haremos que desaparezca la figura de interferencia. Y, en efecto, cuando, se lleva acabo cl experimento, encender una luz cambia los resul- tados de la figura de interferencia de la pagina 75 a una figura como ila de la pagina 74! Ademas, podemos moditficar el experi- mento empleando una luz muy tenue de manera que no todas las particulas interaccionen con la luz. En dicho caso, s6lo podemos obtener la informacion sobre ¢l camino para un cierto subcon- junto de particulas. Si desglosamos los datos de las llegadas de las particulas segtin conozcamos 0 no dicha informacién, halla- mos que los datos del subconjunto para el cual no tenemos in- formacién sobre el camino forman una figura de interferencia, en tanto que los datos del subconjunto para el cual si tenemos informacién acerca del camino de las particulas no mostraran in- terferencia. 3 BL GRAN DISENO Esta idea tiene implicaciones importantes para nuestro concep- to de «pasado», En la teoria newtoniana, se supone que el pasado existe como una serie bien definida de acontecimientos. Si vemos gue ¢] jarrén que compramos en Italia yace en el suelo heeho arti- cos y nuestro hijito esta encima de cllos, mirando compungida- mente, podemos imaginar la scrie de acontecimientos que condu- jeron a la desgracia: los pequefios dedos dejandolo resbalar, el de fragmentos al Uegar al sue- rrén cayendo y estaliando en mil ja lo. De hecho, conocidos los datos completos sobre cl presente, fas eyes de Newton permiten calcular una descripeidn completa del pasado. Ello es consistente con nuestra comprensién intuitiva de que, alegre 0 triste, cl mundo tiene un pasado bien definido, Po- dria ser que nadie hubicra estado observindolo, pero cl pasado existirfa con tanta certeza como si hubiéramos estado tomando una serie de fotografias de €l. Pero, en cambio, no se puede decir que un fullereno cuadntico haya tomado un camino bien definido desde la fuente a la pantalla. Podemos determinar la posicién de un fullereno observandolo, pero entre dos observaciones consecu- tivas cualesquiera toma todos los caminos. La fisica cudntica nos dice que por completa que sea nuestra obs vacién del presente, el pasado (no observado) y el futuro son indefinidos y sélo existen como un espectro de posibilidades. Seguin la fisica cudntica, el uni- verso no ticne un solo pasado 0 una historia tinica. Que el pasado no tenga forma definida significa que las obser- vaciones que hacemos de un sistema en el presente también afec- tan su pasado. Ello es puesto de manifiesto espectacularmente en un tipo de experimento concebido por el fisico John Wheeler, de- imento de Ja eleccibn retardada». En sintesis, nominado el «exp un experimento de eleccidn retardada es como un experimento de doble rendija como el ya descrito en que tuviéramos la opcién de observar el camino que toma la particula, salvo que en el expe- 94 HISTORIAS ALTERNATIVAS, rimento de ¢leccién retardada posponemos la decisién de obser- var o no el camino hasta justo antes de que la particula esté a pun- to de chocar contra la pantalla detectora. Los experimentos de eleccién retardada conducen a resultados idénticos a los obtenidos si escogemos observar (0 no observar) qué camino ha seguido la particula iluminando adecuadamente las rendijas. Pero, en ese caso, el camino que toma cada particula, es decir, su pasado, cs determinado mucho después de que la parti- cula haya atravesado las rendijas y presumiblemente haya tenido, que «decidir» si pasa sdlo por una rendija, y no produce interf rencias, © por ambas rendijas, y sf produce interferencias, Wheeler considerd incluso una versién césmica del experimen- to, cn que las particulas que interviencn son fotones emitidos por sa miles de millones de aos luz de distanci poderosos quasar Esa luz podria ser bifurcada en dos aminos y vucltaa enfocar hacia la Tierra por la lente gravitatoria de una galaxia intermedia. Aun- que cl experimento ests mas alld del aleance de la tecnologia actual, si pudiéramos recolectar suficientes forones de esa luz, deberian formar una figura de interferencia. Pero si colocamos un dispositi- vo pa raaveriguar, poco antes de la deteccién, qué camino ha segui- do la luz . En ese Ce dicha figura de interferencia deberfa desapa caso, la eleccién sobre si se toma un camino © ambos se habria adoptado hace miles de millones de aiios, antes de que la Tierea, 0 incluso nuestro Sol sc hubieran formado, y a pesar de ello nuestra observacién en cl laboratorio estaria afectando dicha eleecién. En este capitulo hemos ilustrado la fisica cudntica utilizando el experimento de la doble rendija. En lo que sigue, aplicaremos la formulacién de Feynman de la mecanica cudntica al universo como un todo. Veremos que, tal como ocurre con una sola parti- cula, el universo no tiene una sola historia sino todas las historias posibles, cada una con su propia probabilidad, y que nuestras ob- os EL. GRAN DISENO servaciones de su estado actual afectan su pasado y determinan las diferentes historias del universo, tal como las observaciones cfec- tuadas sobre las particulas en el experimento de doble rendija afec- tan el pasado de las particulas. Dicho andlisis mostrara cémo las leyes de la naturaleza surgicron del Big Bang, pero antes de exami- nar como surgieron las leyes hablaremos un poco sobre qué son dichas leyes y algunos de los misterios que suscitan. 96 oO°0 = 77. ea y aes NS Sy 5 ©2900 LA TEORIA DE TODO Lo mas incomprensible del universo es que sea comprensible. ALBERT EINSTEIN L UNIVE SO BS COMPRENSIBLE porque esta regido por le- yes cientificas, es decir, su comportamiento pucde ser mo- delizado. Pero équé son esas leyes 6 modelos? La primera fuerza que fu descrita en kenguaje matematico fue la gravedad. La ley de Newton de la gravedad, publicada en 1687, dice que todo objeto cn cl universo atrac cualquier otro objeto con una fuerza propor- cional a su masa ¢ inversamente proporcional al cuadrado de su distancia. Produjo una gran impresién en Ja vida intelectual de su €poca porque demostré por vez, primera que al menos un aspec- to del universo podia ser modelizado con precisidn, y establecié la maquinaria matematica para hacerlo. La idea de que habia leyes de la naturaleza su itd cuestiones semejantes a aqucllas por las cuales Galileo habia sido condenado por herejia medio siglo antes. Por ejemplo, la Biblia cuenta que Josué rezé para que el Sol y la Luna se detuvieran en sus trayectorias de modo que hubiera luz sufi- ciente para terminar la batalla contra los amoritas en Canaan. Se- guin el libro de Josué, el Sol se detuvo durante casi un dia entero. Actualmente sabemos que ello habria significado que la Tierra dejé de girar, pero si la Tierra se detuviera, segtin las leyes de Newton, todo lo que no estuviera fijado a ella se seguiria movier- do a la velocidad original de la Tierra (unos dos mil kilémetros por hora en cl ecuador) —un precio muy elevado para retrasar una low EL GRAN DISENO puesta del Sol—. Nada de cso preocupé en lo mas minimo a Newton ya que, como hemos dicho, creia que Dios podia interve- nir¢ intervenia en cl funcionamiente del universo. ‘Los ulteriores aspectos del universo para los cuales fue descu- bierta una ley o modelo fueron las fuerzas eléctricas y magncticas Esas fuerzas sc comportan como la gravedad, pero con la impor- tante diferencia de que dos cargas cléctricas © dos imanes del mis- mo tipo se repelen mientras que cargas diferentes © Imanes de ti- pos diferentes se atracn. Jas fucrzas eléctricas y magnéticas son mucho mis intensas que la gravedad, pero habitualmente no las notamos cn la vida cotidiana porque los cucrpos macroscépicos. conticnen casi cl mismo ntimero de cargas cléctricas positivas y negativas. Ello significa que las fuerzas eléctricas y magnéticas en- tre dos cuerpos macros POpicos practicamente se anulan entre sf, a diferencia de las fuerzas gravitatorias, que siempre sc suman. Nuestras ideas actuales sobre ta clectricidad y cl magnetismo fueron desarrolladas durante un intervalo de un siglo, desde me- diados del siglo xvur hasta mediados del siglo xix, cuando fisicos de diversos paises llevaron a cabo estudios experimentales detallados de las fuerzas eléctricas y magnéticas. Uno de los descubrimientos mas importantes fue que las furerzas eléctricas y las magnéticas &: tan relacionadas entre sf: wna carga eléctrica cn MOvIMiICNtO pro~ duce una fuerza sobre los imanes y un imén en movimiento produce una fuerza sobre Jas cargas cléctricas. El primero en. ad- vertir que habia una concxién entre ambas fuc cl fisico danés Hans Christian Oersted. Mientras estaba preparando una clase en la universidad, en 1820, Oersted observé que la corriente eléctrica de la baterfa que estaba utilizando desviaba la aguja de una brijula vecina. No tard6é en darse cuenta de que la electricidad en movi- miento producia una fuerza magnética, y acurid el término «elec- tromagnetismo». Pocos afios despues, el cientifico britinico Mi- 102 LATEORSA DE TODO chael Faraday razoné que —expresado en términos modernos— si una corricnte eléctrica puede producir un campo magnético, un campo magnético deberfa poder producir una corriente eléctrica, F también descubrié una conexidn entre cl electromagnetismo y la y demostré este efecto en 1831. Catorce aitos después araday luz cuando demostré que un magnetismo intenso puede afectar la luz polarizada. Faraday tenia una educacién formal muy limitada. Habia naci- do en la familia de un pobre herrero cerca de Londres y tuvo que dejar la escucla a los trece afios, para trabajar como chico de reca- dos y encuadernador cn una librerfa. Alli, alo largo de unos aos, aprendié ciencia leyendo Jos libros que tenfa para encuadernar y llevando a cabo experimentos simples y baratos en sus ratos de odio. Al fin, obtuvo trabajo como ayudante cu cl laboratorio del gran quimico sir Humphrey Davy. Faraday permanceeria con €L los cuarenta y cinco afos r anit s de su vida y, a la muerte de Davy, fue su sucesor, Faraday tenia dificultades con las matemati- cas y nunca supo muchas, de manera que para ¢l resultaba una au- téntica lucha concebir una imagen tedrica de los extrafios fendme- nos clectromagnéticos que observaba cn su laboratorio. Sin embargo, lo consiguid. Una de las mayores innovaciones intelectuales de Faraday fue la idea de los campos de fuerza. En nuestros dias, gracias a los libros y las peliculas sobre alienigenas con ojos saltones y naves estelares, {a mayoria del publico se ha familiarizado con dicho término, de manera que quiza \e deberfamos pagar derechos de autor. Pero en los siglos transcurridos entre Newton y Faraday uno de los gran- des misterios de la fisica era que sus leyes parecian indicar que {as fuerzas acttian a través del espacio vacfo que separa los objetos que interaccionan. A Faraday, eso no le gustaba. Crefa que para mover un objeto, algo habia de ponerse en contacto con él, de manera EL GRAN DISENO que imaginé que cl espacio entre cargas eléctricas © imanes se comportaba como si estuviera lleno de tubos invisibles que lleva- ran fisicamente a cabo Ja tarea de arrastrar o impulsar. Faraday Jla- m6 a esos tubos un campo de fuerza. Una buena manera de visua- lizar un campo de fuerza es Hevar a cabo la conocida demostracién escolar en que una kimina de vidrio con pequefas limaduras de se coloca encima de la barra hicrro esparcidas sobre su superfic de un imén. Con unos leves golpecitos para vencer la friccién, las: limaduras se mucven como empujadas por una potencia invisible y se disponen cn una forma de arcos que se estiran desde un polo a del iman al otro. Dicha forma es una representacién de fa fuer magnética invisible que invade todo ef espacio. Bn la actualidad creemos que todas las fuerzas son transmitidas por campos, de Campos de fuerza Campo de fuerza de un iman rectilineo, visualizado mediante su reaccién sobre limaduras de hierro. 14 LA TEORIA DE TODO manera que es un concepto importante en la fisica moderna, y no sdlo en la ciencia ficcidn. Durante varias décadas nuestra comprensién del clectromag- netismo permanecié detenida, limitada al conocimicnto de unas pocas leycs empiricas, a la indicacién de que electricidad y mag- netismo estaban (ntimamente, aunque misteriosamente, relacio- nados, a la saspecha de que tenian algo que ver con la luz, y al concepto todavia embrionario de campos. Habia al menos once teorias del clectromagnetismo, todas cllas equivocadas, menos una. Entonces, en un intervalo de unos pocos aiios en fa década de 1860, cl fisico cscocés James Clerk Maxwell desarrolld las ideas de Faraday ca un formalismo matematico que explicd la relacion intima y misteriosa entre la electricidad, ch magnetismo y la luz. El resultado fue un sistema de ecuaciones que describen las fuerzas eléctricas y magnéticas como manifestaciones de una misma entidad fisica, cl campo clectromagnético. Maxwell habia unificado Ia electricidad y ef magnetismo en una sola fuerza. Ademas, demostré que los campos clectromagnéticos podian propagarse por el espacio como ondas. La velocidad de dichas ondas quedaba determinada por un ntimero que aparecia en sus ecuacion mentales obteni- que calculé a partir de datos expel dos unos pocos aitos antes. Constaté con estupefaccién que la velocidad calculada era igual a la velocidad de la luz, que cnton- ces ya era conocida experimentalmente ton un margen de error de un r por 100. iHabra descubierto que la luz cs una onda elec tromagnética! En la actualidad, las ecuaciones gue describen los campos eléc- tricos y magnéticos son denominadas ccuaciones de Maxwell. Aunque poca gente ha ofdo hablar de ellas, son probablemente las ecuaciones comercialmente mas importantes que conocemos. No sdlo rigen el funcionamiento de todo, desde las instalaciones los EL GRAN DIS: domésticas hasta los ordenadores, sino también describen ondas diferentes las de Ja luz, como por ejemplo microondas, radioon- s difieren de la luz visi- das, luz infrarroja y rayos X, todas las cual ble en tan sdio un aspecto: su longitud de onda (la distancia entre dos er sonsecutivas de la onda). Las radioondas tienen longi~ tudes de onda de un metro o mas, en tanto que la luz visible tiene una longitud de onda de unas pocas diczmillonésimas de metro, y los rayos X una longitud de onda mas corta que una cenrésima de millonésima de metro. El Sol cmite todas las longitudes de onda, pero su radiacién es mis intensa en Jas longitudes de onda que nos resultan visibles. Probablemente no es casuialidad que las longitudes de onda que podemos ver a simple vista scan precisa mente las que cl Sol emite con mayor intensidad: es probable que AVELENGTH OF RED LIGHT VF--Ntchis Ream Ale ola Longitud de onda Las microondas, las radioondas, los rayos X y los diferentes colores de la luz visible sdlo difieren en su longitud de onda 106 LA TEORIA DE TODO nuestros ojos evolucionaran con la capacidad de detectar radia- cién clectromagnetica en dicho intervalo de radiacién, precisa~ meute porque es el intervalo que les resulta mas disponible. Si al- guna vez, nos encontramos con seres de otros planetas, tendrdn probablemente la capacidad de «ver» radiacion a las longitudes de onda emitidas con maxima intensidad por su sol correspondien- te, modulada por algunos factores secundarios como, por cjem- plo, la capacidad del polvo y de los gases de la atmédsfera de su planeta de absorber, reflejar o filtrar la luz de diferentes frecuen- cias. Los alienfgenas que hubieran evolucionado en presencia de rayos X tendrian, pues, un magnifico porvenir en la seguridad de los acropuertos Las ecuacioncs de Maxwell establecen que las ondas clectro- magncticas se propagan con una velocidad de unos trescientos mil kilometre spor segundo, o unos mil ochenta millones de kiléme- tros por hora, Pero dar una velocidad no dice nada si no sc especi- fica el sistema de referencia con respecto al cual esté medida. En la vida corricnte, no acostumbramos a tener necesidad de este deta lle. Cuando una seal de trafico indica 120 kilémetros por hora sc sobreenticnde que dicha velocidad se mide con respecto a la carre- tera y NO Con respecto al agujero negro del centro de Ia galaxia. Pero incluso en la vida cor icnte hay ocasiones en que debemos tener en cuenta los sis temas de referencia. Por ejemplo, si anda- mos a lo largo del pasillo de un avi6n cn vuclo podemes decir que nuestra velocidad cs de unos cuatro kilémetros por hora. Para los que estén en el suelo, sin embargo, nuestra velocidad serd de unos novecientos cuatro kilémetros por hora. A menos que creamos que uno u otro de los observadores tiene mejores motivos para sta idea sostener gue esta en lo cierto, conviene tener presente porque, como la Tierra gira alrededor del Sol, alguien que nos es- tuviera observando desde la superficie de dicho cuerpo celeste dis- 107 EL GRAN DISENO creparfa de ambos y dirfa que nos estamos desplazando a unos treinta y cinco kilémetros por segundo, por no decir cudnto envi- dia nuestro aire acondi ionado. A fa luz de tales discrepancias, cuando Maxwell dijo que habia descubierto que la «velocidad de la luz» surgia de sus ccuactones, la pregunta natural eva con r pecto a qué sistema de referencia viene indicada la velocidad de la Juz. cn las ecuaciones de Maxwell. No hay razGn para creer que el parimetro de la velocidad en las ccuaciones de Maxwell sca una velocidad referida a la de la Tierr ya que, al fin y al cabo, esas ccuaciones son aplicables a todo cl universo. Una respuesta alternativa que fue tomada en considera- cién durante algcin tiempo fie que esas ecuaciones especificaban la velocidad de fa luz con respecto aun medio hasta cntonces no detcetado que lenaba todo el espacio, denominado el éter lumini- fero 0, en forma abreviada, simplemente el érer, que era ¢l término utilizado por Aristdteles para la sustancia que, seguin ereia, Henaba todo el universo mas alld de la esfera terr stre. Ese éter hipotético seria el medio por el cual se propagarfan las ondas clectromagncti- cas tal como el sonido se propaga por el aire. Si cl éter existicra, habria un estandar absoluto de reposo, el reposo con respecto al éter, y por lo tanto también una manera absoluta de definir cl mo- vimiento, El éter proporcionaria un sistema de referencia preferi- do a través de todo el universo, con respecto al cual se podria me- dir la velocidad de cualquier objeto. Ast, a partir de bases tedricas se postulé gue el éter existia, cosa que hizo que varios cientificos se dispusicran a hallar una manera de estudiarlo 0, al menos, de con- firmar su cxistencia. Uno de esos cientiticas fue el propio Maxwell, Si corremos con respecto al aire hacia una onda sonora, la onda se nos acerca a mayor velocidad, y si nos alejamos de ella nos al- canza mas lentamente. Andlogamente, si existiera un éter, la velo- cidad de la luz variarfa seguin nuestra velocidad con respecto al 108 LA TEORIA DE TODO éter. De hecho, sila luzse comportara como lo hace el sonido ocu- rrirfa que, asi como los que viajan en avin supersénico nunca oi- ran ningun sonido emitido desde la zona posterior del avidn, los viajeros que corrieran con suficiente velocidad con respecto al éter dejarfan atrds una onda luminosa. Basandose en esas consideracio- nes, Maxwell sugirié un experimento. Si existe un éter, la Tierra deberia estar moviéndose respecto a él a medida que gira alrede- dor del Sol. Y como Ia Tierra ayanza en una direccin diferente en encro gue, digamos, en abril o en julio, deberfamios ser capaces de observar una mintiscula diferencia en la velocidad de fa luz en dife- rentes pocas del ao —véase la figura —. Moviéndose a través del éter Si nos estuviéramos moviendo por el éter, deberiamos poder detectar dicho movimiento observando diferencias estacionales en la velocidad de la luz. 109 EL GRAN DISERNO. Maxwell fue distadido de publicar esta idea en los Proceedings of the Royal Society por su editor, que no creia que el experimento pudicra funcionar. Pero en 1879, poco antes de morir a los cuaren- tay ocho atios de un doloroso cancer de esté6mago, Maxwell envid una carta sobre ese tema a un amigo. La carta fue publicada péstu- mamente en la revista Nature, donde fuc lefda, entre otros, por un fisico norteamericano Hamado Albert Michelson. Inspirado por la especulacién de Maxweil, en 1887 Michelson y Edward Morley Hcvaron a cabo un experimento muy sensible disefiado para medir fa velocidad con que la Tierra viaja con respecto al éter. Su idea cra comparar la velocidad de la luz en dos direcciones diferentes, per- pendiculares entre si. Sila velocidad de la luz. con respecto al éter tuviera un valor fijo, esas medidas deberfan revelar velocidades de egtin la direccién del haz. Pero Michelson y la luz que diferirfan s Morley no observaron ninguna diferene E] resultado del experimento de Michelson y Morley esta clar: mente en contradiccién con el modelo de ondas clectromagneticas que viajan a través de un éter, y deberia haber hecho que el modclo del éter fuera abandonado. Pero el objetivo de Michelson habia sido medir la velocidad de la luz con respecto al éter, pero no demostrar 0 refutar la hipotesis del éter, y lo que hallé no le condujo a concluir que el éter no existicra. Ningtin otro investigador Hlegd, tampoco, a dicha conclusién. De hecho, el cclebre fisico sir William Thomson (lord Kelvin) afirms, en 1884, que «el éter luminéfero es la tinica sus- tancia de la cual estamos seguros en dindmica. Una sola cosa tene- mos por cierta: la realidad y la sustancialidad del éter luminitero». &Como se podia ercer en cl éter a pesar de los resultados adver- sos del experimento de Michelson y Morley? Tal como hemos di- cho que a menudo ocurre, la gente intent salvar el modelo me- diante adiciones artificiosas y ad hoc. Algunos postularon que la 110 LA TEORIA DE TODO Tierra arras traba consigo cl éter, de manera que en realidad no nos movemos con respecto a él. El fisico holandés Hendrick Antoon Lorentz y cl fisico irlandés Francis FitzGerald sugirieron que en un sistema de referencia que se movicra con respecto al éter, y pro- bablemente por algiin efecto mecanico atin desconocido, los relo- jes retrasarian y las distancias se encogerfan, de modo que siempre se mediria que a luz tiene la misma velocidad. Los esfuerzos para salva guardar cl concepto del éter continuaron durante casi treinta anos, hasta un notable articulo de un joven y desconocido emplea- do de la oficina de patentes de Berna, Albert Einstein. Einstein tenia veintiséis afios en 190s, cuando publicd su articu- lo «Zur Elektrodynamik bewegter Kérper» («Sobre la clectrodi- nadimica de los cucrpos en movimiento»). En él hizo la sencilla hi- potesis de que las leyes de la fisica, y en particular la velocidad de la luz en el vacto, deberfan parecer las mismas a todos los observado- #1. con Movimiento uniforme. Pero esta idea exi- res que se movie ge una revolucién en nuestros conceptos de espacio y ticmpo. Para ver por qué es asf, imaginemos que dos sucesos ocurren en el mismo lugar pero cn instantes diferentes, en un avidn de reaceidn. Para un observador en el avi6n, habré una distancia nula entre €808 sucesos, pero para un observador en el suelo los dos sucesos estardn separados por la distancia que ¢l avin ha recorrido duran- teel intervalo entre ambos. Ello demuestra que dos observadores que se estan desplazando uno respecto al otro discreparan en la distancia entre dos sucesos. Supongamos ahora que los dos advierten un pulso de luz gue viaja desde la cola hasta el morro def avidn. Tal como en el ejem- plo anterior, no estardn de acuerdo en fa distancia que la luz ha recorrido desde su emisién en la cola del avidn hasta su recepeién en el morro. Como la velocidad es la distancia recorrida dividida por cl intervalo de tiempo empleado, ello significa que si estan de EL GRAN DISENO Avion de reaccién Si hacemos rebotar una pelota en un avidn, un observador a bordo puede determinar que cada vez rebota en el mismo punto, en tanto que un observador en tierra mediré una gran distancia entre los puntos en que rebota. acuerdo en la velocidad con que el pulso viaja —la velocidad de la luz en el vacfo— no la estaran acerca del intervalo temporal entre la emision y la recepcidn. Lo que resulta extrafio cs que aunque los dos observadores mi- den tiempos diferentes estén observando el mismo proceso fisie Einstein no intenté construir una explicacién artificial de esto. Llegs a la conclusidn légica, aunque sorprendente, de que las me- didas del tiempo transcurrido asi como las de la distancia recorrida dependen del observador que efecttia la medicin. Dicho efecto es una de las claves de la teoria en ¢} avticule de Einstein de 1905, que se ha venido a conocer como relatividad especial. m2 LA TEORA DE TODO Dilatacién temporal Los relojes en movimiento parecen relrasarse. Como ello también se aplica a los relojes bioldgicos, la gente en movimiento envejecera mas lentamente, pero no se haga demasiadas ilusiones: a las velocidades corrientes, ningin reloj normal seria capaz de medir la diferencia. Para ver cémo este anilisi ¢ aplica a los aparatos que llevan la cuenta del tiempo, considercmos dos observadores que estén mi- rando un reloj. Segrin la relatividad especial, ¢l reloj va mas rapido. para un observador que esta cn reposo con respecto al reloj. Para los observadores que no estan cn reposo respecto del reloj, éste va mas lentamente. Si el observador en el avidn sincroniza un pulso de luz que va y viene entre la cola y cl morro del avidn con el tic- tac de su reloj, vemos que para un observador en tierra el reloj va mas lento, porque en el sistema de referencia del suelo el pulso de luz debe recorrer una distancia mayor. Pero el efecto no depende WB EL GRAN DISENO del mecanismo concreto del reloj; se aplica a todos los relojes, in- cluso a nuestros relojes bioldgicos. El trabajo de Einstein demostré que, tal como ocurre con cl concepto de reposo, el tiempo no puede ser absoluto, a diferencia de lo que habfa ereido Newton. En otras palabras, 10 es posible, para cada suceso, asignar un tiempo para cl cual todos los observa- dores estén de acuerdo. Al contrario, cada observador tiene su propia medida del tiempo, y los tempos medidos por dos obser- vadores que se estén moviendo el uno con respecto al otro No coin- ciden. Las ideas de Einstein van contra nuestra intuicién porque sus implicaciones no son observables a las velocidades que encon- tramos cn la vida corriente, pero han sido repetidamente confir: madas por experimentos. Por cjemplo, imaginemos un reloj de referencia en el centro de la Tierra, otro en Ta superficie de la Tie- rra, y otro a bordo de un avidn que vucla © bien en cl sentido de la rotaci6n de la Tierra o bien en cl sentido opuesto. Con respecto al reloj situado en el centro de la Tierra, el reloj a bordo del avion ci6n de la que vuela hacia el este —es decir, en cl sentido de Ia rota Tierra— se desplaza més rapido que el reloj situado en la superfi- cie de la Tierra, y por to tanto debe retrasar. Andlogamente, r pecto al reloj situado en el centro de la Tierra, el reloj a bordo del avin que vuela hacia cl oeste —en sentido opuesto a la rotacién de la Tierra se desplaza mas lentamente gue ¢) reloj cn Ja super- ficie, lo cual significa que el reloj cn el avidn deberia avanzar res- pecto del reloj cn la superficie. Y cso es exactamente lo que se ob- serv cuando, en un experimento realizado en octubre de 1971, un reloj atémico muy preciso volé alrededor del mundo. Asi pues, podriamos alargar nuestra vida si voléramos constantemente hacia el este alrededor del mundo, aunque acabarfamos aburridos de ver todas las peliculas de las aerolineas. Sin embargo, el efecto es muy pequenio, de unas ciento ochenta milmillonésimas de segundo por m4 LA TEORIA DE TODO vuelta (y gueda también algo reducido por los efectos de la dife- rencia en la gravedad, pero no necesitamos bajar a tantos detalles). Gracias al trabajo de Einstein, los fisicos se dicron cuenta de que postulando que la velocidad de la luz es la misma en todas los sistemas de referencia, la teorfa de la electricidad y cl magnetismo de Maxwell implica que el tiempo no pucde ser tratado. separada- mente de las tres dimensiones del espe clo, sino que tiempo y espa- cio estat profundamente imbricados entre si. Es como si anadic- ramos una cuarta dimension futuro/pasado a las tres usuales s laman derecha/izquierda, adelante/atras y arriba/abajo. Los fisicc «espacio-tiempo» a cse matrimonio de espacio y tempo, y como cl tiempo constituye una cuarta dimensién fe Jaman Ja cuarta di- mension. En el espacio-tiempo el tiempo ya no esta separado de las tres dimensiones del espacio y, hablando Impropiamente, ast como la definicién de derecha/izquierda, adelante/atess 0 arribva/ abajo depende de la orientacidn del observador, asf también la di- reecin del tiempo depende de la velocidad del observador. Ob- servadores que se mucven a diferentes velocidades escogerian ferentes dirceciones para cl tiempo en cl espacio-tiempo. Por lo tanto, la teoria de la retatividad special de Einstein constituyé un nuevo modelo que climind los conceptos de tiempo absolut y teposo absoluto (es decir, reposo con respecto a un éter fijo). Eins vedad sea compatible con la relatividad era necesario otro cambio. cin no tard6 en darse cuenta de que para hacer que la gra- Seguin la teoria de la gravitacion de Newton, en cada instante los objetos son atraidos entre sf por una fuerza que depende de la dis- tancia entre ellos en dicho instante. Pero la teorfa de la relatividad habia abolido el concepto de tiempo absoluto, de forma que no habia manera de definir en qué instante se debfan medic las distan- cias entre las masas. En consecuencia, la teoria de la gravitacién de Newton no era consistente con la relatividad especial y tenia que ug EL GRAN DISENO. ser modificada. Este conflicto puede parecer a primera vista una mera dificultad técnica, quiza incluso un detalle nimio que podia ser superado sin demasiados cambios en la teorfa. Pero que nada estaba tan lejos de la realidad. En los once anos siguientes, Einstein desarrollé una nueva tco- ria de la gravedad, que denominé rctatividad general. El concepto de ta gravedad en fa relatividad general no es en absoluto como el de Newton, sino que esta basado cn la propuesta revolucionaria de que el espacio-tiempo no ¢s plano como habia sido supuesto anteriormente, sino que esta curvado y distorsionado por la masa y cnergia que conticne. Una buena manera de representa fa curvatura ¢s imaginar la supecticie de la Tierra. Aunque la superficie de la Tierra solo es bi- dimensional (porque solo hay cn clla dos direcciones, digamos norte/sur y este/oeste), la vamos a utilizar como ejemplo porque es mas facil representar un espacio curvado bidimensional que cuatridimensional. La geometrfa de los espacios curvados como: la superficie de la Tierra no es Ja geometria cuclidiana a que esta mos acostumbrados. Por ejemplo, sobre la superficie de la Ticrra, la distancia mas corta entre dos puntos —que sabemos que es un segmento rectilinco en la geometria euclidiana— es ¢] camino que conecta los dos puntos a lo largo de lo que se denomina un circulo maximo. (Un circulo maximo cs una linea en la superficie de Ja Ticrra cuyo centro coincide con e! centro de fa Tierva. El ecuador es un ejemplo de circulo maximo, y también lo es cualquier circu lo obtenido inclinando el ecuador por uno cualquiera de sus infi- nitos didmetros.) Imaginemos, por ejemplo, que queremos ir de Nueva York a Madrid, dos ciudades que se hallan a la misma latitud. Sila Tierra fuera plana, el camino mas corto seria ir directamente hacia el este en Iinea recta. Silo hiciéramos, llegarfamos a Madrid tras recorrer 116 LA TEORIA DE TODO Geodésicas La distancia mds corta entre dos puntos de la superficie de la Tierra parece curvada sobre un mapa plano. Esto es algo que debemos tener presente si alguna vez tenemos que superar una prueba de alcoholemia. 3.707 millas. Pero debido a la curvatura de la Tierra, hay un cami- no que parece curvado y por lo tanto mis largo sobre un mapa a Madrid cn 3.605 millas si seguimos la ruta del circulo maximo, que va pri- plano, pero que cn realidad es mas corto, Se puede Ile mero hacia el nor cy después gira gradualmente hacia el este y después hacia cl sureste. La diferencia de distancias entre ambas tutas es debida ala curvatura de Ja Tierta y constituye una sefial de gue su geometria no es cuclidiana. Las lineas aéreas lo saben per- fectamente y adiestran a sus pilotos para seguir las ruras de los cir- culos maximos, siempre que resulte practicable. Seguin las leyes de Newton del movimiento, los objetos, como por ejemplo obuses, ervissants 0 planetas, se desplazan en linea rec- ta salvo que actuic sobre ellos una frerza, por cjemplo la gravedad. Pero la gravedad, en la teovia de Einstein, no es una fuerza como Jas demis fuerzas sino una consecuencia de que la masa deforma el espacio-tiempo y le confiere una cierta curvatura. En la teoria de Einstein, los objetos se desplazan a lo largo de lo mas pavecido uy EL GRAN DISENO a las lineas rectas en un espacio curvado, llamadas geodésicas. Las acio plano y los circulos maximos rectas son geodésicas en cl ¢: son geodésicos en la superficie de la Tierra. En ausencia de mate- ria, las geodésicas cn el espacio-tiempo cuatridimensional corres- ponden a rectas en cl espacio tridimensional, pero en presencia de materia que deforme el espacio-tiempo, las trayectorias de los cuerpos en cl espacio tridimensional correspondiente se curvan de una manera que en la teoria newtoniana era explicada por la atrac- cién de la gravedad. Cuando cl espacio-ticmpo no es plano, fas trayectorias de los objetos parecen estar curvadas, y producen la impresién de que sobre cllos est4 actuando una fuerza. La teoria de fa relatividad general de Einstein se reduce a la rela- tividad especial en auseneia de fa gravedad y hace casi las mismas predicciones — pero no idénticas— que la teoria de la gravitacién de Newton en cl ambiente de gravitacién débil de nuestro sistema solar. De hecho, si no se tuviera en cuenta fa relatividad general en el sistema GPS de navegacién por satélite, los errores en la posi- cién global se acumularfan a un ritmo de unos idiez kilémetros por dia! Sin embargo, la auténtica importancia de la relatividad general no cs su aplicacién a dispositivos que nos guien hacia nue vos restaurantes sino que constituye un modclo del universo muy diferente, que predice nuevos cfectos como ondas gravitatorias y agujeros negros. Y ast, la relatividad general ha transformado la fisica en geometria. La tecnologia moderna es suficieutemente sensible para permitirnos Hevar a cabo muchas prucbas detalladas de la relatividad general, y las ha superado todas con éxito. Aunque ambas revolucionaron la fisica, la teorfa de Maxwell del clectromagnetismo y la teoria de Einstein de la gravitacién —la relatividad general— son, como la fisica de Newton, teorias clasicas, es decir, son modelos en que el universo tiene una sola historia. Tal como vimos en el capitulo anterior, a nivel atémico y 18 LA TEORIA DE TODO. subatémico csos modelos no concuerdan con las observaciones, sino que debemos utilizar teorias cudnticas en que el universo puede tener cualquier historia posible, cada una de ellas con su propia amplitud de probabilidad. Para los eflculos practicos para mundo cotidiano podemos continuat utilizando las teorfas clé- sicas, pero si queremos comprender el comportamiento de los atomos y las moléculas necesitamos una versién cudntica de la teoria de Maxwell del electromagnetismo, y si queremos com- prender el universo primitivo, cuando toda la materia y toda fa cnergia del universo estaban comprimidas cn un volumen dimi- huto, necesitamos una version cudntica de la tcorfa de la relativi- dad general. También necesitamos dichas teorias si queremos Ile- gar a una comprension fundamental de la naturaleza, porque no seria consistente que algunas de las leyes fueran clasicas y otras cudnticas, Por fo tanto, tenemos que hallar versiones cusnticas de todas fas leyes de la naturaleza. Tales teorias se denominan teorias cuanticas de campos Las fuerzas conocidas de la naturaleza pueden ser divididas en cuatro clases: 1) Gravedad. Es la fuerza mas débil de las cuatro, pero cs una fuerza de largo alcance y actuia de forma atractiva sobre todos los objetos del universo. Ello implica que para cuerpos grandes las fuerzas gravitatorias s suman y pueden dominar sobre todas las demas fuerzas. 2) Electromagnetismo. También es una fuerza de largo alcance y es mucho mas intensa que la gravedad, pero sdlo actiia sobre par- ticulas con carga ¢léctrica y es repulsiva entre cargas del mismo signo y atractiva entre cargas de signo opuesto. Ello significa que las fuerzas eléctricas entre cuerpos grandes se anulan entre si, pero acs ala de ttomos y moléculas son dominantes. Las fuerzas elec- 119 EL GRAN DISENO tromagnéticas son las responsables de toda la quimica y la bio- logia. 3) Fuerza nuclear débil. Produce la radiactividad y desempena un papel decisivo en la formacién de los elementos en las estrellas y en el universo primitivo. Sin embargo, en la vida corriente no entramos en contacto con esa fuerza. 4) Fuerza nuclear fuerte. Manticne unidos los protones y los neutrones dentro de los nticleos atémicos. También mantiene fa lo cual es necesario por- integridad de los protones y neutron que estén formados por particulas todavia mas diminutas, los quarks, mencionadas en el capitulo 3. La fuerza nuclear fuerte es la fuente de cnergia del Sol y de las centrales nucleares pero, tal como ocurre con la fuerza nuclear débil, no tenemos un contacto directo con ella. La primera fuerza para la cual se propuso una versién cudntica fue el electromagnetismo. La tcoria cucintica del campo clectro- magnético, denominada electrodinamica cusintica © simplemente QED (siglas en inglés de quantum electrodynamics), fuc desarrolla- da en la década de 1940 por Richard Feynman y otros, y se ha convertido en un modelo para todas las teorias cudnticas de cam- pos. Tal como hemos dicho, segiin las teorfas clasicas las fuerzas son transmitidas por campos. Pero en las tcorias cudnticas de cam- pos, los campos de fuerzas son representados como constituidos por particulas elementales denominadas bosones, que son las par- ticulas transmisoras de fuerzas que se intercambian entre las parti- culas de materia, transmitiendo las fucrzas. Los electrones y los quarks son ejemplos de fermiones. El fotén, o particula de luz, es un ejemplo de un bosdn; es el bosdn el que transmite la fuerza electromagnética. Lo que ocurre es que wna particula de materia, como por ejemplo un electrén, emite un bosén o particula de 120 LA TEORIA DE TODO fuerza, y recula al hacerlo, como un caiién recula al disparar un obtis. La particula transmisora de la fuerza choca después con otra particula de materia y es absorbida por ella, con lo cual modifica el movimiento de dicha particula. Seguin la QED, todas las interac- cioncs entre particulas cargadas eléctricamente —particulas sensi- bles a la fuerza clectromagnética— son descritas en términos del intercambio de fotones. Las predicciones de la QED han sido sometidas a prucha y se | verificado que concuerdan con los resultados experimentales con gran precision. Pero realizar los clculos matemiaticos requeridos por fa QED puede ser dificil. El problema, como veremos des pués, cs que cuando afadimos a este marco de intercambio de par- ticulas cl requisito cudntico de incluir todas las historias en que una interaccién pucde producirse —por ejemplo, todas las mane- ras cn que pueden ser intercambiadas las particulas de fuerzas— las matemiaticas se hacen muy complicadas. Afortunadamente, ademas de inventar la interpretacién de las «historias alternativas» de la teoria curintica descrita cn cl ultimo capitulo, Feynman tam- bién desarrollé un método grafico muy nitido para expresar las diferentes historias, un método que cs aplicado actualmente no tan sdlo a la QED, sino a todas las teorfas cudnticas de campos. EI método grafico de Feynman proporciona una manera de re- presentar cada término de la suma sobre historias. Esas figuras, denominadas diagramas de Feynman, son uno de los instrumen- tos mds importantes de la fisica moderna. En la QED, la suma so- bre todas las posibles historias puede ser visualizada como una suma sobre diagramas de Feynman como los reproducidos a con- tinuacién, que describen algunas de las maneras en que dos elec- trones se puedan desviar uno al otro mediante la fuerza electro- magnética. En esos diagramas, las lineas continuas representan los clectrones y las lineas onduladas representan fotones. Se supone EL GRAN DISENO que el tiempo aumenta desde abajo arriba, y los lugares en que las Ineas se unen corresponden a la emisién o absorcin de fotones por parte de un clectrén. El diagrama (a) representa que los das clectrones se aproximan entre sf, intercambian un foton y siguen su nuevo camino. Esa es la manera mas simple en que dos electro- nes pueden interaccionar tromagnéticamente, pero dcbemos considerar todas las historias posibles. Por lo tanto, también debe- mos incluir diagramas como (b). Ese diagrama también ticne dos segimentos que entran, los clectrones que s¢ aproximan, y dos seg- mentos que salen, Jos clectrones tras su interaccién, pero cn ese diagrama los clectrones intercambian dos forones antes de alejarse cl uno del otro. Los diagramas representados aqui son tan solo unas pocas de las posibilidades; de hecho, hay un ntimero infinite de diagramas que deben ser tenidos en cuenta matematicamente. Diagramas de Feynman Estos diagramas corresponden a un proceso en que dos electrones se desvian el uno al otro. 422, TEORIA DB TODO Los diagramas de Feynman no son sdlo una manera nitida de representar y clasificar cémo pueden ocurrir las interacciones. También vienen acompafados por reglas que nos permiten leer, a partir de las Iineas y vértices de cada diagrama, una expresién ma- tematica. La probabilidad, por ejemplo, de que los electrones inci- dentes, con una cierta cantidad de movimiento inicial, salgan con una cierta cantidad de movimiento final, es obtenida sumando las contribuciones de cada diagrama de Feynman. Eso puede requerir mucho trabajo porque, como hemos dicho, hay un numero infin to de diagramas. Ademas, aunque los electrones incidentes y sa- lientes tienen una energia y una cantidad de movimiento detini- das, las particulas en los bucles cerrados del interior del diagrama pueden tener cualquier energia y cantidad de movimiento. Eso cs importante porque al cfectuar la suma de Feynman debemos su- mar no sélo sobre todos los diagramas, sino también sobre todos los valores de esas cnergias y cantidades de movimiento. Los diagramas de Feynman proporcionaron a los fisicos una enorme ayuda al visualizar y calcular las probabilidades de los pro- cesos descritos por la QED, pero no solucionaron un grave incon- veniente que suftia la teorfa: cuando se suman las contribuciones del ntimero infinito de diferentes historias se Hega a un resultado, infinito, (Si los términos sucesives de una suma infinita decrecen lo suticientemente vipido es posible que la suma sea finita pero ello, desgraciadamente, no ocurre aqui.) En particular, cuando se suma los diagramas de Feynman la solucidn parece implicar que el electron tiene carga y masa infinitas. Ello es absurdo, porque po- demos medir la carga y la masa y son finitas. Para tratar con esos infinitos, se desarrollé un procedimiento denominado renormali- zacion. El proceso de renormalizacion hace intervenir magnitudes infi- nitas positivas y negativas, que se restan mutuamente, de manera EL GRAN DISENO Diagramas de Feynman Richard Feynman conducia una famosa furgoneta con diagramas de Feynman pintados en su carroceria la pintura indica los diagramas que acabamos de comentar en los parrafos anteriores. Aunque Feynman murié en 1988, su coche se conserva en un garaje cerca del Caltech, en la California meridional que tras una contabilidad matematica muy cuidadosa, los valores uirgen en fa teorfa casi sc anu infinitos positivos y negativos que lan entre si, dejando un pequeiio residuo correspondiente a los valotes finitos observados de la masa y la carga. Esas manipulacio- nes pueden parecer el tipo de cosas que nos hacen obtener mala menes de matematicas en Ja escuela, y la renormali- nota en los zacion es, en efecto, matemiaticamente discutible. Una consecuen- cia es que los valores para la masa y la carga del electron obtenidos mediante ese método pueden ser cualquier mimero finito. Eso tie- ne la ventaja de que los fisicos pueden escoger los infinitos negati- 124 LATEOR{A DE TODO vos de tal manera gue den la solucién correcta, pero presenta el inconveniente de que la masa y la carga del clectrén no pueden ser predichas por la tcorfa. Pero una vez se ha fijado la masa y la carga del clectrén de tal manera, se puede utilizar la QED para efectuar muchas otras predicciones muy precisas, todas las cuales concuer- dan con gran exactitud con las observaciones, de manera que la renormalizacién es uno de los ingredientes esenciales de la QED. Uno de los triunfos iniciales de la QED, por ejemplo, fue la pre- diccién correcta del Hamado desplazamiento de Lamb, una mi- niscula variacion cn la energia de uno de los estados del tomo de hidrégeno, descubierta en 1947. Elé tos de buscar teorias cudnticas de campos que describieran las ito de la renormalizaci6n en la QED impulsé varios inten otras tres fuerzas de ta natucaleza. Pero la division de las fuerzas naturales cn cuatro clases ¢s probablemente artificial, ua mera consecuencia de nuestra falta de comprensién. Por lo tanto, la genre empez6 a buscar una Teoria de Todo que unificara los cua- tro tipos de fuerza en una sola ley que fuera compatible con la teoria cudntica. Ello seria cl Santo Grial de la fisica. Un indicio de que la unificacidn es cl camino correcto vino dela teorfa de las interacciones débiles. La teorta cudntica de campos que describe la interaccién débil por si sola no puede ser renorma- lizada, es decir, sus infinitos no pucden ser anulados restindoles otros infinites para dar un ntimero finito para magnitudes como la masa y la carga. Sin embargo, en 1967, Abdus Salam y Steven Weinberg, independicntemente el uno del otro, propusieron una teoria en que el electromagnetismo quedaba unificado con las in- teracciones débiles y hallaron que esa unificacidn evitaba la plaga de los infinitos, La fuerza unificada se denomina fuerza electrodé- bil. Su teorfa pudo ser renormalizada y predijo tres nuevas parti- culas, denominadas W*, W- y Z°. En 1973, fueron descubiertas en 125 EL GRAN DISENO el CERN de Ginebra evidencias de la particula Z°. Salam y Wein- berg recibieron el premio Nobel de fisica en 1979 aunque las parti- culas W y Z no fueron observadas directamente hasta 1983. La fuerza nuclear fuerte pucde ser renormalizada por su cuenta en una teoria denominada cromodindmica cudntica 0 QCD (por sus siglas en inglés de quantum chromodynamics). Segtin la QCD, cl protén, el neutrén, y muchas otras particulas elementales de Ia materia estan formadas por quarks, que tienen la notable propic- dad que los fisicos han denominado color, de donde viene el tér- mino cromodinimica, aunque los colores de los quarks son tan slo etiquetas utiles que nada ticnen que ver con los colores visi- bles. Hay quarks de tres colores: rojo, verde y azul. Ademis, cada de di- quark tiene una antiparticula correspondiente, y los color chas antiparticulas son denominados antirrojo, antiverde y antia- zul. La idea es que sdlo las combinaciones sin color neto pueden existir como particulas libres. Hay dos mancras de conseguir esas combinaciones neutras de quarks. Un color y su anticolor se anu- lan mutuamente, de manera que un quark y un antiquark formant un par sin color, particulas inestables denominadas mesones. Ade~ mds, Cuando los tres colores (0 anticolores) se mezckin, cl conjun- to no ticne color neto. Tres quarks, uno de cada color, forman particulas estables denominadas bariones, de las cuales los proto- nes y los neutrones son ejemplos (y tres antiquarks forman Jas an- tiparticulas de los bariones). Los protones y los ncutroues son los bariones que forman los nucleos de los atomos y constituyen la base de toda la materia normal del universo, La QCD también tiene una propiedad denominada libertad asintética, a la cual también nos referimos, sin Ilamarla por su nombre, cn el capitulo 3. La libertad asintética significa que las fuerzas fuertes entre quarks son pequefias cuando los quarks estan muy proximos entre si, pero aumentan Si se separan, como si stu 126 LATBORIA DE TODO >} Neon Bariones y mesones Se dice que los bariones y mesones estan formados por quarks unidos enire si por la fuerza fuerte. Cuando dichas particulas chocan, pueden intercambiar quarks, pero los quarks individuales no pueden ser observados. vieran unidos con una goma clastica. La libertad asintética explica por qué en la naturaleza no vemos quarks aislados y hemos sido incapaces de producirlos en cl laboratorio. Pese a ello, aunque no podamos observar los quarks individuales aceptamos el modelo porque explica muy bien el comportamicnto de los protowes, neu- trones y otras particulas de materi Tras unir las fuerzas electromagnética y débil, los fisicos, en la década de 1970, buscaron una manera de incorporar la fuerza fuer- te a dicha teoria. Hay un cierto mtimero de teorias de gran unifica- cién (GUT, siglas de Grand Unified Theories) que atinan la fuerza fuerte con la fuerza débil y el electromagnetismo, pero la mayoria de cllas predicen que los protones, que constituyen el material de

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