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¿HERENCIA O MEDIO?
En resumen podemos decir que la herencia nos predispone y nos limita frente a ciertos
comportamientos, pero el ambiente determina su expresión. Sólo en casos extremos una condición
genética garantiza la manifestación de un trastorno determinado, pero, así y todo, un ambiente favorable
puede incidir en la disminución de las deficiencias. Este hecho pone de manifiesto la importancia del
entorno y la educación. Los genes no se pueden elegir porque no están bajo nuestro control pero el
contexto educativo, sí. Sea cual sea el patrimonio biológico del cerebro en el momento del nacimiento, es
posible desarrollar su potencialidad de un modo decisivo con un ambiente adecuado.
Está constituido por un conjunto de estructuras relacionadas con la motivación, las emociones y la
memoria. Actúa sobre las emociones y motivaciones a través de su influencia sobre el sistema endocrino,
y, en concreto, a través del control de las hormonas.
El hipotálamo es la estructura límbica central. Funciones principales:
- Mantenimiento del cuerpo (hambre, sed, temperatura corporal, conducta sexual).
- Regulación del interior del organismo: lo que incide a nivel conductual y fisiológico.
Los neurólogos dividen los hemisferios en cuatro áreas diferenciadas, llamadas lóbulos:
Frontales, parietales, occipitales y temporales. Son subdivisiones convencionales separadas en fisuras
y muescas.
En la corteza cerebral reside toda la actividad consciente propiamente psíquica.
La región motora corresponde a la zona frontal de la corteza y la sensitiva a la posterior.
Existe una profunda cisura cerebral, llamada surco central o de Rolando, que separa la región
frontal, motora de la posterior, sensitiva.
Las funciones principales son:
4.3.1. Función receptora, correspondiente a las sensaciones,
4.3.2. Función motora, correspondiente al movimiento y
4.3.3. Funciones propiamente psíquicas.
4.3.1. El área sensitiva y las funciones sensoriales: Recorre todo un pliegue que bordea el surco de
Rolando. Está especializada en recibir información de los sentidos, de la piel y del movimiento de las
partes corporales.
4.3.2. El área motriz y las funciones motoras: El área motora es paralela a la de la corteza sensorial, y
también en ella se proyectan las zonas corporales correspondientes a las funciones motoras.
4.3.3. Las áreas de asociación y las funciones psíquicas. Las anteriores áreas suponen una porción muy
pequeña de la corteza cerebral (aprox. ¼). El resto son áreas de asociación, en las que las neuronas se
comunican principalmente entre sí y con las neuronas corticales de las áreas sensoriales y motoras. Es la
parte del cerebro que nos hace humanos ya que es el lugar donde pensamos, planeamos, hablamos,
escribimos, recordamos y valoramos.
Lóbulo frontal: rasgo más característico del ser humano ya que desempeña una función esencial
relacionada con los procesos mentales superiores: recordar, sintetizar datos sensoriales e información
emocional, interpretar información, establecer propósitos y planes y elaborar juicios.
Lóbulos temporales. Funciones de aprendizaje y memoria. Registro y almacenamiento de los
acontecimientos que se presentan en el ambiente.
Lóbulos parietales: áreas que registran y analizan mensajes provenientes de la superficie del
cuerpo. Manejan información concerniente al tacto, la presión, la temperatura y el movimiento.
El cerebro es un órgano corporal doble. Tiene dos hemisferios que aparentemente son iguales,
pero con algo curioso, las vías de comunicación sensoriomotriz entre los hemisferios y las partes del
cuerpo que controlan, están cruzadas: el hemisferio derecho controla la parte izquierda del cuerpo y el
hemisferio izquierdo, la derecha.
Los hemisferios cerebrales tienen maneras distintas y complementarias de tratar informaciones.
Cada uno de nosotros tiene un “hemisferio dominante”.
El Hemisferio Izquierdo está especializado en el tratamiento secuencial y analítico de los datos;
prefiere los entornos conocidos, lo que puede clasificarse en categorías, etc. Controla la habilidad
lingüística, la numérica y el pensamiento analítico.
El Hemisferio Derecho funciona de manera más intuitiva, global; integra la percepción de los
sentimientos y de las emociones, se encuentra más a gusto con lo que es nuevo, con las diversas
combinaciones posibles, etc. Dirige las habilidades espaciales complejas y aspectos de ejecución artística
y musical.
CONCLUSIÓN
El cerebro es el órgano maestro del cuerpo, ya que tiene como función primordial el
procesamiento de información y la toma de decisiones. Recibe los mensajes de los receptores, integra la
información de las experiencias pasadas, evalúa los datos y realiza los planes que guiarán las acciones. El
cerebro administra muchas actividades sobre las que tenemos poco control o de las que no nos damos
cuenta: integra funciones viscerales, como la circulación o la respiración y, supervisa la satisfacción de
necesidades corporales, incluyendo el sueño o la alimentación.