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AVICULTURA ECOLÓGICA

DE PUESTA

Juan Pont Andrés


Ing. Téc. Agrícola

Febrero 2008

Noguera A.D.R. Coop. V.


Mas de Noguera.
12440 Caudiel (Castellón)
Tel./Fax: 964 14 40 74
juan@masdenoguera.coop
Avicultura ecológica de puesta

En avicultura ecológica se entiende que la cría de los animales está ligada al suelo, es decir
las aves deberán criarse en condiciones de espacio abierto y no podrán mantenerse en jaulas. La
alimentación debe asegurarse por medio de productos procedentes de la agricultura ecológica y la
sanidad se basará en prácticas zootécnicas preventivas y, cuando sea necesario, la administración de
productos homeopáticos o fitoterapeuticos.

1. LA GRANJA
Una granja orientada a la comercialización del huevo ha de contar con dos o más gallineros,
con el fin de permitir la reposición de los animales sin que se produzcan periodos en que no
tengamos producción. También contará con espacios auxiliares para almacenar los piensos y
preparar los huevos.
Debe elegirse un lugar seco, bien drenado, donde el sol pueda penetrar en el gallinero varias
horas al día, protegido de los vientos fuertes, con buen acceso y con suministro de agua.

1.1 Edificio del gallinero


El gallinero, como cualquier construcción habitada, debe ser una segunda piel para sus
habitantes y, por tanto, cumplir dos funciones: aislar de las condiciones adversas externas y ser
permeable a los principios esenciales necesarios para la vida, como el aire y la luz. En definitiva, se
trata de crear en su interior las condiciones más adecuadas para la vida de los animales y la
realización de su función productiva, para lo cual debemos tener en cuenta tanto las características
de los animales como las del medio en el que se sitúa.
Las dimensiones mínimas indicadas en el reglamento son un metro cuadrado por cada seis
aves (incluidos los gallos, si los hay). Esta superficie es suficiente en el caso de gallineros medianos
o grandes, pero en los pequeños (menos de 100 aves), una vez colocados los aseladeros, comederos,
bebederos y ponederos no quedará sitio para poder pasar, por lo que suelen ser necesarias
superficies mayores.
El reglamento también indica que cada gallinero no contendrá más de 3.000 gallinas
ponedoras, aunque este valor es muy alto y, en la práctica, se tiende a gallineros con capacidad para
800-1500 animales. Unidades menores conducen a un encarecimiento de los costes de manejo y si
son mayores se complica dicho manejo sin una reducción significativa del coste.
Las gallinas necesitan más aire que otras especies y tienen una elevada capacidad de
transpiración, generando un ambiente muy húmedo. Además, la gallinaza genera con facilidad
emanaciones de amoníaco al ser rica en nitrógeno. Por ello los cerramientos deben ser permeables
al aire, evitando materiales plásticos, chapas metálicas o cartón alquitranado, y se ha de procurar
una buena ventilación en todo el volumen del local. A la vez, se ha de evitar la existencia de
corrientes de aire a la altura de los animales.
La humedad en el suelo es perjudicial. El suelo del gallinero debe estar más alto que el
terreno circundante y aislado de la humedad, por ejemplo con una capa de grava. En la zona de los
bebederos, especialmente si son de tetina, es conveniente un sistema de drenaje.
Debe disponer de trampillas de entrada/salida, para que los animales accedan a los parques,
de 40 cm o más de altura y una longitud de al menos 4 m por cada 100 m2 de local (dimensiones
mínimas de 35 cm de altura y una anchura de 40 cm según la legislación genérica1). Para que los
animales se limpien las patas antes de entrar al gallinero, aspecto especialmente importante en los
días lluviosos, pueden adoptarse dos soluciones: colocar las aberturas elevadas con unas escaleras
para su acceso o hacer delante de éstas un atrio de guijarros, de 5 a 7 cm de calibre, con buen
drenaje.
1
R.D. 3/2002, de 11 de enero, por el que se establecen las normas mínimas de protección de las gallinas
ponedoras (BOE 13 de 15/01/2002)

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La temperatura idónea para la puesta es de 20 a 24ºC, con una humedad relativa del 50 a 60
%. En las zonas muy cálidas el gallinero debe proteger de la radiación solar y en las frías debe
aislar, aunque lo normal es que deba hacer ambas cosas según la época del año. Para ello lo mejor
es orientar la fachada principal al sur. En ella se colocarán todas o la mayor parte de las ventanas,
las cuales deben tener una superficie mínima igual a 1/10 de la superficie del gallinero (mejor 1/6).
La cubierta tendrá un alero que sombreará la fachada sur en el verano, cuando el sol está alto, y
permitirá que entre la radiación directa en invierno. Las ventanas deben orientarse al sur o al este y
se colocarán de forma que iluminen bien todo el suelo del gallinero.
Los cerramientos, especialmente en las zonas frías, además de tener una buena capacidad de
aislamiento deben tener una buena inercia térmica (lo que se traduce en tener masa) o, en el caso
contrario, se producirán fuertes oscilaciones de temperatura entre el día y la noche. Por ello son
preferibles los cerramientos verticales de fábrica, las cubiertas de teja y los aislamientos, cuando
son necesarios, a base de arcilla y paja.
En los climas cálidos se pueden hacer los cerramientos con materiales muy ligeros, incluso
con mallas, aunque los correspondientes a un tercio, al menos, de la superficie deberán ser de
construcción sólida.

1.2 Parques
El reglamento indica que las gallinas ponedoras deben disponer de 4 m2 de parque por
cabeza. Además debe haber rotación de parques, lo que nos conduce a una superficie mínima de 8
m2 por cabeza. La rotación no es una exigencia caprichosa, las gallinas son animales que esquilman
la cubierta vegetal y, por tanto, no pueden permanecer siempre en el mismo espacio si queremos
que dispongan de verde y que no dañen el suelo.
La distribución de los animales a los parques se puede resolver de dos formas: mediante un
primer patio desde el que se distribuye a los diferentes parques o mediante salidas por dos lados del
gallinero.
Los parques deben disponer de zonas de sombra, preferentemente mediante árboles. Éstos
pueden ser frutales, lo que nos permitirá obtener más rendimiento de nuestro terreno, especies que
aporten alimento a las gallinas, como las moreras, o cualquier otra especie. Frutales y avicultura se
integran muy bien, pues las gallinas se nutrirán con los parásitos de los primeros, como insectos y
crisálidas, y los abonarán.
Generalmente los parques estarán cercados, con el fin de facilitar el manejo y de evitar el
acceso de predadores. Para las razas híbridas suele ser suficiente que la cerca tenga dos metros de
altura, siendo necesario con algunas razas autóctonas alcanzar los tres metros, si no queremos
encontrar gallinas fuera del parque. El cercado se construirá con postes, de madera o metálicos, y
malla metálica, siendo a la larga más económica la conocida como de simple torsión.
En las zonas donde los predadores (zorros, perros, etc.) son un problema debemos afinar el
acabado inferior de la cerca: mediante un murete, enterrando la malla unos 10 cm en el suelo
(deberemos forrar de hormigón el trozo de malla enterrado si no queremos que se rompa
rápidamente al oxidarse) o colocando un pastor eléctrico, a unos 20 cm sobre el suelo, por el
exterior del cercado.
Es recomendable disponer de un seto por el exterior de la cerca, especialmente en los lados
orientados al viento dominante, pues a las gallina les va peor el viento que el frío y también
conseguiremos que estén más tranquilas en el parque. Si no es posible implantar el seto o mientras
este crece, se puede entretejer en la misma malla cañizo, paja, sacos o cualquier otro material que
sin ser totalmente impermeable al aire frene el viento.
Los parques deben estar provistos de bebederos adecuados según la normativa genérica.

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Esquema de un gallinero: a la izquierda el almacén de pienso y la tolva para alimentar la línea de


comedero de cadenas, delante la sala de recepción, clasificación y almacenamiento de los huevos. A
la derecha el gallinero propiamente dicho, con nidales centrales con recogida de huevos en cinta
transportadora, junto a ellos los aseladeros sobre los que se sitúa una línea de bebederos de tetinas y
alrededor de todo ello la línea de comedero.

Distribución de los parques alrededor del gallinero para permitir la rotación. En función de las
condiciones de cada caso optaremos por hacer salidas directas a los dos parques o construir un patio
desde el que acceder a los parques.

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1.3 Equipamiento del gallinero

1.3.1 Comederos y bebederos


Los comederos y bebederos deben garantizar que los animales dispongan de forma continua
de pienso y de agua, para consumirlos a su voluntad, encontrándose para ello numerosos modelos
en el mercado.
La normativa genérica (R.D. 3/2002) establece un mínimo de 10 cm de longitud por ave
para los comederos lineales o bien 4 cm por ave para los circulares. Los bebederos continuos deben
ofrecer como mínimo 2,5 cm por ave, los circulares 1 cm de longitud por gallina y si son de
boquilla o taza deberá haber al menos uno por cada diez gallinas; en el caso de bebederos con
conexiones cada gallina tendrá acceso a dos bebederos de boquilla o en taza como mínimo.
Entre los comedero, los hay mecánicos, que distribuyen el pienso mediante sinfines o
cadenas. Son prácticos en las granjas grandes, pero requieren energía, una mayor inversión y un
buen mantenimiento, el cual no evitará que se averíen de vez en cuando.
La otra opción son los comederos con tolva. Los más extendidos son de chapa galvanizada,
circulares, con tolvas de 20 a 50 kg de capacidad. Se debe colocar uno de estos comederos cada 30
a 40 gallinas, lo que permite llenarlos cada 5 a 10 días según su tamaño. Al estar suspendidos se
puede regular su altura.

Diferentes tipos de comederos: colgante de tolva (izda), lineales con rejilla


(centro) y automáticos (dcha).
Una solución para reducir los gastos de manejo es construir tolvas mayores, por ejemplo de
600 kg, que se carguen directamente con el remolque del tractor, en cuya parte inferior se colocará
un canal donde coman las gallinas. Se puede distribuir un comedero de este tipo cada 200 gallinas,
lo que permite llenarlos cada 20 a 30 días.
Los comederos deben disponer de algún sistema que evite que las gallinas escarben el
pienso buscando la parte que más les gusta, tirando al suelo buena parte. Estos dispositivos suelen
consistir en una tapa con agujeros por los que quepa justo la cabeza del animal o estructuras de
alambre que impiden que agiten la cabeza.

Diferentes tipos de bebederos automáticos: colgante de


campana (izda), de cazoleta (centro) y de tetina (dcha).
Respecto a los bebederos, se suelen emplear dos tipos, ambos automáticos: los de campana y
los de tetinas. Los primeros son económicos, fáciles de limpiar y sencillos, pero cuando las gallinas

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los sacuden vierten el agua sobre el suelo y se han de limpiar una o dos veces a la semana si no
queremos que el agua esté sucia; se coloca uno de estos bebederos cada 40 animales. Los de tetina
son más higiénicos, pero si no están muy bien regulados y limpios pueden gotear.
Estos sistemas necesitan que el agua se suministre a baja presión, lo que requiere colocar un
depósito, con una válvula de boya, pocos metros por encima de ellos. Este depósito es muy útil,
pues a través de él podemos aplicar tratamientos sanitarios.

1.3.2 Ponederos o nidales


En el mercado podemos encontrar
ponederos, desde pequeñas unidades con
tres nidales y recogida manual hasta grandes
instalaciones con recogida mecanizada de
los huevos. También se pueden construir in
situ, de madera o de obra.
Pueden ser individuales, formando
cada uno un cubo con lados de 30 a 40 cm, Ponederos de chapa con tres nidales individuales
o colectivos. Los individuales dan muy buen y escamoteador de huevos
resultado cuando su número es elevado, al
menos uno por cada 7 animales (R.D. 3/2002), siendo mejor 5, y tienen el espacio justo para un solo
animal, pues si entra más de uno ensuciarán los huevos y posiblemente romperán algunos. En los
colectivos debemos disponer, al menos, de 120 cm2 por ave (83 aves/m2).
Es muy interesante que el suelo del ponedero esté ligeramente inclinado, permitiendo que el
huevo ruede y salga fuera del nidal, para evitar que lo puedan ensuciar, romper o empezar a
incubarlo.
El nidal debe ser un lugar poco iluminado, si hace falta se le pondrá cortinas, y acogedor.
Las gallinas preferirán que el fondo esté cubierto de paja picada, lo que resulta aconsejable si los
huevos no quedan fuera del alcance de las gallinas.

1.3.3 Aseladeros o perchas


La normativa fija un mínimo de 18 cm de aseladero por animal, aunque esta longitud
depende del porte de la raza y puede ser necesario más espacio. Se construyen generalmente de
madera, aunque pueden ser también metálicos o de otros materiales, formados por listones
cuadrados de 4 x 4 a 6 x 6 cm de sección, con las aristas redondeadas o biseladas. Se colocan a una
altura de 60 a 100 cm, en pendiente o todos al mismo nivel, distanciados entre sí 30 a 50 cm y
separados de las paredes un mínimo de 20 cm.
Es muy importante limitar el acceso de los animales bajo los aseladeros, para evitar que
escarben y que se ensucien unas a otras, a la vez que debemos acceder nosotros con facilidad para
retirar el estiércol. Para ello, por debajo de las perchas y en la parte frontal se fija una malla, para
impedir el paso a las gallinas pero no al aire, y el conjunto se hace fácilmente movible, por ejemplo
mediante unas bisagras que permitan abatirlo.
En los gallineros grandes es habitual reemplazar los aseladeros por ‘slats’, los cuales son
unas rejillas de plástico con dimensiones adecuadas para que las gallinas puedan colocar bien las
patas y que sus excrementos pasen al suelo. En este caso también es corriente poner los bebederos
sobre los slats, de forma que el agua que pueda caer quede bajo éstos.

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1.4 Edificios y equipos complementarios

1.4.1 Almacenamiento de granos y elaboración de piensos


Si compramos el pienso ya elaborado será necesario únicamente un almacén o un silo donde
guardarlo entre cada pedido. Su capacidad mínima será la de una unidad de adquisición del pienso:
un camión o una saca.
Si elaboramos nosotros el pienso, a partir de granos producidos en la misma granja o
comprados a otros agricultores, deberemos contar con más espacio. En primer lugar para almacenar
las materias primas, con capacidad suficiente para un año, pues los cereales y legumbres ecológicos
no se consiguen cuando queremos y, cuando así sea, siempre resultarán más económicos en el
momento de la cosecha. En segundo lugar otro espacio para la elaboración, con el molino y los
dispositivos de dosificación y mezclado. Por último, espacio para almacenar el pienso entre cada
elaboración.
Estos espacios deben ser frescos, ventilados, protegidos de la humedad y que impidan el
acceso de roedores, aves y otros animales que puedan causar daños a los granos o al pienso.

1.4.2 Selección, clasificación, envasado y almacenamiento de huevos


El local donde se preparan los huevos para su comercialización debe estar separado del
almacén de grano, zona de elaboración de piensos y, por supuesto del gallinero. Las paredes y el
suelo deberán ser fáciles de limpiar.
El espacio para almacenar los huevos, sea antes de su selección o una vez envasados, deberá
ser fresco, pero si se destinan al consumo en fresco no puede estar refrigerado a menos de 8 °C.
Como en el caso anterior, debe impedirse el acceso de cualquier animal que pueda dañarlos.

1.4.3 Reposición
Si deseamos realizar en la propia granja todas o algunas de las fases de la reposición
necesitaremos instalaciones especiales para ello, evitando introducir en los gallineros de puesta
animales menores de 14-16 semanas. Dichas instalaciones consistirán en:
• Zona para el acopio de huevos: se deben guardar únicamente huevos limpios, sin fisuras, con
un peso comprendido entre 55 y 70 g y forma correcta. Deberá ser un espacio fresco,
ventilado y protegido de roedores e insectos. Si los huevos se van a guardar varios días deben
girarse al menos una vez al día. Debemos tener en cuenta que cuenta que cuanto más días
guardemos los huevos menor será su viabilidad.
• Zona de incubación: si se realiza con gallinas es mejor hacerlo en una zona aislada, separada
del resto de animales. Si utilizamos una incubadora ésta debe situarse en una zona fácil de
limpiar. Debemos incubar, al menos, un número de huevos 2,5 veces superior al número de
gallinas que deseamos obtener, pues la mitad de las crías serán machos y no podemos esperar
una viabilidad superior al 95 %.
• Zona de cría: durante las primeras semanas de vida las pollitas requerirán calefacción,
iluminación, y un equipamiento apropiado a su edad (bebederos y comederos de primera
edad). Debe ser un lugar tranquilo, fácil de limpiar y protegido de otros animales como
predadores, roedores o aves silvestres.
• Zona de recría: entre las 6-8 y las 14-16 semanas de vida los animales se mantienen en
gallineros similares a los de puesta pero sin nidales

1.4.4 Suministro de energía


Los gallineros pequeños no precisan de suministro energético, pero los comerciales tienen
unas necesidades que varían mucho según el modelo de manejo que elijamos, pero que debemos
cubrir de la forma más coherente posible. Estas necesidades las podemos clasificar en tres grupos:

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• Iluminación, especialmente si se desea completar la luz natural.


• Mecánica, para el molino de pienso, la distribución de la comida, retirada del estiércol, recogida
y clasificación de huevos.
• Térmica: calefacción para la reposición, incubadora.
La iluminación se realizará, casi sin excepción, a partir de energía eléctrica, la cual puede
obtenerse de placas fotovoltaicas (o de otras fuentes renovables) con una mínima inversión. Muchas
de las necesidades mecánicas podrán cubrirse también con electricidad, pero entonces las
necesidades serán altas y la generación con fuentes renovables puede tener costes altos. Muchas de
las necesidades mecánicas se pueden cubrir a partir de un tractor, como molinos y otros equipos que
se acoplan a la toma de fuerza.
Existen calefactores de gas para los pollitos jóvenes. No es el caso de las incubadoras, pues
las existentes en el mercado son eléctricas.

1.5 Notas sobre los materiales


En las instalaciones ganaderas tendemos a un lógico abaratamiento de las instalaciones,
pero, en muchos casos, los materiales 'baratos' conducen a elevados costes tanto de mantenimiento
como de manejo de los animales. Por otra parte, supone una contradicción practicar ganadería
ecológica en unas instalaciones construidas con materiales que suponen un impacto para el medio,
la salud o el paisaje. A continuación se analizan algunos materiales utilizados habitualmente en las
instalaciones ganaderas.
El PVC es un material muy generalizado en cualquier tipo de construcción, especialmente
en conducciones y en carpintería, a la vez que uno de los más polémicos por su impacto ambiental.
Es de esperar que se prohíba su utilización a medio plazo, hasta entonces existen suficientes
alternativas para poder realizar cualquier tipo de construcción sin PVC. En el apartado de
carpintería la madera y el hierro han sido los materiales tradicionales y resultan fáciles de adquirir.
Para los desagües ya se puede adquirir con facilidad y a costes similares tuberías de polipropileno.
Para las conducciones eléctricas se dispone actualmente de diferentes plásticos no halogenados o de
los tubos metálicos empleados para las instalaciones en exterior.
Las pinturas plásticas presentan el gran inconveniente de ser impermeables a los gases,
impidiendo que el edificio 'respire'. La cal es un producto económico, que transpira y cuyo poder
desinfectante nos ayuda en la eliminación de parásitos. Los enfoscados con mortero de cal, cemento
blanco o mezclas de ambos hacen innecesaria la pintura, permitiendo una gran integración en el
medio si el árido utilizado es arena local.
Muchos de los productos comerciales para proteger la madera son tóxicos. Al ser respirados
por las gallinas pueden encontrarse en forma de trazas en sus cuerpos y en los huevos incluso varios
años después de haberse aplicado. Se deben utilizar productos como el aceite de linaza, la esencia
de trementina y las soluciones de borax o de sosa, además de partir de un material suficientemente
seco.
La madera es un material con numerosas e importantes virtudes, pero para los
equipamientos de los gallineros, como nidales o aseladeros, presenta un gran inconveniente: sus
numerosas grietas y juntas son ideales para que se refugie el piojo de las gallinas.

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2. LOS ANIMALES
A la hora de seleccionar los animales con los que hemos de trabajar, la primera decisión se
ha de tomar entre las razas autóctonas que se conservan en nuestra zona y las razas híbridas de
puesta. A diferencia de lo que ocurre con otros ganados, la casi totalidad de las gallinas de puesta
utilizadas en el mundo pertenecen a las líneas híbridas creadas por unas pocas compañías
transnacionales, las cuales han seleccionado dichas razas para la producción en jaulas, con piensos
de características muy concretas, en ambientes controlados y con elevados insumos de fármacos.
Algunas de estas razas tienen producciones altas en sistemas ecológicos, pero como indica Sørensen
pueden presentar diversos problemas: (i) pequeñas alteraciones, a menudo fuera del control del
granjero, pueden originar acontecimientos desastrosos, como el picaje de plumas y el canibalismo,
con tasas inaceptablemente altas de mortalidad; (ii) las dietas ecológicas son menos concentradas y
normalmente no se equilibran a los niveles de las fábricas de pienso convencionales, afectando la
eficiencia de estas razas; (iii) debido a su pérdida del instinto de anidar, se pueden producir
problemas significativos de huevos puestos en el suelo; y (iv) existe el riesgo de altos niveles de
enfermedades contagiosas y parasitarias, desconocidos en los sistemas intensivos, que pueden
originar graves daños en producción ecológica.
Las razas autóctonas presentan una respuesta mucho más adecuada a estos problemas, pero
tienen unos resultados económicos muy pobres. Además pueden presentar otros problemas de
manejo, como saltar los cercados de los parques, elevada tendencia a quedar cluecas o un mayor
índice de canibalismo, resultando del conjunto de estos factores que no se utilicen en producción
comercial.
Sin embargo hay tres hechos que muestran un futuro esperanzador para estas razas: (i) las
líneas existentes en la actualidad no han tenido ninguna atención de selección para la producción de
huevos durante muchos años; (ii) cuando se han aplicado con ellas programas de selección y mejora
orientados a la producción de huevos los resultados han sido positivos; y (iii) en Dinamarca, donde
la producción en jaula ha estado prohibida hasta el año 1980, la raza autóctona Skalborg mostraba
en el suelo unos rendimientos similares a las razas híbridas comerciales.
Actualmente se está realizando, tanto en nuestra zona como en otras regiones europeas una
búsqueda de las razas que sean más adecuadas para la producción ecológica de huevos, sin embargo
son necesarios también programas de selección y mejora que tengan en cuenta los requisitos
específicos de la producción ecológica de huevos, sin que exista hasta el momento ninguna
iniciativa al respecto.
En la siguiente tabla se indican algunos datos de las razas catalanas obtenidos en el IRTA de
Reus, con manejo de tipo campero.
PRODUCCIONES DE LAS RAZAS CATALANAS EN EL IRTA
Ampurdanesa Penedesenca Prat Penedesenca Ampurdanesa
Raza
Roja1,2 Negra1,2 Leonada1,2 x Prat2 x Prat2
Puesta a las 72
220 200 175 214 222
semanas
Peso huevo (gr) a
50,7 49,3 50,2 51,4 52,1
25 semanas
Consumo de pienso
50,8 50,4 53,3
a las 72 semanas
Fuente: 1 Francesch Vidal, A. Conservació i millora genètica de gallines catalanes. Catalunya Rural i Agrària, 36, 16-
20. 2 Francesch Vidal, A. Empleo de razas autóctonas en Ganadería Ecológica: razas catalanas de gallinas en
producción ecológica de carne y huevos. I Jornadas de Ganadería Ecológica. Quaderns d’Agricultura i Ramadería
Ecológica, nº 1, diciembre 1999.

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En las experiencias realizadas en Mas de Noguera hemos obtenido, con manejo ecológico,
los resultados indicados en la siguiente tabla:

RESULTADOS OBTENIDOS EN LA EXPERIENCIA DE MAS DE NOGUERA


Raza Ampurdanesa Roja Hisex Brown
Puesta total 191 214
A 72 semanas

% (nº) no comerciales (sucios, rotos) 4,5 % (8,5) 1,0 % (2,2)


% (nº) comerciales en fresco (> 53 g) 94,9 % (181) 87,4 % (187)
% (nº) comerciales industria (< 53 g) 0,6 % (1,5) 11,6 % (24,8)
Peso medio de los huevos 58,5 g 57,0 g
Consumo de pienso 14-72 semanas 41,75 kg 34,81 kg
Puesta total 360 386
A 120 seman.1

% (nº) no comerciales (sucios, rotos) 4,5 % (14,4) 1,7 % (6,2)


% (nº) comerciales en fresco (> 53 g) 94,5 % (298,6) 90,3 % (320,6)
% (nº) comerciales industria (< 53 g) 1 % (3) 8 % (28,2)
Peso medio de los huevos 60,3 g 58,7 g
Consumo de pienso 14-120 semanas 81,0 kg 64,4 kg
1
Con muda inducida

En otras experiencias realizadas en el País Valenciano se han estudiado también otras razas
autóctonas en producción ecológica como la Ampurdanesa Blanca, la Prat Leonada o la Castellana
Negra, así como razas híbridas, con los resultados que se indican en el gráfico siguiente.

Puesta acumulada por animal a diferentes edades

250

200
huevos/gallina

150

100

50
semanas

66
0 50
IB1
IB2

34
IB3

AB1

PL1

HB3

CN1

AR1

HB1

AR2

HB2

IB = Isabrawn; AB = Ampurdanesa Blanca; PL = Prat Leonada; HB = Hisex


Brown; CN = Castellana Negra; AR = Ampurdanesa Roja
Experiencias realizadas en Mas de Noguera (AR1, HB1, AR2, HB2), Granja La Peira (HB3,
CN1) y Masía El Teularet (IB1, IB2, IB3, AB1 y PL1)
Fuente: Vicente García-Menacho et al, 2002
Otros datos sobre las características de puesta de diferentes razas autóctonas se indican en la
tabla siguiente:

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CARACTERÍSTICAS PRODUCTIVAS DE ALGUNAS RAZAS AUTÓCTONAS


PUESTA A LAS 72 PESO MEDIO DE
RAZA
SEMANAS LOS HUEVOS (g)
Andaluza azul 1651 70-801
Andaluza perdiz 1801 60-621
1
Andaluza negra o Utrerana 190
Cara blanca 160-1801 75-801
2
Castellana negra 194
Euskal Oiloa 209-2205 60-455
Euskal Oiloa vr. Marradune 180-2001 60-621
1
Euskal Oiloa vr. Zilarra 180-200 60-621
Gallega Mos 1163 65,93
2
Gallina de les Pitiüses 120
Mallorquina 1002
4
Menorquina > 150 > 604
Fuentes: 1 Página web de Huerto y Corral ‘Los Portales’ (http://nuvitel.com/huertocorral/index.htm).
2
Página web de la Sociedad Española de Razas Ganaderas Autóctonas (SERGA)
(http://www.uco.es/organiza/departamentos/genetica/serga/index.html). 3 L. Sánchez, B. Sánchez y
B. Fernández. 2000. Programa de preservación de la gallina de raza Mos en Galicia. Archivos de
Zootecnia, 49: 77-80. 4 Boletín de Información Técnica del Centro de Capacitación y
Experimentación Agraria de Mahón. Consell Insular de Menorca. Nº 29, julio 2001.
5
http://www.nekanet.net/razas/español.htm

Los escasos problemas sanitarios que se presentan en una granja bien manejada y los
elevados costes de la producción ecológica de huevos hacen que, en la gran mayoría de los casos,
los avicultores ecológicos opten por las razas híbridas. Entre estas, debemos tener cuidado en elegir
una raza que no plantee problemas al criarlas en el suelo, como Isabrown, Hisex Brown, Shaver
579, Hy-Line Brown, Hubbard Golden Comet, Lohman o Hendrix Bovans.

Gráfico con las principales características productivas de la raza Hisex Brown


en producción convencional

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3. LA ALIMENTACIÓN
«La gallina, animal omnívoro por naturaleza, ingiere cuantas substancias alimenticias
encuentra al alcance de su pico ... también le gustan en gran manera las verduras y los alimentos
orgánicos animales, como carne, sangre, pescado, insectos, etc.»1

En producción ecológica, las gallinas consumirán cantidades significativas de hierba,


granos, gusanos y otros alimentos que obtendrán por su cuenta en los parques, más cuanto más
superficie tengan a su disposición, mejor se haga la rotación y exista mayor cubierta vegetal. No
obstante, en los sistemas comerciales, la base de su alimentación será aquella que nosotros le
aportemos y ésta estará basada principalmente en el pienso, el cual se podrá complementar con
otros productos, como germinados, granos enteros, suero de leche o forrajes.
Sin embargo, aunque cuantitativamente sea el alimento aportado el más importante,
cualitativamente será muy significativo el que ellas obtengan por su cuenta, pues le permitirá
equilibrar sus necesidades. Esto no quiere decir que no necesitemos aportarles un pienso bien
elaborado.
La alimentación se debe destinar a garantizar la calidad de la producción y cubrir los
requisitos nutritivos de los animales, no a incrementar hasta el máximo la producción.

3.1 Necesidades de los animales


Las gallinas ponedoras son animales exigentes en la composición del alimento,
especialmente las razas híbridas y más cuando se quiere obtener un nivel alto de producción. Una
de las limitaciones para la avicultura ecológica de puesta se encuentra en que la mayor parte de los
estudios hechos sobre sus necesidades se han realizado en animales alojados en jaulas, en
condiciones de ambiente controlado que no se pueden reproducir en producción ecológica. Cabe
destacar que al criarse los animales en sistemas abiertos y tener la temperatura ambiente cierto
grado imprevisible es imposible prever con exactitud el consumo de energía ad libitum y, por ello,
difícil optimizar el contenido proteico, dándose periodos de exceso y de carencia, ambos con
efectos negativos sobre los animales y sobre la producción
En general se admite que las gallinas criadas en libertad tienen mayores necesidades
energéticas que las confinadas en jaulas, debido a que realizan mucho más ejercicio. La mayor parte
de los datos expuestos a continuación se refieren a sistemas intensivos, con los animales alojados en
jaulas, y por tanto deben ser interpretados con cierta cautela.
Las gallinas regulan su consumo de pienso en función de la energía metabolizable (EM)
ingerida, aunque consumen un exceso de energía en dietas con altos niveles de EM y tienen
dificultades para mantener un consumo normal cuando las dietas tienen menos de 2.500 kcal.kg-1 de
EM. Esta capacidad de regulación es suficiente para que en la mayoría de los casos la solución más
adecuada sea suministrar el alimento ad libitum.
En un estudio2 comprobaron que al aumentar el consumo de 184 a 312 kcal.ave-1.día-1 se
incrementó la puesta del 43,7 al 84,9 %, mientras que el aumento en el consumo de proteína bruta
de 13 a 21 g.ave-1.día-1 mejoró del 43,7 al 69 % la producción de huevos, por lo que es muy
importante mantener una relación adecuada entre energía y proteína en la dieta.
En la tabla siguiente se especifica, en función de la edad, las características principales que
debe tener el pienso. Los datos corresponden a gallinas ponedoras criadas en suelo, pero no se
dispone de suficiente información para ajustar dichas necesidades a la producción ecológica,
especialmente en lo que se refiere al contenido en proteínas entre las 21 y 40 semanas de edad.

1
Brillat, A. 1933. Las gallinas productivas. Luis Miracle editor. Barcelona. 190 pp.
2
Leeson, S. y J.D. Summers. 1991. Comercial Poultry Nutrition. University Books. Guelph, Canadá.

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NECESIDADES NUTRITIVAS DE LAS GALLINAS PONEDORAS EN SUELO


Semanas Proteína bruta Energía metabolizable %
EM/PB % lisina g Ca g P
de edad % kcal/kg metionina
0-8 19,5-21 2.750-2.970 139-146 1.07 0.40 9 6
9-14 15-17 2.640-2.970 170-190 0.86 0.32 9 5
15-20* 12-14 2.640-2.970 >190 0.65 0.25 9 5
21-40 16,5-18,5 2.750-3.080 165-169 0,62-0,68 0,31-0,34 27 7
40-72 14-15,5 2.640-2.970 187-191 0,60-0,66 0,30-0,33
* Esta fase debe interrumpirse si se alcanza el 5 % de puesta.
Fuente: J.M. Hernández Benedí. 1989. Manual de nutrición y alimentación del ganado. MAPA.
Respecto a la proteína no solo es importante el contenido total sino también la calidad de
esta proteína, especialmente en el equilibrio entre los diferentes aminoácidos esenciales para las
gallinas, así como en la digestibilidad y disponibilidad de los aminoácidos en los diferentes
ingredientes del alimento.

PERFILES DE PROTEÍNA IDEAL PARA PONEDORAS COMERCIALES


Aminoácido NRC, 1994 CVB, 1996 ISA, 1996/97 MN, 1998
Lisina 100 100 100 100
Metionina 43 50 51 49
Metionina + cisteína 84 83 88 81
Treonina 68 66 70 73
Triptófano 23 19 22 20
Isoleucina 94 79 82 86
Valina 101 86 93 102
Arginina 101 130

3.2 Diseño de la ración


El pienso se prepara con una mezcla de granos, especialmente de cereales y legumbres,
subproductos y correctores, la cual se muele hasta formar una harina gruesa. Los componentes y sus
características son:
• Cereales: aportan principalmente hidratos de carbono y, por tanto, la mayor parte del contenido
energético del pienso, junto con una parte menor de minerales y de proteínas, siendo
particularmente pobres en lisina. Suelen representar entre el 60 y el 75 % de los componentes del
pienso.
Los más empleados en las raciones de gallinas son el maíz y el trigo, por ser granos desnudos,
junto con la cebada. El primero es el más apetecido por las aves, el de mayor contenido
energético y muy apreciado en la producción de huevos por su riqueza en xantofilas amarillas
(luteína y zeaxantina) que proporcionan color a la yema. Es también rico en vitamina A y en
ácido linoleico (C18:2), pero pobre en proteínas, aunque éstas tienen una elevada digestibilidad,
con bajo nivel de lisina y triptófano. También es pobre en ciertas vitaminas hidrosolubles, en
calcio, en sodio y en oligoelementos. En el momento de la cosecha suele tener un contenido en
humedad alto, de hasta el 30 %, el cual debe ser reducido por debajo del 15 % para poderlo
almacenar sin que proliferen microorganismos, especialmente hongos, que reducen el valor
nutritivo del maíz, favorecen la oxidación del aceite y generan toxinas.
El trigo tiene un valor energético alto, aunque inferior al del maíz, y su contenido en proteína es
superior al de otros cereales y con mejor equilibrio de aminoácidos, aunque es deficiente en

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 12


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lisina y treonina. Su contenido en pentasanos y β-glucanos, sustancias que reducen la


digestibilidad de los nutrientes (proteína, grasa y almidón) limitan su proporción en las dietas.
La cebada es un cereal vestido y, por tanto, con mayor contenido en fibra. Su valor energético es
menor que el del maíz y el del trigo. Contiene también sustancias antinutritivas que limitan su
uso.
A pesar de su contenido en proteína más alto que el de otros cereales y el mejor equilibrio de
aminoácidos de este grupo de alimentos, la avena es poco utilizada debido a su elevado
contenido en fibra y la dureza de su cutícula.
El centeno contiene también factores antinutritivos (β-glucanos, compuestos fenólicos) que
limitan su utilización para las gallinas.
• Legumbres: granos secos de guisantes, habas, soja, etc. Aportan principalmente la proteína del
pienso y los minerales. La mayoría de estos granos contienen sustancias antinutritivas o que
entorpecen el crecimiento de los animales (inhibidores de enzimas, alcaloides, antivitaminas,
taninos, etc.), debiéndose cuidar su utilización: nunca emplear más de un 20 % de una sola
especie y, en algunos casos como el haba de soja, tratar previamente los granos. Constituyen
entre el 15 y el 35 % del pienso.
El guisante es una de las más utilizadas, pues la cantidad de sustancias antinutritivas que hay en
él es bastante baja, con un contenido medio del 25 % de proteína bruta, es rico en lisina y pobre
en metionina.
Las habas también son válidas para la alimentación de las aves, aunque en menor proporción
que los guisantes debido a su contenido en taninos, sobre todo en las variedades pardas.
El grano entero de la soja no se emplea para la alimentación de las aves por su contenido en
sustancias antinutritivas, como tampoco otras legumbres frecuentes en la alimentación de otras
especies ganaderas como yeros o vezas. En ocasiones la soja entera se emplea tras someterla a
tratamientos que eliminan los factores antinutritivos, como el tostado o el extrusionado, pero es
más común utilizar sus subproductos que veremos a continuación.
• Subproductos: los más empleados son las tortas de oleaginosas y, especialmente, la torta de soja.
Existen otros subproductos que se pueden utilizar, como el germen de garrofín o el gluten de
maíz. Suelen constituir hasta un 30 % del pienso.
Durante el procesado para extraer el aceite se eliminan las sustancias antinutritivas, lo que
convierte la torta de soja en la principal fuente de proteína de origen vegetal para la
alimentación de las aves. Aunque su calidad nutritiva es excepcional presenta un contenido
relativamente pequeño en aminoácidos azufrados (metionina, cisteína) y la disponibilidad del
fósforo y del zinc es escasa. En producción convencional, en la que se extrae el aceite con
solventes, el contenido en proteína bruta alcanza el 47 %, pero en producción ecológica, en que
el aceite es extraído con menos eficacia por medios mecánicos el contenido en proteína es
menor, del 37 %, su valor energético mayor y presenta el riesgo de oxidación del aceite presente
en la torta. Esta limitación para la conservación junto con su elevado coste y el hecho de tratarse
de una especie foránea hacen que se estén estudiando alternativas.
Otro subproducto derivado de esta semilla que puede resultar interesante es la okara, obtenida
en el proceso de elaboración de la leche de soja, pero está mucho menos estandarizado que el
anterior por lo que se debe analizar en cada caso.
Otras tortas de oleaginosas empleadas son la de girasol, deficiente en lisina pero con un
contenido en aminoácidos azufrados elevado que la hace muy complementaria a la torta de soja,
con la que se debe tener precaución si no es decorticada, por el exceso de fibra, y la de
cacahuete.
• Correctores: los principales correctores son los minerales, con los que se busca el aporte de
calcio y fósforo, como la conchilla, carbonato cálcico y fosfato tricálcico. La cáscara de huevo es
una fuente interesante de calcio, aunque debe tratarse térmicamente para garantizar la
eliminación de microorganismos y en especial de la Salmonella. Otro corrector mineral es la sal

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 13


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o el carbonato sódico, añadidos para aportar sodio. Los correctores minerales se pueden añadir al
pienso o suministrarlo en comederos aparte y pueden constituir alrededor del 5-7 % de la ración.
También se pueden añadir aceites vegetales, en proporciones que oscilan entre el 2 y el 5 %, para
incrementar el contenido energético, especialmente en raciones de invierno. Actualmente existen
en el mercado complementos vitamínico-minerales autorizados para la producción ecológica, los
cuales se añaden en pequeñas cantidades (2-5 %), especialmente al principio de la puesta o en
momentos en que escasee la vegetación en los parques.
• Otros alimentos: existen otras muchas fuentes de alimentos, los cuales dependen generalmente
de los recursos locales. A modo de ejemplo señalamos los siguientes para la alimentación de las
aves: se han probado diferentes larvas, adultos y restos de artrópodos con buenos resultados en la
alimentación de las gallinas. En general éstas consumirán cualquier tipo de insecto, los cuales
pueden ser capturados con trampas (por ejemplo con atrayente dulce para las moscas o usando
luz para los insectos nocturnos). Algunas larvas de insectos pueden ser criadas, como la mosca
soldado negra (Hermetia illucens) que se cultiva fácilmente con varios residuos orgánicos,
incluidos los estiércoles. En algunas zonas del mundo se utiliza la recolección y cría de termitas,
cuyas larvas son un alimento muy nutritivo. Las lombrices presentan un potencial elevado, pero
son muy escasos los estudios sobre su aplicación en producciones comerciales. Algunas plantas
acuáticas como la lenteja de agua, Azolla y Blyxa pajenicey han sido estudiadas como fuentes de
proteína y otros nutrientes.

COMPARACIÓN ENTRE LA COMPOSICIÓN DE DOS FUENTES


HABITUALES DE PROTEÍNA EN LA ALIMENTACIÓN DE LAS GALLINAS
EN PRODUCCIÓN ECOLÓGICA Y LA LOMBRIZ ROJA (Eisenia foetida)
Guisante de Harina de
Componentes Lombriz
primavera soja 44 %
Materia seca (%) 87,7 87,9 15–20
Proteína bruta (% m.s.) 23,4 50 50–70
Extracto etéreo (% m.s.) 1,7 1,9 5–12
Fibra total (% m.s.) 6,5 6,4 1,7–3,0
Energía metabolizable aves (kcal/g m.s.) 3,0 2,5 1,8–2,8
Calcio (% m.s.) 0,1 0,3 0,5–2,2
Fósforo (% m.s.) 0,45 0,7 1,0–1,4
Lisina (% P.B.) 7,2 6,2 3,1–12,8
Metionina (% P.B.) 1,1 1,5 1,5–2,5
Metionina + cistina (% P.B.) 4,9 5 3,0–6,0
Valina (% P.B.) 3,8 4 3,8–5,5
Treonina (% P.B.) 0,9 1,3 3,0–5,2
Triptófano (% P.B.) 2,6 3,1 0,2–0,6
m.s. = materia seca; P.B. = proteína bruta

Los diferentes ingredientes se han de combinar de forma que la mezcla resultante tenga una
composición ajustada a las necesidades de los animales. Para ello se puede partir de los valores
medios de cada ingrediente, expresados en las diferentes tablas de composición de los alimentos, o,
lo que resulta más exacto, a partir del análisis de cada una de las partidas recibidas.
A continuación se detalla la composición de algunos de los piensos empleados en las
experiencias que hemos realizado en Mas de Noguera. Las proporciones están expresadas en peso y
los valores nutritivos de cada pienso se han obtenido a partir de las composiciones medias de los
ingredientes.

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COMPOSICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE ALGUNOS DE LOS


PIENSOS EMPLEADOS EN MAS DE NOGUERA.
Edad de las gallinas 20-40 semanas 40-72 semanas
Cebada 97 91 165 356
Avena
Composición en 71 86 93
peso (kg/tm)
Trigo 42 100 109
Maíz 260 277 235 127
Habas 135 177 122
Guisantes 138 182 125 157
Torta de soja 127 99 96 103
Complementos 65 61 71 55
Proteína bruta (%) 17,0 17,0 15,5 14,5
Energía metabolizable (kcal/kg) 2.800 2.740 2.724 2.730
Coste* (€/tm) 385 381 358 337
*
El coste incluye tanto los componentes como los portes de los mismos y
la elaboración. Los valores corresponden a los costes en el año 2005-06.
Disponen aparte de conchilla u otra fuente de calcio.
Además del pienso, se les puede dar desechos de la cocina, la huerta o el establo, así como
patatas hervidas, que pueden sustituir un tercio de los granos, aunque en estos casos hay que
asegurarse de corregir la composición del pienso para asegurar que finalmente la ración contenga
todos los elementos que necesitan las gallinas.
Las gallinas necesitarán entre 90 y 130 gramos de alimento con bajo contenido de humedad,
como el pienso, por cabeza y día, dependiendo de su peso corporal, producción de huevos, raza y
temperatura. En el caso de consumir alimentos húmedos o con baja concentración de nutrientes
pueden ingerir cantidades considerablemente mayores, adaptando incluso la capacidad del buche.
Si disponen de una adecuada rotación en los parques las gallinas pueden adquirir una parte
de su alimentación por si mismas, en forma de hierba, pequeños animales, raíces, tubérculos y
semillas. Esta parte puede ser cuantitativamente significativa en algunos casos, pero siempre lo será
en el aspecto cualitativo, al aportarles una mayor variedad de elementos, especialmente vitaminas y
minerales, que les permitirá corregir las posibles deficiencias del pienso.
El cultivo de los parques con el fin de incrementar el consumo de forraje por las gallinas
muestra que éstas son capaces de consumir considerables cantidades de hierba, origina una
reducción de algunos problemas de bienestar y puede proporcionar a las gallinas cantidades
importantes de nutrientes.
Los resultados recogidos en la bibliografía se basan en estudios con grupos pequeños de
gallinas y durante periodos cortos de tiempo. Sin embargo es un problema bien reconocido que las
gallinas en los sistemas de producción ecológicos no utilizan toda la superficie disponible en los
parques, bien por permanecer dentro de los gallineros o bien por utilizar con mucha más frecuencia
la zona de los parques más cercana a éstos, lo que limitará la transposición de los resultados con
grupos reducidos a los gallineros comerciales aún cuando se mantenga la misma ratio de superficie
disponible por gallina.
La experiencia realizada durante el año 2006 y 2007 en Mas de Noguera muestra que la
disponibilidad de pasto en los parques del gallinero, mediante la siembra de especies herbáceas, el
riego y una adecuada rotación, permite mejorar la puesta, tanto en número de huevos como en su
tamaño.
Algunos autores sugieren que la actividad de los forrajes es mayor cuando las gallinas están
restringidas en nutrientes. En la misma línea, diferentes estudios realizados antes de la
industrialización de la producción de huevos, cuando los forrajes eran parte integrante de los

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 15


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sistemas avícolas, indican que las gallinas con buena pastura no necesitan concentrados ricos en
proteínas.

3.3 Elaboración del pienso


Prepararse uno mismo el pienso no requiere de grandes inversiones, todo lo que hace falta es
un molino, y aporta grandes ventajas, algunas, al contrario de lo que se suele pensar, muy
importantes en las granjas pequeñas. La primera ventaja es el precio, puede resultar más económico,
especialmente cuando parte de los ingredientes los cultivamos nosotros. La segunda es la
posibilidad de adquirir partidas para todo el año, pues los granos enteros se conservan sin grandes
problemas. Por último, debemos señalar que es la mejor forma de estar seguros de lo que comen
nuestros animales.
Los diferentes ingredientes se dosifican y mezclan convenientemente y se muelen,
generalmente con molinos de martillos, sin llegar a formar harina (los granos deben estar rotos, pero
no en polvo). Algunos ingredientes, como los aceites o la melaza, hacen también la función de
aglomerantes reduciendo la presencia de polvo en el pienso. Es conveniente no preparar el pienso
para periodos demasiado largos, pues los granos rotos se oxidan y si se añade aceite puede
enranciarse, siendo conveniente elaborarlo cada quince a treinta días.
Cuando no se dispone de molino, se pone la mezcla de los diferentes ingredientes a remojo,
en agua o en suero de leche, durante dos a doce horas, para que se reblandezcan los granos y puedan
aprovechar mejor su contenido alimenticio. En este caso el aporte no puede ser ad libitum, sino que
debemos dar cada vez la cantidad de alimento que vayan a consumir, y debemos tener especial
cuidado en los periodos cálidos de que no se produzcan fermentaciones.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 16


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4. MANEJO

4.1 Cama y estiércol


La yacija puede ser de paja, viruta, serrín, hojas secas o cualquier otro material orgánico,
seco, rico en carbono y que tenga cierta capacidad de absorber la humedad. Se debe renovar o
aportar nuevo material sobre la capa existente siempre que se deje de ver yacija limpia y seca en la
superficie. El estiércol se puede ir acumulando bajo los aseladeros, para sacarla al compostero cada
uno o dos meses, incluso una vez al año si hay capacidad suficiente. Debemos cuidar que el
estiércol que permanece en el gallinero tenga suficiente yacija y que no se acumule en condiciones
anaerobias, pues producirá gases y olores molestos.
Se debe garantizar que la cantidad total de estiércol no exceda de 170 kg de N por ha de la
superficie agrícola utilizada y año, lo que equivale a un número máximo de animales de 230
gallinas por ha. Si la granja no dispone de suficiente superficie, deberemos acordar con otros
agricultores la superficie necesaria para distribuir parte del estiércol que produzcamos.

4.2 Alimentación
En los sistemas de alimentación más extendidos, especialmente en los gallineros grandes,
los animales disponen continuamente de un pienso completo y equilibrado que pueden consumirlo a
voluntad (alimentación ad libitum).
Cuando los comederos son manuales se llenan cuando queda poco pienso, generalmente
unas dos veces por semana aunque depende del número y de su capacidad. Los que están
mecanizados se programan de forma que ofrezcan pienso de forma continua.
En cualquier caso las gallinas deben disponer siempre de agua y ésta debe ser de calidad.
Se debe cuidar que los cambios de composición del pienso, sea por la edad o por el
suministro de materias primas, no sean bruscos. Cuando se deba realizar un cambio de pienso de
composición muy diferente se hará de forma progresiva, mezclando el nuevo pienso con el viejo.

4.3 Rotación en los parques


El cambio de un parque a otro debe realizarse, aproximadamente, cada 10 semanas, según el
deterioro del pasto. Para aumentar el valor nutritivo del pasto verde del parque, es recomendable
sembrar mezclas forrajeras que contengan gramíneas y leguminosas.

EJEMPLO DE ROTACIÓN EN TRES PARQUES CON SIEMBRAS DE FORRAJES.


E F M A M J J A S O N D
Veza y avena de primavera
Parque 1
Ocupación por las gallinas
Ray-grass italiano
Parque 2
Ocupación por las gallinas
Veza y avena de invierno
Parque 3
Ocupación por las gallinas
siembra crecimiento aprovechamiento

El acceso a los parques debe garantizarse durante al menos un tercio de la vida de los
animales.
En algunos momentos es recomendable mantener los animales cerrados en el gallinero,
como en las primeras horas del día durante el arranque de la puesta o los días lluviosos. Si en los

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 17


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parques hay arbolado, lo que siempre es recomendable, con algunas razas puede ser necesario
encerrarlas en el momento de la brotación.

4.4 Puesta y recogida de los huevos


Desde las 16 semanas de edad hasta que alcancen el pico de puesta es interesante cerrar el
acceso a los parques desde primera hora de la mañana hasta el mediodía, para que se acostumbren a
poner en los nidales y no en cualquier rincón. También es conveniente evitar zonas sombrías y
rincones oscuros dentro del gallinero, eliminar los arbustos bajos en los parques, y aumentar la
luminosidad del gallinero, pintando paredes y techos de color blanco; en definitiva se trata de
conseguir que el lugar más apetecible para poner los huevos sea el nidal.
Los huevos se recogen diariamente, al final de la mañana o principio de la tarde (la mayor
parte de los huevos se ponen en las 6 primeras horas de luz del día), y se colocan en un lugar fresco
y oscuro, en contenedores especiales y apoyados sobre la punta más estrecha, para que la cámara de
aire se sitúe en la parte superior. Se deben guardar limpios, pero nunca se deberán lavar, para no
eliminar la capa protectora natural que los rodea.
Debemos prestar especial atención los días de lluvia y cuando hayan problemas de diarreas,
pues puede incrementarse notablemente el número de huevos sucios. En estas situaciones hemos de
vigilar la limpieza de los fondos y, cuando el huevo permanezca en el nidal, aumentarse la
frecuencia de recogida.

4.5 Iluminación
Se puede complementar la luz natural con medios artificiales para obtener un máximo de 16
horas de luz diaria, con un periodo de descanso nocturno continuo, sin luz, de por lo menos ocho
horas. Para ello, se pueden instalar temporizadores que enciendan automáticamente las luces del
gallinero.
Con la luz artificial se debe conseguir una iluminación uniforme del gallinero, con una
intensidad de 10 a 15 lux. Intensidades mayores no incrementan la puesta, pero si la excitación
nerviosa de las gallinas y, con ella, el problema de picaje.
Aunque las aves son más sensibles a la luz roja y amarilla, normalmente se recomienda la
luz blanca, tanto por su mayor eficacia energética como por la amplitud del espectro luminoso que
abarcan, pudiéndose utilizar lámparas fluorescentes y minifluorescentes (bajo consumo), cuidando
que en el encendido no se produzcan ‘parpadeos’.
Se debe evitar que las gallinas queden a oscuras de golpe, para ello se puede suministrar las
luz artificial durante la madrugada o, si se quiere hacer por la noche, las luces se apagarán de forma
progresiva, manteniendo un tiempo de penumbra en el que los animales se distribuirán en los
aseladeros para dormir.
Durante las fases de cría y recría el manejo del fotoperiodo es particularmente importante.
La luz afecta la madurez sexual de cualquier tipo de ave: si la cantidad de luz se aumenta
gradualmente durante el desarrollo de las aves, éstas alcanzarán la madurez sexual a una edad
menor. Al adelantar la entrada en producción, se alarga el período de producción de huevo pequeño
y se reduce el período de postura. Durante estas fases se puede mantener un periodo de luz
constante, de 6 a 14 horas diarias, o decreciente, hasta que las aves alcancen las 18 semanas de edad
o un 5% de la producción de huevos. En este momento se incrementará media hora de luz artificial
y posteriormente 15 minutos por semana, hasta completar 15-16 horas de luz continua por día.
En el arranque de la puesta no se debe aumentar el fotoperiodo más de 60’ de una vez,
debemos aumentarlo progresivamente. En la práctica se favorece el arranque de la puesta cuando
las gallinas alcanzan un peso adecuado propio de cada raza o cuando alcanzan un 5 % de puesta,
generalmente entre las 18 y 22 semanas de edad. Entonces se aumenta una hora el fotoperiodo, la

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 18


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segunda semana se aumenta media hora más y después se va incrementando 15’ semanales hasta
alcanzar las 15-16 horas de luz.

4.6 Stress
La gallina es un animal muy nervioso, debemos llevar a cabo un correcto manejo para
disminuir el stress, que pasa por tener en cuenta los siguientes aspectos:
• La entrada al gallinero debe hacerse lentamente, realizando antes algún sonido característico
(como golpear ligeramente la puerta) para avisar a los animales de nuestra llegada.
• Todas las operaciones de manejo deben hacerse con tranquilidad, sin movimientos bruscos.
• No autorizar visitas incontroladas y organizar bien las que se realicen, vigilando especialmente el
acceso de niños.
• Utilizar el mismo tipo de ropa de trabajo, con el fin de que las gallinas nos reconozcan con ella.

4.7 Vaciado sanitario y reposición


Una vez los animales alcanzan cierta edad su puesta se reduce por debajo de los valores
necesarios para que los costes se mantengan viables, es el momento de reponer los animales
existentes por un nuevo lote más joven.
El momento idóneo para realizar la reposición depende de varios factores, especialmente de
la raza, del manejo de la luz en el inicio de la puesta, de la época de nacimiento y del manejo.
Normalmente los animales se sustituyen después de una año de puesta, es decir, a las 72 semanas de
vida, dinámica adoptada en la mayoría de las granjas ecológicas y para la cual están diseñadas las
razas híbridas. Pero la vida útil de las gallinas de puesta puede ser mucho más larga, siendo normal
encontrar en los gallineros de autoconsumo animales de 7 y 8 años, por lo que los motivos de
reponer tan pronto son puramente económicos. En muchos casos se puede alargar, mediante la
inducción de la muda, a un segundo e, incluso, tercer año de puesta.
Cuando el manejo sea del tipo “todo dentro, todo fuera” los animales a sustituir se deben
retirar del gallinero, al menos, un mes antes de introducir el nuevo lote, para realizar durante dicho
tiempo un vaciado sanitario. El gallinero debe ser limpiado y desinfectado en profundidad, con el
fin de eliminar los parásitos que puedan existir, pues los animales adultos pueden tolerar cierto
nivel de parásitos, sin presentar ningún síntoma ni mermas en la producción, el cual puede
ocasionar estragos en los animales jóvenes. Durante el vaciado sanitario se debe ventilar al máximo
el gallinero y facilitar que entre el sol, impidiendo a la vez el acceso de aves silvestres, roedores y
otros animales.
En los gallineros pequeños, de hasta 50-60 animales, es posible mezclar gallinas de
diferentes edades, incluso algunos autores como Lampkin lo recomiendan. Sin embargo, en los
gallineros mayores la introducción de animales jóvenes es muy problemática, por no decir
imposible, por lo que en estos se tiende a tener lotes homogéneos y practicar el manejo “todo
dentro, todo fuera”.
A partir del 1 de enero de 2006 las gallinas deben criarse de forma ecológica desde los
cuatro días de edad (anteriormente se permitía la incorporación de animales criados en
convencional de hasta 18 semanas), lo que plantea un problema por la falta de granjas
especializadas en la cría de ponedoras en manejo ecológico.
Las opciones para la reposición cubren toda la gama desde incubar nuestros huevos3 y criar
las pollitas hasta comprar gallinas a punto de poner, pasando por comprar pollitas de un día de edad
y hacer nosotros la cría y recría o encargarla a otra granja.
Debemos tener en cuenta que para la cría y recría necesitamos instalaciones y equipos
específicos, como se explicó anteriormente, y también que el manejo y alimentación de las pollitas
3
La reposición la podremos hacer a partir de huevos de la propia granja si tenemos líneas puras, nunca a partir
de los huevos de razas híbridas.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 19


Avicultura ecológica de puesta

jóvenes es totalmente diferente al de las gallinas ponedoras, así puede suceder que en nuestra granja
hagamos una excelente producción de huevos y fracasemos totalmente en la cría de las pollitas. Por
otra parte, realizar nosotros mismos la cría o hacerla en una granja donde podamos controlar la
evolución de los animales tiene aspectos muy interesantes de cara a iniciar la puesta con los
animales bien preparados.
Cuando podamos adquirir las gallinas de una granja especializada es habitual hacerlo con 18
semanas de edad, con el fin de reducir el periodo en que el gallinero está improductivo. Sin
embargo puede ser interesante entrar los animales algo más jóvenes, con unas 16 semanas, para que
se adapten al gallinero antes de iniciar la puesta, especialmente si la granja de cría está en una zona
con condiciones ambientales o tipo de instalaciones diferentes al del gallinero de puesta.

4.8 Corte de picos


No podrá efectuarse sistemáticamente ningún tipo de amputación de los animales, en
concreto el corte de pico, si es necesario, deberá ser autorizado expresamente por el organismo de
control por razones de seguridad o para mejorar la salud, el bienestar o la higiene de los animales.
El canibalismo, único problema que justifica el corte de picos, se puede prevenir como
veremos más adelante.

4.9 Inducción de la muda


Las aves de postura mudan las plumas al finalizar su primer periodo de producción,
reiniciando ésta dos o tres meses después, para este tiempo la gallina disminuye al máximo su
puesta o simplemente deja de poner. Si los animales se quieren dejar durante un segundo año de
puesta, la muda natural resulta económicamente inviable.
Con el proceso de inducción de la muda, también conocido como muda forzada o artificial,
lo que se consigue es reducir el periodo con nivel de puesta bajo respecto de la muda natural.
Existen muchos sistemas para este proceso, los tradicionales consisten en eliminar la luz, comida e
incluso el agua durante cierto tiempo, pero consideramos que esta técnica no es admisible en
producción ecológica, por lo que hemos probado otros sistemas más suaves.

EJEMPLO DE PROGRAMA PARA INDUCIR LA MUDA


PERIODO MANEJO
Día 0 Retirar la totalidad del pienso existente. Quitar la iluminación artificial (debe
coincidir con un periodo en que el fotoperiodo natural sea menor de 12 horas diarias y
mejor si es decreciente)
Día 1-10 Aporte diario de pienso pobre en proteína (10-12 % de P.B.), racionado a 40 g/ave el
primer día e incrementarlo en 10 g/día. La puesta al final de esta fase debe reducirse a
menos del 5 %.
Día 11-20 Aporte ad libitum de pienso pobre en proteína (12-14 %) y rico en calcio (2,7-3,0 %)
A partir del Programa de arranque de puesta: aporte de pienso rico en proteína (17 % de P.B.),
día 21 incremento del fotoperiodo en 30-60 minutos y posterior aumento en 15 minutos
semanales hasta alcanzar las 15-16 horas.
Para ello entre los diez y doce meses de producción o cuando las gallinas disminuyen su
puesta por debajo del 50%, se debe suprimir totalmente la luz artificial, sustituir el pienso por uno
de bajo contenido en proteína y racionar la alimentación. Tras varios días en que la puesta se ha
suprimido o reducido al mínimo se aportará alimento y luz como si se tratase de pollitas que inician
su vida productiva.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 20


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4.10 Principales problemas de manejo


El principal problema de manejo que se nos puede plantear es el picoteo de unas aves a
otras, que puede alcanzar rápidamente el canibalismo, especialmente al inicio de la puesta. Se
habla de diversas causas que favorecen su aparición, como tendencias genéticas (más acentuadas en
algunas razas autóctonas), excesiva densidad de animales entre las 10 y 20 semanas de vida, dietas
pobres en proteínas, carencia de algunos minerales (especialmente de sodio), excesiva intensidad de
luz, ataques de piojos y otros parásitos, stress y aburrimiento de los animales (por falta de verde que
picotear). Debemos prevenir estos factores, corrigiéndolos antes de que se presente el problema, y
tener especial cuidado al inicio de la puesta, pues algunos animales sangrarán y esto incitará a los
demás a picarle. Cuando aparece este problema se debe revisar la composición del pienso, retirar
los animales heridos, aplicar un preparado amargo en las heridas y en aquellos animales a los que
les falten plumas en la cola (se comercializa uno a partir de extractos de sabina) y, en casos
extremos, solicitar al organismo de control autorización para cortar los picos.
Otro problema que puede surgir es que se coman los huevos, fenómeno conocido como
ovofagia. Para evitarlo lo mejor es utilizar nidales en los que no queden los huevos al alcance de las
gallinas. Si esto no es posible, deberemos recoger los huevos frecuentemente, evitando
especialmente que queden huevos rotos o dañados en los nidales, echar sustancias picantes en los
huevos e identificar a los animales con tendencia a picar los huevos y eliminarlos.
Aunque sea un comportamiento natural, la gallina clueca es un problema para nuestro
objetivo de producir huevos. Es más común en las razas autóctonas y en el segundo año de puesta
en las híbridas. Para evitarlo no debemos dejar los huevos mucho tiempo sin recoger, ya que es una
invitación a que surja el problema (volvemos otra vez a los nidales en que se esconde el huevo).
Cuando ya ha surgido el problema, podemos acelerar la ‘cura’ aislando las gallinas cluecas en una
zona fresca y sin comida hasta que se repongan, darles un baño de agua fría durante unos segundos
o combinar ambas técnicas.
También pueden aparecer huevos con la cáscara débil o muy fina, incluso huevos sin
cáscara (en fárfara). El primer caso suele deberse a falta de calcio en la ración, por lo que debemos
incorporar complementos minerales al pienso o suministrar una fuente caliza, como la conchilla.
Los huevos en fárfara se pueden deber a un problema en alguna gallina, si se producen de forma
ocasional no debemos preocuparnos, pero si se repiten con cierta frecuencia debemos localizar el
animal que los pone y eliminarlo.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 21


Avicultura ecológica de puesta

5. SANIDAD

5.1 Conceptos generales de sanidad


La sanidad ha de ser preventiva y, por tanto, estará basada en: i) selección de razas rústicas y
resistentes; ii) aplicación de prácticas zootécnicas adecuadas; iii) alimentación de calidad, ejercicio
y acceso a los parques de forma regular y iv) densidad adecuada.
Cuando sea necesaria la aplicación de medicamentos veterinarios se utilizarán
preferentemente productos fitoterapéuticos, homeopáticos y oligoelementos. Si éstos no son
eficaces, con el fin de salvar los animales, podrán utilizarse medicamentos veterinarios alopáticos
de síntesis química o antibióticos, bajo la responsabilidad de un veterinario, guardando en estos
casos un tiempo de supresión que será, al menos, el doble del tiempo de espera legal indicado para
el medicamento.
Siempre que deban utilizarse medicamentos veterinarios deberá registrarse claramente el
tipo de producto, diagnóstico, posología, método de administración, duración del tratamiento y
tiempo de espera legal. Se comunicará al organismo de control antes de comercializar su
producción y se identificará claramente a los animales tratados, individualmente o por lotes.

5.2 Principales problemas sanitarios


Los animales jóvenes son muy sensibles a los coccidios. Para evitarlo se deben tomar
medidas preventivas, especialmente un buen vaciado sanitario, que incluya una limpieza a fondo de
los locales. En el caso de cría de pollitas para reposición se debe extremar esta precaución y se
puede dar un tratamiento homeopático a base de holarrhena, berberis, allium y embelia, mezclado
en el pienso.4
El piojo rojo es un parásito frecuente, afortunadamente no se queda en los animales, por lo
que se pueden tratar los aseladeros y nidales, con rotenona o lejía diluida o repasándolos con un
soplete.
Cuando aparecen parásitos internos es interesante darles de beber suero de leche o
infusiones y acidificar ligeramente el agua añadiendo un 1-2 % de vinagre. Estos problemas es
importante prevenirlos, por ejemplo evitando que los animales puedan acceder a zonas con agua
encharcada.
Las gallinas harán pequeños agujeros en el parque, en los que se limpiarán las plumas y
eliminarán los parásitos externos con la propia tierra. Esta limpieza podemos mejorarla preparando
zonas con una mezcla de arena y ceniza, la cual podemos cubrirla con un pequeño cobertizo.

4
J. Ciria Ciria. 2002. Producción ecológica de pollos de carne. 2ª Jornada de Ganadería Ecológica. Centre
d’ecoturisme i formació El Teularet. Valencia.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 22


Avicultura ecológica de puesta

6. ANÁLISIS ECONÓMICO5
A continuación se comparan dos modelos de producción ecológica de huevos. El primero,
al que denominamos modelo comercial, está basado en una granja con cuatro gallineros, con
capacidad para 800 gallinas cada uno, con razas híbridas comerciales, muy mecanizado, en el que se
utilizará pienso comercial y orientado a la distribución en comercios minoristas. El segundo, al que
hemos llamado modelo complementario, corresponde a una granja con dos gallineros móviles, con
capacidad para 200 gallinas cada uno, con razas autóctonas, manejados de forma manual, en el que
se elaborará el pienso en la propia granja y orientado a la venta directa. En ambos casos se prevé la
existencia de gallos, en una proporción de uno por cada 20 gallinas.
Existen numerosas opciones en cuanto a las instalaciones, equipamientos y tipo de manejo,
por lo que se debe analizar el aspecto económico en cada caso particular. La intención de este
apartado es únicamente dar una referencia y servir de orientación para dichos análisis.

6.1 Necesidades de inversión


La puesta en marcha de una granja requiere numerosas inversiones como la adquisición de
los terrenos, la construcción de los gallineros y edificios auxiliares, el cercado de los parques, los
equipos, etc.
En este estudio se ha considerado la adquisición de terrenos con una superficie de 9 m2/ave
al precio indicado por el MAPyA en 2004 para las superficies con frutos secos de secano en la
Comunidad Valenciana (7.572 €/ha).
El cercado de los parques se ha previsto con malla metálica de simple torsión, de dos metros
de altura, montada sobre postes de tubo metálico galvanizado, con puertas de 3 m de ancho.
Para los edificios se ha plateado naves prefabricadas, con estructura metálica y cerramientos
con paneles sándwich de chapa lacada. En el modelo comercial irían montadas sobre una solera de
hormigón y serían necesarias tres naves de 160 m2 (140 m2 de gallinero más espacio para la
recogida y acopio de los huevos y distribución del pienso) y una de 200 m2, la cual incluiría la zona
para la clasificación, marcado, embalaje y almacenamiento de los huevos. En el modelo
complementario se situarían directamente sobre el terreno y consistiría en un gallinero de 40 m2 y
otra nave, con gallinero, almacén y zona de trabajo, de 80 m2.
En la valoración de esta parte se ha incluido también unos trabajos básicos de preparación
del terreno y las acometidas de energía eléctrica y de agua.
El equipamiento de los gallineros del modelo comercial estaría formado por silos para el
pienso de 10 tm para cada gallinero, comederos con distribuidor mecanizado, bebederos
automáticos de tipo tetina, nidales colectivos con recogida mecanizada, depósitos de agua de 1.500 l
y sistema de iluminación. En el modelo complementario se dispondrá de comederos con tolva de 40
kg, bebederos automáticos de campana, nidales individuales escamoteables con recogida manual,
depósito de agua de 500 l y sistema de iluminación.
Para la clasificación, embalaje y distribución de los huevos sería necesario en el modelo
comercial una clasificadora de huevos, ovoscopio, equipo de marcación y furgoneta isoterma. En el
modelo complementario sería suficiente la adquisición de un ovoscopio sencillo6.
Finalmente deberemos contemplar otros gastos en la elaboración de los proyectos y la
obtención de las correspondientes licencias de obras y de actividad.

5
El texto completo del estudio en el que se basa este apartado se puede encontrar en
http://www.criecv.org/es/ae/comosehace_ae/analisis_economico_huevo_eco.pdf
6
Las directivas europeas sobre comercialización de los huevos excluyen la venta directa de la obligación de
clasificar y marcar los huevos. En el caso de la Comunidad Valenciana existe una legislación específica que permite la
venta directa de los huevos en la propia granja.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 23


Avicultura ecológica de puesta

IMPORTE DE LAS NECESIDADES DE INVERSIÓN PARA LA INSTALACIÓN DE AMBOS


MODELOS DE GRANJAS
M. COMERCIAL M. COMPLEMENTARIO
TIPO DE INVERSIÓN
Total Por plaza Total Por plaza
Adquisición de terrenos 22.898 7,16 2.862 7,16
Cercado de parques 22.736 7,10 5.716 14,29
Edificios 56.729 17,73 19.582 48,95
Equipamiento gallineros 55.363 17,30 5.390 13,47
Equipamiento clasificación y distribución 18.915 5,91 24 0,06
Licencias y proyectos 3.406 1,06 1.010 2,53
Total necesidades de inversión 180.047 56,26 34.584 86,46

6.2 Costes de producción


Se han valorado los costes de cada ciclo de producción, entendiendo que éste comprende el
tiempo desde que se retira un lote hasta que se retira el siguiente. Se plantean dos posibilidades, una
en la que se reponen los animales a las 72 semanas de vida (un año de puesta) y otra en la que se
hace a las 120 semanas (dos años de puesta, con muda inducida al finalizar el primero). Como entre
cada lote se deberá dejar un vacío sanitario de, al menos, un mes, la duración del ciclo de
producción en el primer caso sería de 1,1 años, mientras en el segundo sería de dos años.
En el momento de realizar el estudio no se encontró oferta de gallinas recriadas de forma
ecológica, por lo que se consideró los precios existentes en ese momento, entrando animales de 18
semanas de vida, de 3,00 €/ud para las razas híbridas (modelo comercial) y de 4,50 €/ud para las
razas autóctonas (modelo complementario).
En cuanto a la alimentación se ha considerado un consumo medio de 115 g por plaza y día
en ambos modelos. El precio se ha valorado en 397 €/tm para el pienso comercial y en 385 €/tm
para el elaborado en la propia granja. En otro apartado discutimos con más detalle estos valores y el
efecto de los portes según el volumen manejado.
Respecto a la mando de obra, en el modelo comercial se ha considerado que dos personas
pueden manejar por completo la granja, incluyendo la clasificación, embalaje y distribución de los
huevos. En el modelo complementario se ha valorado una dedicación media de dos horas diarias,
incluida la selección y venta directa.
Se han incluido otros costes directos como la viruta o paja para la yacija, las hueveras, los
gastos de distribución, los consumos de electricidad y agua o los gastos en cuidados veterinarios.
El importe de las amortizaciones se ha calculado en base a las necesidades de inversión con
periodos de 25 años para los edificios, proyectos y licencias, 15 años para los cercados y 10 años
para los equipos. Finalmente se ha considerado un 5 % de las necesidades totales de inversión
correspondiente, si la financiación es externa, a los intereses generados por la misma o, si es propia,
al coste de oportunidad.
COSTES DE PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE CADA CICLO Y GALLINERO,
SEGÚN MODELOS Y EDAD DE REPOSICIÓN (€)
M. COMERCIAL M. COMPLEMENTARIO
COSTES
72 sem 120 sem 72 sem 120 sem
Amortizaciones e intereses 5.597 10.176 1.875 3.408
Alimentación 13.998 25.388 3.394 6.448
Mano de obra 6.600 12.000 1.650 3.000
Otros costes 7.807 12.582 1.185 1.410
Total costes 34.002 60.146 8.103 14.266

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 24


Avicultura ecológica de puesta

COSTES DE PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN POR PLAZA Y AÑO, SEGÚN


MODELOS Y EDAD DE REPOSICIÓN (€)
M. COMERCIAL M. COMPLEMENTARIO
COSTES
72 sem 120 sem 72 sem 120 sem
Amortizaciones e intereses 6,36 6,36 8,52 8,52
Alimentación 15,91 15,87 15,43 16,12
Mano de obra 7,50 7,50 7,50 7,50
Otros costes 8,87 7,86 5,39 3,52
Total costes 38,64 37,59 36,83 35,67

6.3 Producción bruta


Junto a la producción principal de huevos se ha valorado también el estiércol y los animales
retirados tras cada ciclo de producción. En determinadas circunstancias se podrían obtener también
ingresos de otros subproductos como las plumas.
Las producciones de huevos que se han considerado para cada tipo de animal y ciclo de
producción son las indicadas en la siguiente tabla.

PRODUCCIONES MEDIAS CONSIDERADAS PARA CADA TIPO DE


ANIMALES Y CICLO DE PRODUCCIÓN (HUEVOS COMERCIALES / PLAZA)
A las 72 semanas A las 120 semanas
Híbridos comerciales 210 380
7
Razas autóctonas 185 345

También se ha tenido en cuenta la distribución por calibres, considerando que los huevos
pequeños (<53 g) se destinan a la industria y los demás se destinan al consumo en fresco. Debemos
destacar que los calibres obtenidos con algunas razas autóctonas son significativamente mayores a
los de los híbridos comerciales.
Los precios de venta que se han adoptado han sido de 2,40 €/docena para los comercios
minoristas, 2,80 €/docena para la venta directa y 1,75 €/docena para la venta a industrias.
Para el estiércol se ha estimado una producción de 200 g por ave y día y un valor de 18 €/tm.
En cuanto a los animales de desvieje se han valorado en 1,5 €/ud y se ha considerado un 10 % de
bajas anuales.

PRODUCCIONES BRUTAS TOTALES DE CADA CICLO DE PRODUCCIÓN Y GALLINERO,


SEGÚN MODELO DE PRODUCCIÓN Y EDAD DE REPOSICIÓN.
M. COMERCIAL M. COMPLEMENTARIO
CONCEPTOS
72 sem 120 sem 72 sem 120 sem
Huevos para consumo en fresco 29.702 55.328 8.581 16.019
Huevos para industria 2.842 3.990 32 60
Estiércol 1.051 1.920 263 480
Animales de desvieje 1.134 1.021 284 255
Total 34.730 62.258 9.160 16.815

7
Estos valores no pueden generalizarse con cualquier raza autóctona, sino sólo con aquellas que han tenido
unos mínimos de selección o mejora, como la Ampurdanesa Roja (problemática por su elevado consumo de pienso), o
los cruces entre éstas.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 25


Avicultura ecológica de puesta

PRODUCCIONES BRUTAS POR PLAZA Y AÑO, SEGÚN MODELO DE PRODUCCIÓN Y


EDAD DE REPOSICIÓN.
M. COMERCIAL M. COMPLEMENTARIO
CONCEPTOS
72 sem 120 sem 72 sem 120 sem
Huevos para consumo en fresco 33,75 34,58 39,01 40,05
Huevos para industria 3,23 2,49 0,15 0,15
Estiércol 1,19 1,20 1,19 1,20
Animales de desvieje 1,29 0,64 1,29 0,64
Total 39,47 38,91 41,64 42,04

6.4 Resultados económicos


Se han valorado los resultados económicos en función del margen neto, esto es la diferencia
entre la producción bruta y los costes de producción, y el excedente neto, es decir, al incorporar al
margen neto las subvenciones y los impuestos.
En el apartado de las subvenciones se ha considerado las ayudas a la superficie en
agricultura ecológica para un aprovechamiento como pasto.
Como impuestos se ha valorado el impuesto de sociedades, aplicando el tipo mínimo (25 %
para empresas de economía social) sobre el margen neto.
Aunque sería más correcto incluirlo como un coste de producción, se ha considerado como
un impuesto las tasas a pagar para la certificación como producción ecológica, tomando las
correspondientes al CAE de la Comunidad Valenciana en el año 2005.

MARGEN NETO Y EXCEDENTE NETO DE LOS DIFERENTES MODELOS Y


EDADES DE REPOSICIÓN
Modelo COMERCIAL COMPLEMENTARIO
Edad reposición 72 sem. 120 sem. 72 sem. 120 sem.
Margen neto por gallinero y ciclo 727,97 2.112,24 1.057,18 2.548,84
Margen neto anual por plaza 0,83 1,32 4,81 6,37
Excedente neto por gallinero y ciclo 524,29 1.544,75 806,44 1.936,27
Excedente neto anual por plaza 0,60 0,97 3,67 4,84

6.5 Costes unitarios


Se han calculado los costes unitarios, tanto sin diferenciar los calibres, dividiendo los costes
de producción entre la cantidad de producto obtenido, como diferenciando éstos, a partir del coste
por unidad de peso y considerando un peso medio para cada calibre.

MODELO COMERCIAL COMPLEMENTARIO


EDAD REPOSICIÓN 72 SEM. 120 SEM. 72 SEM. 120 SEM.
Sin valorar subproductos (€/doc) 2,43 2,37 2,63 2,48
Valorando subproductos (€/doc) 2,27 2,26 2,45 2,35
Coste por peso (€/kg) 3,19 3,10 3,22 3,06
Pequeños (€/doc) 1,91 1,86 1,93 1,84
Medianos (€/doc) 2,22 2,16 2,24 2,13
Grandes (€/doc) 2,60 2,53 2,63 2,50
Super grandes (€/doc) 2,87 2,79 2,90 2,76

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 26


Avicultura ecológica de puesta

6.6 Análisis de la inversión


El modelo comercial no resulta rentable al calcular índices como el valor añadido neto
(VAN) o la tasa de rendimiento interno (TIR), por el contrario el modelo complementario si lo es,
con valores de TIR del 7,8 % si la reposición se hace a las 72 semanas o del 9,8 % si se hace tras
dos años.
Para que el modelo comercial resulte rentable debería reducirse notablemente la inversión a
realizar, incrementar el precio de venta por encima de los 2,40 €/docena, aumentar las dimensiones
de los gallineros o contar con subvenciones a la inversión. En este último caso cabría considerar las
ayudas a la primera instalación, en el caso que los promotores no sean ya agricultores o ganaderos,
que permitirían alcanzar valores de TIR de 4,8 % o 6,6 % según el momento de la reposición.

6.7 Costes de producción del pienso


El pienso constituye una parte muy importante del coste de producción de los huevos y, en
las experiencias realizadas en Mas de Noguera, hemos comprobado que se puede elaborar en la
propia granja, con medios muy sencillos, a un coste significativamente inferios al precio de los
piensos comerciales y con resultados similares.
Para ello, la única inversión totalmente imprescindible será la adquisición de un molino, de
los que existe una amplia variedad de rendimientos, tipos y precios. Optando por uno con un
rendimiento de 1.500 kg/h, presupuestado en 2.675 €, y considerando que se amortice con la
elaboración de 500 tm, el coste generado será de 5,34 €/tm.
Las necesidades de mano de obra, incluyendo la parte correspondiente a las gestiones para la
adquisición de las materias primas, la preparación de la mezcla, el molido y el ensacado, se pueden
valorar en 2 h/tm, lo que representará un coste de 13,64 €/tm.
Otros gastos, como el consumo de energía, reparaciones del molino, pequeñas herramientas,
etc., se pueden valorar en 2,85 €/tm.
La fracción más importante corresponderá a las materias primas. Para un pienso con el 17 %
de proteína y 2.800 kcal/kg, tomando los precios a los que se han adquirido las mismas en Mas de
Noguera en los últimos años y considerando un coste de los portes de 21 €/tm, esta parte asciende a
327 €/tm.
Añadiendo a la suma anterior un 10 %, en concepto de beneficio industrial, se obtiene un
coste total del pienso de 383 €/tm.
Este coste se puede reducir por debajo de los 360 €/tm si se utilizan piensos con un 15 % de
proteína bruta, los cuales dan buenos resultados a partir de las 40 semanas (si se realiza muda debe
emplearse de nuevo pienso con el 17 % en las 20 semanas posteriores a la misma).
Sin embargo, cuando se elaboran cantidades pequeñas, los portes de las materias primas
pueden tener costes muy superiores al indicado. Así, para un consumo de 18 tm/año,
correspondiente al modelo complementario anteriormente considerado, el coste total de los portes
puede ascender a 1.200 €, lo que elevará el de las materias primas a 374 €/tm y el del pienso a 435
€/tm. También debemos tener en cuenta que, para los consumos indicados, los portes serán elevados
en el caso de utilizar piensos comerciales y, por tanto, los costes de éstos también serán mayores a
los considerados en los apartados anteriores.
Por tanto, la decisión entre elaborar el pienso o adquirirlo ya preparado resulta compleja. A
nivel económico se debe estudiar en cada caso qué opción resulta más favorable. En general la
elaboración en la propia granja se verá favorecida cuando:
• Se tienen otros animales y se ha de adquirir para éstos las mismas materias primas que para las
gallinas, lo que permitirá repartir los costes de los portes en más cantidad de producto.
• Se producen parte de los ingredientes en la propia granja, pues los costes de producción son
notablemente inferiores a los precios de mercado para los cereales y legumbres ecológicos.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 27


Avicultura ecológica de puesta

• Existen en las proximidades productores ecológicos que nos pueden suministrar las materias
primas.
• Los elaboradores de pienso comercial se encuentran lejos de la granja.

6.8 Efecto de la dimensión del gallinero


El número de aves alojadas en cada gallinero repercute en las necesidades de inversión y en
los costes de producción, observando conforme se aumenta dicho número una reducción del valor
de estos parámetros para cada plaza.

75
70
65
60
55
€/plaza

50
45
40
35
30
800 1000 1200 1400 1600 1800 2000 2200 2400 2600 2800 3000
Plazas por gallinero
Necesidades de inversión Costes de producción
Aproximación a la evolución de las necesidades de inversión y de los costes de producción por ciclo,
para una reposición a las 120 semanas de vida, en función de las plazas de los gallineros para una
granja con cuatro gallineros.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 28


Avicultura ecológica de puesta

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• Ricardo Azón y Amadeu Francesch. 1998. La gallina del sobrarbe: descripción y definición
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• S. Vargas, H.R. Palma, M. Librado, C. Mata. 2000. Integración de la lombricultura en la
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• Vicente García-Menacho, Juan Pont, Pilar Rivas y Josep Martí. 2002. Experiencias sobre
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• Vicente García-Menacho, R. Ballester y R. Villarroya. 2004. Estudio comparativo de una raza
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Comunicaciones del VI Congreso de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Almería 27
de septiembre a 2 de octubre de 2004, 1955-1965.
• Vicente García-Menacho, R. Ballester y R. Villarroya. 2004. Estudio comparativo de varios
piensos en una raza híbrida autóctona de gallina para la producción de huevos ecológicos.
Comunicaciones del VI Congreso de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Almería 27
de septiembre a 2 de octubre de 2004, 1967-1981.

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 30


Avicultura ecológica de puesta

Índice
1. LA GRANJA .................................................................................................................... 1
1.1 Edificio del gallinero ................................................................................................. 1
1.2 Parques....................................................................................................................... 2
1.3 Equipamiento del gallinero........................................................................................ 4
1.3.1 Comederos y bebederos...................................................................................... 4
1.3.2 Ponederos o nidales ............................................................................................ 5
1.3.3 Aseladeros o perchas .......................................................................................... 5
1.4 Edificios y equipos complementarios........................................................................ 6
1.4.1 Almacenamiento de granos y elaboración de piensos ........................................ 6
1.4.2 Selección, clasificación, envasado y almacenamiento de huevos ...................... 6
1.4.3 Reposición .......................................................................................................... 6
1.4.4 Suministro de energía ......................................................................................... 6
1.5 Notas sobre los materiales ......................................................................................... 7
2. LOS ANIMALES ............................................................................................................. 8
3. LA ALIMENTACIÓN ................................................................................................... 11
3.1 Necesidades de los animales.................................................................................... 11
3.2 Diseño de la ración .................................................................................................. 12
3.3 Elaboración del pienso............................................................................................. 16
4. MANEJO ........................................................................................................................ 17
4.1 Cama y estiércol ...................................................................................................... 17
4.2 Alimentación ........................................................................................................... 17
4.3 Rotación en los parques........................................................................................... 17
4.4 Puesta y recogida de los huevos .............................................................................. 18
4.5 Iluminación.............................................................................................................. 18
4.6 Stress........................................................................................................................ 19
4.7 Vaciado sanitario y reposición ................................................................................ 19
4.8 Corte de picos .......................................................................................................... 20
4.9 Inducción de la muda............................................................................................... 20
4.10 Principales problemas de manejo ............................................................................ 21
5. SANIDAD ...................................................................................................................... 22
5.1 Conceptos generales de sanidad .............................................................................. 22
5.2 Principales problemas sanitarios ............................................................................. 22
6. ANÁLISIS ECONÓMICO............................................................................................. 23
6.1 Necesidades de inversión......................................................................................... 23
6.2 Costes de producción............................................................................................... 24
6.3 Producción bruta...................................................................................................... 25
6.4 Resultados económicos............................................................................................ 26
6.5 Costes unitarios........................................................................................................ 26
6.6 Análisis de la inversión............................................................................................ 27
6.7 Costes de producción del pienso ............................................................................. 27
6.8 Efecto de la dimensión del gallinero ....................................................................... 28
7. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 29

Juan Pont – Mas de Noguera – 2008 31

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