Reflexiones sobre la vinculación de la actividad científica y tecnológica...
Agenda Académica Volumen 7, Nº 1, Año 2000 73
ARTÍCULOS Reflexiones sobre la vinculación de la actividad científica y tecnológica con el sector productivo Mauricio Ramos Alvarez Centro de Estudios del Desarrollo, CENDES Universidad Central de Venezuela, UCV mauramos@cantv.net Resumen Uno de los objetivos fundamentales de la vinculación del “sector” productivo con las actividades científicas y tecnológicas que se realizan en las universidades y centros de investigación y desarrollo, corresponde a lograr un mayor avance tecnológico que permita competir adecuadamente en economías globalizadas, y a apoyar un desarrollo económico para un mejoramiento en la calidad de vida. Sin embargo, por la complejidad de estas relaciones, se hace necesario tener presentes algunas premisas importantes dentro de las cuales han de desarrollarse las actividades científicas y tecnológicas. El presente trabajo intenta justamente presentar algunas reflexiones sobre esta vinculación, por lo demás estudiada en numerosos trabajos. Primeramente, la vinculación de estas actividades con el sector productivo requiere que para el proceso de comercialización de los productos de tales actividades con un fin competitivo, deban desarrollarse metodologías que envuelvan objetivos de tecnología, educación y comercialización. Con el mismo fin, también se necesita una vinculación más estrecha del “sector” productivo con las comunidades y la sociedad en general; para lo cual se requiere conocer todo el bagaje de información y conocimiento que la gente puede aportar sobre sus necesidades y las implicaciones, consecuencias o efectos (impacto) que la introducción de una nueva tecnología, producto o servicio trae consigo. Palabras clave: vinculación universidad-sector productivo, competitividad, calidad de vida, investigación y desarrollo. Abstract One of the main objectives for creating links between the industrial sector and the scientific and technological activities, developed in universities and other research centers, has to do with the attainment of a technological advance that enhances the adequate competitiveness in global economies, as well as to support economic development that could improve living standards. Nevertheless, due to the complexity of the relationships between industries and scientific and technological activities, it is required to know some premises on these well- studied links. This paper 74 Mauricio Ramos Alvarez Introducción Entre las muchas definiciones sobre “competitividad” (de la expresión latina cum petere, que quiere decir “buscar juntos”), la más aceptada mide la capacidad de una empresa o nación para producir - en mercados libres y justos - bienes y servicios que satisfacen los mercados internacionales, mientras que simultáneamente, aumenta - o como mínimo conserva - el ingreso real de sus trabajadores o ciudadanos. En esta definición encontramos dos objetivos implícitos: por un lado “satisfacer los mercados internacionales” en relación a la capacidad para ofrecer productos y servicios en mejores condiciones de precio, calidad y oportunidad de entrega que los competidores posean, y por otro lado, el “mantener los ingresos reales” de todos los ciudadanos. Ferraro y Lerch(1997), agregan una nueva condición a las anteriores: “la competitividad debe mantener o conservar la calidad de vida”. Estas condiciones del término “competitividad” podrían ser expandidas tanto como queramos, de hecho Porter las menciona en su libro La Ventaja Competitiva de las Naciones; pero la condición que más nos interesa para los fines del presente ensayo, es la relacionada con “mantener la calidad de vida de los habitantes de una nación”. En relación a este nuevo objetivo o condición, existen varias cuestiones relacionadas, aunque distintas, con las cuales puede asociarse la noción de calidad de vida. Para Scanlon (1996), estas cuestiones están representadas por las preguntas siguientes: ¿qué tipos de circunstancias proporcionan buenas condiciones para vivir? ¿qué hace que la vida sea buena para la persona que vive? ¿qué hace que una vida sea valiosa?. Para este autor cada una de estas preguntas admite diferentes interpretaciones y varias respuestas posibles convergiendo finalmente a la pregunta: ¿qué hace que la vida de una persona sea mejor, en cualquiera de estos sentidos?. Para Bok (1996), este enfoque es de especial importancia para el desarrollo económico y social desempeñando un papel importante en el entendimiento defectuoso de las necesidades humanas; ya que reconoce que existen factores que obstaculizan o impiden los esfuerzos por lograr dicho desarrollo, y que frecuentemente dañan en vez de mejorar la calidad de vida de los futuros beneficiarios o usuarios. En relación a lo anteriormente expuesto, se requiere el pleno conocimiento de las necesidades reales o percibidas de los ciudadanos, consumidores y usuarios, las cuales determinan algunos indicadores de “calidad de vida” para poder medir si una empresa o nación es competitiva o no, en la medida en que contribuya a alcanzar lo planteado por Scanlon. Por otra parte, la subestimación por parte del “sector” productivo sobre estas condiciones de la competitividad, lo conduce muchas veces a olvidar que a través de las actividades de investigación y desarrollo, es como se obtiene la salida al mercado de productos y servicios que a la vez que satisfagan necesidades, sean comercializables. Este artículo tiene como objeto presentar algunas reflexiones o premisas sobre dos procesos importantes relacionados con la vinculación de las actividades científicas y tecnológicas con el “sector” productivo, que de algún modo representan la complejidad de esta vinculación. aims to establish some reflections on those relationships. First of all, the links of these scientific and technological activities with the industrial sector require that for the commercialization process of the competitive products, some methodologies should be developed which involve technology, education and commercialization objectives. With the same purpose, it is also important to establish closer links between the industrial “sector” and communities ( and society in general), for whom it is relevant to take into account people’s knowledge on their needs and the implications, consequences or effects (impact) that the introduction of a new technology, product or service brings about. Key words: universities-industrial sector links, competitiveness, quality of life, development research. Reflexiones sobre la vinculación de la actividad científica y tecnológica... Agenda Académica Volumen 7, Nº 1, Año 2000 75 1.- El proceso para desarrollar investigación cientifica dentro de un concepto de productos comercializables En un enfoque sobre la encuesta de Capacidades Tecnológicas e Innovativas de la Industria Manufacturera de 1997, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICIT) informa que la rentabilidad de la industria venezolana se basa en tres factores: baja remuneración, mínima preparación y materia prima barata. Según la encuesta, apenas el 18% de los empresarios dedica algún esfuerzo al desarrollo de productos y procesos productivos nuevos. Por otra parte, un artículo del diario El Nacional (30/5/99: H/7) presenta una entrevista a Leonardo Pizani, excandidato a la Asamblea Constituyente, quien propone la necesidad de trabajar con el entorno, en referencia a cual debería ser la solución al problema del sector productivo reflejado en la encuesta mencionada. Para Pizani, el término “trabajar con el entorno” engloba: Las políticas universitarias ajustadas a las necesidades científicotecnológicas de la microempresa. Las políticas educativas orientadas a la formación de emprendedores y no solamente restringidas a la capacitación del empleado de las empresas. Las políticas industriales que vinculan a los sectores empresariales, científico y financiero con el aparato productivo. Los incentivos fiscales para las pequeñas y medianas empresas y su entorno consistente en la banca que provee financiamiento, las empresas proveedoras de maquinaria y materia prima o quienes comercializan sus productos. Pese a la magnífica intención para solucionar el problema relacionado con las capacidades tecnológicas e innovadoras de la industria manufacturera, el desarrollo y manejo radical de productos nuevos es un reto para cualquier organización, ya que esto requiere integrar creatividad con los recursos para comercializar una idea o tecnología en etapa de gestación que no tiene todavía mercado, además de estar sometido a riesgos que algunas veces pueden transformar la idea o tecnología en un fracaso rotundo, o que pueden tener su recompensa para los más osados y a la vez afortunados. Sobre el punto descrito, existe un reconocimiento cuestionado por algunos, de que los descubrimientos científicos de las universidades son una fuente apreciable de nuevos productos o tecnologías; cobrando estas actividades mayor relevancia cuando los fondos del gobierno o el financiamiento corporativo empresarial en investigación y desarrollo, declinan en términos reales. Se tiene tradicionalmente como un hecho que el desarrollo de nuevos productos y la comercialización de tecnologías desde las universidades es relevante, aunque se reconoce que el paso de la investigación básica hasta el producto comercializado tiene sus bemoles, por lo tanto deben explorarse nuevos mecanismos en el proceso de comercialización de estos productos. Este proceso podrá culminarse sólo si estos nuevos productos son apropiadamente identificados, evaluados, desarrollados y comercializados. Esta afirmación precedente reconoce que el conocimiento y el ingenio generado en las universidades, aunque no exclusivamente en éstas, se manifiestan por medio de las innovaciones, llamando innovación al proceso que parte de un nuevo conocimiento o concepto; pero que sólo concluye con el éxito de este nuevo conocimiento o concepto en el mercado. Según Ferraro y Lerch(1997): Algunos sostienen que así como la palabra griega eureka (que quiere decir ¡lo encontré!), simboliza y representa varios siglos de ciencia, la innovación debería reconocerse a través de epolesa, que quiere decir ¡lo vendí! Si nadie pudo decir epolesa, no hubo innovación (p.52). Para acometer este proceso de comercialización deben desarrollarse (ya existen algunas propuestas) metodologías que envuelven objetivos de tecnología, educación y comercialización (Markham et al, 1999). Puede parecer que se da por sentado un enfoque lineal de innovación; pero como puede inferirse más allá de lo aparente, estos métodos proveen el marco y las herramientas para evaluar la investigación científica y la tecnología en etapas tempranas del proceso. Los procedimientos que surgen de esta tríada de objetivos, propuestos por Markham y otros autores, proveen las estructuras y 76 Mauricio Ramos Alvarez oportunidades para que la gente, en especial los responsables de la investigación y desarrollo, se incorpore a las actividades de investigación desde el concepto de viabilidad comercial del producto o de la tecnología. ¿Qué implicaciones tiene este concepto de producto viable o comercializable para el sector productivo? Para los productores, la tecnología se percibe como un ingrediente mágico que hace que las cosas sucedan. Hacia este contexto, la pregunta que requiere ser contestada es ¿el producto o servicio como innovación se origina o viene a satisfacer lo que la sociedad quiere o necesita?. Con respecto a las fuentes que dan origen a la innovación, Ferraro y Lerch(1997), basados en los trabajos de Solow, señalan que: Muchos industriales - aunque reconocen que la innovación es la convergencia entre lo que el mercado desea y lo que es técnicamente factible-piensan que la necesidad es lo primero y, actuando con este criterio, siguen el sano principio de tratar de hacer lo que se puede vender, más que tratar de vender lo que se puede hacer(p.55). Por otra parte, aunque los productores, industriales o empresarios reconocen los problemas alrededor de la tecnología, tienen la confianza de que una nueva forma de tecnología puede ser producida una y otra vez, para solucionar los problemas en la sociedad ocasionados por la tecnología a reemplazar. Se reconoce también que la ciencia y la tecnología sólo pueden resolver problemas y necesidades sociales específicos y que no importa cuan bien esté planteado el problema a ser resuelto (o mitigado) por esta nueva tecnología; pero nunca se toman en cuenta todas las implicaciones de su impacto, subestimando cualquier efecto negativo o no deseado de la introducción de esta innovación al mercado y a la sociedad. Los productores también ignoran muchas veces, el rol crucial que juega la educación, la cual es requerida para legitimar nuevas tecnologías. La premisa que subyace después de todo, es que la nueva tecnología será bienvenida por los productores, al menos en apariencia. En referencia al punto anterior, según Chaharbaghi y Newman (1996), la innovación es un fenómeno que ocurre debido a lo prioritario de satisfacer una necesidad o deseo de los individuos, para alcanzar un resultado que sea algo nuevo y/o que tenga sentido, estando tres elementos contenidos implícitamente en la innovación: el propósito, la estrategia y por supuesto, la tecnología. Para estos autores, mientras la tecnología representa una salida, (el resultado), sin el propósito no hay contexto para la tecnología ni para la innovación de ésta. El propósito es la intención para actuar, o la determinación para alcanzar el resultado o salida deseada. La estrategia representa el proceso de conexión con el propósito y la tecnología. Este proceso de conexión es la “magia” que hace que la tecnología aparezca, haciendo muchas veces que la realidad escape a este propósito. Recordemos que el considerar a la tecnología como algo mágico crea expectativas falsas e irreales, lo cual hace que los consumidores de la tecnología, los usuarios, deban legitimarla. Según Gary Loveman, de Harvard Business School (en Ferraro y Lerch,1997:54), “los beneficios no aparecen porque la tecnología sea mágica sino porque permite la introducción de ideas revolucionarias en el negocio”.Y agregaríamos que debe percibirse como “necesaria o úti” por los usuarios y consumidores. De aquí se infiere que no basta que la tecnología sea nueva, sino que además requiere ser legitimada. Referente al punto último, “el principio de la inestabilidad estable” de Chaharbaghi y Willis (1998), el cual nos recuerda la llamada “destrucción creativa”, establece que la sociedad progresa mejorando la calidad y estándares de vida a través de nuevos valores del mercado, los cuales alteran los patrones y expectativas compartidos por la sociedad. De esta forma, los viejos valores que los miembros de la sociedad comparten son desestabilizados a través de la aceptación creciente de nuevos valores; la mayoría se transforma en minoría, y ésta a su vez se hace mayoría de nuevo a medida que sus valores se legitiman también. La “inestabilidad estable” puede equivocadamente construirse como un indicativo de las dos caras de la naturaleza de la tecnología, algo así como “el lado obscuro y el lado bueno de la fuerza” (Ramos, 1999), en el sentido que la tecnología trae beneficios; pero Reflexiones sobre la vinculación de la actividad científica y tecnológica... Agenda Académica Volumen 7, Nº 1, Año 2000 77 también tiene riesgos que al principio de la introducción de una innovación no son detectados. Este argumento anterior obliga a mirar a la innovación tecnológica como uo evento continuo, donde la nueva tecnología se transforma en tecnología obsoleta y es reemplazada por una mucho más nueva, y bien puede parecer una sobre simplificación de la innovación tecnológica; pero según Chaharbaghi y Willis(1999), esta última trata de un proceso natural que resulta de nuevos deseos, necesidades y expectativas que generan así un nuevo propósito. Según estos autores, la nueva tecnología que no es legitimada, puede compararse metafóricamente con un invitado impertinente que cansa al anfitrión dejándole malos recuerdos y haciendo que éste no lo invite de nuevo (en este caso deja de usarse esta nueva tecnología), cambiándola por otros invitados (en este caso se cambia a una tecnología mas reciente para los mismos usos o se cambia a otra tecnología conocida a la cual se le da un nuevo uso). Esta falta de legitimidad en la innovación es para estos autores, la razón por la cual fallan comercialmente las innovaciones tecnológicas que no cuentan en el tiempo con la aceptación del público usuario o consumidor, lo cual debe ser tomado en cuenta por productores, industriales o empresarios. En el contexto actual de los negocios de cambios tecnológicos acelerados, la decisión de innovar y cambiar, está acompañada por decisiones paralelas de abandonar prácticas y productos existentes, así como de facilitar vías para nuevos métodos y productos en el mercado. Este reemplazo de un producto se le llama “product deletion”, lo cual presenta desafíos generales a la empresa de igual importancia que para la creación de un nuevo producto. En este caso, también la dependencia del producto por parte del usuario o cliente es una de las múltiples variables estudiadas por Avlonitis et al. (2000), para decidir cual producto o servicio debe ser sustituido. 2.- El proceso de renegociación política entre la ciencia, la tecnología y la sociedad La coyuntura actual del país no podía ser más propicia para la ciencia, la tecnología y la innovación, y de hecho se ha generado desde CONICIT, un debate sobre el establecimiento de nuevas bases jurídicoinstitucionales para incorporar los diferentes actores de la sociedad, tanto a los receptores y usuarios de los productos de la investigación y desarrollo, como de aquellos más estrechamente relacionados con el quehacer científico y tecnológico, para que sus voces sean escuchadas, interpretadas y representadas en la nueva constitución (Alfaro y Bohórquez, 1999). Este hecho importante ilustra el esfuerzo de la sociedad por alcanzar un consenso sobre la vinculación entre la ciencia, la tecnología y la innovación con los diferentes “actores y/o sectores”. Aun permanecen algunos asuntos sin respuestas y que de cierta manera afectan el logro de este consenso. Entre estos asuntos están: ¿puede la gestión actual de la ciencia y la tecnología contribuir a la orientación del desarrollo tecnológico y sostenible sobre las bases de “prioridades sociales”?, ¿quién es el guía u orientador?, ¿el Estado?, ¿el “sector” productivo?, ¿el CONICIT?, ¿el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología?, ¿cuáles son las “prioridades sociales”?, ¿qué significan?. Una de las razones por las cuales estas preguntas permanecen sin respuestas podría estar en el hecho de que los estudios sobre la vinculación de la ciencia y la tecnología y la innovación no han demostrado suficientemente que los procesos de desarrollo sociotécnicos son muy heterogéneos y que no existe un “punto central” hacia el cual son dirigidos. Para dar respuestas a las preguntas anteriores, los analistas del desarrollo tecnológico podrían comenzar explorando la posibilidad de implementar las “prioridades sociales” sobre las bases de la investigación-acción, esto es, haciendo sugerencias a varios actores que intentan resolver problemas concretos y podrían analizar por qué estas sugerencias son implementadas o por qué no, y cómo esto afecta el subsecuente proceso de desarrollo. Por otra parte, algunos autores defienden la idea de que la ciencia y la tecnología son productos sociales susceptibles a controles democráticos, asunto esencial para la teoría de la democracia. Más allá, otros autores se centran en la participación pública (Sclove, 1997; López Cerezo, 1998; Borgmann, 1989). Sclove es uno de los convencidos de la idea de dar a la gente mayor participación en asuntos científicos y tecnológicos, mientras se limita el rol de los expertos en la sociedad. Este autor clama por el retorno a una 78 Mauricio Ramos Alvarez participación más activa de la gente en los procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas, proponiendo reconstruir las estructuras sociales debilitadas por la tecnología moderna, y abogando porque se tomen actitudes responsables para con el mundo en el cual vivimos. Así mismo, López Cerezo et al. (1998) analizan la motivación y las condiciones de la participación pública, así como las principales iniciativas institucionales propuestas y en curso, para hacer el cambio tecnológico más democrático. Para estos autores, las relaciones entre la ciencia, la tecnología y la sociedad están actualmente en un proceso de “renegociación política”; y argumentan que las opiniones de los no expertos son tan razonables como los juicios de los expertos. La iniciativa del CONICIT anteriormente mencionada podría considerarse un intento por concretar esta renegociación política mencionada por López Cerezo et al. Sclove (1997) va más lejos y declara que las agendas de investigación implementadas en beneficio de la empresa privada, los militares, y el gobierno, en beneficio de los intereses intelectuales de la comunidad científica, casi siempre favorecen a grupos o élites ayudándolos a alcanzar posiciones de privilegio y apunta, que las actividades de investigación deben ser realizadas “por la gente y para la gente”. A esto se agrega, según Mac Rae (1981), que la ignorancia limita la habilidad de los ciudadanos y sus representantes para controlar el curso del desarrollo tecnológico “... cuando la escogencia pública depende de la información suministrada por el experto, los expertos y no el electorado aportarán y evaluarán tal información”. (p.497). Si este hecho se hace frecuente en todas partes, la democracia se transforma en una ilusión y los ciudadanos no podrán hacer otra cosa que aceptar los juicios de los expertos como correctos, sin cuestionarlos (Volti, 1988). ¿Qué implicaciones tiene esta “renegociación política” entre la ciencia, la tecnología y la sociedad para el “sector” productivo? La internalización de la responsabilidad social de las empresas del sector productivo pasa por la convicción de las empresas sobre la necesidad de poseer visiones y estrategias para la satisfacción de las necesidades sociales hacia el más largo plazo posible, argumento esgrimido por el concepto de desarrollo sostenible, lo cual representa beneficios a corto y largo plazo tanto para las empresas como para la sociedad como un todo. Partiendo de esta premisa importante, se requiere de una vinculación más estrecha del “sector” productivo con las comunidades y la sociedad en general; para lo cual se requiere conocer todo el bagaje de información y conocimiento que la gente puede aportar sobre las implicaciones, consecuencias o efectos (impacto) que la introducción de una nueva tecnología o producto trae consigo; debe darse oportunidad (a través de los recursos disponibles) para que la sociedad se conozca a sí misma, sus potencialidades y sus necesidades, para que ella misma pueda establecer “sus prioridades”, ya sean percibidas o verdaderas, y de alguna manera responder si sus necesidades o deseos son satisfechos por un nuevo producto o servicio, por una nueva idea o una innovación. Al mismo tiempo, se podrá, en términos de prioridad, conocerse lo que la sociedad desea o necesita, importante para quien desea explotar comercialmente una idea, lo cual relaciona este punto de reflexión con el primer punto presentado en este ensayo, en el sentido de que el beneficio que genera esta nueva idea o producto tiene implicaciones morales y políticas para el mejoramiento de la calidad de vida. A modo de conclusión De los puntos anteriormente expuestos, puede inferirse primeramente, que el interés del sector productivo hacia la ciencia y la tecnología, apunta hacia los beneficios obtenidos de las actividades científicas y tecnológicas independientemente que éstas sean realizadas por las universidades, las empresas, laboratorios, centros de investigación; pero debe existir el reconocimiento de que los beneficios no aparecen porque la tecnología sea mágica, sino porque permite la introducción de ideas revolucionarias dentro del negocio, dentro del contexto de productos viables comercialmente. En este sentido, existen algunos autores que recomiendan que para acometer el proceso de comercialización de estos productos y servicios, ideas o innovaciones, deben desarrollarse metodologías que envuelvan objetivos Reflexiones sobre la vinculación de la actividad científica y tecnológica... Agenda Académica Volumen 7, Nº 1, Año 2000 79 de tecnología, educación y comercialización. Igualmente, la dependencia que tiene el usuario o cliente del producto es una variable que entra en juego no sólo para decidir qué nuevo producto debe comercializarse, sino también cual producto debe salir del mercado, para lo cual el conocimiento pleno sobre las necesidades de la gente, es básico. Por otra parte, los procesos actuales que algunos autores llaman “de renegociación política” entre la ciencia, la tecnología y la sociedad claman por una armonización entre los intereses corporativos y sociales, lo cual se traduce, en cierta forma, en que el propio “sector” productivo devuelva de alguna manera, a los demás actores (expertos y no expertos) y/o sectores de la sociedad, una parte del beneficio que la sociedad le presta a través de los beneficios de las actividades científicas y tecnológicas, por lo cual el concepto de responsabilidad social o corporativa de las empresas cobra cada día mayor importancia, en el sentido de incrementar o mantener la calidad de vida, condición establecida por la competitividad. Queda de esta manera, el compromiso de reflexionar acerca de estos dos puntos descritos sobre la vinculación de las actividades de la ciencia y la tecnología con el “sector” productivo. Referencias Alfaro, O. y M. A. 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