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PANORAMA HISTORICO GENERAL, 1750-1900

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H\s·t.o n< ~ ~ -XD- -te.c-n o b 1 ~ INTRODUCCION GENERAL

\JoL ;.L \f' 39:¡-- LJ7'é Siempre ha existido una estrecha relación de fon-
do entre la historia general del hombre y su progreso
tecnológico. El Imperio romano, por ejemplo, se basó
en los halla¡gos de sus ingenieros, incluyendo a los
Uníd~J -i. J.. c.1 v e yú.- :L grandes constructores de vías, tanto por lo menos
como lo hizo sobre los más abstractos conceptos de
ley y deber. La expansión de Europa en el siglo XVI
dependió de la existencia de nuevos medios para cru-
zar los océanos tanto como de la voluntad de hacer-
lo. En el mismo sentido, los cambios políticos, asom-
brosamente rápidos y numerosos, del siglo y medio
al que dedicaremos el resto del libro influyen en cada
caso en la revolución tecnológica, que es el objeto
de nuestro estudio y a su vez son influidos por ella.
El hombre occidental de 1900 volvía la mirada con
complacencia hacia una época de revolución indus-
trial y política. Observando la primera, tenía pleno
derecho a afirmar que su relación con los recursos
naturales había cambiado profundamente, y para
bien. Podía estar seguro, asimismo, del gran progre-
so político logrado, así como de que se iba a avanzar
aún más. Hoy día, en realidad, los avances técnicos
conseguidos antes de 1900 parecen, en comparación,
algo menos impresionantes de lo que fueron en rea-
lidad; el progreso político, por otro lado, que hizo
que un mundo como el de 1900 pareciese mucho más
aceptable que el de 1750, es hoy añorado con cierta
envidia por más de un individuo reflexivo. Quizá la
creencia de que los más importantes problemas de
la política estaban siendo resueltos al mismo tiempo
que los más graves problemas de la economía fue,
incluso en 1900, una ilusión engañosa, sustentada y
propagada sobre todo por las clases poseedoras; sin
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embargo, para nuestros fines, es importante tener y hacia el prójimo en particular: a la larga, la valo-
presente que la revolución industrial, considerada ración de los medios para ahorrar fuerza de trabajo
con demasiada frecuencia en un contexto limitado se halla estrechamente relacionada con el valor asig-
al estrecho campo de la historia británica, fue afec- nado al trabajador.
tando de modo creciente a la política del mundo oc- El período posterior a 1815 comienza con una en-
cidental en su totalidad, y fue afectada a su vez por gañosa etapa de calma, la tranquilidad política de la
aquélla, y hacia 1900 compartía con los cambios po- era de Metternich y la lenta recuperación económica
líticos el crédito, por lo que se consideraba habitual- de Europa tras los largos años de destrucciones de
mente en ambos aspectos como una época de pro- las guerras napoleónicas, hechos que repercutirían a
greso sin igual. su debido tiempo sobre la industria británica. Luego,
La unidad del período es artificial, pues los grandes a partir de los años cuarenta del siglo XIX, las fuerzas
cambios industriales habían comenzado ya, como vi- paralelas, pero con frecuencia opuestas, del naciona-
mos, bastante antes de 1750 (p. 65); Y continúan to- lismo y del liberalismo recobraron fuerza. Por un
davía, como todos sabemos, para bien o para mal, lado se produjo el triunfo del Norte en la guerra ci-
mucho después de 1900. Asimismo, es igualmente ar- vil norteamericana, y la unificación de 1talia sobre
tiñcial, aunque muy conveniente, tratar de llevar a bases parlamentarias; por el otro, la instauración del
cabo ulteriores subdivisiones de este siglo y medio Imperio alemán por la nación en armas, que se debió
en el que los acontecimientos, tanto en el campo po- más al militarismo que al liberalismo. En cada caso,
lítico como en el tecnológico, se siguen unos a otros de todos modos, el crecimiento de un fuerte Estado
en una apretada y complicada secuencia de causa y nacional fue acompañado por la ampliación de la red
efecto. Con todo, podemos distinguir tres fases prin- ferroviaria, que fue el más importante de los avances
cipales. tecnológicos promovidos por Gran Bretaña en esta
La primera de éstas llega hasta la batalla de Water- segunda fase.
loo, en 1815, y esta marcada por tres grandes guerras De 1871 a 1900 los países occidentales se mantuvie-
y dos revoluciones trascendentales. De este período, ron de nuevo en calma, en el sentido de que sus ener-
que abarca dos generaciones, y comprende lo que se gías fueron desviadas de los conflictos sangrientos
ha convenido en llamar revolución industrial en sen-
hacia la explotación de los territorios nacionales.
tido estricto -la expansión de la industria británi- Para Estados Unidos y Canadá, así como también
ca en tiempos de Arkwright, Wedgwood, Boulton y para Rusia, fue la época de la «frontera móvil»; para
Watt-, el equivalente en años a una generación en- los países de Europa occidental, con territorios más
tera corresponde a un período de guerras: la consi- reducidos, fue la época del imperialismo y del re-
guiente alteración de la economía tuvo importantes parto de Africa. Un historiador estadounidense, el
efectos sobre la tecnología, si bien tales guerras no profesor Carlton Rayes, la denomina «la generación
fueron totales y sus consecuencias materiales fueron del materialismo». Es cierto que una civilización
leves para una mentalidad del siglo xx. Al mismo materialista, basada en los enormes avances de la
tiempo, las nuevas ideologías revolucionarias, encar- tecnología occidental, se difundió durante estos trein-
nadas en la Declaración de Independencia americana ta años por toda la superficie del globo con una ra-
(1776) y en la Declaración francesa de los Derechos
pidez nunca vista. Puesto que los avances tecnológi-
del Hombre (1789) tuvieron enorme influencia sobre cos. proporcionaban un nivel de vida más alto a
la actitud de los hombres hacia el mundo en general
muchos, quizá a la mayoría de las ingentes multi-
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tudes de seres humanos afectados por ellos, otros, industrial en la mayoría de los países y épocas his-
además de los materialistas, llegarori al convenci-
miento de que su persistencia permitiría no sólo po-
tóricas. En primer lugar se hallaba el sorprendente
crecimiento de la población. Es cierto que la mejora
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der, sino querer terminar con lo que Winwood Rea- de las técnicas agrícolas permitió aumentar la dis-
de llamó una vez «el suplicio del hombre». ponibilidad de alimentos, y asimismo que un mayor
La historia general de estos grandes progresos no grado de higiene, asociado a la introducción del algo-
sólo comienza en Gran Bretaña, sino que, por lo me- dón en la confección y a la de tuberías baratas para
nos durante cien años, tanto los británicos cómo sus el suministro de agua y para el drenaje, ayudó en
máquinas se hallaron también a la cabeza de la gra- gran medida a la labor llevada a cabo por el avance
dual expansión del «taller del mundo» a otros países: de la ciencia médica para mantener con vida el ma-
a través del canal de la Mancha hacia Francia y es- yor número posible de personas durante el mayor
pecialmente hacia Bélgica, a algunos de los muchos tiempo posible; con todo, el rápido crecimiento de
Estados alemanes Y a sus vecinos, tales como Suecia la población europea, en conjunto, no tiene relación
y Suiza, y hacia el este de Estados Unidos. Pero en directa con la difusión de la revolución industrial.
la segunda mitad del siglo XIX la tendepcia general Una estimación razonable sugiere que la población,
fue cambiando lentamente, a medida que la impor- de unos 140 millones en 1750, aumentó en 1800 a
tancia económica de Gran Bretaña venía a depender 188 millones; en 1850, a 266, y en 1900, a 401, lo que
cada vez más de los efectos acumulativos de su pa- da unos porcentajes de aumento de un 36, un 40 y un
sada inventiva, en tanto que Estados Unidos, Ale- 50 por ciento, respectivamente, lo que no correspon-
mania y otras naciones, cuyo recuerdo del pasado de a los cambios industriales: la influencia de éstos
no les daba la misma seguridad psicológica, tan pe- fue poca an tes de 1800, para hacerse extraordinaria
ligrosa, ni debían enfrentarse a las dificultades de sólo después de 1850. Aun así, y cualesquiera que
hecho que en cambio habían encontrado los británi- sean sus causas últimas, tal aumento de población
cos, iban colocándose paulatinamente a la cabeza. proporcionó por lo menos tres estímulos al desarro-
Hacia 1900, la mayoría de los hallazgos tecnológicos llo industrial. Para suministrar aunque sólo fuese un
más recientes no eran de origen británico, y lo que mínimo de alimentos, el granjero hubo de aumentar
es aún mucho más importante, estaban siendo desa- su eficacia industrial, y se desarrollaron además me-
rrollados de manera mucho más enérgica en los paí- dios de transporte especializados, con el fin de im-
ses que no poseían grandes capitales invertidos en portarlos de centros de aprovisionamiento remotos,
sistemas de producción cuya eficacia ya era algo; re- e incluso transoceánicos. A la larga, asimismo, las
petidamente comprobado. La energía eléctrica Y el bocas hambrientas podrían ser alimentadas ta~. sólo
motor de combustión interna, por ejemplo, estaban si sus manos eran empleadas en la fabricación de
haciendo rápidos progresos en otros lugares, mien- manufacturas, las cuales, a su vez, y como resultado
tras que Gran Bretaña, con su soberbio equipo in- de los progresos tecnológicos. pudieron ser inter-
dustrial basado en la fuerza de vapor, aprendía len- cambiadas en otros lugares del globo por remesas
tamente que lo bueno es enemigo de lo mejor. adecuadas tanto de materias primas como de ali-
Antes de volver hacia el comi~nzo de la revoluCión mentos. En tercer lugar, el crecimiento de la pobla-
industrial en Gran Bretaña puede sernos útil desta- ción fue un aliciente para el incremento de formas
car media docena de influjos que, en diferentes gra- urbanas de vida, y la mayoría de los progresos téc-
dos, repercutieron en el desarrollo de la revolución nicos,· desde la fábrica que utilizaba fuerza de vapor

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e iluminación de gas, en un primer momento del modo también la Europa continental realizó un gran
período que estudiamos, hasta el rascacielos de es- estímulo por la necesidad de paliar los efectos del
tructura de acero y los espectáculos cinematográfi- bloqueo naval británico en los primeros años del
cos, más tarde, se difundieron mucho más rápida- siglo XIX, en tanto que la guerra civil de 1861-1865
mente en un medio urbano. . demostró ser uno de los lustros básicos en el des-
Los factores políticos son más fáciles de localizar. arrollo de la industria estadounidense.
El alto nivel de libertad personal y política que ca- Existen otros factores comunes al desarrollo téc-
racterizó a la vida británica en el siglo XVIII· se acepta nico de Gran Bretaña y al del resto del mundo occi-
generalmente como uno de los factores que ayuda- dental, que incluyen la acumulación de capitales .y
ron a los inventores. Las revoluciones norteamerica- su disponibilidad internacional, así como el impulso
na y francesa tuvieron un efecto muy semejante, al dado por el incremento del comercio internacional.
liberar tanto las energías de los individuos como a Entre 1750 y 1900 Gran Bretaña figura como el prin-
las empresas comerciales de sus restricciones tradi- cipal país prestamista, si bien a comienzos del pe.
. cionales, tales como las barreras aduaneras internas ríodo una parte considerable de la deuda nacional
y las reglamentaciones comerciales. La importancia británica estaba localizada aún en el extranjero, sobre
de la libertad estadounidense aumentó a medida que todo en Amsterdam, mientras que hacia fines del pe-
el país iba llenándose de emigrantes europeos. Para ríodo Estados Unidos, Alemania y Francia desempe-
la misma Europa, la difusión de las ideas francesas ñaban, todos ellos, un importante papel en la impul-
siguiendo las huellas de los ejércitos napoleónicos, sión de la revolución industrial por medio de prés-
la rápida divulgación de los principios de libertad tamos concedidos tanto a países independientes,
durante las revoluciones de 1848, la desaparición, al como Rusia, como a regiones de explotación colo-
fin, de la servidumbre en Rusia y Polonia gracias al nial manifiesta Q velada. En cuanto al comercio
decreto de emancipación de Alejandro II en 1861 y mundial, se ha calculado que en un período en que
la difusión del sufragio masculino desde Francia y la totalidad de la población se duplicó, el comercio-
Alemania a otros Estados menores de las últimas creció diez veces más, debido, en especial, a los pro-
décadas del siglo XIX, son tan sólo algunas. de las gresos en los transportes y en las comunicaciones.
principales etapas durante las que se produjo efec~ y las potencias tecnológicamente avanzadas estuvie-
tivamente un proceso acumulativo. Pero al mencio- ron siempre interesadas en desarrollarlos en las re-
nar a Napoleón recordamos que la época de crecien- giones más atrasadas del mundo, si bien su meta era
te libertad personal se caracteriza de manera aún asegurar el suministro de materias primas y de pro-
más intermitente por conflictos internacionales. La ductos alimenticios; pero el resultado fue, a largo
guerra ha dado siempre gran impulso al progreso plazo, provocar una revolución industrial por imi-
tecnológico, hecho del que hay numerosos ejemplos tación.
en la revolución industrial británica, desde las ca· Otro factor importante para el desarrollo de la
rronadas, que se llevaron a cabo en las primeras fac· tecnología moderna ha sido el sistema de leyes sobre
torías modernas escocesas (Carron) para emplearlas patentes en los diferentes países. El sistema legal
contra los rebeldes norteamericanos, al acero Besse- inglés (p. 58), extendido a Escocia al llevarse a cabo
mer, que se inventó al producirse la demanda de la unión de 1707, proveyó las bases de la legislación
materiales más perfeccionados con destino al ejér- estadounidense sobre propiedad industrial, promul-
cito, en tiempos de la guerra de Crimea. De este , gada en 1790 y administrada por primera vez por Jef-
¡-

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ferson como secretario de Estado. En 1836 se instaló que con frecuencia diferían profundamente de un
en Estados Unidos una oficina de patentes, con el Estado a otro, comenzase a complicarse cada vez
fin de proporcionar medios autorizados para sancio- más. Esto estimuló a las grandes empresas "que te-
nar la utilidad y novedad de cada demanda, y en nían intereses en varias partes del mundo, las cuales,
1861 el tradicional plazo de concesión inglés de 14 hacia 1900, usaban frecuentemente de los pleitos por
años se extendió a 17. Fue de este sistema del que una patente, o la amenaza de los mismos, como arma
Lincoln dijo que «añade el petróleo del interés al adecuada para suprimir el desarrollo de nuevos· pro-
fuego del genio»; hacia 1857 los Estados Unidos ha- cedimientos no deseados.
bían emitido un 35 por ciento más de patentes que Otro rasgo común a la revolución industrial de
Gran Bretaña. los diferentes países es la significación cada vez ma.
Las leyes francesas sobre patentes datan de 1791, yor del crecimiento de las teorías científicas y ma-
cuando los revolucionarios, tras deshacerse de la Co- temáticas. En general, podemos decir que a lo largo
rona y los privilegios gremiales como parte del An- del siglo XIX se va haciendo evidente el papel del
tiguo Régimen, afirmaron el principio de que «Se científico como adelantado de los cambios industria-
considerarán atacados los derechos del hombre si un les en los principiües países afectados, si bien en
descubrimiento industrial no se considera como pro- ·1900 '. t04avía es ". raro que tenga el carácter funda-
piedad de su descubridor». Uno de los primeros en mental que asoCiamos actualmente con la investiga-
obtener la patente fue Leblanc (p. 777), si bien ésta ción--científica. Por lo general, período dtirante el
no protegió su fábrica de una posterior,confiscación. cual la industria británica dirigía el mundo coincide
Sin embargo, el principio del derecho a la propiedad con aquel en el que lo empírico era preferido al
industrial fue claramente enunciado en Francia, de acercamiento puramente científico a los problemas
donde se extendió a algunos países vecinos, siendo i industriales: sin duda, este liderazgo se hallaba ya
así que en Alemania las patentes no alcanzaron una en decadencia antes de que la doctrina que Ludwig
validez general hasta la reunión de los Estados miem- Mond, un alemán naturalizado inglés, expuso ante la
bros del Zol1verein (o unión aduanera) en 1842, y la Sociedad de la Industria Química en 1889 se convir-
protección no se completó hasta 1877; hacia 1857 Es- tiese en un lugar común incluso en Gran Bretaña:
tados Unidos concedió sesenta' veces más patentes «La investigación lenta y metódica de los fenómenos
que Prusia. naturales es la madre del progreso industrial.»
En 1'883 -una convención internacional exhortaba a
la práctica de patentar los inventos en varios países.
concediendo al inventor un año de favor, durante el EL PERIODO DE ACELERACION INDUSTRIAL (1750-1792)
cual era protegido contra la piratería en todos los
países firmantes. Se estimuló la inventiva, puesto Analizaremos primero el período hasta 1792, cuan-
que el monopolio por un período limitado, que daba do el estallido de las guerras revolucionarias fran-
al inventor el incentivo de hacer público su descu- cesas detuvo, de hecho, el progreso del principal rival
brimiento, se extendió a un área menos limitada. industrial inglés, Francia, y al mismo tiempo abrió
Pero al mismo tiempo la creciente complejidad de un período de economía de guerra, que duró hasta
los' procesos industriales dio lugar a que la elabo- 1815, durante el cual el comercio de todo el Conti-
ración de las patentes y la comprobación,: de su va- nente, y aun el de los Estados Unidos de América,
lidez con arreglo a unos principios l~gales básicos, por no mencionar a Gran Bretaña y Francia, fue des-
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viado de su curso normal, induciendo a los invento- llevadas a cabo por profesionales, con escaso daño
res -tal como en las guerras m.undiales de nuestros para la economía, y sobre todo con un cpmercio
días- a buscar nuevas metas. El comienzo del pe- europeo en expansión, que el hecho de que -por
ríodo, esto es, el comienzo de la revolución industrial razones ya apuntadas (p. 65)- llegase primero a
en Gran Bretaña, se fecha de forma convencional a Gran Bretaña. Mientras que Italia, los Países Bajos,
partir de la ascensión al trono de Jorge III en 1760, Francia y las grandes ciudades alemanas habían
ya que este acontecimiento fue seguido rápidamente mantenido en los pasados siglos el liderazgo tecno-
por adelantos claves en la industria textil (1764-69), lógico y permanecido a la cabeza durante largo
por las vitales mejoras de Watt incorporadas a la tiempo, ahora le había llegado a Gran Bretaña el
máquina de vapor (1765-76), por un importante .cre- turno de sacar un provecho decisivo de su geografía
cimiento de la metalurgia en Escocia y el sur de Ga- y de su historia. Partiendo de una situación insular,
les y por los primeros pasos de la red de canales era natural que el pueblo encaminase sus empresas
inglesa. Sin embargo, es más lógico situar hacia me- de tipo comercial y militar -las cuales estaban fre-
diados de siglo el punto de partida. El largo período cuentemente interrelacionadas- a través de los océa-
de paz bajo el gobierno de Walpole había presenciado nos, con sus ilimitadas posibilidades, en vez de,
el desarrollo inicial de la industria textil, como la como lo había hecho Francia, dirigirlas a la explo-
lanzadera volante de Kay, y las mejoras introducidas' tación del continente. En un período en que la ma-
en la hilatura por John Wyatt y Lewis Paul (p. 155). yor parte del comercio extranjero se realizaba dentro
Las consecuencias de la rebelión jacobita de 1745 de Europa, Inglaterra controlaba una parte impor-
fueron un rápido crecimiento de las carreteras de tante del comercio oceánico, mientras que el hecho
portazgo y el clima intelectual de los años cincuenta, de que al firmarse la Paz de París en 1763 su marina
que indiscutiblemente preparó el camino a décadas mercante se hubiera multiplicado por seis en un si-
industriales más revolucionarias. Así en 1754 se fun- glo, parece sugerir que había encontrado medios de
dó la Society of the Encouragement of Arts and transporte adecuados para un vasto mercado transo
Manufactures, la cual seis años más tarde, inspirán- oceánico. En veinte años la marina mercante britá-
dose en los trabajos de Paul, comenzó a ofrecer pre- nica recibió un ulterior impulso cuando los holan-
mios a ulteriores mejoras en las máquinas de hilar~ deses, a consecuencia de su imprudente participación
Entre tanto, en 1757 Josiah Tucker informaba que l' en la guerra marítima de 1778-1783, perdieron su
«en las industrias del metal de Birmingham y Shef- posición, todavía preeminente, en el transporte co-
field, casi todos los maestros manufactureros tienen ¡ mercial y muchas otras cosas.
una nueva invención propia, y están mejorando dia· Al mismo tiempo el empresario industrial y el
riamente las de los otros». Tales fueron los comien- técnico obtuvieron un buen número de incentivos de
zos: en el transcurso de treinta años, de 1750 a 1780, I, lo que podía ser llamado, justamente, la forma de
el número de patentes se multiplicó aproximadamen- I vida británica. La gente descrita en las páginas de
te por seis. ¡ Fielding y Smollet disfrutaba de unas relaciones re-
La revolución industrial había estado largo tiempo ¡ lativamente tranquilas entre las clases y las regiones,
en gestación. En conjunto, es menos sorprendente el ( que hacían que el capital y el trabajo fuesen más
hecho de que haya aparecido a mediados del si- móviles que en la mayor parte de los demás países.

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glo XVIII, por ser éste un período de gobiernos esta- Su gobierno hacía, en términos relativos, pocos es-
bles, con una clase media confiada, unas guerras fuerzos para dirigir y supervisar la producción, y
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muchos menos aún para organizar manufacturas es. I


Panorama histórico general 409
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tatales, práctica tan sofocante para la iniciativa in. todo, su introducción fue lenta y fragmentaria. El
dividual como grata a los déspotas ilustrados, como progreso experimentado en estos años por la indus-
Federico el Grande de Prusia. Los gremios supervi- tria del algodón, donde la máquina de hilar, continua
vientes carecían en general de poder -que poseían o intermitente, e incluso el telar mecánico, fueron
aún comúnmente en el resto del continente- para aceptados con mayor facilidad que en la conserva-
restringir la actividad de una clase media segura de dora industria lanera, que durante siglos había sido
sí misma, cuyos miembros ,no eran solamente libres la principal fuente de riqueza británica, tuvo, con
de crearse fortunas del modo que gustasen, sino que, certeza, consecuencias revolucionarias; sin embargo,
en caso de éxito, podían aspirar a entraren las más hasta diez años después de clausurado el período
altas esferas, valoradas en términos de distinciones que estamos analizando el valor de las exportaciones
intelectuales, sociales y políticas. Arkwright, que lle- de algodón no superó por primera vez el de la lana.
gó a ser caballero; Wedgwood, que trabajó hasta los La expansión de la industria del hierro, con sus nue-
diez años en una rueda de alfarero y llegó a ser vos y numerosos usos en la paz y en la guerra, fue,
miembro de la R9yal Society y patrón de Flaxman; quizá, en conjunto, más sobresaliente. Cuando la
y él estampador de indianas Peel, cuyo padre era un práctica de la fundición al coque se difundió en to-
labrador acomodado, y cuyo hijo fue dos veces pri. das las industrias, entraron en acción enormes altos
mer ministro, son tan sólo tres de los grandes pre- hornos en las proximidades de las minas de carbón
cursores cuyos adelantos contribuyeron a estimular más accesibles, pero sólo en 1784, cuando fue posible
la ambición de sus contemporáneos. Goethe resumió transformar el arrabio en hierro forjado gracias al
un tipo de actitud ante la vida, lo mismo que ante proceso de pudelación, pudo verse cómo la produc-
las patentes, cuando escribió: «El inglés es libre de ción total británica de hierro aumentaba (p. 693). Es
usar lo que ha descubierto hasta que conduce a nue- todavía más tentador pensar que la revolución de-
vos descubrimientos y a actividades renovadas. Uno rivó de la máquina de vapor de \Vatt. Las -dos pri-
podría preguntarse por qué están entonces más avan- meras se instalaron en 1774, con el fin de achicar
zados que nosotros en todo.» una mina de carbón, y para hacer funcionar un alto
El término «revolución industrial», tal como se horno, y hacia 1785 la máquina, en su versión rota-
aplica a los cambios que afectaron a ciertas partes tiva, se había aplicado ya con gran escala a las fá-
de Inglaterra, a las tierras bajas escocesas y al sur bricas de hilados de algodón, así como a las necesi-
de Gales en los últimos años del siglo XVIII, es con- dades de las fábricas de cerveza y a otras antiguas
veniente desde un punto de vista histórico, y refleja empresas. Sin embargo, al expirar la patente de
la gran importancia de los acontecimientos en cues- Watt en 1800 se habían construido algo menos de
tión tal como se ven de forma retrospectiva. Sin em- 500 máquinas; así que la producción media de las
bargo, no existió una revolución en el sentido de .las famosas fábricas de Soho (fig. 132) era tan sólo de /
revoluciones estadounidense y francesa, esto es, un una veintena al año. Además, su fuerza de vapor me-
cambio fundamental, del cual fueron cons.ciente~ la dia, lejos de revolucionar las condiciones de la in-
mayor parte de los contemporáneos en algún sentido. dustria en los primeros años, no fue significativa-
Las mejoras de la agricultura, que ayudaron a ali- mente mayor que la producida por los molinos de
mentar a una población en rápido crecimiento, se viento o por las ruedas hidráulicas (p. 451).
difundieron sin duda con mayor amplitud, pero, con Desde que el comercio,_ o la esperanza de comer-
ciar, dieron el principal impulso inicial a las inven-
1I '
410 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general 411

dujo un nuevo adelanto en la artillería británica con


su taladradora, y posteriormente el desarrollo de
esta herramienta hizo posible el perfeccionamiento
de los cilindros de las máquinas de vapor de Boulton
y de Watt. Las guerras intensificaron también las
crisis comerciales periódicas, que fomentaron la como
petencia en la industria textil hasta t~l punto que
incluso los grandes inventores, como S<:t,lTIueí Cromp-
ton y Edmund Cartwright, se vieron cn\ apuros. Así,
a la Guerra de los Siete Aftos y a la Gucn'a de Inde-
pendencia norteamericana siguieron breves períodos
Fig. 132. Las fábricas de Boulton y Watt, en Soho, recons-
truidas en 1795. de dep¡esión, en tanto que una. tercera y más seria
.

depresión estaba ya gestándose en tiempos de la si·


guiente crisis de las relaciones anglo-francesas de
ciones, uno de los dos factores más importantes en 1792-1793. Como el poder del Estado en el siglo XVIII
los progresos de estos años fue la habilidad cada era mucho menor que en la actualidad, lo:.; períodos
vez mayor de Gran Bretaña para financiar la expan- de guerra provocaban fluctuaciones, mú-. que una de-
sión comercial. Mientras que, en conjunto, Europa presión general del comercio ultram~1iino; es signifi-
se beneficiaba en gran medida de la notable reani- cativo que en 1780, en elpun10 culminante de la
mación de la producción argentífera en la América guerra marítima contra Francia, la ferretería inglesa
española, el oro de Brasil iba principalmente a Lon- se siguiera exportando hacia este país vía Hamburgo.
dres. Como un fenómeno cuyos efectos tuvieron ma- La publicación de La riqueza de las naciones, de
yor alcance, se da la circunstancia de que, por haber Adam Smit.h, en 1776; las reducciones generales de
seguido todas las potencias el ejemplo de Federico las tarifas aduaneras pUl' Pitt y su acuerdo comercial
el Grande ·-que hahía establecido bancos de crédito con Francia (1786) seüalan el comienzo del movi-
público con el fin de paliar los daños ocasionados miento librecambista en Gran Bretaña. En el período
por la Guerra de los Siete Años-, el único rival de de seis años en el que ello repercutió en las relacio-
Gran Bretaña en cuanto al numero de bancos pri- nes británico-francesas y en el período más amplio
vados era Holanda. Los bancos regionales trabajaban de libre comercio (l. mediados del siglo XIX, su pri-
directamente en los distritos industriales, mientras mera consecuencia fIJe estimular el avance de la tec-
que los bancos mercantiles, en especial los instalados nología en Gn1Il Brdai'ía, aumentando sus beneficios;
en Londres, facilitaban el comercio y la exportación pero la segunda fue estimular la rivalidad tecnológi-
a ultramar. Otro factor de importancia fue la in- ca. Sin embargo, al estallar la revolución política en
fluencia que ejercieron las guerras de 1756-1763 y de Francia, la revolución industrial se hallaba lejos de
1775-1783. Son evidentes sus efectos sobre el d.es- estar monopolizada por Gran Bretaña, como lo estu-
arrollo de la industria del hierro: la inferioridad de vo de manera evidente inmediatamente después de
los cañones navales franceses ya se había constatado Waterloo. Es probable que, excepto por lo que se
en la Guerra de los Siete Años.. v- en 1774, cuando la refiere a pe! iodos de guerra de larga duración, la
disputa con las colonias norteamericanas estaba lle- reducción de las tarifas aduaneras de los textiles bri-
gando a su punto culminante, Jolm Wilkinson intro- tánicos en un 12 por 100 produjese sólo una baja
412 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general 413

temporal de las manufacturas francesas. El obstáculo de artesanos y contra la exportación de maquinaria


más duradero fue la disminución de las reservas de se mantuvieron en pie, más en la teoría que en la
carbón en Fra11cia, que mostraría todo su peso ne- práctica, hasta 1825 y 1843, respectivamente. Sin em-
gativo con el desarrollo de una economía basada en bargo, por lo general, era imposible evitar que los
el vapor; sin embargo, una Francia que tenía en otros inventos útiles llegasen a ser conocidos: los visitan-
campos una posición segura en cuanto al liderazgo tes extranjeros siempre podían tener un pretexto
industrial, podía haberse asegurado el uso del car- para ver las máquinas; las descripciones encontraban
bón de los países vecinos en términos favorables. frecuentemente un vehículo de expresión en las pu-
Volvie]lJo de las reflexiones sobre mediados del blicaciones técnicas, y las máquinas eran sacadas de
siglo XIX a los hechos de 1786, un escritor inglés sos.. contrabando con frecuencia, o exportadas contravi-
tiene que por aquellas fechas «las industrias france- niendo órdenes difíciles de hacer cumplir. Los traba-
sas parecían estar en una situación brillante, hasta jadores especializados, sobre todo, eran inducidos
entonces desconocida». En e~ ~ranscurso de una ge- -por las perspectivas de salarios altos y de promo-
neración los gremios habían sido debilitados, los mo- ciónes frecuentes a cargos tales como los de admi-
nopolios comerciales derogados . y reducidos los iIU" nistradores y empresarios- a ir a países donde sa-
puestos sobre el capital y los beneficios. La gran bían que su especialización sería valorada.
Encyclopédie francesa (1751-1772), con su gran can- John Kay, inventor de la lanzadera volante, vivió
tidad de elegantes lánlinas (véase fig. 54), fue, erltre en' Francia cerca de un cuarto de siglo antes de su
otrás cosas, el" primer tratado global sobre tecnolo.. muerte (en 1770) Y allí mostró cómo se utilizaba su
I

". gía. El impacto causado por Lavoisier en la agricul- máquina,aunque ésta fue reinventada en 1790, 19
tura, las finanzas públicas, e incluso en el sistema que nos recuerda que es peligroso inferir de la efi-
de medidas --era secretario de la comisión que inau- cacia de un invento su aceptación general. Una se-
guró el si.stema métrico en 1791-, muestra que el gunda figura significativa es la de John Holker, ca-
gobierno francés superaba al británico al menos en landrero de Manchester, jacobita, que desempeñó el
que era consciente de la utilidad de los honlbres de' cargo de Inspector General de Industria en Francia
ciencia. Por otra parte, Francia contaba con otros de 1755 a 1786. Su importancia para . la historia del
inventores de ingenio, una fuerte tradición artística progreso británico sobrepasa los límites de la indus-
entre sus artesanos y numerosas industrias en ex~ tria textil: se le conoce por haber redactado las
pansión: por ejemplo, María Antonieta merece ser instrucciones para una gira a los centros ingleses del
recordada por la protección dispensada a la produc- carbón y del hierro, así como a otras industrias,
ción de algodón. que el ingeniero francés Gabriel Jars realizó recién
Si las condiciones para el desarrollo de una manu- acabada la Guerra' de los Siete Años, a fin de «cono-
factura son igualmente favorables a ambos lados de cer las razones por las que la industria se ha des-
una .misma frontera, será difícil in1pedir que los co- arrollado más en Inglaterra que en Francia». Jars
nocimientos teóricos la crucen. Ya que gran parte realizó algunos otros viajes oficiales al extranjero,
de la historia que recogemos en el resto de este libro y cuando había comenzado a difundir en Francia lo
se refiere a Gran Bretaña, por el hecho de que fue que había aprendido, murió, joven, en 1769, un año
allí donde primero se desarrollaron los n~evos inven- después de que hubiese sido elegido, conjuntamente
tos; este aspecto requiere ser puesto de relieve de. con Lavoisier, miembro de la Academia de Ciencias.
inmediato. Las leyes británicas contra la elnigracián Pero seis años después .su ejemplo impulsó a un fa-
,t

414 Desde 1750 hasta 1900 (l) Panorama histórico general 415
bricante de hierro francés, Marchant de La Houliere, a la tradicional administración paternalista ya exis-
a fijarse en los trabajos de John Wilkinson (p. 692), tente en Prusia y a la ruda energía del mismo rey,
cuyo hermano William fue invitado a establecer una dio especial importancia a los acontecimientos pru-
fundición de cañones, por encargo del rey, en la isla sianos. En Tarnowitz se halló una rica mina de pla-
de Indret, ell la desembocadtlra del Loira. Recomen- ta, un poco antes de su muerte, y en 1789 Wilkinson
dó usar hierro de Le Creusot para la construcción dejó Inglaterra por segunda \ vez para introducir la
de los altos hornos que habrían de alimentar la fun- fundición de coque en la Friedrichshütte. Un par de
dición, y fue en Le Creusot, aunque no por iniciativa años más tarde la fundición por coque se estaba
de Wilkinson, dOl1de en 1785 comenzó a utilizarse el aplicando ya al mineral de hierro de la Alta Silesia,
proceso por coque para la fusiórl del hierro, por pri- y antes de terminar la década Breslau tuvo el primer
mera vez fuera de Gran Bretaña. Un ejemplo aún puente de hierro del continente. Es típico del afáh
más sorprendente de un invento clave que haya cru- con que el Esta-do prusiano trataba de alcanzar el
.zado el callal de -la Mancha con éxito nos lo ofrece -desarrollo económico a partir de sus relativamente
la primera máquina de vapor, que se ilnportó en escasos recursos el hecho de que el barón Von Stein
1779 con el fin de facilitar el bombeo para el sumi- comenzase su carrera en el servicio de minas oficial,
nistro de agua del Sena a París. Los diseños necesa- que le envió en 1786 a realizar una larga visita a In-
rios y las partes metálicas grandes se enviaron a la glaterra, para adquirir la máquina de vapor de Boul-
firma Périer, que luego aseguraría que «ningún in- ton y Watt. La primera máquina se montó en Frie-
glés había puesto la mano en el montaje de las má- drichshütte en 1788, y al año siguiente, en Westfalia:
quinas». Los daneses flleron rnenos afortunados. En la misión de Van Stein había conseguido planos, ci-
1788 contrataron a un escocés para que construyese lindros y algunos obreros. Hacia 1800 el Estado pru-
una máquina destinada al martillo de fragua del asti- siano contaba con dos pequeños establecimientos
llero de Copenhague: su erección costó más de 7.000 para el montaje de máquinas. pero para entonces
libras esterlinas, utilizaba tres veces más carbón las relaciones entre una Gran Bretaña más indus-
l'
que una máquina de Watt de la misma ,potencia, y trializada y el rest.o del continente, más atrasado,
tuvo que ser reemplazada después de doce años por se habían modificado considerablemente.
la adquisición del artículo genuino.
Entre los demás países industrialm~nte avanzados
en 1750, Rusia y Suecia fueron perdiendo su sólida EL PERIODO DE LAS GUERRAS NAPOLEONICAS (1792-1815)
posición como fabricantes de hierro a medida que
el proceso ·de fabricación por coque fue difundién- Al declarar la guerra a Austria y Prusia (20 de
dose por Europa occidental, pero desde la época de abril de 1792), Y a Gran Bretaña y Holanda .(1 de fe-
Emanuel Swedenborg -metalúrgico polifacético, so- brero de 1793), Francia inauguró un período de gue-
cio de Polhern (p. 210) mucho antes de ser absorbido rras que duraría, con dos breves interrupciones, has-
por la especulación religiosa, que murió en Lon- ta noviembre de 1815. Así, la segunda fase de la re-
dres- los suecos eran observadores atentos del pa- volución industrial se vio afectada por la economía
norama industrial de. Occidente, e incluso invitaron de guerra casi de modo continuado, pues las buenas
a Matthew Boulton a trasladar sus actividades a su relaciones comerciales con Francia, iniciadas por Pitt
país. La conquista. de Silesia- por Federico el Gran- en 1786, no fueron renovadas durante los quince
de, valiosa desde un punto de vista económico, unida meses de la Paz de Amiens (1802-1803); y durante el
416 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panora1tu1· histórico general 417

destierro de Napoleón en la isla de Elba ·en· ·1"814- riotidad en la· pro~ucción de hierro. La -guerra impul-
1815, Gran Bretaña, excepto en los dos primeros me- só su uso también en las industrias textiJes, para
ses de 1815. se hallaba todavía en guerra ,contra Es-
1
suministrar uniformes y mantas a los ejércitos llfi-
tados U;nidos. Este régimen de guerra alcanzó su tánicos y a las muchas más numerosas .fuerzas de
punto álgido entre 1806 y 1811, cuando Napoleón sus aliados; Isé.UnbardBrunel pudo incluso poner· en
intentó excluir de la Europa continental al comercio marcha una -fábrica de botas militares con una 'má-
b'ritánico y Gran Bretaña contrarrestó el bloqu.eo quin~ para remachar suelas, proceso que fue recon-
continental privando al resto de los países europeos vertido en .trabajo·manual cuando terminó ·la guerra.
de todo come'rcioqúe no pasase por los puertos bri- Al' comparar la'. situación con otros períodos de
tánicos. guerra posteriores es·· importante. recordar que Gran
Comparar el esfuerzo bélico de las dos guerras Bretaña, '-en' esta' ocasión, no recibió apoyo financie-
mundiales, más breves pero más intensas, con las na- ro. fuera·. de .Europa; y muy poco respaldo de sus
poleónicas -conduce, naturalmente, a conclusiones inversiones acumuladas en .ultramar. La suma de 57
erróneas. Hoy en día cada combatiente de primera . millones de ·libras esterlinas que utilizó· Gran Breta-
línea tiene tras de sí en el frente interior el respaldo ña para crear y' mantener las cinco coalicion~s contra
de un esfuerzo bélico seis veces superior al que po- Francia. requirieron un gran desarrollo del comercio
seía entonces el soldado; además, el poder de los de exportación. Algunas mercancías británicas se
gobiernos para, a través .de una organización ade- vendían prácticamente solas: el azúcar y el café co-
cuada o por medio de la propaganda, asegurarse de loniales reexportados, por ejemplo, eran exportados
que el esfuerzo bélico siguiera la dirección deseada, de contrabando desde Gran Bretaña a la Europa
era entonces mucho menor, tanto que apenas alte- continental, así como las casacas, botas, e incluso
ró la t~anquila vida de la clase media descrita insignias. de los regimientos con que Napoleón, con-
por Jane Austen" Como la escasez de alimentos, a travinie~do StlS propias reglamentaciones, equipaba
diferencia de la de municiones, no exige notificación, clandestin'amente a sus soldados., Sin embargo.. las
el progreso más sólido fue . probablemente, el reali- manufacturas de telas de algodón, que se convirtie-
zado en los cercamientos y.. en general, en la mejora ron ahora en la principal exportación británica, eran
de la agricultura. Hacia 1815, si hubiésemos obser- parte integrante del esfuerzo de guerra, no menos
vado a vista de pájaro los campos labrados, tras iar- que las empresas comerciales, las cuales, en los doce
gos siglos de lucha contra los bosques, pantanos y meses que siguieron al rescate del monarca portu-
eriales, habríamos visto que estaban llegando final- gués de las garras napoleónicas, llevado a cabo por
mente a su máxima explotación económica. El es- la flota británica, establecieron sesenta firmas bri-
fuerzo repercutió ciertamente en las industrias de tánicas en su capital colonial de. Río de Janeiro.
municiones, incluyendo la construcción, el arma- Los sufrimientos del pueblo durante los años de
mento y el servicio de los navíos de alto bordo, de guerra fueron debidos probablemente a la guerra en
los que se' vio que depend.ía la seguridad de la isla sí más que a los cambios tecnológicos que la acom-
-la máquina de fabricar cuadernales introducida en pañaron, pero es probable que la idea de que la re-
el astillero de Portsmouth lo demuestra claramen- volución industrial fue fundamentalmente un ele-
te (p. 512)-, pero, en general, el uso creciente del mento opresivo date en parte de estos años.- Después
de 1799 el sindicalismo, al menos en teoría, fue su-
vapor y de la maquinaria permitió a Grán B.retaña
aprovechar las ventajas que se derivaban de su supe-' primido totalmente, y, una medida para mejorar las
418 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general 419

condiciones de los aprendices indigentes que eran Pero como muestra de la sorprendente energía del
empleados en las fábricas dejó completamente sin período revolucionario, el Comité de Salvación PÚ-
control la explotación de los demás menores; tanto blica se interesó por el proceso de fabricación de
la reglamentación legal de los salarios como la obli- la sosa de Leblanc (aunque éste perdió los benefi-
gación legal del aprendizaje se abandonaron formal- cios), y fueron creados el Politécnico y las escuelas
mente, y el eclipse político de los whigs y de los de ingeniería civil y de minas, y el año 1798, cuando
radicales dejó al pueblo virtualmente sin medios para el declinar del Directorio fue preparando el camino
hacer oír sus quejas. Los disturbios ludistas (p. 838) a la toma del poder supremo por Bonaparte, fue
a fines del período de guerra, aunque fueron funda- honrado por la celebración de una exposición indus-
mentalmente una protesta contra el abuso de un an- trial. De todos modos, fue el período napoleónico el
tiguo tipo de máquina -el telar para géneros de que repercutió en mayor grado en la tecnología.
punto--, eran, sin lugar a dlldas, síntomas de un El restablecimiento del orden y la instauración de
malestar general. Los salarios aumentaron en los un nuevo sistema legal bajo el Consulado y el Impe..
años de guerra, pero otro tanto hicieron los precios, rio dio a la industria una buena oportunidad para
y si había tejedores que trabajaban, a mano y que resurgir. En 1807 el có.digo comercial proporcionó
ocasionalmente deambulaban con billetes de cinco incluso una forma limitada de resp.onsabilidad para
libras sujetos a la faja del sombrero, era extraordi- los socios comanditarios en la industria, casi dos
narialnente más aparatosa la pobreza, aliviada de generaciones antes que en Gran Bretaña. El luismo
mala gana, siempre que las depresiones repentinas, Napoleón se interesó por las ·artes industriales: pre..
a las que estaba particularmente expuesto el comer.. senció una demostración del funcionamiento de la
cio de tiempo de guerra, hacían que las fábricas se lanzadera volante, en un taller modelo, en Passy;
detuvieran. Además,·a medida que la fuerza de vapor hizo que Jacquard (p. 834) fuera desde Lyon con el
fue sustitllyéndose gradualmente a la .rueda llidráu- fin de que hiciese funcionar su telar en el Conser-
lica, el trabajo de las fábricas comenzó a concen- vatoire des Arts et Métiers, y exigió de sus prefectos
trarse en las ciudades, donde la escasez de madera, que impulsaran el uso de una máquina para cardar
ladrillos y vidrio en los años d~ guerra permitió el e hilar lana, que un escocés fabricó en una isla del
establecimiento de un régimen de casuchas cons- Sena. Hacia 1812 AIsacia había comenzado ya a em-
truidas de mala manera, rodeando los sólidos edi- plear en sus hilaturas la fuerza de vapor en pequeña
ficios, provistos incluso de iluminación de gas, que escala. Con todo, el interés principal del período na-
albergaban a la maquinaria. poleónico para el tema que estamos tratando no
Mientras tanto, ¿qué estaba sucediendo en Fran- radica en esto, sino en las consecuencias de la po-
cia? Entre 1792 y 1799 la producción de textiles y el lítica militar francesa, es decir, en la conversión de
comercio en general se redujeron a un tercio de su Europa occidental en lo que era en la práctica: una
cifra anterior. Los frecuentes cambios de gobierno, sola unidad econámica,- y en el intento de hacer via-
el período del Terror y la Ley del Máximo, por no ble esta unidad frente al bloqueo comercial británico.
mencionar la enorme depreciación de capitales, arrui- La vida económica francesa fue revigorizada, sin
naron la confianza y cortaron. de raíz numerosas ca- duda, por un incremento del 50 por ciento tanto en
rreras prometedoras -para la industria, como la de extensión como en población. La anexión de Bélgica,
Lavoisier, que fue víctima de la guillotina, y Leblanc por ejemplo, significó que su producción de carbón,
(p. 777), que perdió sus bienes y se suicidó. en 1806. que era de unas 700.000 toneladas métricas al esta-
420 - Desde 1750 has-ta'1900 (1) Panorama histórico general ~ 421 \
llar la Revolución, alcanzase las cinco millones de de 1793, esta antigua región industrial había recibido \
I
toneladas en 1807. Con tod'o -detalle significativo-, ya un nuevo estímulo de la política francesa del lais-
I

sólo Le Creusot vendía hierro fundido por coque, y


I
sez-fa.ire y de la apertura del tráfico comercial por I
esto no antes de 1810, cuando el Imperio ya marcha- el Escalda, cuando un inglés, William Cockerill, esta-
ba hacia' la catástrofe. Pero es al examinar los es- bleció seis años después en Verviers una fábrica de
tados dependientes y satélites del Imperio napoleó- lnaquinaria para cardar lana y tejer. Su empresa se
nico cuando nos encontramos con un gir()e:n la desarrolló posteriormente en Lieja gracias a la fa"bri- \
historia económica sobre el que la historia europea cación de maquinaria textil, la mitad de cuya produc- I
no ha podido volver, pese a sus repe~idos intentos. ción se vendía en Francia. Lieja llegó también a ser 1

De la misma forma que el Nuevo Orden de Hitler, el centro de una importante industria de municio-
en 1940-1941, es imposible saber qué. habría podido nes: y en 1800 se tendieron raíles de hierro en una
lograr esta Europa unifica~a, ya que en ella nunca fundición de cañones, de donde su uso se difundió
.hubo estabilidad: el fin del comienzo, cuan,do las a las minas de carbón; y en 1813 William Cockerill
fronteras de Francia alcanzaron- Roma y .Lübeck importó, como modelo, desde Inglaterra la máquina
(1810), fue también el comienzo del fin. La produc- de Watt. Entonces se retiró; pero un empresario
ción de azúcar de remolacha es un progreso impor- . prusiano, que estuvo acuartelado con los hijos de
tante .de este período, que nos recuerda la presen.tia Cockerill antes de la batalla de Waterloo, los encon-
constante de la presión británica. La abolición gene- tró fabricando máquinas de vapor y prensas hidráu-
ral de la servidumbre en los territorios conquistados licas en tal escala que se vio inducido a contratar
por los franceses, imitada por los prusianos bajo el sus servicios en Berlín.
gobierno de Stein.. para sus propios fines, en 1807, La guerra comercial europea tuvo también algún
abrió el camino a todo el desarrollo posterior de la efecto sobre el desarrollo de' los Estados Unidos de
agricultúra europea. 'En la orilla occidental del Rin, América, aun antes de la guerra contra Gran Breta-
y en menor medida en otros lugares, la abolición de ña de 1812-1815. Los estadounidenses habían comen-
las restricciones al comercio local liberó ·nuevas zado a fundir cañones en Springfield durante su gue-
fuerzas industriales. Napoleón fue un ardiente entu- rra de independencia, pero no fue hasta que ésta se
si~sta de los canales, y hasta en las lejanas provi~­ logró cuando Samuel Slater, que había sido aprendiz
cias de Iliria dejó su marca en la red de caminos. del socio' de Arkwright, estableció la primera facto-
Se produjeron asimismo importantes desarrollos es- ría de algodón, y cuando Arthur y J ohn Schofield-
pontáneos en los estados satélites de Francia: en el introdujeron desde Yorkshire (Gran Bretaña) la má-
Ruhr se alcanzaron 400.000 toneladas de carbón anua- quina de cardar lana. La América libre actuaba como
les; en Sajonia había en funcionamiento, hacia 1813, un imán sobre ingleses como Joseph Priestley quí-
1 ,

más de un cuarto de 1TIillón de telares para hilar al- mico de Birmingham, y Tom Paine (p. 657), los eu'a-
godón; en febrero de 1801 se instaló en Saint-Gall, les pasaron allí sus últimos años. Pero un paso_ ~ún
Suiza, una máquina de hilar algodón, proveniente de mayor de este período fue la decisión de plantar el
Inglaterra; y los suizos inventaron independiente- algodón tipo «sea island», procedente de las Baha-
mente un crisol para la fu.ndición del acero. mas, que se llevó a efecto en 1786 y se expandió enor-
Pero sólo Bélgica estaba experimentando una revo- memente como resultado de la invención de la des-
lución real en su industria debida a causa"s excepcio- motadora de algodón (p. 812), debida a Eli Whitney,
nales. Firmemente unida a Francia desde el verano por lo que de esta forma Estados Unidos contó con
422 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general -423

una materia prima que podía recolectarse rápida- no necesitaba ir a la zaga de ningún poder europeo:
mente y cambiarse por manufacturas de todas cla- en el año que precedió al estallido de la guerra, la
ses, que eran aún el objeto principal del comercio cual, obviamente, redujo el comercio ultramarino,
occidental del Atlántico. Desde 1793, sin embargo, la ·Estados Unidos, que había sido el primero en hacer
inseguridad del cOlnercio europeo dio lugar al naci- uso del barco de vapor en el Hudson (p . 476), lo uti-
miento de un sistema de factorías en pequeña escala lizaba también en el ühio, prefigurando el desarrollo
para el 11ilado del algodón, mientras que después del pacífico, sin trabas, de las regiones bien provistas de
comienzo de las hostilidades en 1812 fueron tanlbién vías fluviales (fig. 133).
numerosas las fábricas de lana a fin de surtir de uni-
formes a los rnilitares y de ropas a los esclavos ne-
gros y, en cierta medida, también de ropas de mejor DE WATERLOO A LA GRAN EXPOSICION (1815-1851)
calidad. El estallido de la guerra fue debido, en gran
medida, al éxito de la marina 111ercante/ estaqouni- En el período 1815-1851 los hechos más relevantes
dense en su intento de conseguir excelentes benefi- de la historia política nos ofrecen una guía segura
cios de su neutralidad: el tonelaje registrado en el para la historia del desarrollo económico. Por lo que
comercio exterior se incrementó ocho veces entre concierne a la historia política inglesa, el desasosiego
1789 y 1810, de n1odo que las Orders in Coun.cil a:pli- social de los años que siguieron a la guerra, la Ley
cadas por las fragatas británicas no sólo conmovie- del Grano de 1815 y la continuada lucha por su de-
ron el orgullo del joven Estados Unidos, sino tam- rogación, las revelaciones que condujeron a las leyes
bién su bolsillo. En el mar, al menos, Estados Unidos fabriles y a las de las mi11as de carbón, y la agitación
/ cartista de 1839-1848, todo ello da una imagen de lo-
breguez y opresión sin posibilidad de alivio. Esto
contrasta extrañamente con el sentido de realización
naciollal, tan claramente puesto de manifiesto en la
.._~ª~~~~--- -. Gran Exposición de 1851. En el mismo sentido, la
. -- :--=---
·-C=:T.k~. _ ...._
historia de Europa es descrita como un período de
reaccionarismo, siendo la monarquía de los Orleans,
en Francia, la excepción que confirma la regla, pues
cada acontecimiento desde su ascensión al trono en
julio de 1830 debe 'lerse como una contribución a su
derrocamiento en 1848. Asimismo, de nuevo aparece
a continllación un enorme y en apariencia inexplica-
ble contraste cuando la Europa de 1848-1850 se ve
sumergida casi de un extremo al otro por las luchas
armadas en pro de los derechos liberales y la unidad
nacional.
De todos modos, a los ojos del Ílistoriador eco-
nómico, se trata de un período en el que Gran Bre-
taña, a quien las naciones europeas trataron de se-
Fig. 133. Car,ga de un vapor algodonero. Hacia 1870. guir con diversa rapidez, lleva una delantera decisi-
.. 424 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general 425

va: si tomamos el desarrollo del ferrocarril como oro, mientras que de 1844 en adelante la Ley de la
medida aproximada, la Europa de los años 30 y 40 Carta Bancaria de Peel dio al Banco de Inglaterra
del siglo XIX hizo considerables progresos (fig. 134), un prestigio que duraría más que el siglo.
Y más aún Estados Unidos, pero al término del pe. :. Aun así, desde el punto de vista del historiador de
ríodo Gran Bretaña poseía aún la red ferroviaria la tecnología es importante ver cuáles fueron los pro-
más completa y eficiente. Si en cambio valorásemos ' cesos industriales en los que Gran Bretaña destacó.
el período en términos comerciales, entonces podría- Uno de ellos fue su eficiente agricultura: en una sola
mos comenzar con una etapa de recuperación a es- generación, entre 1811 y 1841, en tanto que las leyes
cala europea, unos cinco -años después de la guerr<t. del grano impedían la entrada de importaciones, la

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proporción de familias que estaban empleadas en tal
actividad disminuyó de un tercio a un cuarto del
total. Esto significó que Gran Bretaña pudo disponer
de una parte de población notablemente mayor que
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.5I!!!IIlld!llll ¡::¡ lA] C::¡L:1l::1 f>_ E i' " i i i '.-z\ la de otras naciones europeas para dedicarla a otras
I actividades industriales básicas, como la minería de
~~~~.:.¡ carbón, cuya producción se cuadruplicó aproximada-
• f mente en el mismo lapso de tiempo. Este fue un pe-
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ríodo de gran trascendencia para el hierro por la
construcción de vhs férreas como innovación princi-
pal, si bien el rey del comercio de exportación fue
sin duda el algodón (fig. 135), que hacia 1851 daba ¡
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Fig. 134. Viaducto ferroviario en Sajonia, construido en !. I
1845·1851. ~

que culminaría en el boom latinoamericano de 1824.


1825, cuando doscientas cincuenta nuevas sociedades
¡
anónimas fueron registradas en Gran Bretaña. Asi-
mismo, se produjo un boom en Estados Unidos en-
tre 1832 y 1836, con una ulterior expansión en los
años cuarenta, que se inició con la apertura del co-
.mercio chino, fue seguida por la _«manía» de los fe-
rrocarriles y culminó con el hallazgo de oro en Cali-
fornia y en Australia. De 1819 en ad~lante Gran
Bretaña -sólo Gran Bretaña- se encontró en con-
Fig. 135. El complejo Anchor Thread, de Clark. Mediados del
diciones de basar completamente su moneda en el siglo XIX.
.....
426 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general 427

trabajo a más de medio millón de obreros, empezan- debió mucho a los constructores de vías férreas: in-
do por los anudadores de nueve años de edad. Sin gleses como T110mas Brassey: una de las más inlpor-
embargo, desde el punto de vista de la difusión de tantes líneas, la línea París-Ruán' construjda entre
l

técnicas a'vanzadas, la tendencia más carac.terística 1841 y 1843, fue patrocillada por un diplomático in-
fue el incremento de la industria de maquinaria, ba- glés con un tercio de capital inglés, empleando sólo
sada en el desarrollo de las máquinas-herramienta, conductore.s ingleses y locomotoras fabricadas ell
debido a hombres como Maudsley y Nasmyth. Francia por una firma inglesa. Hacia mediados de
La difusión de la revolución industrial por el resto siglo el uso de la fuerza de vapor en Francia, que
de Europa fue, en cierta medida, resultado, y en cier- había carecido de entidad bajo Napoleón 1, alcanzó
ta medida también causa, de la preponderancia de la 67.000 cv en total, un poco menos de la 'utilizada
industria de maquinaria británica. En realidad, Bél- elltollces el1 Gran Bretaña sólo para el algodón. La
gica llegó pronto a· ocupar una posición que, aunque gr'an industria, en cOIljunto, empleaba tan. sólo la
a pequeña escala, era semejante a la de la propia c'uarta parte de la mano de obra francesa utilizada
Gran Bretaña. Bélgica poseía no sólo carbón y mi- en las manufacturas dc)mésticas , y al ll1enos la mitad
:leral de hierro, sino una magnífica posición para el de la producción de lingotes de 11ierro se fundía aún
tráfico comercial de paso, y gobernantes (Guillermo 1 ~ en hornos de carbón vegetal clistribl.lidos por todo el
de los Países Bajos y Leopoldo 1, primer rey de los país; sin embargo} la proGucción francesa de carbó11
belgas) qlle~iguieron el programa de desarrollo fran- se multiplicó por seis en el trallscurso (le una gene-
cés. En 1817'10s Cockerill fundaron una gran fábrica ración y antes de 1850 se habían desarrollado los
de maquinaria en Seraing, adonde, según un informe sistemas modernos, por lo que Francia importaba' un
oficial británico, las nuevas invenciones llegaban 50 por 100 adicional para satisfacer sus 11ecesidades.
«diez días después de aparecer en Inglaterra». En Talnb~én por esta época, urla nlay()r lentitlld en; t~l
los años 30 los belgas vendían maquinaria a Holan- progreso de la agricultura, debido al hec110 de que
da, Alemania y Rusia, y fabricaban ya sus propias la mano de obra rural se conseguía más fácilrrlente
locomotorasQ Cuando el ferrocarril Bruselas-Malinas si iba dirigida a la industria, cOlnpletó los preparati-
}l!
fue inaugurado en 1835, transportaba más pasajeros vos para un períod.o lnás importante desde el punto
~;;
que los que circulaban por todas las líneas existen- de vista del progreso indtlstrial, asociado con el rei-
tes en Inglaterra. nado de Napoleórl 111 (1852-1870).
Diez años después de la terminación de las guerras En el caso (te Alclnania, si bien la 11istoria política
napoleónicas se supone que había 15.000 trabajado- hasta 1848, año de las revoluciol1es, está lejos de ser
res ingleses en Francia, lo que representaba una im- tan agitada come' la francesa, el notable desarrollo
portante contribución a su crecimiento industrial, tuvo una obvia signiflcación eC011Ólnica. La Alelnania
que, aunque menos rápido que el inglés, dio comien- de 1815 estaba forrn,~cla por treinta y ocho Estados
zo bajo la dinastía borbónica restaurada y fue la ca- soberanos, el mayor de los cuales, Prl1.sia, se corn.po-
racterística dominante del reinado de Luis Felipe l1Ía de fracciones de territorio nl11Y separadas elltre
(1830-1848). Marc Seguin, que trazó la primera línea sÍ, incltl~yendo una nueva )~ extensa adquisicióIl en el
férrea de dieciocho kilómetros en Saint-Etienne, fue valle del Ri11; corrlO consecuencia, la diplomacia prll-
uno de- los mejores entre los primeros ingenieros de siana pronto se OCllpÓ de establecer la farnosa. Urliórl
ferrocarriles, aun cuando la red de ferrocarriles, que Aduanera (o ;~ol11Jerei;1.). Hacia 1834 ésta irlcluía a
creció lentamente hasta los tiempos de Napoleón nI, toda Alemania excepto lIna porciÓll del noroeste,
-- 428 Desde 1750 hasta 1900 (1)' Panorama histórico general'

d?~?e la influencia británica había facilitado la apa-:


nCIOn de un contrapeso, y hacia 1840 las tarifas
429

aduaneras, que eran bajas pero que tendían a subir


fue~on lo. suficient~n:e~te irritantes como para qu~ '¡
u~ mvestlgador bntamco (John Bowring) fuese en-
v~ado a ,tantear la fortaleza de la nueva unión pru-
slan~._ Sm emb~rgo, Aleman~a aún estaba muy por 1I

detra~ de Fra?-cla. La poblacIOn de sus veinte mayo-'


res clUdades Juntas no ,superó n,:nca en- más de un¡
50 por 100 a la· de Pans, y PruSIa era tan sólo un'
2 por 100 men~s ru.ral al fin del período que a su co-' .
mlenzo. FrancIa, sm embargo, contaba con menos r· - " ' ..
ferrocarriles que Alemania -en 18'50 d d : Flg. 136. InstalacIOnes Borslg para. la fab,ncaclOn de loco-
, dI" cerca e os· motoras Y maqumana, Berhn.
tercIOS e kl1ometraje-, pero esto se hallaba palia-,
d~ en parte por la superioridad de los canales y ca- : . . , . .,
mmos f,ranceses sobre los de Alemania, donde una! ta: VISItO a Maudslay en dos ocaSIOnes dIstmtas e
g~ner,acIón después de 1815, la mejor red de ~omu. ; investigó las ventajas del ferrocarril Stockton-Dar-
lllcaCIOnes era aún la dejada tras de sí por los ocu- lington apenas éste se inauguró. Sin embargo, desde
pantes franceses de Renania y Westfalia. el punto de vista del futuro, merece una mención
Las grandes diferencias quizá explican el hecho de especial un estudioso de la producción de acero in-
que muy pocos artesanos británicos buscaran em- glesa en 1838-39: Alfred Krupp, heredero de una pe-
pIe? en Alemania, pero pese a su pequeño número queña acería en Essen.
l~ I~fluencia británica no dejó de ser poderosa. L~ Como una ola en un estanque se difundió la re- :*'
W~

f~bnca de los Cockerill en Berlín tenía su contrapar- volución industrial hacia Bélgica y Francia, hacia
tI~a en Wetten, en el Ruhr, donde había dos inge- Alemania, y después aún más lejos. En 1840 murió
meros británicos y ';In moldeador adi~s~pado por uno de los Cockerill en V.arsovia tras un intento fra-
11'

.",\
Maudslay, y en Berlm (fig. 136). Los ferrocarriles casado de con~ertar un Importante contrato de fe-
al~manes, aunque habían sido construidos seliún los rrocarriles con el zar Nicolás 1. En 1841 se habían
~etodos estadounidenses, más baratos, llevaban la fabricado en Austria 35 máquinas de vapor, con un
Impronta de Georg~ Stephenson, pues habían adop- total de 434 cv, y esta?a principiand~ el. ?esarrollo
tado el ancho de VIa británico, que no se adecuaba de la manufactura textIl y de la fabncacIOn de ma-
demasiado a las necesidades alemanas. En 1845 los quinaria en Bohemia, que continuaría siendo, a lo
ferrocarriles alemanes utilizaban tres veces más 10- largo del siglo, el corazón industrial del extenso lm-
comot~ras extranjeras que alemanas, y de cada tres perio de los Habsburgo. Antes de que finaliz~se el
~xtranJeras, dos eran de construcción inglesa. Sobre siglo, Cavour, tras est,udiar la Inglaterra de SIr Ro-
todo,. los alemanes eran asiduos visitantes de las ins- bert Peel en su propIO terreno, se preparaba para
ta~clOnes industriales británicas. P. C~ W. Beuth transferir al norte de Italia los principios del libre
pnmer director del Intituto Industrial de Berlín qu~ comercio y la expansión de las manufacturas. Pero
después sería la Escuela Superior Técnica de éhar- la Alemania sobre la que informó John Bowring en
lottenburg, fue el más influyente de forma inmedia- 1840 atrae inevitablemente una atención especial a
,
430 Desde 1750 hasta 1900 (1 JjPanorama histórico general 431

causa de los logros tecnológicos de una Alemania! rra c;vi1. Si las manufacturas de calidad más fina to-
más moderna. Según él, Alemania estaba casi ade·! davía provenían de Europa -~i b.ien la «fi~1Ura~> se
lantando a Inglaterra en tres aspectos: el arte del: exageraba a veces, pues la BIrmmgham vIctonana
diseño y su aplicación a diversas obras; una tradi·: enumeraba entre sus exportaciones menores, toma-
cional habilidad en el trabajo artístico del metal, tal! hawks e in'cluso empulgueras- era debido a que la
I
como la fabricación de cuchillos; un sistema educa-, alta calidad de la producción traía consigo habitual-
tivo muy amplio que ya afectaba a la industria. «La: mente confiar cada uno de los procesos a expertos
ciencia química -escribía en su informe- está más; que trabajaban en una unidad especial, mientras que
avanzada que en nuestro país»; Bunsen estaba alcan-: los estadounidenses preferían todavía llevar a cabo
I
1
zando la fama en aquel momento, y en 1840 Justus: cada proceso de modo simplificado y bajo el mismo
von Liebig~ que había .sido pro~esor en Gie~se~l d.t:sdel techo, corno parte de un~ política e~onomizad,ora de
1824, publIcaba su Dze Organzsche Chemze. l1'l zhrer¡ fuerza de trabajo necesana en un pals donde Id bara-
Anwendung aut Agricultur und Physiologie. ! tura de la tierra encarecía la mano de obra. Por el
Entre tanto Estados Unidos, aunque raramentei contrario los inventores estadounidenses destacaron
considerado con la é.decuada estima por los obser-: rápidame~te en la tarea de patentar diversos me~io.s
vadores europeos, se aproximaba casi más que lasl de ahorrar fuerza de trabajo, que a su vez multlplI-
potencias europeas a una posición de rival tecnoló-i caban el esfuerzo de un solo hombre trabajando por
gico de Gran Bretaña. Entre 1815 y 1850 la poblacióni su propia cuenta. Esto se hizo evidente en ~a Gran
estadounidé:nse casi se triplicó; hacia la última fechal Exposición, de 1851, en la que los estadoumdenses,
citada ya excedía a la británica, y en el último lustro! que tenían fama de «producir para las masas», atra-
la proporción de inmigrantes respecto a la población[ jeron la atención del público con la segadora d,c
total alcanzó su máximo absoluto. Ya la apertura de1t McCormick, ideada para ahorrar mano de obra (pa-
país puso a Estados Unidos a la caheza en ciertos as- gina 991), la máquina de coser (p. 841) Y el revólver
pectos: había, por ejemplo, un enorme interés porf Co11 (p. 519).
las comunicaciones internas. Así.. a los diez años de¡ El éxito de la exposición fue quizá un fenómeno !\
comenzar la construcción de ferrocarriles la longitud¡~ tanto social como económico. Asistieron a ella seis ji
de las líneas excedía con mucho a la de Europa, y se, millones de visitantes llegados en tren de todas las I

calcula 9-ue a fines de l~s ,años. cuarenta los v~pores regiones del Reino Unido y de otros lugare~; y el \
de los nos del oeste qUlza tUVIeran un tonelaje ma· hecho de que masas de gente tan grandes (e mespe-
yor. que .e~ ~e los barcos utilizad?~ por tode ,el lm-I radamente disciplinadas) pudie~an y quisieran .pagar I
peno bntamco. En las rutas mantnnas los cllpers a' una entrada de más de un chelm para presenClar un \
I
vela eran, en condiciones favorables, más rápidos espectáculo tan edificante hizo pensar a mu~ha.s per- i
que los vapores, y el crecimiento general de Ja nave- sanas honradas que, en el primer gran pals mdus-
\
gación bajo el pabellón de las barras y estrellas per-' trializado del mundo moderno, las masas hallaban I

mitió al presidente Polk predecir en 1847 el eclipse, cierta satisfacción ante el fnlto de sus esfuerzos. Por
de la marina mercante británica. Ta111bién las manu··' otro lado, la principal fé:acción de William Monis, I
facturas se gen~ralizaron en Estados Unidos, en eS'I' a la edad de diecisiete años, fue quedar estupdacto
pecial tras la introducción de la fundición de hierro por la fealdad general de los objetos expuestos. En
con antraeita en vez de carbón vegetal en 1840; el. cuanto a su calidad técnica, Gran Bretaña pudo sa-
uso del coque fue inmediatamente posterior a la gue·[ tisfacer su inconfesado deseo de superar a trece paí·
432
Desde 1750 hasta 1900 (1fanorama histórico general 433
ses europeos, trece americanos y siete participanteihubiera existido si el mundo no hubiese estado ne-
más, aparte de las colonias. Si los vecinos de Gratesitado de ellas. . .
Br~taña habían tenido intención de aprender de estf La supremacía británica en la ir:~ust.r~a textI.l se-
paIS lo provechoso de la paz, la exposición fue UJjguía sin tener competidores. La utIlIza~!on ,crec~~nte
fracaso, ya que desembocó en dos décadas de guerra.del hierro y del vapor en la navegaclOn amplIo el
Si se había tenido la intención de marcar un hit~ampo de acción de los fundidores de aquel metal
~ólo en. el a~t~c~nfiado surgiJflÍento de la tecnologí*y de los constructores de m.aqui~aria, los cuales e:-
mdustnal bntamca fue tambjen un fracaso. Si hast~taban ya por estas fechas dIfundIendo e~ fe~rocarnl
aqu~ ~a ind~stri~ b~i~~nic~ ,hrbía pr?cedido de éxit~por numerosos lugares del mundo. Po: anadIdura, l~
en eXIto, solo dIecIseIs anos! despues la ExposicióIiinvención de un acero barato -gracIas al I?r~cedI­
de París fue testigo de la derrota d~ los técnicos bri~miento de Bessemer, en 1856, y por el procedImIen:o
tánicos a manos de la superior inventiva de sus ri~del horno de reverbero de Siemens, diez años mas
vales de otros países, y al término de las dos década~tarde (p. 706)- permitió a Gran Bretaña forjar y tra-
d~ guerra en Europa y en América el desarrollo técibajar un nuevo material, aunque el he~ho de que ~n
mco estaba e?trando en .una nueva fa~e, encabezadalraíl de acero, por ejemplo, durase ~Iez vece~ n:~s
por nuevos hder~s. HaCIa fines de SIglo el Crystal!que uno de hierro hizo temer una posIble restncClOn
Palace, reconstruido en Sydenham, sobrevivía comolde la demanda. Como llegó un momento, en 1851, en
un. :e~uerdo abandonado de la pasada supremací4que los resultados del censo mo.straro~ que Gran
bntamca. I Bretaña estaba dividida en dos mItades I~ales, una
rural y otra urbana, puede supo?erse q~e ~l enorme
EL PERIODO DE LUCHAS NACIONALISTAS (1851-1871) ¡ esfuerzo industrial de las dos decadas SIgUIentes s~-
lamente podría llevarse a cabo a expensas de .la agrI-
I cultura. En realidad los trabajadores necesanos pro-
~n los años 50 y 60, con todo, Gran B~etaña fuer vinieron en gran medida de la agricultura, lo que
mas que nunca el taller del mundo. Aunque una deo! redujo su disponibilidad de un poco menos de dos
tal.la.d~ comparación de lo exhibido en la exposiciónr millones a algo menos de millón y medio en. este
bntamca ~emostrara que este taller era menos fe-~ lapso de tiempo. De todas maneras, la superficIe l~­
cundo en Id~as de lo que fuera antaño, el hecho esl brada y, lo que es aún más significativo, la sup~r~cle
que en una epoca de agudos conflictos potiticos que! dedicada al trigo alcanzó un nuevo punto de maXIma
darían lugar a una serie de grandes guerras -lleva- r, extensión a fines de los años sesenta: por ello la I?ro-
das a ~abo sucesiv~mente en suelo ruso, italiano, es-·. gresiva eficiencia de la agricult~ra pu~o ser eqUIpa-
tadoumdense, danes, centroeuropeo y francés, aun- rada francamente con la de la mdustna.
que no en el británico-, Gran Bretaña podía vender· En 1848 John Stuart Mill había puesto en duda, en
todo aquello que quisiera fabricar. En veinte años sus PrincipIes of polítical economy (Principios de
(l855-1~75) el. valor de las exportaciones per capita Economía política), que el progreso en ~l c~m:po de
del Remo Umdo -para una población que además . los inventos hubiera hecho algo por dlsmmUIr las
crecía. rápidamente- aumentó de cuatro a seis libras penalidades de los obreros. Es' muy posible qu~ la
e~terlmas. La tendencia hacia el libre comercio mun- tarea, del pudelador, la del maquinista de las pnme-
dIal, q~e llegó a su punto álgido en estos años, dio ras locomotoras, cuya cabina no tenía techo, Y,la del
un estImulo a las exportaciones británicas que ho trabajador de las minas de carbón -cuyo numero
..~
434
Desde 1750 hasta 1900 (¡!Panorama histórico general 435

en estos veinte años ascendió de 200.000 a 300.000-bra suficientemente autoritario como para reprimir
fuese tan fatigosa como cualquier otra de las que extas reivindicaciones obreras, mientras que basaba su
gía la antigua economía :ural. Pero de los años ci1fprestigio en las espect~cular~s .realidades del progrc-
cuenta en adelante, y debIdo a un empleo continuadtso material; se dio pnsa aSImIsmo en completa~ la
y al hecho de que los salarios aumentaron casi má~red ferroviaria, al mismo tiempo que era lo s~fi~Ien­
de prisa que los precios, se hizo realmente evidentttemente ilustrado para estimular las obras publI~as,
que el obrero industrial británico sacaba provech6así como para propugnar reducciones en las ta.rIfas
de la revolució~ industrial. Podía comer carne y pa~aduaneras. Fue la época de Louis Pasteur y ,de Ple~re
blanco, producIdos por una agricultura que había hdMartin (p. 705); el mismo Emperad?r .habla escnt?
~ho ve~daderos progresos; su ropa era de mejor calun tratado sobre artillería, y se habla Interes~do \'1-
lIdad SI la comparamos con la del pasado, confecci~vamente, de modo personal, en yroy~c~os tales como
nada en c~sa; y merece atención especial el hechquna industria experimental de alUmInlO (p'. 720). La
de que "el Incremento de los salarios significase uIfExposición de París de 1867, a la que ya hIcImos alu-
a~mento de la higiene de su persona, vestidos y vil sión, la construcción del canal de Sue~ por Le~seps
vlend~. La tasa de mortalidad; que había aumentadq -que fue inaugurado p~r la emperatn~ Eug~ma.~n
en, l~s centros urbanos despues de las guerras napo: el último otoño de su remado- y la qumt~pllCaClOn
l~omcas, comenzaba a disminuir, salvo en lo concerl de la fuerza de vapor francesa en las dos, d.ecadas de
mente a la mortalidad infantil. Las epidemias de CÓ! Imperio nos sugieren que la caída d~l. regllnen pue-
lera, de las que la más dura había sido la tercera; de atribuirse menos a su propia debIlIdad que a la
en 1865-186.6, habían sido vencidas gracias al sistem~ creciente fuerza de su enemigo here~itario. .
de saneamIento general, hecho posible por el desaJ En el campo de la agricultura, el ]lmker prusI~no
rroIl? indu~trial, que impidió que se repitiera la epi.! de las grandes llanuras orientales controlaba ~n tIpO
demIa d~ tIfus de Londres de 1838, que, por primer~ de hacienda que, comparada con las pr?~ledades
ve~, habla at~a~do seriamente la atención sobre la~ campesinas francesas, podía prestarse ~~cllmen~e,
mlsera s ~ondlclOnes de la. pobla~ión urba.r:a pobre.1 por sus características pro?ias, a ~a adopclOn de tec:
Yoa que nI la Guer.ra de Cnmea m la rebehon de losf/nicas modernas. Ahora la mdustna aleman~ comen
I ¡ 1 !
3

CIpayos en l~ IndIa, qu~ había estal~ado inmediata.¡/ zaba a sacar provecho. del desarrollo relatlVament~
n:~nte .d~spues, r~percutleron en la VIda de la pobla· temprano del ferrocarnl (fig. 137 ~), de~ pode tío co
~lOn CIVIl del pals, puede decirse muy bien que el mercial de la Zollverein y, por últImo, SIn que sea .el
Inglés de todas las clases sociales, ya mediado el rei· hecho menos importante, de las ambiciones prus.la-
nado de la reina Vi?toria, era vagamente consciente nas personificadas en Bismarck. Hacia 1860, g:-aClas
d,e .las venta~as que le reportaba una herenCIa tecno- al impulso dado por los ferrocarnles, Alemal1l~ pro-
logl~a supenor, que en lo fundamental no era como duda un 50 por 100 más de carbón que FrancIa: En
partIda por otros pueblos. Fue en este período cuan· cuanto al hierro en lingotes, por otro lado, la SItua-
do la m~dIa fiesta de los sábados, que se conocía ent ción era, en este período, algo más favorabl,e a Fran-
~i : otros pa~:~s por se.r.nana ingle~a, se convir~ió ~n unal cia que a Alemania; pero el dece~io du!ante el que
~:
ca:act~n:>tIca peculIar de la VIda de los dIstntos fa·1 Prusia sostuvo tres guerras en SIete anos _.contra
bnles Ingle~es. " . I Fr~ncI~- ~~e
Dinarrlarca, contra Austria y cont::a
Seg~nd? f~e ~ue Ale~ama, b~Jo
1:·-
rei,
, E,u. FranCIa, el Impe.no (1852-1870) elj. . . . tam.bién el decenio en dlrecclOn
r paralSO del empresano Industnal, pues el gobIerno· prusiana, expandió la mdustna del hIerro de tal
~ ~
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_ij!J1P1Wfif'~9k*f9~3Y&_>B.;.~~I~~·,.,r~--c<'" r
¡
Desde 1750 hasta 1900 (Ifan.orama histórico general 437 1

>......

u S I A

.
r'

Fig. 137a. Red ferroviaria de 1850, comprendida en las fron- [ Fig. 13íb. Red krruviaria de 1880, c?mpn.:ndida ~n las mismas
teras alemanas de 1871. ¡ fronteras de la ftg. 137a.

modo que en vísperas de la guerra franco-prusiana 1" o"dinariamcmc rápido. La longitud de las vias fer!TaS
ya superaba a la de su vecina y rival occidental. aumentó en este período de 16.000 a 48.00.0 kl]OIl1C-
Cuando Von Moltke movilizó sus fuerzas para la ue-' tros. lo cual era más del doble de .la red eXistente. en
r~a de 1870 pud? basarse en una vasta red feiro~ia- 1 el Reino Unido; mientras que los Inventos cncmmn,:-
l
na (fi~. 137 B) -de hierro-; la industria del acero dos a ahorrar fuerza de trabaj?,. patentac!o~ por ~l­
y el hI~rro de Krupp_ abasteció a la artillería (figu- ¡ llares, llegaron a :,er un rasgo ~l~ICO de la vIda naCI?-
ra ~38), y trenes y canones, conjuntamente, hicieron 1 nal, puesto de rebcve por un VIsitante de la categona
pOSIble la prolongada demostración de fuerza, ante r del geólogo sir.-Charles Lyell. Aún má~ sorprendentes
la cual, finalmente, se rindió París. ¡
son las frases escritas por Walt Whltman en 1856:
.La guerra civil estadounidense de 1861-1865, con~ t «Colosales fundiciones, fueg~s llameantes ... , ~bun­
fhcto de mayor envergadura, con mucho, que las cin~ , dancia y profusión de maten ale:, . podel~osas pIezas
~o guerr:~ eur~pe~s de .la -época, tuvo también una f. de acero; tal e.s e! .símbolo de :J\I~enCa». 5m embargo;
I~p<;>rtan\..la mas mmedIata para la historia de la I hasta que lagllerra no termmo, aseguran~o qu~ ~l
te,cmca que t.odas las g~erras de nuestro siglo. En la t.· futuro d~lp~lÍsesta:ía.e~ mano~ de un gobIerno. ~~I­
decada anterIor al comIenzo de la guerra, el desarro- co basado en l~s prInCIpIOs de lIbertad ~ la abohclOn
110 de Estados Unidos fue, hasta cierto punto, extra· I
de la «p~1iar institución. de la esclaVitud, Estados
438 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panorama histórico general 439

Unidos permaneció, en otro sentido, económicamen-


te atrasada. Porque una mitad del territorio estado-
unidense, situada. entre el meridiano 97 y los asen-
tamientos de la costa del Pacífico, contenía tan sólo
el 1 por 100 de la población. En 1860 aún no se ha-:
bían percatado de que el ganado podía invernar y!
hallar pastos en regiones tales como el norte de Ne-I
braska, y mucho menos de que los muchos millones f
de europeos podían ser atraidos tan sólo por la cons- f
trucción de un ferrocarril transcontinental con el fin t Fig. 139. El primer
de que conquistasen para el arado las vastas exten- ¡ «portaaviones», emplea-
siones solitarias I do para reconocimien-
to por las fuerzas fe-
derales estadouniden-

----.., If
ses, 1861.

conflicto significaron una demanda de alimentos, uni-


l
r
formes y municiones muy superior a lo que las redu-
cidas reservas de mano de obra podían fabricar con
¡ el equipo industrial existente. Por ejemplo, el núme-
¡ ro de patentes por año, que casi excedía las dos mil,
Fig. 138. Cañón de cin- I aumentó a más del doble; la máquina de coser, de
cuenta toneladas, exhibi- ¡
do por Krupp en la Ex- r reciente invención, pudo aplicarse con éxito al cue- I
, o.·
posición de París de [ ro; y la producción anual de cosechadoras creció en
j :.

1867. í cuatro años de 20.000 a 70.000. De este modo, cuando :\


!\

La influencia de la guerra sobre la tecnología fue


muy variada. Las industrias de armamentos del nor- ¡
l finalizó la guerra, las manufacturas del norte, con la
inevitable salvedad del algodón, se mecanizaron en
un grado mucho más alto que antes y por ello pu-
1.1
;1

te se desarrollaron con tal rapidez y habilidad (figu- ¡ dieron aprovecharse plena y ventajosamente de las
ra 139) que en gran medida <iekrminaron la victoria, ! oportunidades creadas por los movimientos inmigra-
desde el momento en que los confederados hubieron t torios de posguerra. El cese de las exportaciones del I
de depender fundamentalmente de armamento im- '1 algodón en rama de los estados sureños, por otro
portado, siempre que pudiera escapar al bloqueo de . lado, fue acompañado por un descenso del 40 por 100 I
los nordistas: por ejemplo, usaron por primera vez [ en la marina mercante, siendo vendidos la mayor l
I

en campaña el caiión de tiro rápido de sir Joseph l parte de los barcos en el extranjero. Mientras que la
Whitworth (p. 734). Si bien durante los años de gue- ¡ producción -recobraba rápidamente su antigua posi-
rra llegaron a las costas estadounidenses 800.000 in- ción en el mercado mundial, la situación de Estados
migrantes, las invenciones de todas clases destinadas Unidos como país marítimo fue la única pérdida que
a sustituir a la mano de obra recibieron un impulso. no pudo subsanarse después de la contienda por la
enorme, pues el gran tamaño de los ejércitos involu- significativa razón de que a lo largo del siguiente
crados, que no tenía preceden!e, y el alcance del medio siglo los capitales estadounidenses serían ab-
r
440 Desde 1750 hasta 1900 (1) I Panorama histórico general

sorbidos en su totalidad por los problemas del de-


f
! bién un período de penetración pacífica en regiones
441
,
sarrollo interno, que alcanzó su primer gran momen- f que hasta entonces habían permanecido casi deshabi-
to culminante, tras la guerra, en los años iniciales de , tadas. Más de un millón de europeos entraron en
I
la década de los setenta. f Estados Unidos cada año, otros millones más fueron
I
a Canadá, Oceanía y Sudamérica, y la década de los
noventa fue testigo del comienzo de la expansión
LA EPOCA DEL MATERIALISMO (1871-1900)
I rusa por Asia central y el Oriente Lejano.
Este movimiento significó, en cierto sentido, la
Si los observamos retrospectivamente, los últimos f conquista del mundo por una tecnología perfecta-
treinta años del siglo XIX muestran muchas de las ! mente acabada para entonces. El primer ferrocarril
características de las edades de oro: excepto en los
Balcanes, Europa se hallaba libre de conflictos ar-
I transcontinental americano se completó en 1869, año
de la apertura del canal de Suez. Hacia 1900 el ferro-
mados, y fuera de este continente, las únicas campa- carrii había cuadruplicado, en .términos mundiales,
fías de envergadura eran las empren'didas por Chile su red en el transcurso de una sola generación con
contra Perú y Bolivia, los breves conflictos chino- el fin de unir las grandes zonas continentales (salvo
japonés e hispano-americano y la guerra de Gran f el interior de China) con los numerosos puertos, en
Bretaüa en Sudáfrica. Esta ~itu2ción era la más no- ~. . los que se utilizaban bu.que,s de vapor, ~ l~s cuales el
table, pues casi todo el continente africano, una par- t·, canal de Suez proporCIOno una ventaja Importante
te considerable de Asia e incluso las islas del océano sobre los veleros. El consumo mundial de carbón se
Pacífico estaban siendo anexionadas rápidamente por incrementó casi tan rápidamente como el kilometra-
las naciones europeas, que habían creado imperios je de vías férreas, mientras que la sustitución del
rivales. Que éstos no combatieran entre sí por el bo- hierro por el acero como material básico para la
tín debe atribuirse al" hecho de que, en general, había construcción de máquinas, barcos y, finalmente, edi-
suficiente para todos los que fuesen llegando. El ficios contribuyó enormemente a la durabilidad de
hecho de que estas guerras, emprendidas contra la los bienes de la industria pesada, que el hombre ya
resistencia de los pueblos autóctonos, fueran en con- producía en cantidades cada vez mayores. Pero para
junto de escasa importancia se debe fundamental- las mentes reflexivas, al menos, el prodigio de los lo-
mente al progreso tecnológico, como lo muestra un gros de su tiempo quedaba realzado en gran medida
solo ejemplo: en la batalla de Omdurmán, que duró por el surgimiento de nuevas técnicas: los grandes
cuatro horas y media, en 1898, Kitchener luchó con- avances e,n la electricidad y en la industria química,
tra un enemigo valeroso y desesperado que contaba por ejemplo, y la-introducción del motor de combus-
con el doble de hombres; y aun así conquistó el Su- tión interna, que iba a dar al hombre nuevas como-
dán con una pérdida de sólo cuarenta y ocho hom- didades en el transporte, del mismo modo que un
bres, mientras que en el campo contnirio se contaron transporte en un nuevo elemento.
unos 11.000 cadáveres de derviches: Kitchener tenía La época es notable también. por la profunda mu-
a su disposición cuarenta y cuatro piezas de artille- tación en el equilibrio económico y en las relaciones
ría de campafía, veinte ametralladoras Maxim y una entre las potencias, mutación que repercutió tan des-
flotilla de cañoneros que disparaban un explosivo de favorablemente en Gran Bretaña que es necesario un
alta potencia, el ácido pícrico o lyddite, que nunca alejamiento de medio siglo para observarla desde un
se había visto en acción anteriormente. Pero fue tam- punto de vista filosófico. El aparatoso progreso de
442 Desde 1750 hasta 1900 (1) Panoral'na histórico generál 443

Estados Unidos, con sus inmensos recursos natura- ción sobre las manufacturas britállicas ascendían a
les era algo inevitable. Los éxitos alemanes, a una
l una media del 25 por 100 en Alemania, un 27 por 100
escala mucho menor, fueron facilitados al menos por en Italia, un 34 por 100 en Francia, un 35 por 100 en
el hecho cierto de que Gran Bretaña había sido {iu- Austria-Hungría y un 131 por 100 en Rusia. ,La cifra
rante largo tiempo el taller del mundo, y por ello correspondiente a Estados Unidos, donde las tarifas
tropezaba ahora con el obstáculo de un equipamiell- aduaneras comenzaron a elevarse en los años de la
to demasiado valioso y de unas técnicas que se tor- guerra civil, era de un 73 por 100: el mercado trans-
naban anticuadas rápidamente. Actualmente puede atlántico para las mercaderías británicas, sin embar-
aceptarse, ya que en Europa el liderazgo tecnológico go, estaba muy lejos de compensar los trastornos
iba a pertenecer, finalmente, a la potencia que pu- surgidos entre terratenientes )1 granjeros a causa de
diese competir en igualdad de condiciones con los la baratura del trigo norteamericano, que después
recu_rsos estad()unidenses, es decir, Rusia. Ell 1900 de 1870 ·llabía comenzado a fluir en dirección opues-
este país producía la mitad del petróleo mundial y ta. Al iniciarse el nuevo siglo la campaña de reforma
había causado un gran impacto en el mercado ell- arancelaria de J oseph Chamberlain basaba su pro-
ropeo del trigo, pero, salvo en regiones fronterizas· grama reivindicativo en el nuevo sentimiento de in-
como Finlandia y Polonia, su industria manufacture- seguridad econónlica existente entonces en Gran
ra se hallaba aún en su infancia. Para las demás Bretaña, pero el fuerte imperialismo de la época
potencias, sin embargo, el cr~cimiento de la miner.la comprendida entre dos de los aniversarios de la rei-
del carbón expresa claramente el cambio de su posi- na Victoria, el de 1887 ~/ el de 1897, fue debido en
ción relativa. En 1870 Gran Bretaña extraía un 50 por parte a una creciente conciencia de que solarrrente
ciento más de carbón que Estados Unidos, Alemania por medio de una política decidida ·podrían los bri-
y Francia juntas; en 1900 éstas extraían un 70 por", tánicos defe.nder la posición de preponderancia eco- I
ciento más que Gran Bretaña.. En tanto que la pro~ . nómica que tiempo atrás se había consicierado inex- I'~
•.
tu,
ducción británica se había duplicado tan sólo, la es- pllgnable. ¡
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tadounidense se había multiplicado por ocho, la ale- Desde 1860, aproximadamente, los capitalistas bri-
mana por cuatro y la francesa por dos y medio. tánicos habían dejado de invertir cantidades grandes d
I~
La repugnancia natural pc)r aceptar el domini~ bri- en la Europa continental. Existían muchas posibili-
tánico sobre la economía durante más tiempo del dades de inversión en la Irldia, después de su reor- I
I
necesario puede ser una razón que explique la vu.elta ganizació11 tras la rebelióll de 1857 Y era de suponer,
J
i
1
general hacia regímenes de tarifas aduaneras altas, asimismo, que los demás intereses imperiales, alen- I
I
si bien las rivalidades continentales, q_ue impulsaban tados IJor Disraeli .desde 1874, y que seguirían cre- 1

no sólo la carrera de armamentos, sino también un cierldo hasta la época de la gllerra anglo-boer de 1899
1

especial culto a la alltarquía agríc{)la COIl "vistas a iban a evidenciar una alternativa provechosa.. Pero el
una probable guerra, desempeñararl a S'U vez 1.111 pa- hecho es que, tras treinta años de esfuerzos, el por-
pel de inlportancia. Entre las potencias etlrOpeas so- centaje del comercio británico con sus colonias había
bresalía Alemania en 1879: pero las ·demás .no se re- crecido tan sólo de tln cuarto a un tercio, mientras
signaban a seg"uir la política de Bisll1arck, el cual que de las jmport~l.ciones británicas, menos de un
estableció un cuidadoso equilibrio entre los inter~ses cuarto provenían de las colonias. Así, e11 !ClS años
encontrados de los industriales y los terratenientes. qtle vieron descender en un tercio el número de tra-
Pasado l111 cuarto de siglo, l~)s derechos de im.porta- bajadores agrícolas tanto ell Inglaterra como en Ga-
1
r
444 Desde 1750 hasta 1900 ( 1 ) i~ Panorama histórico general 445

les, de su número inicial de casi un millón en 1871, saJo en «el Dios que hizo el hierro». Tan sólo en los
la emigración fue, en conjunto, un remedio más es- años ochenta la producción alemana de hierro en lin~

I
peranzador que la perspectiva de verse. absorbidos gotes se duplicó prácticamente, en tanto que la bri-
por la industria. En este tiempo el porcentaje bri- t tánica permanecía casi estacionaria. A finales del de-
tánico en la producción industrial mundial estaba ¡r cenio el Reino Unido se hallaba aún en cabeza en
disminuyendo, y existen buenas razones para supo- cuanto a la producción de acero, con más de dos mi-
ner que J", tasa anual de aumento de la producción llones de toneladas métricas: diez afios más tarde
industrial británica disminuía a su vez. I la primacía se basaba tan sólo en un millón y medio
También para Francia éste fue un período de des- ¡ de toneladas, pero ahora quien se hallaba en cabeza
ilusiones, aunque por razones muy diferentes. Su era Alemania. Alemania no tenía rival en la industria
I
derrota a manos de Alemania no sólo representó un eléctrica, si exceptuamos a Estados Unidos. Y se ha-
golpe para su orgullo nacional y un paso más hacia t llaba también entre los mayores exportadores de
la desunión política, sino también el lastre de una colorantes y de productos químicos puros, y aunque
indemnización de guerra, que fue saldada con deci- sus exportaciones de productos químicos no puros
I
sión y prontitud, y una seria desorganización indus- eran bastante menores que las británicas, hacia 1900
trial por la pérdida de Alsacia y Lorena; Pese a que estaba ya capacitada para suministrar productos
numerosas empresas se trasladaron a Normandía, 1 químicos a sus propias industrias y abonar sus tie-
!
en Alsacia hubieron de ser abandonadas industrias rras a escala gigantesca. De aquí el hecho notable de
textiles y fábricas de maquinaria te.xtil. También se que en los últimos veinte años del siglo, sin por eso
produjo la pérdida de buena parte de los yacimien- 1 abandonar sus esfuerzos en el campo industrial, Ale-

I
tos de mineta, ricos en hierro, aunque con un alto mania pudo dedicar 800.000 hectáreas más a cultivos
contenido de fósforo, situados a ambos lados de la ¡ alimenticios, entre los que el trigo ocupaba el 10 por
!~ nueva frontera. en la región de Longwy; desde 1879 ciento. Entre las causas de este progreso tecnológico [~
el procedimiento Gilchrist-Thomas (p. 706) permitió tan sorprendente se hallaban la estrecha relación en- ¡'
que este mineral fuese utilizado en la expansión de tre las universidades y la industria y la enorme am-
la industria alemana del acero. Por añadidura, los plitud de la enseñanza técnica en todos los campos, ¡u(
alemanes explotaron importantes depósitos de pota- desde las veintiocho escuelas agrkolas existentes en
sa (p. 809) en la Alsacia meridional. Con una· pobla- 1900 hasta la Escuela Técnica de Charlottenburg,
ción estacionaria, Francia padeció también, y más muy reputada en todo el mundo. Apenas iniciado el
duramente que Alemania, el peso del servicio militar - -siglo un periodista británico informaba con asombro
obligatorio y los gastos de armamento, que sólo le de que en Sajonia existía una escuela técnica por ca-
dejaron la alternativa de aceptar pasivamente las da 10.000 habitantes, y el censo de los empleados en
pérdidas territoriales. Unicamente en tiempos de los las manufacturas químicas daba un químico univer-
aranceles de Méline, en la última década del si- sitario por cada cuarenta trabajadores.
glo XIX, la industria pesada francesa pudo recuperar El ritmo de la vida estadounidense en este perío-
real:íÍ1ente su fuerza; de todos modos, su predominio do puede ser ilustrado por el hecho de que la termi-
en la producción de cierto número de artículos de nación del primer ferrocarril transcontinental, que en
-::;.- lujo la mantuvo fuera del estancamiento tecnológico. 1869 abría paso a la era moderna, pudo llevarse a
Entre tanto los alemanes gozaban de sus éxitos, lo efecto gracias al trabajo de 20.000 obreros, que colo-
que parecía justificar la fe que Treitschke había ba- caban tres kilómetros de raíles al día. Tal dinamis-
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446 Desde 1750 hasta 1900 (I) t Panorama histórico general
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447
t-
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mo, relacionado con el espíritu de iniciativa y con el yos primeros ejemplos británicos son el trust de la
elevado costo de la mano de obra, ayuda a explicar r dinamita Nobel, de 1886, y el monopolio del hilo de
¡
el rápido avance de la tecnología estadounidense. coser de algodón Coates. Pero la caída de los precios
Hasta 1880 la agricultura era todavía la principal t superó la de los salarios, en tanto que el interés ere-
fuente de riqueza, pero una agricultura basada en l ciente del Estado por el bienestar de la cláse obrera
eficaces máquinas cosechadoras para paliar la breve-l --por ejemplo, en los sistemas de seguros de la Ale-
dad de las temporadas de recoiección en el Medio ¡ mania de Bismarck y en las reformas, postergadas
Oeste, en un nuevo tipo de molino ~ara suministrar f durante largo tiempo, de la administración local en
agua a las l~anuras, y en el nuevo sIstema",.de al~m-I Gran Bretaña- sig~i~có a su .vez mejoras en la ~a­
bradas de puas para comr?lar al ~anado. Vcmte anos! lud y en los esparCImIentos. Sm embargo, los peno-
más tarde los productos mdust~lales doblaban y~ ~ a ! dos de desempleo demasiado prolongados hacían
los agrícolas en cuanto a precIOs, y la I?roducclOn f aún estragos en el nivel de vida de los trabajadores,
estadounidense de manufactllr~s,e~a aproxlmadarr:en-l, y se estima que en Gran Bretaña existían todavía
te tres veces mayor que la .bntamca; y ;n un~ d~c~-I tantas personas miserablemente pagadas como en los
da el valor de las exportacIO?CS se habI~ caSI tnplI- ~ años cuarenta del mismo siglo; pero como la pobla-
cado. Además, las export~clOncs de tngo e~ta?an ción total se había duplicado en el entretanto, la pro-
alcanzando su punto culmmante, con un rendl!lllen- porción de pobres de hecho se había reducido a la
to por hectárea un 50 por 100 menor del que se ob- , mitad. ' ,
tenía en Gran Bretaña, Alemania y Holanda. Aunque ' . .
..
1as aSOCiaCIOneS -'esI'ones territoriales empe-
para con-.; ,
Se calcula1 que
l' b'"
el promedIO de creCImIento de los
1 ' 1 100 100 1
-na d as en promoclOnar«. la ag rI'cultura Y1"as artes~ , sa anos rea. es ntanlCOS '. a canzo
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mecanlcas»
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d a t an d e 1862 , y de 1865 el Instituto
' d e M a.ssachusetts (MIT)
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CIen 1 co a os pI' ob"lemas de la
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explotación
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de . segunda mItad del sIglo XIX. SI esta estlmaclOn es
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tecnologlcos de lOS
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. , ultImas anos
G la mag-
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l' . d t"' '1 se hallaba tan sólo en sus comienzos: mtu e os ogros e a epoca vlctonana. ran re-
e In us .na. l' - h b' b
" con todo, Estados Unidos había a~ca~zado el primer: tana "~ I~ es~ado a .la, ~a eza en el car:npo ,tecnológi- UI
puesto gracias al desarrollo de tecmcas que ayuda-. ca, y .nabla ~Ido la mlclador~ y orgamzadora de lo~
I
ban a explotar sus abundantes recursos naturales camblOs socIales. cor~espondlente~, lo cual por, pn-
con un mínimo de trabajo humano. ¡ mera vez en la hIstona humana hIZO que gran nume-
En el período de 1873 a 1896 se produjo en todo t ro de individuos, ~l menos en cierta medida, fu~~en,
I
.: .
el mundo una dismÍñución de los precios, lo cual r no los esclavos, smo los amos de su entorno fISICO.
significó, fundamentalmente para países como Gra? ~ Así, a la ~u~rte de la r~ina Victo:ia, 37 millone~ de
r' Bretaña, donde en todo caso existían ya pocas POSI- E personas VlVlan en una Isla pequena y no demaSIado
~~
bilidades para ulteriores .avances. de .~nvergadur~'I'férti~, y la mayoría de e!las con cierto grado. de co-
~;
una depresión del comerclO. La sltuaclOn empeoro" modldades. Pero otros Iban a superar su ejemplo.
por supuesto, a causa del hundimiento agrícola a" En Estados Unidos, con sus inmensos recursos na-
que ya hemos aludido. Las inversiones se estancaron. turales, el nivel de vida era ya más alto que el bri- I
y hubo intentos de hallar remedios o alivios median-. tánico; en la mayoría de los países de la Europa
te cambios monetarios (tales como el bimetalismo. continental era más bajo, pero no tan bajo como en
estadounidense) y de organizar trusts y cárteles, cu-. 1870. Las diversas técnicas, de las que vamos a ras-
'F'
'r-',:K"-~"--'~--'\-' -;.. ',' ,'.
r 11. I
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448 Desde 1750 hasta 1900 (1). 1~ LA MAQUINA DE VAPOR
1
1 trear ahora la historia por separado, todavía ofrecían
grandes compensaciones a los individuos y a las 'na-
l¡ I

ciones por una explotación más eficiente de la natu- f 1


raleza, que habían hecho posible las experiencias ¡
-incluidos los errores- de un siglo y medio de ver-[
tiginosos cambios. ¡ INTRODUCCION

Como vimos en el capitulo 8, la revolución indus-


trial estaba ya en pleno desarrollo antes de haberse
generalizado el uso de la máquina de vapor como

l
/
fuente mecánica de energía. Hasta entonces sólo se
disponía de dos tipos de máquinas -la rueda hidráu-
I lica y el molino de viento- como fuentes de energía
! motriz, y con muy pocas excepciones ninguna de
ellas proporcionaba más de 10 CV, y con frecuencia
ni siquiera eso. La mayor rueda hidráulica jamás
construida fue la «máquina de Marly», montada por
1 orden de Luis XIV en 1682 para alimentar las fuen-
tc;:s de VersaIles (p. 63). A pleno rendimiento genera-
ba prolDablemente unos 75 CV, pero su logro cayó
rápidamente en el más completo olvido. A finales del
siglo XVIII y durante el XIX aumentó considerable-
mente la eficacia de las ruedas hidráulicas como
;'

consecuencia de los estudios, tanto teóricos como


prácticos, llevados a cabo por John Smeaton, a: quien
sus investigaciones le valieron ser premiado por la
Royal Society con la medalla Copley, su más alto ga-
lardón. Demostró que la rueda hidráulica que recibía
el impulso por su parte superior era teóricamente
más eficaz (un 63 por 100) que la que lo recibía por
la parte inferior (un 22 por IDO), y definió cuáles eran
las condiciones en que debía trabajar una rueda
hidráulica para conseguir los mejores resultados.
Sm¡mton nunca llegó a experimentar, aunque cons-
tptiyó más de una, con ruedas hidráulicas de costado
Len las que el agua golpea a la rueda fuertemente
a mitad de su recorrido ascendente-, pero demostró
que se les debían aplicar los mismos principios que
se aplicaban a léls ruedas de impulso superior o in-
ferior.

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