Você está na página 1de 12
VA RT) er | \ Daw hojita miedosa © | la mariposa verde | VERONICA QUINONES € N la ladera de un rio existia un bosque muy hermoso, que tenia distintos tipos de arboles, pequefios y altos, com hojas de diferentes colores y variadas formas, Las hojas de algunos arboles tenian también diferentes formas de vivir la vida. La senora Naturaleza dijo a algunas de ellas: —Ustedes se demoraran mucho tiempo en caer de su arbol. Sin embargo, a otras les dijo: —Ustedes se demoraran poco tiempo. ALescuchar que algun dia muy cercano caeria de su drbol, una hojita de nogal, que era muy Pequena, se asusto y pensd; —Alin no estoy preparada para caer, es mas, yo no quiero caer. Tengo mucho que hacer y que pensar, me divierto mucho conversando con las nueces, con los pajaritos que se posan en mi rama, en fin...Y ademas, necesito encontrar las respuestas a mis preguntas: gpor qué la Naturaleza nos hizo asi?, spor qué yo debo caer tan pronto?, zy qué hay de mi felicidad? La pequefia hojita verde, junto al resto de sus hermanas, continudé creciendo. Ella vivia intranquila, pensando en el momento en que le tocaria caer y, para que eso no sucediera tan pronto, se arrimaba a las hojas cereanas, quienes, por esta actitud, la consideraban una hoja miedosa y le decian: —Haz como nosotras, ,ves como nos gusta jugar con el viento? Déjanos respirar y no hagas tantas preguntas tontas. Frente al nogal habia un palto muy alto, imponente, cuyas hojas brillantes y firmes sentian un cierto desprecio por las que no eran de su especie. Ellas gozaban por mucho tempo en cl palto, balanceandose con vanidosos y sutiles movimientos gracias a la brisa que les llegaba. Desde su posicién, observaban constantemente al nogal y se habian dado cuenta de aquella hojita aa tadiza. A menudo comentaban: .! [Pronto te caeras! id ss, firmate, porque la brisa se torna i pasaba el tiempo, Las hermanas de aquella ita reflexiva, entretenidas con el viento, trataban /dé animarla, pero les era muy dificil hacerlo y ellas ~ también terminaron avergonzandose de su ~ hermanita después de escuchar los ingratos comentarios de las hojas perennes. Un mal dia, pas6 por el bosque un remolino y, pese a que la hojita estaba firme en su rama, sintié que se desprendia de ella y empezaba a caer. —jiNo, atin no estoy preparada para caer! —agrité angustiada—, ;Ayiidenme, por favor, que me muero! bee Ad ME Las engreidas hojas del palto comentaban: —jPobre infeliz!, algiin dia tenia que suceder. Sus hermanas, en tanto, quedaron atimitas al verla caer, sin poder hacer nada. —jAun no es el tiempol.. ;Qué pasé, hermanaaaaaa! —decfan lamentandose, y la tristeza invadia sus corazones. Finalmente, después de dar unos giros en el aire, la hojita llegé al suelo sollozando. Le suplicé al Viento: —jPor favor, senor, no me aleje de los pies de mi arbol! De pronto, oy6 un movimiento a su alrededor y el miedo la levé a rogar nuevamente: — Oh, sefior Viento... que todavia no me coma un gusano...! aa Lentamente, levantando su vista, observé que algo se movia, al tiempo que le preguntaban: — Eres ti la que lloras, pequetia hojita? Al escuchar esa dulce voz, se tranquiliza y vio con asombro a una hoja verde muy rara que le hablaba. jSi!, era bastante extrafia: tenia dos antenas y tres pares de patas, La hojita pensé que probablemente el golpe que se habia dado al caer le habia alterado su visidn. Entonces, la hoja rara comenzé a acercarsele y, dando confianza a Ja hojita de nogal y adivinando sus pensamientos, le dijo: —No te asustes, parezco hoja pero no lo soy. Soy una mariposa, gte puedo ayudar? 13 La hojita, muy contenta al oir esto, acepté su ayuda y expreso su deseo: —Quiero volver a vera mis hermanas y ocupar de nuevo mi lugar en el arbol. La mariposa, de noble corazon, la miré con ternura y le dijo: —Creo que te ayudaré a subir, pero no podras volver al mismo lugar que antes. La hojita, preocupada, le contesté: —Pero atin no sé todo lo que debo saber. —zY qué debes saber? —pregunté la mariposa. —Bueno... es un poce largo —titubed la hojita, y recordé lo que le decian sus hermanas acerca de no T “preguntas tontas”, \ —.... En realidad, no quiero saber nada —dijo, —jVamos, animate! —exclamdé la mariposa. La hojita, con algo de confianza y un poquito de vergiienza, le respondis: —Yo necesito saber por qué la Naturaleza nos hizo asi... —}Cémo? —volvidé a preguntar la mariposa. —Veras, mariposita, en la Naturaleza hay BS que se demoran en caer de los arboles, y otra: caen muy pronto. Yo no queria caer y ya cal. queria descubrir ti felicidad... Sin embargo, mis hermanas, que no se preocupan de nada’ sino s6lo de ser felices a su manerayalla estan, siguen contentas en el nogal... La mariposita, que sabia muchas cosas por tener el privilegio de volar y conocer muchos lugares, le respondié con el corazén dichosa: ‘Si yo te dijera que existe una felicidad muy superior a ésa, gme creerias? La hojita, al ver esos ojos de amor, le creyd. —Bueno, vamos, amiguita, subete sobre mis alitas que te llevaré a conocer otra felicidad. Comenzaron a ascender junto al tronco del nogal, y luego penetraron entre sus ramas. Las hermanas, que atin lloraban a la hojita perdida, la vieron aparecer montada en la mariposa y, muy asombradas, no entendian bien lo que sucedia, pero le pidieron que volviera junto a ellas, porque todavia no era tiempo de irse del arbol, prometiéndole que la protegerian y tratarian de responder a sus pregunta Pero la hojita seguia subiendo, muy contenta de ver a sus hermanas, a quienes les grité desde la altura: —jAl fin voy a saber la respuesta a mis preguntas! 19 20 Las engreidas hojas del palto vecino, la vieron tan esperanzada que estuvieron a punto de pedirle que les ensenara el camino que conducia a encontrar aquellas respuestas... pero ellas tenian que aparentar que lo sabian todo y no dijeron nada. —Y cudndo sabre las respuestas? —pregunto la hojita de nogal La sabia mariposa le contesto: ~Observa, sélo observa. La hojita, encandilada por la belleza de la creaci6n, dejé abiertas las puertas de su corazén, mientras su amiga le decia: il tiempo te dard todas las respuestas, hojita. Como podras ver, las hojas del palto casi no caen nunca, permanecen por mucho tiempo en su arbol embelleciéndolo todo... La hojita sintié un poquito de envidia y, por un momento, desed ser como ellas. —... Pero a las otras hojas —continud diciendo _} mariposa— el otofo las viste de diferentes colores amarillos y rojos, hermoseando cicha y stqcion; luego comienzan a caer como una tdadera Iuvia de hojas, haciendo encantadores idos mientras las arrastra el Viento y, una vez aque han llegado al suelo, dejan que la luz del Sol pase a través de las ramas del arbol del que se desprendieron... Mas tarde, en la primavera, comienzan a crecer de nuevo, hasta que cubren completamente los arboles con tn manto verde que prodiga sombra a su alrededor, Alescuchar estas palabras, la hojita reflexiva sintié que algo maravilloso habia tocado su alma y record6 cuando era pequenita y vivia asustada en una rama del nogal... Ahora, el miedo ya no estaba y... habia comenzado a experimentar la felicidad de verdad, por lo que dio gracias por su naturaleza y tuvo ganas de correr de prisa a contarles a las hojas del palto y del nogal que la felicidad es el reflejo de cada una de ellas en la Naturaleza, y que el movimiento de las hojas es mas que el juego del viento con ellas,,. es el Espiritu de amor que todo Jo agita y renueva. hue La hojita, con la ayuda de la sabia maripa acabaria nunca.

Você também pode gostar