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El hombre y su muerte
Jorge Fernando Heredia Zubieta
Entrega Final
Jessica Hernndez Martn del Campo
4/12/2014
LA MUERTE EN MI ENTORNO
Jessica Hernndez Martn del Campo
El hombre siempre ha tenido la necesidad de explicar el misterio de la
muerte, ste ha sido un enigma a lo largo del pensamiento humano.
Por qu morimos? A dnde vamos despus de la muerte? Son
algunas de las preguntas que todos en algn momento nos hacemos.
Al ser sta la etapa final de la vida, muchos creen que es el principio
de una nueva. Sin embargo, el hombre desde tiempos prehispnicos
ha credo en la inmortalidad del alma, es decir, la vida no tendra
sentido; la esperanza, el trabajo y la creacin de un mundo mejor
tendran un valor efmero. Como este fragmento del poema razones
del corazn de Unamuno:
La vida no es sino un embuste,
Si no hay otra ms all.1
Pensar en ella nos produce miedo, dolor, angustia, tristeza y nos hace
sufrir antes de tiempo. Nadie sabe que hay ms all de la muerte y es
tanta la duda que desde tiempos antiguos le rendimos culto.
En Mxico, los mitos cosmognicos y la religin misma fueron
recursos de que se valieron los pueblos prehispnicos para explicarse
la vida y su sentido, la muerte y sus secuelas, o simplemente lo
incomprensible, para as obtener orden y tranquilidad ante lo
incierto.2
A lo largo de la historia, las diferentes civilizaciones han tratado de
manera diversa a los difuntos. Gracias a la influencia de la vida ritual
espaola, las fiestas propias del catolicismo, el culto a los muertos de
las culturas prehispnicas y a los cambios polticos que ha tenido
Mxico, se cre la celebracin del da de muertos, dieron origen a una
nueva nacin, que amalgam religiones, cosmovisiones, filosofas,
idiomas, razas, sabores, flores, texturas y fiestas.
El da de muertos es una celebracin donde se honra a los difuntos.
Normalmente se celebra el 1 y el 2 de noviembre. La manifestaciones
culturales varan dependiendo de los lugares del pas. Normalmente
el 1 de noviembre esta reservado para los nios difuntos y el 2 de
noviembre para los adultos. Las personas elaboran una ofrenda con
comida y objetos que les gustaban al difunto, entre otras cosas, ya
1 Vctor Prez Valera, El hombre y su muerte, pgina 254.