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Tras las Huellas de Jericó capitulo 2 C

Autor: Paulo Arieu


www.lasteologias.wordpress.com

• Son necios por naturaleza todos los hombres que han desconocido a Dios
y no fueron capaces de conocer al que Es, a partir de los bienes visibles,
ni de reconocer al Artífice, atendiendo a sus obras (libro apócrifo de
Sabiduría 13, 1).

• “Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la


inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de
forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en
sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció” (Rom 1:20-21
RV 1960).

Los interrogantes científicos que se plantean los filósofos

El hombre desde siempre se ha cuestionado sobre la realidad, sobre el origen del


universo y sobre él mismo y en cada época ha encontrado respuestas a esas preguntas
según el nivel de la evolución de su pensamiento.
En un primer momento de su historia creía que la realidad era sagrada y cada uno de sus
dioses representaba esa realidad. Se preguntaba sobre el origen del cosmos y sobre la
naturaleza y esas preguntas eran respondidas por medio de los mitos.
Los mitos eran relatos que simbolizaban aspectos profundos de la naturaleza del universo
y de la vida humana.
Se considera que se trataba de historias que debieron haber ocurrido, acontecidas en los
principios de los tiempos que servían de modelos para el comportamiento de las
comunidades primitivas.
La Mitología es ese conjunto de leyendas relacionadas con héroes y dioses de un pueblo,
que pueden tener un contenido religioso para explicar la realidad de la naturaleza; o
heroicas, alrededor de hazañas llevadas a cabo por dioses, o poemas que pueden tener
un contenido histórico, o leyendas sobre los orígenes del universo que tratan de explicar
las causas de los fenómenos.
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Hasta el siglo XVIII los mitos se consideraban tradiciones con un contenido moral, que
representaban verdades religiosas intuidas.
Para Jung, los mitos son manifestaciones del inconsciente colectivo.
Los filósofos presocráticos se preguntaban por la naturaleza del cosmos y se interesaban
por el estudio de la naturaleza. Trataban de explicar el origen de todas las cosas a partir
de una sustancia elemental utilizando el método de la intuición.
Los filósofos griegos, a partir de Sócrates, se preguntaban cómo llegar a conocer la
verdad, cómo llegar a saber que un conocimiento es verdadero, y se centraron en el
hombre, considerando que el modo de conocer la realidad debía ser utilizando la razón y
la discusión.
En la Edad Media, la pregunta sobre la verdad se basaba en el dogma. Es una etapa en la
cual el cuestionamiento sobre la naturaleza de la realidad, el origen del cosmos y sobre el
hombre tiene una respuesta religiosa.
Descartes inaugura una nueva forma de cuestionamiento. El problema de la existencia.
¿El mundo realmente existe o es producto de mi mente?, porque de lo único que puedo
estar seguro es de que estoy pensando.
El hombre se separa de la naturaleza y es el que crea el mundo con su pensamiento.
Kant, investiga la razón pura, en su “Crítica de la razón pura” y se pregunta si es
suficiente la lógica para conocer, concluyendo que sólo se puede conocer en la relación de
sujeto objeto y los juicios tienen que ser sintéticos y “a priori”, es decir, comprobables
por la experiencia y lógicos; no se puede saber si existe realmente algo externo al
hombre.
El pensamiento de Kant es la base del conocimiento científico.
Hegel se pregunta sobre el problema de los contrarios, la tesis, la antítesis y la síntesis y
las relaciones inevitables siervo- señor.
Marx, toma su teoría y la convierte en una doctrina económica, cuestionándose las
contradicciones del sistema capitalista y la lucha de clases.
El filósofo moderno sigue buscando respuestas a las mismas preguntas básicas que se
hacían los filósofos antiguos: ¿Quién soy, dónde estoy y hacia dónde voy? a la luz de los
nuevos descubrimientos de la ciencia.

http://filosofia.laguia2000.com/general/las-preguntas-de-los-filosofos

¿Para qué sirve la ciencia?


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François Jacobs, Premio Nobel de Fisiología o


Medicina en 1965, que compartió con André M.
Lwoff y Jacques L. Monod, en un capítulo titulado
Lo bello y lo verdadero de su libro El ratón, la
mosca y el hombre escribió el siguiente
pensamiento:

“En cierto modo, la ciencia y el mito desempeñan


un papel parecido. Ambas cosas responden a una
exigencia del espíritu humano, al proporcionarle
François Jacob y Jacques una representación del mundo y de las fuerzas
Monod que en él actúan. Para no desencadenar ansiedad
y esquizofrenia, esta representación debe de
estar unificada y ser coherente. Y en lo que se
refiere a la unidad y la coherencia, no hay duda
de que la ciencia no vale lo que el mito.

La ciencia, en efecto, parece tener bastante menos ambición. No busca en modo alguno
explicarlo todo a la primera. Se limita a las cuestiones definidas. Se dirige a los
fenómenos circunscritos, que se esfuerza por explicar mediante una experimentación
detallada. Sabe, en la actualidad, que sus respuestas no pueden ser sino parciales y
provisionales.

Por el contrario, los otros sistemas de explicación –magia, mito, religión- pretenden ser
universales. Tienen respuestas para cualquier pregunta, en cualquier campo que sea. Sin
dudar nunca, describen no sólo el estado actual del universo, sino también su origen e
incluso su devenir. Cierto que mucha gente no acepta en modo alguno el género de
explicación que proporcionan la magia o el mito. Pero, ¿quién podría negarles coherencia
y unidad, si no tienen el menor reparo en utilizar un único e idéntico argumento a priori
para responder a no importa qué pregunta o resolver cualquier dificultad?

Aunque muy distintos entre sí, todos los sistemas de explicación, la magia tanto como el
mito o la ciencia, tienen el mismo punto de partida. Siempre se trata de explicar el
mundo visible mediante fuerzas invisibles, de dar cuenta de lo que observamos por medio
de algo que sólo imaginamos. Para algunos, el rayo traduce la cólera de Zeus; para otros,
una diferencia de potencial entre tierra y nubes. Una enfermedad procede, según
algunos, de algún hechizo; según otros, de una infección por un microbio o un virus.
Pero, en todos los casos, el fenómeno en cuestión aparece como el efecto visible de una
causa oculta perteneciente a una red invisible de fuerzas, a las que se atribuye la
dirección del mundo.

La ciencia parece, a primera vista, menos audaz que los mitos, tanto en sus preguntas
como en sus respuestas. Por lo común se considera que la ciencia moderna comenzó
verdaderamente cuando en vez de preguntar: ¿de dónde viene el universo?, ¿de qué esta
hecha la materia?, ¿qué es la vida?, se preguntó: ¿cómo es la caída de una piedra?,
¿cómo fluye el agua por una cañería?, ¿cómo circula la sangre por el cuerpo?. Y el cambio
fue sorprendente. Las preguntas generales no llevan más que a respuestas limitadas. Al
contrario, las preguntas limitadas han demostrado llevar a respuestas cada vez más
generales”. [0]

¿Que es ciencia?
Etimológicamente, la palabra ciencia viene del latín "scire", que significa saber, es decir
que la definición básica de ciencia es conocimiento, o más precisamente, conocimiento
humano. [1]
4

Ciencia es por un lado, el proceso mediante el cual se adquiere conocimiento, y por el


otro, el cuerpo organizado de conocimiento obtenido a través de este proceso.

El proceso es la adquisición sistemática de conocimiento nuevo de un sistema. La


adquisición sistemática es generalmente el método científico. El sistema es generalmente
la naturaleza.

Ciencia es entonces el conocimiento científico que ha sido adquirido sistemáticamente a


través de este proceso científico. [2]

A pesar de la impresión popular, no es la finalidad de la ciencia responder a todas las


preguntas, solo a aquellas que pertenecen a la realidad física (experiencia empírica
medible). La ciencia no produce y no puede producir verdad incuestionable. En cambio, la
ciencia testea constantemente las hipótesis sobre algún aspecto del mundo físico, y las
revisa o reemplaza cuando es evidente a la luz de nuevas observaciones o datos.

La ciencia no hace afirmaciones sobre como la naturaleza "es", la ciencia solo puede
hacer conclusiones acerca de nuestras observaciones de la naturaleza.

La ciencia no es una fuente de juicios de valor subjetivos, a pesar de que sí puede hablar
de cuestiones de ética y política pública indicando las consecuencias de acciones. De
todos modos, la ciencia no nos puede decir cuál de esas consecuencias el la "mejor". [3]

LINNEO, quien fue un científico, naturalista, botánico, zoólogo sueco que sentó las bases
de la taxonomía moderna. [4]

Afirmó que

«He visto pasar de cerca al Dios eterno, infinito, omnisciente y omnipotente, y me


he postrado de hinojos en adoración». [5]

Las ciencias se pueden distinguir entre ciencias exactas, que son la matemática y la
lógica, y ciencias no exactas, que son el resto de las ciencias.

La ciencia es definida como


“la observación, identificación, descripción, investigación experimental, y
explicación teórica de un fenómeno.”

La ciencia es un método que el ser humano puede usar para adquirir un mayor
entendimiento del universo natural. Es la búsqueda del conocimiento a través de la
observación y la conjetura. Los avances en la ciencia demuestran el alcance de la lógica y
la imaginación humana. Sin embargo, la creencia de un cristiano en la ciencia nunca debe
ser como nuestra creencia en Dios. Un cristiano puede tener fe en Dios y respeto por la
ciencia, en tanto recordemos quien es perfecto y quien no lo es. [6]

¿La fe en Dios y la ciencia son contradictorias?


5

El carácter de los mitos más primitivos


justificaría ampliamente la idea de que
cuando el hombre se encuentra en la etapa
intelectual de hacer mitos y su atracción
temprana y sincera es (valga la redundancia)
atraída por cualquier costumbre o fenómeno
que no tendría para éste una razón obvia y
lógica, inventa y cuenta o expone
posteriormente una historia para tratar de
explicarlo.

Y es que, por ello, serían, en su mayor conjunto, parte de explicaciones de dificultades


intelectuales; esto es, preguntas fundamentales, por ejemplo, relacionadas con el origen
del hombre que formarían parte de la naturaleza del mito, de la ciencia, de su causa y
efecto.
No en vano, es necesario conocer que éstas explicaciones no serían ni son menos
científicas por estar presentadas en forma de cuentos, en donde su misma existencia
prueba que esas preguntas fueron realmente formuladas para explicar aquello que se
había descubierto, pues propiamente no podrían explicarse sin que antes hubieran sido
formulados por esas mismas preguntas antes.
Por este motivo, se podría entender a la mitología como la forma de explicar el universo
en que viven y se mueven las personas de entonces.
Una de las diferencias principales entre la perspectiva del salvaje primitivo y la de un
hombre civilizado es la gran extensión en la mente del primero de la teoría de la
personificación, un punto que ha sido denominado con el nombre de “animismo”. Todo
posee un “alma”, una fuerza de voluntad, a juicio mitológico. Pero el árbol, el Sol, el
cielo… que están en los pueblos atrasados o primitivos, no sólo son personas, sino se
tratarían de elementos a partir de los cuales el hombre de ayer trata de encontrar una
explicación “racional” (entendiendo por racional, claro está, a una explicación que se
adecuaba, por ejemplo, a los conocimientos científicos existentes en la época).
Este carácter primitivo, fundamental, vendría ejemplificado en la forma cómo se
expresaban esos mitos, y aquellos sujetos, elementos, circunstancias, y características
principales que, primero, intervenían en él, y luego lo conformaban, respectivamente.

http://filosofia.laguia2000.com/mitologia/el-mito-y-las-ciencias-primitivas

Los mitos son relatos o leyendas que simbolizan las tragedias humanas y sobre humanas.
A través de los mitos se han transmitido de generación en generación, las tradiciones
populares y los significados de las distintas culturas, cuyos contenidos posteriormente
fueron adoptados por las distintas religiones.
6

Cada mito encierra una enseñanza para la vida representada por la experiencia de sus
protagonistas que pudieron alguna vez haber existido o ser solamente el resultado de la
imaginario colectivo.
La vida moderna ha llevado al hombre a un materialismo salvaje que le ha hecho perder
la fe. No sabe que esta pérdida implica también el abandono de su carácter estrictamente
humano que es la capacidad de creer.
El pensamiento colectivo de las sociedades modernas es el encargado de recuperar este
aspecto esencialmente humano intentando rescatar al hombre de la pérdida del sentido
trascendente de su existencia, a través de la investigación científica de las creencias de
las sociedades tribales y sus mitos, o rindiéndoles culto a la ciencia.
El nuevo concepto del mito se desarrolla a partir de figuras como Cassirer, filósofo
alemán (1874-1945) que estudió los progresos científicos contemporáneos y que
particularmente se dedicó a investigar los símbolos y a llevar a cabo una crítica de la
cultura; y Lévi-Strauss(siglo XX) etnólogo francés de origen belga, profesor de
Antropología Social, teórico estructuralista abocado a la tarea de participar sus
experiencias con poblaciones indígenas de América del Sud, con una posición a histórica
tratando de reflejar las relaciones entre los signos de la vida social moderna y los grupos
tribales primitivos.
El hombre moderno tiende al pensamiento mágico para volver a conectarse con lo
trascendente tratando de reanudar de ese modo su intención de vivir sin fe.
Pero también hay otra manera común de llenar este vacío existencial que está
representada por el culto a la ciencia.
La posibilidad de la inmortalidad del cuerpo físico, mito que siempre existió desde épocas
remotas, vuelve a cobrar influencia en el pensamiento colectivo y es una de las creencias
modernas a la que se aferran no pocos partidarios de una vida humana eterna.
Una prueba de este fenómeno es la proliferación de empresas dedicadas a mantener los
cuerpos de personas fallecidas de manera que no sufran el deterioro natural de la
descomposición; para tener la posibilidad en el futuro de volver a la vida una vez que la
ciencia haga factible una cura para las enfermedades que los acosaron estando vivos.
El conocimiento científico como poder abarcador de toda la realidad se transforma en la
nueva religión con el culto al cuerpo.
http://filosofia.laguia2000.com/mitologia/mitos-modernos

La cuestión de si la ciencia es compatible con la existencia o no existencia de Dios tiene


sentido porque, aunque la ciencia no trata como disciplina acerca de lo metafísico,
ofrece datos y teorías sobre el mundo que podrían orientar la filosofía hacia el
teísmo o el ateísmo. La ciencia presenta un universo enigmático que deja abierta
la posibilidad de las hipótesis atea y teísta, con la posición agnóstica intermedia.
Negar que ambas hipótesis sean viables (admitiendo una sola de ellas) nos coloca
en el dogmatismo, fuera ya del espíritu crítico, ilustrado y tolerante de nuestra
cultura. Pero esta verosimilitud atea o teísta es sólo un punto de partida para la
resolución de la cuestión personal ante el enigma metafísico. Nadie es religioso
porque pondere tal o cual consideración científico-filosófica. El problema de Dios
se resuelve de una forma existencial, personalista. [7]

Nuestra creencia en Dios es una creencia de fe. Tenemos fe en Su Hijo para salvación, fe
en Su Palabra para instrucción y fe en Su Espíritu Santo para guía. Nuestra fe en Dios
debe ser absoluta, puesto que cuando ponemos nuestra fe en Dios, dependemos de un
perfecto, omnipotente y omnisciente Creador. Nuestra creencia en la ciencia debe ser
intelectual – y nada más. Podemos contar con la ciencia para hacer grandes cosas, pero
también podemos contar con la ciencia para hacer grandes errores. Si ponemos nuestra
fe en la ciencia, dependemos de lo imperfecto, pecaminoso y limitado del hombre mortal.
7

La ciencia a través de la historia ha estado terriblemente equivocada en muchas cosas,


tales como la forma de la Tierra, las vacunas, transfusiones sanguíneas, y aún la
reproducción. Dios nunca se ha equivocado. La verdad no hay nada que un cristiano deba
temer, así que no hay razón para que un cristiano tema o rechace la buena ciencia. El
aprender más acerca de las maneras en que Dios construyó nuestro universo, nos ayuda
a toda la raza humana a apreciar la maravilla de la Creación.

El expandir nuestro conocimiento nos ayuda a combatir enfermedades, ignorancia y


malentendidos. Sin embargo, es peligroso cuando los científicos basan su fe en la lógica
humana por encima de su fe en nuestro Creador. Estas personas no son diferentes a
cualquier devoto de una religión – ellos han elegido la fe en el Hombre, y encontrarán los
medios para defenderlo.

Aún así, los científicos más racionales, aún aquellos que rehúsan creer en Dios, admiten
que hay un gran vacío en nuestro entendimiento del universo. Ellos admitirán que ni Dios
ni la Biblia pueden ser probados o desaprobados por la ciencia, al igual que muchas de
sus teoría favoritas, a última instancia tampoco pueden ser probadas o desaprobadas. La
ciencia existe para ser una verdadera disciplina neutral, buscando solo la verdad, no la
prueba de una agenda. Y Dios siempre ha intentado que vayamos a Él a través de la fe,
no a través de la lógica. [8]

J. KEPLER, afirmó que

«Si Dios es grande, grande es su poder, grande su sabiduría. Alabadle, cielos y tierra.
¡Mi Señor y mi Creador! La magnificencia de tus obras quisiera yo anunciarla a los
hombres en la medida en que mi limitada inteligencia puede comprenderla». [9]

• “En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió


desde antes del principio de los siglos “ (TITO 1:2)

Mucha de la ciencia apoya la existencia y el trabajo de Dios. El Salmo 19:1 dice, “Los
cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.”

De modo similar, W. VON BRAUN, afirmó que

«Por encima de todo está la gloria de Dios, que creó el gran universo, que el
hombre y la ciencia van escudriñando e investigando día tras día en profunda
adoración». [10]

Mientras la ciencia moderna descubre más acerca del universo, encontramos más
evidencia de la Creación. La asombrosa complejidad y reproducción del DNA, las
intrincadas e interconectadas leyes de la física, y la absoluta armonía de condiciones y
química aquí en la tierra, todas sirven para apoyar el mensaje de la Biblia. Un cristiano
debe abrazar la ciencia que busca la verdad, pero rechazar a los “sacerdotes de la
ciencia” que ponen el conocimiento humano por encima del de Dios. [11]

La Fe y la razón son como las dos alas con las que el espíritu humano se eleva hacia la
contemplación de la verdad.

Profesor Michael Heller, sacerdote y cosmólogo ganador del premio Templeton afirmó que
"Si nos preguntamos la causa del universo nos debemos preguntar sobre la causa
de las leyes de matemática. Al hacerlo volvemos al gran plano del pensamiento de
Dios sobre el universo; la cuestión de la última causalidad: ¿Por qué hay algo en
vez de nada? Cuando hacemos esta pregunta, no estamos preguntando sobre una
8

causa como cualquier otra causa. Estamos preguntando sobre la raíz de de todas
las causas posibles. La Ciencia no es sino un esfuerzo colectivo de la mente
humana por leer la mente de Dios" - [12]

I. NEWTON, reflexionando sobre el cúmulo de conocimiento poseído, afirmó que

«Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos, un inmenso océano. La


admirable disposición y armonía del universo no ha podido salir sino del plan de un
Ser omnisciente y omnipotente». [13]

F. Collins, científico norteamericano, afirma que


“Un esfuerzo por entender los orígenes y funcionamiento del cosmos ha
caracterizado a casi todas las religiones a lo largo de la historia, ya sea como una
abierta adoración al sol, la adscripción de importancia espiritual a fenómenos tales
como los eclipses, o sencillamente una sensación de sobrecogimiento ante las
maravillas del cielo.” [14]
Con motivo de la inauguración del Gran Telescopio de Canarias, una 'herramienta' de
alta precisión que ayudará a conocer mejor nuestra galaxia, el astrónomo Alberto
Castro-Tirado, uno de los grandes conocedores del Gran Telescopio Canarias (GTC),
el más avanzado instrumento óptico infrarrojo del mundo, explicó que
«La vocación de la ciencia consiste en resolver todos los enigmas que plantea la
razón humana, pero esto es un ejercicio lento y lleno de dificultades».
El astrónomo andaluz dice que la ciencia anula muchas veces a la fantasía, pero «ese es
nuestro trabajo», un trabajo «del que se beneficia toda la humanidad». [15]
La ciencia avanza
El mito de la teletransportación o teleportación, ha fascinado al hombre desde tiempos
antiquísimos y que es motivo cotidiano de recreaciones fabulosas en numerosas series y
películas como Star Trek, Stargate o Estación de Tránsito. En esta última los viajeros se
tele-transportaban inter-estelarmente dejando un cuerpo sin vida en el punto de partida
e integrándose en un nuevo cuerpo en el punto de destino. Pura ficción
Luis Gomberoff, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la
Universidad de Chile, intenta explicar lo que hoy se empieza a denominar como
«teletransportación cuántica»:
«Supongamos que tengo dos pedazos de arcilla –dice Gomberoff–; una bola de
arcilla normal y otra con la que he hecho una figura humana. Lo que hago es
transferir a la primera bola de arcilla (sin forma alguna) todas las características
de la segunda que tiene una figura humana. Así el primer trozo adquirirá figura
humana, mientras el segundo perderá su forma original y quedará como una
pelota de arcilla».
Y añade:
«Es como si hubiera transferido el objeto de un lugar a otro, pero lo que he hecho
es obligar a la primera bola de arcilla a transformarse y adquirir ciertas
propiedades. De manera que lo que le transmitimos es información, no materia».
Sirva esta explicación para intentar trasladar lo que los científicos han hecho hasta ahora
en cuanto a «teleportación». Que no es poco, ciertamente.
• Por una parte, dos doctores de Australia teletransportaron un rayo láser de un
punto a otro en una fracción de segundo.
• Otro equipo de la Universidad de Ginebra consiguió la primera teleportación de
fotones a dos kilómetros de distancia.
9

• Un investigador japonés logró clonar partículas y teletransportarlas


simultáneamente.
• Y dos equipos científicos de Estados Unidos y Austria, por separado y con métodos
diferentes, han logrado traspasar, por primera vez en la historia, las propiedades
de un átomo a otro sin usar vínculo físico alguno. Es decir, teletransportaron
«estados cuánticos» entre átomos, en el primer caso con átomos de calcio y en el
segundo de berilio.
Lo que no significa que la materia haya sido transferida físicamente de un lado a otro. De
momento no ha sido posible hacer desaparecer la materia de un lugar para hacerla
aparecer en otro. Simplemente se envió información sobre el estado original de un átomo
a otro distante y se logró que el nuevo átomo replicara exactamente la información que
poseía el primero.
El pionero en los estudios de teletransporte, el físico italiano Francesco de Martini,
vislumbra avances revolucionarios «en el futuro de la computación cuántica», de manera
que habrá «ordenadores cuánticos» diminutos capaces de realizar cálculos hoy imposibles
a velocidades abrumadoras e increíbles y en absoluto secreto, no como ahora, que
cualquier «hacker» puede introducirse en el archivo más aparentemente complejo y
destrozarlo.
Tele-clonación y tele-portación están hoy por hoy muy lejos de funcionar con humanos.
Desintegrar uno a uno los trillones de átomos que conforman el cuerpo de una persona
parece un reto casi imposible. Aunque la ciencia avanza volando. No hace tanto tiempo
que surgió el fax y hoy es ya un medio de transmisión casi obsoleto. Y el e-mail, que nos
parece tan normal, sería interpretado en otro momento como obra de brujería. Igual que
la televisión, el teléfono o la radio. Si les hablan a nuestros antepasados de tales inventos
no se lo hubieran creído. [16]
Con este comentario, podemos ver claramente que la ciencia no es estática. Avanza y a
pasos agigantados.
Los científicos están constantemente avanzando en nuevos terrenos, investigando el
mundo natural de nuevas maneras, excavando más profundamente en territorios en que
el entendimiento es incompleto.
Enfrentados con el conjunto de datos que acompaña a un fenómeno intrigante e
inexplicado, los científicos construyen hipótesis de los mecanismos que podrían estar
involucrados, y luego realizan experimentos para probar dichas hipótesis.
Muchos experimentos en la vanguardia de la ciencia fallan, y la mayoría de las hipótesis
prueban estar equivocadas.
La ciencia es progresiva y se autocorrige: ninguna conclusión errónea o hipótesis falsa
importante se puede sostener por mucho tiempo, ya que nuevas observaciones
finalmente derriban conceptos incorrectos.
Pero durante un periodo de tiempo largo, surge un conjunto consistente de observaciones
que lleva a un nuevo marco de entendimiento. A ese marco se le da una descripción
mucho más sustantiva y se le llama «teoría», por ejemplo, la teoría de la gravedad, la
teoría de la relatividad, la teoría germinal.
Una de las ilusiones más abrigadas por todo científico es hacer alguna observación que
sacuda algún campo de investigación. Los científicos tienen una vena oculta de
anarquismo, y esperan algún día salir con algo que trastorne forzosamente el marco de
pensamiento imperante en su tiempo. Por eso se dan los Premios Nobel.
Por lo tanto, cualquier supuesto de que pudiera existir una conspiración entre los
científicos para mantener viva una teoría muy en boga pero que contuviera errores serios
sería completamente opuesto a la inquieta forma de pensar de la profesión.
El estudio de la astrofísica ejemplifica claramente estos principios. Durante los últimos
quinientos años se han producido saltos revolucionarios, durante las cuales el
10

entendimiento de la materia y la estructura del universo han sufrido importantes


modificaciones. Sin duda, el futuro nos deparará aún muchas más.
Estos trastornos a veces pueden ser desgarradores intentos de lograr una síntesis
cómoda entre la ciencia y la fe, especialmente si la Iglesia ha quedado vinculada a una
visión previa de las cosas y la ha incorporado a su sistema central de creencias.
La armonía de hoy puede ser la discordia del mañana.
En los siglos XVI y XVII, Copérnico, Kepler y Galileo (tres grandes creyentes en Dios)
propusieron de manera cada vez más contundente que el movimiento de los planetas se
podía entender bien sólo si la Tierra giraba alrededor del Sol y no al contrario.
Los detalles de sus conclusiones no eran todos totalmente correctos (Galileo cometió un
famoso error al explicar las mareas), y muchos en la comunidad científica no estaban
convencidos al principio, pero finalmente los datos y la consistencia de las predicciones
hechas por las teorías convenció hasta a los científicos más escépticos.
Sin embargo, la Iglesia católica mantuvo su fuerte oposición, afirmando que esta visión
era incompatible con las Sagradas Escrituras. En retrospectiva, resulta claro que la base
escritural de esas afirmaciones era muy endeble, a pesar de lo cual la confrontación se
prolongó durante décadas y finalmente hizo un daño considerable tanto a la ciencia como
a la Iglesia. [17]

En el año 1972, Francis Schafer escribió un libro titulado Retorno a la libertad y a la


dignidad, donde cita a dos científicos importantes de su época, ambos ya fallecidos:
al dr. Jacques-Lucien Monod y al dr. Francis Crick

A instancias de la teoría neodarwinista y su triste y lamentable auge en la cultura


occidental, al ser humano, se le considera que "nacido por casualidad, muere por
designio."[18]

Carl Sagan, fue cofundador y promotor de numerosos


proyectos dentro del ámbito de las ciencias planetarias.
Cofundó la revista Icarus destinada a estudios del Sistema
Solar de la cual fue editor en jefe durante 12 años.
Impulsó la creación de la División de Ciencias
Planetarias de la Asociación Estadounidense de
Astronomía. También fue cofundador de La Sociedad
Planetaria, una sociedad dedicada a la investigación en las
siguientes áreas: búsqueda de vida extraterrestre por
medio de ondas de radio, identificación y estudio
de asteroides cercanos a la Tierra y exploración
de Marte por medio de robots. Sagan fue también
miembro del Instituto SETI y del Comité de Investigación
11

Científica de Declaraciones Paranormales.[19]

Sagan explica en su libro El cerebro de Broca, expresando


sus convicciones filosóficas sobre el mundo de la ciencia. Y
dejándonos entrever de modo narrativo, “como funciona”
este complejo mundo intelectual de los científicos y sus
métodos.

1. Cual es el principal rango definitorio de la ciencia?


“El principal rasgo definitorio de la ciencia es pensar de verdad toda cosa: el tamaño de
las nubes y las formas que adoptan, incluso en su estructura más profunda, en cualquier
parte del cielo para una altitud dada; la formación de una gota de rocío sobre una hoja;
el origen de un nombre o una palabra; la razón de una determinada costumbre social
humana, como por ejemplo el tabú del incesto; por qué una lente sobre la que incida la
luz solar puede quemar un papel [..,], por qué parece seguirnos la Luna cuando
paseamos; [...], de qué modo el cuerpo puede convertir la comida de ayer en el músculo
y el nervio de hoy; dónde están los límites del universo [...] Toda cultura se ha
planteado, de una u otra forma, tales cuestiones. [,..]

2. La mentalidad del científico:


Pero la mentalidad científica examina el mundo críticamente, como si pudieran existir
otros muchos mundos alternativos, como si aquí pudiesen existir cosas que ahora no
encontramos. Y en consecuencia, nos vemos obligados a responder por qué cuanto
vemos es así y no de otra forma. ¿Por qué son esféricos el Sol y la Luna? ¿Por qué no
piramidales, cúbicos o dodecaédricos? ¿Por qué tal simetría en el mundo?

3. El método científico:
Si alguien gasta parte de su tiempo proponiendo hipótesis, comprobando si tienen
sentido y si concuerdan con cuanto ya conocemos, pensando en pruebas experimentales
que den validez o se la nieguen a nuestras hipótesis, este alguien está haciendo ciencia.
Y a medida que van tomando más y más fuerza estos hábitos de pensamiento, más a
gusto se halla el individuo con ellos." [20]

Sagan, “también fue consumidor de marihuana o cannabis, aunque nunca lo admitió


públicamente en vida, sólo en su círculo íntimo de amigos. Bajo el pseudónimo
de Mr. X escribió un ensayo sobre el consumir cannabis en 1971 en el
libro Marihuana Reconsidered, cuyo editor era el profesor Lester Grinspoon. En
este ensayo, Sagan señalaba que el consumo de cannabis le ayudaba en algunos de
sus proyectos o experiencias. Después de su muerte, Grinspoon se lo dio a conocer
a su biógrafo, Keay Davidson. Cuando la biografía, titulada Carl Sagan: A life se
publicó en 1999, este hecho llamó una cierta atención en los medios de
comunicación, respecto al asunto de la legalización de la marihuana.” [21]

Sagan “murió a los 62 años víctima de una neumonía, consecuencia de la complicación


de la enfermedad mielodisplasia, una anomalía en el desarrollo de las células sanguíneas
que frecuentemente desemboca en leucemia, la que le afectó durante sus dos últimos
años de vida“[22]
La efectividad de la ciencia como modo de adquisición de conocimiento ha constituido un
notable campo de estudio para la filosofía. La filosofía de la ciencia intenta comprender el
carácter y justificación del conocimiento científico y sus implicaciones éticas. Ha resultado
particularmente difícil proveer una definición del método científico que pueda servir para
distinguir en forma clara la ciencia de la no ciencia.
La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico.
Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que
es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto.
12

Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta
como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas
facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa
sensación, es la verdadera religión. [23]
En la actualidad, la posición generalizada es la naturalista, frente al fundacionalismo
predominante en toda la tradición. Tanto es así que incluso podría considerarse una moda
filosófica, desdibujando el sentido originario del naturalismo. Las características básicas
del naturalismo original son, como señaló Quine en La naturalización de la epistemología,
una posición no fundacionalista y multidisciplinaria. Mientras que el objetivo tradicional de
la filosofía de la ciencia ha sido el de justificar y legitimar el conocimiento científico, el
objetivo posterior es el de entender cómo se da tal conocimiento científico, entendido
como actividad y empresa humana, utilizando para ello todos los recursos pertinentes, es
decir, todas las disciplinas relevantes: biología, psicología, antropología, sociología, etc.,
e incluso economía y tecnología.[24]
La mayoría de las grandes revisiones de nuestro entendimiento del universo material han
surgido dentro de círculos relativamente estrechos de investigación académica, y
han permanecido en gran parte fuera de la vista del público en general. Esfuerzos
majestuosos ocasionales, como Una breve historia del tiempo, de Stephen Hawking, han
intentado explicar las complejidades de la física moderna y la cosmología a un público
más general, pero es muy posible que gran parte de los cinco millones de copias
impresas del libro de Hawkings sigan sin ser leídos, por un abrumado público
que encuentra los conceptos en sus páginas demasiado extraños de comprender.
Ciertamente, los descubrimientos en física de las últimas décadas han llevado a
percepciones sobre la naturaleza de la materia que están en profunda contradicción con
la intuición.
El físico Ernest Rutherford comentó hace cien años que
«Una teoría que no le puedas explicar a un camarero seguramente no puede ser
muy buena».
Frente a este parámetro, muchas de las teorías actuales sobre las partículas
fundamentales de la que está formada toda la materia se sostienen a duras penas.
Entre los muchos conceptos extraños ahora bien documentados experimentalmente, hay
cosas tales como el hecho de que los neutrones y los protones (de los que solíamos
pensar que eran las partículas fundamentales del núcleo atómico) están hechos en
realidad de seis tipos o sabores de quarks (llamados «arriba», «abajo»,
«extraño», «encanto», «fondo» y «cima»).
Los seis sabores se hacen aún más extraños cuando, al describirlos, los científicos dicen
que cada uno tiene tres colores (rojo, verde y azul). Los extravagantes nombres dados a
estas partículas al menos prueban que los científicos tienen sentido del humor.
Una serie mareante de otras partículas, desde fotones y gravitones hasta gluones y
muones, crea un mundo tan extraño a la experiencia humana diaria que hace que
muchos no científicos sacudan la cabeza con incredulidad. Sin embargo, estas partículas
hacen posible nuestra vida misma. Para aquellos que argumentan que el materialismo
debe ser favorecido sobre el teísmo, ya que el materialismo es más sencillo e intuitivo,
estos nuevos conceptos representan un reto importante.
Existe una variación de la máxima de Rutherford ampliamente conocida como la Navaja
de Occam, una atribución mal deletreada hecha al monje y lógico inglés del siglo xiv
Guillermo de Ockham. Este principio sugiere que la explicación más sencilla para
cualquier problema dado es generalmente la mejor. Actualmente, la Navaja de
Occam parece haber sido relegada al basurero por los extraños modelos de la física
cuántica. [25]
Guillermo de Ockham, conocido como Doctor Invincibilis (en latín, ‘Doctor invencible’) y
Venerabilis Inceptor (en latín, ‘Venerable iniciador’), filósofo inglés y teólogo escolástico,
considerado el mayor representante de la escuela nominalista, la más consistente y
directa rival de las escuelas tomista y escotista.
13

Nació en Surrey, Inglaterra. Entró en la orden de los franciscanos y estudió y enseñó en


la Universidad de Oxford desde 1309 hasta 1319. Acusado por el papa Juan XXII de
impartir enseñanzas peligrosas, permaneció en arresto domiciliario desde 1324 hasta
1328 en el palacio papal de Aviñón (Francia) mientras se sometía a examen la ortodoxia
de sus escritos. Se alió con los franciscanos contra el papa en una disputa sobre
la pobreza de la orden y huyó a Munich en 1328 para acogerse a la protección de Luís IV,
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que había rechazado la autoridad
pontificia en asuntos políticos. Excomulgado por el Papa, Ockham escribió contra el
papado y defendió al emperador hasta que este murió en 1347. El filósofo murió en
Munich, mientras intentaba lograr una reconciliación con el papa Clemente VI.
Ockham alcanzó la fama como alguien que aplicó la lógica de forma rigurosa para
mostrar que muchas creencias de los filósofos cristianos (por ejemplo que Dios es uno,
omnipotente, creador de todas las cosas, y que el alma humana es inmortal) no se
podían probar mediante la razón filosófica o natural, sino tan sólo a través de la
revelación divina. Su nombre se atribuye al principio de economía en lógica formal,
conocido como ‘la navaja de Ockham’, según la cual las entidades no tienen que ser
multiplicadas sin necesidad. [26]

A pesar de ser relativamente reciente el método científico (concebido en la revolución


científica del siglo XVII), la historia de la ciencia no se interesa únicamente por los hechos
posteriores a dicha ruptura. Por el contrario, ésta intenta rastrear los precursores a la
ciencia moderna hasta tiempos prehistóricos. La ciencia moderna tiene sus orígenes en
civilizaciones antiguas, como la babilónica, la china y la egipcia. Sin embargo, fueron los
griegos los que dejaron más escritos científicos en la Antigüedad.
Tanto en las culturas orientales como en las precolombinas evolucionaron las ideas
científicas y, durante siglos, fueron muy superiores a las occidentales, sobre todo en
matemáticas y astronomía. Durante muchos años las ideas científicas convivieron con
mitos, leyendas y pseudociencias (falsas ciencias). Así, por ejemplo, la astrología convivió
con la astronomía, y la alquimia con la química. La astrología sostenía que los astros
ejercen influencia real y física sobre nuestra personalidad (la astrología actual ya no lo
sostiene así, ahora consiste en el estudio de la influencia simbólica sobre nuestra forma
de ser). La alquimia, por su parte, tenía por objetivo encontrar la fórmula para convertir
cualquier metal en oro y descubrir el elíxir de la eterna juventud. Ninguna de estas dos
disciplinas (astrología y alquimia) aplica el método científico de forma rigurosa, y por
tanto, aunque han modificado sus afirmaciones antiguas, no pueden llamarse ciencias.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.), gran parte de Europa perdió
contacto con el conocimiento escrito, y se inició la Edad Media. En la actualidad, es más
común considerar el desarrollo de la ciencia como un proceso continuado y gradual, con
sus antecedentes también medievales. El Renacimiento (siglo XIV en Italia), llamado así
por el redescubrimiento de trabajos de antiguos pensadores, marcó el fin de la Edad
Media y fundó cimientos sólidos para el desarrollo de nuevos conocimientos. De los
científicos de esta época se destaca Nicolás Copérnico, a quien se le atribuye haber
iniciado la llamada revolución científica con su teoría heliocéntrica.
Hay historiadores de la ciencia que afirman que en realidad no hubo una sino muchas
revoluciones científicas. Hay otros que sostienen que no ha habido ninguna revolución
científica en la historia de la ciencia, es decir, que la ciencia se ha desarrollado sin
sobresaltos, de manera uniforme. De cualquier manera, haya habido o no una o más
revoluciones científicas, entre los muchísimos pensadores más prominentes que dieron
forma al método científico y al origen de la ciencia como sistema de adquisición de
conocimiento, vale la pena destacar a Roger Bacon (1214 - 1294) en Inglaterra, a René
Descartes (1596 - 1650) en Francia y a Galileo Galilei (1564 - 1642) en Italia. Éste último
fue el primer científico que basó sus ideas en la experimentación y que estableció el
método científico como la base de su trabajo. Por ello es considerado el padre de la
ciencia moderna.
14

Desde entonces hasta hoy la ciencia ha avanzado a pasos agigantados. La ciencia se ha


convertido en parte de nuestra cultura y va ligada al avance tecnológico. Es importante
que la divulgación científica llegue a toda la sociedad. Para ello, además de los científicos,
los medios de comunicación y los museos tienen un papel de vital importancia. [27]
Actualidad
La historia reciente de la ciencia está marcada por el continuo refinado del conocimiento
adquirido y el desarrollo tecnológico, acelerado desde la aparición del método científico.
Si bien las revoluciones científicas de principios del siglo XX estuvieron ligadas al campo
de la física a través del desarrollo de la mecánica cuántica y la relatividad general, en
el siglo XXI la ciencia se enfrenta a la revolución biotecnológica. El desarrollo moderno de
la ciencia avanza en paralelo con el desarrollo tecnológico, impulsándose ambos campos
mutuamente. [28]
Algunos científicos notables han contribuido especialmente a la divulgación del
conocimiento científico más allá del mundo estrictamente académico. Entre los más
conocidos citaremos aquí a Jacob Bronowski, Carl Sagan, Stephen Hawking, Richard
Dawkins, Stephen Jay Gould,Martin Gardner, David Attenborough y a autores de ciencia
ficción como Isaac Asimov. Otros científicos han realizado sus tareas de divulgación tanto
en libros divulgativos como en novelas de ciencia ficción, como Fred Hoyle. La mayor
parte de las agencias o institutos científicos destacados en los Estados Unidos cuentan
con un departamento de divulgación (Education and Outreach), si bien ésta no es una
situación común en la mayor parte de los países. Por último, no debemos olvidar
mencionar el hecho de que muchos artistas, aunque no sea su actividad formal la
divulgación científica, han realizado esta tarea a través de sus obras de arte: gran
número de novelas y cuentos y otros tipos de obras de ficción narran historias directa o
indirectamente relacionadas con descubrimientos científicos diversos (el novelista
italiano Italo Calvino, por ejemplo).
Mario Bunge (1983) clasifica la ciencia en función del enfoque que se da al conocimiento
científico sobre el estudio de los procesos naturales o sociales (estudio de hechos), o
bien, al estudio de procesos puramente lógicos y matemáticos (estudio de ideas), es
decir, ciencia factual y ciencia formal.
La ciencia factual se encarga de estudiar hechos auxiliándose de la observación y la
experimentación. Por ejemplo la física y la psicología son ciencias factuales porque se
refieren a hechos que se supone ocurren en la realidad y, por consiguiente, tienen que
apelar al examen de la evidencia empírica para comprobarlos. En conclusión, el objeto de
estudio de la ciencia formal no son las cosas ni los procesos, sino las relaciones
abstractas entre signos, es decir, se estudian ideas. Son ciencias formales la lógica y
las matemáticas. [29]
Terminología usada en ciencias
Los términos modelo, hipótesis, ley y teoría tienen significados distintos en la ciencia y en
el lenguaje coloquial. Los científicos utilizan el término modelo para referirse a una
descripción de algo, especialmente una que pueda ser usada para realizar predicciones
que puedan ser sometidas a prueba por experimentación u observación. Una hipótesis es
una afirmación que (aún) no ha sido bien respaldada o bien que aún no ha sido
descartada. Una ley física o ley natural es una generalización científica basada en
observaciones empíricas.
La palabra teoría es incomprendida particularmente por el común de la gente. El uso
vulgar de la palabra teoría se refiere, equivocadamente, a ideas que no poseen
demostraciones firmes o respaldo. En contraposición, los científicos generalmente utilizan
esta palabra para referirse a cuerpos de leyes que realizan predicciones acerca de
fenómenos específicos. Formalmente, una teoría es un sistema conceptual, general y
explicativo, racional, objetivo y empírico, sobre hechos o sobre algún aspecto de la
realidad. [30]
15

Hipótesis, modelos, teorías y leyes

El término modelo es utilizado por los científicos en referencia a una representación


simplificada de la realidad, que puede ser utilizada para hacer predicciones que no
pueden ser testeadas por experimentación u observación. Una hipótesis es una
afirmación que (todavía) no ha sido probada. Una ley física o una ley de la naturaleza es
una generalización científica basada en la observación empírica.

El público en general usa la palabra teoría para referirse a ideas que todavía no han sido
comprobadas. En términos científicos, una teoría se refiere a ideas que han aprobado
verificaciones repetidas. Las teorías de la evolución biológica, electromagnetismo, y
relatividad son ideas que han sobrevivido considerable testeo mediante experimentación.
Pero también hay teorías que prometen ser muy buenas para explicar algún hecho de la
naturaleza pero que todavía no han sido probadas empíricamente.

Las teorías están siempre abiertas a revisión, si nueva evidencia contradice las
predicciones directamente o otras implicancias de la teoría. [31]

Método científico
Cada ciencia, y aún cada investigación concreta, genera su propio método de
investigación. Como método de forma general se entiende el proceso mediante el cual
una teoría científica es validada o bien descartada. La forma clásica del método de la
ciencia ha sido la inducción (formalizada por Francis Bacon en la ciencia moderna), pero
que ha sido fuertemente cuestionada como el método de la ciencia, especialmente
por Karl Popper, quien sostiene que el método de la ciencia es el hipotético-deductivo.
En todo caso, cualquier método científico requiere estos criterios:

La reproducibilidad, es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento en


cualquier lugar y por cualquier persona. Esto se basa, esencialmente, en la comunicación
y publicidad de los resultados obtenidos. En la actualidad éstos se publican generalmente
en revistas científicas y revisadas por pares.

La falsabilidad, es decir, la capacidad de una teoría de ser sometida a potenciales pruebas


que la contradigan. Bajo este criterio se delimita el ámbito de lo que es ciencia de
cualquier otro conocimiento que no lo sea: es el denominado criterio de
demarcación de Karl Popper. La corroboración experimental de una teoría científicamente
"probada" —aún la más fundamental de ellas— se mantiene siempre abierta a escrutinio.

En las ciencias empíricas no es posible la verificación; no existe el "conocimiento


perfecto", es decir, "probado". En las ciencias formales las deducciones lógicas
o demostraciones matemáticas, prueban solamente dentro del marco del sistema definido
por unos axiomas y unas reglas de inferencia; el sistema lógico perfecto, que
sería consistente, decidible y completo, no es posible, según el teorema de Gödel.
Existe una serie de pasos inherentes al proceso científico, pasos que suelen ser
respetados en la construcción y desarrollo de nuevas teorías. Éstos son:
16

El modelo atómico de Bohr, un ejemplo de una idea alguna vez aceptada y luego refutada
por medio de la experimentación.

1. Observación: consiste en el registro de fenómenos que forman parte de


una muestra.

2. Descripción: trata de una detallada descripción del fenómeno.

3. Inducción: la extracción del principio general implícito en los resultados


observados.

4. Hipótesis: planteamiento de las hipótesis que expliquen dichos resultados y su


relación causa-efecto.

5. Experimentación: comprobación de las hipótesis por medio de la experimentación


controlada.

6. Demostración o refutación de las hipótesis.

7. Comparación universal: constante contrastación de hipótesis con la realidad.


La experimentación no es aplicable a todas las ramas de la ciencia; su exigencia no es
necesaria por lo general en áreas del conocimiento como la vulcanología, la astronomía,
la física teórica, etc. Sin embargo, la repetibilidad de la observación de los fenómenos
naturales es un requisito fundamental de toda ciencia estableciendo las condiciones que,
de producirse, harían falsa la teoría o hipótesis investigada.
Por otra parte, existen ciencias, especialmente en el caso de las ciencias
humanas y sociales, donde los fenómenos no sólo no se pueden repetir controlada y
artificialmente (que es en lo que consiste un experimento), sino que son, por su esencia,
irrepetibles, por ejemplo, la historia. De forma que el concepto de método científico
aplicado a estas ciencias habría de ser repensado, acercándose más a una definición
como la siguiente: "proceso de conocimiento caracterizado por el uso constante e
irrestricto de la capacidad crítica de la razón, que busca establecer la explicación de un
fenómeno ateniéndose a lo previamente conocido, resultando una explicación plenamente
congruente con los datos de la observación [32]
El método científico [41] es el método de estudio de la naturaleza que incluye
las técnicas de observación, reglas para el razonamiento y la predicción, ideas sobre la
experimentación planificada y los modos de comunicar los resultados experimentales y
teóricos. Este método posee diferentes pasos que conllevan a la respuesta del fenómeno
observado.
1. Observación: El primer paso del método científico tiene lugar cuando se hace una
observación a propósito de algún evento o característica del mundo. Esta observación
puede inducir una pregunta sobre el evento o característica. Por ejemplo, un día usted
17

puede dejar caer un vaso de agua y observar como se hace añicos en el piso cerca de sus
pies. Esta observación puede inducirle la pregunta, "¿Porqué se cayo el vaso?"

2. Hipótesis: Tratando de contestar la pregunta, un científico formulará una hipótesis de


la respuesta a la pregunta. En nuestro ejemplo hay varias posibles hipótesis, pero una
hipótesis podría ser que una fuerza invisible (gravedad) jaló el vaso al suelo.

3. Experimentación: De todos los pasos en el método científico, el que verdaderamente


separa la ciencia de otras disciplinas es el proceso de experimentación. Para comprobar,
o refutar, una hipótesis el científico diseñará un experimento para probar esa hipótesis. A
través de los siglos, muchos experimentos han sido diseñados para estudiar la naturaleza
de la gravedad. Detengámonos en uno de ellos.

4. Registro y Análisis de datos: dentro de la labor científica es indispensable


la recolección de datos(observaciones iniciales, resultados durante ya al final del
experimento) en forma organizada, de manera que sea posible determinar relaciones
importantes entre estos, para lo cual se utilizan tablas, graficas y en algunos
casos dibujos científicos.

Pronostica la hipótesis. En realidad, al interpretar los datos reunidos dentro de una


experiencia, lo mas importante es comparar los registros iniciales con los obtenidos
durante y al final del experimento, dando explicaciones o razones por las cuales existen
cambios en los datos o se mantienen iguales Siempre que se realiza un análisis se debe
contar con un soporte teórico que apoye los planteamientos hechos en relación con el
problema.
5. Análisis de Resultados: a fin de extraer la mayor información de los datos
recolectados Las personas de ciencia los someten a muchos estudios; entre estos en
análisis estadístico, que consisten en utilizar las matemáticas para determinar la variación
de un factor, tal como la HISTORIA DE LA CIENCIA. [42]

Los esfuerzos para sistematizar el conocimiento remontan a los tiempos prehistóricos,


como atestiguan los dibujos que los pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de la
cueva, los datos numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos fabricados por las
civilizaciones del neolítico.
Las culturas mesopotámicas aportaron grandes datos sobre la astronomía, sustancias
químicas o síntomas de enfermedades inscritas en caracteres cuneiformes sobre tablilla
de arcilla. Otras tablillas que datan de los 2000 A.C. demuestran que los babilónicos
conocían el teorema de Pitágoras, resolvían ecuaciones y desarrollaron el sistema
sexagesimal del que se deriva las unidades modernas para tiempos y ángulos.
En el valle Nilo se descubrieron papiros de un periodo próximo al de la cultura
mesopotámica, en el cual se encontraba información de la distribución del pan y
la cerveza, y la forma de hallar el volumen de una parte de la pirámide, el sistema de
medidas egipcio y el calendario que empleamos todos estos datos proceden de las
antiguas civilizaciones antiguas.
Uno de los primeros sabios griegos que investigo las causas fundamentales de los
fenómenos naturales fue, en el siglo VI a. C., el filosofo Tales de Mileto que introdujo
el concepto de que la tierra era un disco plano que flotaba en el elemento universal,
el agua. El matemático y filósofo Pitágoras, postulo que una Tierra esférica que se movía
en una orbita circular alrededor de un fuego central. En Atenas, en el siglo IV a. C., la
filosofía natural jónica y la ciencia matemática pitagórica llegaron a síntesis en
la lógica de Platón y de Aristóteles.
Aristóteles en su pensamiento destaca la teoría de las ideas, que proponía que los objetos
del mundo físico solo se parecen o participan de las formas perfectas del mundo ideal, y
que solo las formas perfectas pueden ser el objeto del verdadero conocimiento. También
18

estudió y sistematizó casi todas las ramas existentes del conocimiento y proporcionó las
primeras relaciones ordenadas de biología, psicología, física y teoría literaria.
Arquímedes realizo grandes contribuciones a la matemática teórica, además también
aplico la ciencia en la vida diaria. El sistema de Tolomeo la teórica geocéntrica la cual
postula que la Tierra es el centro del universo.
Nicolás Copérnico revoluciono la ciencia al postular que la tierra y los demás planetas
giran alrededor del sol estacionario.
Galileo es físico italiano marco el rumbo de la física moderna al insistir en que la Tierra y
los astros regían por un mismo conjunto de leyes. Defendió la antigua idea de que la
Tierra giraba entorno al Sol, y puso en duda la creencia igualmente se que la Tierra era el
centro del universo.
Isaac Newton aporto la teoría de la ley de gravitación universal, en 1687, al
mismo tiempo creo lo que hoy llamamos calculo.
John Dalton se le conoce por desarrollar la teoría atómica de los elementos y
compuestos. Dalton fue el primer científico en clasificar los elementos por su peso
atómico.
Al mismo tiempo, la invención del calculo por parte se Newton y del filosofo y matemático
alemán Gottfried Leibniz sentó las bases de la ciencia y las matemáticas actuales.
Michael Faraday uno de los científicos mas eminentes del siglo XIX, realizo importantes
contribuciones a la física y la química entre ellas las leyes de la electrolisis y el
descubrimiento del benceno.
Los descubrimientos de Newton de Leibniz y del filosofo francés Rene Descartes dieron
paso a la ciencia materialista del siglo XVIII, que trata de explicar los procesos vitales a
partir de su base físico-química.
La confianza en la actitud científica influyó también en las ciencias sociales e inspiró el
llamado Siglo de las Luces, que culminó en la Revolución Francesa de 1789. El químico
francés Antoine Laurent de Lavoisier publicó el Tratado elemental de química en 1789 e
inició así la revolución de la química cuantitativa.
Esta teoría revolucionaria se publicó en 1859 en el famoso tratado El origen de las
especies por medio de la selección natural.
Los avances científicos del siglo XVIII prepararon el camino para el siguiente, llamado a
veces "siglo de la correlación" por las amplias generalizaciones que tuvieron lugar en la
ciencia. Charles Darwin estuvo influenciado por el geólogo Adam Sedgwick y el
naturalista John Henslow en el desarrollo de su teoría de la evolución de las especies.

Adam Sedgwick fue profesor de Charles Darwin, con quien


mantuvo una larga correspondencia. Aunque Sedgwick no aceptó
las ideas contenidas en El Origen de las Especies, mantuvo la
amistad con Darwin hasta su muerte. Sedgwick recibió la medalla
Copley en 1863 y la medalla Wollaston de la Geological Society of
London en 1851. [43]

Otras grandes figuras de esta época también fueron: Jhon Dalton con la teoría atómica
de la materia, las teorías electromagnéticas de Michael Faraday y James Clero Maxwell y
el físico británico James Prescott con la ley de la Conservación de la energía.
19

Y por supuesto Albert Einstein con la teoría de la


relatividad y por sus hipótesis sobre la naturaleza
corpuscular de la luz, es considerado uno de los mayores
científicos de toda la historia.
Creo que es imposible hablar de la ciencia sin nombrarlo.
Con su Teoría, transformó las líneas rectas de Newton en
curvas y presentó el espacio-tiempo como dimensiones
continuas.
Por otra parte a principios de siglo XX el científico Carl Von
Lineo tenia un profundo interés por la botánica y desarrollo
un sistema para clasificar las plantas en el que utilizaba un
método binomial de nomenclatura significa.
En el siglo XIX se han visto avances como lo es el genoma
humano, el proyecto de la NASA, que ha sido un gran paso
para el hombre, el desarrollo de la bomba atómica, el
descubrimiento de la vacuna de la poliomielitis ,la malaria,
la fiebre amarilla y demás, estamos en una constante
evolución y todo esto se debe gracias a que los esfuerzos
que han realizado los matemáticos, filósofos, biólogos y
demás que se cuestionaron, analizaron y razonaron cosas
sencillas de la vida cotidiana que en verdad son grandes
cosas al ser descubiertas.
Finalmente, después del análisis riguroso de los datos es importante plantear
conclusiones que permitan tanto el investigador como a otras personas identificar con
facilidad los resultados del estudio, determinando de forma precisa y resumida si la
hipótesis planteada sobre el problema fue o no comprobada. [44]

Aplicaciones de la lógica y de las matemáticas en la ciencia

La matemática se utiliza para expresar los modelos científicos. Además, la observación y


la recolección de datos, así como la formulación de hipótesis requieren la utilización de
modelos matemáticos y la utilización de las matemáticas. Las ramas más utilizadas de las
matemáticas son el cálculo y la estadística. [33]

Principia Mathematica de Isaac Newton

La lógica y la matemática son esenciales para todas las ciencias porque siempre son
exactas. La función más importante de ambas es la creación de sistemas formales
de inferencia y la concreción en la expresión de modelos científicos. La observación y
colección de medidas, así como la creación de hipótesis y la predicción requieren a
menudo modelos lógico-matemáticos y el uso extensivo del cálculo, siendo de especial
relevancia en la actualidad la creación de modelos numéricos, por las enormes
posibilidades de cálculo que ofrecen los ordenadores.
20

Las ramas de la matemática más comúnmente empleadas en la ciencia incluyen


el análisis matemático, el cálculo matemático y las estadísticas, aunque virtualmente toda
rama de la matemática tiene aplicaciones en la ciencia, aun áreas "puras" como la teoría
de números y la topología. El uso de matemática es particularmente frecuente en física, y
en menor medida en química, biología y algunas ciencias sociales (por ejemplo, los
constantes cálculos estadísticos necesarios en las investigaciones de la psicología).

Algunos pensadores ven a la matemática como una ciencia, considerando que la


experimentación física no es esencial a la ciencia o que la demostración matemática
equivale a la experimentación. Otros opinan lo contrario, ya que en matemática no se
requiere evaluación experimental de las teorías e hipótesis. En cualquier caso, la utilidad
de la matemática para describir el universo es un tema central de la filosofía de la
matemática.

Dado el carácter universal de la ciencia, su influencia se extiende a todos los campos de


la sociedad, desde el desarrollo tecnológico a los modernos problemas de
tipo jurídico relacionados con campos de la medicina o la genética. En ocasiones la
investigación científica permite abordar temas de gran calado social como el Proyecto
Genoma Humano y grandes implicaciones éticas como el desarrollo del armamento
nuclear, la clonación, la eutanasia y el uso de las células madre.
Asimismo, la investigación científica moderna requiere en ocasiones importantes
inversiones en grandes instalaciones como grandes aceleradores de partículas (CERN),
la exploración espacial o la investigación de la fusión nuclear en proyectos como ITER. En
todos estos casos es deseable que los logros científicos conseguidos lleguen a la
sociedad. [34]

El conocimiento científico adquirido ha permitido


al hombre llegar a la Luna. Neil Armstrong y Aldrin de la misión Apolo 11 fueron los
primeros en hacerlo el 21 de julio de 1969. Juntos caminaron sobre la Luna, recogieron
muestras, hicieron experimentos y tomaron fotografías, entre ellas, ésta del módulo lunar
con Aldrin de espaldas, tomada por Armstrong. Para el alunizaje se eligió este extenso
mar lunar por ser relativamente llano, denominado Mar de la Tranquilidad. [35]
Conceptos de ciencia [36]
• Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, y
de los que se deducen principios y leyes generales. En su sentido más amplio se
emplea para referirse al conocimiento en cualquier campo, pero que suele aplicarse
sobre todo a la organización del proceso experimental verificable. (Mario Bunge)
21

• La ciencia puede caracterizarse como conocimiento racional, exacto y verificable. Por


medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción
conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta. (Trefil James)
• Denominación de un conjunto de disciplinas escolares, que abarcan una serie de
materias basadas en la experimentación y las matemáticas. Hernán y (Leo Sheneider)
• Conocimiento profundo acerca de la naturaleza, la sociedad, el hombre y sus
pensamientos (Diccionario básico)
APLICACIONES [37]
• La ciencia se divide en numerosas ramas, cada una de las cuales tiene por objeto
solo una parte de todo el saber adquirido, a través de la experiencia y la
investigación.

• C. Exactas: Las que solo admiten principios y hechos rigurosamente


demostrables.
• C. Naturales: Las que tienen por objeto el conocimiento de las leyes y
propiedades de los cuerpos.
• C. Políticas: Las que estudian y analizan la estructura y funciones del gobierno.
• C. de la tierra: Conjunto de disciplinas que se ocupan de la historia, evolución y
reconstrucción de lo periodos del pasado ocurridos en la tierra.
• C. Humanas: Disciplina que tiene como objeto el hombre y sus comportamientos
individuales y colectivos.
• Filosofía de la ciencia: Trata de averiguar si por medio de la ciencia,
las teorías científicas revelan la verdad sobre un tema.
APORTES [38]
El objetivo primario de la ciencia, es mejorar la calidad de vida de los humanos, también
ayuda a resolver las preguntas cotidianas.
Muchos de los aportes que a realizado la ciencia es descifrando pequeñas incógnitas,
como si la tierra era plana y no redonda, o porque el agua moja, si existe un planeta
además del nuestro. Las resoluciones de estas incógnitas ha aportado mucho a
las investigaciones actuales, muchas de las cosas que sabemos hoy en día es porque
personas en el pasado las resolvieron con la ayuda de la ciencia.
El estudio de la ciencia primordialmente se ha dado gracias a la necesidad, de darle
explicación y solución a diferentes problemas, por decir en la época antigua cuando
querían controlar la mercancía que había en un país o sitio se tenia la necesidad de crear
un mecanismo de conteo el cual ayudara a controlar la mercancía y así fue como de dio
origen al sistema numérico actual.
Durante el transcurso de las décadas la ciencia genero muchos de los descubrimientos de
hoy como lo es el genoma humano, que se creo a partir del descubrimiento de los genes,
que ha generado un gran avance en cuestiones medicas y por supuesto genéticas ya que
se pueden prevenir futuras enfermedades; así como esta son muchos los aportes que la
ciencia le ha realizado a las matemáticas, estadística, física, astronomía etc.
Relación de la ciencia y tecnología: [39]
El hombre ha hecho la técnica, pero esta también lo ha modelado a él en buena medida.
La técnica, en cuanto dominio de la naturaleza, nació con el hombre y fue desa-
rrollándose desde una cosa (hueso, piedra, rama) usada como instrumento, hasta el fue-
go y la rueda, y luego hasta los más modernos cerebros electrónicos. Su historia es la
historia del poderío del hombre, de su capacidad creciente para lo mejor y lo peor.
Pero el hombre no solo quiso dominar la naturaleza, sino también explicarla. Así nacieron
los intentos de explicación del mundo, propios de las grandes culturas. En Grecia, por ej.,
en el siglo VII a. C., surgió la filosofía, o "amor de la sabiduría", cuyos cultores eran
22

también, aunque primitivamente, científicos; buscaban conocer la naturaleza de las


cosas. De ellos provino nuestra civilización occidental.
La ciencia moderna, basada no solo en la observación de la naturaleza, sino en su
reiteración por medio de los experimentos, comenzó en el siglo XVII, con Galileo Galilei.
Primeramente no afectaba los pensamientos o costumbres de los hombres corrientes.
Pero en los últimos ciento cincuenta años se ha convertido en un factor importante que
determina la vida cotidiana de todo el mundo.
Este lapso marca el tiempo en que ciencia y técnica se relacionan más estrechamente,
dando lugar a la Revolución Tecnológica, cuyo resultado es la Sociedad Tecnológica en la
que nos toca vivir.
La relación que existe entre estas, es que ambas necesitan de un método experimental
para ser confirmadas, puede ser demostrable por medio de la repetición. Por otra parte,
la ciencia se interesa mas por el desarrollo de leyes, las cuales son aplicadas por la
tecnología para sus avances. Existe una tecnología para cada ciencia, es decir, cada rama
posee un sistema tecnología diferente, que permite un mejor desarrollo para cada una de
ellas. Cabe recordar, que la tecnología se percibe con los sentidos, es decir, podemos
observarla y verla.
Nosotros vivimos en un mundo que depende de forma creciente de la ciencia y la
tecnología. Los procesos de producción, las fuentes de alimentación, la medicina,
la educación, la comunicación o el transporte son todos campos cuyo presente y futuro
están fuertemente ligados al desarrollo tecnología y científico. La ciencia y la tecnología
han contribuido a mejorar nuestras condiciones de vida, aumentando la calidad de vida y
transformando nuestro entorno. Sin embargo, han ocasionado también problemas como
lo son: el aumento de la contaminación, el uso de sustancias toxicas, el deterioro
progresivo del medio ambiente, la desertización, el empobrecimiento de la flora y
la fauna, los accidentes y enfermedades relacionados con la tecnología son una parte
importante de estos riesgos. Por otra parte también tiene efectos sobre la economía,
aumentando las diferencias entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, y
agravando las situaciones de pobreza. La ciencia y la tecnología son elementos que van
transformando nuestro entorno día a día.
En 1764 el escocés James Watt, reparando y. mejorando un aparato sobre el que Papin,
físico francés, y Newcomen, mecánico inglés, habían ya trabajado intensamente, dio
nacimiento definitivo a la máquina de vapor. Esta sustituyó al molino hidráulico en las
fábricas de harina y en las serrerías, mecanizó el arte de hilar y contribuyó como motor
para la eliminación del agua en las minas. Esta primera revolución industrial aceleró el
adelanto de la técnica, porque la industria planteó nuevas exigencias prácticas; y estas a
su vez, apremiaron las investigaciones científicas para darles un fundamento y una
explicación teóricos. De esta manera se inauguró un apoyo mutuo entre industria, ciencia
y técnica, que ha conducido en nuestro siglo a la segunda revolución industrial y a la
revolución tecnológica, con incidencia transformadora en la manera de relacionarse del
hombre.
Surge entonces un nuevo tipo de relación del hombre con la naturaleza, que puede
resumirse en tres palabras: explotación, superación, desequilibrio.
El hombre contemporáneo ya no se limita a obtener de la naturaleza lo que esta "le
ofrece, sirio que fuerza la relación con ella para explotarla lo más posible, valiéndose de
sus recursos energéticos. Estos, que inicialmente -a partir de la maquinaria de vapor- se
reducían al carbón, se vieron ampliados en poco más de un siglo con la aparición de la
electricidad, el gas natural, el petróleo y la energía nuclear. Ahora, ante la perspectiva de
agotamiento de las fuentes energéticas tradicionales -carbón, petróleo y madera-, el
hombre piensa en tres nuevas fuentes de energía natural: el mar, la energía interna de la
tierra y el sol. Junto a ellas hay que situar el láser o rayo láser, es decir el manantial
luminoso de luz coherente, cuyo procedimiento se introdujo en 1945.
23

Hay que señalar además otro hecho decisivo: la Revolución Verde. La inició, si-
lenciosamente, Norman Ernest Borlaug, desde su centro de investigaciones de Méjico, en
195. El científico norteamericano de origen noruego, Premio Nobel de la Paz en 1970,
consiguió obtener, después de muchos años de trabajo, semillas híbridas de trigo
resistente a las enfermedades y capaz de asimilar gran cantidad de fertilizantes; con lo
cual se multiplicó el rendimiento por hectárea.
La técnica, también le hace posible al hombre superar su propia naturaleza, eliminando
los límites corporales. Vertiginosa ha sido la aceleración de las comunicaciones, desde el
primer mensaje telegráfico del mundo que se realizo entre Washington y Baltimore en
1845. En poco más de cien años han aparecido los cables transoceánicos, el teléfono, la
radio, el telex, la televisión y los satélites artificiales. Es muy probable que las nuevas
técnicas del láser dejen atrasados a todos los medios anteriores en muy corto plazo.
Igualmente, los medios de transporte son una gran prolongación del hombre, per-
mitiéndole trasladarse en pocas horas de un extremo al otro de la tierra.
Se facilita así la universalización de los problemas y un mayor sentido de la solidaridad
humana ante ellos.
Con la máquina el hombre multiplica el poder de sus sentidos. Para darse cuenta de ello
basta considerar lo referente a la capacidad de visión: el microscopio electrónico nos
introduce en el mundo infinitesimal, mientras el telescopio traslada nuestro horizonte a
millones de kilómetros; y entre ambos extremos hay multitud de aparatos destinados a
facilitar nuestra facultad de ver: el radar, que nos consiente superar la oscuridad; la
televisión, que elimina las distancias; los rayos X, que atraviesan la materia, etc.
Sin ninguna duda, la prolongación más importante y más genuinamente humana es la de
nuestra inteligencia gracias a las máquinas calculadoras. Con ellas se ha inaugurado una
nueva época, en la que nosotros ya estamos sumergidos.
El hombre moderno ha perdido en gran medida la visión de la naturaleza como com-
pañera de su vida, y ha causado grandes daños al medio que lo rodea. Aquí debemos si-
tuar los problemas de la contaminación, la ruina del paisaje y el deterioro del medio
ambiente; problemas de solución compleja que deben ser abordados a escala mundial,
estando en juego nada menos que la supervivencia de la raza humana.
Esta situación de desequilibrio con la naturaleza se manifiesta también al considerar la
relación con nuestro propio cuerpo. Vivimos obsesionados por la persecución del confort
siempre incompleto, y a la vez por el pánico ante cualquier síntoma de trastorno corporal
François Jacobs es una leyenda viva de la ciencia francesa. Junto con la figura
controversial de Jacques Monod, creó todo un estilo de investigar en nuestros días. Diez
años de intenso trabajo los condujo a un modelo real de lo que los sociólogos de la
ciencia llaman la creación de "sistemas experimentales", unidades esenciales de
investigación donde los escasos investigadores de la época (1950-1960) pueden sentar
las bases de una nueva hiperciencia, en este caso la genética molecular que, según
algunos, deberá maravillarnos en el siglo XXI.
Le pregunto al profesor Jacob sobre los límites de la ciencia, de su ciencia, y me
responde: "Hay quienes no soportan el desafío del conocimiento, y se asustan de que la
ciencia parezca ser, muchas veces, una desenfrenada carrera por el mañana". [40]
La tecnología ha invadido también el campo de la medicina, contribuyendo a erradicar
muchas enfermedades y aumentando la duración de la vida. Pero, como consecuencia de
las condiciones de vida de la nueva sociedad, han aparecido nuevas enfermedades o se
han multiplicado otras que eran raras. Especialmente enfermedades del sistema nervioso.
Los avances técnicos han abierto el camino para la transformación del hombre por
procedimientos médicos. La aplicación de drogas en interrogatorios y la manipulación
psicológica son hoy un hecho. Y para un futuro muy breve se presentan las posibilidades
de la bioingeniería.
24

La eliminación de las epidemias y la disminución de la mortalidad infantil han hecho


crecer vertiginosamente el número de habitantes de nuestro planeta. Para el año 2000 la
población mundial superará los 6000 millones. Los problemas planteados por este
crecimiento, que además se polariza en las zonas más pobres, son ya angustiosos.
La vida, en sí misma, ha perdido importancia. Ha pasado a ser un objeto más de la
ciencia y la técnica. Lo comprobamos en la frialdad de los cálculos que prevén los
muertos en accidentes de tránsito vial en un fin de semana o el costo humano de una
obra de ingeniería; en los intentos de justificar el aborto; en la indiferencia con que el
hombre de hoy puede sembrar la muerte en torno suyo.
Esta minusvaloracion de lo vital se manifiesta también en la pérdida del sentido del
misterio ante la vida y en la disminución de nuestra capacidad para la admiración, el
asombro y la poesía. Ya casi nada nos afecta, ni los horrores de la guerra que se hacen
presentes en nuestras casas por la televisión, ni los éxitos científicos más
espectaculares. Vivimos muy de prisa; los acontecimientos se aceleran y por ello pierden
importancia ante nuestros ojos. De esta manera despiertan recelo el sentimiento, la
compasión -o "padecer con otro"- y la emoción. Como el progreso tecnológico y
farmacológico origina una creciente intolerancia contra todo lo que ocasione el menor
desagrado, desaparece la capacidad humana para el gozo, que solo es posible después de
superar impedimentos, y se termina en un indecible aburrimiento.
Pero esto mismo ha despertado una fuerte reacción en nuestra sociedad occidental. El
hecho de que cada día surjan más voces defendiendo el valor de la espontaneidad, la
alegría, la fiesta; algunos rasgos del movimiento contracultura), el interés por las
sabidurías orientales, las asociaciones en favor de la paz, etc., manifiestan un nuevo
aprecio por la vida.
Todas las transformaciones de la sociedad tecnológica repercuten en el hombre. Su vida
psíquica actúa como una caja de resonancia.
Hace ciento cincuenta años los únicos medios artificiales que poseía el hombre para
enriquecer su mundo cultural eran la prensa y el libro. Hoy no solo leemos las noticias,
sino que podemos escucharlas por radio, verlas en la televisión, detenerlas
temporalmente en la fotografía, o hacerlas vida en el cine. Los sonidos pueden ser re-
cogidos y reproducidos mediante cintas magnetofónicas. La electrónica multiplica y per-
fecciona los medios audiovisuales. La holografía (= método para obtener una fotografía
en volumen) permite reproducir las cosas tal corno las vemos en la naturaleza.
Esta primacía de la imagen crea en nosotros la costumbre de "ver las cosas", que puede
provocar desconfianza hacia las realidades que no pueden verse, como son muchos de los
aspectos más profundamente humanos de la vida. Por la dependencia de la imagen
corramos el riesgo de quedarnos en la superficie de las cosas, en lo que entra por los
sentidos, sin profundizar en su verdadero significado y en su auténtico valor. Además, las
imágenes, oportunamente empleadas, pueden eliminar el sentido crítico. A eso tiende la
propaganda, para que la gente consuma, acepte sin reflexión...
El hombre contemporáneo, por la movilidad social y la aceleración de los cambios, siente
que 'está de paso". No puede decir nada sobre su futuro inmediato, y las circunstancias
en que vive le impiden regresar a la seguridad de su pasado. Esta situación, que a
menudo se experimenta con intensidad en la adolescencia, se hace general y parti-
cularmente dolorosa en el caso de la emigración.
La libertad es hoy el tema central de las aspiraciones del hombre. Pero es justamente en
nuestra época cuando han surgido nuevas formas de opresión y se han vigorizado otras.
En efecto:
La información nos llega mediatizada por los poderes políticos y económicos.
El sistema económico que defiende la libertad de unos pocos es causa de explotación
para gran número de hombres, al tiempo que crea la esclavitud del éxito y antepone el
triunfo individual a la solidaridad con los demás.
25

El trabajo del hombre de hoy se ve reducido muchas veces a un gesto mecánico en una
cadena de producción, sin que pueda experimentarlo como un acto verdaderamente
humano.
La actividad política se ve gravemente impedida en los regímenes totalitarios o es
manipulada por quienes anteponen la conquista del poder para unos pocos al bien común
de la mayoría.
Al mismo tiempo la sociedad actual multiplica nuestras posibilidades de elección en
cuanto a los objetos de consumo. Con ello mantiene inalterada la situación, pero nos
engaña permitiéndonos decidir en cosas sin importancia.
Si las transformaciones sociales son muy intensas o demasiado rápidas, surge la
tentación de la huida. Muchas veces caemos en ella, pero no lo hacemos directamente,
sino a través de ciertas actitudes.
Algunas de ellas son:
La inhibición. Con ella intentamos evitar el conocimiento de lo que pueda producirnos
desagrado. Tratamos en especial de evitar el encuentro con la pobreza, el sufrimiento y
la muerte.
La diversión: Con esto procuramos sustituir los temas desagradables o conflictivos por
otros que absorben nuestra atención (un partido de fútbol, una novela barata,
pansexualismo fácil…)
La superficialidad. Huimos de los problemas quedándonos en la superficie de las
situaciones tratando de no meternos en líos. Esta postura se manifiesta en nuestras
opiniones, en nuestro empleo del tiempo libre, etc. Pero especialmente repercute en
nuestra relación con los demas, que se hace impersonal y elude los niveles de confianza
que puedan implicar una puesta en común de los problemas.

No hay complicaciones, pero tampoco amistad.


La despersonalización. Con ella renunciamos a nosotros mismos para refugiarnos en la
masa. Evitamos ser así interpelados personalmente, tener que tomar decisiones,
arriesgarnos. Siendo como todos, vistiendo la misma ropa, comprando los mismos obje-
tos, frecuentando los mismos lugares, nos sentirnos seguros. Cuando se agudiza la
despersonalización abre la puerta a los totalitarismos y suscita el miedo a la libertad
El impacto de la técnica no hubiera sido posible sin el desarrollo de la ciencia. Además,
los cambios más profundos, los que se refieren a la imagen que el hombre tiene de sí
mismo y de Dios, responden preferentemente a la acción de la ciencia. Esta influye de
doble manera: deshaciendo la falsa seguridad del hombre, y creando una mentalidad
caracterizada por el aprecio al dato objetivo, a la experimentación y a la expresión ma-
temática de los resultados. Esta acción se polariza en cuatro grandes transformaciones
que pasamos a señalar.

EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA MODERNA.


LA REVOLUCIÓN ASTRONÓMICA
La mayoría de los historiadores sitúan en Galileo Galilei el comienzo de la ciencia
moderna. En su persona confluyen dos aspectos decisivos:

1. El científico que recoge las teorías precedentes, las analiza con sentido crítico y las
evalúa con criterio personal. Para esto se vale no solo de la observación,
sino también de la experimentación.

2. El humanista, que en un clima de libertad defiende sus teorías físicas y astronómicas,


poniendo en tela de juicio todo el sistema de Aristóteles.
Galileo hizo patente estos rasgos en su defensa de la teoría de Copérnico, hecha pública
en 1543, según la cual la Tierra no ocupa el centro del Universo, sino que gira alrededor
26

del Sol. El hombre queda así desterrado del centro del Universo. Este cambio -que ha
acuñado la expresión "giro copernicano"- y una interpretación errónea de la Escritura,
llevó a unos miembros de la Iglesia de Padua a considerar herética dicha teoría. A raíz de
ello, en 1616 la Congregación del índice condenó la hipótesis de Copérnico. Pero Galileo
no desistió de sus ideas, escribiendo entre 1625 y 1629 los famosos "Diálogos sobre los
dos principales sistemas universales", que lo condujeron al proceso de la Inquisición
(1633), en el que fue obligado a abjurar de la teoría copernicana. Ese proceso marca la
liberación para la nueva ciencia de la tutela de la Iglesia.

LA REVOLUCIÓN BIOLÓGICA

El siglo XVIII ofrece otro rasgo decisivo: la matematización de las leyes científicas y de
sus resultados. El auge de la ciencia, el clima de libertad que reclamaba, y la precisión
con que comenzaba a expresarse, crearon en algunos sectores un optimismo ingenuo que
consideraba la ciencia como la salvación para el hombre. Así nació el cientifismo. En este
clima de exaltación de la ciencia apareció en 1859 "El origen de las especies...", de
Darwin. Con esta obra se hizo pública la teoría de la evolución, "que, completada por
Haeckel y T. Huxley, incluía al hombre en la historia del mundo animal, haciéndolo
descender de animales menos evolucionados. De nuevo el hombre se veía excluido de
una posición de privilegio -ser el "rey de la creación"- para encontrarse situado como un
eslabón más, aunque decisivo, en la historia de la evolución.

LA REVOLUCIÓN DE LAS CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO HUMANO:


SOCIOLOGÍA Y PSICOLOGÍA

Ubicado el hombre dentro del mundo animal, no existía ya ningún reparo para someterlo
al estudio objetivo de la ciencia. Nacen así las ciencias del comportamiento humano: la
sociología y la psicología.

La sociología, a partir de las teorías de Marx, pone de manifiesto que la actividad cultural
no es tan original y gratuita como el hombre creía, sino que responde a una situación
socio-económica concreta y, en muchos casos, puede servir de defensa a una estructura
injusta.

La psicología, especialmente gracias al psicoanálisis de Freud, penetra hasta la intimidad


más profunda del hombre y descubre que lo inconsciente condiciona inadvertidamente la
forma de pensar y vivir del hombre. Las teorías de Freud acaban destronando al hombre
de su propio mundo personal al afirmar que ni siquiera sus acciones aparentemente
concientes le pertenecen por completo.

LA CRISIS DE LA FÍSICA MODERNA


A las transformaciones introducidas por las ciencias del comportamiento hay que añadir
el cambio de mentalidad provocado por la Física moderna, máxime a partir de las
investigaciones de Marx Planck (Teoría Cuántica, 1900), Alberto Einstein (Teoría de la
Relatividad, 1905-1916) y Werner Eisenberg (Principio de Indeterminación, 1925). Esta
todavía en elaboración la revisión de los principios clásicos de simultaneidad y causalidad,
y de los conceptos de espacio y tiempo; y se ha puesto de manifiesto la limitación de las
posibilidades humanas ante la naturaleza. Por ello, la mentalidad común a muchos
científicos se halla hoy caracterizada por la modestia. Por otra parte, la aplicación bélica
de los descubrimientos de la física, sobre todo en el campo del átomo, ha planteado
crudamente el problema de la responsabilidad del científico.

Teorías sobre el Origen del Universo


27

Para explicar el origen del universo


muchos científicos están de acuerdo con la
teoría del Big Bang, pero esta teoría deja
muchas cuestiones sin resolver, motivando
a otros a proponer otras alternativas que
nos pueden parecer desopilantes.
La teoría del Big Bang sostiene que hace
alrededor de 13700 millones de años toda
la materia, la energía, el espacio y el
tiempo se concentraba sólo en un punto
extremadamente caliente del tamaño de
un electrón, de donde emergió todo.

Este modelo fue propuesto por el físico ruso George Gamow en 1948; y posteriormente,
los avances científicos detectaron vestigios de la gran explosión.
Pero aún existen muchas controversias, principalmente en el aspecto crucial de si el
universo ha sido creado o si ha existido siempre; y el verdadero enigma es qué es lo que
existía antes de la explosión.
Si miramos el cielo ahora, estamos viendo lo que sucedió hace millones de años, ya que
la luz de las estrellas tardó mucho tiempo para llegar hasta nosotros, de manera que sólo
en un futuro muy lejano se podrá ver el firmamento como verdaderamente es ahora.
El universo parece estar expandiéndose cada vez más velozmente, fenómeno que
contradice lo que ocurre luego de una gran explosión, desde el punto de vista de la física
que conocemos, ya que toda masa que explota tiende a frenarse.
Este hecho motivó a los astrofísicos a pensar en la existencia de una energía oscura,
causante de tal aceleración. Pero esta energía es invisible y por ahora sólo consiste en un
concepto teórico para explicar el aumento de la velocidad de la expansión.
Existen muchas teorías que conciben universos cíclicos sin principio ni fin donde el
espacio y el tiempo siempre existieron, donde un campo de energía creó la radiación y la
materia densa con la propiedad de expandirse, según el modelo del Big Bang y
contraerse luego de billones de años luz .
La teoría de las branas concibe el universo como membranas paralelas e infinitas que se
mueven en dimensiones diferentes.
Otros científicos trabajan en la teoría del rebote, que es la que propone que el cosmos no
está en expansión constante sino que se contrae y rebota para expandirse nuevamente.
De modo que nuestro universo podría provenir de un universo gemelo anterior a partir de
un rebote, que no sería idéntico a él pero sí tendría las mismas leyes físicas y la misma
noción del tiempo.
La teoría de las cuerdas nos dice que el universo no está formado por partículas sino por
cuerdas, dando lugar a una nueva manera de entender el espacio y el tiempo y a la
noción de universos paralelos.
Según este esquema, nuestro universo es una membrana de cuatro dimensiones que se
mueve entre otras; y cada vez que dos membranas se encuentran generan un Big Bang y
un nuevo universo.
El Bing Bang no sería entonces un hecho único sino que podrían ser fenómenos continuos
que se producen en zonas del espacio tiempo, que crean mundos paralelos y donde
supuestamente todo volverá a suceder infinitas veces, igual o diferente en un eterno
proceso de expansión.
28

Fuente: “Del mundo cuántico al universo en expansión, Shahen Hacyan, Ed. FCE, Madrid,
2008, cit en http://filosofia.laguia2000.com/general/teorias-sobre-el-origen-del-universo

IMPACTO DE LA SOCIEDAD TECNOLÓGICA EN LA FE: UNA NUEVA


RELACIÓN CON DIOS
1. CONCEPCIÓN PROFANA DEL MUNDO
El hombre occidental encuentra en la ciencia la explicación que antes buscaba en lo
sobrenatural. Somete la naturaleza a su control y a sus manipulaciones; lo que descubre
no son, al parecer, sino realidades de aquí abajo: las leyes de la materia y su propia
imagen. Ha perdido así la facultad de saber leer en la naturaleza la obra de Dios.

2. DIFICULTADES PARA EL LENGUAJE NO CIENTÍFICO


La ciencia tiene un método propio que asocia los criterios de certeza a las posibilidades
de experimentación, y expresa los resultados obtenidos con un lenguaje matemático,
objetivo, preciso. No encara, es cierto, sino el aspecto cuantitativo y mensurable del
mundo. No agota todo lo real: la poesía y la música, por ej., son tan reales como los
datos científicos. Pero es innegable que la mentalidad contemporánea encuentra una
dificultad especial para aceptar lo trascendente, para captar a Dios y su Reino.
Aparecen entonces dos intentos de solución: excluir teóricamente a Dios o relegarlo a
lugares y situaciones "inofensivas": los templos, el mundo de los niños, las "situaciones
límite", etc.
Al mismo tiempo surge otro peligro: el de trivial izar la existencia por miedo a la reflexión
y a encontrarse consigo mismo. Es patente la incapacidad del hombre moderno para
estar a solas con su propio Yo, aunque solo sea por un breve lapso de tiempo

3. EXALTACIÓN DEL PODER DEL HOMBRE. RIVALIDAD CON DIOS


El mundo de la técnica suscita en el hombre, junto con el sentimiento de su grandeza, el
de su poder; de un poder que puede extenderse hasta límites que cada día se alejan
más. Pero en muchas ocasiones el hombre ha tomado este hecho positivo como una
exaltación frente a Dios. Esto se debe a una falsa imagen de Dios.

Pero los cristianos, lejos de pensar que las conquistas logradas por el hombre se oponen
al poder de Dios y que la criatura racional pretende rivalizar con el Creador, deben estar,
por el contrario, persuadidos de que las victorias del hombre son signo de la grandeza de
Dios y consecuencia de su inefable designio: el de gobernar el mundo y desarrollar con el
trabajo la obra de la creación

4. Primacía de la eficacia. Pérdida del sentido de lo gratuito


Son fruto de la dinámica de la técnica, que acentúa el sentido de la eficacia y destruye la
austera grandeza de la gratuidad. Por ello, en una civilización técnica, a los viejos, a los
enfermos, a los incurables, solo se los tolera.
Por otra parte, la búsqueda de la eficacia puede aumentar hoy la fecundidad de la
entrega y el sacrificio. No se debe, con todo, olvidar que el gesto de compartir y la alegría
de dar y recibir son más Importantes que el pan que se logre repartir.

5- Concepción materialista de la vida


El contacto asiduo con la materia que se desea conocer y dominar, y el estudio del ser
humano como un fenómeno más de la naturaleza, pueden conducir al hombre técnico a
una visión exclusivamente materialista, vacía de todo misterio.
Sin embargo, profundizando en su actividad técnica, el hombre puede encontrar una
expresión de su dimensión espiritual, al discernir, por un lado, el orden maravilloso que
impera en los seres vivos y en las fuerzas de la naturaleza, y al advertir, por el otro, que
él puede descubrir ese orden y forjar los instrumentos adecuados para adueñarse de esas
fuerzas y ponerlas a su servicio

6. Creación de un mundo artificial


29

En virtud de la técnica, un medio artificial remplaza al natural, que durante muchos


siglos y en distintas culturas había sido terreno de encuentro con Dios. Dios está
ausente, es expulsado del mundo creado por el hombre con su trabajo.
7. Aislamiento espiritual del hombre contemporáneo
El hombre moderno, con su vivir apresurado y sus relaciones anónimas, encuentra
dificultad para sentirse miembro de una comunidad universal como es la iglesia,
aceptando personalmente la vinculación con su Historia y su tradición, y captando la
dimensión personal del amor de Dios a través de la amistad, la acogida y el perdón, en la
relación con los demás miembros de esa comunidad.
La fe madura en la relación con las personas y la conciencia del aislamiento y neutralidad
espiritual afecta gravemente al mundo de hoy.

EL CRISTIANO EN LA SOCIEDAD TECNOLÓGICA


Ser cristiano es, fundamentalmente, aceptar el mensaje de Jesús e intentar vivir como El
vivió. Este proyecto no puede encerrarse en fórmulas ni está condicionado a ninguna
cultura determinada. Pues, ¿cómo actuarlo en medio de la sociedad tecnológica actual?

1. VALORACIÓN DE LA TÉCNICA Y LA CIENCIA


Ciencia y técnica son poderes que el hombre mismo ha creado, pero que hoy, muchas
veces, es incapaz de controlar. El cientifismo que veía en la ciencia la solución a todos los
problemas del hombre, ha quedado atrás. Hoy aumentan las denuncias contra la
aparente neutralidad de la ciencia. La investigación, en efecto, exige sumas enormes de
dinero, pero la ciencia no tiene medios para su autofinanciamiento; pervive mientras esté
respaldada por los sistemas de poder, económicos y militares; pero estos "protegen" .y
subvencionan la ciencia, solamente cuando les proporciona lo que buscan, cuando les
enseña cómo hacer posible la extensión de su poder.

La técnica también ha sido duramente atacada: "La tecnología como tal no puede ser
separada del empleo que se hace de ella; la sociedad tecnológica es un sistema de
dominación que opera ya en el concepto y la construcción de las técnicas".

La toma de conciencia del gravísimo peligro encerrado en una ciencia y técnica esclavas
del poder, ha dado lugar al miedo ante el futuro. Esta actitud alcanza su expresión más
alta en las obras ya clásicas de A. Huxley, "Un mundo feliz", y Orwell, "198V, y colorea
algunos capítulos de "El shock del futuro", de A. Tofler, y "El año 2000", de H. Kahn y A.
Wiener; Así y todo, nosotros rendimos culto a la ciencia y la técnica: aceptando las
necesidades artificiales que nos plantean; admirando el poder desconocido y peligroso de
las fuerzas creadas por nosotros; exigiendo conocimiento científico para todas las
realidades del hombre. También las ideologías contemporáneas, especialmente el
marxismo, acuden continuamente a una fundamentación científica de sus doctrinas.

La ciencia y la técnica no son neutrales, porque el hombre no es neutral; él ha escogido


su escala de valores y actúa de acuerdo con la misma. Y al enfrentarnos con el mal
empleo de la ciencia y la técnica y su frecuente alianza con poderes opresivos, no
podemos olvidar que esto responde al egoísmo personal del hombre, cristalizado
socialmente en unas estructuras injustas. Es necesaria una conversión personal de todo
hombre para poder transformar la ciencia y la técnica en servidoras de la humanidad. Y al
mismo tiempo es imprescindible un cambio en las estructuras de nuestra sociedad para
que este servicio sea verdaderamente posible. Nuestro esfuerzo como creyentes tiene
que encaminarse hacia esos objetivos.

2. LAS RELACIONES ENTRE CIENCIA, FILOSOFÍA Y RELIGIÓN: LA SUPERACIÓN


DE UN MALENTENDIDO
En la raíz de las tensiones surgidas entre la actitud científico-técnica y la postura
religiosa, hubo, la mayoría de las veces, una confusión de los papeles a jugar por la
30

ciencia, la filosofía y la religión. Por ello, la reflexión sobre nuestra tarea como cristianos
requiere una distinción previa del terreno y método propios de cada una de ellas.
La religión es el conjunto de estructuras por las que el hombre expresa su deseo de Dios
o manifiesta su relación con él. Tiende a dar una respuesta específica al sentido de la
vida, y, en la medida que es auténtica y se ciñe a lo trascendental, aporta una dimensión
de gratuidad.
La filosofía señala una situación puente entre la religión y la ciencia. Se aproxima a la
religión en cuanto que es un "modo de vida", es decir, moldea la forma de enfrentarse
con la existencia. Se acerca a la ciencia en la medida que postula una especulación
racional y una exigencia de rigor intelectual.
La ciencia, por su parte, mira los datos concretos de nuestra experiencia sensible. Su
campo propio es el mundo materia! y objetivo. En su variación actual se enfrenta a él sin
prejuicios, con la plena autonomía de la razón humana. La técnica concreta esta labor
sacando de las teorías científicas sus aplicaciones prácticas.

Por tanto, la primera actitud para desarrollar una relación correcta entre ciencia, filosofía
y religión, debe ser el respeto a la autonomía de cada una de ellas. Así en la búsqueda de
la verdad científica se adoptó un agnosticismo metodológico, es decir, ni se afirmará ni se
negará a Dios. De otra manera existiría el riesgo de caer en el cientificismo, es decir de
asumir para la ciencia, la función religiosa. La religión, a su vez, debe respetar la
autonomía de la ciencia, sin emplear a Dios como hipótesis para “resolver” las cuestiones
que la ciencia deja todavía sin respuesta.
Pero autonomía no significa desvinculación. El hombre científico no es hombre por una
parte y científico por otra, sino que debe realizar una armonía simultánea entre las
diversas facetas de su personalidad.

NUEVOS CAMINOS PARA DESCUBRIR EL ROSTRO DE DIOS

Dios ya no aparece como respuesta a muchas cuestiones que han sido aclaradas por la
ciencia. Pero este hecho abre las puertas al encuentro con el Dios gratuito que se revela
en Jesús de Nazaret; el Dios cristiano que no ofrece cosas, sino que se entrega El
mismo.

La técnica capacita al hombre para actividades más verdaderamente humanas. El hombre


que tiene resuelto el problema del pan material, puede comprender mejor las palabras de
Jesús: "No trabajéis por el alimento que se acaba, sino por el que dura para una
vida sin término" (Jn 6, 27).

El hombre de hoy, que ha hecho retroceder el sufrimiento físico y la muerte y ha cubierto


muchas de sus necesidades, ya no se conforma con vivir. Desea vivir en plenitud, ser
verdaderamente feliz. Siempre ha perseguido este objetivo, pero es ahora cuando se
descubre con más medios para lograrlo. Al mismo tiempo, sabe, sin embargo, que en
esos medios se encuentra la amenaza para conseguir la calidad de su vida. Esto hace
multiplicar las protestas ante toda forma de progreso económico que no tenga en cuenta
un verdadero enriquecimiento para el hombre. Pues bien, esta actitud nos sitúa en — las
puertas de la pregunta evangélica: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo
entero, si arruina su vida?" (Mt 16, 26).

EL COMPROMISO DEL CRISTIANO EN LA SOCIEDAD TECNOLÓGICA


¿Qué puede ofrecer el cristiano a los hombres de esta sociedad tecnológica? He aquí unas
líneas generales que pueden servir de marco para las decisiones concretas:

El testimonio de los valores evangélicos


El mejor servicio que un cristiano puede prestar a los hombres de su tiempo es la
manifestación hecha vida de los valores evangélicos: la gratuidad, la entrega de sí
mismo, la dimensión trascendente de la vida, la existencia de valores no materiales, etc.
31

De esta manera aportará al mundo ese "suplemento de alma" de todo hombre y de todo
el hombre.
No puede darse una verdadera proclamación evangélica de los valores espirituales del
hombre sin hacer, simultáneamente, todo lo posible por mejorar sus condiciones mate-
riales de vida. Así lo pide no solo el espíritu, sino la misma letra del Evangelio (cf. Mt 25,
35), y así lo entendió la reflexión teológica de la primera comunidad cristiana (cf. 1 Jn 3,
16-19).
En esta sociedad en la que el hombre corre el riesgo de ser valorado únicamente por lo
que tiene o por lo que hace, y donde surgen nuevas formas de opresión y esclavitud, el
cristiano está llamado más que nunca a defender el valor de todo hombre y de todo el
hombre.

Colaboración para construir una nueva sociedad


Construir una nueva sociedad más humana y más justa exige la colaboración de todos. El
cristiano, por su vocación de hombre, está obligado a ello. Pero ha de actuar con estilo
evangélico, o sea, reflejando la escala de valores del Evangelio y la esperanza que nace
de la muerte y resurrección de Cristo. La reflexión sobre el Evangelio nos ayudará a
descubrir tal estilo, fundado en el mandamiento "Amaos los unos a los otros como yo
os he amado" (Jn 15, 12); nos apremiará, por lo tanto, a poner al servicio de todos los
hombres y especialmente de los más necesitados, los recursos que la técnica nos facilita.

Ofrecimiento del sentido de la vida


El cristiano no tiene soluciones para todos los problemas ni posee respuestas para todos
los interrogantes del hombre. Pero por la fe ha descubierto que Dios nos ama
personalmente; que es El quien tiene la última palabra, y que esta palabra es de sal-
vación.
Descubrir este sentido de la vida, profundizar en él y brindarlo a los hombres, es 'una
tarea particularmente necesaria en una sociedad como la nuestra que, tras intentar que
no se las plantee, deja al hombre a solas con sus preguntas más profundas.

En un interesante libro titulado The Religion of Technology,,de David F. Noble y


publicado por la editorial Paidós, de Barcelona en 1999, que tuve la oportunidad de leer
hace ya algunos años, el profesor Noble, historiador de la York University (Toronto),
intenta demostrar que nuestra sociedad tecnológica occidental tiene su origen en el
medioevo cristiano. Nobel dedica la primera parte de su libro a estudiar la interpretación
que algunos eclesiásticos medievales hicieron del pecado original (tal y como es descrito
en el Génesis) y el fin del mundo (tal y como es pintado en el Apocalipsis).

El mundo grecorromano había estado siempre dominado por los ideales de theoría
(contemplación) y logos (razón). Es lógico, por tanto, que para el espíritu clásico todo lo
que sonara a actividad práctica manual (la técnica) ocupara un segundo plano en la
definición esencial de lo humano. Esta percepción comenzó a cambiar con el surgimiento
de las órdenes monásticas medievales, pues ellas, sin abandonar la dimensión
contemplativa de la religiosidad, tuvieron que dedicarse también al trabajo manual para
sustentarse, y con ello revalorizaron las "artes mecánicas". La labor paciente y meticulosa
de los monjes no solo condujo a crear gran variedad de licores y reposterías (todavía hoy
muy apreciadas), sino también nuevas variantes de arados, molinos, técnicas
constructivas y de producción agrícola.

Con el paso de los siglos se hizo evidente la bondad de la técnica: facilitaba la vida del
hombre, permitía dedicar más tiempo a la contemplación, y los huertos conventuales
restituían a la naturaleza el carácter de jardín idílico que había perdido con el pecado.

En el renacimiento carolingio, con su escuela palaciega (Alcuino, s. IX), y principalmente


con Erígena, se crearon las bases teológicas para comprender esta nueva percepción: a
partir de ahora, la técnica sería vista como una forma de cooperar con Dios en el dominio
de la tierra y un camino para restaurar en el hombre la imago Dei deteriorada.
32

El segundo gran impulso a la tecnología procede de las órdenes mendicantes (s. XIII),
que vivieron en medio de un intenso clima milenarista. Antes del fin del mundo, dice el
Apocalipsis, los santos participarán durante mil años en el Reino de Cristo en la tierra.
Movido por esa visión -siempre según Noble-, el abad cisterciense Joaquín de Fiore
impulsó a sus monjes -y a varios Papas- para acelerar la llegada del milenio. Los
franciscanos recogieron el impulso milenarista y se lanzaron al mundo en un afán
misionero cuyos epígonos son los siglos renacentistas y modernos con sus
descubrimientos, colonizaciones e inventos.

La Reforma protestante, y singularmente Roger Bacon, fueron también grandes


impulsores de la encarnación de los ideales bíblicos en la técnica. Así, hasta llegar a la
revolución tecnológica del siglo XX.

En la segunda parte de su libro, Noble intenta demostrar cómo las grandes aventuras
tecnológicas contemporáneas también han sido llevadas adelante por "apóstoles"
(normalmente en el ámbito evangélico disidente), que se creían depositarios de una
misión divina. Siguiendo el camino abierto por los pensadores medievales, muchos
científicos han visto en la tecnología una forma de realizar las ideas teológicas de "espera
activa del Reino" y de "restauración de las condiciones de vida del Edén" (inmortalidad,
integridad, impasibilidad, etc.). Si bien esta peculiar fusión entre fe y tecnología es hoy
un rasgo característico solamente del cristianismo liberal -tal y como este se da en
algunas partes de Estados Unidos y Alemania-, no hay que olvidar, sin embargo, que en
sus orígenes, el fenómeno era más universal.

El hecho es que, a decir de Noble, un número significativo de los protagonistas de los


viajes lunares y de la conquista espacial (Von Braun, Scott...) fueron ministros
evangélicos y creyeron cosas tales como que la experiencia de la ingravidez era una
forma de superación de las condiciones terrenales de la existencia caída, etc. También
debe de ser cierto que algunos de los pioneros de la informática y de la inteligencia
artificial (Von Neuman, Packard...) persiguieron el ideal de inmortalidad, si no del
individuo, al menos de la especie humana. Algunos creadores de las redes virtuales
soñaron con la omnipresencia de los cuerpos gloriosos. E importantes investigadores del
Proyecto Genoma (Collins, Gilbert) consideran que la ingeniería genética es un "nuevo
Grial", que nos permitirá crear un segundo Adán.

Para Noble, todas estas aventuras tecnológicas no dejan de ser fantasías escapistas.
Según él, dependemos de extremistas empresariales, gubernamentales y mediáticos, que
apoyan falsas promesas de liberación a costa de los asuntos más urgentes. Antes que
pisar la Luna estaría remediar el hambre del mundo, etc. Hasta aquí podemos estar de
acuerdo. La dificultad surge en el paso siguiente.

Noble concluye su estudio afirmando que la propensión a la trascendencia que hemos


heredado de nuestro pasado religioso es un lastre que nos impide trabajar con
responsabilidad en "nuestra única existencia terrenal". En el fondo, lo que está afirmando
es que el credo cristiano resulta incompatible con la responsabilidad social. Pero
cualquiera que lea el ensayo verá que esto, más que una conclusión que se deduzca del
estudio, es una premisa de partida, pues a lo largo de todo el libro el profesor canadiense
deja traslucir una visión personal puramente secular del mundo, de la religión, de la
Iglesia y del "papado". Su trabajo es rico en intuiciones y está bien apoyado
documentalmente, pero resulta un poco escaso de perspectivas desde su nacimiento.
[40]

El caso de la ciencia islámica


Mucha gente se ha preguntado qué pasó con el esplendor inicial de la cultura y la ciencia
musulmana. Durante cuatro siglos brilló con luz propia, aunque fecundada por las
traducciones de textos de culturas vecinas, fundamentalmente de los clásicos griegos. El
33

álgebra, la trigonometría, la astronomía, la óptica, etc. se desarrollaron en dicho periodo.


Sin embargo, a partir del siglo XII la situación comenzó a cambiar.

A caballo entre los siglos XI y XII surge en el mundo islámico la figura de Al-Ghazali
(1058-1128), castellanizado como Algazel, teólogo y místico de origen persa. En su obra
“La incoherencia de los filósofos” atacó con vehemencia los excesos de racionalismo de
las escuelas musulmanas de la época, muy influídas por los filósofos griegos.

El tiempo transcurrido desde la aparición del Islam ya había hecho posible la instalación
de poderosas castas religiosas donde anidó dicha doctrina. Por doquier prevaleció el
“principio de unidad ontológica” - todo saber es único y proviene de Alá - y el “principio
de unidad epistemológica” - los métodos para obtener y evaluar los conocimientos deben
tener su base en el Islam - eliminando de esta manera todo posible conflicto entre fe y
razón.

Aquí reside el origen y fundamento del posterior recelo religioso respecto del racionalismo
y la lógica griega como medio independiente y autónomo respecto a la revelación
mahometana, portadora del conocimiento verdadero. La unidad del conocimiento se ha
mantenido siempre hasta hoy, aunque para ello se tuviese que prohibir o someter a
estricto control las ciencias naturales y el pensamiento racional.

Hubo, no obstante, impulsos hacia un racionalismo moderno y una epistemología


naturalista. Cabe destacar a Ibn Rush (Averroes) (1128-1198), hijo de un imán de
Córdoba, que en su obra más importante, “La destrucción de la destrucción”, refuta el
irracionalismo de Algazel. Acusado de hereje sus libros se quemaron por orden del califa
de Córdoba, que lo desterró a Lucena y acabó finalmente en Marrakesh. Su influencia en
el mundo islámico desapareció, pues su pensamiento se consideró peligroso para la fe.

No obstante, su proyección sobre los eruditos judíos de los siglos XIII al XVI, que las
tradujeron al latín, y su influencia en las universidades de Padua y Bolonia contribuyó
notoriamente al nacimiento de la ciencia moderna. “[41]

En este extracto, donde Carl Sagan explica el origen


del nombre de su serie de televisión, podemos ver
como las creencias paganas influyeron en la filosofía
naturalista de Carl Sagan.

«Todos nosotros descendemos de pueblos que


respondieron a los peligros de la existencia
inventando historias sobre deidades impredecibles o
malhumoradas. Durante mucho tiempo el instinto
humano de entender quedó frustrado por
explicaciones religiosas fáciles, como en la
antigua Grecia, en la época de Homero, cuando,
había dioses del cielo y de la Tierra, la tormenta, los
océanos y el mundo subterráneo, el fuego y el
tiempo y el amor y la guerra; cuando cada árbol y
cada prado tenía su dríada y su ménade.

Durante miles de años los hombres estuvieron oprimidos como lo están todavía algunos
de nosotros por la idea de que el universo es una marioneta cuyos hilos manejan un dios
o dioses, no vistos e inescrutables. Luego, hace 2.500 años, hubo en Jonia un glorioso
despertar; se produjo en Samos y en las demás colonias griegas cercanas que crecieron
entre las islas y ensenadas del activo mar Egeo oriental. Aparecieron de repente personas
que creían que todo estaba hecho de átomos; que los seres humanos y los demás
animales procedían de formas más simples; que las enfermedades no eran causadas por
34

demonios o por dioses; que la Tierra no era más que un planeta que giraba alrededor del
Sol. Y que las estrellas estaban muy lejos de nosotros. Esta revolución creó el Cosmos del
Caos.

En el siglo sexto antes de nuestra era, en Jonia, se desarrolló un nuevo concepto, una de
las grandes ideas de la especie humana. El universo se puede conocer, afirmaban los
antiguos jonios, porque presenta un orden interno: hay regularidades en la naturaleza
que permiten revelar sus secretos. La naturaleza no es totalmente impredecible; hay
reglas a las cuales ha de obedecer necesariamente. Este carácter ordenado y admirable
del universo recibió el nombre de Cosmos.» [42]

Creo que esta claro como el naturalismo influía visiblemente en sus creencias científicas.

Carl Sagan, seguramente fue el hombre más famoso de la comunidad científica moderna
en las últimas décadas, como astrónomo de renombre y personaje en los medios de
comunicación.

McArthur afirma que Sagan, “siempre mantuvo un firme antagonismo a las enseñanzas
de la Biblia sobre Dios y la creación. No obstante, él mismo se convirtió en el evangelista
televisivo más importante de la religión del naturalismo. En todos sus programas
predicaba una visión del mundo que se basaba por completo en presuposiciones
naturalistas. En todo lo que enseñaba subyacía la convicción firme de que todas las cosas
en el universo tienen una causa natural y una explicación natural. Esa creencia, que es
un asunto de fe personal y no el resultado de una observación científica verdadera,
gobernó y moldeó todas sus teorías acerca del universo.

Sagan examinó la vastedad y complejidad del universo y decidió llegar a la siguiente


conclusión, puesto que no tenía otro remedio en vista del punto de partida que eligió: no
existe algo que sea más grande que el universo mismo. Por esa razón, aplicó al universo
los atributos divinos de infinidad, eternidad y omnipotencia.” [43]

"El cosmos es todo lo que es, lo que siempre fue y lo que siempre será". [44]

Este fue el aforismo distintivo que Sagan repetía en cada episodio de Cosmos, su serie
televisiva con elevada sintonía. Es evidente que la declaración misma es un artículo de fe
y no una conclusión científica. Ni siquiera Sagan mismo, con ayuda de todos los
científicos del mundo, podría examinar jamás "todo lo que es, lo que siempre fue y lo que
siempre será".

El refrán de Sagan es una ilustración perfecta de la manera como el naturalismo moderno


confunde entre dogma religioso y ciencia verdadera. La religión de Sagan fue en realidad
una especie de panteísmo naturalista, y su frase predilecta lo resume muy bien. Este
hombre deificó al universo y todo lo que en él hay, con su insistencia en que el cosmos
mismo es lo que era, lo que es y lo que ha de venir (cp. Ap. 4:8).

Después de haber examinado una porción suficiente del cosmos para reconocer las
evidencias innegables del poder y la majestad infinitos del Creador, decidió atribuir esa
omnipotencia y gloria a la creación misma. (Ro. 1:20-22)

Tal como los idólatras a quienes Pablo describió, Sagan puso la creación en el lugar que
corresponde nada más que al Creador.

Carl Sagan observó el universo, contempló su grandeza y concluyó que podría ser más
grande. Sus presunciones religiosas le obligaron a negar el universo es resultado de un
diseño inteligente. De hecho, como nihilista devoto tenía la obligación de negar que tuvo
un principio y que fue creado.
35

Por esa razón siempre vio el universo como eterno e infinito, por al tomó el lugar de Dios
en su manera de pensar, carácter religioso de la filosofía que moldeó la visión del mundo
de Sagan lo evidente en muchas de las cosas que escribió y dijo. Su novela Contacto, se
convirtió en una gran producción cinematográfica en 1997, está repleta de metáforas e
imágenes religiosas. Trata acerca del descubrimiento de vida terrestre, lo cual sucede en
diciembre de 1999 con el albor del nuevo milenio, en un mundo cargado de expectativas
mesiánicas y temores apocalípticos.

En la imaginación novelesca de Sagan, el descubrimiento de vida inteligente en otras


partes del universo se convierte en una "revelación" que sienta las bases para la fusión
de ciencia y religión como única visión del mundo, la cual, sorpresa de sorpresas, refleja
con exactitud el sistema de creencias de Sagan, donde el cosmos es Dios y los científicos
son los nuevos sacerdotes.

La religión de Sagan incluía la creencia de que la raza humana no es especial absoluto.


Dada la vastedad inabordable del universo y su carácter personal, ¿cómo podría ser
importante la humanidad? Sagan concluyó que nuestra raza es del todo insignificante en
el universo. En diciembre de 1996, menos de tres semanas antes de su muerte, Sagan
fue entrevistado por Ted Koppel de la cadena de noticias ABC en los Estados Unidos.
Sagan sabía que estaba muy cerca de la muerte y Koppel le preguntó: "Doctor Sagan,
¿tiene algunas palabras sabias que quisiera dar a la raza humana?"

Sagan contestó:
“Los seres humanos vivimos en un una bola de roca y metal que da vueltas
alrededor de una estrella común y corriente entre otras 400 mil millones de
estrellas que forman parte de la galaxia que llamamos la vía láctea, la cual a su
vez es una entre miles de millones de otras galaxias que conforman este universo,
el cual también puede ser parte de un número muy grande, quizás un número
infinito de otros universos. Esto nos tiene que poner a pensar en el valor real de la
vida humana y de nuestra cultura.” [45]

En un libro publicado casi al final de su vida, Sagan escribió:


"nuestro planeta es una migaja de azul pálido que flota solitaria en la profunda
oscuridad cósmica que le rodea. A causa de nuestra insignificancia en medio de tal
vastedad, nada existe allá afuera que nos ayude a salvarnos de nosotros
mismos"[46]

Aunque Sagan se esforzó bastante a mantener un semblante optimista hasta el final


amargo, su religión le llevó a lo que conduce el naturalismo de forma inevitable: un
sentido absoluto de insignificancia y desesperanza. Según su visión del mundo, la
humanidad ocupa una trinchera diminuta en un grano azul dentro de un mar insondable
de galaxias. Por lo que sabemos, nadie sabe de nosotros en el universo, a nadie tenemos
que rendir cuentas y somos prescindibles en un universo que continúa su expansión a
pasos agigantados. Sería fatuo hablar de cualquier tipo de ayuda o redención del exterior
para la raza humana. Hay que dejar de pensar que alguna ayuda viene en camino. Sería
muy bueno que nos pusiéramos aquí de acuerdo para resolver algunos de nuestros
problemas, pero no importará si lo logramos o no en el marco de referencia cósmico. Este
fue el valor que Sagan atribuyó a la vida humana en este planeta.

Todo esto demuestra la desolación espiritual del naturalismo. La religión del naturalista
elimina el concepto de responsabilidad moral y ética, y en última instancia abandona toda
esperanza para la humanidad. Si el cosmos impersonal es todo lo que existe e importa,
todo lo que ha sido desde siempre y todo lo que será para siempre, la moralidad carece
de todo sentido. Si no existe un Creador personal a quien la humanidad tenga que rendir
cuentas, y la supervivencia de los mejor adaptados es la ley que gobierna la vida en el
universo, todos los principios morales que regulan la conciencia humana carecen de
fundamento y hasta son contraproducentes para la conservación de nuestra especie.[47]
36

El conflicto entre la ciencia ya la fe, también atrajo a Hollywood.

Después del éxito taquillero de "El Código da Vinci", llegó a las pantallas grandes del cine
otra de sus obras cinematográficas: Ángeles y demonios. La revista digital
protestantedigital, publicó un articulo interesante donde trata de esta confrontación entre
la ciencia y la fe. En una extensa entrevista concedida en eMision, José de
Segovia, periodista, teólogo y crítico de arte, repasa «Ángeles y Demonios» analizando
no sólo su contenido, sino el impacto que genera en la sociedad actual tan analfabeta
biblicamente hablando.

«Ángeles y demonios», obra también de Dan Brown, que se


adentra en los misterios de la religión, aunque en esta ocasión es
para presentar la confrontación entre la ciencia y la fe. Para José
de Segovia, periodista, teólogo y crítico de arte, este es un
conflicto generado «en el momento en el que la misma institución
eclesial quiere sustituir a la verdad inamovible de la Biblia». «El
conocimiento de Cristo no tiene que verse amenazado por el
avance científico», agrega José de Segovia. [48]

Uno de los temas que trata Ángeles y Demonios es el conflicto


entre el avance científico y la fe, entendida desde el punto de vista
vaticano. Una confrontación que De Segovia explica que surge en
el momento en el que «la religión quiere ocupar el lugar de la
verdad, cuando la verdad es la Biblia». Esto llevó a que «hombres
como Galileo, que eran creyentes sinceros» muriesen condenados
por la tradición.

En el entorno de la Reforma, sin embargo, es donde


tradicionalmente se da un mayor avance científico. El mismo
Calvino consideraba que «el libro de Dios y el libro de la naturaleza
no están en contradicción». Lo que explica que en países como
Francia o Inglaterra «los mayores focos de progreso científico se
diesen entre protestantes», explica De Segovia. «El principio de
sola escritura, lejos de enfrentarnos a la ciencia, permite entender
que si Dios se ha revelado por la escritura, no hay una tradición
inviolable, no hay algo que no se pueda cuestionar, aquí lo único
infalible es la Biblia». [49]

A pesar de ello, en los últimos años se ha experimentado un retroceso en este aspecto en


las iglesias evangélicas, sucesoras naturales de la Reforma.
«Hay una mentalidad anticientífica que no se explica en nuestra historia y en
nuestra visión de la fe», asegura De Segovia, que insiste en que la ciencia es una
ayuda. «Si en verdad creemos que nuestra fe es histórica, no podemos ver el
estudio de los hechos como una amenaza, sino como un avance».
La actitud que se encuentra en algunos círculos de cerrarse a la ciencia «no tiene
sentido, porque si el cristiano tiene que amar a Dios, como dice el evangelio, con
toda su mente y le tiene que adorar en espíritu y verdad, pues necesitamos más
conocimiento, no menos». [50]

De Segovia reconoce que el conocimiento científico «tiene sus limitaciones», pero eso no
permite que «tengamos que enfrentarlo al conocimiento espiritual».
«Tenemos que llevar cautivo todo pensamiento a Cristo Jesús y entender que esto
no está en conflicto con la realidad que nos rodea, sino que nos da la luz para
percibir el conocimiento. Al fin y al cabo, todo el conocimiento procede del temor,
del respeto, a Dios». [51]
37

Porque si se trata de conocer la verdad, para José De Segovia ésta


«se encuentra en Jesús. La ciencia no es una amenaza contra una verdad que
permanece en la eternidad. Aunque el mundo cambie, él es la realidad inalterable,
a la que podemos recurrir para poner el fundamento de nuestra propia vida».
[52]

El autor Thomas F. Heinze, vemos que comenta en su libro un interesante y breve


aspecto relacionado con el testimonio de conversión de Josh McDowell, quien estaba
convencido de que los cristianos no eran inteligentes (!)
"... fue desafiado por algunos cristianos para que examinara las declaraciones de
Cristo". [53]

Mcdowell pensó que si escribía un libro que refutara de una vez y para siempre los mitos
que ellos creían, su obra sería un éxito de gran venta; así que se puso a estudiar las
evidencias de la historia, la arqueología y la literatura antigua, y luego escribió no sólo
uno sino muchos libros, donde presentó pruebas realmente sólidas. Josh McDowell había
estado equivocado y la Biblia tenía la razón: Cristo en verdad murió en la cruz por
nuestros pecados y resucitó de los muertos. Muchos testigos realmente lo vieron.

El Apóstol Pablo en su tiempo desafió a muchos a entrevistarse con estos testigos, ya que
gran número de ellos aún vivían.
“Por que yo les entregué a ustedes primeramente lo que yo también
recibí, de que Cristo murió por nuestros pecados de acuerdo a las
Escrituras,4 y de que Él fue enterrado, y de que Él fue levantado al tercer
día de acuerdo a las Escrituras, 5 y de que se le apareció a Cefas, después
a los doce.” (1ª Cor. 15:3-5, NASB).

Pero cuando Josh Mcdowell pudo comprender bien todo estos aspectos que
verdaderamente son muy profundos, entonces él se convirtió a Cristo y dedicó su vida al
servicio de su Señor

Los críticos de la Biblia a menudo afirman que su mensaje central, la historia de


Jesucristo, es mito; de lo contrario, otras obras antiguas -aparte de la Biblia- lo
mencionarían. Lo cierto es que otras obras literarias antiguas mencionan a Jesucristo. Los
numerosos volúmenes conocidos como Los Padres de la Iglesia" dan abundante
testimonio positivo acerca de Cristo, y también sus enemigos lo mencionan en varios
libros de la antigüedad. También los ateos afirman que la Biblia enseña muchas cosas
falsas sobre la naturaleza de nuestro mundo - cosas que han sido refutadas por la
ciencia. Y otros afirman que la Biblia se contradice.

Durante muchos siglos los filósofos distinguidos del mundo han asaltado El cristianismo
como irracional, supersticiosa y absurda. Muchos han optado simplemente hacer caso
omiso de la cuestión central de la resurrección. Otros han tratado de explicar de distancia
a través de diversas teorías. Pero la evidencia histórica no puede ser de descuento.

Debido a que el Nuevo Testamento, constituye la fuente principal de información histórica


sobre la resurrección, muchos críticos durante el siglo 19 atacó a la fiabilidad de estos
documentos bíblicos.
A finales del siglo 19, sin embargo, los descubrimientos arqueológicos han confirmado la
exactitud de los manuscritos del Nuevo Testamento. Los descubrimientos de papiros
principios de puente entre la época de Cristo y los manuscritos existentes en una fecha
posterior.
Los hallazgos indican una mayor confianza de académicos en la fiabilidad de la Biblia.
38

William F. Albright, que en su día fue el arqueólogo bíblico


más importante del mundo, dijo:
"Ya podemos decir enfáticamente que no hay ya
ninguna base sólida para fechar ningún libro de la del
Nuevo Testamento después de alrededor del año 80,
dos generaciones completas antes de la fecha entre
130 y 150 dado por los más radicales críticos del
Nuevo Testamento de hoy."[54]

Coincidiendo con los descubrimientos de papiros, una


abundancia de otros manuscritos salió a la luz (más de
24.000 ejemplares de los primeros manuscritos del Nuevo
Testamento, se sabe que existen hoy en día). El historiador
Lucas escribió de "prueba fehaciente" sobre la resurrección.

Sir William Ramsay, quien pasó 15 años tratando de


socavar las credenciales de Lucas como un historiador, y
para refutar la fiabilidad del Nuevo Testamento, por último
concluyó:
"Lucas es un historiador de primer orden... El autor
se debe colocar junto con el más grandes de los
historiadores. "

Yo pretendo ser un historiador. Mi acercamiento a los clásicos es histórico. Y yo te digo


que las pruebas de la vida, la muerte y la resurrección de Cristo es mejor que la mayoría
de autenticación de los hechos de la historia antigua. . . [55]

Mcdowell comenta que


"Si se juzgan los documentos del Nuevo Testamento con las mismas normas o
pruebas que se aplican a los clásicos griegos, las evidencias favorecen con gran
ventaja al Nuevo Testamento. Si alguien afirma que tenemos un texto seguro de
los clásicos, entonces se vería forzado a admitir también que tenemos un texto del
Nuevo Testamento que es digno de confianza. El Nuevo Testamento no sólo tiene
un texto con pruebas de veracidad superiores a las de los clásicos, sino que
también está en mejor forma textual que los 37 dramas de William Shakespeare,
escritos en el siglo XVII, después de la invención de la imprenta. En cada uno de
sus dramas hay lagunas, vacíos en el texto impreso donde no se tiene idea de lo
que se dijo originalmente. Esto obliga a los eruditos que estudian esos textos a
hacer una "enmienda de conjetura" para llenar el espacio en blanco. Debido a la
abundancia de las copias del Nuevo Testamento escritas a mano (más de 25.000),
nada se ha perdido en la transmisión de su texto. La historia que se registra en las
Escrituras, también se ha comprobado que es exacta. En cuanto hemos podido
examinar, los nombres, lugares y sucesos mencionados en la Biblia han sido
registrados con precisión." [56]

Por citar un ejemplo: Un libro que la enciclopedia Wikipedia considera que


"su relato resulta historiográficamente menos fiable que otros con respecto a la
biografía de Jesús de Nazaret, debido a que es más tardío (posterior al evangelio
de Lucas) y más elaborado desde un punto de vista catequético, ha sido
reivindicado por los descubrimientos modernos." [57]
39

La enciclopedia catholic.net explica que


"Para escribir este Libro, Lucas empleó una abundante
documentación: las tradiciones de la Iglesia de Jerusalén
y de la comunidad de Antioquía, el testimonio personal
de Pablo y, en particular, un "diario de viaje" que
narraba la actividad misionera del Apóstol, donde el
empleo del "nosotros" indica que su autor era un testigo
presencial de los acontecimientos. Esto hace que el libro
de los Hechos de los Apóstoles sea una fuente de
información imprescindible para conocer los primeros
tiempos de la Iglesia." [58]

Afirma el experto en historia romana A. N. Sherwin-White:


"La confirmación de la historicidad del libro de los Hechos es abrumadora... Es
absurdo tratar de negar su historicidad aun en los detalles. Los especialistas en
historia romana por mucho tiempo lo han considerado veraz" [59]

[60]

Ningún otro libro ha sido mantenido con tanta fidelidad como la Biblia. Las copias que se
hacían de los libros del Antiguo Testamento, son del todo CONFIABLES, por las siguientes
razones:
1.- Los Judíos lo preservaron como ningún otro libro ha sido preservado jamás. Llevaban
la cuenta de cada letra, cada sílaba, cada palabra y cada párrafo, ¿Quien contó jamás las
letras, las sílabas, las palabras y los párrafos de Platón, de Aristóteles, Cicerón o Séneca?
2.- La reverencia que tenían al escribir la palabra DIOS, usando una pluma nueva,
demuestra que hacían un trabajo muy consciente y respetuoso.
3.- Tenían clases especiales de hombres preparados, dentro de su cultura cuya exclusiva
misión era preservar y transmitir estos documentos con fidelidad, prácticamente perfecta
(Escribas, Abogados, Masoretas)
4.- Los ROLLOS del Mar Muerto datan de 125 años Antes de Cristo y confirman la
perfecta continuidad de los copistas al ser igual a otra copia del texto Masorético de 916
años Después de Cristo.
La Historia nos confirma como ha sido QUEMADA, PERSEGUIDA y COMBATIDA La
Sagrada Escritura, y a pesar de ello, millones de copias siguen siendo impresas y
traducidas en mas de 1280 Idiomas y Dialectos ¿Hay algún otro Libro que tenga igual
edición y traducción? Solo evidencia una respuesta: ¡¡¡ ES DE ORIGEN DIVINO!!! [61]

Mcdowell comenta que


"Cuando la Biblia habla sobre asuntos científicos, lo hace con palabras sencillas
aunque correctas y desprovistas de absurdos. Mientras otros relatos sobre la
formación del universo y otros asuntos científicos parecen ridículos, no hay lugar
de la Biblia que lo parezca. No es lo que se esperaría de un libro escrito por
hombres de la era precientífica." [62]
40

"Los asuntos científicos también se escriben con moderación (así como en el relato
de la creación en Génesis). La narrativa bíblica es precisa y concisa, en contraste
directo con la cruda historia babilónica que sostiene que la tierra fue hecha de una
parte del cuerpo de uno de los dioses que le había sido cercenada en una lucha en
los cielos. Asimismo, el diluvio de los tiempos de Noé se presenta en palabras
sencillas, pero precisas, con sentido científico. (Véase The Génesis Flood, El diluvio
del Génesis, por John C. Whitcomb y Henry Morris, en cuanto a asuntos tales
como la navegabilidad del Arca, etc.) La claridad y moderación que la Biblia
demuestra en lo científico es exactamente lo que se esperaría de un libro inspirado
por Dios." [63]

W. F. Albright agrega:
“El excesivo escepticismo que se mostró hacia la Biblia por algunas escuelas
históricas importantes de los siglos 18 y 19… (Y que de pronto quieren
urdidamente resucitar dentro de la filosofía atea post-modernista)…ha sido
progresivamente desacreditado. [64]

Un descubrimiento tras otro han establecido la certeza de muchísimos detalles y que han
traído (como consecuencia) un reconocimiento creciente en cuanto al valor de la Biblia
como una fuente de autoridad histórica.

Los descubrimientos arqueológicos de la última generación en Egipto, Siria y Palestina


han llegado a establecer la singularidad del cristianismo primitivo como un fenómeno
histórico. Burrows menciona que:

“El escepticismo excesivo de muchos... (Ateos, incrédulos o escépticos modernos)


no surge de una evaluación cuidadosa de los datos disponibles (a priori), si no mas
bien de una predisposición enorme en contra de lo sobrenatural… (o lo que
aparentemente no tiene una explicación racional, lógica o inmediata ante el
cerrado criterio ateo) [65]

Sin embargo, el trabajo arqueológico incuestionablemente


ha fortalecido la confianza en la veracidad del registro
bíblico. Hay más de un arqueólogo, que (después de sus
propias experiencias de excavación en Palestina), han
rectificado o aumentado su postura de respeto hacia la
Biblia.

Por ejemplo, en el año 2005, un grupo de arqueólogos


realizó un importante descubrimiento cerca de Jerusalén
que evidenciaría la existencia histórica de David y Goliat. Se
descubrió una vasija en el lugar donde se cree estaba la
casa de Goliat en Tel es-Safi, una localidad al sur de Israel,
con una inscripción que tenía su nombre. Se cree que esta
casa estaba situada en la ciudad filistea de Gath.

Mientras los científicos admiten que el descubrimiento no prueba definitivamente la


existencia de Goliat, el Dr. Aren Maeir, profesor en la Universidad Bar-Ilan y director de la
excavación, indicó a Associated Press que
"demuestra que la historia de David y Goliat refleja la realidad cultural de ese
entonces”. [66]

Los arqueólogos afirman que la artesanía encontrada debe ser del 950 AC aprox. con un
error de cálculo de 70 años. Éste sería el descubrimiento de la inscripción filistea más
antigua que se haya encontrado. [67]
41

En general, la evidencia que nos ha brindado la arqueología hasta ahora, en especial al


darnos manuscritos adicionales y mas antiguos que los mismos libros de la Biblia
fortalecen nuestra confianza en la seguridad con la cual se ha transmitido texto a texto,
los distintos libros de la Biblia aún a través de los siglos.

"La Biblia no sólo llena los requisitos mínimos de originalidad divina, sino que
también contiene pruebas poderosas de su origen divino. Esto se ilustra con la
magnífica unidad de las Escrituras. Al pensar en todo lo que implica, la unidad de
la Biblia nos da razones para creer que es un libro sobrenatural." [68]

El testimonio de las evidencias históricas es que se puede confiar en la Biblia como


documento en el que hay precisión." [69]

Ahora bien. Si hay científicos que creen en Dios. Claro que si. Ellos son testigos de que,
por la ciencia, el corazón humilde descubre la grandeza de Dios. La verdadera enemiga
de la fe es la soberbia y no la ciencia.
Por ej, podemos citar al Profesor Michael Heller, sacerdote y cosmólogo ganador del
premio Templeton:
"Si nos preguntamos la causa del universo nos debemos preguntar sobre la causa
de las leyes de matemática. Al hacerlo volvemos al gran plano del pensamiento de
Dios sobre el universo; la cuestión de la última causalidad: ¿Por qué hay algo en
vez de nada? Cuando hacemos esta pregunta, no estamos preguntando sobre una
causa como cualquier otra causa. Estamos preguntando sobre la raíz de de todas
las causas posibles. La Ciencia no es sino un esfuerzo colectivo de la mente
humana por leer la mente de Dios"[70]

Cuando le preguntaron a W. von Braun porque creía en Dios, el respondió con sencillez:
"¿Por qué creo en Dios? Declarado sencillamente, la razón principal es ésta: Una
cosa tan bien ordenada y perfectamente creada como lo son nuestro
planeta Tierra y y el Universo tiene que tener un Hacedor, un diseñador magistral.
Una cosa tan ordenada, tan perfecta, tan precisamente equilibrada, tan
majestuosa como esta creación solo puede ser el producto de una Idea Divina.
Tiene que haber un Hacedor; no puede ser de otro modo.” [71]

Dijo W. von Braun,


“Las leyes naturales del universo son tan
precisas que no se nos hace difícil construir una
nave espacial para volar a la luna, y podemos
medir el tiempo del vuelo con la precisión de
una fracción de segundo. Estas leyes tienen que
haber sido establecidas por alguien.” [72]

Los materialistas del siglo diecinueve y sus


herederos marxistas del siglo veinte trataron de
decirnos que, a medida que la ciencia
proveyera más conocimiento acerca de
la creación, podríamos vivir sin fe en un
Creador.

Sin embargo, hasta ahora, con cada nueva respuesta hemos descubierto nuevas
preguntas. Cuanto mejor entendemos . . . el plan maestro para las galaxias, más
razón hemos hallado para admirarnos ante la maravilla de lo que Dios ha
creado." [73]

“Se me hace tan difícil comprender al científico que no reconoce la presencia de


una racionalidad superior detrás de la existencia del universo, como comprender al
42

teólogo que quisiera negar los adelantos de la ciencia.”, creo que ambos conceptos
deberían dejan pensando a más de un cristiano. [74]

"la ciencia puede ser un medio para adorar a Dios, pues, en palabras del Premio
Nobel de Medicina Ernst Boris Chain, la idea fundamental del designio o propósito
divino mira fijamente al biólogo, y no importa dónde ponga este los ojos, la
probabilidad de que un acontecimiento como el origen de las moléculas de ADN
haya tenido lugar por pura casualidad es sencillamente demasiado minúscula para
considerarla con seriedad. Y es que “sólo un idiota es capaz de ser ateo” (Christian
B. Anfinsen, Premio Nobel de Química)."[75]

¿Quién somos en Cristo? Según la biología moderna, no somos nada, sino tan solo un
accidente de la naturaleza. Dice que no tenemos valor distinto ni propósito, y cuando
morimos, cesamos de existir. Pero no es así.

La Biblia nos enseña la verdad. Cristo pagó caro por nosotros y ahora somos una nueva
creación eterna, con propósito.

"Quiero, pues, que sepáis cuán grande conflicto tengo por vosotros, por
los de Laodicea y por todos los que nunca me han visto personalmente; 2
para que unidos en amor, sus corazones sean reanimados hasta lograr
toda la riqueza de la plena certidumbre de entendimiento, para conocer el
misterio de Dios, es decir, Cristo mismo. 3 En él están escondidos todos
los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. 4 Digo esto para que nadie
os engañe con falsos argumentos persuasivos." (Col. 2:1-4 RV 1960)

“Cuando le preguntaron a Dawkins que opinaba de que "algunos científicos dicen que
eliminar la religión o a Dios de su vida la dejaría sin sentido, que es Dios el que le da
sentido a la vida", el respondió explicando que su cosmovisión (científica - atea) era
como una especie de religión ("una visión casi trascendental")

“Destejiendo el arcoiris”, otro de sus libros, “ataca específicamente la idea de que una
visión del mundo materialista, mecanicista y naturalista hace que la vida parezca sin
sentido. Muy al contrario, la visión del mundo científica es una visión poética, es casi una
visión trascendental. Somos tremendamente privilegiados por haber nacido y porque se
nos hayan concedido unas cuantas décadas -antes de morir para siempre- durante las
que podamos comprender, apreciar y disfrutar del universo. Y nosotros, los afortunados
que vivimos hoy, somos todavía más privilegiados que los que vivieron en tiempos
pasados. Nos beneficiamos de todos esos siglos de exploración científica. Sin necesidad
de talentos propios, tenemos el privilegio de conocer mucho más que los siglos
anteriores. Aristóteles quedaría perplejo con lo que podría decirle cualquier escolar de
hoy en día. Ese es el tipo de siglo privilegiado en el que vivimos. Eso es lo que le da
significado a mi vida. Y el hecho de que mi vida es finita, y de que es la única vida que
tengo, me hace mucho más ávido de levantarme cada mañana y seguir con la tarea de
comprender más acerca del mundo en el que he tenido tanto privilegio de nacer.” [76]

Vive porque vive, es feliz porque vive, mientras dure el tiempo que viva y luego, chau,
salto al infinito y a la nada.

Pero los cristianos tenemos una esperanza escatológica, mucho mas allá del fin de los
tiempos, que trasciende esta vida, y salta a la eternidad, llenándonos de plenitud de
esperanza.

Comparto la reflexión que hizo un sacerdote católico que se expresó así, resumiendo en
pocas líneas la esperanza cristiana.
43

La confianza en Dios y en su fidelidad, la fe en sus promesas son las que garantizan la


realidad de este futuro (Hb 11:1) y permiten por lo menos entrever sus maravillas. Fe,
confianza, esperanza y amor son, pues, diferentes aspectos de una actitud espiritual
compleja, pero una. Las promesas de Dios revelaron poco a poco a su pueblo el
esplendor de este porvenir, que no será una realidad de este mundo, sino “una patria
mejor, es decir, celestial” (Hb 11:16): “la vida eterna”, en la que el hombre será
“semejante a Dios”.

Cristo es nuestra esperanza (1 Tm 1:1), el que esperó y vivió la tensión de la esperanza.


Desde tal esperanza aprendemos a creer en Dios y descubrir el sentido de las cosas. Toda
la fuerza de nuestra esperanza se basa en su vuelta (Hch 1:11).

Nuestra esperanza se funda en la resurrección de Jesucristo. “Esperar contra toda


esperanza” nace del resucitado por Dios. Él ha sido “el primer resucitado de entre los
muertos” (Col 1:18). La resurrección de Jesús es garantía de la nuestra. “Dios que
resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros por su fuerza” (1 Co 6:14).
El Dios Amor (1 Jn 4,8) es para el cristiano “el Dios de la esperanza” (Rm 15:13).
Dios se ha manifestado a favor nuestro, por lo que hay motivos para tener confianza,
“una esperanza mejor” (Hb 7:19). Cuando esperamos contra toda esperanza somos
testigos de lo gratuito.

Esperamos un “cielo nuevo” y una “tierra nueva” (Ap 21:1). La esperanza cristiana
no es pasiva, es pasión por lo nuevo y camino eficaz del futuro. Éste se proyecta confiado
en Dios, pero con la colaboración de todos los humanos. La esperanza de la Iglesia es
gozosa (Rm 12:12), incluso en el sufrimiento (1 P 4:13), pues la gloria que se espera es
tan grande (2 Co 4:17) que repercute ya en el presente (1 P 1:8s).

Esta esperanza engendra sobriedad (1 Ts 5:8; 1 P 4:7) y conversión (Tt 2:12). A los
discípulos desesperanzados y temerosos Jesús les repetía: “No se turbe vuestro
corazón” (Jn 14:1), porque volveré y os alegraréis (Jn 16:22).

La inseguridad, la rutina, el aislamiento, los altibajos que sufrimos nos ponen tristes y
éstos, algunas veces, nos llevan a la desesperanza. Cuando aumentan las dificultades
hay que reafirmar: Creemos en la esperanza que alimenta nuestro caminar.

Que distinta opinión la de Pasteur, un científico cristiano - católico, quien murió rezando y
escuchando relatos religiosos. Pasteur murió después de escuchar la vida de San Vicente
de Paúl, la cual había pedido que le leyeran, porque pensó que su trabajo, como el de
San Vicente, ayudaría mucho a salvar a los niños que sufren.
«Cuanto mas conozco, mas se asemeja mi fe a la de un campesino bretón» [77]

Dawkins tiene muchos admiradores incondicionales, discípulos dispersos por todo el


mundo que le rinden pleitesía a sus exabruptos.

Un autodidacta argentino, llamado Ladislao Vadas, se autoproclama un admirador de las


absurdas afirmaciones ateas.
Vadas, nacido en la ciudad de Buenos Aires, en 1931, es un pensador naturalista y
escritor, versado en ciencias naturales, antropología, astronomía, exobiología, psicología,
filosofía, teología, religión, cristología y otras materias, y es autor de doce ensayos sobre
estos temas, editados en Buenos Aires.
El historiador británico católico romano, Paul Jonson, escribió un libro titulado En busca
de Dios.
En el libro titulado “Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios”, procura responder a
las afirmaciones contenidas en este libro.
Jonson cuestiona al profesor Dawkins, y lo llama con mucha razón
“el evangelista ateo mas conocido del mundo”,
44

pero Vadas afirma estar de acuerdo en un todo con las afirmaciones de Dawkins y lo
felicita (!) Ladislao Vadas, “Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios”, Pág.29, ed.
Reflexión, Bs. As.

Johnson, al igual que muchos (y yo también estoy de acuerdo) es de la opinión de que


“en un mundo sin Dios, no existen bases obvias para el altruismo de ningún tipo, la
anarquía moral se impone y prevalece el interés propio.” En busca de Dios, Ed. Javier
Vergara, Bs. As., 1996, Pág. 11), cit en L.V “Dios creó al hombre o el hombre creó a
Dios”, Pág. 15, ed. Reflexión, Bs. As.

Pero Vadas en una respuesta ateológica y extremadamente racionalista y cientificista, le


responde que “La idea de Dios es un producto neto de la mente, de una mente
precientifica que desconocía la realidad y el origen de los embates ciegos y arteros de la
naturaleza. Una idea primitiva que aún hoy necesita la generalidad de la población
humana cuya mayoría es siempre la más nesciente.
…la idea de un Dios es contraproducente en una sociedad civilizada porque posterga la
revelación de la realidad por parte de la ciencia y su accionar en beneficio de la raza
humana; porque entretiene al hombre que busca en la plegaria y no en la racionalidad y
la investigación científica el remedio a sus males; porque distrae al creyente sumido en
una ilusión, quien en lugar de investigar las causas de los embates perniciosos de la
naturaleza y buscar ka forma de prevenirlos o dominarlos, se entrega a la buena de un
dios que no existe.
Johnson también se muestra optimista por el resurgir devengado a lo largo del s. XX de
la Biblia.
Mientras que, desde la época de Spinoza, a lo largo del s. XIX y casi hasta la Segunda
Guerra Mundial, la crítica sistemática de los textos del A.T ha tendido a destruir su
historicidad y a reducir el Pentateuco en particular a un simple mito o una leyenda tribal,
la tendencia en el ultimo siglo ha sido en la dirección opuesta (Pág. 23)
Ladislao Vadas, “Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios”, ed. Reflexión, Bs. As.Pág.
17
Vadas responde:
“Evidentemente a Johnson le faltan conocimientos científicos. Es tan solo un
periodista culto con vocación de historiador.”(ibid)

La visión bíblica de la ciencia

Muchos no-Cristianos, y demasiados Cristianos, son de la opinión de que la ciencia (es


decir, las ciencias físicas o naturales) son un creciente cuerpo de verdades sobre el
universo. El progreso de la ciencia, sus triunfos tecnológicos, se nos dice, demuestran su
veracidad. La ciencia es aparentemente inexpugnable. Después de todo, funciona, ¿o no?
¿Y no es el éxito la medida de la verdad?
Y siendo este el caso, cuando la Biblia y la ciencia parecen estar en oposición,
necesitamos reinterpretar la Biblia. Por ejemplo, ya que la ciencia nos dice que algún tipo
de evolución es un hecho, no meramente una teoría, entonces necesitamos tomar una
mirada fresca a Génesis 1. Como resultado de esto, ya no podemos entonces aseverar
con el Catecismo Corto de Westminster (Q 9) que “la obra de la creación es el hecho de
Dios de hacer todas las cosas de la nada, por Su Palabra, de Su poder, en espacio de seis
días, y todo muy bueno.” [78]

Pero la ciencia, no es el revelador principal de la verdad. De hecho, entonces, ¿cuál es la


visión Bíblica de la ciencia?

“La ciencia nos permite cumplir el mandato de Génesis 1:28: “Dios los bendijo y les
dijo [a Adán y Eva]: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y
sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y
sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.” La ciencia nos provee
direcciones para hacer cosas, u “operar”, en este mundo. No nos explica cómo funcionan
las leyes de la naturaleza, ni tampoco nos define ni nos describe las cosas con exactitud.
45

La ciencia…. es un método para dominar y utilizar la naturaleza; es meramente una


disciplina práctica que nos ayuda a vivir en el universo de Dios y a someterla.” [79]

Dios es omnipotente y omnisciente nos revela su Palabra. A pesar de que las cosas
creadas son la prueba del Gran Arquitecto Divino que las hizo, no creyentes, pseudo
creyentes y casi creyentes ponen en tela de duda el Poder Supremo de Dios.
El hombre en estos últimos tiempos busca la ciencia como medio de excusa para explicar
cosas inexplicables y negar con argumentos científicos (consciente o inconscientemente)
que la ciencia revela a Dios.

El Salmo 19 proclama que Dios es el autor de los libros - el libro de la naturaleza y el de


Su propia revelación, la Palabra de Dios. El libro de la naturaleza es un volumen grande y
fascinante con muchos capítulos de astronomía, geología y botánica. Para dominar
cualquiera de éstos se requeriría años. Nuestra preocupación, sin embargo, es estudiar la
obra de la creación de Dios a la luz del conocimiento bíblico. Se notarán ocho
características de creación. Estas no sólo testimonian la obra del Creador, sino que
también representan algún atributo de Su naturaleza divina

"La obra de Dios en la Creación es el hacer todas las cosas de la nada por la palabra de
Su poder en seis días y todo fue bueno." (Sal. 33:6-9:115:3; Jer. 10:12,13)

"Y dijo Dios" introduce nueve versículos en el capítulo de la creación (Gen. 1). Fue el
poder infinito de Dios que dio a Su palabra una obediencia inmediata. "Porque él dijo, y
fue hecho" (Sal. 33:9).

Nada de esperar millones de años hasta que ocurra el tedioso proceso de la evolución. El
poder de Dios produce resultados completos e inmediatos.

La falacia de la teoría de la evolución se apoya en el hecho que los hombres llegan a


conclusiones a través de deducciones sacadas de hechos reales. La verdad es que la
similitud entre el ser humano y otras especies solamente prueban un creador común, no
un antepasado común; un autor común, no una derivación común. Las obras de arte del
mismo artista generalmente se conocen por su similaridad. Pero la verdadera maravilla
de la creación es la diversidad y no la semejanza de las partes que la conforman. [80]

Las invenciones de los hombres necesitan ser patentados para evitar la reproducción,
porque la naturaleza humana está pronta para copiar; pero la mente maestra de Dios es
inagotable en sus ejemplares y modelos.

El sacerdote polaco Michael Heller, de 73 años, quien


obtuvo el Templeton Prize por un trabajo que prueba,
mediante el uso de herramientas matemáticas y
cosmológicas, pruebas indirectas de la existencia de Dios.
Heller, es profesor en Filosofía de la Universidad Pontificia
de Cracovia, filósofo, físico, astrónomo y teólogo. Esta es
la mayor contribución importante en el área de la religión
que ofrece pruebas irrefutables de la existencia de Dios.

John Templeton Fundation, otorga el premio que


pretende incentivar los avances en torno a las grandes
cuestiones de la ciencia, la filosofía y la religión.

Lamentablemente, el premio ha recibido muchas críticas


por vincular la religión y la ciencia, tema que gran parte
del mundo científico considera “imposible y desfasado”.
46

Heller en su explicación matemática apoya su trabajo: “Dado que las leyes dinámicas se
expresan en forma de ecuaciones, si nos preguntamos sobre la causa del Universo
deberíamos preguntar sobre la causa de las leyes matemáticas. La raíz de todas las
causas: el Gran Diseño de Dios”.

El análisis de Heller se basa en preguntas fundamentales como ¿Necesita el universo


tener una causa? El sacerdote considera que se trata de un “esfuerzo colectivo de la
mente humana para leer la mente de Dios desde las preguntas sobre las que nosotros y
el mundo parecemos estar hechos”. Algunos consideran a Heller como el iniciador de la
teología de la ciencia. [81]

Como pórtico fundamental a toda la historia religiosa de Israel, el Génesis nos da en sus
dos primeros capítulos dos relatos sobre la c. Las corrientes exegéticas contemporáneas
que intentan detectar las posibles fuentes del Pentateuco (v.) suelen atribuir esos dos
relatos a la tradición sacerdotal y a la yahwista, respectivamente. Hay ciertamente entre
ellos diferencia de detalle y matiz, pero tal y como están en el Génesis presentan una
profunda unidad didáctico literaria; tal es además la forma en que Dios ha querido que
lleguen a nosotros garantizándonos su verdad mediante la inspiración concedida al
hagiógrafo o autor sagrado. Por eso sería un desacierto aplicar a los relatos de la c. un
método exegético atomizado, prescindiendo del contexto siguiente, o fijándonos
solamente en el detalle de cada versículo, pues lo que el autor último, inspirado, quiso
decir y enseñar ha de determinarse por el ordenamiento de todo el conjunto.[82]

También podemos citar a otros científicos, que aunque no hayan


pensado exactamente igual a como entiende el mundo El
sacerdote polaco Michael Heller, seguro hayamos similitudes.
Estos científicos han efectuado análisis y observaciones empíricas
y merecen todo el respeto, después de todo gracias a sus
descubrimientos hemos progresado un poco como civilización.

ARTHUR COMPTON (1892-1962), Premio Nóbel de física 1927 por


su descubrimiento del denominado efecto Compton y su
investigación de los rayos cósmicos y de la reflexión, polarización
y espectros de los rayos X.

«Para mí, la fe comienza con la comprensión de que una


inteligencia suprema dio el ser al universo y creó al hombre. No
me cuesta tener esa fe, porque el orden e inteligencia del cosmos
dan testimonio de la más sublime declaración jamás hecha: “En el
principio creó Dios”...» [83]

ERNST BORIS CHAIN (1906 - 1979), Premio Nóbel de


medicina 1945 por su trabajo con la penicilina.

«La idea fundamental del designio o propósito


[divino]... mira fijamente al biólogo no importa en
dónde ponga este los ojos... La probabilidad de que un
acontecimiento como el origen de las moléculas de ADN
haya tenido lugar por pura casualidad es sencillamente
demasiado minúscula para considerarla con seriedad...»
[84]
47

MAX BORN (1882 - 1970), Premio Nóbel de física 1954 por sus
investigaciones en torno a la mecánica cuántica.
Este importante científico, tuvo expresiones muy críticas hacia el
ateismo.

«Solo la gente boba dice que el estudio de la ciencia lleva


al ateísmo».[85]
La fe que da Dios, es un saber, un conocimiento, y es el saber más íntimo de todos. Si en
algo nos parecemos personas sin fe y personas con fe, es que estamos concientes de que
hay una fe impuesta que en muchos casos llega a ribetes ridículos y que esta tan
sembrada que genera síntomas graves en nuestra cultura. La fe verdadera, es un saber
que nace de la conciencia de un hecho que nos ocurre, que nos conmociona y que
comprobamos, pero que ningún otro puede comprobar junto a nosotros a excepción de
los compañeros de camino, los que han vivido el mismo fenómeno. Cuando esta fe llega
a nuestras vidas, se terminan las filosofías ateas y las dudas se disipan.

El libro de Job nos cuenta una historia poco ortodoxa para los padrones actuales. Habla
de un hombre justo en todo: oraba a Dios con regularidad, intercedía por sus hijos, tenía
una alta respetabilidad como consejero en el pueblo, y - esto si gustaría hoy - había sido
prosperado extraordinariamente por Jehová. Entonces el Diablo "que venia de recorrer la
tierra" se presento ante Dios/Elohim - nunca entenderé completamente esta visita del
Enemigo al trono del Altísimo, pero sigo - y le dice:
"Job te sirve porque lo has colmado de bienes, pero si se los sacas te va a
maldecir" (traducción libre).

Finalmente Dios/Elohim le permite al Enemigo quitarle todo a Job, menos la vida. Y Job
pierde de un tirón: hijos, posesiones, salud, respetabilidad, y hasta su esposa le rogó:
"pide a Dios para morir". Finalmente llegaron a visitarlo cuatro amigos entendidos en las
escrituras que dijeron muchas verdades escriturales, pero que sin embargo tenían poco o
nada que ver con la situación por la que Job estaba pasando. Finalmente Job clama:
¡Oh Dios, si yo pudiera hablar contigo te preguntaría que me esta
pasando" (traducción libre)

Al final, luego de hablar con Job y mostrarle su magnificencia, Dios/Elohim le devuelve


todo: hijos, posiciones, familia respetabilidad y gozo: todo. Y Job exclama:
"De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven". (Job 42:5)

¿Da la impresión de que Job se alegra de haber pasado por la prueba, no?

Podemos citar al conocido teólogo y filosofo del cristianismo, San Agustín, para quien
hay, en efecto, una única verdad.
“Creo para entender, entiendo para creer”.

El punto de partida es la Fe, fundamental para el conocimiento de la verdad, pero,


además, el hombre necesita entender lo que la fe le revela. Hay un predominio claro de
la fe, punto de partida, pero la razón también puede colaborar para aclarar la fe. No hay
nada de malo en la razón puesto que, correctamente usada nos lleva a la misma verdad
que fue revelada. [86]

En un discurso a la Academia Pontificia de las Ciencias, que dirigió Benedicto XVI a la


asamblea plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias el 31 de octubre de 2008,
afirmó que “No hay oposición entre fe y ciencia” [87]
48

Cito varias reflexiones de este discurso que


seguramente pueden ayudar a la reflexión.[88]

1. Sus predecesores el Papa Pío XII y el Papa Juan


Pablo II reafirmaron que no hay oposición entre la
visión de la creación por parte de la fe y la prueba de
las ciencias empíricas.

2. Para desarrollarse y evolucionar, el mundo primero debe existir y, por tanto,


haber pasado de la nada al ser. Dicho de otra forma, debe haber sido creado
por el primer Ser, que es tal por esencia.
3. Afirmar que el fundamento del cosmos y de su desarrollo es la sabiduría
providente del Creador no quiere decir que la creación sólo tiene que ver con el
inicio de la historia del mundo y la vida. Más bien, implica que el Creador funda
este desarrollo y lo sostiene, lo fija y lo mantiene continuamente.

4. Santo Tomás de Aquino enseñó que la noción de creación debe trascender el


origen horizontal del desarrollo de los acontecimientos, es decir, de la historia,
y en consecuencia todos nuestros modos puramente naturalistas de pensar y
hablar sobre la evolución del mundo. Santo Tomás afirmaba que la creación no
es ni un movimiento ni una mutación. Más bien, es la relación fundacional y
continua que une a la criatura con el Creador, porque él es la causa de todos los
seres y de todo lo que llega a ser (cf.Summa theologiae, i, q.45, a.3).
5. “Evolucionar” significa literalmente “desenrollar un rollo de pergamino”, o sea,
leer un libro. La imagen de la naturaleza como un libro tiene sus raíces en el
cristianismo y ha sido apreciada por muchos científicos. Galileo veía la
naturaleza como un libro cuyo autor es Dios, del mismo modo que lo es de la
Escritura. Es un libro cuya historia, cuya evolución, cuya “escritura” y cuyo
significado “leemos” de acuerdo con los diferentes enfoques de las ciencias,
mientras que durante todo el tiempo presupone la presencia fundamental del
autor que en él ha querido revelarse a sí mismo.
6. Esta imagen también nos ayuda a comprender que el mundo, lejos de tener su
origen en el caos, se parece a un libro ordenado: es un cosmos. A pesar de
algunos elementos irracionales, caóticos y destructores en los largos procesos
de cambio en el cosmos, la materia como tal se puede “leer”. Tiene una
“matemática” ínsita. Por tanto, la mente humana no sólo puede dedicarse a una
“cosmografía” que estudia los fenómenos mensurables, sino también a una
“cosmología” que discierne la lógica interna y visible del cosmos.

7. La distinción entre un simple ser vivo y un ser espiritual, que es capax Dei,
indica la existencia del alma intelectiva de un sujeto libre y trascendente. Por
eso, el magisterio de la Iglesia ha afirmado constantemente que “cada alma
espiritual es directamente creada por Dios -no es “producida” por los padres-, y
es inmortal” (Catecismo de la Iglesia católica, n. 366).
8. “La verdad científica, que es en sí misma participación en la Verdad divina,
puede ayudar a la filosofía y a la teología a comprender cada vez más
plenamente la persona humana y la revelación de Dios sobre el hombre, una
revelación completada y perfeccionada en Jesucristo. Estoy profundamente
agradecido, junto con toda la Iglesia, por este importante enriquecimiento
mutuo en la búsqueda de la verdad y del bien de la humanidad”

Seguimos con los científicos creyentes.


49

ARNO PENZIAS (1933- ), Premio Nóbel de física 1978 por su


descubrimiento de la radiación de fondo cósmica, patrones que otros
físicos interpretaron como prueba de que el Universo fue creado a
partir de la nada o Big Bang.[89]

«Si no tuviera otros datos que los primeros capítulos del Génesis,
algunos de los Salmos y otros pasajes de las Escrituras, habría llegado
esencialmente a la misma conclusión en cuanto al origen del Universo
que la que nos aportan los datos científicos». [90]

DEREK BARTON (1918 – 1998) Compartió el premio Nóbel de


química en 1969 por sus aportaciones en el campo de la química
orgánica en el desarrollo del análisis conformacional.

«No hay incompatibilidad alguna entre la ciencia y la religión... La


ciencia demuestra la existencia de Dios». [91]

CHRISTIAN B. ANFINSEN (1916 – 1995), premio Nóbel de química


1972 por su trabajo sobre la estructura de los aminoácidos y la
actividad biológica de la enzima ribonucleica.

«Creo que solo un idiota es capaz de ser ateo». [92]

ARTHUR L. SCHAWLOW (1921 - ) Compartió el premio Nóbel de


física 1981 por el desarrollo de la espectroscopia del láser.

«Al encontrarse uno frente a frente con las maravillas de la vida y


del Universo, inevitablemente se pregunta por qué las únicas
respuestas posibles son de orden religioso... Tanto en el Universo
como en mi propia vida tengo necesidad de Dios» [93]

WILLIAM D. PHILLIPS (1948 –) Premio Nóbel de física 1997 por su


empleo de rayos láser para producir temperaturas de apenas una
fracción por encima del cero absoluto.

«Hay tantos colegas míos que son cristianos que no podría cruzar el
salón parroquial de mi iglesia sin toparme con una docena de físicos».
[94]

JEROME LeJEUNE, Padre de la genética moderna, fiel católico,


defensor de la vida humana. [95]

Este conflicto fe vs. ciencia, ha atraído a muchos científicos en la historia. Podemos citar
al célebre Stephen Jay Gould, en su libro de 1999 Rock of Ages, acuñó el término
50

magisterios no-coincidentes (NOMA) (siglas en inglés), en un intento de resolver


finalmente el conflicto entre la ciencia y la religión.
Él afirmó que los científicos tenían un conjunto de herramientas que los equipaba para
estudiar la ciencia y responder a preguntas relevantes en su campo de la ciencia. Los
teólogos estaban similarmente equipados para responder a un tipo de preguntas
completamente diferentes. Ya que el campo científico, o magisterio, y el magisterio
teológico estudian tipos diferentes de preguntas, no necesitan coincidir. [96]

El magisterio de la ciencia cubre el mundo empírico: De qué está hecho el universo (los
hechos) y por qué funciona de esta manera (teoría). El magisterio de la religión se
extiende a preguntas de significado final y de valores morales. Estos dos magisterios no
coinciden, ni abarcan todas las investigaciones (considere, por ejemplo, el magisterio del
arte y el significado de la belleza). [97]

Sin embargo, aún permanece como cierto el hecho de que muchas preguntas con que se
tropieza la ciencia y las religiones, "en realidad sí coinciden."

• "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú
formaste, 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el
hijo del hombre, para que lo visites?” Sal. 8:3-4

• Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de


sus manos. Un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche
declara sabiduría. sal. 19:1-2

La ciencia no es algo acabado, es la interpretación continua de la naturaleza y el


universo, es perennemente cambiante. Y como tal no puede tomarse como ‘referencia
fija’ para la totalidad de cualquier aspecto que tenga que ver con el ‘mundo material’,
mucho menos para el ‘mundo espiritual’.

Por cierto, las limitantes de la ciencia no son para mí una razón para denostarla, sino que
creo, en cierto sentido, que son su mayor fortaleza, sino, entonces, la ciencia y tecnología
serían piezas arqueológicas; sin embargo sus limitaciones la obligan a un continuo avance
y crecimiento.

Lamentablemente, en vez de poner los ojos en Dios, quien croe todas las cosas, las
ponen en la ciencia, el mago de la galera, que todo lo puede explicar Pero como no hay fe
en el Dios verdadero, solo incredulidad, no queda otra cosa que poner la esperanza en la
ciencia, convirtiéndola en un ídolo.

Richard Dawkins para quien Dios es una desilusión, la religión un virus dijo: "La
existencia o no-existencia de Dios es un hecho científico acerca del universo, descubrible
en principio aunque no en la práctica." [98]

Cuando le preguntaron si para él, creer en Dios es como creer en una tetera orbitando
alrededor de Marte, el respondió que sí, con la cara como piedra.

El biólogo Richard Dawkins levantó polémica con un nuevo libro, titulado "El engaño de
Dios", donde busca "elevar la conciencia" para convencer al mundo de que Dios es una
creencia hueca.(¿¿??)

Roberto Palacio, autor de un articulo en el portal ateo sindioses.org, afirma que “vivimos
tiempos extraños. Los viejos temas se vuelven nuevas obsesiones y antiguos debates
cobran una fuerza inusitada; como si, de repente, todas las delicadas piezas que forman
el rompecabezas de nuestra cultura hubieran explotado en pedazos pero sólo para caer
en la posición inicial. “
51

Para el, Dios, es un viejo tema, “ese signo de interrogación como lo llamó alguna vez el
escritor inglés Robert Graves. “

El genetista Richard Dawkins en su último libro The God Delusion [El engaño de Dios],
que salió al mercado el pasado 22 de octubre (de 2003)

Dawkins, quien es "Profesor de la cátedra Charles Simonyi para la comprensión pública


de la ciencia" en la Universidad de Oxford, vivió una infancia entre los animales en
Malawi, se educó en Inglaterra y obtuvo un doctorado en Oxford bajo la supervisión del
afamado naturalista de la década de los sesenta, Niko Tinbergen.

Desde entonces, se dedicó a escribir libros con títulos tan presumidos y cautivantes
como El relojero ciego (Editorial Labor, 1989) y Destejiendo el arco iris (Tusquets, 2000).

Su reciente libro sobre Dios y la religión está inspirado parcialmente en los ataques del
11 de septiembre de 2001, un hecho que impulsó a intelectuales en las más diversas
áreas a pronunciarse con una vehemencia excepcional. "No es de extrañar que un grupo
de jóvenes henchidos de adrenalina pero incapaces de tener una mujer en este mundo se
hayan tragado la idea de tener setenta y dos vírgenes privadas en el siguiente mundo",
declaró el 15 de septiembre de 2001 en una declaración denominada "Los misiles
desviados de la religión", publicado por el periódico inglés The Guardian.

El tono de The God Delusion es aún más altivo porque no constituye sólo un ataque al
fanatismo religioso, sino a formas de religiosidad más moderadas; ellas crean el clima de
aceptabilidad religiosa que permite el fanatismo, sostiene Dawkins. Y ¿por qué no llevar
la reflexión hasta el núcleo mismo de la creencia religiosa; la existencia de Dios?
Exceptuando unas pocas formas de creencia, casi todas las religiones tienen alguna
forma de deidad personificada que está relacionada con la vida en el más allá.” [99]

En El ateo, Dawkins defiende que ciencia y religión son incompatibles, y que la religión es
perjudicial para la sociedad. [100]

Como leemos, y además sabemos los que de una manera u otra estamos envueltos en
este debate ciencia-fe, R. Dawkins, sin embargo, pone muy en claro que él cree que la
existencia de Dios no es descubrible de ninguna manera en la práctica.

El problema surge con los secularistas, quienes afirman que "la hipótesis de Dios no hace
otra cosa más que finalizar la investigación científica."

Ellos asumen que Dios es usado sólo para responder a las preguntas que el conocimiento
científico no ha descubierto todavía. Sin embargo, yo sostendría que tal mentalidad del
Dios de las brechas no es un uso legítimo de la hipótesis de Dios. En cambio, el Dios
bíblico posee atributos bien explícitos que pueden ser explicables científicamente. Ciertos
eventos documentados históricamente en la Biblia pueden ser sometidos a evaluación
científica. Sin embargo, el materialismo científico coloca señales de desviación que
bloquean caminos potencialmente abiertos de investigación científica en estas áreas.

En El ateo, en uno de los últimos párrafos, donde habla del diseño inteligente de la
evolución, pero desde un punto de vista diferente:

«Es un pensamiento interesante que, en algún momento del futuro remoto, la gente mire
atrás hacia el siglo XX y XXI como un punto crítico en la evolución -el momento en el que
la evolución dejó de ser una fuerza sin dirección y pasó a ser una fuerza de diseño. Ya
durante los últimos siglos, quizás milenios, los agricultores han diseñado en cierto sentido
la evolución de animales domésticos como los cerdos, las vacas y los pollos. Esto está
aumentando y cada vez somos más hábiles tecnológicamente para ello, manipulando no
52

sólo la parte de la selección en la evolución, sino también la parte de la mutación. [...]


Así que sí, creo que quizás vivamos en una época en la que la evolución empieza a estar
de pronto diseñada inteligentemente». [101]

Algo interesante es
"La creencia ortodoxa cristiana, como ha sido interpretada por siglos en la
tradición de la Reforma Protestante, hace algunas afirmaciones singulares acerca
de la naturaleza y atributos de Dios que deberían ser sujetas a escrutinio
científico. " [102]

Quizás la existencia de Dios como un hecho científico nunca sea postulada. Es posible, o
quizás tal consideración tenga que esperar hasta que llegue el momento en que la ciencia
y la teología puedan complementarse una con la otra en la búsqueda de la verdad
suprema. Habrá que esperar la reconciliación de la ciencia y la fe, "dado el presente clima
adverso actual que existe entre los científicos y los teólogos." [103]

Francis Collins, jefe del Proyecto del Genoma Humano cree que:
"Si Dios existe, entonces Él debe estar fuera del mundo natural y por lo tanto, las
herramientas de la ciencia no son las apropiadas para conocerlo." [104]

Albert Einstein, por ejemplo, hablando acerca de nuestro conocimiento del universo, dijo:
"No sabemos nada sobre él... La verdadera naturaleza de las cosas, eso jamás lo
sabremos, jamás." [105]

Einstein creía en
«un Dios que se revela en la armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se
interesa en el destino y las acciones del hombre». Deseaba conocer «cómo Dios
había creado el mundo». [106]

En algún momento resumió sus creencias religiosas de la manera siguiente:


«Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que
se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y
débil mente». [107]

Podemos leer que su concepto sobre la religión ¡era místico!


La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo
místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce
esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está
prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable
realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante
belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en
sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera
religión.[108]

En cierta ocasión, en una reunión, se le preguntó a Einstein si creía o no en un Dios a lo


que respondió:
«Creo en el Dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo».
[109]

Lamentablemente su concepto de Dios de la Palabra de Dios era bastante pobre [110]

• La palabra Dios no es más que la expresión y el fruto de la debilidad humana, y la


Biblia, una colección de honorables leyendas primitivas, las cuales, no obstante,
son bastante pueriles.
• Para mí, la religión judía, como las demás, es una encarnación de las
supersticiones más infantiles. Y el pueblo judío, al que estoy contento de
pertenecer y con el que tengo una profunda afinidad, no es diferente del resto.
53

• No puedo concebir un Dios que premia y castiga a sus criaturas, o que tiene
voluntad, tal como la tenemos nosotros. Tampoco quiero ni puedo concebir que un
individuo sobreviva a su muerte física: Dejad a los espíritus débiles atesorar estos
pensamientos, movidos por el miedo o absurdo egoísmo.
• El deseo de ser guiado, amado, y apoyado, se expresa en los hombres en su
concepción social y moral de Dios… el hombre que está convencido del
funcionamiento universal de la ley de la causa no puede entretenerse en la idea de
un ser que interfiere en el curso de los acontecimientos… un Dios que premia y
castiga no es concebible para él.
• Durante la infancia de la evolución espiritual humana, la fantasía creo a Dios a la
imagen del propio hombre. La idea de Dios en el pensamiento religioso es una
sublimación del viejo concepto de los dioses. En su lucha por el bien ético, los
profesores de religión deben tener la estatura de abandonar la doctrina de un Dios
personal.
• Me parece que la idea de un Dios personal es un concepto antropológico que no
puedo tomarme en serio.
• No puedo imaginarme un Dios que premia y castiga a los objetos de su creación,
cuyos propósitos están modelados según los nuestros; un Dios, por decirlo
brevemente, que no es sino el reflejo de la fragilidad humana. Tampoco puedo
creer en un individuo cuya vida sobrevive a su cuerpo, a pesar de que almas
débiles mantienen semejantes cosas por miedo o un egoísmo ridículo.

Una cita más larga de Einstein aparece en Science, Philosophy, and Religion, A
Symposium (Simposio de ciencia, filosofía y religión), publicado por la Conferencia de
Ciencia, Filosofía y Religión en su Relación con la Forma de Vida Democrática:

Cuanto más imbuido esté un hombre en la ordenada regularidad de los eventos,


más firme será su convicción de que no hay lugar —del lado de esta ordenada
regularidad— para una causa de naturaleza distinta. Para ese hombre, ni las
reglas humanas ni las "reglas divinas" existirán como causas independientes de los
eventos naturales. De seguro, la ciencia nunca podrá refutar la doctrina de un Dios
que interfiere en eventos naturales, porque esa doctrina puede siempre refugiarse
en que el conocimiento científico no puede posar el pie en ese tema. Pero estoy
convencido de que tal comportamiento de parte de las personas religiosas no
solamente es inadecuado sino también fatal. Una doctrina que se mantiene no en
la luz clara sino en la oscuridad, que ya ha causado un daño incalculable al
progreso humano, necesariamente perderá su efecto en la humanidad. En su lucha
por el bien ético, las personas religiosas deberían renunciar a la doctrina de la
existencia de Dios, esto es, renunciar a la fuente del miedo y la esperanza, que en
el pasado puso un gran poder en manos de los sacerdotes. En su labor, deben
apoyarse en aquellas fuerzas que son capaces de cultivar el bien, la verdad y la
belleza en la misma humanidad. Esto es de seguro, una tarea más difícil pero
incomparablemente más meritoria y admirable. [111]

En una carta fechada en marzo de 1954, que fue incluida en el libro Albert Einstein: su
lado humano (en inglés), editado por Helen Dukas y Banesh Hoffman y publicada por
Princeton University Press, Einstein dice:
54

“Por supuesto era una mentira lo que se ha leído acerca de mis convicciones
religiosas; una mentira que es repetida sistemáticamente. No creo en un Dios
personal y no lo he negado nunca sino que lo he expresado claramente. Si hay
algo en mí que pueda ser llamado religioso es la ilimitada admiración por la
estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla.” [112]

Siempre la figura de Einstein fue utilizada en beneficio de aquellos que veían en sus
palabras, las palabras de un creyente. Pero sin embargo el gran científico, que era judío
rehusó el ofrecimiento de ser el segundo presidente de Israel, también rechazó la idea de
que los judíos son un pueblo tocado por Dios. "Para mí, la religión judía, como las demás,
es una encarnación de las supersticiones más infantiles". [113]

Supongamos que pudiésemos tener un conocimiento absoluto de las cosas, un


conocimiento que agotara la realidad, para dominarla, como el conocimiento de Dios
(dommine), sería estupendo ¿no? Procederíamos con certezas irrefutables, evidentes e
innegables.
Con este conocimiento universal, nadie podría ponernos en duda o alegarnos una
refutación, pues al igual que nosotros, captaría las esencias en sí de las cosas en grado
sumo. ¡Qué cantidad de discusiones inútiles nos ahorraríamos!
Pues así funciona en rigor el método científico con orden geométrico, basado en axiomas
y proposiciones.

La teoría arranca con la definición de los objetos, que a su vez son seguidos de unos
axiomas, los cuáles no son sino la prolongación de las definiciones: los objetos de la
ciencia son, por definición, cualquiera objeto que cumpla esos axiomas propuestos.
La clave está en que los objetos de la teoría son exhaustivos y completos al estar
definidos y postulados en los axiomas, elaborados por nosotros mismos. En cierta
manera, estamos en una situación semejante a la divina, pues estudiamos las
derivaciones de aquello que nosotros mismos hemos creado, así procedemos con una
certeza implacable e inapelable.

El proceso demostrativo surge de una combinación entre los axiomas y las definiciones en
forma de proposiciones, que a su vez, procediendo por evidencia lógica deductiva,
concluyen en proposiciones nuevamente ciertas con arreglo a los axiomas y definiciones
originarios.

Este proceso, por tanto, como tal, no concluye en verdades reales, sino con articulaciones
correctas derivadas de axiomas y postulados varios.
Cualquier otro científico puede, en rigor, examinar la demostración y concluir
satisfactoriamente en las mismas proposiciones. Corrientemente a este hecho se le llama
“intersubjetividad” de la ciencia.

Luego, en pleno derecho de mi falta de rigor científico, concluyo: la ciencia (positiva)


como tal, jamás podrá certificar en sí la verdad. Lo más que podrá es apelar a la fe
(confianza) en que de unos postulados convincentes (válidos a priori) se deducen algunas
conclusiones, que en la índole práctica de la ciencia (llamada técnica) se convierten en
pretensiones válidas de conocimiento operativo, pero nunca la validez técnica de una
proposición podrá justificar (ni lógica, ni en la realidad) la validez ontológica.

Nuevamente, (como casi siempre) el problema es la articulación metódica, nuestra


categorización a priori de la realidad y nuestra confusión de certeza y verdad. [113]

Algo parecido creo que es lo que le paso a Dr. RICARDO CASTAÑON, quien fue ateo hasta
que investigó con rigor científico fenómenos religiosos [114]

El Dr. FRANCIS COLLINS. Director del proyecto Genoma Humano, afirmó


55

• "Soy Científico y creyente. No encuentro conflicto entre estas dos visiones del
mundo".

Su libro mas reciente: "El Lenguaje de Dios": Un científico presenta evidencia para creer.

“Como director del Proyecto Genoma Humano (Human Genome Project), he dirigido un
consorcio de científicos en la lectura de 3.1 billones de cartas del genoma humano,
nuestro libro de instrucciones del ADN. Como creyente, yo veo el ADN, la molécula de
información de todas las cosas vivas, como el lenguaje de Dios y la elegancia y
complejidad de nuestros propios cuerpos y del resto de la naturaleza, como una reflexión
sobre el plan de Dios.

Yo no siempre acogí estas perspectivas. Como estudiante graduado de química física en


la década de los 70, yo era un ateo, no encontrando razón para postular la existencia de
ninguna verdad fuera de las matemáticas, la física y la química. Tuve que admitir que la
ciencia que yo tanto amaba era incapaz de contestar preguntas tales como: "¿Cual es el
sentido de la vida?", "¿Por que estoy aquí?", "En fin, por que funciona la matemática?",
"Si el universo tuvo un comienzo, ¿Quien lo creó?", "¿Por que las constantes físicas en el
universo están tan finamente ajustadas para permitir la posibilidad de formas de vida
complejas?", "¿Por que los humanos tienen sentido moral?", "¿Que ocurre cuando
morimos?"

Siempre había asumido que la fe estaba basada en argumentos puramente emocionales e


irracionales y quedé asombrado al descubrir, al principio en los escritos del profesor de
Oxford C.S. Lewis y después en otras fuentes, que uno podía edificar un caso muy sólido
a favor de la posibilidad de la existencia de Dios en fundamentos puramente racionales.

Mi anterior afirmación atea:


"Yo se que no existe Dios" surgió como la menos defendible. El escritor inglés G.K.
Chesterton dijo que "El ateismo es el mas atrevido de los dogmas, porque es la
afirmación de un negativo universal"

Pero la sola razón no puede probar la existencia de Dios. La fe es razón y revelación. El


componente revelación requiere que uno piense con el espíritu y también con la mente.
Al final hace falta un salto de fe.

Collins encontró que hay una maravillosa armonía en las verdades complementarias de la
ciencia y la fe. El Dios de la Biblia es también el Dios del genoma. A Dios se le puede
encontrar en la catedral o en el laboratorio. Investigando la majestuosa y asombrosa
creación de Dios, la ciencia puede en efecto ser un medio para adorar a Dios. Aquellos
que ponen su confianza en la ciencia como la clave para entender el universo están en
dificultades por el hecho de que la ciencia nunca descubre la verdad. Si la Biblia es la
fuente de toda verdad entonces la ciencia no puede descubrirla.” [115]

Uno de los problemas insolubles del método científico es la falacia de la inducción;


inducción, de hecho, es un problema para todas las formas de empirismo (aprender por
medio de la experiencia). El problema es simplemente este: La inducción, argumentar de
lo particular a lo general, es siempre una falacia lógica. No importa cuántos cuervos, por
ejemplo, que tú observes sean negros, la conclusión de que todos los cuervos son negros
nunca está garantizada. La razón es simple: Incluso asumiendo que tienes buena vista,
que no tienes problemas para confundir colores, y que de hecho estás viendo cuervos, tú
no has, y nunca podrás, visto todos los cuervos. Millones de ellos ya murieron. Millones
más están en el lado opuesto del mundo. Millones saldrán de su huevo después que tú
mueras. La inducción siempre es una falacia.

Hay otra falacia fatal en la ciencia: la falacia de afirmar el consecuente. El filósofo ateo lo
escribió de la siguiente manera:
56

“Todos los argumentos inductivos en última instancia se reducen a la siguiente


forma: “Si esto es cierto, aquello es cierto: aquello es cierto, por tanto esto
cierto.” Este argumento es, por supuesto, formalmente falaz. Supongamos que yo
diga: “Si un pan es una piedra y las piedras son alimenticias, entonces este pan
me alimentará; vemos que este pan sí me alimenta; por tanto, es una piedra, y
las piedras son alimenticias.” Si yo fuera a producir un argumento como este,
ciertamente se me pensará como un tonto, y sin embargo no sería
fundamentalmente diferente que el argumento sobre el cual todas las leyes
científicas están basadas.” [116]

Al reconocer que la inducción es siempre falaz, los filósofos de la ciencia del siglo XX, en
un esfuerzo para defender la ciencia, desarrollaron la noción de que la ciencia no depende
de la inducción. En lugar de eso, consiste de conjeturas, experimentos para probar dichas
conjeturas, y refutación de conjeturas. Pero en su intento de salvar la ciencia de la
desgracia lógica, los filósofos de la ciencia abandonaron cualquier afirmación de
conocimiento: Ciencia es sólo conjeturas y refutación de conjeturas.

Karl Popper, uno de los grandes filósofos de la ciencia del S. XX, escribió:
“Primero, aunque en ciencia demos lo mejor de nosotros para encontrar la verdad,
somos concientes del hecho de que nunca podremos estar seguro de que la
tenemos… Sabemos que nuestras teorías científicas siempre se quedan en
hipótesis… En la ciencia no hay conocimiento, en el sentido en que Platón y
Aristóteles comprendieron el término, en el sentido que implica finalización; en la
ciencia jamás tenemos suficientes razones para la creencia de que hemos
alcanzado la verdad… Einstein declaró que su teoría era falsa: él dijo que ella
podría ser una mejor aproximación a la verdad que la de Newton, pero él dio
razones el no podría, incluso si todas las predicciones se cumpliesen, llamarla una
teoría verdadera… Nuestros intentos de ver y encontrar la verdad no son finales
sino posibles de ser mejorados:… nuestro conocimiento, nuestra doctrina es
conjetural;… consiste en adivinanzas, en hipótesis más que en verdades finales o
ciertas. La observación y la ciencia no nos pueden proveer de verdades acerca del
universo, menos verdades acerca de Dios. La cosmovisión secular, que comienza
por negar a Dios y su revelación, no nos puede proveer conocimiento en absoluto.
“[117]

Popper siguió diciendo:


"Incluso puede ser demostrado que todas las teorías [científicas], incluyendo las
mejores, tienen la misma probabilidad, esto es, cero." [118]

Todos los experimentos científicos cometen la falacia de la afirmación de lo consecuente.


En forma de silogismo, esto es expresado así: "Si p, entonces q. q; por tanto, p."
Bertrand Russell, ciertamente para nada amigo de la Cristiandad, lo enunció de esta
manera:

"Todos los argumentos inductivos en última instancia se reducen a la siguiente


forma: Si esto es cierto, aquello es cierto: aquello es cierto, por tanto esto cierto."
[119]

Este argumento es, por supuesto, formalmente falaz. Supongamos que yo diga:
"Si un pan es una piedra y las piedras son alimenticias, entonces este pan me
alimentará; vemos que este pan sí me alimenta; por tanto, es una piedra, y las
piedras son alimenticias." [120]

Si yo fuera a producir un argumento como este, ciertamente se me pensará como un


tonto, y sin embargo no sería fundamentalmente diferente que el argumento sobre el
cual todas las leyes científicas están basadas."
57

En el laboratorio, los científicos proceden con una hipótesis.


En este caso, la hipótesis es:
"Si un pan es una piedra y las piedras son alimenticias, entonces este pan me
alimentará."
'El científico luego intenta deducir los resultados que pronosticó ocurrirían si la
hipótesis fuese verdadera, tal como "este pan me alimenta".

Luego opera un experimento para probar la hipótesis y ver si los resultados pronosticados
ocurren. Así que se sienta a la mesa y se come el pan, y milagro de milagros, el pan
ciertamente le alimenta. La hipótesis, concluye, es confirmada: "Este pan es una piedra y
las piedras son alimenticias." ¿Piensan que es tonto? ¡Sí! Sin embargo, como Russell ha
aseverado, no es "fundamentalmente diferente del argumento sobre el cual todas las
leyes científicas están basadas." Esto es, todas las leyes científicas están basadas sobre
argumentos falaces. [121]

Además, el filósofo Paul Feyerabend, en su libro Against Method: Outline of an Anarchistic


Theory of Knowledge (Contra el Método: Un Bosquejo de una Teoría Anarquista del
Conocimiento), escribió:

"Bajo un análisis más riguroso, encontramos incluso que la ciencia no conoce


ningún 'hecho al desnudo' en lo absoluto, sino que los 'hechos' que entran a
nuestro conocimiento ya son conocidos en alguna manera y son, por tanto,
esencialmente ideacionales. Siendo este el caso, la historia de la ciencia será tan
compleja, caótica, llena de errores y entretenida como las ideas que contenga, y
estas ideas serán a su vez tan complejas, caóticas, llenas de errores y
entretenidas como lo sean las mentes de aquellos quienes las hayan inventado."
[122]

La única verdad absoluta que ha conocido el mundo es la Palabra de Dios. Y Jesucristo,


quien dijo claramente que el es la Verdad.
Pero la ciencia jamás debe ser vista como un medio para aprender verdades. La verdad
se encuentra sólo en las Escrituras; la Biblia tiene un monopolio sobre la verdad. Es la
Palabra de Dios la que debe ser creída, y no los experimentos de los hombres.

Como Robbins ha dicho:


"La ciencia es falsa, y deberá ser siempre falsa. Las Escrituras son verdaderas y
deberán ser siempre verdaderas. El asunto está tan claro y tan simple." [123]

El método científico es un tejido de medias verdades de la creación, y de falacias lógicas,


y esto es parte del método científico. La ciencia nos es útil a los seres humanos para
cumplir su propósito, esto es, someter la Tierra. Pero es útil sólo para eso, nada más.

La pregunta surge: "Si la ciencia jamás otorga verdades, ¿cómo es que puede ser tan
exitosa?" Esto depende de cómo uno define el éxito. Ahora somos capaces de poner a un
hombre en la luna; también somos capaces de destruir a nuestro prójimo tan sólo
apretando un botón. ¿Son estas las medidas del éxito? Las teorías científicas siempre
están cambiando (y en cambio, la verdad es eterna). ¿Es el cambio constante una
medida de éxito?

La ciencia es exitosa cuando uno comprende su propósito, y cuando uno comprende que
las teorías falsas a veces funcionan. La ciencia Newtoniana, por ejemplo, funcionó por
años. Ha sido reemplazada por la teoría de Einstein. Pero aunque él pensaba que su
teoría era una mejor aproximación a la verdad que la de Newton, Einstein declaró que su
propia teoría era falsa.
La ciencia tiene su lugar en la filosofía Cristiana, y un lugar importante. [124]

La Confesión de Fe de Westminster dice:


58

“La autoridad de la Biblia, por la cual debe ser creída y obedecida, no depende del
testimonio de ningún ser humano, o iglesia, sino enteramente de Dios (quien es
verdad en sí mismo), el autor de la Biblia, por lo tanto debe ser recibida porque es
la Palabra de Dios…

Fíjese en las palabras de la Confesión: “Todo el consejo de Dios” está expresamente


escrito en la Escritura o puede ser deducido de ella. Todo lo que necesitamos para la fe y
la vida se encuentra en las proposiciones de la Biblia, sea explícita como implícitamente.
Nada se debe añadir a la revelación. Sólo deducciones lógicas de la Escritura están
permitidas. [125]

¿Entonces, cual es el problema, a que se debe que tantos científicos no ven


incompatibilidad entre la ciencia ya la fe y otros tantos si lo ven el conflicto?
A la cosmovisión, que es lo que afecta el modo de ver el mundo. El cristiano ve la
creación de una manera y el incrédulo la ve de otra manera totalmente distinta.

Un nuevo libro analiza el origen del enfrentamiento entre la Iglesia y el


científico

El escritor Dan Hofstadter ha publicado un


libro titulado “The Earth Moves: Galileo and
the Roman Inquisition”, en el que analiza el
juicio de Galileo por parte de la Iglesia
Católica Romana a mediados del siglo XVII, y
el conflicto surgido entonces por la defensa
que hizo el astrónomo de la teoría del
heliocentrismo (la Tierra gira alrededor del
Sol). Según Hofstadter, el enfrentamiento
entre ciencia y religión surgido en aquel
momento explicaría muy bien la génesis de la
división entre ciencia y religión, característica
de la mentalidad occidental moderna.
El escritor estadounidense Dan Hofstadter afirma en su último libro “The Earth Moves:
Galileo and the Roman Inquisition” ( La tierra se mueve: Galileo y la Inquisición Romana)
que el gran choque entre ciencia y religión que supuso el juicio al que fue sometido
Galileo (1564-1642) por parte de la Iglesia Católica Romana persiste de alguna forma en
nuestros días.
Hofstadter, autor de obras anteriores, como “The Love Affair as a Work of Art” o “Falling
Palace” es un gran conocedor de la cultura italiana, de su literatura, y también de los
archivos del Vaticano, que ha analizado a fondo para tratar de comprender, desde el
punto de vista político, científico y psicológico, el enfrentamiento entre Galileo y el Papa
Urbano VIII.
Al parecer, este papa y Galileo habían sido inicialmente amigos, cuando Urbano VIII aún
era el cardenal Maffeo Barberini, con el que Galileo intercambió amables cartas, según se
explica en otro libro: “Galileo en Roma: Crónica de 500 días”, de William y Artigas.
Consecuencias presentes de un conflicto antiguo
Pero luego las cosas cambiaron, y durante su pontificado (septiembre de 1632- junio de
1634) fue cuando tuvo lugar el juicio contra Galileo Galilei, en el que el científico se vio
obligado a retractarse de sus tesis sobre el heliocentrismo.
La causa del procesamiento de Galileo fue que el astrónomo defendió la teoría de Nicolás
Copérnico, autor del libro “De revolutionibus orbium coelestium”, en el que se expone el
modelo heliocéntrico del universo.
Este modelo, que planteaba que la Tierra giraba alrededor del sol en lugar de ser el
centro del cosmos como hasta entonces se había pensado, resultó demasiado
59

revolucionario para la mentalidad de la época, por lo que la Iglesia Romana ordenó


explícitamente que la teoría copernicana no se enseñase ni se promoviese.
Sin embargo, las observaciones realizadas por Galileo con su famoso telescopio no
dejaron lugar a dudas para el científico de que su antecesor llevaba la razón, por lo que
el investigador entró en conflicto con la institución eclesiástica de entonces.
Según declaraciones realizadas por Hofstadter para la agencia Reuters, este
enfrentamiento –sucedido en el año 1633- ha tenido consecuencias incluso en el
presente.
Restos de la discusión
El autor señala dos de ellas: en primer lugar, la relacionada con la cuestión de qué es una
teoría científica.
Ya entonces se planteó esta pregunta, y hoy día se ha tenido que volver a plantear ante
aquéllos que apoyan conceptos como el del diseño inteligente. Básicamente, nos
encontramos ante la misma discusión, afirma el escritor.
El diseño inteligente es el nombre utilizado para describir a la corriente que sostiene que
el origen o evolución del Universo, la vida y el hombre, son el resultado de acciones
racionales emprendidas de forma deliberada por uno o más agentes inteligentes.
Aunque esta corriente está considerada como pseudociencia por la comunidad científica,
sus partidarios la defienden como propuesta científica legítima, susceptible de ser
objetivo de investigaciones metodológicamente rigurosas.
Otro de los efectos del enfrentamiento entre Galileo y la Iglesia Católica Romana se
reflejó en las declaraciones que Benedicto XVI realizó en 2006, cuando aún era el
cardenal Ratzinger.
Entonces, el actual papa defendió que: “en el tiempo de Galileo, la Iglesia permaneció
más fiel a la razón que el mismo Galileo. El proceso contra Galileo fue razonable y justo”,
en un intento de limpiar la leyenda sobre el trato de la Iglesia a Galileo. Estas
declaraciones de Ratzinger supusieron, incluso, una rectificación a las palabras de Juan
Pablo II, que en 1992 había pedido perdón por el maltrato al científico. [126]

¿Por qué hay la percepción de una batalla continua?

La última pregunta que quiero hacer es ésta: ¿Por qué hay tanta gente que sigue
creyendo que hay una batalla entre la ciencia y el cristianismo? No niego que haya un
debate. Pero creo que, según los hechos, lo que Ud. piensa de Dios no depende de si
tiene un doctorado en las ciencias.

Y ¿por qué a algunos les gusta pensar que esta supuesta batalla sigue con tanta furia? Yo
creo que, en parte, es una falsa representación de la realidad. Permítanme darles un
ejemplo. Andrew Dickson White fue el primer presidente de la Universidad de Cornell
(estado de Nueva York, EE.UU.), la primera universidad estadounidense fundada sobre
principios estrictamente seculares. (Todas las demás habían sido fundadas en el
cristianismo.) En 1896 él escribió un libro famoso, The History of the Warfare of Science
With Theology, (Historia de la guerra entre la ciencia y el cristianismo). Aquí les ofrezco
un extracto:

Juan Calvino lo empezó en su comentario sobre Génesis al condenar a todos los que no
aceptaban a la Tierra como el centro del universo. Remató el asunto al referirse, como de
costumbre, al primer versículo de salmo 93 preguntando: “¿quién se atreverá a poner la
autoridad de Copérnico por encima de la del Espíritu Santo?”

(¡Esto no le favorece mucho a Juan Calvino!) Pero, ¿cuál es la verdadera historia detrás
de todo esto? Alistair McGrath, el Conferenciante Brampton de la Universidad de Oxford,
60

y quizás el más grande experto académico sobre Calvino, ha escrito hace poco una
biografía erudita de Calvino, e investiga lo anterior con mucho detalle. Dice:

Esta declaración de Calvino la repite hasta la saciedad cada escritor que alude al tema de
la ciencia y la religión, como por ejemplo Bertrand Russell en su History of Western
Philosophy (Historia de la filosofía occidental). Pero se puede decir con autoridad que
Calvino nunca escribió esas palabras en su comentario sobre Génesis, y tampoco expresó
ningún sentimiento semejante en ninguna de sus obras conocidas. La declaración de que
sí lo escribió se encuentra sin evidencia en las obras de otros autores del siglo XIX....

Sería justo preguntar qué es lo que creyó Calvino sobre la teoría copernicana
heliocéntrica del sistema solar. Pues, la respuesta es que no lo sabemos. Lo más seguro
es que Calvino ni sabía de Copérnico. Su nombre no fue exactamente el tema de las
conversaciones domésticas en Francia o en Suiza en el año 1520. Pero en el prefacio de
su traducción del Nuevo Testamento al francés, Calvino escribió:

El propósito principal de las Escrituras es el de llevarnos al conocimiento de Jesucristo, y


después de conocerlo con todo lo que ello implica, deberíamos parar y no aspirar a
aprender más. [127]

Notas

[0] El profesor François Jacob, recibió el Premio Nobel en 1965, junto con Jacques
Monod y André Lwoff, sus maestros, por su contribución decisiva a la consolidación de
una nueva ciencia que hoy, ya madura, se perfila como una de las más importantes del
siglo XXI: la biología molecular, cit en Manuel Carmona,
http://oldearth.wordpress.com/2008/09/22/ciencia-o-mitos/
[1] Federico Anzil , 'Definición de Ciencia', Econlink.com.ar, Enero de
2004, http://www.econlink.com.ar/definicion/ciencia.shtml
[2]http://www.econlink.com.ar/definicion/ciencia.shtml
[3]http://www.econlink.com.ar/definicion/ciencia.shtml
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Linneo
[5]http://www.erain.es/departamentos/Religion/subpag/historia/creen.htm
[6] http://www.gotquestions.org/espanol/fe-Dios-ciencia.html
[7] Javier Monserrat, http://www.tendencias21.net/La-ciencia-orienta-sobre-la-cuestion-
de-Dios_a2107.html
[8] http://www.ungidos.com/foros/index.php?topic=33150.0
[9] http://www.fluvium.org/textos/cultura/cul67.htm
[10] http://www.fluvium.org/textos/cultura/cul67.htm
[11] http://www.gotquestions.org/espanol/fe-Dios-ciencia.html
[12] http://solidaridad-tv.blogspot.com/2009/11/fe-y-ciencia.html
[13] http://www.fluvium.org/textos/cultura/cul67.htm
[14] F.Collins, cit en http://www.luxdomini.com/collins_len.pdf
[15] http://www.lavozdegalicia.com/sociedad/2009/07/23/00031248361990346926362.
htm
[16] http://www.larazon.es/noticia/2468-la-teleportacion-como-desafio-para-la-ciencia-
por-jose-antonio-vera
[17] F.Collns, Como habla Dios, ed. temas de hoy, 2' ed. p.
[18] F.Schafer, Retorno a la libertad y a la dignidad, ed. evangélicas europeas, Barcelona
1973 Pág. 15
[19] http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Sagan
[20] CARL SAGAN, EL CEREBRO DE BROCA Titulo Original en ingles: Broca’s Brain
Traducción: Doménech Bregada (Cap 1 al 7) y José Chabás (Cap 8 al 25) de la 1 edic. de
Random House, Inc., Nueva York, 1970. P, 24
[21] http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Sagan
[22] http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Sagan
[23] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
61

[24] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[25] F.Collns, Como habla Dios, ed. temas de hoy, 2' ed. p. 71
[26] http://www.monografias.com/trabajos/filosofmedie/filosofmedie.shtml
[27] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[28] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[29] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[30] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[31] http://www.econlink.com.ar/definicion/ciencia.shtml
[32] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[33] http://www.econlink.com.ar/definicion/ciencia.shtml
[34] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[35] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
[36] ANA MARIA ALARCON, ISABEL PINTO, ADRIANA MOSQUERA,MIRIALYS CARMONA,
COLEGIO MARIA INMACULADA AREA DE INVESTIGACION BOGOTA
DC., http://www.monografias.com/trabajos16/ciencia-y-tecnologia/ciencia-y-
tecnologia.shtml
[37] Ibíd.
[38] Ibíd.
[39] Ibíd.
[40] http://www.letraslibres.com/index.php?art=6113
[41] http://personales.ya.com/casanchi/ref/fundaciencia02.htm
[42] Carl Sagan, Cosmos, El espinazo de la noche, cit en
http://asimov2007.blogspot.com/2010/01/marionetas.html
[43] http://es.wikiquote.org/wiki/Carl_Sagan
[44] John McArthur Jr., “La batalla por el comienzo”,pág. 12-15, ed. Peniel
[45] Carl Sagan, ABC News Nightline, 4 de dic. De 1996, cit en John McArthur Jr., “La
batalla por el comienzo”, pág. 12-15, ed. Peniel
[46] Carl Sagan, Pale Blue Dot [Migaja de azul pálido] (N.Y: Random House, 1944), p. 9
cit en John McArthur Jr., “La batalla por el comienzo”, pág. 12-15, ed. Peniel
[47] John McArthur Jr., “La batalla por el comienzo”, pág. 12-15, ed. Peniel
[48] http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=282&n=13899
[49] http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=282&n=13899
[50] http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=282&n=13899
[51] http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=282&n=13899
[52] http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?r=282&n=13899
[53] Thomas F. Heinze, Como principio la vida, Chick Publicaciones, Pág. 144
[54] http://www.y-jesus.com/PDF/Jesusdoc%20Espanol.pdf
[55] Sir William Ramsey, The Bearing of Recent Discovery on the Trustworthiness of the
New Testament [Relevancia de los Descubrimientos Recientes en la Credibilidad del
Nuevo Testamento], 1915, p. 222), cit. en http://www.allabouttruth.org/spanish/es-la-
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[56] Josh Mc Dowell – Don Stewart, Razones ¿Tiene sentido la fe cristiana para el
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[57] http://es.wikipedia.org/wiki/Hechos_de_los_Apóstoles
[58] http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=305
[59] A. N. Sherwin-White, Román Society and Román law in the New Testament, La
sociedad y la ley de Roma en el Nuevo Testamento, p. 189., cit en Josh Mc Dowell – Don
Stewart, Razones ¿Tiene sentido la fe cristiana para el hombre de hoy?, Pág. 60, editorial
Vida
[60] http://www.godandscience.org/apologetics/bibleorg-es.html
[61]
http://www.labibliacontesta.cl/boletines/boletin_1998_enero_1_la_biblia_yla_ciencia_en_
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[62] Josh McDowell – Don Stewart, Razones ¿Tiene sentido la fe cristiana para el
hombre de hoy?, Pág. 60-61, editorial Vida
[63] Josh McDowell – Don Stewart, Razones ¿Tiene sentido la fe cristiana para el hombre
de hoy?, Pág. 60, editorial Vida
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[64] http://www.conoze.com/comentariosmarco.php?doc=902
[65] http://www.junjan.org/weblog/archives/2004/05/02/viva_cristo_rey.html
[66] http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=10748
[67] http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=10748
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[69] Josh McDowell – Don Stewart, Razones ¿Tiene sentido la fe cristiana para el hombre
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[70] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[71] http://es.wikiquote.org/wiki/Wernher_von_Braun
[72] http://es.wikiquote.org/wiki/Universo
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[74] http://www.frasesypensamientos.com.ar/frases-de-cientifico.html
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[77] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[78] (de “The Biblical View of Science”, por Gary Crampton), cit en
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[79] (de “The Biblical View of Science”, por Gary Crampton), cit en
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[80] http://www.ednetusa.com/TrinoDios/trdios5.pdf
[81] http://www.noticiacristiana.com/ciencia_tecnologia/2010/01/un-sacerdote-gana-1-
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[82] http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=10712&cat=religioncristiana
[83] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[84] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[85] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[86] http://profeblog.es/blog/cecilia/?page_id=491
[87] http://www.zenit.org/rssspanish-29093
[88] Discurso a la Academia pontificia de ciencias, 10 de noviembre de
2003: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 21 de noviembre de 2003, p.5,
Cit en http://www.zenit.org/rssspanish-29093
[89] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[90] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
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[96] http://www.allaboutworldview.org/spanish/cristianismo-versus-ciencia.htm
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[99] http://www.sindioses.org/simpleateismo/librodawkins.htm
[100] http://rvr.blogalia.com/historias/29472
[101] http://rvr.blogalia.com/historias/29472
[102] http://www.allaboutworldview.org/spanish/cristianismo-versus-ciencia.htm
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[105] http://pedaleosymas.wordpress.com/2008/08/21/conocer-como-conoce-dios-el-
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[108] http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia
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[110] http://hombreateo.com/2009/11/10/albert-einstein-el-panteista/
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[114] http://www.corazones.org/diccionario/cientificos_creyentes.htm
[115] http://elzo-meridianos.blogspot.com/2009/11/el-dios-de-albert-einstein.html
[116] http://reformadoreformandome.wordpress.com/2009/03/04/¿que-es-la-filosofia-
reformada/
[117] http://reformadoreformandome.wordpress.com/2009/03/04/¿que-es-la-filosofia-
reformada/
[118] http://naturalezayracionalismo.blogspot.com/2009/01/debate-fundamentalismo-
cristiano-vs_3622.html
[119] http://ichanged.blogspot.com/2007/07/2-ciencia-afirmacin-de-lo-
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[120] http://ichanged.blogspot.com/2007/07/2-ciencia-afirmacin-de-lo-
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[121] http://ichanged.blogspot.com/2007/07/2-ciencia-afirmacin-de-lo-
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[121] http://lasteologias.wordpress.com/2009/01/23/la-vision-biblica-de-la-ciencia/
[122] John W. Robbins, Logic Seminar, Westminster Institute, Julio de 1995.
Cit en http://jupna.wordpress.com/2008/06/08/la-vision-biblica-de-la-ciencia/
[123] http://naturalezayracionalismo.blogspot.com/2009/01/debate-fundamentalismo-
cristiano-vs_3622.html
[124] http://ichanged.blogspot.com/2007_07_01_archive.html
[125] http://www.presbiterianos.com/westminster.html
[126] http://www.tendencias21.net/La-actual-division-entre-ciencia-y-religion-se-remonta-a-
Galileo_a3514.html
[127] http://www.menteabierta.org/html/articulos/ar_cientifysusdioses.htm

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