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M.M. CASULLO A. N. CAYSSIALS M. F. LIPORACE, L. W. DE DIUK J. ARCE MICHEL, L. ALVAREZ SS PROYECTO DE VIDAY DECISION VOCACIONAL PAIDOS PSICOMETRIA Y PSICODIAGNOSTICO M. M. CASULLO Escrito desde una perspectiva «posparadigmatica», este libro A. N. CAYSSIALS aborda temas y problemas diver- SOE WARES sos relacionados con la IDENTI- DAD OCUPACIONAL y el PROYEC- PROYECTO DE VIDAY To DE VIDA, integrando distintos DECISION enfoques tedricos. i a Los autores, todos ellos psicdlo- VOCACIONAL gos con experiencia profesional en PAIDOS PSICOMETRIA el campo de la Orientacién Ocupa- YPSICODIAGNOSTICO — clonal, enfatizan la relevancia so- cial y cultural de las practicas en el rea de la Psicologia del Counseling (Asesoramiento y Orienta- cidn Psicoldgicas), en los diferentes capitulos del texto. La obra ofrece a psicélogos, psicopedagogos, asistentes edu- cacionales y docentes, recursos tedricos, técnicos y metodold- gicos para ser utilizados en los procesos de Orientacién Voca- cional que se realicen tanto a nivel individual como grupal-ins- titucional. Maria Martina Casullo, psicologa, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Técnicas (CONICET) y profesora regular de la facultad de Psicologia de la Universidad de Buenos Aires, es responsable de la coordinacion general del trabajo que publicamos. Alicia Noelia Cayssials, psicdloga, profesora adjunta de Teoria y Técnicas de Exploracién y Diagnéstico (médulo |) en la facul- tad de Psicologia de la Universidad de Buenos Aires, coordina las tareas de Orientacion Vocacional que esa catedra realiza a cargo de la profesora M. M. Casullo. Dichas tareas integran un Proyecto de Investigacion Psicoldgica y Extension Universitaria en curso en dos escuelas oficiales de la ciudad de Buenos Ai- res, sobre EPIDEMIOLOGIA EN SALUD MENTAL ESCOLAR. ISBN 950-12-LoL3-5 | | | i) 9 "789501"260618" ! Cubierta de Gustavo Macri La reimpresicin, 1996 Impreso en la Argentina - Printed in Argentina Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723 © Copyright de todas las ediciones by Editorial Paidés SAICF Defensa 599, Buenos Aires Ediciones Paidés Ibérica S.A. Mariano Cubi 92, Barcelona Editorial Paidés Mexicana S.A. Rubén Dario 118, México, D.F. La reproduccién total 0 parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica o modificada, escrita a maquina, por el sistema “multigraph”, mimedgrafo, impreso por fotocopia, fotoduplicacién, etc., no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamente solicitada. ISBN 950-12-6061-5 INDICE Prélogo.... se 9 Maria Martina Casullo 1. Génesis y consolidacién del proyecto de vida. 13 Maria Martina Casullo 2. El proceso de tomar decisiones 31 Maria Martina Casullo 3. Andlisis de algunos modelos teéricos ... 65 Maria Martina Casullo 4. Distintas modalidades de trabajo... . 103 Alicia N. Cayssials 5. Las entrevistas..... . 143 Mercedes Fernandez Liporace 6. Las competencias intelectuales .... . 163 Lilian Wasser de Diuk 7. Las téenicas proyectivas.. .. 201 Lia Alvarez, Javier Arce Michel, Lilian Wasser de Diuk 8. Las técnicas autodescriptivas 259 Javier Arce Michel 1 GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA Maria Martina Casullo Consideraciones generales La conformacién de un proyecto de vida esta muy vinculada a la constitucién, en cada ser humano, de la “jdentidad ocupacional”, entendida como la representacién subjetiva de la insercién concreta en el mundo del trabajo, en el que puede autopercibirse incluido o excluido. Abordar este tema implica analizar distintos tipos de variables o constructos de caracteristicas basicamente psi- cosociales: identidades, representaciones sociales, mundo del trabajo y empleo, eventos del ciclo de vida, autoestima, estructura y dinémica del medio familiar. Todos se con- ceptualizan en relacién con dos dimensiones basicas: tiempo y espacio, tanto personales como sociohistéricos. En funcién de ello, este abordaje no puede realizarse sobre la base de las denominadas perspectivas monoparadigmdticas, ya que hacerlo asi puede resultar peligroso y obstaculizador. Peligroso, porque una recopilacién de producciones cientfficas (0 con pretensién de serlo) permite verificar (Osfpow, 1983) que esas perspectivas permitie- ron consolidar modelos o teorias que pretendieron afir- marse como absolutas y exclusivas: el conductismo en el hemisferio Norte de América, el psicoandlisis en el Cono Sur del continente. Obstaculizador, porque esa actitud ha promovido mas discusiones teéricas y divisiones entre distintas escuelas que aportes genuinos para solucionar los problemas concretos que los profesionales afrontamos en nuestra labor cotidiana. No es necesario cambiar un “dogma” por otro, sino 14 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL lograr un entrecruzamiento de perspectivas que posibilite la comprensién y resolucién de probleméticas diversas, Adherimos a propuestas como las de Thompson (1989) que invitan a pensar en términos posparadigmdticos, su- perando los limites del paradigma tnico. éCual es la evidencia de que disponernos acerca de la imposibilidad de hacerlo? Muy por el contrario, la psicolo- gia ofrece ejemplos de intentos puntuales en los que se abordan temas y problemas integrando distintos modelos tedricos (Dollard, Miller, 1950; Wachtel, 1987). La expe- riencia concreta del trabajo clinico demuestra que existe menos riesgo epistémico si prestamos atencién al modelo tedrico que funciona, 0 al que proporciona mejores resul- tados frente a las demandas de pacientes 0 clientes. Borgen (1984) y Gelso (1975, 1985) senalan, con acier- to, que el rigor cientffico no es siempre el criterio ultimo de nuestras acciones; muchas veces es la relevancia social que tienen nuestras prdacticas concretas. Ciclo vital e identidad ocupacional La experiencia de vida de una persona (adolescente, joven, adulto) esta conformada por una secuencia de sucesos de diversa indole que estructuran su “ciclo vital”. Tales acontecimientos son, en general, particulares de una cultu- ra y proveen las bases para asignar roles y recursos en todas las sociedades, cualquiera que sea su organizacién politico-social (Stevens-Long, 1988). Es factible referirse a distintas categorias de sucesos: a. Relacionados con la edad cronolégica. Ejemplos de ellos son: la maduracién fisica, el ingreso en la educacién formal, el servicio militar, la jubilacion obligatoria. b. Relacionados con el momento sociohistorico en el que al sujeto le toca vivir: Segunda Guerra Mun- dial, crisis econdmica, nuevo orden geopolitico in- ternacional, desintegracién de diferentes estados GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 15 nacionales, confrontaciones étnicas, guerras civi- les, golpes de Estado. c. Relacionados con las circunstancias personales de vida: los acontecimientos no se dan en forma universal o predecible. Ubicaciones y reubicaciones geograficas (vivir en un pequefio pueblo o en una gran ciudad), desempleo, muerte inesperada de un ser querido, enfermedades, son algunos ejemplos posibles. Para E. Erikson (1979) el concepto de identidad debe ser comprendido en las dimensiones psicolégica y social; se logra a partir de una unificacién singular entre: 1. componentes “dados”: el temperamento, el talento, los modelos infantiles de identificacién, los ideales adquiridos. 2. opciones “ofrecidas”: la disponibilidad de roles (hijo, alumno, amigo, hermano), las posibilidades con- eretas de acceder al mercado de trabajo, la exal- tacién de determinado tipo de valores, las amis- tades, las redes de apoyo afectivo. Para este autor la identidad es tanto un estado del ser como del devenir, del que se puede tener un alto grado de conciencia, al mismo tiempo que sus componentes motivacionales remiten al nivel de lo inconsciente y estan bloqueados por la dindmica del conflicto: el sujeto vive las contradicciones entre sus expectativas de logro y sus sentimientos de vulnerabilidad. La identidad es caracteristica de un perfodo o etapa determinado del desarrollo humano y no puede plantearse con anterioridad porque deben estar dadas las precon- diciones somaticas, cognitivas y sociales; su constitucién mas alld del tal perfodo o etapa no puede ser demorada (Erikson, 1979). Los modelos parentales, asf como los que ofrecen la comunidad en la que un sujeto vive y los medios masivos de comunicacién, acttian como factores que pueden gene- 16 PROYECTO DE VIDA ¥ DECISION VOCACIONAL rar discontinuidades y ambigiiedades en la estructuracién de la identidad. Esta se construye en términos de una dialéctica psico-histérica, de una interaccién constante entre la historia personal y la circunstancia histérica en la que se esta viviendo. Para que una persona pueda elaborar “su proyecto de vida” deben existir tres tipos de variables: 1. la coherencia personal de la integracién individual; 2. las imagenes rectoras o ideologias de una época determinada; 3. una historia de vida en funcién de una realidad sociohistérica. Los sujetos humanos ejercemos distintos roles en re- lacién con distintos lugares que ocupamos en funcién de nuestra ubicacién en el sistema de relaciones inter- personales del que formamos parte: hijo, padre, alumno, empleado, amiga, vecina, jefe, madre, abuela. El logro de la identidad supone la autopercepcién constante frente a situaciones de cambio, la integracién yoica de comporta- mientos y sentimientos diversos en relacién con esos dis- tintos roles que nos toca jugar. El logro de la identidad supone la posibilidad de sentir que seguimos siendo “la misma persona” frente a las diversas situaciones que en- frentamos y que exigen de nosotros comportamientos di- similes. Por ello hemos dicho que se construye sobre la base de las dimensiones tiempo y espacio. El aspecto temporal hace referencia a “las cosas o experiencias que nos pasaron” y que pudimos afrontar con mayor o menor eficacia. Lo espacial se vincula fundamentalmente al en- torno sociocultural del cual formamos parte; proporciona la vigencia de determinados valores, creencias, normas y costumbres referidas a cuestiones tales como el trabajo, el sexo, la ética, el dinero, el prestigio, el poder, la muerte, la vida, la familia, la pareja. La identidad ocupacional va a estar dada por la autopercepcion en relacién con la posible insercién del sujeto en la “cultura del trabajo”, sin que se excluyan las cues- GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 17 tiones antes mencionadas, estrechamente vinculadas a ‘lo laboral”: elegir una forma de trabajo conlleva planteos de tipo ético, est4 condicionado por el género (sentirse mujer 0 varén) y se relaciona con las percepciones subjetivas sobre lo que es prestigioso 0 genera éxito econémico. Toda identidad ocupacional remite a la autopercepcién diacr6nica en términos de roles laborales. Un proyecto de vida da cuenta de la posibilidad de “anticipar una situacién”, generalmente planteada en ex- presiones como “yo quisiera ser...” 0 “yo quisiera hacer...”. El ‘proyecto de vida”, por lo tanto, requiere la elabo- racién y consolidacién de una identidad ocupacional. Es importante sefalar que todo proceso de conformacién de “una identidad” incorpora aspectos Positivos y negativos; cada persona o grupo alberga una identidad negativa, entendida como la suma de identificaciones y fragmentos indeseables e incompatibles de identidad que los indivi- duos sumergieron en sf mismos en funcién de lo que el entorno sociocultural préximo marcé como diferente, en relacién con temas tales como roles sexuales, grupos étnicos y religiosos, clases sociales. Por otra parte, hay periodos histéricos que se “vacian de identidad” a causa de lo que E. Erikson (1979) denomina “formas bdsicas de aprensién humana’: * los miedos suscitados por hechos nuevos; * la ansiedad que generan ciertos peligros simbéli- cos (declinacién de determinadas ideologias); * el terror a un abismo existencial carente de signi- ficacién espiritual. Esos periodos, al mismo tiempo, generan espacios para una renovacién colectiva. Dado que el logro de la identidad es un proceso de construccién psicosocial, las imagenes ideoldgicas del mun- do constituyen su andamiaje basico. La estructuracién de la identidad ocupacional y, en relacién con ella, el proyecto de vida, se sitian dentro de 18 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL tres 4mbitos en los que construyen sus vidas los hombres de todas las épocas: 1. Somédtico: todo organismo trata de mantener su integridad fisica y ofrece determinadas posibilidades para el desarrollo de habilidades motoras, perceptivas e intelec- tuales. 2. Personal: toda persona sana trata de integrar, en las experiencias y conductas cotidianas, el mundo exterior con su mundo interno. El ser humano apercibe los objetos que lo rodean y les da significado. 3. Social: los sujetos individuales que comparten un contexto histérico-geografico se vinculan y coacttian para sostener un orden social que sirve de marco regulatorio de sus acciones y les confiere un sentido de pertenencia. Al- gunas identidades grupales y nacionales, a lo largo de la historia, han sostenido creencias, ideologias, cosmovisiones, que, no pocas veces, legitimaron exclusiones de pobre valor ético en relacién con la pertenencia a determinadas tribus, naciones, castas, religiones 0 clases sociales que provoca- ron que los seres humanos olvidasen con frecuencia que son miembros de una sola especie. Estas exclusiones le- gitimadas afectan el desarrollo de una identidad ocupa- cional, en especial en los miembros de los grupos excluidos. El proyecto de vida y el “arte de crecer” La construccién o elaboracién de un proyecto de vida forma parte del proceso de maduracion afectiva e intelectual y, como tal, supone “aprender a crecer”. Asi como E. Fromm (1962) hace referencia al “arte de amar”, es posible hablar de un “arte de crecer”, que supone Ja posibilidad para cada sujeto de complementar cuatro tareas basicas: 1. Ser capaz de orientar sus acciones en funcién de determinados valores. Vivir es esencialmente una empresa ética. AAA AAA GENESIS ¥ CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 19 Uno de los mas prominentes investigadores actuales sobre los valores humanos es S. Schwartz (1992). Segun él, a. Universalismo: se busea la equidad, la inteligen- cia, la justicia social. Benevolencia: importan el perdsn, la honestidad y Ja lealtad, ¢. Tradicién: se pone el énfasis en la devocién, la humildad y la moderacién, d. Conformidad: se destacan la cortesia, el respeto y la autodisciplina e. Seguridad: son importantes el sentido de perte- nencia, el orden y la salud. f. Poder: se enfatizan e] reconocimiento social, la imagen publica y Ja autoridad. g. Logro: se valoriza tener ambiciones, capacidad y &xitos. h. Hedonismo: se busca el placer y disfrutar de la vida. i. Estimulacién: se da importancia a Ja curiosidad y la busqueda de lo novedoso. J. Autodireccién: se destacan los sentimientos de li- bertad e independencia Personal. 2. Aprender a actuar con responsabilidad: significa basicamente hacerse cargo de las consecuencias de las Propias decisiones, Teconocer que no se esta solo, que hay otros con los que hay que convivir. 3. Desarrollar actitudes de respeto: ser capaces de compartir y aprender a aceptar las diferencias, esperar del otro y de uno mismo lo que realmente podemos dar, acep- tando las posibilidades y limitaciones individuales y gru- Pales, Un proyecto de vida “sano” supone la capacidad de 20 PROYECTO DE VIDA ¥ DECISION VOCACIONAL, admitir errores y aceptar criticas, superando el narcisismo y la omnipotencia. 4. Un proyecto de vida debe estar basado en el cono- cimiento y la informacién: Sobre el propio sujeto, sus intereses, aptitudes y re- cursos econémicos. Sobre las posibilidades y expectativas del nticleo fami- liar de pertenencia. Sobre la realidad social, econémica, cultural y politica en la que se vive. Estructurar proyectos sobre la base de la ignorancia y la desinformacién resulta, en lo mediato, altamente riesgoso, pues lleva al sujeto a afrontar situaciones que le generan angustia y frustracion. Muchas personas reemplazan la obtencién de infor- maci6n por la imitacién o la exclusién de aquellos que aprecian, admiran o rechazan, como resultado de identifi- caciones afectivas intensas e indiscriminadas. Proyecto de vida y salud mental La posibilidad de analizar los aspectos sanos y pa- tolégicos del “proyecto de vida” de un sujeto integra la dimension clinica de los procesos de orientacién y aseso- ramiento psicolégico en el campo de las decisiones voca- cionales. iSobre la base de qué criterios podemos contribuir a analizar los componentes de un proyecto de vida personal en los términos de salud y enfermedad? Resulta dificil responder a la pregunta con honestidad intelectual, pues todo posicionamiento teérico al respecto supone una definicién ética e ideolégica Se analizaran algunas propuestas de interés vinculadas a esta problematica. A. Antonovsky (1987), en su texto Unraveling the GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA =. 21 Mystery of Health, propone el andlisis de lo que denomina sentido de coherencia (sc) al que describe como una orien- tacién global del comportamiento humano que expresa la medida o el grado en el que una persona puede generar, en el curso de su vida, sentimientos de confianza acerca de: a. Los hechos que enfrenta en el diario vivir, causa- dos tanto por el propio sujeto como por circuns- tancias exteriores a él. Es importante descubrir que tales hechos pueden estructurarse, explicarse y adquirir un sentido. Para este autor ello supone “comprehender” la informacién asi como procesarla asignandole una significacién que contemple tanto el mundo de los objetos internos como una evalua- cién lo més objetiva posible del entorno sociocultu- ral con el que interactuamos. b. Los recursos disponibles para poder afrontarlos (coping), que pueden estar en nosotros mismos 0 en miembros de nuestras redes de apoyo inmediato (vecinos, amigos, profesionales de la salud). c. El hecho mismo de estar vivos, el oficio de vivir, supone un desafio permanente a nuestra capaci- dad e iniciativa. La muerte, las guerras, las crisis, no son acontecimientos deseados, pero son parte inseparable de la realidad. Pueden constituirse en temas para discutir, analizar, combatir y, al ha- cerlo, se descubre que la experiencia personal adquiere mas sentido, pues se orienta en funcién de valores especificos en relacién con los cuales se estructura un proyecto de vida y una identidad ocupacional (algo por qué vivir). K. Gergen (1991), polémico psicélogo social contempo- rdneo, plantea que la denominada cultura posmoderna va erosionando la idea de un yo esencial; pone el énfasis en las distintas maneras como la identidad personal se crea y recrea en las relaciones con los otros: un yo relacional esta desplazando al yo individual. El proceso de saturacién social esta produciendo un cambio profundo en el modo de 22 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL comprender las nociones de yo y de identidad personal. El autor afirma que nuestro siglo XX heredé las versiones romanticas y modernistas, actualmente en posible estado de crisis. El mundo “posmoderno” propone pensar que los obje- tos de los que hablamos no estan “en el] mundo” sino que son creaciones de nuestras perspectivas particulares: las personas existen en un estado de construccién y deconstruccién permanentes. El énfasis puesto en las “identidades individuales” varia de una cultura a otra, asf como los supuestos sobre cémo se puede caracterizar a una persona. Para muchos historiadores la preocupacién occidental por el individuo y su singularidad es extrema y restrictiva. Antes del siglo XVIII las personas tendfan a concebirse como especies de categorfas mds generales: una religién, una clase, un trabajo (Casullo, 1991). Para K. Gergen, en la etapa actual de transicion hacia lo posmoderno, el yo se desvanece totalmente y aparece en un estado de “relacionalidad”. Es imposible pensar en un yo independiente de las relaciones en las que se encuentra inmerso. Con la aparicién de la tecnologia de bajo nivel a partir de la década de 1940 (radio, televisién, cine, publicidad comercial), se produce una “multiplicacién del yo”: tiene capacidad para estar presente en mas de un lugar a la vez. Las personas ya no construyen sus identidades sdlo en funcidn de “los otros significativos” de su entorno inmediato. Programas de televisién, asf como los videos que pue- den alquilarse y verse en los hogares, brindan elementos para la proliferacién de identificaciones: las figuras de los medios de comunicacién social pasan a formar parte sig- nificativa de la vida personal. Permiten, a su vez, una perseverancia del pasado asi como una aceleracién del futuro: el otro puede estar presente en una grabacién, una fotografia, una comunicacién por fax. A medida que pasan los afos nuestro yo individual se embebe, cada vez mas, del caracter de todos los otros; “se coloniza”. Gergen habla del sindrome de la multifrenia, que GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 23 designa la escisién del individuo en una multiplicidad de investiduras de su yo. Para él, la tecnologia de la saturacion social suprimié dos de los principales factores que tradicio- nalmente se interponfan en las relaciones: el tiempo y el espacio. Ahora el pasado puede renovarse de continuo y la distancia ya no levanta barreras infranqueables. Tal vez una de las propuestas mas sugestivas del autor, cuyas ideas estamos analizando, sea la de que la “coloni- zacion del yo” provoca una infiltracién en la conciencia co- tidiana, una duda permanente sobre si mismo, una sutil sensacién de insuficiencia que agobia las actividades que se emprenden. Al incorporar a “otros” dentro de nuestro ser se amplia la gama de lo que consideramos bueno, co- rrecto o sano. La disyuntiva de Hamlet resultaria ahora simplista, pues lo que esta en juego ya no es “ser o no ser” sino a cual de tantos seres presentes adherirnos. Este “yo saturado”, que crea dilemas de identidad en el mundo de nuestros dias, no debe ser ignorado, pero, al mismo tiempo, es necesario tener el suficiente criterio de discriminacién como para visualizar que mucho de lo que se dice en nombre de “la posmodernidad” no toma en consideracién realidades sociales y comunitarias de pue- blos que atin no han recibido los supuestos aportes de “Ia modernidad” y viven sus existencias cotidianas en condi- ciones casi medievales en la plenitud del fin del siglo XX. Es importante reconocer que, si se trata de analizar cémo se construye una identidad ocupacional sana, no debemos ignorar el rol que desempefian en el proceso los modelos de identificacién que se proponen desde los medios masivos de comunicacién en sus distintas formas, asi como las crisis y confusiones existentes en el mercado de trabajo y el nuevo orden econémico global que ofrece un panorama dificil para vastos sectores sociales. De todas formas, la percepcién de la insercién perso- nal en la cultura del trabajo sigue siendo uno de los fac- tores centrales en la conformacién de la identidad y la subjetividad. Ya no desempenan el mismo rol las alguna vez llamadas “profesiones tradicionales”, y el adolescente o el adulto que intentan ingresar en el grupo de la “pobla- 24 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL cién econédmicamente activa” deben plantearse alternativas basadas en modelos mas flexibles, diferentes, asi como estar capacitados para negociar entradas y salidas sucesivas y afrontar situaciones de mayor incertidumbre. Marcia (1966) toma alguna de las ideas de Erikson sobre el desarrollo de la identidad y propone la siguiente categorizacion: a. Personas logradas: son aquellos sujetos que se permitieron explorar y resolver situaciones referi- das al planteo de un proyecto de vida. b. Personas forcluidas: son aquellas que adoptan, sin discusién, proyectos ocupacionales predetermina- dos, asumiéndolos como propios. c. Personas morosas: estan en conflicto con respecto a su identidad; atin no han podido resolver c6mo plantear un proyecto que perciben como valido e interesante. d. Personas difusas: ubica en esta categoria a quie- nes no exploran ni resuelven el tema de la identidad porque no lo perciben como un problema que les incumba. Estan dispuestas a aceptar lo que les ofrezcan y a probar, mediante el ensayo y el error, sus capacidades laborales. En investigaciones realizadas utilizando esta tipolo- gia, se encontré diferencias significativas segun el género: entre los varones son mds frecuentes los sujetos logrados y morosos. Josselson (1988) encontré un patrén diferente en poblacién femenina en un estudio longitudinal que abarcé un perfodo de doce afios: es mayor el porcentaje de mujeres logradas y forcluidas. El autor senala que la sociedad, en términos globales, desalienta a las mujeres a explorar sus identidades ocupacionales; los valores sociales y religiosos influyen en ellas mucho mas que en los varones, al concre- tar sus proyectos de vida. Desde las propuestas de algunos teéricos del apren- dizaje social (Bandura, 1969; Krumboltz, 1979; Mitchell, GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 25 1979; Jones, 1987 y Thoresen, 1979) pueden sefialarse cua- tro momentos necesarios para el desarrollo sano de una identidad ocupacional: 1. Todo ser humano dispone de posibilidades que tie- nen que ver con el programa genético heredado: el sexo, su aspecto fisico, las habilidades motoras, perceptivas y lingiifsticas, las estrategias de pro- cesamiento de informaci6n. Este bagaje de “lo dado” esta en interjuego permanente con variables 0 si- tuaciones que conforman el ecosistema en el que vive: clima social, vinculos afectivos de aceptacién 0 rechazo, oportunidades para hacer determinadas tareas y no otras, pautas de comunicacién y len- guaje, politicas sociales que regulan el mereado de trabajo, asociaciones gremiales, legislaciones re- lativas a jubilaciones o retiros. 2, Las interacciones permanentes entre lo dado y lo culturalmente construido hacen posible que los individuos perciban algunos trabajos como valiosos © necesarios, que tengan informacién sobre los recursos familiares, econémicos y afectivos de los que puedan disponer, que participen con mayor 0 menor compromiso en distintos acontecimientos sociales, que accedan a la informacién sobre las oportunidades educativas disponibles. 3. Los sujetos van construyendo, a su vez, historias de aprendizaje, a través de las cuales pueden re- lacionar acontecimientos y predecir contingencias, asi como adquirir experiencias instrumentales es- pecificas: leer, escribir, cocinar, calcular, hablar, pensar, relatar. 4. Como producto de esas diversas historias de aprendizaje, los sujetos adquieren un conjunto de habilidades, desarrollan actitudes e incorporan patrones de respuestas afectivas. El recorrido de estos cuatro momentos va a posibilitar que cada persona sea capaz de formular generalizaciones 26 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL acerca de si misma, a partir de sus autoobservaciones, generando lo que los psicélogos denominan autoimdgenes, identidades, autoconceptos. Estas percepciones de si mis- mo van a expresarse en términos de intereses, aptitudes, aceptaciones y rechazos. A su vez, en funcién de estas autopercepciones se realizan determinadas acciones y se toman decisiones. Las experiencias que permitan lograr las metas o fines deseados recibiran una valoracién positi- va, en tanto que las que no los logren pueden llegar a ser rechazadas y descalificadas. En estos actos de valoracién 0 rechazo desempefian un rol importante “los otros” con significacioén afectiva, que son tomados generalmente como modelos (para imitar 0 evitar). Entre esos “otros” incluimos a los padres, amigos, grupos de pares, personajes de la radio y la televisién y profesores. Cualquier factor obstaculizador que impida el recorri- do de los momentos sefialados contribuira a que el sujeto no logre autodefinirse en términos ocupacionales o se de- more en hacerlo. Algunos de esos factores son: — déficit en el programa genético; — ausencia de vinculos afectivos estables; — climas sociales confusos; — falta de oportunidades educativas; — pautas comunicacionales pobres; — politicas laborales incoherentes; — ausencia de legislacién laboral adecuada; — tipos de modelos adultos accesibles; — desintegracién familiar; — problemas psicopatolégicos graves (del sujeto 0 sus padres). Sintesis de algunas ideas basicas 1. Construir un proyecto personal de vida supone desafiar mitos y roles familiares. GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 27 2. 10. 11. El proceso de individuacioén se integra con mo- mentos de encuentros y desencuentros con uno mismo y con los demas. Lo que afecta a un sujeto individual sélo se puede entender en relacién con el contexto sociocultural en el que vive. El proceso de construccién de la identidad ocu- pacional se inicia desde los comienzos de la vida y esta en constante consolidacién y transforma- cién. La adolescencia es un momento muy especial del ciclo vital; en ella se plantean preguntas basicas como: jsigo estudiando?, {trabajo?, jformo una familia?, jpuedo hacer ambas cosas?, {qué es lo que realmente quiero hacer? Esas mismas preguntas pueden plantearse en etapas posteriores al periodo adolescente o en si- tuaciones vitales relevantes como el momento de jubilarse. La individuacién es una forma peculiar de autorreflexién, engloba los cambios a través de los cuales una persona se percibe separada y di- ferente de otros dentro del contexto relacional del que forma parte (Karpel, 1976). No todas las culturas y subculturas otorgan la misma importancia al proceso de individuacién y autodefinicién. El logro de la identidad implica la consolidacién y exposicién de los aspectos del si mismo que han adquirido autonomia a través de la individuacion. La formacién de la identidad se caracteriza por una declaracién publica del self que el individuo desea que sea tomada en serio por los demas (Josselson, 1980). La identidad es tanto una autopercepcién exis- tencial como una instancia sociopolitica (Marcia, 1980), dado que describe la presencia de secuen- cias coordinadas de creencias y acciones que una 28 12. 13. 14. 15. 16. PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL persona concreta o ejecuta para diferenciarse y separarse del contexto social mas amplio. La identificacién, desde una perspectiva psicoa- nalitica, supone la introyeccién de los valores parentales, sus estandares y expectativas, de la que emergera un yo ideal, componente psicoldgi- co necesario para el control de los impulsos. La imagen internalizada de los padres, asi como la de otros adultos significativos que participaron en la socializacién primaria, debe ser revisada, a fin de posibilitar el logro de una identidad ocupa- cional que pueda ser entendida y aceptada por el individuo. La denominada “revulsién posmoderna” plantea un desafio al concepto de un yo auténomo; se cuestiona la idea del individuo como centro del saber y poseedor de racionalidad. El rol de cada persona es el de ser participe en un proceso social que “elipsa” al ser personal: si uno tiene una identidad se debe a que ello es permitido desde los rituales sociales en que se participa. Yo soy una “identidad” en virtud de que cumplo un pa- pel determinado en una relacién (Gergen, 1991). La autopercepcién en términos de roles ocupacio- nales posibles se considera un resultado colateral de los vinculos que el sujeto tiene con otros indi- viduos de su familia, barrio, escuela o lugar de trabajo. El medio cultural y social del que forma parte desarrolla distintas modalidades narrativas que van a determinar, de alguna manera, la for- ma como cada individuo entiende el pasado y pro- yecta el futuro. Cada historia personal es, en cierta medida, una propiedad cultural y como tal tiene que ser tenida en cuenta. Nuestra esfera privada ya no es mds la escena en la que se representa el drama del sujeto refiido con sus objetos y con su propia imagen; ya no existimos como dramaturgos 0 actores, sino como GENESIS Y CONSOLIDACION DEL PROYECTO DE VIDA 29 terminales de redes multiples (Jean Baudrillard, 1987). Bibliografia Antonovsky, A., Unraveling the Mystery of Health, San Fran- cisco, Jossey-Bass, 1987, Bandura, A., Principles of Behavior Modification, Nueva York, Holt, Reinhart, Winston, 1969. Baudrillard, J., The Evil Demon of Images, Sydney, Australia, Power Institute, 1987. Borgen, F. H., “Counseling Psychology’, Annual Review of Psychology, 35, 579-604, 1984, Brown, S. 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