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CURSO DE

ANÁLISIS CLÍNICOS

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CONTENIDO

TEMA 1. Gases sanguíneos


TEMA 2. Ionograma. Estudio analítico
TEMA 3. Bioquímica cardiaca
TEMA 4. Principales marcadores tumorales e implicación práctica.
TEMA 5. Líquidos biológicos: citología y bioquímica.
TEMA 6. Análisis cualitativo del sedimento urinario
TEMA 7. Estudio de heces: digestión, sangre oculta y cuerpos reductores.
TEMA 8. Hemograma. Recuento celular y fórmula leucocitaria.
TEMA 9. Coagulación: realización técnica y medición del tiempo de protrombina, tiem-
po de tromboplastina parcial activada y fibrinógeno
TEMA 10. Grupos sanguíneos: ABO y RhO. Realización, técnica e interpretación. Téc-
nica de la antiglobulina humana (coombs directo): principio, realización técni-
ca e interpretación. Estudio de la compatibilidad sanguínea: prueba cruzada
mayor, fases de lectura e interpretación
TEMA 11. Diagnóstico serológico. Principios, técnicas y utilidad.
TEMA 12. Estudios de paternidad por ADN.
TEMA 13. Métodos ópticos para el diagnóstico de las enfermedades infecciosas
TEMA 14. Técnicas de cultivo y aislamiento de patógenos
TEMA 15. Métodos de identificación bacteriana
TEMA 16. Antibiogramas. Tipos.
TEMA 17. Controles de calidad internos y evaluación externa de la calidad.
TEMA 18. Recogida de la muestra. métodos de identificación.
TEMA 19. Transporte de muestras. efectos del tiempo y temperatura durante el trans-
porte.
TEMA 20. El almacenamiento de muestras en el laboratorio. Sistemas de conservación.
TEMA 21. Preparación de las muestras. Procesado y centrifugación.
TEMA 22. Aspectos de seguridad en el manejo de muestras biológicas.
TEMA 23. Gestión de residuos sanitarios. Clasificación, transporte, eliminación y trata-
miento.

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TEMA 1.- GASES SANGUÍNEOS

BASES FISIOLÓGICAS BÁSICAS


La función básica del pulmón es la de intercambiar gases. La medición de ellos
en sangre arterial, es por lo tanto una buena guía para conocer el estado del
funcionamiento pulmonar.

En cada inspiración, el oxígeno atmosférico llega a los alvéolos pulmonares,


desde allí, por difusión, llega a la sangre. Para transportar el oxígeno, se utiliza la
hemoglobina, presente de forma abundante en los eritrocitos. Su existencia per-
mite transportar de 30 a 100 veces más oxígeno del que se pudiera transportar
disuelto en sangre.

Como la presión parcial del oxígeno en los alvéolos, es mayor que en el resto del
pulmón, por gradiente de presión, el oxígeno pasa desde los alvéolos a los capi-
lares sanguíneos. Las arterias, transportan el oxígeno hasta las células donde la
pO2 es menor que en la sangre arterial, produciéndose difusión en sentido a fa-
vor de las células.

Con el dióxido de carbono, ocurre justamente el proceso contrario, los gradientes


de presión, lo van llevando desde las células hasta el alvéolo, donde es expulsa-
do en cada espiración.

Los procesos metabólicos, por su parte producen grandes cantidades de ácidos


y de dióxido de carbono; los volátiles son eliminados por el pulmón, pero los no
volátiles son transportados por la sangre hasta el lugar de su eliminación, y dada
su naturaleza, son capaces de alterar el equilibrio ácido-base y el pH sanguíneo.
La gasometría arterial permite medir el intercambio de O2 y de CO2 entre el pul-
món y la sangre, y también el estado del equilibrio ácido-base del organismo. La
medición del pH, pO2, y pCO2 en sangre arterial es imprescindible en el diagnós-
tico y control de la insuficiencia respiratoria.

TRANSPORTE DE GASES POR LA SANGRE.


TRANSPORTE DE OXÍGENO

El 97% del oxígeno presente en sangre se transporta en combinación con la


hemoglobina, solo el 3% del oxígeno sanguíneo se transporta en el plasma y en
el citoplasma del eritrocito

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La curva de disociación de la oxihemoglobina en sangre presenta forma sigmoi-
dal. Si la curva es modificada hacia la derecha, la hemoglobina pierde afinidad
por el oxígeno y necesita una mayor pO2 para llegar a saturarse.

Son factores que modifican la curva hacia la derecha:

• El aumento de la temperatura.
• El aumento de la pCO2.
• La disminución del pH.
• La altura.

Si la curva se modifica hacia la izquierda, la afinidad de la hemoglobina por el


oxígeno está aumentada y se llega a la saturación con una menor pO2.

La cantidad de oxígeno unido a la Hb, no solo depende de la pO2, sino de otros


muchos factores entre los que destacan, la pCO2, el pH, los fosfatos, y la altura.

TRANSPORTE DE CO2
La sangre transporta dióxido de carbono en las siguientes formas:

• 70 % en forma de anión bicarbonato.


• 7 % disuelto en plasma.
• 23 % en forma de carbamilo-hemoglobina unido a proteínas plasmáticas.

RECOGIDA DEL ESPÉCIMEN


Existen varios tipos de recipientes recomendados para la recogida de sangre
arterial. Uno de los preferidos es la jeringa de vidrio, que debe ajustar perfecta-
mente con su émbolo. Se introduce en la jeringa aproximadamente 1 ml de
heparina, con la que se lubrifica el recipiente y posteriormente es expulsada. De
esta forma queda el espacio muerto lleno de heparina. La aguja a utilizar puede
ser del calibre 23 o superior, la jeringa de vidrio presenta los inconvenientes de
su alto coste inicial, la facilidad de rotura y la necesidad de esterilización.

Otros recipientes de recogida, cada vez más utilizados son las jeringas de plásti-
co desechables, y los tubos de vacío. Las jeringas de plástico desechable pre-
sentan sobre las de cristal las ventajas, de no ser frágiles, no necesitar esteriliza-
ción, son baratas y presentan perfecto ajuste émbolo-cuerpo de la jeringa.

En cuanto a los tubos de vacío existen distintas opiniones, para muchos autores
(la mayoría) pueden producir alteraciones en la presión parcial de los gases co-
mo consecuencia de la succión que ejercen. Otros autores los definen como re-
cipientes satisfactorios.

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La sangre venosa, más fácil de obtener, puede dar valores correctos de pH aun-
que los dará incorrectos para la pCO2 alveolar y la saturación de oxígeno arterial.

La sangre capilar arterializada, como la obtenida del dedo se puede emplear pa-
ra determinar pH y pCO2, pero no para la pO2 .

MANIPULACIÓN
Una vez, extraída la sangre, la jeringa es el recipiente definitivo. Para cerrarla
herméticamente, se suele pinchar en un corcho. No se debe doblar la aguja, ya
que presenta un riesgo innecesario y no se asegura el cierre hermético, (se le
deben eliminar las burbujas de aire, previamente).

Debe ser colocada rápidamente en un recipiente con hielo o en agua helada,


para evitar el consumo de oxígeno y la liberación de dióxido de carbono. No de-
be nunca transportarse a temperatura ambiente.

La muestra de sangre arterial no necesita ninguna manipulación, el estudio de


gases se realiza en sangre completa, solo hay que realizar el análisis en los pri-
meros 15 minutos, pues una mayor conservación podría modificar los gases di-
sueltos.

La determinación es muy delicada y puede ser influida por:

• El número de leucocitos.
• La temperatura.
• El manejo inadecuado.
• El tiempo.

VALORES CRÍTICOS
OXÍGENO

La cantidad de oxígeno presente en sangre, al igual que la de CO2, suele expre-


sarse en unidades de presión parcial. La pO2 mide la cantidad de oxígeno que
pasa del pulmón a la sangre y hay varios factores que pueden afectarla como:

• La correcta circulación sanguínea.


• La capacidad pulmonar.
• El estado del aparato respiratorio.

Los valores de referencia de pO2, están influenciados, por lo tanto por todos es-
tos factores, pero en general:

• Para jóvenes adultos 80 mm Hg. es el límite inferior.

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• Para individuos de edad avanzada 70 mm de Hg. es el límite inferior.

Anoxia es el término general para la oxigenación insuficiente, hipoxemia es la


oxigenación deficiente de la sangre y anoxemia u anoxihemia es la disminución
del oxígeno en sangre.

Cualquier grado de hipoxemia puede ser compensado temporalmente por el or-


ganismo, pero la privación total de oxígeno lleva a la muerte en pocos minutos al
no poseer el organismo reserva alguna. Se han descrito casos de supervivencia
con pO2 de solo 7.5 mm de Hg.

DIÓXIDO DE CARBONO

El CO2 es transportado desde los tejidos hasta los pulmones, donde es expulsa-
do a través de la respiración. Con la pCO2 se refleja la eficacia de la excreción
pulmonar y la cantidad de CO2 generado por el metabolismo. Los valores norma-
les de pCO2 en sangre arterial son de 32 a 45 mm de Hg.

HIPOCAPNIA

Es la disminución de CO2 en sangre por debajo de los valores normales, puede


ser consecuencia de:

• Fallo en el hígado.
• Shock séptico y hemorrágico.
• Lesión craneal.
• Septicemia.

HIPERCAPNIA

Es el aumento de CO2 en sangre por encima de los valores normales, puede ser
consecuencia de:

• Asma.
• Enfisema.
• Bronquitis crónica.

La relación entre los gases presentes en el pulmón por ventilación y los que exis-
ten en sangre se representa por V/Q y recibe el nombre de cociente de ventila-
ción-perfusión.

La pO2 arterial disminuye, a la vez que la pCO2 aumenta, en los siguientes ca-
sos:

• Hipoventilación.
• Desigualdad V/Q.
• Defectos de difusión.

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ESTUDIO ANALÍTICO
Para medir la pCO2 se emplea el electrodo de Severinghaus. Se trata de un elec-
trodo de pH rodeado de una solución electrolítica que está separada de la san-
gre por una membrana permeable al CO2. El material que compone la membra-
na suele ser caucho, teflón o silicona. El pH de la solución depende de la pCO2
en equilibrio con la sangre.

Para determinar la pO2 se emplea el método del electrodo polarigráfico de Clark


para el oxígeno. Consiste en una solución electrolítica de CLK que sumerge
ánodo y cátodo, separada de la sangre por una membrana.

En este sistema se aplica un voltaje de polarización constante al ánodo de plata-


cloruro de plata, y al cátodo, de alambre de platino. El oxígeno se reduce en el
electrodo y su reducción, modifica el potencial eléctrico, en forma proporcional a
la velocidad de reducción. Esta última, claro está, varía en función de la tensión
de oxígeno presente en la sangre.

Los electrodos del pO2 y del pCO2, deben ser calibrados previamente con un gas
o un líquido de presión parcial de oxígeno conocida.

INTERPRETACIÓN
La gasometría arterial puede indicar ciertas anomalías, pero no su grado de
anormalidad, ni tampoco son suficientes para un diagnóstico etiológico específi-
co. Por ejemplo, puede presentar los mismos valores de gases en sangre una
persona con obstrucción crónica de las vías respiratorias que un cardiaco con
edema pulmonar, un asmático que un paciente con neumonía.

EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE

Los ácidos son productos que pueden ser ingeridos directamente en la dieta, o
producidos endógenamente por el metabolismo (oxidación de lípidos, oxidación
de aminoácidos, etc.). Los ácidos volátiles como el H2CO3, pueden ser elimina-
dos por el pulmón en forma de CO2, pero los ácidos no volátiles, no pueden ser
eliminados por el pulmón, y deben excretarse a través de la orina.

El organismo, necesita por lo tanto, de mecanismos capaces de mantener cons-


tante el pH de los líquidos intra y extra celulares (de 7.35 a 7.45), sin que se alte-
re por la presencia de esos ácidos. Esto se consigue con la presencia de tampo-
nes (ácidos débiles en solución con su base conjugada, capaces de mantener el
pH en pequeños márgenes de variación).

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El principal tampón extracelular es el bicarbonato, seguido de la hemoglobina,
las proteínas plasmáticas y el fosfato, todos ellos actúan de forma instantánea en
la reducción del pH pero el equilibrio ácido - base final, lo realizan las células
tubulares renales.

ACIDOSIS

Se produce cuando existe disminución del pH sanguíneo. Puede estar originado


por:

• Acúmulo de CO2 en el organismo “acidosis respiratoria“. Como conse-


cuencia de una hipoventilación. Los riñones intentan compensarlo.
• Acúmulo de ácidos fijos, como el CO2 total y tampón, es una “acidosis
metabólica”. En este caso, la frecuencia respiratoria se aumenta para
intentar compensarlo. Aparece en casos de shock, uremia, ingestión
de tóxicos, etc.

ALCALOSIS

Ocurre cuando el pH sanguíneo es superior a 7.45.

• Alcalosis respiratoria. Ocurre secundariamente a una hiperventilación,


como consecuencia del aumento de la concentración de la pCO2 en
sangre. Los riñones intentan compensarla, disminuyendo la secreción
de ácidos fijos, o la reabsorción del CO3H-
• Alcalosis metabólica. Aparece cuando existen perdidas de ácidos fijos
o ganancia de bases. Se puede deber a vómitos prolongados, aspira-
ción nasogástrica, o ingestión excesiva de antiácidos, aunque también
aparece asociado al síndrome de Cushing, o el hiperaldosteronismo.
Se intenta compensar disminuyendo la frecuencia respiratoria.

pH SANGUÍNEO
Podemos definir el pH como el logaritmo negativo de la concentración de proto-
nes. Sus valores normales se ven afectados por la presencia de sustancias áci-
das o básicas en sangre y es de suma importancia mantenerlo dentro de unos
márgenes concretos para evitar importantes modificaciones de todos los proce-
sos metabólicos, de ahí la importancia de los tampones.

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MÉTODOS ANALÍTICOS DE MEDIDA DEL pH

Para determinar el pH se utiliza sangre total o plasma, siendo adecuada para ello
tanto la sangre arterial, como la venosa, o la capilar. Normalmente el pH venoso
es 0.0003 unidades menor que el arterial.
Cuando intentamos medir el pH en el laboratorio, es muy importante tener en
cuenta:

• Almacenar las muestras en frío, pues a temperatura ambiente se agili-


zan los procesos metabólicos como la glucólisis que producen ácidos
y disminuyen los valores del pH.
• Añadir a las muestras fluoruro sódico para evitar la actividad glucolítica
de los leucocitos.
• Es preferible añadir plasma, pues la actividad anhidrasa carbónica de
los eritrocitos, también modifica el pH.
• No utilizar oxalatos como anticoagulantes, pues aumentan el pH, ni
tampoco citrato o EDTA, pues lo disminuyen, es preferible heparina.

MÉTODOS ELECTROMÉTRICOS

Para medir el pH se usa un sistema de electrodo de vidrio, el cual presenta dos


partes:

• El electrodo de referencia o de calomelanos.


• El electrodo de vidrio.

El electrodo de referencia, mantiene un potencial constante, y el de vidrio desa-


rrolla un potencial proporcional a la concentración del ión hidrógeno en la solu-
ción problema. La sangre total o el plasma problema, se colocan a un lado de la
membrana de cristal, y al otro se coloca una solución estándar son concentra-
ción de hidrogeniones conocida.

La técnica se basa en medir el potencial creado a través de la membrana que


separa ambas concentraciones con concentración de hidrogeniones desigual.

MÉTODOS DE TITULACIÓN

Son poco utilizados. Para evaluar el equilibrio ácido-base, hay que cuantificar no
solo el pH, sino:

• La pCO2.
• La pCO2 total.
• El exceso de base.

Todo esto nos dará información para evaluar el equilibrio ácido-base e identificar
las causas de las posibles alteraciones.

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TEMA 2. IONOGRAMA. ESTUDIO ANALÍTICO

CONCEPTO.
Los electrolitos son iones que existen normalmente en los líquidos corporales.

Un ionograma es la determinación y el registro de la concentración de los diver-


sos aniones y cationes de un líquido corporal.

PRINCIPALES ELECTROLITOS.

A nivel extracelular, los principales cationes son Na+ y K+, y los principales anio-
nes Cl- y HCO3.

Las concentraciones de estos electrolitos afectan al metabolismo, al estado de


hidratación, al pH intra y extra celular. Además, la diferente concentración de
estos electrolitos en los líquidos intra y extra celulares, regula el funcionamiento
del sistema nervioso y del tejido muscular.

Las concentraciones de electrolitos se pueden expresar de varias formas :

-miliequivalentes por litro = mEq/l.


-milimoles por litro = mmol/l.

*Recordar que 1 mEq equivale a 1mmol, solo en el caso de iones monovalentes.

SODIO, POTASIO Y AGUA.

El agua constituye aproximadamente el 60% del peso corporal de un adulto, re-


partida como sigue:

• Líquido
o extracelular 20% (LEC).
o vascular 5%.
o intersticial 15%.
• Líquido intracelular 40% (LIC).
• Líquido transcelular 1-3%.

Lo que distingue a unos líquidos de otros, es simplemente la composición de


electrolitos.

Líquido extracelular Líquido intracelular


% Na 95-98% 2-5%
Cationes Na (142 mEq /l) >Ca K (161 mEq /l )>Mg>Ca

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Líquido extracelular Líquido intracelular
Aniones HCO3 (27 mEq /l) Aniones orgánicos (proteínas)
Cl (101 mEq /l) * 4 veces más proteínas.
pH 7.4 7.0

El LIC y el LEC, a pesar de su diferente composición electrolítica, se muestran


siempre en equilibrio osmótico, regulado con la bomba Na-K-ATPasa, que extrae
3Na+ del interior celular e introduce 2K+.

Los dos constituyentes el LEC (plasma y líquido intersticial), presentan una com-
posición muy similar de electrolitos, son la presión hidrostática y la oncótica las
que inducen al intercambio de Na+ y agua entre ambos espacios, que se lleva a
cabo a nivel capilar.

Entre LEC y el transcelular, también se intercambia agua y Na+. A nivel de tubo


digestivo se intercambian de 6-8 l/día de agua cuando la [Na+] es menor que la
del espacio transcelular.

BIOQUÍMICA DEL SODIO Y DEL POTASIO.

Los valores normales de sodio y potasio en sangre son:

-Na+: 135 a 148 mmol/l.


-K+: 3.8 a 5.5 mmol/l.

El sodio se excreta en orina cuando sus valores en sangre superan los 110
mmol/l. Se excreta de 30 a 280 mmol/día.

El potasio excretado en orina es de unos 25 -120 mmol/día.

La función biológica más importante del sodio y el potasio, es la de regular la


presión osmótica, y asegurar la integridad celular (Son cargas positivas que re-
tienen aniones).

Otra de las funciones del sodio y el potasio es la de mantener el balance de agua


en el organismo.

El sodio, por su parte, interviene en el equilibrio ácido-base, y el potasio, por la


suya, en la propagación del impulso nervioso y por lo tanto, también en la activi-
dad muscular.

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TÉCNICAS UTILIZADAS PARA LA DETERMINACIÓN DE SODIO Y
POTASIO, ESTUDIO ANALÍTICO.

FOTOMETRÍA DE LLAMA.

Existen diversas técnicas para determinar el sodio y el potasio en sangre. La


más rápida y simple de ellas es la fotometría de llama.

La fotometría de llama se basa en que al pulverizar una solución de una susta n-


cia sobre una llama, los electrones de los átomos de dicha sustancia se excitan y
pasan a niveles de energía superiores. Este exceso de energía es cedido al am-
biente en forma de color en la llama. Tras colorear la llama, los átomos pasan a
un estado menor de energía.

La coloración aparecida, corresponde a la emisión de rayos de una determinada


longitud de onda, característica de cada elemento. La intensidad del color de-
pende directamente de la concentración de la sustancia.

En la llama se producen los siguientes colores característicos de determinados


elementos:

Litio........................color rojo.
Sodio......................color amarillo.
Potasio....................color violeta.
Magnesio ...............color azul.

En un fotómetro de llama se distinguen las siguientes partes:

Atomizador: Es la parte encargada de disgregar la solución problema en gotas


pequeñitas. Una vez disgregada, sus átomos pueden, más fácilmente absorber
la energía térmica de la llama, y excitarse.

Llama: Se encarga de excitar los electrones de los átomos de la sustancia pulve-


rizada.

Monocromador: Es la parte encargada de seleccionar la longitud de onda.

Detector; es el medidor de la energía radiante emitida.

Normalmente se comparan soluciones de concentración conocida del elemento


(Na + o K+) con la muestra problema (suero).

• Se preparan una serie de soluciones patrón de sodio (2.5; 5.0; 7.5 y 10


microgramos /ml).
• Se preparan otra serie de soluciones patrón de potasio (5; 10;15 y 20 mi-
crogramos /ml). A esta serie hay que añadir Na+ en concentración similar
a la normal en el suero.

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Con las soluciones patrón se obtienen resultados que hay que trasladar a una
curva de calibración (una para el sodio y otra para el potasio), colocando en abs-
cisas las concentraciones en microgramos/ml y en ordenadas las intensidades
de emisión leídas por el galvanómetro.

Para la determinación del Na+ se diluye el suero, normalmente 1:500, y para la


del K+ 1:20. Se leen las intensidades de emisión, y se traslada a la curva respec-
tiva obtenida anteriormente, para de esta forma determinar la concentración en
el suero problema.

Los valores normales suelen ser:

-Na+ en suero ------------------------------135-155 mEq /l.


-K+ en suero-----------------------------------3.6-5.5 mEq /l.

POTENCIOMETRÍA CON ELECTRODO ION -SELECTIVO.

Otra técnica utilizada para detectar Na+ y K + es la de la potenciometría con


electrodo ión selectivo:

-Na+..............electrodo = membrana de i.iónico de vidrio.


-K+................electrodo = membrana transportadora neutra de valinomicina.

Las interferencias que se presentan en la aplicación de esta técnica son; la


hemólisis, el heparinato, y los anticoagulantes sódicos.

IONES CLORURO.

El principal anión extra celular es el cloruro. El exceso de Cl- es excretado con la


orina.

Su concentración normal en suero es de 101 mEq /l, excretándose en orina, en


condiciones normales, de 110 a 250 mmol /día.

Los iones cloruro tienen una importante función en el mantenimiento del equili-
brio ácido - base.

Los iones cloruro son ingeridos normalmente en la dieta y se reabsorben en el


intestino.

ESTUDIO ANALÍTICO.

Se puede medir a través de los siguientes métodos:

• Titulación mercurimétrica.
• Titulación culombimétrica - amperométrica.
• Colorimetría mediante Hg (SCN)2.

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• Uso de electrodos específicos de este ión.

A) Titulación mercurimétrica:

En ella el cloruro y el Hg++ se unen formando HgCl2. El Hg++ en exceso se


combina con la difenilcarbazona dando un complejo coloreado de color azul-
violeta. Un ejemplo de técnica mercurimétrica es la de Shales-Shales.

2CL- + (NO3)2Hg.........................(indicador).............Cl2Hg + 2NO3-

B) Titulación columbimétrica:

Requiere pequeños volúmenes y es un método muy preciso . Se


utiliza en pediatría y también para determinar los niveles de cloruro en el sudor.

C) Método del tiocianato:

Muestra (Cl-) + Hg (SNC)2........................cloruro mercúrico + SNC- Libre.

El tiocianato libre, reacciona con Fe 3+, formando complejos, cuya intensidad de


color determina fotométricamente, es proporcional a las cantidades de cloro exis-
tentes en la muestra.

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TEMA 3.- BIOQUÍMICA CARDIACA

INTRODUCCIÓN.

Aproximadamente en el 20% de los casos de cardiopatía isquémica, la primera


manifestación de la enfermedad es la muerte súbita. La experiencia obtenida en
países como EE.UU., Australia y Finlandia nos muestra que la Cardiopatía Is-
quémica es prevenible al menos en parte.

En España, la mortalidad por Cardiopatía Isquémica es baja, pero en el período


1968-1977 prácticamente se duplicó, pasando de la tasa bruta de 43 a la de 80
por cien mil, existiendo una tendencia al aumento de la tasa de mortalidad es-
tandarizada en relación con otros países europeos.

Estos datos nos hacen ver la importancia de la prevención de la enfermedad así


como del diagnóstico temprano, para evitar desenlaces fatales. Entre las múlti-
ples técnicas diagnósticas con que contamos, destacaremos en este tema la
valoración bioquímica-enzimática en la fase aguda de la isquemia miocárdica y
en la evolución de la enfermedad en los primeros días.

Las enzimas catalizadoras orgánicas responsables de la mayoría de las reaccio-


nes químicas que suceden en el organismo, se encuentran en todos los tejidos.
Algunas se han identificado en el plasma, al que llegan desde las células daña-
das o quizás incluso desde las células intactas.

En la actualidad se han identificado en el suero más de 50 enzimas. Los niveles


de muchas enzimas han sido estudiados con extensión en una gran variedad de
procesos. Se han aplicado algunas pruebas de enzimas séricas con tanta ampli-
tud en algunos problemas clínicos, que se consideran procedimientos habituales
en el laboratorio. Otras, aunque muestran claramente ser un reflejo de diversas
enfermedades, se llevan a cabo en relativamente pocos laboratorios clínicos,
porque la prueba en sí es técnicamente diferente o porque la información facili-
tada se considera que ayuda muy poco. Otras pruebas tienen un interés de in-
vestigación más que clínico.

El empleo de las enzimas séricas como ayuda diagnóstica ha sido muy empírico,
pero los valores observados en circunstancias clínicas y experimentales permi-
ten un análisis especulativo de los factores que controlan los niveles de las en-
zimas séricas en sujetos normales y enfermos. Los niveles séricos de una enzi-
ma particular crecen en las enfermedades que conducen a un aumento de su
liberación por el tejido, por un aumento de la cantidad disponible para su libera-
ción o por una disminución de esta cantidad. Un aumento de la cantidad liberada
es sin duda responsable de los elevados niveles séricos de las enzimas que pro-
ducen necrosis en las enfermedades hepáticas, pancreáticas y miocárdicas. El

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tipo de anormalidad de los valores de las enzimas séricas resultantes depende
del contenido enzimático normal del tejido afectado y de la extensión y tipo de la
necrosis.

La selección de las pruebas enzimáticas para su uso clínico ha dependido de


circunstancias históricas, de la experiencia ganada en la correlación de los valo-
res con otras determinaciones patológicas y la facilidad técnica de realizar cada
procedimiento respectivo.

MARCADORES BIOQUÍMICOS: VALOR DIAGNÓSTICO Y EVOLUTIVO EN


EL PROCESO ISQUÉMICO.

En el infarto del miocardio hay unos cambios hemáticos inespecíficos que tradu-
cen la inflamación y necrosis, como son una discreta leucocitosis con desviación
izquierda, que aparece en las primeras horas y dura una semana, y un aumento
de la VSG, que tiene lugar a partir del cuarto o quinto día y dura varias semanas.
Pero el máximo valor diagnóstico lo representan las elevaciones de ciertas enzi-
mas (contenido fundamental de nuestro tema), liberadas en grandes cantidades
a partir del tejido cardiaco necrosado. Difiere la rapidez con la cual es liberada
cada enzima y su esquema temporal de liberación tiene cierta importancia dia-
gnóstica.

Transaminasa glutámico oxalacética (GOT): comienza a elevarse precozmen-


te, a las doce horas, alcanza su máximo al segundo día y se normaliza al cuarto
o quinto día. Puede elevarse hasta 10 veces su valor normal (8-20 U/L).

La lista de afecciones distintas al infarto del miocardio que pueden elevar la


GOT comprende:

• Insuficiencia ventricular derecha con congestión hepática


• La administración de salicilatos, opiáceos o anticoagulantes
• Enfermedad muscular primaria, incluyendo distrofia muscular y trauma-
tismo quirúrgico
• Operaciones quirúrgicas
• Pancreatitis aguda
• Daño extenso del sistema nervioso central
• Toxemia del embarazo
• Crisis hemolítica
• Machacamiento o quemaduras
• Infarto del riñón, bazo o intestino
• Hipotiroidismo.

Está presente, además, en otros tejidos: hígado, músculo, riñón, cerebro, por lo
que enfermedades de estos órganos pueden producir aumentos séricos de la
enzima.

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La experiencia confirma que las determinaciones de CPK y sus isoenzimas y de
LDH y sus isoenzimas son indicadores más fiables para el diagnóstico de labora-
torio de necrosis miocárdica.

En pacientes con criterios clínicos de insuficiencia coronaria más que de infarto


de miocardio pueden darse cifras elevadas de GOT en suero. No está claro si
esto representa una necrosis miocárdica que no ha podido reconocerse median-
te otros métodos (bastante improbable) o una liberación de la enzima al suero,
incluso sin una necrosis clara del miocardio.

Lactodehidrogenasa (LDH): esta enzima cataliza la oxidación reversible de


lactato a piruvato. Está ampliamente distribuida en tejidos de mamíferos y es
más abundante en el miocardio, riñón, hígado y músculo. Se han aplicado para
su análisis métodos espectrofotométricos y colorimétricos.

Los niveles séricos elevados de LDH se observan en muchas circunstancias.


Los valores más altos (2 a 40 veces la normalidad) se ven en casos de anemia
megaloblástica, en carcinomatosis extensa, en el shock grave y en la anoxia.
Subidas moderadas (2 a 4 veces la normalidad) ocurren en enfermos de infarto
de miocardio, infarto pulmonar, leucemia granulocítica, anemia hemolítica, mo-
nonucleosis infecciosa y en pacientes con distrofia muscular. Se ven ligeras ele-
vaciones en casos de hepatitis, ictericias obstructivas o cirrosis.

Son bastantes característicos los patrones de niveles séricos elevados de LDH


en los casos de infarto de miocardio. En general, aumenta más tarde, a las vein-
ticuatro horas; alcanza el pico a los tres o cuatro días y persiste elevada cuando
el resto de las enzimas se han normalizado; vuelve el nivel basal a los siete o
diez días, y la elevación máxima puede ser dos o tres veces los valores norma-
les (45-90 U/L).

Es menos específica, pues se encuentra prácticamente en todos los tejidos del


organismo. Por ello tiene más valor determinar sus cinco isoenzimas, que aun-
que presentes en toda las economía, lo están a concentraciones diferentes en
los diversos tejidos.

Mediante electroforesis se pueden separar cinco isoenzimas comunes a la LDH.


Cada una de estas isoenzimas se distingue de las otras mediante procedimien-
tos serológicos, electroforéticos y otros varios de orden químico. Las isoenzimas
de la LDH se designan en la práctica de acuerdo con su movilidad electroforéti-
ca. Cada isoenzima es un tetrámero constituido por cuatro subunidades, cada
una con un peso molecular de 34.000. Existen dos tipos de estas subunidades,
designados respectivamente H y M, H para la cadena de péptidos del corazón y
M para la cadena del músculo estriado.

Los diversos tejidos difieren en cuanto a sus esquemas específicos de isoenzi-


mas, la isoenzima que se desplaza con mayor rapidez y que es más abundante

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en el corazón, ha sido designada LDH1, en cambio, en el hígado y en el múscu-
lo estriado predominan isoenzimas de desplazamiento más lento.
La LDH1 es relativamente específica del corazón, por lo que su elevación y, so-
bre todo, la relación LDH1/LDH2 cuando es superior a uno (LDH invertida) es
muy sugerente de infarto de miocardio, aún cuando la LDH total no haya aumen-
tado. En casos de infarto de miocardio, la LDH1 aumenta antes que la LDH total,
y puede incluso aumentar sin que se note todavía ningún cambio de LDH total.
Por tanto, una elevación de la LDH1 constituye un índice del infarto de miocardio
más sensible que la LDH total. Cabe mencionar una sensibilidad superior a 95%.

Es difícil la cuantificación de las isoenzimas, y las técnicas son demasiado incó-


modas para su empleo en el estudio de numerosos sueros. Sin embargo, la de-
terminación de LDH1, la isoenzima miocárdica, puede realizarse mediante técni-
cas sencillas como el análisis de la actividad total de LDH.

Creatinfosfoquinasa (CPK): es la enzima que más precozmente se eleva en el


infarto de miocardio, ya que hay niveles altos a las cuatro o seis horas, alcanza
el pico máximo a las veinticuatro-treinta horas y se normaliza al tercer o cuarto
día. Puede elevarse hasta cuarenta veces su valor normal (varón 12-70 U/L;
hembra 10-55 U/L).

Es la más específica, pero se encuentra también en el tejido muscular y en el


cerebro y además se eleva por inyecciones intramusculares, cardioversión, ciru-
gía, etc.

Reviste una importancia especial, en la clínica, el hecho de que una inyección


intramuscular puede ir seguida de una elevación al doble o al triple de la cifra
sanguínea de CK.

Esta particularidad puede significar diagnósticos erróneos de infarto del miocar-


dio en pacientes que recibieron inyecciones intramusculares de algún analgésico
para combatir un dolor torácico que no era de origen cardiaco. Otras posibles
causas de aumento de la CK pueden ser:

• la miopatía que acompaña al alcoholismo crónico.


• el tratamiento con clofibrato.
• el cateterismo cardiaco.
• el hipotiroidismo.
• las embolias cerebrales.
• el ejercicio físico.

La CPK tiene tres isoenzimas, cada una constituida por dos subunidades: M
(músculo) o B (cerebro); el cerebro contiene BB; el músculo esquelético MM, y el
miocardio MM y MB. Pues bien, la isoenzima MB (CPK-MB) resulta específica
del músculo cardiaco; su curva de elevación es similar a la de la CPK total, pero
algo más precoz.

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La presencia de CPK-MB en los sueros indica una lesión de miocardio y se ob-
serva en todos los pacientes durante el período de 48 horas después de un infar-
to agudo de miocardio. Sin embargo, también se detecta en menor grado en in-
dividuos con angina e insuficiencia coronaria graves, pero sin indicaciones de
infarto.

En vista de que la elevación de la cifra sérica de CPK dura poco tiempo, quizá
pase inadvertida si las primeras muestras de sangre se recogen después de
transcurridas 72 horas. La actividad de la CPK-MB nunca supera el 40% de la
actividad sérica total de la CPK y el resto es CPK-MM.

Las determinaciones de la isoenzima de la CPK realizadas después del día 4


sólo revelarán actividad de la CPK-MM, y no podrá establecerse su origen en el
corazón o músculo.

Con las técnicas actuales de reperfusión precoz, utilizando la administración in-


travenosa de sustancias fibrinolíticas, para romper la porción fresca del trombo
arterial, los niveles de CPK suben espectacularmente, alcanzando hasta mil ve-
ces su valor normal. Esto último no es indicativo de gran necrosis miocárdica,
sino consecuencia de la destrucción, al menos parcial del trombo intraarterial.

Se sabe desde hace mucho que el tamaño del infarto tiene cierta relación con la
cantidad de enzimas liberadas. Se ha demostrado que puede conocerse la masa
de músculo cardiaco infartado a partir del análisis de la curva de concentración-
tiempo de la enzima en cuestión, siempre y cuando se conociera la cinética de
liberación, desdoblamiento, eliminación, etc. de dicha enzima. Si se analiza una
curva de tiempo de la fracción MB de la CK puede calcularse el tamaño del infar-
to en términos de gramos.

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En más del 95% de pacientes con un infarto del miocardio comprobado existen
elevaciones características en la concentración sérica de las enzimas.

Existen otros indicadores bioquímicos de infarto, como el incremento de mioglo-


bina en suero, disminución del Zinc plasmático, etc., no tienen en la actualidad
utilización en la clínica.

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TEMA 4. PRINCIPALES MARCADORES
TUMORALES E IMPLICACIÓN PRÁCTICA.

INTRODUCCIÓN

Con la detección y tratamiento precoces del cáncer, responsable actualmente de


una gran mortalidad en la población mundial, se espera se produzca una marca-
da disminución en la morbilidad y mortalidad de esta enfermedad.

La detección precoz mediante técnicas citológicas han dado resultados muy po-
sitivos en la detección de ciertos tumores (Ej.: cáncer cervical) aunque no detec-
tan por sí mismas gran cantidad de tumores. Es por ello que la investigación se
ha centrado en la investigación de productos tumorales en sangre, orina y otros
líquidos corporales.

Así, reciben el nombre de MARCADORES TUMORALES a aquellas sustancias


presentes en sangre, orina u otros líquidos corporales (fundamentalmente se
investiga en sangre) procedentes de la célula neoplásica, ya que por sus espe-
ciales características ésta sintetiza compuestos que se distinguen de los aporta-
dos por una célula normal, bien en su estructura, bien en su concentración en los
líquidos biológicos.

TUMOR, CÁNCER Y CÉLULAS TUMORALES

Llamamos tumor a la neoformación o nuevo crecimiento de tejidos en que la


multiplicación de las células no está totalmente controlada por los sistemas regu-
ladores del organismo.

Denominamos cáncer a un tumor maligno en general. Las características bási-


cas de la malignidad es una anormalidad de las células trasmitidas a las células
hijas, que se manifiesta por la reducción del control del crecimiento y la función
celular, conduciendo a una serie de fenómenos adversos en el huésped a través
de un crecimiento masivo, invasión de tejidos vecinos y metástasis.

La característica principal de la célula tumoral con respecto a las células norma-


les es fundamentalmente la pérdida de control en los procesos de crecimiento y
división. Al llevarse estos de forma desorganizada, conduce a la formación de
una masa tumoral que invade los tejidos circundantes rompiendo las membranas
límites de las distintas estructuras. La diseminación y colonización de algunas de
estas células tumorales puede dar lugar a la aparición de metástasis o más focos
morbosos secundarios en regiones no contiguas del punto de evolución del foco
primitivo.

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ALTERACIONES DE LAS CÉLULAS TUMORALES

En las células tumorales o neoplásicas se conocen anomalías tanto estructurales


como genéticas.

DE LA MEMBRANA

En las membranas celulares se detectan modificaciones en las glicoproteínas


transmembrana y en los enlaces entre los distintos componentes moleculares
que ocasionan un crecimiento desordenado del tejido, con la formación de la
masa tumoral.

Igualmente aparecen modificaciones en los receptores de membrana que con-


ducen en algunos casos a facilitar el anclaje de células tumorales en otros teji -
dos.

Aparecen además proteínas anómalas que dotan a las células neoplásicas de


una gran respuesta a factores que determinan su crecimiento y multiplicación.
Cabe resaltar la detección de la llamada “proteína P” que dota a las células de
gran resistencia a las drogas neoplásicas utilizadas en quimioterapia.

DEL NÚCLEO

Respecto a las anomalías que afectan al núcleo, las más fácilmente detectables
afectan al tamaño nuclear, lo que determina un índice mitótico mayor que el co-
rrespondiente a una célula normal.

GENÉTICAS

Las alteraciones más importantes afectan al material genético. Existen una serie
de genes normales llamados prooncogenes que por acción de determinados
agentes se transforman en oncogenes, lo que se traduce en la mayoría de los
casos en la alteración en la composición de las proteínas que codifican o altera-
ciones en la cantidad induciendo a la mitosis acelerada de las células.

Por este mismo mecanismo puede además desaparecer genes protectores, ma-
lignizándose igualmente la célula afectada.

DEL CICLO CELULAR

En un ciclo celular normal la mayor parte del tiempo lo dedican las células, una
vez diferenciadas, a sintetizar productos específicos de cada tipo celular. Una
vez dividida la célula puede madurar y diferenciarse para continuar de nuevo el
ciclo celular. Dicho ciclo celular está regulado por una serie de proteínas sinteti-
zadas por la propia célula.

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Cuando este ciclo se altera, las células no maduran, no se diferencian, por lo que
no tienen capacidad de síntesis y se dividen a gran velocidad constituyendo rá-
pidamente la masa tumoral.

TIPOS DE MARCADORES TUMORALES

ESPECÍFICOS E INESPECÍFICOS

Las sustancias marcadores se pueden clasificar como específicos de un tumor o


asociados a este.

Los antígenos específicos del tumor se piensan que son resultado directo de la
oncogénesis; pueden considerarse como neoantígenos específicos de las célu-
las tumorales.

Los antígenos inespecíficos están asociados al tumor, y comprenden diversas


enzimas y proteínas que aparecen en sangre y son mediadas por el propio tumor
o su influencia en tejidos no afectados.

EN FUNCIÓN DE SU UTILIDAD CLÍNICA

Podemos clasificar los marcadores tumorales en función de su utilidad clínica en:


marcadores diagnósticos, terapéuticos, de evolución y genómicos.

La determinación de marcadores tumorales en sangre nos proporciona una gran


información, aunque el conocimiento de la tasa de marcadores tumorales en la
propia masa tumoral nos va a proporcionar también una valiosa información.

Si estos son negativos, nos indica que nos encontramos frente a un tumor de
células no diferenciadas incapaz de sintetizar estos marcadores, y por lo tanto de
gran agresividad. Por el contrario, si los marcadores son positivos, nos indica
que las células tienen la diferenciación suficiente para sintetizar, y por lo tanto de
menor agresividad que en el caso anterior.

Así, este tipo de determinación nos ayuda a diagnosticar y cuantificar la mayor o


menor agresividad de las células tumorales, se denominan por tanto marcado-
res diagnósticos.

La determinación basal y la cuantificación periódica de los marcadores tumorales


es indicativa de la sensibilidad de la célula a una determinada terapia (marcado-
res terapéuticos) e indicativa igualmente de la evolución de la enfermedad y de
la utilidad de la terapia elegida (marcadores de evolución).

Existen además marcadores genómicos que permiten conocer la incidencia de


las alteraciones de los prooncogenes al inicio de la enfermedad. Habitualmente
se trata de proteínas codificadas por los genes alterados.

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CARACTERÍSTICAS DE LOS MARCADORES TUMORALES

Para que un marcador tumoral sea considerado como tal debe reunir una serie
de características como son:

1. Deben ser producidas por las células tumorales o bien modificar los valores
normales de un individuo sano. En el primer caso, entre los marcadores pro-
ducidos por una célula neoplásica tenemos por ejemplo los antígenos oncofe-
tales, o la gonadotropina coriónica en varones o mujeres no embarazadas. En
el segundo caso, hay que fijar previamente los llamados valores de corte o va-
lores a partir de los cuales supondremos probable la existencia de una patolo-
gía.
2. Deben detectarse y cuantificarse fácilmente.
3. Deben ser de alta sensibilidad y su tasa ser reflejo del tamaño tumoral.
4. Deben ser específicos.
5. Sus niveles en individuos sanos deben ser muy inferiores a los que se en-
cuentran en individuos enfermos.

CUALIDADES DE LOS MARCADORES TUMORALES.

Como comentamos anteriormente, un marcador debe ser sensible y específico.


Podemos definir los conceptos de sensibilidad y especificidad de la siguiente
forma:

• Sensibilidad: Es la probabilidad de encontrar un valor positivo en


una población de enfermos.
• Especificidad: Es la probabilidad de hallar un valor negativo en
una población de sanos.

Si suponemos dos muestras de población, una de individuos sanos y otra de


individuos enfermos, consideraremos un valor verdaderamente positivo (VP) a
aquel superior al límite de normalidad en un individuo enfermo; un valor verdade-
ramente negativo (VN) al valor inferior al límite normal en un individuo sano; un
valor falsamente positivo (FP) a un valor superior al límite de normalidad en un
individuo sano y un valor falsamente negativo (FN) a un valor inferior al límite de
normalidad en un individuo enfermo.

En base a esto:

Sensibilidad = (VP/(FP+FN)) x 100


Especificidad = (VN/(FP+VN)) x 100

Es por ello que se deben asociar marcadores de gran sensibilidad con otros de
gran especificidad.

Así, si tenemos interés en conocer que no se padece una determinada enferme-


dad, buscaremos una especificidad alta, donde los falsos positivos tiendan a ce-

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ro; mientras que si queremos tratar una patología de gran agresividad debemos
buscar técnicas de gran sensibilidad, donde los falsos negativos tiendan a cero,

Podemos definir también respecto a los marcadores tumorales el Valor Predic-


tivo, que es la probabilidad de que un sujeto investigado padezca o no la enfer-
medad. Así, el valor predictivo positivo es la probabilidad de que el sujeto padez-
ca la enfermedad.

VPP = (VP/(VP+FP)) x 100

El valor predictivo negativo, por tanto, será la probabilidad de que el individuo no


padezca la enfermedad.

VPN = (VN/)VN+FN)) x 100

Un marcador se puede emplear como prueba de screening en una población


para detectar un determinado cáncer cuando el VPP sea alto.

DETERMINACIÓN DE MARCADORES

NIVELES DE MARCADORES

Los factores que determinan los niveles de marcadores en sangre son:

1. Índice tumoral de síntesis: Es la relación entre el número de células producto-


ras del marcador utilizado en el seguimiento y el número total de células cons-
titutivas de la masa tumoral.

2. Localización de la masa tumoral y mecanismo de liberación que permite el


paso del marcador a la circulación general.

3. Vida media del marcador en la propia masa tumoral y en sangre periférica.

4. Factores analíticos relacionados con la técnica elegida para su determinación.

TOMA DE MUESTRAS

La obtención de la muestra es de gran importancia ya que los niveles de marca-


dores se pueden ver afectados por:

1. La exploración del paciente previa a la obtención de la muestra puede provo-


car un aumento en la tasa de marcadores, especialmente en el caso de en-
fermedades prostáticas.

2. Los agentes quimioterapéuticos pueden interferir en la determinación del mar-


cador, por lo que debe esperarse un periodo determinado que va a depender
de la vida media de la droga utilizada.

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3. La necrosis celular que sigue a un tratamiento radiológico o a la quimioterapia
ocasiona la liberación de todos los componentes celulares, con la consecuen-
te elevación de los niveles en sangre.

DETERMINACIÓN DE MARCADORES

Es importante antes de iniciar cualquier tratamiento o manipulación determinar


los valores basales, para poder seguir la evolución y eficacia del tratamiento
elegido.

Por otro lado, los marcadores inespecíficos no tienen unas tasas o valores esta-
blecidos en general, por lo que el propio paciente es su propio control, y el cono-
cimiento de los valores basales ayudará en la interpretación de las oscilaciones
que tengan dichos valores.

La historia y patología de cada paciente, así como la medicación que se prescri-


ba marcará el número y frecuencia de las determinaciones posteriores para el
seguimiento del tratamiento y evolución de la enfermedad. La interpretación de
las cifras de los marcadores ha de hacerse con cautela, pues están sujetos a
muchas variables.

La presencia de un valor elevado inesperado y no explicable por una posible


manipulación, medicación, infección, etc., deberá ser cuidadosamente compro-
bado repitiendo la determinación e incluso la extracción. Esto es importante ya
que este valor elevado nos puede indicar recidivas mucho antes que estas pue-
dan ser detectadas por otros medios.

MÉTODOS DE DETERMINACIÓN

Los marcadores tumorales pueden ser detectados tanto en tejidos tumorales


como en líquidos biológicos.

La detección en tejidos tumorales se realiza mediante técnicas inmunocitoquími-


cas.

La determinación de marcadores tumorales en líquidos biológicos se lleva a cabo


mediante técnicas inmunoquímicas, que incluyen entre otras el radioinmunoaná-
lisis (RIA) y técnicas de enzimoinmunoanálisis (ELISA).

Son técnicas basadas en reacciones antígeno-anticuerpo, por lo que son de gran


sensibilidad, aunque van a influir en la técnica la afinidad y especificidad del anti-
cuerpo utilizado.

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ASOCIACIÓN DE MARCADORES

Los marcadores tumorales se suelen asociar en el estudio de una determinada


enfermedad, ya que utilizados asociados aumenta la sensibilidad.

Se recomienda asociar al menos dos marcadores, un marcador de celularidad,


habitualmente de poca especificidad (CEA), de alteración de la respuesta inm u-
nitaria (Neopterina) o de proliferación celular (TPS) con otro de mayor especifici-
dad dentro de la patología estudiada, habitualmente de menor sensibilidad que
los anteriores.

En distintas neoplasias se emplean asociaciones de varios marcadores para el


diagnóstico, seguimiento y detección precoz de recidivas. Ponemos varios ejem-
plos:

1. Cáncer de mama: es la primera causa de mortalidad por cáncer en las múje-


res. Se emplea como marcadores tumorales para el diagnóstico y seguimiento
el CEA y el Antígeno Ca 153, como marcadores de pronóstico y terapéuticos
se utilizan los receptores de estrógeno y progesterona.

2. Cáncer de próstata: Es la segunda causa de mortalidad por cáncer en el va-


rón de edad comprendida entre los 50 y 60 años. En el diagnóstico y segui-
miento se utilizan el PSA y la fosfatasa ácida prostática (PAP).

3. Cáncer de hígado: Como marcador se emplea la alfafetoproteína, de utilidad


en el diagnóstico y en el control, e incluso con valor pronóstico para enfermos
con hepatocarcinoma. En el estudio de las metástasis se emplea el antígeno
carcinoembrionario, sobre todo en el seguimiento del enfermo tratado.

ESTRUCTURA DE LOS MARCADORES

Los marcadores pertenecen a grupos con estructuras químicas muy variadas.

Los antígenos oncofecales se detectan en sangre fetal y prácticamente después


del parto se reducen a niveles no detectables. A medida que un individuo sano
crece es posible que aparezcan en suero en concentraciones bajas. Dos de los
antígenos oncofecales más conocidos son la alfafetoproteína (AFP) y el antígeno
carcinoembrionario (CEA).

Entre las proteínas que tienen utilidad de diagnóstico para la evaluación de pa-
cientes con cáncer se encuentran aquellas asociadas al embarazo, tales como la
gonadotropina coriónica humana.

Las enzimas son marcadores útiles de procesos malignos.

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Muchas hormonas son producidas por los tumores: cuando el tejido no endocri-
no es responsable de la producción de hormonas se habla de producción hor-
monal ectópica.

Los marcadores celulares, tales como los antígenos de las células T o B son úti-
les, así como los receptores de estrógenos y progesterona.

En la tabla 1 aparecen los marcadores tumorales asociados a las patologías en


que aparecen.

MARCADORES TUMORALES MÁS UTILIZADOS

ANTÍGENO CARCINOEMBRIONARIO (CEA)

Se trata de una glicoproteína sintetizada en el tejido fetal, formada por varios


componentes que han de tenerse en cuenta, ya que dependiendo del anticuerpo
empleado en la técnica de determinación, se reconocerá uno o varios compo-
nentes, lo que se reflejará en la tasa obtenida.

En pacientes adultos con diversos tipos de cáncer pueden detectar niveles ele-
vados en las células y en plasma, aunque no es específico de ningún proceso
maligno ni de tipo tumoral.

El CEA puede aparecer aumentado es especial en procesos malignos del apara-


to digestivo, páncreas, pulmón y mama.

Su mayor aplicación es el diagnóstico y seguimiento postoperatorio del cáncer


colo-rectal y el estudio de las metástasis del cáncer de hígado.

ALFAFETOPROTEINA (AFP)

Es una glicoproteína presente en el suero de individuos sanos a bajas concen-


traciones. Valores aumentados se observan en hepatomas y en tumores germi-
nales. Pequeños incrementos de AFP pueden detectarse en relación con tumo-
res del aparato digestivo o del pulmón.

Tabla 1: Marcadores tumorales y tumores asociados

TIPO MARCADOR TUMOR ASOCIADO


Antígenos on- CEA Mama, colon
cofetales AFP Hígado, tumores germinales

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TIPO MARCADOR TUMOR ASOCIADO
Glicoproteínas Ca 153 Mama
Ca 549 Mama
Ca 125 Ovario
Proteínas Caseína Mama, pulmón, gastrointes-
Ferritina tinal
Osteocalcina Leucemia
Metástasis ósea
Enzimas Creatincinasa (BB) Próstata
Fosfatasa ácida prostática(PAP) Próstata
Fosfatasa alcalina Pulmón
Antíg. Especif. Prostático(PSA) Próstata
Receptores De estrógeno Mama
hormonales De progesterona Mama
Marcadores Marcadores de las células T, B Linfoma
celulares
Poliaminas Espermina, espermidina, putres- Leucemia, linfoma, cáncer
ceina colorrectal
Hormonas Calcitonina (CT) Metástasis óseas
Gonadotropina coriónica(HCG) Tumores germinales
Adrenocorticotropica (ACTH) Pulmón
Paratiroidea (PTH) Riñón, pulmón, páncreas,
Antidiurética (ADH) ovario
Del crecimiento (GH) Pulmón
Eritropoyetina Pulmón, estómago
Lactógeno placentario humano Cerebro, hígado
Estimulante del tiroides (TSH) Pulmón
Pulmón, mama

ANTÍGENO Ca 153

Pertenece al grupo de las proteínas transmembranas, cuya estructura aún no


está establecida.

Existe una gran dispersión entre los valores encontrados en una población nor-
mal, en una población afectada de una patología mamaria benigna y una pobla-
ción que presenta una enfermedad maligna. Es por ello, que lo interesante es
disponer de los valores de evolución de un mismo paciente con el fin de detectar
precozmente recidivas.

Sus valores están aumentados en los cánceres que afecten a tejido epitelial,
fundamentalmente mamarios.
ANTÍGENO Ca 125

Pertenece al grupo de las glicoproteínas no identificadas.

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Es especialmente útil su empleo en carcinomas ginecológicos (fundamentalmen-
te de ovario) aunque también se ve aumentada sus tasas en carcinomas gas-
trointestinales, de mama y de pulmón. Aumenta también en el embarazo y en
patologías como la diabetes y cirrosis.

GONADOTROPINA CORIONICA HUMANA (HCG)

Es una hormona glucoproteica generalmente detectada en suero y orina durante


la gestación. La hormona está compuesta de una unidad alfa y de una unidad
beta. Se ha puesto de manifiesto que una subunidad aislada puede ser produci-
da por un determinado tumor

Se detecta en tumores de células embrionarias y es muy útil en el seguimiento


de la evolución de las molas tras su evacuación.

ANTÍGENO PROSTÁTICO ESPECÍFICO

Es una glicoproteína secretada exclusivamente por la próstata. Es por tanto un


marcador específico de próstata, por lo que tiene interés en el diagnóstico, pro-
nóstico, determinación del estadio y seguimiento del cáncer de próstata.

Puede encontrarse elevado en afecciones como prostatitis aguda o adenomas.

ANTÍGENO POLIPEPTÍDICO TISULAR (TPA)

Es una proteína aislada de muestras tumorales y metástasis.

Es considerado como un marcador de proliferación tumoral, por lo que no es es-


pecífico de la patología tumoral. Tiene interés en el seguimiento terapéutico del
cáncer de vejiga y en la identificación de sujetos de riesgo, siendo de gran impor-
tancia disponer de los valores basales del enfermo en particular.

RECEPTORES HORMONALES

Son estructuras proteicas encargadas del reconocimiento de las hormonas por


sus células diana.

Se emplean como marcadores tumorales dos tipos de receptores: los receptores


de estrógeno y los receptores de progesterona.

Se utilizan para valorar la sensibilidad de los tumores malignos de mama a la


respuesta hormonal. Su determinación también permite la correcta aplicación y
selección de la terapia en función de la hormonodependencia o no del tumor.

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HORMONAS COMO MARCADORES TUMORALES
La determinación de la producción hormonal ectópica puede emplearse como un
marcador bioquímico para la monitorización de pacientes con tumores confirma-
dos o con sospecha.

En aproximadamente dos tercios de los pacientes, la producción ectópica de la


hormona adrenocorticotrópica (ACTH) se asocia con carcinoma pulmonar mien-
tras que otros tumores, como los carcinoides bronquiales y los tumores pancreá-
ticos y tímicos, son responsables del resto de los casos.

El carcinoma de células renales y el carcinoma epidermoide de pulmón son res-


ponsables de aproximadamente dos tercios de los tumores productores de hor-
mona paratiroidea (PTH) ectópica, mientras que el resto de los tumores se origi-
nan en distintas localizaciones.

Los tumores responsables de la producción de hormona antidiurética (ADH) son


los pulmonares y pancreáticos.

La producción de hormona del crecimiento (GH) ha sido descrita solamente en


asociación con unos pocos tumores, los más frecuentes de los cuales son el car-
cinoma broncogénico y el gástrico. En pacientes con carcinoma broncogénico se
ha observado el lactógeno placentario humano (LPH) como marcador tumoral.

La eritropoyetina se ha detectado en relación a la patología neoplásica renal,


pero, dado que el riñón es normalmente responsable de su producción, estos
tumores no pueden detectarse como síndromes ectópicos. Sin embargo, dicha
sustancia ha sido secretada por hepatomas y tumores cerebelosos; los tumores
pulmonares son característicos por no secretar esta hormona.

La tirocalcitonina sérica (TCT) aparece aumentada en ciertos pacientes con car-


cinoma pulmonar, colónico, mamario, pancreático y gástrico.

MARCADORES TUMORALES ANATOMOPATOLÓGICOS

La cuantificación de marcadores tumorales en sangre es sencilla y práctica. Sin


embargo, el conocimiento de la propia masa tumoral también nos proporciona
valiosa información.

Para precisar el tipo de neoplasia y su posible histogénesis: epitelial (carcinoma),


mesenquimatoso (sarcoma), linfoide (linfoma) etc. e intentar determinar la locali-
zación primaria ante una neoplasia metastásica, el anatomopatólogo cuenta con
una serie de marcadores que resumimos a continuación:

A) Marcadores tumorales histoquímicos: En general los marcadores his-


toquímicos pueden ser muy útiles en el diagnóstico anatomopatológico

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de procesos metastáticos en los que no se conoce la localización del
tumor primitivo.
a) Glucógeno: Tiene valor en el diagnóstico general de las neopla-
sias.
b) Sustancia mucoides
c) Lípidos
d) Pigmentos melánicos: Es un marcador diagnóstico de melanoma
maligno.
B) Marcadores tumorales inmunohistoquímicos de carácter general: Las
técnicas inmunohistoquímicas aplicadas a la patología tumoral pueden
contribuir a realizar el diagnóstico diferencial de los tumores, identificar
probables agentes etiológicos y subclasificarlos diversos tipos de tumo-
res.
a) Filamentos intermedios: son un componente importante del ci-
toesqueleto celular cuya función primordial es mantener la forma
calular y la organización espacial de los orgánulos citoplasmáti-
cos.
a.1) Citoqueratinas
a.2) Vimentina
a.3) Desmina
a.4) Proteina ácida glial fibrilar
a.5) Neurofilamentos
b) Proteína S-100: Se emplea en el diagnóstico de tumores indife-
renciados. En ausencia de citoqueratinas y antígeno epitelial de
membrana (EMA), la positividad de esta proteína es diagnóstica
de melanoma maligno.
c) Antígeno epitelial de membrana (EMA): Se emplea simultánea-
mente con las citoqueratinas para precisar el origen epitelial de
un tumor indiferenciado.
d) Antígeno leucocitario común (ALC): Este antígeno es positivo en
linfomas.
C) Otros marcadores inmunohistoquímicos
a) Antígenos vasculares: Antígenos útiles en el diagnóstico de tu-
mores vasculares.
a.1) Antígeno asociado al factor VIII
a.2) Ulex europeus
b) Antígenos de diferenciación neuroendocrina: Antígenos demos-
trados en tumores neuroendocrinos y neuroectodérmicos.
b.1) Enolasa específica neuronal
b.2) Sinaptofisina
b.3) Cromograninas
c) Antígenos de naturaleza enzimática: Son antígenos poco útiles
debido a su baja sensibilidad que han quedado limitados a de-
terminados tumores.
c.1) Lisozima
c.2) Alfa-1-antitripsina
c.3) Alfa-1-antiquimotripsina

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d) Antígenos oncofetales
d.1) AFP
d.2) CEA
e) Antígenos específicos
e.1) Prostáticos (PSA y FAP): Ambos se expresan en procesos
benignos y malignos de la glándula prostática.
e.2) HMB 45: detectado en melanomas y en los nevus pigmento-
celulares.
e.3) Alfa-lactoalbúmina: Tiene importancia en el diagnóstico de
carcinoma metastásico axilar en ausencia de clínica tumoral en
mama.
e.4) B 72.3: Marcador de glándulas apocrinas que se demuestra en
la mayor parte de los carcinomas de mama.
e.5) Ca 125: Glucoproteina de superficie observada en los tumores
mucinosos de ovario, aunque también se ha evidenciado en otros
adenocarcinomas: endometrio, gastrointestinal y mama.

D) Marcadores ultraestructurales: la mayor parte del diagnóstico ana-


tomopatológico de los tumores se realiza con microscopio óptico y téc-
nicas de inmunohistoquímica, pero en ocasiones, la microscopía elec-
trónica de transmisión contribuye notablemente a identificar algunos
aspectos celulares de importancia.

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TEMA 5. LÍQUIDOS BIOLÓGICOS: CITOLOGÍA Y
BIOQUÍMICA.

Bajo el término de líquidos biológicos podemos definir a todos aquellos líquidos o


fluidos corporales procedentes del organismo, tales como:

• Líquido cefalorraquídeo.
• Líquido pleural.
• Líquido sinovial.
• Líquido pericárdico.
• Líquido amniótico.

A lo largo de este tema nos vamos a centrar en los que se consideran de mayor
importancia, líquido cefalorraquídeo (LCR), y líquido sinovial.

LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO
El LCR, es el líquido seroso contenido en los ventrículos cerebrales, espacio su-
baracnoideo y conducto medular. Se forma principalmente en los plexos coroi-
deos y espacio subaracnoideo. Su volumen en adulto es de unos 150 ml y en
recién nacido de 10 a 60 ml. Se renueva cada 2-4 horas y la velocidad a la que
se forma es de unos 21 ml /h.

Su aspecto es incoloro, claro y de baja viscosidad. No contiene apenas fibrinó-


geno, contiene pocas proteínas, principalmente albúmina y globulina, y su pH
oscila entre 7.28 y 7.34.

Se suelen obtener 2 tubos:

Tubo 1: Para Microbiología.

• Centrifugar con rapidez.


• Teñir el sedimento con Gram.
• A la vez sembrar en medio especial.
• Separar 3 ml en tubo estéril con tapón de rosca y heparina.
• No conservar en frigorífico, pues algunos gérmenes se dañan.

Tubo 2: Para Citología, Bioquímica y Serología.

• Hacer estudio sin fijar y antes de que transcurran 2 horas desde la extrac-
ción.
• Centrifugar y usar el sobrenadante.

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• Se investiga glucosa y proteínas.
• No conservar durante más de dos horas, pues los leucocitos consumen la
glucosa.

EXAMEN FÍSICO
VOLUMEN

Se mide añadiendo agua a otro tubo de ensayo de las mismas características,


hasta enrasar para no contaminarlo durante la manipulación.

ASPECTO

Normalmente limpio, claro y sin sedimento. Si se presenta turbio, puede deberse


a la presencia de leucocitos.

COLOR

Normalmente incoloro. Si el color oscila entre rosa pálido, anaranjado o amari-


llento se denomina xa ntocromía y puede deberse a:

• Oxihemoglobina.
• Metahemoglobina.
• Bilirrubina.
• Elevada concentración de proteínas (niveles superiores a 150 mg/dl).

Tras una hemorragia subaracnoidea (2-4 horas después) es normal la xantocro-


mía, que desaparece tras 4 a 8 días.

COÁGULOS Y SEDIMENTOS

No deben aparecer coágulos al dejarlo en reposo, pero si lo hacen pueden indi-


car:

• Coágulos sedimentados, en caso de meningitis purulenta.


• Coágulos floculantes, en caso de sífilis.
• Coágulos a modo de tela de araña con películas suspendidas de la super-
ficie del líquido en meningitis tuberculosa.

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EXAMEN BIOQUÍMICO
PROTEÍNAS

El LCR contiene muy pocas proteínas en relación al plasma (14 -45 mg/100 ml),
siendo las principales:

Proteínas Plasma (mg/l) LCR (mg /l)


Prealbúmina 238 17.3
Albúmina 36600 236
Transferrina 2040 142
Ig G 9870 802
Ig A 1750 1346
Fibrinógeno 2960 4940
Beta-lipoproteína 3726 6213

Albúminas -> prealbúminas -> globulinas.

Un aumento en la concentración de proteínas del LCR puede estar causada por:

• Aumento en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica por inflama-


ción.
• Meningitis purulenta.
• Meningitis graves.
• Caso de esclerosis múltiple u otras enfermedades degenerativas del SNC.
• Alteraciones endocrinas, metabólicas, etc.
• Aumento de la síntesis de proteínas en el SNC.

A) Proteínas totales:

Los métodos utilizados para medir las proteínas totales en LCR se clasifican en:

a) Procedimientos turbidimétricos.

• Ácido sulfosalicílico más sulfato sódico (SAS).


• Ácido tricloroacético (TCA).

b) Espectrofotometría ultravioleta a 210 nm después de:

• Cromatografía en columna.
• Ultra centrifugación.

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c) Método de Lowry utilizando el reactivo de Folin-ciocalteau.

• Con blanco.
• Sin blanco.

d) Procedimientos modificados del Biuret con medición a 330 nm.

e) Fijación de colorante.

• Ponceau.
• Otros colorantes.

f) Métodos inmunológicos.

a) Procedimientos turbidimétricos:

Son muy utilizados, en ellos hay que controlar concienzudamente la temperatura,


pues existe relación lineal entre temperatura y turbidez, y la alteración de la pri-
mera daría resultados poco fiables. Son sencillos, pero se necesitan 500 microli-
tros de LCR, frente a los 25 - 200 microlitros necesarios para otros métodos.
Presentan interferencias en la xantocromía.

b) La espectrofotometría ultravioleta a 210 nm se basa en que las proteínas


presentan absorbancia intensa entre 210 y 220 nm. Su precisión es mayor que la
de los métodos turbidimétricos.

c) El método de Lowry con el reactivo de Folin, se utiliza mucho y tiene dos


fases:

1. Reacción entre las proteínas y el cobre.


2. Reducción de los ácidos fonsfotúnsgico y fosfomolíbdico, con el complejo
proteínas-cobre.

Es un método más largo de realizar que los métodos turbidimétricos y presenta


interferencias derivadas de los fenoles.

d) Procedimientos modificados del Biuret.

Son más largos y difíciles que los turbidimétricos y presentan interferencias deri-
vadas de polipéptidos de cadena corta.

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f) Métodos inmunológicos.

Son métodos simples y rápidos. Un aumento sensible en la concentración de


proteínas totales indica hiperreactividad capilar (inflamación, neoplasia, diabe-
tes..., etc.). Un aumento en la concentración de las globulinas puede indicar
plasmocitoma del SNC o esclerosis múltiple.

B) Glucosa

Los valores normales de glucosa en LCR son de 40 - 80 mg/dl (50% - 80% de la


concentración en sangre, con pacientes en ayunas).

Una disminución de los niveles de glucosa puede indicar meningitis purulenta,


abscesos cerebrales, tumores, etc.

La determinación de la glucosa en LCR se puede hacer por los métodos espec-


trofotométricos de:

• Folin Wu.
• Glucosa-oxidasa.
• Ortotoluidina.

C) Enzimas

En LCR están presentes muchas enzimas (GOT, GPT, etc.), pero solo la LDH
(lactato deshidrogenasa) parece clínicamente útil. La LDH aumenta en los si-
guientes casos:

• Leucemia.
• Hemorragia subaracnoidea.
• Meningitis bacteriana.
• Tumores del SNC.

CITOLOGÍA
EXAMEN MICROSCÓPICO

El LCR apenas presenta células, suele ser normal:

• En adulto, de 0 a 0.5 células mononucleadas (linfo y monocitos) por mm3.


• En niño de 0 a 30.
• La presencia de hematíes suele ser anormal.

RECUENTO CELULAR

Debe efectuarse antes de 1 hora tras la extracción. Se deben rechazar las mues-
tras con sangre a simple vista.

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Para el recuento se utiliza una cámara cuentaglóbulos como la de Neubauer. Un
aumento anormal de células se llama pleocitosis y es causada por tumores cere-
brales, meningitis tuberculosa, etc.

CITODIAGNÓSTICO

Recuento diferencial:

El primer paso de un recuento diferencial de LCR es concentrar los leucocitos a


través de distintas técnicas como:
• Centrifugación, con tinción de Wright del sedimento resuspendido (tam-
bién con May-Grumwald-Giemsa).
• Filtración con Millipore o Nucleopore, etc.

El paso siguiente consiste en observar al microscopio (100X), contar las células


y clasificarlas en; linfocitos neutrófilos, segmentados, células endoteliales, etc.,
expresando su concentración en porcentaje.

Los valores normales suelen ser:

Tipo celular Adulto Recién nacido


Linfocitos 62% 20%
Células mesoteliales 36% 72%
y monocitos
Neutrófilos 2% 3%
Histocitos raros raros
Eosinófilos raros raros

En las meningitis purulentas aumenta el número de neutrófilos segmentados. En


las pielonefritis agudas, primero aumento el número de neutrófilos y después el
de linfocitos pequeños.

LIQUIDO SINOVIAL
FUNCIÓN, RECOGIDA DE MUESTRAS Y MANIPULACIÓN

Es un ultrafiltrado del plasma al que se une el ácido hialurónico, elaborado por


las células de la membrana sinovial. Proporciona lubricación y nutrientes a las
células cartilaginosas de la articulación.

Normalmente la cantidad es de 3-4 ml a no ser que exista derrame, enfermedad,


etc.

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La técnica de extracción se denomina artrocentesis y consiste en aspirar percu-
táneamente todo el líquido de la cavidad sinovial, mediante jeringa de plástico
estéril.

El paciente preferentemente estará en ayunas 6-2 horas antes (importante para


los niveles de glucosa). Puede dar información sobre:

• Sospecha de infección (artritis supurativa).


• Artritis por ácido úrico (gota).
• Artritis por pirofosfato cálcico (pseudogota, etc).

Tubo 1, para serología:

• De 5-10 ml sin anticoagulante.


• Centrifugar y usar sobrenadante.

Tubo 2, para bacteriología:

• Sin anticoagulante.
• Si se sospecha infección por gonococos, sembrar directamente en Ta-
yer-Martin.

Tubo 3, para citología/ bioquímica:

• Usar heparina como anticoagulante (25 U/ml).


• No deben formarse coágulos, si los hay indica tardanza o mala ejecución
del mezclado.

Puede conservarse a -4º C, para analizar inmediatamente y a -70º C para sero-


logía.

El examen habitual del líquido sinovial incluye:

• Determinación de su aspecto.
• Resultados de la prueba del coágulo de mucina.
• Estudio microscópico con luz polarizada compensada.
• Tinción de Gram.
• Cultivo.
• Nivel de glucosa.

Ninguna de estas pruebas, excepto la tinción de Gram y la identificación de cris-


tales, puede considerarse altamente específica para determinar el tipo de artritis.

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EXAMEN MACROSCÓPICO

El aspecto normal del líquido sinovial es transparente y de color amarillo pálido.


La turbidez sugiere inflamación, aunque no necesariamente.

PRUEBA DEL COÁGULO DE MUCINA

Sirve para calcular la viscosidad, consiste en colocar una gota del líquido sobre
el dedo pulgar y tocar con otro dedo de la mano. Al separar los dedos, el líquido
debe formar un hilo de 4-6 cm. de longitud. Si el hilo se rompe antes de 3 cm..,
debe considerarse viscosidad menor de la normal.
CITOLOGÍA

RECUENTO CELULAR DE LEUCOCITOS

Puede hacerse con hemocitómetro, o en cámara de Fuchs -Rosenthal.

• Para microscopio óptico normal utilizar diluyente con 0.1% de azul de me-
tileno (facilita el reconocimiento de leucocitos).
• Para microscopio de contraste de fase no es necesario colorante.
• Si el líquido aparece muy manchado de sangre, es necesario lisar los eri-
trocitos previamente.

Son valores normales:

• 100.000 leucocitos /microlitro.


• Valores normales indican infección bacteriana normalmente.

RECUENTO DIFERENCIAL

Para calcular el porcentaje de neutrófilos puede utilizarse:

• Tinción de Wright (sin concentrar).


• Tinción de Wright del sedimento centrifugado.
• Tinción de Wright del líquido concentrado por citocentrifugación (previa
tinción de Papanicolau)

La técnica microscópica elegida casi siempre es la de contraste de fase. Cuando


se dan los resultados de un recuento diferencial, habitualmente solo se hace
mención al porcentaje de neutrófilos.

El valor normal de estos suele ser del 25%. Un porcentaje muy alto (90% o más)
es indicativo de artritis bacteriana.

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Morfología celular:

• Células AR; son neutrófilos en cuyo citoplasma aparecen, tanto en mi-


croscopia óptica, como de fase, pequeños gránulos (de 10 a 20) citoplas-
máticos oscuros con diámetro entre 0.5 y 2 micras. Los gránulos pueden
identificarse claramente con contraste de fase o inmersión en aceite, y
puede ser demostrada su presencia con técnicas de inmunofluorescencia.
Aparecen en artritis reumatoide, gota y artritis séptica.

• Células LE; en el Lupus Eritematoso, aparecen en líquido sinovial unas


células de características particulares denominadas células LE.

• Grandes células histiocíticas con inclusiones citoplasmáticas, aparecen al


teñir con Giemsa y con Papanicolau en el síndrome de Reiter.

• Células cartilaginosas multinucleares; se presentan en la osteoartritis, pa-


ra identificarlas se tiñe con Papanicolau.

Cristales; se han descrito 4 tipos asociados a las siguientes enfermedades:

Artritis cristales de apatita


Gota cristales de urato monosódico dentro de los neutrófilos y ma-
crófagos durante el ataque de gota, y fuera de ellos en época
de no ataque
Pseudogota cristales de dehidrato de pirofosfato cálcico
Artritis cró- cristales de dehidrato de talco (introducidos en una interve n-
nica ción quirúrgica)

EXAMEN BIOQUÍMICO. INTERVALOS DE REFERENCIA DEL LÍQUIDO


SINOVIAL.

Líquido Sinovial Plasma


Proteínas 1-3gr/dl 6-8 gr/dl
Albúmina 55-70% 50-65%
Alfa-globulina 5-7% 3-5%
Beta-globulina 8-10% 8-14%
Gamma-globulina 10-14% 12-22%
Glucosa 70-110 mg/dl 70-110 mg/dl
PH 7.3-7.4 7.38-7.44 arterial
7.36-7.42 venoso

Las proteínas presentes en líquido sinovial dependen de las presentes en plas-


ma. Si aumenta el nivel de proteínas en plasma, también lo hace en el líquido
sinovial.

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La concentración de una proteína específica se expresa normalmente como co-
ciente líquido sinovial/plasma.

La glucosa en plasma y en líquido sinovial presenta valores muy similares. Es


importante obtener la muestra en ayuno de 6 a 12 horas.

También se presentan enzimas como la fosfatasa ácida, LDH y transaminasas,


pero su determinación parece tener escaso valor clínico.

La determinación de pH y de lactato proporciona un índice útil de la inflamación,


pero es inespecífico de la etiología.

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TEMA 6. ANÁLISIS CUALITATIVO DEL
SEDIMENTO URINARIO

INTRODUCCIÓN
El examen del sedimento urinario comprende la investigación e interpretación de
una serie de estructuras de distinto origen y composición que pasaremos a ver
detenidamente en este tema.

Realizado en las debidas condiciones el examen microscópico del sedimento


urinario proporciona una ayuda indiscutible en el estudio del diagnóstico y evolu-
ción de las enfermedades renales.

PREPARACIÓN DE LA MUESTRA
El examen del sedimento urinario es más seguro cuando la orina está concen-
trada. Si la muestra está demasiado diluida y los elementos celulares lisados, la
cantidad del sedimento obtenida incluso después de centrifugación puede no ser
representativa.

El examen microscópico se hace generalmente con el sedimento obtenido por


centrifugación de la orina.

Un sedimento puede prepararse de la siguiente forma (la técnica, en la actuali -


dad, no se encuentra totalmente estandarizada):

1. Mezclar bien la muestra de orina y transferir un volumen aproximadamen-


te de 10 ml a un tubo de centrífuga cónico.
2. Centrifugar a 1500 rpm durante 5 minutos.
3. Decantar la muestra. Volver a suspender el sedimento en unas gotas de
orina.
4. Colocar la gota de sedimento sobre un porta y taparla con un cubre. La
gota no ha de ser demasiado grande, debiendo evitarse la formación de
burbujas.
5. Examinar la preparación antes de que se produzca evaporación.
6. Examinar en primer lugar un área grande con poco aumento. Luego redu-
cir la intensidad de luz al mínimo y examinar varios campos en busca de
cilindros. Finalmente, enfocar con mayor aumento (40x). Examinar varios
campos para evaluar células y otros.

El sedimento obtenido mediante centrifugación de la orina contiene todos aque-


llos materiales insolubles (denominados también elementos formes) que se han

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acumulado en la orina durante el proceso de formación (células, microorganis-
mos, cilindros, etc.) contiene también cristales de distintas formas y tamaños de-
pendiendo del pH de la orina, y generalmente (salvo excepciones) de poca im-
portancia clínica.

Muchos laboratorios utilizan la microscopía de contraste de fases para la inter-


pretación del sedimento urinario, en especial la observación de cilindros.

IDENTIFICACIÓN DE ELEMENTOS ESPECÍFICOS


EN EL SEDIMENTO
Clasificación:

Sedimento organizado
Hematíes
Leucocitos
Células epiteliales
o Células escamosas
o Células de transición
o Células renales
Microorganismos
o Bacterias
o Levaduras
o Protozoos
o Parásitos
Espermatozoides
Cilindros
o Hialinos
o Epiteliales
o Granulosos
o Eritrocitarios
o Leucocitarios
o Céreos
o Cilindroides

Sedimento no organizado
Cristales
o pH ácido
§ Uratos
§ Ácido úrico
o pH alcalino
§ Fosfatos triples
§ Fosfatos amorfos
§ Carbonato cálcico

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o pH variable
§ Oxalato cálcico
§ Cistina
§ Colesterol
§ Tirosina
§ Leucina

GLÓBULOS ROJOS

Aparecen en el sedimento como formas circulares, carecen de núcleo y refractan


un poco la luz. Presenta aspecto de disco transparente. Son de menor tamaño
que los leucocitos y las células epiteliales.

No debe considerarse patológica la aparición de 2/3 hematíes por campo, en el


estudio del sedimento. Cuando la orina contiene un número elevado de hematí-
es y aparezcan además cilindros hemáticos hay que considerar que la hematu-
ria es de origen renal. El aumento de glóbulos rojos en orina se conoce como
hematuria.

GLÓBULOS BLANCOS

Son más grandes que los


rojos. Contienen uno o más
núcleos. Su presencia en
orina indica generalmente
inflamación. Son valores
normales en el hombre me-
nos de 3/campo y en la mu-
jer menos de 5/campo. En
la mayoría de los trastornos
renales o del tracto urinario
se produce un incremento
de la cifra de leucocitos en

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orina, que afecta principalmente a los neutrófilos. También puede observarse un
aumento temporal en caso de fiebre y después de un ejercicio intenso. Si su
presencia va acompañada de cilindros leucocitarios o que contengan leucocitos
y células epiteliales, la elevación de la cifra de leucocitos presentes en la orina se
considera de origen renal. Su aumento en orina se conoce como Leucocituria o
piuria.

CÉLULAS EPITELIALES

Son varias veces más grandes que los glóbulos rojos o blancos. Según su origen
tienen diferentes formas, pero la identificación del origen de estas células puede
ser en ocasiones dificultoso. Cuando la distinción es posible, podemos encontrar:

Células epiteliales escamosas. Proceden de la porción distal del tracto urinario


inferior y del tracto genital femenino. Son las de mayor tamaño. Se trata de célu-
las planas con un gran citoplasma y núcleo simple. Son poco significativas, a
menos que su presencia sea muy abundante.

Células de transición (pelvis renal). Su forma es redondeada u oval. En oca-


siones parecen tener una proyección en forma de cola (células en raqueta) La
orina normal puede contener cierto numero de estas células como resultado del
proceso normal de descamación. Cuando aparecen en gran número indica la
existencia de un proceso patológico causante de exfoliación anormal.

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• Células renales (pelvis y túbulos renales). Son células pequeñas y re-
dondeadas. La presencia de más de dos células epiteliales del túbulo re-
nal por campo de gran aumento indica un daño activo o una lesión tubular
renal.

MICROORGANISMOS
Bacterias. La orina normal fresca no contiene microorganismos. Debemos tener
en cuenta que si la orina no ha sido recogida en condiciones adecuadas puede
tener contaminación. Además si la orina permanece a temperatura ambiente du-
rante algún tiempo, las bacterias pueden proliferar rápidamente y se ven en gran
número. Una orina muy alcalina con muchas bacterias y muy pocos glóbulos
blancos es característica de muestras contaminadas.

La bacteriuria puede informarse como escasa, moderada o intensa. General-


mente en caso de que aparezca debe realizarse un estudio microbiológico de la
orina.

Levaduras. La más común en el sedimento es la Cándida Albicans. Frecuente-


mente su presencia en mujeres es consecuencia de una contaminación de la
orina. Las levaduras se diferencian de los hematíes en que no se pueden teñir
con eosina.

Parásitos. La presencia de
parásitos en la orina suele
indicar contaminación genital
o fecal. El flagelado
Trichomonas Vaginalis es el
parásito más común hallado
en la orina. La incidencia de
este tipo de parasitismo es
muy elevada en las mujeres y
puede ser causa de vaginitis
intensa.

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ESPERMATOZOIDES

La presencia de espermatozoides en la orina es un hecho bastante frecuente y


carece de significación patológica. Están formados por una cabeza ovoide y por
una larga cola.

CILINDROS

Son conglomerados alargados de material proteico formados en los túbulos re-


nales o en los conductos colectores. La formación de cilindros es mayor cuando
el pH es bajo y existe obstrucción de la nefrona provocada por restos celulares o
células.

Normalmente el sedimento urinario no contiene cilindros, aunque su detección


no indica forzosamente la existencia de una patología renal. Sin embargo, gene-
ralizando, podríamos decir que la presencia numerosa de cilindros en un sedi-
mento urinario es indicativa de enfermedad renal.

El tamaño y la forma de los cilindros dependen del lugar en que se forman. Los
más grandes proceden de los túbulos dilatados, los más finos de los túbulos
comprimidos o se deben a una desintegración. A veces son contorneados y
ocasionalmente muestran ramificaciones.

Hialinos. Se trata de cilindros compuestos fundamentalmente de proteínas sin


inclusiones. Son pálidos y transparentes. Difíciles de visualizar. Su aparición en
grandes cantidades puede indicar una alteración importante del parénquima
renal.

Epiteliales. Son más cortos que los hialinos y más fáciles de ver. Indican infla-
mación aguda del riñón. Contiene dentro células epiteliales. En las unidades de
trasplante, estos cilindros son uno de los criterios más fiables para el diagnóstico
de rechazo agudo a partir del tercer día después de la intervención.

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Granulosos. Pueden ser debidos a una evolución de los cilindros de células epi-
teliales en los que ha existido una degeneración celular. Presentan un aspecto
granular con granulaciones más o menos finas (cilindros granulosos finos o
gruesos). Su presencia implica un trastorno crónico del riñón.

Eritrocitarios. Contienen glóbulos rojos en su interior. Tienen un aspecto muy


variable. Suelen ser indicativo de glomerulonefritis por causa diversa.

Leucocitarios. Se caracterizan por la aparición de leucocitos identificables en el


interior de la matriz proteica. Acompaña a las infecciones del tracto urinario. Su
presencia exige una investigación bacteriológica de la orina.

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Céreos. Se caracterizan por un alto índice de refracción y una coloración amari-
llenta. Su composición no es bien conocida. Se ven asociados a procesos cróni-
cos.

Cilindroides, fibrina, células epiteliales, leucocitos, eritrocitos o bacterias


pueden agruparse dando formas semejantes a los cilindros. Generalmente se
distinguen de los cilindros verdaderos por sus contornos variables e irregulares.
No se conoce con exactitud su lugar de procedencia ni la causa de su formación.

CRISTALES

Cristales de muy diferentes formas y tamaños se ven habitualmente en la orina,


aunque solo ocasionalmente su presencia tiene algún significado. La cristaluria
puede ser asintomática o ir asociada a la formación de cálculos, dando lugar a
las manifestaciones clínicas que acompañan a una obstrucción completa o par-
cial del flujo urinario.

El pH de la orina tiene importancia en la aparición de los distintos tipos de crista-


les.

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pH ácido:

Uratos
Ácido úrico

pH alcalino:

Fosfatos triples
Fosfatos amorfos
Carbonato cálcico

pH variable:

Oxalato cálcico
Cistina
Colesterol
Tiroxina
Leucina

Uratos. Los uratos amorfos aparecen como granulaciones oscuras, dando al


sedimento una coloración rosada, amarillenta o anaranjada. Pueden proceder de
la alimentación aunque tambien aumentan en estados febriles.

Cristales de Urato amó-

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Ácido úrico. Toma formas diferentes como pesa, prisma, roseta, placas irregula-
res. No poseen significación clínica a menos que se presenten en gran cantidad
en orinas recién emitidas. Los cálculos de ácido úrico o de uratos se encuentran
aproximadamente en el 16% de los pacientes con gota.

Fosfatos. Los cristales de fosfato triple (amónico, magnésico y cálcico) son inco-
loros y presentan forma típica de ataúd. Se encuentran en orinas alcalinas. Los
cristales de fosfato cálcico son amorfos o tienen forma de prisma, roseta, aguja
etc.

Cristales de Fosfato Cristales de Fosfato amónico-magnésico

Los fosfatos amorfos aparecen como granulaciones que confieren al sedimento


una coloración blanquecina. Pueden aparecer tras la ingestión de determinados
alimentos como la fruta.

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Carbonato cálcico. Su forma característica es la de pesa, ocho, esfera. No tie-
nen interés clínico.

Oxalato cálcico. Suelen aparecer en forma de octaedro y presentan un caracte-


rístico cuadrado cruzado diagonalmente (se dice que tienen forma de sobre).
Pueden producirse en caso de dietas ricas en oxalato (tomates, repollo espárra-
gos, naranjas...)

El oxalato cálcico, muchas veces mezclado con sales de fosfato, está presente
en una gran parte de los cálculos urinarios.

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Cistina. Son placas hexagonales. Su presencia es poco habitual y son indicati-
vos de cistinuria (error metabólico congénito poco frecuente).

Colesterol. Aparecen como placas transparentes de forma irregular. Su presen-


cia es rara. Pueden aparecer en nefritis e infecciones graves del tracto urinario.

Leucina y tirosina. Los cristales de estos dos aminoácidos suelen aparecer jun-
tos en la orina como consecuencia generalmente de una grave enfermedad
hepática. Suelen ser de color amarillento debido a la presencia de bilirrubina (ic-
tericia).

Un conjunto de material no significativo puede formar parte del sedimento urina-


rio. Son los desechos o artefactos. A veces se debe a material de vejiga o uretra,
pero otras se debe a contaminación. Es frecuente encontrar hilos mucosos, pe-
los, fibras diversas, etc. Su presencia puede sugerir una recogida defectuosa.

SEDIMENTO NORMAL
El sedimento normal no está libre de células o cilindros, pero contiene un número
limitado de elementos formes. Una definición precisa de la normalidad es difícil
de obtener, pero la presencia de uno o más glóbulos rojos por campo de alto
poder, uno o dos leucocitos y algunas células epiteliales no se considerarán ne-
cesariamente anormales. La orina de mujeres maduras puede tambien contener
un gran número de células epiteliales escamosas procedentes de las paredes
vaginales.

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TEMA 7. ESTUDIO DE HECES: DIGESTIÓN,
SANGRE OCULTA Y CUERPOS REDUCTORES.

INTRODUCCIÓN
Las materias fecales están constituidas en unas tres cuartas partes por agua.
Las sustancias sólidas del cuarto restante comprenden:

• 30% de bacterias muertas.


• 10 - 20% de grasa.
• 2 - 3% de proteínas.
• 10 - 20% de sustancias inorgánicas.
• 30% de restos no digeribles, componentes sólidos del jugo digestivo como
pigmentos biliares y detritus celulares.

El estudio de laboratorio de muestras fecales de origen humano, permite obtener


datos que nos sirve para determinar:

1.- La situación del funcionalismo digestivo.


2.- Infecciones intestinales causadas por virus, bacterias y hongos.
3.- Infecciones causadas por parásitos intestinales.

Este estudio tiene su máxima indicación en las diarreas crónicas, y comprende la


observación macroscópica y microscópica de las heces, así como su análisis
químico, bacteriológico y parasitológico.

ESTUDIO DEL FUNCIONALISMO DIGESTIVO


Con este estudio procuramos saber la digestión de los principios inmediatos. La
digestión es el conjunto de fenómenos mecánicos y bioquímicos que transfor-
man los constituyentes orgánicos más o menos complejos de los alimentos en
sustancias simples directamente asimilables.

Los alimentos son triturados en la boca sufriendo una división física. Luego co-
mienza una disgregación química mediante fermentos digestivos y elementos
bacterianos, siendo absorbidas, las sustancias transformadas, por la mucosa
intestinal y por último los residuos no aprovechables de la digestión son expulsa-
dos fuera del organismo.

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ALIMENTACIÓN PREVIA AL ANÁLISIS
Se debe seguir con el régimen habitual de comidas, pero hay que añadir aque-
llos elementos que nos pueden suministrar una base para el diagnóstico, como
son:

• Carne: Se investiga el tejido conjuntivo y fibras musculares. Debe co-


merse lo más cruda posible.
• Patatas: Se investiga la digestión de almidón.
• Grasa: Se tomará en forma de leche, mantequilla o carne.

Este plan se sigue durante 3 días y luego se recoge la muestra de heces.

TOMA DE MUESTRA
Se recogerán las heces en un frasco limpio con cierre hermético, no es necesa-
ria la esterilidad. El análisis se hará en las 12 horas siguientes a la deposición,
guardando la muestra en el frigorífico a 4-10º C.

Si el análisis se pospone más de 24 horas se añadirá un volumen igual al de las


heces de una solución acuosa al 5% de formol comercial.

CARACTERES ORGANOLÉPTICOS

A) OLOR:

a) Según la ingesta:

o Inodoro: Meconio.
o Aumentado: Comidas ricas en carne y pescado.
o Débil: Dieta vegetariana y láctea.
o Ligeramente agrio: Niños de pecho.

b) Fecaloide normal.
c) Pútrido (olor a amoniaco)
Debido a la flora proteolítica aumentada. Provoca diarreas de putre-
facción (heces alcalinas y gases).
d) Agrio penetrante o rancio
Debido a la flora sacarolítica aumentada. Provoca diarreas de fermen-
tación (heces ácidas y gases).
e) Nauseabundo
Debido a la descomposición de tejidos, ocasionada por carcinoma, úl-
ceras...

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B) COLOR:

a) Marrón: Es el color habitual.


b) Verde:
Puede ser debido a la ingesta (verduras, medicamentos...) o a la pre-
sencia de biliverdina (rapidez del tránsito intestinal, diarreas infantiles).
c) Rojo:
Debido a la ingesta (remolacha) o a la existencia de hemorragias
próximas al ano.
d) Negro:
Debido a la ingesta (sangre, morcilla, espinacas), a los medicamentos
(carbón, hierro, bismuto) o a hemorragias internas (heces pastosas,
melenas).
e) Blanco:
Debido a la ingesta (leche, bario, caolín...) o a la ausencia de bilis fun-
damentalmente.
f) Amarillo:
Debido a la ingesta (régimen lácteo) o a diarreas de fermentación
hidrocarbonada.

C) CONSISTENCIA:

Puede ser dura, normal, pastosa, líquida...

D) FORMA: Varía con la consistencia

a) Cilíndrica: Es la normal.
b) Laminada o en cinta: Debido a papilomas.
c) Bolitas secas y duras: Estreñimiento.
d) Bolitas en masas: Se presenta en la Salmonelosis.
e) Bola maleable del tamaño de un puño: Se presenta en la atonía del
recto (personas ancianas).

E) VISCOSIDAD:

Se determina tocando las diferentes partes de las heces con un agitador


de vidrio.

a) Viscosas (pastosas): Se adhieren al agitador.


b) Poco viscosas: No se adhieren al agitador.
c) Grasas: Tienen gran maleabilidad moldeándose en ellas el agitador,
como tierra amasada.

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EXAMEN MACROSCÓPICO

Para este examen se tritura ligeramente en un mortero con agua una cantidad de
heces del tamaño de una nuez. Luego se pasa a una placa de Petri y colocamos
esta sobre una cartulina blanca y negra. Los fragmentos de carne aparecen de
color gris o marrón.

El tejido conectivo tiene forma de membranas o paquetes filamentosos. Se pue-


de confundir con moco. Para diferenciarlo se añadirá ácido acético al 30% y si
desaparece es tejido conectivo.

El moco se puede presentar de varias formas: amorfo, transparente, opaco (con


restos celulares) y membranoso (en forma de paquetes o moldes de la mucosa).
La presencia de moco es importante, salvo en los recién nacidos, y siempre de-
berá resaltarse en el informe.

SI
PUEDE SER INDICATIVO
OBSERVAMOS
INSUFICIENCIA GÁSTRICA:
FRAGMENTOS - Falta de secreción.
DE CARNE - Tránsito acelerado.
INDIVIDUO GASTRECTOMIZADO
FRAGMENTOS
DE FÉCULAS INSUFICIENCIA GÁSTRICA Y PANCREÁTICA
(PATATAS, ESCASA PERMANENCIA EN EL COLON
REMOLACHA)
TEJIDO INSUFICIENCIA GÁSTRICA
CONJUNTIVO
MOCO INFLAMACIÓN DE LA MUCOSA INTESTINAL
MOCO
COLITIS ULCEROSA
AMORFO,
DISENTERÍA BACILAR
SANGRE, PUS
MOCO ENTEROCOLITIS PSEUDOMEMBRANOSA
MEMBRANOSO MIXORREAS NERVIOSAS
FALSAS
ARTEFACTOS: Piel de embutidos, chicle...
MEMBRANAS

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ANÁLISIS MICROSCÓPICO

Nos aporta datos más


fidedignos acerca de los
trastornos de la diges-
tión. Para ello habrá que
instaurar la alimentación
explicada anteriormente,
si no se hace así la sig-
nificación del estudio es
muy limitada.
Para este estudio se
hace una suspensión de
heces en agua destilada
o suero fisiológico.

1. Se coge una can-


tidad de heces, del tamaño de una castaña, y se coloca en un mortero,
copa, vaso de precipitado o tubo de ensayo.
2. Se añade agua o suero fisiológico y mezclar con una varilla hasta formar
una papilla homogénea y fina, ni muy fluida ni muy espesa.
3. Se coloca una gota de esta suspensión en un portaobjetos y se pone un
cubreobjetos encima, cuidando que se extienda formando una capa del-
gada, homogénea, sin burbujas de aire. No se debe aplastar el cubre.

Se observará con el objetivo de x10 aumentos, obteniendo una visión de conjun-


to, y luego se enfoca con el de x40 aumentos.

Cuando se trata de heces líquidas, se debe hacer una mezcla homogénea y se


coloca una gota directamente al portaobjeto.

Podremos observar:

A) CÉLULAS: Normalmente epiteliales de las últimas porciones del intestino.


No son patológicas.

B) LEUCOCITOS: Se observarán deformados. Si se encuentran en poca


cantidad no es patológico. Se observan mejor mezclando la gota de la
suspensión fecal con otra de azul de metileno de Loefler.

C) HEMATÍES: Es muy raro observarlos ya que se digieren. Si aparecen se-


rá a causa de evacuación muy rápida o hemorragias en tramos intestina-
les bajos.

D) CRISTALES: Presentan el mismo aspecto que en el sedimento urinario.


Hay unos, característicos del parasitismo intestinal, llamados cristales de
Charcot-Leyden, presentando una forma típica de agujas de brújula.

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E) FIBRAS MUSCULARES: Se pueden observar de diferentes formas de-
pendiendo del grado de digestión:

a) Mal digeridas:

Fragmentos rectangulares estriados, débilmente amarillos. Las estría s


son transversales y longitudinales. Los bordes del rectángulo son rec-
tos.

b) Parcialmente digeridas:

Trozos más pequeños con los bordes redondeados y las estrías longi-
tudinales.

c) Bien digeridas:
Trozos muy pequeños con los bordes redondeados y sin estrías.

La presencia de fibras musculares mal digeridas se llama CREATORREA. Se


puede deber a una insuficiencia gástrica o pancreática.

F) TEJIDO CONJUNTIVO. Se observa como fibras o filamentos que se reú-


nen en fascículos y se entremezclan entre si. Son incoloros y no poseen
estriación. Se podría confundir con el moco, pero se distinguen porque se
transparentan al añadirle ácido acético al 30 %.

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G) ALMIDÓN. Para su investigación se añade a la gota de emulsión fecal
una gota de lugol. Los gránulos de almidón tomarán un u otro dependien-
do del grado de digestión. También podrán estar dentro de células o ais-
lados:

a) No digeridos: Azul oscuro, casi negro.

b) Parcialmente digeridos: Rojo o rosa.

c) Digeridos: Amarillos o color arenilla.

El tejido muscular, al añadir almidón a la preparación toma un color rojo-caoba.


La presencia de almidón no digerido en las heces se llama AMILORREA.

H) LÍPIDOS.

Para observarlas mejor usaremos el reactivo Sudam III. Una gota de este
colorante se mezclará con una gota de la suspensión fecal. Los lípidos o
grasas se encuentran en las heces en forma de:

a) Ácidos grasos: Tienen aspecto cristalino,


en forma de escamas o agujas finas rec-
tas o curvadas. Difícilmente se tiñen.

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b) Grasa neutra: Aparece como gotitas de
color rojo o naranja
Si la temperatura es fría (< 20º C) las go-
tas se transforman en masas o placas
algo amarillentas o rojas.

c) Jabones: Difíciles de reconocer al microscopio. No se tiñen. Se presentan


como masas amorfas o cristales en forma de agujas cortas. En la obser-
vación lo mas importante son las grasa neutras. Se informa positivamente
a partir de 15-20 gotas/campo (objetivo x40). El aumento patológico de
grasas en heces se llama ESTEATORREA. Si en el microscopio se ob-
serva mas de 60 gotas /campo es seguro esteatorrea
.
Algunas veces, para observar las grasas se calienta el portaobjetos sua-
vemente a la llama. De esta forma todas las grasas (ácidos grasos, neu-
tros y jabones) se transforman en gotitas de color rojo-anaranjado (con
Sudam III). En el estudio de las grasas en heces puede inducirnos a error,
los supositorios, los enemas oleosos y los portaobjetos y cubreobjetos
mal desengrasados.

ANÁLISIS MICROSCÓPICO

SI OBSERVAMOS INDICA
DIGESTIÓN NORMAL DE
Bien digeridas.
PRÓTIDOS
FIBRAS Medianamente dige- ALTERACIÓN INTESTINAL
MUSCULARES ridas MEDIANA
Poco o nada digeri-
ALTERACIÓN INTENSA
das
TEJIDO Unido o no a
INSUFICIENCIA GÁSTRICA
CONJUNTIVO fibras musculares
Células desgastadas
DIGESTIÓN NORMAL DE
sin granos de almi-
GLÚCIDOS
dón.
CÉLULAS
TRANSITO INTESTINAL
AMILÁCEAS
Células sin digerir ACELERADO
llenas de almidón. O INSUFICIENCIA
PANCREÁTICA
Neutras. INSUFICIENCIA PANCREÁTICA
INSUFICIENCIA BILIAR O MALA
Ácidos grasos.
GRASAS ABSORCIÓN
PRESENCIA de Ca y Mg en EL
Jabones.
INTESTINO
MOCO, LEUCOCITOS, ALTERACIONES DE LA
HEMATÍES, EPITELIO MUCOSA

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ESTUDIO FÍSICO-QUÍMICO
pH

Varía entre 6,8 y 7,2 dependiendo del régimen alimenticio. Los valores normales
se van a modificar según el proceso digestivo. La medición se hace impregnando
un papel indicador con una varilla de vidrio que contenga heces. La lectura se
efectúa por el reverso del papel.

SANGRE

También se llama este análisis investigación de hemorragias ocultas. Se puede


observar sangre en heces, de color rojo, proveniente de fisuras anales o hemo-
rroides. Esto no se considera importante.

Cuando proviene de hemorragias gástricas, duodenales, cáncer de colon, etc., la


sangre se digiere, tomando las heces un color oscuro, casi negro. Esta sangre si
es importante.

Para este análisis es importantísimo que el paciente durante los 2-3 días anterio-
res a la toma de muestras se someta a un régimen riguroso (“blanco”), sin carne,
pescados, embutidos, lentejas, espinacas, plátanos etc., es decir alimentos ricos
en peroxidasas. Tampoco deberá tomar medicamentos que contengan hierro o
hemoglobina, o que puedan provocar pérdidas sanguíneas como salicilatos o
esteroides. La alimentación permitida consiste en: Huevos, patatas, cebolla,
arroz, garbanzos, pan y leche.

La mayoría de las pruebas para detectar hemorragias ocultas en heces se basan


en la determinación de peroxidasas como indicativo del contenido de hemoglobi-
na. Las más importantes son:

A) REACCIÓN DE LA BENCIDINA:
Sobre un papel de filtro manchado de heces, se ponen unas gotas de
bencidina y agua oxigenada de 10 volúmenes. Si el resultado es (+), co-
mo resultado de la presencia de peroxidasa, se formará un halo de color
verde-azulado en torno a la mancha.

B) REACCIÓN DE WEBER O DEL GUAYACO:


La prueba es igual que la anterior pero en lugar de poner bencidina se
pone guayaco. La reacción es la siguiente:

HEMOGLOBINA + H 2O2 ⇒ H2O + O2↑


BENCIDINA
O2 + o ⇒ Color Azul-verdoso

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GUAYACO

Estas pruebas son muy inespecíficas y dan habitualmente falsos positi-


vos. La reacción de la bencidina es más sensible que la del guayaco.

Actualmente existe una técnica que no se basa en la peroxidasa:

C) PRUEBA DEL CROMO RADIOACTIVO:


Tiene más sensibilidad y especificidad que las anteriores. Se basa en la
capacidad del Cr radioactivo (Cr51) para ser fijado por los hematíes y por
el hecho de no ser reabsorbido en el tracto gastrointestinal. Así pues, es
excretado por las heces en las que puede ser medido por espectrofotome-
tría de rayos ?.

PIGMENTOS BILIARES

Investigaremos en las heces la presencia de bilirrubina y estercobilinógeno me-


diante 2 métodos:

A) PRUEBA DEL SUBLIMADO:


Más sensible para Estercobilina. Se hace poniendo en un tubo de ensayo:

• Dilución de heces.................................... 5 ml.


• Sublimado (ClHg).................................... 5 ml.

Se agita y se incuba a 37º C durante 1-2 horas y se observan los resulta-


dos:

• ROJO.............................. ESTERCOBILINA o ESTERCOBILINÓGENO


• VERDE ............................ BILIRRUBINA .
• BLANCO......................... Ausencia de Pigmentos.

B) PRUEBA DE GRIGAUT:

Más sensible para bilirrubina. Se hace poniendo en un tubo de ensayo:

• ClH concentrado...................................... 5 ml.


• Cl3Fe (10%)............................................. 2 gotas.
• Dilución de heces.................................... 5 ml.

Se agita y se calienta ligeramente observando los resultados:

• VERDE..................................... BILIRRUBINA.
• ROJO........................................ ESTERCOBILINÓGENO.

Las 2 pruebas se hacen simultáneamente, debido a su diferente sensibilidad, y


los resultados se interpretan así:

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SUBLIMADO GRIGAUT
ESTERCOBILINOGENO + + Heces normales
BILIRRUBINA + + Tránsito intestinal acelerado
ESTERCOBILINÓGENO + - Tránsito intestinal medianamente ace-
lerado
BILIRRUBINA - + Obstrucción biliar
- -

ENZIMAS PROTEOLÍTICAS:

Se intenta comprobar la presencia de Tripsina, Quimiotripsina, etc. Las heces


normales (hasta una dilución 1/100) licuan la gelatina.

La prueba se realiza aplicando una gota de diferentes diluciones (1/5, 1/10, 1/50,
1/100) de la heces a estudiar de heces sobre una película de gelatina. Se consi-
dera un resultado positivo si la gelatina queda disuelta en ½ hora.

• Positivo hasta una dilución 1/100........................... Digestión normal.


• Positivo hasta una dilución 1/50............................. Digestión media.
• Positivo hasta una dilución 1/10..............................Digestión deficiente.

DETERMINACIÓN CUANTITATIVA DE GRASA EN HECES

Una persona normal digiere y reabsorbe casi toda la grasa de su dieta. Para va-
lorar cuantitativamente esta grasa tendremos que pesar las heces del paciente
durante varios días. El paciente debe llevar una dieta estricta durante seis días.
Hay varios métodos.

A) REACCIÓN DE AZUL DE NILO PARA GRASA FECAL:

Técnica:

1. Diluir en un tubo de ensayo una porción de muestra con 9 volúmenes de


agua.
2. Añadir:
• 1 ml. de esta suspensión fecal.
• 1 ml. de agua.
• 3 gotas de ClH al 10 %.
• 3 gotas de Oxalato amónico saturado.

3. Calentar a ebullición durante unos segundos. Enfriar.


4. Echar el líquido en un vaso de precipitado.
5. Lavar el tubo de ensayo con 2,5 ml. de solución de CO3Na2 al 20 % y
añadirlos al contenido del vasito.

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6. Agregar 15 ml. de agua y 1 ml. de solución de Azul de Nilo (0,05 % en
agua) dejando resbalar por las paredes.
7. Leer los resultados inmediatamente:

NEGATIVO: Rosado que vira a gris (aproximadamente < 7 g./día)


DUDOSO: Gris azulado.
POSITIVO: Azul (aproximadamente > 7 g./día)

Cuando la reacción de azul de Nilo es negativa, la grasa fecal no excede


nunca de 5% en peso. Una reacción claramente positiva corresponde a
más del 5 % de grasa.

B) MÉTODO DE VAN DE KAMER:

Se separan los lípidos de las heces mediante tratamiento de estas con


una solución de hidróxido potásico alcohólico y que contenga pequeñas
cantidades de alcohol amílico. De ésta manera se produce la formación
de jabones.

Posteriormente se hidrolizan los jabones con ClH y se convierten en áci-


dos grasos, extrayéndose estos a continuación con éter de petróleo.
Por último se titulan los ácidos grasos con NaOH 0,1 N

Peso total de heces x Vol. cc. NaOH


g. de grasa =
Peso de la muestra

CUERPOS REDUCTORES O AZÚCARES REDUCTORES EN HECES

Las heces deben de ser recientes, no debe dejarse pasar más de una hora des-
de que son emitidas hasta que se realiza el examen.

Hay que diluir una parte de heces en dos partes de agua destilada, mezclar bien
y centrifugar a un número bajo de revoluciones (1.500 rpm.). Se toman 15 gotas
del sobrenadante, se colocan en un tubo de vidrio y se le añaden dos gotas de
ClH 1 N. Luego calentamos para desdoblar la sacarosa.

Una vez que ha enfriado el líquido anterior, se añade una tableta de


CLINITEST (Ames) para azúcares reductores y se deja disolver. A continua-
ción comparamos con la escala de colores que lleva el reactivo.

El resultado se da en g./litro. El resultado será negativo si es inferior a 2,5 g./l.


Entre 2,5 y 5 es dudoso y será positivo si es mayor de 5 g./l.

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TEMA 8.- HEMOGRAMA. RECUENTO CELULAR Y
FÓRMULA LEUCOCITARIA.

RECUENTOS CELULARES Y VALORES HEMATOLÓGICOS


NORMALES.

Glóbulos rojos:

Neonatos.................4.0-5.6x1012/l.
Hombres.................4.5-6.5x1012/ l.
Mujeres...................3.8-5.6x1012/l.

Plaquetas:

150-400 x109 / l.

Leucocitos:

Niños de un año.........6-18x109/l.
Adultos....................4-10x109/l.

Recuento leucocitario diferencial:

Relativo Absoluto por 7000 leucocitos


Adultos:
Neutrófilos..................40-75%..................................2800-5250.
Linfocitos...................20-45%...................................1400-3150.
Monocitos..................2-10%.....................................1400-3150.
Eosinófilos..................1-6%.......................................70-420.
Basófilos.....................<1%.........................................0-70.

DEFINICIONES.

En caso de aparición de citopenia en el hemograma, el autoanalizador utilizado


nos lo indica. La citopenia puede ser general, pancitopenia, o de algún tipo ce-
lular concreto:

Leucopenia; recibe este nombre la disminución del número de leucocitos en


sangre por debajo de los valores normales, es decir, por debajo de 5000/mm3.
Considerando cada tipo de leucocito:

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Neutropenia.
Eosinopenia.
Basopenia.
Monocitopenia.

Puede aparecer leucopenia en los siguientes casos:

• infección vírica (rubéola, varicela, gripe).


• infección bacteriana (brucelosis).
• intoxicación por metales pesados (bismuto).
• intoxicación medicamentosa por benzol, sulfamidas, terapia citostá-
tica.
• comienzo de una mononucleosis.
• consecuencia de exposición a material radiactivo....etc.

Oligocitemia; recibe este nombre la disminución del número de glóbulos rojos


sobre las cifras normales.

En hombre valores menores de 4.5x1012/l.


En mujeres valores menores de 3.8x1012/l.

La disminución del número normal de glóbulos rojos es frecuente en anemias


carenciales posthemorrágicas, hemolíticas, etc.

Trombopenia; recibe este nombre la disminución del número de plaquetas por


debajo de los valores normales, es decir, valores inferiores a 150000/ mm3.

Es frecuente la aparición de trombopenia asociada a:

• la acción tóxica de medicamentos.


• radiación.
• infecciones víricas (paperas, varicela, rubéola)
• infecciones bacterianas (meningitis meningocócica).
• alcoholismo agudo.

REVISIÓN DE LAS TÉCNICAS.

Ante la aparición de algún tipo de citopenia en el recuento hematológico, hay que


comprobar, en primer lugar el utillaje y las técnicas utilizadas, prestando especial
atención en contadores electrónicos a:

• comprobar que no ha habido bloqueo parcial del orificio de contaje


(100 micras).
• comprobar que se ha realizado el recuento de leucocitos después
de completarse la hemólisis, pero en un periodo inferior a 30 minu-
tos.

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• la recogida y manipulación de sangre ha sido la adecuada (no hay
coágulos).
• el electrodo exterior estará completamente inmerso en líquido.
• se lava correctamente el tubo entre sucesivas mediciones.
• no hay pequeñas burbujas de aire en el propio tubo.
• el manómetro estará limpio interiormente.

Si en la técnica manual, el recuento de leucocitos nos da valores inferiores a


3000/mm3, hay que volver a repetir el contaje, pero en vez de diluir 1:20, como
es habitual, la dilución se hará 1:10.

En pacientes anémicos, para el recuento de hematíes en cámara, la dilución en


vez de hacerse al 1:200, se hará al 1:100.

Igualmente si en el contaje de plaquetas, por ejemplo por el método de Rees-


Ecker, se sospecha una cifra muy reducida, la dilución, en vez de 1:200 se hará
al 1:100 y se repetirá el recuento.

PREPARACIÓN DE UN FROTIS.

Tras comprobar lo anterior, y ante la persistencia de citopenia en el hemograma,


el siguiente paso a realizar, es la preparación de un frotis.

El frotis se puede realizar por una de las siguientes técnicas:

• técnica del portaobjetos.


• técnica del cubreobjetos.

TINCIÓN.

Para la tinción del frotis, en los estudios de sangre, suelen utilizarse colorantes
de anilina de dos tipos:

-básicos como las tiacinas (azul de metileno).


-ácidos como la eosina.

El método de Romanowsky se basa en combinar colorantes ácidos y básicos


que tiñen diferencialmente las estructuras sanguíneas. En general utilizan eosi-
natos de tiacinas.

Entre los métodos de este tipo más conocidos destacamos:

• La tinción de Wright.
• La tinción de Giemsa (ideal para teñir parásitos y protozoos
del paludismo).
• La tinción de May-Grümwald.

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PATOLOGÍAS DE LAS CÉLULAS SANGUÍNEAS.

En el estudio de la extensión sanguínea se buscan anormalidades que ayuden a


indicar la naturaleza de la citopenia, sea del tipo que sea.

Toda célula sanguínea que no coincida con los modelos de normalidad, debe
considerarse atípica. La mayor variabilidad en la morfología de las células hemá-
ticas tiene lugar en las degeneraciones neoplásicas.

ALTERACIONES EN LA SERIE ROJA.

VARIACIONES DE TAMAÑO.

En general se conocen bajo el término de anisocitosis.

• Macrocitosis; hematíes con tamaño de 8 a 11 micras (déficit de vitamina


B12 y de ácido fólico).
• Microcitosis; hematíes con tamaño <6 micras (anemia perniciosa).
• Megalocitosis; hematíes con tamaño > 11 micras (fisiológico en recién na-
cidos y también en anemia perniciosa).

ALTERACIONES DE COLOR.

• Anisocromía; desigual distribución de a hemoglobina (trasfusio-


nes).
• Hipocromía; mucha zona pálida central por disminución de la con-
centración de hemoglobina (anemia ferropénica).
• Hipercromía; aumento de la intensidad del color por aumento de la
concentración de hemoglobina.
• Policromasía; anormal coloración (azul, gris, rosa) indica inmadu-
rez por producción acelerada.

ALTERACIONES DE FORMA.

• Acantocitos; hematíes esféricos con prominencias que les dan aspecto de


erizo
• (Uremia, acantocitosis )
• Dacriocitos; forma de lágrima (alteraciones eritropoyéticas)
• Dianocitos; aspecto de diana por acúmulo de hemoglobina en el centro
(talasemia).
• Drepanocitos o células falciformes; forma de hoz o de media luna
(anemia falciforme).
• Eliptocitos; forma oval o en elipse.
• Esquizocitos; restos de hematíes tras su ruptura.

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• Estomatocitos; presentan hendidura en parte central.
• Hematíes crenados; forma de sierra o rueda dentada.

ALTERACIONES ESTRUCTURALES, PRESENCIA DE INCLUSIONES


INTRAERITROCITARIAS.

Punteado basófilo; son acúmulos de ARN que se tiñen de azul con Giemsa (sa-
turnismo).

Corpúsculos de Heinz; son zonas de hemoglobina desnaturalizada, de más de 3


micras que se tiñen de:

• azul oscuro con sulfato de Nilo.


• azul claro con azul cresil brillante.
• púrpura oscura con cristal violeta.

Se presentan en alfa-talasemia y también en anemias tóxicas.

Anillos de cabot; son restos de membrana nuclear que toman forma de anillo. Se
observan en anemia perniciosa e intoxicaciones con plomo.

Granulación azurófila; pueden ser restos del núcleo tras su destrucción, o eritro-
blastos. Se tiñen violeta púrpura.

Corpúsculos de Howell-Jolly; son restos de cromatina que se tiñen con Giemsa


de rojo brillante. Indican anemia megaloblástica u otra forma anormal de eritro-
poyesis.

SERIE BLANCA.

POLIMORFONUCLEARES NEUTRÓFILOS.

Los neutrófilos sufren alteraciones morfológicas cualitativas, algunas de las cua-


les son adquiridas y desaparecen después que el estímulo que las provoca lo ha
hecho.

Aumento de los lóbulos nucleares; (anemia).

Núcleo en anteojo (Pelger-Huet); núcleo con dos segmentos. Es una alteración


autosómica dominante.

Corpúsculos de Döhle; son restos de ribosomas libres, o del R.E.R. que se tiñen
de color azul pálido en el citoplasma.

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Granulaciones tóxicas; son gránulos citoplasmáticos de mayor volumen y con
coloración más intensa de lo normal, que aparecen asociados a procesos infec-
ciosos severos.

Gránulos violeta; son gránulos citoplasmáticos azurófilos que están presentes en


la anomalía de Alder-Reilly.

LINFOCITOS.

Linfocito activado, presenta mayor tamaño y basofília clara, sin gránulos (estimu-
lación linfocitaria).

Célula Turk; linfocito hiperbasófilo (infección vírica).

MONOCITOS.

A veces aparecen con núcleo grande escotado y presentan vacuolas donde está
lo que han fagocitado, otras veces se presentan degenerados. Puede deberse a
los anticoagulantes.

A veces se observan otras células como:

Células de Reider.
Células de Turk.
Células en cesto, etc.

SERIE TROMBOCÍTICA.

A. Alteraciones de tamaño, podemos encontrar:

• microtrombocitos.
• macrotrombocitos.
• megacariocitos.

B. Alteraciones de forma o dismorfias plaquetarias, aparecen en las


trombopatías.

C. Alteraciones de distribución:

• satelitismo plaquetario; fenómeno en el que se presentan


varias plaquetas rodeando a los segmentados. Se da a ve-
ces al utilizar EDTA como anticoagulante.
• agregados plaquetarios; son el comienzo de un trombo.

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OTROS TIPOS ANORMALES DE CÉLULAS.

CÉLULAS “LE “, O DE HARGRAVES.

Son leucocitos polimorfonucleares neutrófilos que presentan un gran cuerpo de


inclusión, que desplaza su propio núcleo. Este cuerpo de inclusión es otro núcleo
leucocitario destruido por una Ig G o factor LE. Aparecen entre otras enfermeda-
des en el Lupus Eritematoso.

SIDEROCITOS.

Son hematíes que contienen gránulos de hemosiderina. Estos hematíes son


normales en las células precursoras de los hematíes de médula ósea, pero no
deben aparecer en sangre periférica. Su presencia en un frotis de sangre indica
proceso patológico.

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FÓRMULA LEUCOCITARIA SANGUÍNEA: DIFERENCIACIÓN
CELULAR Y RECUENTOS
INTRODUCCIÓN

Nos podemos encontrar diferentes tipos de leucocitos o glóbulos blancos en


sangre según sus características morfológicas:

A) Polimorfonucleares o granulocitos
a) Neutrófilos
b) Eosinófilos
c) Basófilos
B) Mononucleares o agranulocitos
a) Linfocitos
b) Monocitos

El estudio del porcentaje de cada uno de ellos es lo que se denomina fórmula


leucocitaria. A partir de ella y conociendo el número total de leucocitos por mi-
límetro cúbico de sangre se puede calcular el numero de cada tipo de leucocitos
por volumen de sangre.
Figura 1. Tipos de células en un frotis de sangre periférica.
La fórmula leucocitaria o
recuento diferencial leucocitario
se puede hacer de forma manual
o de forma automática.

MORFOLOGÍA DE LOS
LEUCOCITOS

Vamos a estudiar la morfología


de los leucocitos sobre una
extensión sanguínea teñida. La
figura 1 es una representación
arbitraria de un frotis de sangre
periférica, siendo el número de
leucocitos con relación a los
eritrocitos y trombocitos mayor
de lo que suele observarse en un
campo microscópico real. En la
figura aparecen las siguientes
células:

A: Eritrocitos
B: Linfocito grande
C y E: Neutrófilos segmentados
D: Eosinófilo
F: Monocito

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G: Trombocitos
H: Linfocito
I: Neutrófilo en banda
J: Basófilo.

NEUTRÓFILOS, POLIMORFONUCLEADOS NEUTRÓFILOS (PMN),


GRANULOCITOS NEUTRÓFILOS.

Son células redondeadas de aproximadamente 12 micras de diámetro, más pe-


queños que los monocitos y eosinófilos y ligeramente mayores que los basófilos.

El citoplasma es abundante y se tiñe de color rosado. En él hay numerosas gra-


nulaciones neutrófilas que se tiñen de color rosa-azulado y son de pequeño ta-
maño.

El núcleo se tiñe intensamente de azul, es irregular y polilobulado, variando el


número de lóbulos de 2 a 5. Con frecuencia parece que hay varios núcleos sepa-
rados, pero un análisis detallado permite observar los finos hilos de cromatina
que los une. Esta sería la morfología de un neutrófilo segmentado.

El estadío anterior es el neutrófilo en banda o cayado, en los que el núcleo no


está todavía lobulado y presenta aspecto de S o C.

Puede aparecer en sangre, aunque no con frecuencia, algún metamielocito, que


es el estadío anterior al cayado. Es de mayor tamaño y el núcleo presenta forma
arriñonada. Lo normal es que en la fórmula aparezca un 0%.

Se puede hacer un recuento de las lobulaciones, de forma que las proporciones


normales son:

Células con 1 lóbulo: 6%


Células con 2 lóbulos: 34%
Células con 3 lóbulos: 41%
Células con 4 lóbulos: 17%
Células con 5 lóbulos: 2%

Cuando aumenta el número de células con núcleos polilobulados se habla de


una desviación a la derecha, mientras que cuando aumentan las formas en ca-
yado, metamielocitos o incluso estadios anteriores, se habla de una desviación a
la izquierda.

El neutrófilo se origina en la médula ósea y después de diferentes estadios de


maduración pasa al torrente circulatorio, donde permanecen unas pocas horas
(aproximadamente siete) antes de pasar a los tejidos donde realizan su función y
mueren.

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La función principal de los neutrófilos es la defensa del organismo contra las in-
fecciones mediante el fenómeno de fagocitosis (motivo por el cual la membrana
del neutrófilo emite pseudópodos)

La neutrofilia o leucocitosis neutrofílica constituye un aumento del resultado ab-


soluto, mientras que la neutropenia representa una disminución.

EOSINÓFILOS, POLIMORFONUCLERES EOSINÓFILOS (PME),


GRANULOCITOS EOSINÓFILOS.

Los eosinófilos tienen un diámetro medio de 13 micras. La estructura de estas


células se parece a la de los neutrófilos segmentados, pero con algunas diferen-
cias.

El núcleo se tiñe algo menos y tiene 2 ó 3 lóbulos, normalmente 2 dispuestos de


forma característica.

Las granulaciones citoplasmáticas son de mayor tamaño, redondas u ovaladas,


y con gran afinidad por los colorantes ácidos, tiñéndose por tanto de color rojo-
anaranjado con un colorante que contenga eosina. Los gránulos poseen nume-
rosas enzimas, entre las que destaca la mieloperoxidasa.

Los eosinófilos se forman en la médula ósea y después de diferentes estadios de


maduración pasan a sangre periférica donde sólo permanecen algunas horas
(aproximadamente ocho), ya que la mayor parte de la población corporal de eo-
sinófilos se encuentra bajo la capa epitelial en los tejidos expuestos al ambiente
externo, como son los conductos nasales, piel y vías urinarias.

El papel biológico de estas células es el de modular las reacciones anafilácticas


y las reacciones antígeno-anticuerpo en el proceso alérgico. También intervienen
en el control de la infestación por ciertos parásitos, cuyo ataque no se hace por
fagocitosis, sino por adherencia y subsiguiente citotoxicidad al segregar diversas
sustancias nocivas.

La disminución de los eosinófilos o eosinopenia sólo puede detectarse por re-


cuento de gran número de células. Un aumento en los valores de eosinófilos re-
presenta una eosinofilia.

BASÓFILOS, POLIMORFONUCLEARES BASÓFILOS (PMB),


GRANULOCITOS BASÓFILOS.

En general, los granulocitos basófilos son semejantes en tamaño a los anterio-


res. El núcleo es menos irregular y ligeramente lobulado. Las granulaciones del
citoplasma son grandes y muy abundantes. Tienen gran afinidad por los coloran-
tes básicos, apareciendo de color azul oscuro o prácticamente negro. Recubren
normalmente toda la célula, por lo que el núcleo resulta difícil de distinguir.
Los basófilos son los menos numerosos de los leucocitos en la sangre normal.

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Los basófilos se originan en la médula ósea y, después de diferentes procesos
de maduración, pasan a la sangre periférica donde realizan su función. Los ba-
sófilos que se encuentran en los tejidos se denominan células cebadas o masto-
citos y presentan ciertas diferencias en la composición de sus gránulos con res-
pecto a los basófilos sanguíneos.

La función de los basófilos es actuar como mediadores en las respuestas infla-


matorias, en especial las de hipersensibilidad.

El aumento del número absoluto de basófilos lo constituye una basofilia o leoco-


citosis basofílica, mientras que el menor recuento absoluto de basófilos lo consti-
tuye una basopenia.

LINFOCITOS

Los linfocitos son células mononucleadas pequeñas, de aproximadamente 10


micras de diámetro, que carecen de gránulos citoplasmáticos específicos.

El linfocito típico presenta un núcleo bien definido que contiene bloques pesados
de cromatina. El núcleo ocupa prácticamente toda la célula y tiene forma redon-
da o un poco dentada. Se tiñe de color azul oscuro.

El citoplasma es escaso y se tiñe de un color azul pálido, exceptuando una zona


perinuclear clara, pudiendo aparecer en algunas granulaciones de color rojizo.

Se pueden observar linfocitos de mayor tamaño, de 12 a 15 micras de diámetro,


con núcleos menos densos y citoplasma más abundante, especialmente en la
sangre de los niños, y puede ser difícil de distinguir de los monocitos.

Los linfocitos son las principales células implicadas en la respuesta inmunitaria,


reconociendo por sus receptores de membrana los determinantes antigénicos
con la colaboración de otras células, como los macrófagos.

Un aumento de los valores absolutos se denomina linfocitosis, mientras que una


disminución de estos valores se denomina linfocitopenia.

MONOCITOS

El monocito es la célula de mayor tamaño de la sangre normal con un diámetro


medio de 16 micras.

Contiene un único núcleo, generalmente excéntrico y con forma redondeada,


lobulada o en forma de herradura. Se tiñe de un azul más débil que los linfocitos.
El citoplasma es abundante y se tiñe de un color azul grisáceo conteniendo a
veces gránulos finos de color entre rojo y púrpura, menos diferenciados y pe-

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queños que los gránulos de los leucocitos neutrófilos. Ocasionalmente pueden
detectarse gránulos de color azul.

Los monocitos se producen en la médula ósea para después pasar a sangre pe-
riférica, donde permanecen entre 4 y 10 horas antes de migrar a los tejidos, con-
virtiéndose en ellos en las células llamadas macrófagos o histiocitos, donde
cumplen su función.

La función principal de los monocitos y macrófagos es la fagocitosis, que realiza


de manera semejante a los neutrófilos. Actúan como defensa contra microorga-
nismos, en el proceso de la formación antigénica y en la eliminación de células
viejas, dañadas o tumorales. Además, el sistema monocito-macrófago desem-
peña un papel principal en la iniciación y regulación de la respuesta inmunitaria.

El aumento y disminución de sus valores se denominan monocitosis y monocito-


penia respectivamente.

VALORES DE REFERENCIA.

El número total de leucocitos oscila en condiciones normales según la edad, va-


riando desde el nacimiento hasta los 16 años, a partir de los cuales las cifras se
estabilizan dentro de unos márgenes de normalidad. Asimismo, el porcentaje
normal de los distintos tipos de leucocitos varía también con la edad (Tabla 1)

RN 1 MES 4 AÑOS 6 AÑOS ADULTO


Neutrófilo 37-57% 25-35% 25-45% 45-50% 50-65%
Cayados 0-4% 0-4% 0-4% 0-4% 0-4%
Eosinófilos 1-5% 1-5% 1-5% 1-5% 1-5%
Basófilos 0-2% 0-2% 0-2% 0-2% 0-2%
Monocitos 4-10% 4-10% 4-10% 4-10% 4-10%
Linfocitos 25-35% 45-65% 40-60% 40-45% 25-40%
3
Leucocitos/mm 9.000- 5.000- 5.500- 5.000- 4.000-
30.000 21.000 15.500 14.500 10.000
Tabla 1. Valores de leucocitos en sangre periférica.

FÓRMULA LEUCOCITARIA O RECUENTO DIFERENCIAL LEUCOCITARIO


(RDL)

El recuento diferencial leucocitario se puede realizar de forma manual al micros-


copio o de forma automática.

RECUENTO DIFERENCIAL LEUCOCITARIO MANUAL

Consiste en determinar el porcentaje de cada tipo de leucocitos por observación


directa al microscopio de un frotis sanguíneo teñido. Cuanto mayor sea el núme-
ro de células contadas, mayor será la exactitud del resultado.

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Se entiende por frotis o extensión sanguínea la formación de una fina película de
sangre sobre una superficie, generalmente un portaobjetos, de forma que pueda
ser observada al microscopio sin que las células se superpongan entre sí. Una
vez preparado y secado el frotis, debe ser fijado y teñido para poder diferenciar
los distintos tipos celulares.

Los colorantes más comúnmente utilizados para las tinciones hematológicas son
los derivados de la anilina, colorantes de Romanowsky, que pueden combinar
colorantes ácidos (eosina), básicos (azul de metileno) y neutros. Las distintas
estructuras celulares se teñirán con el colorante de pH antagónico. Así, los colo-
rantes ácidos teñirán las estructuras básicas como la hemoglobina o los gránulos
de los leucocitos eosinófilos y los colorantes básicos teñirán estructuras ácidas
como el ADN o los gránulos citoplasmáticos basófilos. Las estructuras neutrófilas
serán aquellas que tienen afinidad por ambos tipos de colorantes.

Existen diversos métodos de tinción, como por ejemplo: el método de Wright, el


método de Giemsa, el método de May-grümwald-Giensa o el método del panóp-
tico rápido.

A la hora de hacer el recuento diferencial de leucocitos hay que tener en cuenta


que la distribución de las células no es uniforme. Las células grandes (monocitos
y neutrófilos) se sitúan en los bordes, mientras que las células pequeñas (linfoci-
tos) lo hacen en el centro de la extensión. Por esta razón, en el recuento se debe
seguir una trayectoria que cubra todas las partes de la extensión.

Antes de comenzar el recuento se evalúa si la extensión ha sido bien realizada,


si la distribución de las células es uniforme, y su tinción, satisfactoria. Se exami-
na la extensión al microscopio con bajo aumento, para observar si la distribución
celular y la tinción es buena; se cambiará a un objetivo de inmersión para la
identificación de los distintos tipos celulares.

El registro de los distintos tipos de leucocitos se puede realizar utilizando apara-


tos registradores específicos para fórmulas leucocitarias o bien manualmente,
anotando cada una de las células aparecidas en un papel.

A medida que se va viendo un leucocito, éste se clasifica, hasta haber contado


un número determinado de leucocitos. Cuanto más elevado es este número,
mayor es la precisión, aunque por razones prácticas normalmente se realizan
recuentos de 100 ó 200 células.

Todos los leucocitos que no puedan clasificarse deberían agruparse conjunta-


mente en un grupo no identificado. En algunas alteraciones, especialmente en la
leucemia, pueden detectarse muchos de estos leucocitos no identificados.

Con el número total de leucocitos por mm3 y el tanto por ciento de cada tipo, se
puede hallar el valor absoluto para cada uno de ellos.

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RECUENTO DIFERENCIAL LEUCOCITARIO AUTOMATIZADO

El recuento diferencial leucocitario es una de las determinaciones más solicita-


das al laboratorio de análisis clínicos, por ello, unos resultados exactos y preci-
sos son de vital importancia.

Actualmente, la automatización permite mejorar la especificidad, la exactitud,


disminuir los errores y abaratar los costes de los recuentos diferenciales de leu-
cocitos

En los sistemas disponibles hasta la fecha, se han utilizado dos principios gene-
rales:

a) los sistemas de elaboración digital de la imagen, que identifican por or-


denador las células sobre extensiones sanguíneas teñidas.
b) los sistemas de flujo continuo, que analizan las células suspendidas en
un líquido y utilizan la medida de diferentes propiedades de los leucoci-
tos. Se basan en:
• Medida de la impedancia y de la conductividad celular que in-
formarán sobre el tamaño de la partícula y su estructura celular
interna.
• Medida de la dispersión de la luz láser o halógena.
• Utilización de técnicas citoquímicas sobre la suspensión leucoci-
taria y estudio de las distintas poblaciones leucocitarias por mé-
todos ópticos.

ANÁLISIS DIGITAL DE IMAGEN

Se basa en la identificación de los leucocitos mediante análisis con ordenador de


las imágenes, de frotis sanguíneos teñidos, obtenidas al microscopio.

La extensión de sangre, uniformemente teñida, se coloca sobre la platina de un


microscopio. El movimiento de la platina es controlado mediante ordenador. De
esta forma se recorre la superficie del frotis y el ordenador detiene el movimiento
cuando encuentra un leucocito en su campo de visión.

Las imágenes ópticas (tamaño, color, gránulos citoplasmáticos, etc.) son regis-
tradas por una cámara de televisión y digitalizadas por el ordenador, que compa-
ra las características de la célula con una memoria en la que se incluyen las ca-
racterísticas correspondientes a los distintos tipos celulares. Si las características
“coinciden”con las de un tipo celular normal, se identifica como tal; de lo contra-
rio, se clasifica como desconocido. Las coordenadas de estas últimas células
son archivadas, para que el técnico las pueda clasificar.

Los leucocitos son clasificados en cinco categorías: polinucleares neutrófilos


(segmentados y no segmentados), linfocitos, monocitos, polinucleares eosinófi-
los y polinucleares basófilos. Algunos sistemas son capaces de captar otros

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elementos celulares que eventualmente pueden aparecer en sangre periférica
como mielocitos, metamielocitos, promielocitos, células plasmáticas, linfocitos
atípicos o blastos.

Estos sistemas identifican los leucocitos en base a aspectos morfológicos, por lo


que además de requerir células perfectamente conservadss necesitan una muy
pequeña variación tintorial para evitar la clasificación errónea de células. Es por
ello de gran importancia el empleo de sistemas de realización de frotis sanguí-
neos adecuados, para la obtención de preparaciones homogéneas y con la ma-
yor similitud tintorial. Se recomienda, por ello, la utilización de sistemas automáti-
cos de tinción.

Junto a la fórmula leucocitaria, muchos de estos contadores proporcionan ade-


más información sobre morfología de glóbulos rojos y cuantificación de plaque-
tas.

Este método es el más parecido al método microscópico convencional, pero tie-


ne grandes inconvenientes como su bajo rendimiento, tanto por el número de
células analizadas, como por su escasa velocidad en la clasificación de las mis-
mas, aunque actualmente se están consiguiendo velocidades aceptables.

SISTEMAS DE FLUJO CONTINUO

El recuento y análisis de células sanguíneas se hacen en aparatos cuyo principio


de funcionamiento se basa en uno o en los dos principios que señalamos:

a) Resistencia eléctrica por impedancia.

Con el método de la resistencia


eléctrica, las células en
suspensión pasan a través de una
apertura situada entre dos
electrodos, entre los que existe
una corriente eléctrica continua de
intensidad constante; cada célula
al pasar produce un incremento
momentáneo de la resistencia
eléctrica que se traduce en un
impulso eléctrico. El número de
pulsos generados es proporcional
al de células que pasan. La am-
plitud de cada pulso es
proporcional al volumen celular
(Figura 2.)
Figura 2. Dispositivo de recuento por impedancia

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b) Difracción de la luz en citometría de flujo, con o son citoquímica.

El método de la difracción de la luz en citometría de flujo se basa en iluminar con


un haz de luz láser o halógena un flujo por el que pasan alineadas una suspen-
sión celular. El paso de las células dispersa la luz. La medida de la dispersión de
la luz en dos ángulos diferentes hace posible la determinación del volumen celu-
lar (Figura 3.)

Figura 3. Métodos de dispersión de la luz.

Todos los aparatos, sea cual fuere el método de medida empleado, están dota-
dos de un sistema de preparación de las muestras: realizan una aspiración de
sangre total (0,2-0,3 ?l) que es alicuotada, diluida y distribuida en dos circuitos
independientes: uno para el análisis de hematíes y plaquetas y otro para leucoci-
tos y hemoglobina.

El recuento de leucocitos se realiza al medir en el circuito correspondiente, con


los hematíes lisados, los volúmenes de las partículas y en algunos instrumentos
también al medir la actividad mieloperoxidasa.

Vamos a estudiar a continuación los siguientes sistemas de flujo continuo:

a) Sistemas de análisis del volumen leucocitario


b) Métodos de difracción de la luz en citometría de flujo
c) Analizadores que incorporan modificaciones de una o ambas tecnolo-
gías
d) Analizador NE-800

SISTEMAS DE ANÁLISIS DEL VOLUMEN LEUCOCITARIO

Los autoanalizadores diferenciales basados en este principio pueden obtener las


poblaciones leucocitarias por análisis de los volúmenes del núcleo previa elimi-
nación del citoplasma mediante un agente lisante (Sistemas Coulter) o mediante
análisis de los volúmenes de las células intactas (serie ELT de Ortho).

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Generalmente, el histograma de distribución de los glóbulos blancos no repre-
senta el volumen de los leucocitos en la sangre circulante, sino el resultante tras
la acción de un agente lisante. Este agente actúa al mismo tiempo sobre la
membrana y el citoplasma de las células, lo que provoca alteraciones diferentes
según el tipo de célula. Los linfocitos aparecen más pequeños que los monocitos
y estos más pequeños que los granulocitos. De hecho, la posición de las células
en la curva de distribución viene determinada por la morfología del núcleo:

a) A la izquierda las células con un núcleo esférico: los linfocitos.


b) En la zona central los monocitos, cuyo núcleo suele presentar una o
varias hendiduras.
c) A la derecha, los granulocitos con el núcleo menos segmentado segui-
do de los polinucleares.

En el histograma de distribución pueden diferenciarse tres picos, cada uno de los


cuales corresponden a un tipo celular. De aquí que se les conozca también como
sistemas de tres poblaciones (Figura 4).

a) Linfocitos: en el pico comprendido entre 35 y 90 fl.


b) Mononucleares: entre 90 y 160 fl.
c) Granulocitos: entre 160 y 450 fl. El aparato proporciona una cifra global
de granulocitos, ya que no puede distinguir entre neutrófilos, eosinófilos
y basófilos.

Esta fórmula de tres poblaciones puede considerarse como una fórmula orienta-
tiva. Cuando el aparato advierte una distribución celular anómala, lo indica seña-
lando unas alarmas.

Figura 4. Histograma normal de la serie blanca.

METODOS DE DIFRACCION DE LA LUZ EN CITOMETRIA DE FLUJO

Los aparatos que usan este procedimiento son los denominados H1, H2 y H3 de
la casa Technicon. Estos sistemas obtienen el análisis diferencial de leucocitos
de acuerdo con su tamaño, su comportamiento citoquímico ante determinados
colorantes y su actividad mieloperoxidasa.

Estos aspectos son analizados y comparados por la parte informática del aparato
para producir unos resultados precisos, exactos y fiables.

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De estos parámetros se obtienen los datos referentes a cuatro poblaciones leu-
cocitarias: linfocitos, monocitos, neutrófilos y eosinófilos. Y adicionalmente dos
poblaciones más: las grandes células inmaduras (LUC) y los linfocitos atípicos
(Figura 5.)

Figura 5. Citograma de peroxidasa.

En la figura 5 aparece un citograma de peroxidasa, donde en la casilla A apare-


cen los linfocitos, los más pequeños y desprovistos de actividad peroxidasa. En
la casilla B se encuentran los monocitos, ligeramante mayores y con ligera acti-
vidad peroxidasa. En la casilla C se encuentra la población más numerosa, los
neutrófilos, mayores y cargados de peroxidasa. Los eosinófilos, de menor tama-
ño y muy cargados de peroxidasa se encuentran en la casilla D. Y por último, en
la casilla E aparece un tipo celular adicional, son los LUC o grandes células no
teñidas: son células normalmente
presentes en la sangre en una
pequeña proporción, como linfocitos
grandes hiperactivos y todas las
células patológicas sin actividad
peroxidasa (linfoblastos, mieloblastos,
tricoleucocitos,…)

Los basófilos son detectados en un


canal independiente (canal de
lobularidad). Mediante un reactivo
lisante, son destruidas las membranas
de todos los leucocitos excepto las de
los basófilos (Figura 6.)

Figura 6. Citograma de basófilos

La peroxidasa es una enzima contenida en el citoplasma de todos los leucocitos,


en cantidad variable, excepto en los linfocitos, y esta característica es utilizada
para la obtención de la fórmula leucocitaria clásica.

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Para la correcta comprensión de los histogramas por esta tecnología, se ha de
tener en cuenta que las células linfoides son peroxidasa negativas y de volumen
pequeño.

Los monocitos son mayores que los linfocitos y más ricos en peroxidasa. Los
neutrófilos son mayores que los linfocitos y con mucha peroxidasa. La peroxida-
sa aparece en los promielocitos y aumenta progresivamente conforme se com-
pleta la maduración de la serie mieloide. Los eosinófilos poseen mucha peroxi-
dasa. Los basófilos son peroxidasa negativos.

En el citograma de peroxidasa los linfocitos se sitúan abajo y a la izquierda. Los


monocitos arriba de los linfocitos y hacia la derecha. Los neutrófilos ocupan la
parte central del citograma. Los eosinófilos se sitúan debajo de los neutrófilos.
Las células LUC ocupan la zona superior izquierda del citograma.

En el citograma de basófilos en la zona derecha se sitúa los neutrófilos. En la


zona izquierda los mononucleares y en la zona de arriba los basófilos. Las célu-
las blásticas se situarían a la izquierda de las mononucleares.

ANALIZADORES QUE INCORPORAN MODIFICACIONES DE UNA O AMBAS


TECNOLOGÍAS

Es el caso del analizador Coulter STKS, que mide:

1. Volumen celular por el principio de la variación de la impedancia


2. Conductividad celular por medio de una corriente de alta frecuencia
3. Estructura celular por la difracción de la luz láser monocromático
4. Estos tres parámetros son integrados y analizados conjuntamente en
un sistema de tres ejes.

De esta manera se consigue una diferenciación celular en cinco poblaciones:


linfocitos, monocitos, basófilos, neutrófilos y eosinófilos, así como detectar po-
blaciones anormales: blastos, linfocitos atípicos, granulocitos inmaduros, ban-
das,…

La tecnología VCS mantiene los leucocitos en un estado casi nativo y efectúa


una lectura en tres dimensiones. Los resultados se pueden examinar en tres pla-
nos: DF1, DF2 y DF3, siendo el más usado el DF1, por ser donde se visualizan
mejor todas las poblaciones. En la figura 7 se aprecian los resultados vistos des-
de tres ángulos, donde 1: Neutrófilos, 2: Linfocitos, 3: Monocitos, 4: Eosinófilos y
5: Basófilos.

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Figura 7. Resultados vistos desde tres ángulos

La localización de poblaciones anormales se aprecia en la figura 32.8,


donde: 1: Sospecha de blastos; 2: Granulocitos inmaduros, 3: Neutrófilos enve-
jecidos, 4: Plaquetas gigantes, 5: Eritroblastos, 6: Linfocitos atípicos, 7: Sospe-
cha de blastos, 8: Linfocitos no definidos y 9: Sospecha de blastos.

Figura 8. Localización de poblaciones anormales.

ANALIZADOR NE-800

En el analizador NE-800 se sustituye el haz de luz por una corriente eléctrica,


bien directa o de radiofrecuencia. Este analizador utiliza tres canales y tres
hemolizantes diferentes, específicos para separar cinco poblaciones celulares.
Estas células son analizadas por los métodos de Radio Frecuencia (RF) y Co-
rriente Directa (CD) que realiza un scattegrama tridimensional que se visualiza
en pantalla, expresándose los datos de RF en el eje de ordenadas y los de CD
en el de abcisa, discriminándose las poblaciones celulares de los hematíes lisa-
dos y separándose tres poblaciones: linfocitos, monocitos y granulocitos. La de-
terminación de neutrófilos y basófilos se hacen por canales independientes, utili-
zándose hemolizantes diferentes y selectivos para cada una de estas poblacio-
nes, controlándose el tiempo y temperatura de la reacción con el hemolizante.
Los neutrófilos se determinan mediante la fórmula:

Neutrófilos = granulocitos - (eosinófilos + basófilos).

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Los hematíes y plaquetas se analizan mediante el método de corriente directa.

Este analizador proporciona de cada muestra un mensaje positivo o negativo. El


mensaje negativo significa que todos los parámetros de cada muestra están de-
ntro de los límites considerados normales, no necesitando la muestra ninguna
verificación adicional.

Un mensaje positivo indica que la muestra excede los límites aceptables y re-
quiere posterior investigación y estudio

El analizador proporciona un scattegrama, donde se representan los linfocitos,


monocitos, granulocitos y células anormales, en áreas diferentes, según la figura
8 donde:

L: Linfocitos normales
M: Monocitos
G: Granulocitos
1. Blastos: por debajo de la situación normal de linfocitos y granulocitos
2. Granulocitos inmaduros: por debajo y hacia la derecha de la situación
normal de los granulocitos.
3. Cayados: por debajo y hacia la derecha de los granulocitos normales.
4. Eritroblastos: en la zona de los estromas de los hematíes.
5. Linfocitos atípicos: entre la zona de linfocitos normales y monocitos.
6. Agregados plaquetarios: Siguiendo, por arriba, la línea divisoria del
scattegrama.

Figura 8. Analizador NE-800

Junto al scattegrama, también nos presenta tres histogramas: de


WBC, de eosinófilos y de basófilos.

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TEMA 9. COAGULACIÓN: REALIZACIÓN
TÉCNICA Y MEDICIÓN DEL TIEMPO DE
PROTROMBINA, TIEMPO DE TROMBOPLASTINA
PARCIAL ACTIVADA Y FIBRINÓGENO

INTRODUCCIÓN
CONCEPTO DE HEMOSTASIA
La hemostasia es el proceso encargado de prevenir la extravasación sanguínea
espontánea, evitar la hemorragia excesiva a nivel de los vasos lesionados y
mantener la fluidez de la sangre circulante.

El mantenimiento de una hemostasia normal requiere el correcto funcionamiento


de cuatro factores: a) pared vascular; b) función plaquetaria; c) coagulación san-
guínea; y d) fibrinolisis. La alteración de uno sólo de ellos es siempre causa de
patología.

De forma resumida, el proceso de la hemostasia es como sigue: Al producirse la


lesión vascular, el vaso afectado se contrae transitoriamente, disminuyendo el
paso de sangre a su través (reacción vascular). A continuación, las plaquetas
circulantes se adhieren al colágeno del tejido subendotelial, que queda expuesto
debido a la lesión, y liberan adenosín-difosfato (ADP), lo que facilita la agrega-
ción y formación de un trombo plaquetario (función plaquetaria). Este trombo de-
tiene momentáneamente la hemorragia, siendo primero reforzado y luego susti-
tuido por la formación de fibrina (coagulación sanguínea o plasmática). Final-
mente se inicia la cicatrización de la herida vascular, a la vez que la fibrina es
degradada por un sistema enzimático (fibrinolisis).

COAGULACIÓN PLASMÁTICA

El proceso de coagulación sanguínea consiste en una serie de reacciones enzi-


máticas donde cada factor de la coagulación es la enzima del inmediatamente
inferior y el sustrato del inmediatamente superior (reacción en cascada). Este
proceso continua hasta que el fibrinógeno se transforma en fibrina, lo que provo-
ca la modificación del estado físico de la sangre, que pasa de un estado líquido a
un estado de gel (la red de fibrina insoluble encierra entre sus mallas a los ele-
mentos formes de la sangre y refuerza el trombo plaquetario para detener de
forma definitiva la hemorragia).
En la coagulación sanguínea se pueden distinguir tres grandes etapas: a) activa-
ción de la protrombina; b) formación de la trombina; y c) formación de la fibrina.

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El activador de la protrombina es un complejo lipoprotéico formado por el factor
X, el factor V, el factor 3 plaquetario (fosfolípido) y los iones Ca++. La activación
previa del factor X puede realizarse a través de 2 vías diferentes: vía extrínseca
y vía intrínseca.

VÍA INTRÍNSECA VÍA EXTRÍNSECA


FOSFOLÍPIDOS
TROMBOPLASTINA TISULAR

F XII F XIIa

FVIIa FVII
FXI FXIa

FX
Ca++
FIX FIXa FVII

FV
FXa

PROTROMBINA F F IIa TROMBINA


II

FIBRINÓGENO FIBRINA

La coagulación se limita a la zona de la lesión vascular gracias a la existencia de


inhibidores fisiológicos, que neutralizan a los factores de la coagulación activa-
dos. Los más importantes son antitrombina III o cofactor de la heparina, α2-
macroglobulina, α1-antitripsina, y proteínas C y S.

Fibrinolisis

Una vez que el trombo de fibrina ha cumplido su función hemostática, es destrui-


do mediante la fibrinolisis, proceso fisiológico que se realiza gracias a la plasmi-
na, proteasa activa que se origina a partir de un precursor plasmático inactivo: el
plasminógeno.

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FIBRINA

t- Plasmina
Plasminógeno
u-

Productos de degradación
Plasmina de la Fibrina. (D-D)

EXPLORACIÓN DE LA COAGULACIÓN PLASMÁTICA

Toda trastorno de la hemostasia primaria, debido generalmente a una plaqueto-


penia, estando el tiempo de sangría excesivamente alargado. Si el recuento de
plaquetas y el tiempo de sangría son normales, hay que considerar la posible
existencia de hemorragia es el resultado de una alteración vascular, plaquetaria
o de los factores plasmáticos de la coagulación. En el diagnóstico de los trastor-
nos hemorrágicos es fundamental la orientación clínica, que dirigirá la explora-
ción hacia uno de los factores citados. Ante un paciente que sangra se debe
pensar en la existencia de un defecto en algún factor de la coagulación.

La exploración de la coagulación sanguínea se basa en la realización de dos


pruebas globales: el tiempo de protrombina (TP) y el tiempo de tromboplastina
parcial activada (TTPA), que se complementan con una valoración de la fibrino-
formación mediante la determinación funcional del fibrinógeno o la realización del
tiempo de trombina (TT). Sobre la base de los resultados de estas pruebas po-
demos realizar una aproximación diagnóstica, cuya confirmación puede requerir
la determinación específica de factores de la coagulación.

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Aunque actualmente la casi totalidad de las pruebas de coagulación se realizan
mediante coagulómetros semiautomáticos, las técnicas las describiremos de una
forma general aplicable a cualquier método.

Todas ellas se realizan a partir del plasma, en el que se ha bloqueado el desa-


rrollo de la coagulación mediante un agente capaz de eliminar el Ca++: citrato u
oxalato. Las pruebas se inician mediante la adición de la suficiente cantidad de
Ca++ y del agente activador de la coagulación correspondiente a la etapa de ésta
que se desee explorar, midiendo el tiempo necesario para la formación del coá-
gulo.

Una anomalía en alguna de estas pruebas básicas puede deberse a dos tipos de
causas: presencia de un anticoagulante circulante y/o déficit de uno o varios fac-
tores de la coagulación.

OBTENCIÓN DE LAS MUESTRAS PARA PRUEBAS DE COAGULACIÓN

1. La toma de sangre se realizará por punción venosa limpia, no debiendo


existir un éxtasis prolongado por torniquete.

2. Se puede emplear jeringuilla o dispositivos para tubos al vacío. Si hay que


extraer más de una jeringuilla o tubo, se aconseja que el destinado al es-
tudio de la coagulación no sea el primero.

3. Se utilizarán tubos de plástico o de vidrio siliconado que contengan citrato


sódico a concentración de 0,1 mol/L, una parte de citrato por cada 9 par-
tes de sangre. Una vez introducida la sangre, se mezclan suavemente sin
producir espuma.

4. La sangre anticoagulada se centrifuga durante 10-15 minutos a 3.000


r.p.m. El plasma sobrenadante se pipetea cuidadosamente en otro tubo
de plástico o siliconado.

5. Debe analizarse en las 2 horas siguientes a la extracción (aunque puede


conservarse hasta 4 horas a 4º C). Si no, congelar a -20º C hasta su pro-
cesamiento. La conservación prolongada a temperatura ambiente conlle-
va una inactivación parcial de los factores V y VIII, mientras que la refrige-
ración prolongada activa el factor VII.

Normas generales para la realización manual de las pruebas de coagulación:

A) MATERIAL

1. Baño María a 37º C muy preciso.


2. Tubos estándar de hemólisis de plástico (70 × 10 mm).
3. Pipetas automáticas de 100 y 200 µL.
4. Cronómetros contrastados.

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B) REALIZACIÓN DE LA PRUEBA

1. Introducir el plasma en dos tubos de hemólisis e incubar 2 minutos a


37º C en el baño María.

2. Añadir los reactivos en el orden y con los intervalos que señalen las
técnicas concretas, agitando suavemente el tubo para su mezcla.

3. La adición del último reactivo a la mezcla debe ser brusca e instantá-


nea, poniendo simultáneamente en marcha el cronómetro. Inmediata-
mente agitar suavemente para mezclar y dejar el tubo en el baño un
breve tiempo, variable según la duración normal de la prueba; luego
mover rítmicamente el tubo, bajo una correcta fuente de luz, hasta ver
aparecer la fibrina, momento en el que se detiene el cronómetro.

4. Las pruebas se realizarán por duplicado y la diferencia entre dos de-


terminaciones será siempre inferior a 1 segundo; de lo contrario se
realizará una nueva determinación.

5. Simultáneamente a la valoración de la muestra debe realizarse la de


un plasma control obtenido de una mezcla de plasmas frescos de 15 -
20 sujetos sanos o de una mezcla similar liofilizada (comercial).

Causas de error

A) EN LA OBTENCIÓN DEL PLASMA:

a) Éxtasis venoso demasiado prolongado. Favorece la fibrinolisis local.


b) Punción venosa inadecuada.
c) Dilución errónea del plasma. Proporción sangre-anticoagulante inexac-
ta.
d) Tiempo de centrifugación inadecuado.
e) Presencia de hemólisis en el plasma.
f) Conservación muy prolongada del plasma antes de realizar la prueba.

B) EN LA REALIZACIÓN DE LA TÉCNICA:

a) Errores de pipeteo
b) Empleo de reactivos inadecuados o caducados
c) Empleo de reactivos mal preparados
d) Empleo de una temperatura inadecuada
e) Tiempos de incubación inexactos
f) Empleo de agua no destilada
g) Errores en la realización de la técnica

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TIEMPO DE PROTROMBINA:

Valoración global de la vía extrínseca:

A) PRINCIPIO

El tiempo de Quick o de protrombina (TP) es el tiempo necesario para la


coagulación de un plasma recalcificado en presencia de un exceso de
tromboplastina hística. Explora fundamentalmente la función de la vía ex-
trínseca de la coagulación (específicamente el factor VII y también los fac-
tores V y X), así como la función de la protrombina (factor II) y del fibrinó-
geno (Factor I).

B) MATERIAL

a) Tromboplastina cálcica comercial.


b) Plasma citratado del paciente.
c) Plasma citratado control.
d) Coagulómetro o equipo para la determinación manual.

La tromboplastina hística se prepara a partir de extractos de cerebro o pulmón


humanos o de tejidos animales, fundamentalmente de conejo. Existen muchas
tromboplastinas comerciales preparadas a partir de tejidos animales, cuya sensi-
bilidad suele variar según la firma comercial que la prepara, por lo que la OMS
elaboró un patrón de referencia internacional a partir de cerebro humano (ac-
tualmente considerado como patrón primario), y también patrones a partir de
tejidos bovino y de conejo.

Estos últimos deben utilizarse para verificar la calidad y sensibilidad de los dife-
rentes preparados comerciales, en los que además debe venir indicado su índice
internacional de sensibilidad (ISI), calculado en relación al del patrón de referen-
cia internacional, que se considera de 1,0.

El Índice Internacional de Sensibilidad (ISI) es el valor de la recta de regresión de


los tiempos de protrombina de pacientes anticoagulados obtenidos con la trom-
boplastina comercial y con la tromboplastina de referencia internacional.

Para los estudios de carácter diagnóstico es conveniente utilizar una tromboplas-


tina simple de buena sensibilidad (ISI cercano a 1). Para el control del tratamien-
to anticoagulante esta recomendación se hace imperativa, existiendo trombo-
plastinas simples o combinadas (aportan fibrinógeno y factor V) de muy alta sen-
sibilidad.

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C) MÉTODO
Precalentar la tromboplastina reconstituida, a 37º C durante 10-15 minutos.
Introducir 0,1 mL (100 µL) de PPP del paciente en un fibrotubo, y 0,1 mL de
PPP control en otro fibrotubo, e incubar 2 minutos a 37º C.

*Añadir 0,2 mL de tromboplastina cálcica, a la vez que se dispara el cro-


nómetro.

Medir en segundos el tiempo que tarda en aparecer el coágulo.

D) INTERPRETACIÓN DEL RESULTADO

Los resultados se expresan en segundos, acompañados del TPNM, y se


aconseja añadir la razón o cociente “tiempo del paciente /TPNM”, para
una más fácil interpretación. El Tiempo de Protrombina Normal Medio
(TPNM) es el valor correspondiente al plasma control.

También es conveniente indicar la marca de la tromboplastina utilizada


por la gran variabilidad en la sensibilidad entre dos distintos reactivos co-
merciales. Cuando la tromboplastina tiene una calidad idónea, debe su-
ministrar un tiempo de Quick para plasmas normales (plasma testigo) de
12 a 14 segundos.

La aplicación de la prueba a un número elevado de sujetos presuntamen-


te libres de alteraciones de la coagulación, como ocurre en los grandes
laboratorios, permite corregir ligeras desviaciones en el TPNM. Para ello
se toma el valor de la razón de un mínimo de 50 individuos sin patología
coagulativa, se eliminan los resultados que se hallen fuera de ± 2DE, se
establece de nuevo la media y se calcula el número por el cual ésta debe-
ría multiplicarse para que su valor fuera exactamente 1,0.

6
Valor inverso de las diluciones

Actividad de Protrombina (%)

5 20

4 25

3 33

2 50

1 100
10 20 30 40 50 60
Tiempo de coagulación (segundos)

Figura 1

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Este número es el factor por el que deberán multiplicarse todos los resultados
que se obtengan (mientras no se cambien las condiciones de trabajo o el lote del
reactivo) para que realmente se adapten a la población atendida en dicho labora-
torio.

Para expresar el resultado en porcentaje de actividad hay que elaborar una cur-
va de calibración (Figura 1) a partir de diluciones en tampón citratado del plasma
testigo, considerando como 100% el plasma sin diluir (Tabla 1).

El tiempo en segundos obtenido del plasma problema se lleva a la curva de cali-


bración y obtenemos la actividad global en % (actividad protrombínica). El plas-
ma testigo empleado para realizar la curva está generalmente constituido por
una mezcla de plasmas normales obtenidos a partir de 15 a 20 donantes sanos.
La curva debe volver a realizarse cada vez que se emplee un nuevo lote de
tromboplastina, ya que ésta puede hacer variar ligeramente el valor de los testi-
gos.

concentración 100 % 50 % 25 % 12,5 %


suero fisiológi- 0 0,5 mL 0,5 mL 0,5 mL
co o
tampón Owren
plasma control 1 mL 0,5 mL 0,5 mL de la dilu- 0,5 mL de la dilu-
ción anterior ción anterior

Tabla 1: Llevando los tiempos y las concentraciones a un papel semilogarítmico


se obtiene una recta (Curva de calibración: Figura 1).

La determinación del TP se utiliza:

Para comprobar la normalidad de la vía extrínseca y común de la coagulación.

Como indicador de la función hepática (ya que la mayor parte de los factores de
la coagulación son de síntesis hepática).

Para controlar los tratamientos con anticoagulantes orales.

Si el TP está alargado, se realiza un TP de la mezcla a partes iguales de plasma


del paciente con plasma control. Si “corrige” (es decir, si el TP se normaliza),
indica un déficit de factores. Si “no corrige” indica la presencia de anticoagulante
(heparina, endógena o exógena, o PDF).

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TIEMPO DE TROMBOPLASTINA PARCIAL ACTIVADA:

Valoración global de la vía intrínseca:

A) PRINCIPIO

El tiempo de cefalina o TTP es el tiempo necesario para la coagulación de


un PPP recalcificado en presencia de cefalina (mezcla de fosfolípidos). Si
además de la cefalina se añade una sustancia que facilite la activación del
sistema de contacto (caolín, celite u otras), se le denomina tiempo de ce-
falina activado o TTPA.

El TTPA explora la vía intrínseca y común de la coagulación (factores XII,


XI, IX, VIII, V, X y II).

B) MATERIAL

a) Cefalina activada (extracto fosfolipídico para la realización del TTPA


que contiene un activador del sistema de contacto: silicato en suspen-
sión o ácido elágico).
b) Solución de cloruro cálcico 25 mmol/L.
c) Plasma citratado del paciente.
d) Plasma citratado control (mezcla de 10 ó más plasmas de donantes
sanos) preparado en el laboratorio o comercial.
e) Coagulómetro o equipo para la determinación manual.

C) MÉTODO

En dos tubos de hemólisis se introducen 0,1 mL de PPP del paciente y del con-
trol, respectivamente.
A continuación se añaden 0,1 mL de la suspensión de cefalina y la mezcla se
deja incubar durante 2 ó 3 minutos a 37º C (según las instrucciones del reactivo).
Finalmente se añaden 0,1 mL de CaCl2 (equilibrado a 37º C) a la vez que se dis-
para el cronómetro
Se mide el tiempo necesario para el inicio de la formación del coágulo.

D) INTERPRETACIÓN DEL RESULTADO

Se da el resultado del tiempo en segundos de paciente y control y se


aconseja acompañarlo del cociente paciente/control para una más fácil in-
terpretación, especialmente cuando se destina al control del tratamiento
con heparina.

El tiempo normal varía según la mezcla de cefalina-activador utilizado y


generalmente oscila entre 30 y 35 segundos para el plasma normal. Para

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corregir pequeñas desviaciones en el valor del plasma control se procede
de forma similar a como se indicó en el TP.

El TTPA se utiliza:

Para el estudio global de la coagulación, junto al TP.


Para valorar la existencia de déficit de factores de la coagulación: Un alarga-
miento respecto al control indica una alteración de los factores antihemofílicos
(VIII y IX), de los del sistema de contacto (XI y XII) o de los factores pertenecien-
tes a la vía común (V, X y II).
Para monitorización de la terapia con heparina.

Si el TTPA está alargado, hay que realizar un nuevo TTPA de una mezcla apar-
tes iguales de plasma del paciente y plasma control. Si “no corrige” significa la
presencia de heparina o anticoagulante circulante. Si “corrige” indica un déficit
factorial, y entonces hay que valorar conjuntamente TP y TTPA:

TP TTPA Factor deficitario


Normal Alterado VIII, IX, XI, XII
Alterado Normal VII
Alterado Alterado X, V, II

Si el TP y el TTPA están alargados, hay que valorar el Nº de plaquetas y el fibri-


nógeno para descartar una coagulopatía de consumo.

Dosificación del fibrinógeno:

Puede realizarse mediante tres procedimientos: ponderal, precipitación por el


calor y medida del tiempo de coagulación. Este último es el más preciso y el más
utilizado, valorando el fibrinógeno funcional.

La determinación inmunológica por inmunodifusión radial ofrece una buena pre-


cisión y existen dispositivos comerciales que hacen muy simple la prueba.

La valoración turbidimétrica a partir del coágulo obtenido en el TP, que ofrecen


algunos coagulómetros, proporciona resultados aceptables en el screening, es-
pecialmente dentro del intervalo de normalidad.

MÉTODO PONDERAL: PRINCIPIO E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

Se coagula el fibrinógeno contenido en un volumen determinado de plasma. El


coágulo se lava, se seca y se pesa, obteniéndose la cifra de fibrinógeno en g/L.
La cifra normal de fibrinógeno varía entre 2 y 4 g/L, considerándose que existe
hipofibrinogenemia cuando es inferior a 1,5 g/L, e hiperfibrinogenemia si es su-
perior a 6 g/L.

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MÉTODO DE LA PRECIPITACIÓN MEDIANTE CALOR: PRINCIPIO E
INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

El fibrinógeno humano precipita a 56º C. La medida de la altura del precipitado


después de su centrifugación es proporcional a su concentración en el plasma.
Es un método poco preciso, pero rápido y orientativo. Es importante tener en
cuenta que los productos de degradación de la fibrina (PDF) precipitan también a
56º C y pueden falsear los resultados.

MÉTODO DE LA MEDIDA DEL TIEMPO DE COAGULACIÓN

(Método de Von Clauss)

A) PRINCIPIO

En presencia de concentraciones elevadas de trombina y baja concentra-


ción de fibrinógeno, el tiempo de coagulación es proporcional a la tasa de
fibrinógeno.

B) MATERIAL

a) PPP del paciente (sangre total con citrato sódico 0,1 mol/L, centrifuga-
da 10-15 min. a 3.000 r.p.m.). Se puede guardar refrigerada no más
de 3-4 horas.
b) Tampón veronal-acetato, pH 7,35 (Tampón de Michaelis), o tampón de
Owren.
c) Solución de trombina bovina liofilizada a concentración de 100
NIH/mL.
d) Solución de CaCl2 mol/L.
e) Plasma citratado control con tasa de fibrinógeno previamente conoci-
da.
f) Coagulómetro o equipo para la determinación manual. La lectura ma-
nual de esta prueba es difícil por simple observación de la formación
del coágulo y requiere el uso de un gancho o asa de platino. Todos los
coagulómetros de lectura mecánica y la mayoría de los modelos mo-
dernos de lectura óptica son adecuados para la realización de la prue-
ba.

C) MÉTODO

Diluir el plasma problema en tampón de Michaelis o en tampón Owren (di-


lución 1/10).
Introducir en la cubeta del fibrómetro 0,2 mL de la dilución 1/10 y esperar 2
minutos para equilibrar la muestra (37º C).
Añadir 0,1 mL de la solución de trombina concentrada, al mismo tiempo
que se dispara el cronómetro del fibrómetro.

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Determinar el tiempo necesario para la coagulación.
Las cifras obtenidas se transforman en valores de concentración de fibri-
nógeno (g/L) mediante el empleo de una curva de calibración elaborada
previamente: se determina el fibrinógeno de un plasma control por otro
método (preferentemente ponderal) y se mide el tiempo de coagulación co-
rrespondiente a diferentes diluciones de este plasma (1/5, 1/10, 1/20, 1/30,
1/40, 1/50) en presencia de una solución de trombina (según lo indicado
anteriormente).

Tampón 0,8 mL 0,9 mL 1,9 mL 2,9 mL


Patrón 0,2 mL 0,1 mL 0,1 mL 0,1 mL
Dilución 1/5 1/10 1/20 1/30

En la línea de abscisas se colocan las concentraciones de fibrinógeno en g/L


y en la de ordenadas los tiempos de coagulación obtenidos (en segundos)
(Figura 2).

Figura 2

D) INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

En las hipofibrinogenemias, la dilución 1/10 es prácticamente incoagula-


ble; mientras que en las hiperfibrinogenemias hay que aumentar el núme-
ro de diluciones hasta entrar en la zona de sensibilidad de la recta de ca-
libración.

Si la tasa de fibrinógeno es superior a 500 mg/dL, se hace una dilución


1/20 (0,1 mL de plasma problema y 1,9 mL del tampón), se realiza una
nueva determinación y el resultado se multiplica por 2 para obtener la cifra
real de fibrinógeno. Si la cifra de fibrinógeno es inferior a 100 mg/dL se
realiza la prueba en plasma diluido 1/5 (0,1 mL de plasma y 0,4 mL de
tampón, y el resultado se divide por 2.

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La presencia de un inhibidor de acción antitrombina (heparina o PDF)
pueden falsear los resultados por alargamiento del tiempo de coagulación,
independientemente de la tasa de fibrinógeno.

TIEMPO DE TROMBINA

Es el tiempo que tarda en coagular un PPP citratado al añadir un exceso


de trombina. El valor normal oscila entre 12 y 16 segundos. Si el TT exce-
de más de 3 segundos al tiempo control (que se realiza simultáneamen-
te), hay que sospechar patología del fibrinógeno. La prueba se alarga
también por la presencia de heparina, PDF o fibrinógeno anormal, por lo
que ante un tiempo de trombina largo se recomienda la realización de un
tiempo de Reptilase, y si éste está también alargado, deben dosificarse el
fibrinógeno y los PDF.

TIEMPO DE REPTILASE 

Mide el tiempo que tarda en coagular un PPP citratado al añadir reptilase


(derivado del veneno de víbora), que actúa directamente sobre el fibrinó-
geno, escindiendo el fibrinopéptido A por un mecanismo independiente de
la trombina, por lo que no se altera por la presencia de heparina.
El tiempo de reptilase permite diferenciar si el alargamiento del tiempo de
trombina se debe a un trastorno en la formación de fibrina o a la presencia
de heparina.

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TEMA 10. GRUPOS SANGUÍNEOS: ABO Y RHO.
REALIZACIÓN, TÉCNICA E INTERPRETACIÓN.
TÉCNICA DE LA ANTIGLOBULINA HUMANA
(COOMBS DIRECTO): PRINCIPIO,
REALIZACIÓN TÉCNICA E INTERPRETACIÓN.
ESTUDIO DE LA COMPATIBILIDAD SANGUÍNEA:
PRUEBA CRUZADA MAYOR, FASES DE LECTURA
E INTERPRETACIÓN

ABO Y RHO. REALIZACIÓN, TÉCNICA E


INTERPRETACIÓN.
INTRODUCCIÓN
En épocas anteriores al siglo XX se habían realizado transfusiones entre seres
humanos e incluso entre animales de otras especies y el hombre, aunque los
resultados adversos frecuentes se consideraban ocasionados por enfermedades
transmitidas del donante al receptor.

Hasta 1901 con Landsteiner, no se inicia un estudio riguroso al mezclar plasma y


hematíes de diferentes personas, analizando la existencia o no de aglutinación,
llegando a clasificar las sangres en los diferentes grupos. En 1928, la Comisión
de Higiene de la Sociedad de Naciones acepta la nomenclatura que hoy en día
se utiliza para el sistema ABO, conocido también comúnmente como grupo san-
guíneo.

A partir de entonces, se va avanzando en el conocimiento de otros componentes


antigénicos de la membrana del hematíe, estableciéndose numerosos sistemas
eritrocitarios que, hoy en día, nos permiten evitar cualquier reacción de incompa-
tibilidad al poner en contacto dos tipos de sangre.

CONCEPTOS GENERALES

Un antígeno eritrocitario es toda aquella sustancia presente en la membrana del


hematíe que reúne las características necesarias de tamaño, complejidad, acce-
sibilidad, etc... para que, al ponerse en contacto con las células inmunocompe-

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tentes de un sistema inmunitario, de lugar a la activación de dichas células, sien-
do una de las respuestas la formación de anticuerpos; estos anticuerpos forma-
dos se unen a los antígenos correspondientes, iniciándose la destrucción de la
célula portadora. La destrucción de la célula se consigue por activación del com-
plemento y/o por fagocitosis
Los antígenos eritrocitarios pueden estar pegados a la membrana del hematíe o
formando parte de ella. Si forman parte integral de la membrana, suelen estar
menos accesibles para conectar con los receptores específicos de los antígenos
de las células inmunocompetentes, disminuyendo por este motivo su capacidad
antigénica.

La capacidad antigénica va a depender, por tanto, del número de veces que se


repite el antígeno en la membrana del hematíe. Esta característica se denomina
densidad de puntos antigénicos.

A los antígenos eritrocitarios se les pueden denominar factores. Cuando varios


factores son regulados por una serie de genes interrelacionados, forman un sis-
tema (ABO, Rh...)

SISTEMA ABO
SUSTANCIAS QUE COMPONEN EL SISTEMA

El sistema ABO está formado por los antígenos A y B, que pueden estar presen-
tes en la membrana del hematíe, en otras células y en las secreciones (saliva,
líquido amniótico, líquido seminal...) dependiendo su existencia y localización de
un control genético.

Las sustancias A y B empiezan a formarse en las primeras semanas del desarro-


llo fetal, pero no adquieren toda su potencia inmunológica hasta pasados varios
meses, incluso 18-20 meses después del parto. Esto es debido a que el número
de veces que se repite la sustancia en la membrana del hematíe al principio es
reducido, adquiriendo la densidad máxima de una forma progresiva. La densidad
de estos puntos antigénicos puede llegar, para las sustancias A y B, hasta casi
un millón por célula. La localización de estas sustancias es extramembranosa y
en su composición podemos diferenciar dos partes:

Oligosacáridos: donde se presentan las variaciones antigénicas y, otra menos


conocida;

Glucoproteínas (o soporte): cuando está fijado a la membrana de hematíes, le u-


cocitos u otras células epiteliales o endoteliales.

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FORMACIÓN Y CONTROL de LAS SUSTANCIAS A y B

Antígenos.

Los antígenos que componen el sistema ABO y el sistema Lewis proceden de


sustancias precursoras muy similares. Hay dos tipos de sustancias precursoras:
tipo I y tipo II,
La sustancia precursora tipo I posee todas las uniones entre sus monosacáridos
por los carbonos que se encuentran en las posiciones 1 y 3, y el soporte está
formado por glucoproteínas.

La sustancia precursora tipo II posee todas las uniones entre sus monosacáridos
por los carbonos que se encuentran en posición 1 y 3, excepto entre la N-
acetilglucosamina y la galactosa final, que se produce entre los carbonos en po-
sición 1 y 4. El soporte está formado por glucolípidos.

Sobre estas sustancias van a actuar un conjunto de transferasas, controladas


por genes que se encuentran en el brazo corto del cromosoma 9, dando lugar a
los distintos componentes de los sistemas ABO y Lewis.

Los genes que controlan el sistema ABO son el H, A, B y Se. Los genes A y B
son codominantes entre sí y dominantes sobre el O.

La sustancia precursora tipo II es el origen de los antígenos A y B unidos al eri-


trocito y otras células.

El proceso se desarrolla de la siguiente forma: el gen H controla la formación y la


acción de una fucosil-transferasa, que cataliza la unión de una fucosa a la galac-
tosa final de la sustancia precursora tipo II, formándose la sustancia H.

A continuación, si el gen A está presente, controlará la formación y la acción de


una N-acetilgalactosaminil-transferasa, catalizando la unión de una N-acetil-
galactosamina a la sustancia H; formándose la sustancia A.

En cambio si es el gen B el presente, controla la formación y la acción de una


galactosil transferasa, uniéndose una galactosa a la sustancia H, formándose la
sustancia B.

Si en la dotación genética se encuentran los genes A y B, sobre el hematíe apa-


recen las dos sustancias A y B y si en la dotación genética no se encuentran los
genes A y B, por ser homocigótico OO, sobre el hematíe no habrá sustancia ni A
ni B. El gen O se considera un “gen mudo” ya que no controla ninguna transfera-
sa que actúe sobre la sustancia H.

Los hematíes que tienen los antígenos A y B poseen menos cantidad de sustan-
cia H en su membrana que los hematíes carentes de dichos antígenos, ya que
parte de la sustancia H se utiliza en la formación de los antígenos A y B.

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En la especie humana, siempre que no haya alteraciones genéticas, las susta n-
cias precursoras y la sustancia H son isoantígenos, ya que las poseen todos los
individuos de la especie. Sin embargo, las sustancias A y B son aloantígenos
porque no se encuentran en todos los individuos de dicha especie.

Hay determinados casos, aunque poco frecuentes, en los que el hematíe no pre-
senta en su membrana la sustancia H; como consecuencia de ello tampoco hay
en la membrana del hematíe sustancias A y/o B, aunque en la dotación genética
estén los genes A y/o B. Esto puede ser debido a varias causas:

La persona posee el genotipo homocigoto hh y, por lo tanto, no forma la susta n-


cia H ni en el hematíe ni en las secreciones. Esta sangre se tipifica como Bom-
bay.

El gen H está parcialmente reprimido, formándose muy poca sustancia H, que


resulta insuficiente para actuar como sustrato para las enzimas controladas por
los genes A y B, no produciéndose, por tanto, las sustancias correspondientes.
Este tipo de sangre se denomina para-Bombay serie 1ª.

Hay un fallo en los genes reguladores que mantienen fijas las sustancias H, A y
B al hematíe. El individuo posee sustancia H y las sustancias A y B que le co-
rrespondan genéticamente, pero no fijadas al hematíe. Esta sangre se tipifica
como para-Bombay serie 2ª.

Esta alteración genética hace que, para las personas con sangre tipificada como
Bombay, la sustancia H sea un aloantígeno. No sucede así en los casos de san-
gre para-Bombay series 1ª y 2ª, ya que las personas que poseen este tipo de
sangre tienen sustancia H (en poca cantidad o fuera del hematíe) siendo por lo
tanto isoantígeno para ellas.

El último gen regulador es el Se (ya sea de forma homocigótica: Se/Se ó hetero-


cigótica Se/se), este gen controla la formación y acción de una fucosiltransfera-
sa, permitiendo la unión de una fucosa a la galactosa final de la sustancia pre-
cursora tipo I. Así se forma la sustancia H, sobre la que pueden actuar los genes
A y/o B con formación de sustancias A y B en secreciones.

Por lo tanto, para que un individuo sea secretor de sustancias A o B necesita


poseer el gen Se de forma homocigótica o heterocigota.

La frecuencia de los diferentes tipos de sangre en personas de raza blanca es la


siguiente: O (43-47%), A1 (34-41%), A2 (10%), B (8-9%) y AB (3%)

Anticuerpos del sistema ABO.

Al nacer, una persona posee en la membrana de sus hematíes los antígenos


que le corresponden dependiendo de su dotación genética. En su plasma no
existe ningún tipo de anticuerpos respecto a las sustancias A o B, pero de forma

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progresiva, se inicia la formación de anticuerpos contra los antígenos hemáticos
que ella no posee. Estos anticuerpos se denominan naturales. Hoy en día se
piensa que estos anticuerpos se forman como respuesta a sustancia que se en-
cuentran en la membrana de determinadas bacterias, neumococos o que forman
parte de algunos jugos vegetales.

Estas sustancias son muy parecidas a los antígenos que componen el sistema
ABO. Los anticuerpos naturales reaccionan con antígenos A o B por reacción
cruzada. Estos anticuerpos son preferentemente de tipo IgM y no atraviesan la
placenta. Se les denomina también completos o aglutinantes porque al unirse al
hematíe lo aglutinan con facilidad en medio salino.

Los títulos de anticuerpos naturales anti-A o anti-B pueden variar a lo largo de la


vida. En términos generales, sangres tipificadas como O, tienen títulos de anti-A
y anti-B naturales más altos que las de los grupos A y B.

Cuando los hematíes tipificados como A, B o AB se transfunden a otra persona


que no posea algunos de estos antígenos, el sistema inmunocompetente de ésta
se estimula formando anticuerpos contra el antígeno desconocido. Este tipo de
anticuerpos se denominan inmunológicos ya que el estimulante es perfectamen-
te conocido (el antígeno hemático) y la unión antígeno-anticuerpo no tiene lugar
por reacción cruzada.

La mayoría de estos anticuerpos inmunológicos son de tipo IgG, atraviesan la


placenta y se les denomina también incompletos porque para detectarlos en el
laboratorio es necesario facilitar la aglutinación de diferentes formas, ya que en
medio salino no se consigue.

Es importante diferenciar entre anticuerpos anti-A y anti-B naturales e inmunoló-


gicos. La existencia de anticuerpos inmunológicos anti A y anti B pueden ser
causa de anemia hemolítica en el recién nacido. Sangre con títulos altos de anti-
cuerpos naturales y/o inmunológicos no es adecuada para realizar transfusiones.

Grupos y subgrupos del sistema ABO.

El sistema ABO está formado por cuatro grupos diferentes

Grupo sanguíneo Antígenos hemáticos Anticuerpos en suero


A A Anti-A
B B Anti-B
AB AyB Ninguno
O Ninguno Anti-A y Anti-B

Cada grupo presenta en el hematíe, en otras células y en secreciones (si está


presente el gen Se), el antígeno correspondiente a la denominación del grupo, y
en el plasma, el anticuerpo contra el antígeno que no posee.

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En grupo AB, al tener los dos antígenos, no presenta ni anti-A ni anti-B (se cono-
ce tradicionalmente como receptor universal)

En el grupo O, al no tener ninguno de los dos antígenos, presenta anti-A y anti-B,


expresando toda la sustancia H sin utilizar (se conoce tradicionalmente como
donante universal)

Se conocen algunas variaciones antigénicas que dan lugar a diferentes subgru-


pos, solo los subgrupos A1, A2, A1B y A2B tienen interés, ya que el resto son
muy poco frecuentes y sus antígenos tienen muy poca capacidad antigénica.

Los fenotipos-genotipos del sistema son los siguientes:

Fenotipos Genotipos
O OO
A1 A1A1
A1A2
A1O
A2 A2A2
A2O
B BB
BO
A1B A1B
A2B A2B

El gen A1 es dominante sobre el gen A2, siendo los genes A y B codominantes y


dominantes sobre el O.

Características del sistema ABO

Grupo Ag hemáticos Ac plasma


A1 A1 y A Anti-B
A2 A Anti-A1 y anti-B
B B Anti-A1 y anti-A
A1B A1, A, B -
A2B AyB Anti-A1
O - Anti-A1, anti-A y anti-B

El subgrupo A1 es mucho más frecuente que el A2, siendo su capacidad antigé-


nica más elevada. Una persona con sangre A2, si recibe hematíes A1, es posible
que forme anticuerpos anti-A1

En cambio los anticuerpos anti-A1 procedentes de sangres A2 y A2B suelen ser


débiles y por lo tanto poco útiles para su utilización in vitro para tipificar hematíes
A1.

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Determinación del grupo ABO.

La tipificación de la sangre con respecto al grupo ABO es la más importante a


realizar debido a las graves consecuencias que puede tener un error en su reali-
zación en caso de transfusiones.

Esta importancia va a radicar en la existencia de anticuerpos naturales muy po-


tentes que diferencian este sistema de otros (por ejemplo el Rh), provocando
una incompatibilidad desde la primera transfusión (el Rh necesita una transfusión
sensibilizante previa).

Tipos de muestra y conservación:

Sangre total con ácido cítrico, citrato y dextrosa (ACD): se conserva unos 21 días
a 2-10º C.

Sangre total con etilen-diamino-tetraacético (EDTA): se conserva 48 horas a 2-


10º C.

Sangre coagulada: se conserva 5 días a 2-10º C.

La toma de muestra por punción dactilar o en el lóbulo de la oreja no es aconse-


jable, ya que en caso de duda no permite la comprobación por medio de otra
técnica.

Tipos de suero:

La mayoría de los sueros para el diagnostico son de origen humano, preparán-


dose de mezclas de sueros seleccionados.

Los sueros son: anti-A, anti-B y anti-AB. Este último se utiliza de sangre de pa-
ciente de grupo O, y se utiliza para confirmar los resultados obtenidos con los
anti-A y anti-B o bien cuando la respuesta obtenida es muy débil.

Para diferenciar los grupos A1, A2, A1B y A2B se utiliza principalmente el suero
anti-A1, compuesto por una lectina de las semillas del Dolichus biflorus y para la
identificación de la sustancia H un suero anti-H vegetal (lectina del Ulexz euro-
paeus).

También pueden emplearse sueros formados por anticuerpos monoclonales de


origen murino (hibridación de células B productoras de anticuerpos con células
de mieloma de ratón) o humano (hibridación de células B infectadas con EBV y
células de mieloma). Los anticuerpos policlonales captan mejor los antígenos
débiles que los monoclonales.

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Técnicas.

Prueba en porta.

o En un porta colocar una gota de sangre problema y una gota de suero an-
ti-A y en otro diferente otra gota de sangre con suero anti-B.

o Mezclar. Aunque la aglutinación debe ser inmediata, conviene mover dos


minutos a temperatura ambiente para poder captar los antígenos débiles.

o Si no aglutina ni con anti-A ni con anti-B el grupo es el O (se puede con-


firmar con la negatividad de la prueba al anti-AB).

o Si aglutina con anti-B es B y si lo hace sólo con el anti-A será A. En este


ultimo caso se deberá diferenciar el grupo A1 del A2. Si aglutina con los
dos, el grupo será el AB.

En aquellos casos en los que el paciente tenga la VSG elevada o el plasma sea
lipémico, es posible que existan dudas en la interpretación de la prueba. Para
solucionarlo deben lavarse los hematíes o bien realizar la prueba en tubo.

Prueba en tubo.

o Lavar aproximadamente 0.2 ml de sangre con solución salina isotónica 2-


3 veces. Centrifugar y eliminar el sobrenadante.

o Tomar 0.1 ml del concentrado de hematíes y mezclar con 2 ml de solución


salina isotónica (concentración aproximada: 4%), a continuación depositar
una gota de la dilución en dos tubos, añadiendo a uno suero anti-A y al
otro anti-B. Mezclar y centrifugar 1 minuto a 1000 rpm, resuspender y
comprobar la aglutinación.

EL SISTEMA RHESUS (Rh)

En 1940 Landsteiner descubre otro antígeno en los hematíes, que era el respon-
sable de que los recién nacidos de madres que no tenían ese antígeno en sus
hematíes pero si el anticuerpo correspondiente en su plasma, murieran dentro
del útero durante el embarazo o padecieran una enfermedad muy grave tras el
nacimiento (enfermedad hemolítica del recién nacido). A este antígeno lo deno-
minó “Rh” por haberse realizado los primeros descubrimientos en el mono
“MACACO RHESSUS”. Observó que al introducir hematíes humanos a estos
monos, estos fabricaban un anticuerpo que era capaz de “aglutinar” los hematíes
del 85% de la población blanca. Llamó “ Rh positivos “ a los hematíes que eran
aglutinados por ese anticuerpo, (llevaban el antígeno Rh en su superficie) y “Rh
negativos” a los que no eran aglutinados (no tenían antígeno Rh en su superfi-
cie).

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El sistema Rhesus está constituido por unos cuarenta antígenos distintos cinco
de los cuales revisten una importancia especial. Para designar los diferentes an-
tígenos del sistema Rh existen dos nomenclaturas principales que se utilizan
indistintamente la de Fisher-Race y la de Wiener.

La terminología de Fisher-Race se basa en la suposición de que se heredan de


cada progenitor tres genes situados en loci muy próximos. Los alelos más comu-
nes que pueden ocupar dichos loci se designan con los símbolos D y d, C y, E y
e. Cada gen (con excepción del d) codifica un antígeno específico, que puede
ser detectado en la membrana del hematíe. Es posible que sea una alelo silen-
cioso. La presencia o ausencia del antígeno D es la que determina si un indivi-
duo es Rh positivo o negativo.

La nomenclatura de Wiener se basa en la herencia de un solo gen procedente


de cada progenitor. Cada gen tendría una estructura en mosaico, que compren-
dería un número variable de antígenos sanguíneos. Así, el gen R1 codificaría
factores que corresponderían a C, D, y e de la nomenclatura de Fisher-Race. El
gen reproduciría los antígenos c y e pero no D, C ni E.

El 85% de los individuos caucasoides expresan el antígeno D y se les denomina


Rh positivos. Si el antígeno D no se expresa se denomina al individuo Rh negati-
vo, estos heredan los antígenos C o E pero no el D. El genotipo de la mayoría de
los individuos Rh negativos es rr (dce/dce).

El antígeno D es un potente inmunógeno. Aproximadamente el 70% de los indi-


viduos Rh negativos producen anti-D si reciben sangre Rh positiva. Los antíg e-
nos C y E no son tan inmunógenos.

TEORIA DE FISHER-RACE TEORIA DE WIENER

3 GENES ESTRECHAMENTE 1 GEN Rh


UNIDOS, HEREDA DOS HEREDADO DE
DE CADA PROGENITOR CADA PROGENITOR

GEN EN MOSAICO
QUE CODIFICA MULTIPLES
FACTORES SANGUÍNEOS

Finalmente, Rosenfield, tan solo propone una nomenclatura, en la cual cada uno
de los diversos antisueros Rh recibe un número Rh1, Rh2, etc. Este sistema
hace posible una determinación del fenotipo basada tan solo en los resultados
observados con los antisueros empleados.

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NOMENCLATURA ANTIGENOS DEL SISTEMA Rh

FISHER-RACE WIENER ROSENFIELD


D Rh Rh1
C rh Rh2
E rh” Rh3
C hr Rh4
E hr” Rh5
Tabla 1.

ANTÍGENOS DEL SISTEMA Rh

Los antígenos del sistema Rh son proteínas que forman parte integrante de la
membrana de los eritrocitos únicamente. (No se encuentran en otras células o en
las secreciones.

A parte del antígeno D, que permite clasificar a los individuos en Rh positivos y


Rh negativos, existen otros antígenos en el sistema Rh. De estos los principales
son C, c, E, e. Anticuerpos hacía cualquiera de estos antígenos pueden ser pro-
ducidos por un individuo cuyos glóbulos rojos carecen de los mismos.

EL D

El D es una variante débil del antígeno D poco frecuente entre los individuos
caucasoides, pero común entre los individuos de raza negra (22%). Los hematí-
es D generalmente dan reacciones débiles o negativas con el anti-D, siendo ge-
neralmente detectados gracias a la prueba indirecta de la antiglobulina (prueba
D). Los hematíes D pueden ser clasificados en tres categorías.

D ADQUIRIDO. La herencia del gen C en posición trans con relación al gen D


(dce/DcE) tiene como resultado una expresión débil del antígeno D en los hema-
tíes (D). Los individuos que representan estas características no producen anti-D
si reciben sangre Rh positiva.

D DEPRIMIDO

GENOTIPO Dce/dce Dce/dCe

C en posición cis con C en posición trans con


respecto a D respecto a D

Expresión normal del


Fenotipo como D
antígeno D

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VARIANTE D. El antígeno D presenta una estructura que consta como mínimo
de cuatro partes. Si faltan una o más partes del antígeno el resto de este puede
tener una expresión débil. Un individuo con la variante D puede producir aloanti-
cuerpos contra la parte del antígeno D que le falta. Estos deben ser transfundi-
dos con sangre Rh negativa.

VARIANTE D

Antígeno D Normal
Variante D falta parte del antígeno D

D HEREDITARIO. Algunos individuos D no pueden ser clasificados como D ad-


quirido ni como variante D, puesto que, si bien poseen el antígeno D completo,
éste está débilmente expresado, desconociéndose la causa de este hecho.

Antígeno D Normal
D Hereditario

HEMATÍES CON DELECCIÓN Rh (- D -) y Rh nulo

De los hematíes que no poseen los antígenos dependientes de los loci C ni E se


dice que presentan delección (- D -). El número de lugares antigénicos D está
muy aumentado en estos hematíes y por tanto el anti-D de tipo IgG puede agluti-
narlos.

De los individuos que no expresan ninguno de los antígenos del sistema Rh en


sus hematíes se dice que tiene Rh nulo (- - -). Los hematíes de éstos tienen alte-
rado el transporte de sodio y potasio. Esto da lugar a una anemia hemolítica ca-
racterizada por estomatocitosis, esferocitosis y aumento de la fragilidad osmóti-
ca.

ANTICUERPOS DEL SISTEMA Rh

Los anticuerpos del sistema Rh son casi siempre IgG, siendo estimulada su pro-
ducción por transfusión o por embarazo (Enfermedad hemolítica del recién naci-
do). No activan el complemento debido a que la situación de los antígenos Rh de
la membrana del hematíe no permite la formación de dobletes de IgG necesarios
para la activación del mismo.

Los anticuerpos anti-D se emplean para prevenir la inmunización de las perso-


nas Rh negativas que han recibido hematíes Rh positivos a través de una trans-
fusión o de un embarazo. La administración antes de 72 horas de inmunoglobuli-
na anti-D consigue destruir los hematíes Rh positivos circulantes antes de que el
sistema inmune del receptor se active.

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GENOTIPO

El término Rh positivo se refiere tan sólo a la presencia del antígeno D en los


glóbulos rojos. No indica si la formación genética de la persona es homocigota
(D/D) o heterocigota (D/d). En cualquier persona puede determinarse el genotipo
presuntivo.

DETERMINACION DEL RhO

TIPOS DE MUESTRAS Y CONSERVACIÓN:

Ver el apartado referido a la determinación del grupo ABO.

TÉCNICAS:

Se emplean anticuerpos anti-D de tipo IgG conseguidos a partir de una mezcla


de sueros humanos obtenida de donantes inmunizados.

Prueba en porta.

• Se toman dos portaobjetos convenientemente rotulados. En uno po-


nemos una gota de suero anti-D, en el otro una gota del CD (Control
negativo).

• Añadimos dos gotas de sangre total, a cada uno de los dos portas.

• Se mezcla bien la sangre y el reactivo con distintos palillos mezclado-


res.

• Se colocan los portas sobre el visualizador precalentado.

• Conviene mover el visualizador durante dos minutos. A continuación


se observa macroscópicamente la presencia de aglutinación.

La lectura de cada uno de los portaobjetos admite dos posibilidades.

o Reacción negativa: no hay ningún signo visible de aglutinación, debe ser


confirmada con la prueba del D.

o Reacción positiva: la sangre con anti-D muestra aglutinación visible, y el


control negativo no.

Prueba en tubo.

• Rotular dos tubos, uno para el anti-D, y el otro para el control negativo
(CD).

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• Preparar una suspensión de hematíes del paciente al 5%. Lavar tres ve-
ces con salino, centrifugando durante un minuto a 3.500 r.p.m.

• En el tubo del D poner una gota de anti-D, y añadir una gota de la sus-
pensión de hematíes, en el tubo del control poner una gota del control ne-
gativo y una gota de la suspensión de hematíes.

• Agitar ligeramente los dos tubos y centrifugar 15 segundos.

• Leer los resultados macroscópicamente en el visualizador.

Siempre que resulte, el control del D, positivo, hacer test de Coombs Directo.

A todo Rho negativo se le efectuará un D y un CDE.

TEST PARA EL D

1. Incubar a 37° C durante media hora, el mismo tubo en el que se haya rea-
lizado el anti-D, que dio negativo.

2. Lavamos 3 veces, los hematíes con solución salina isotónica. Decanta-


mos el último sobrenadante.

3. Se añade una gota e suero antiglobulina humana y se mezclan.

4. Se centrifuga durante 30 segundos. Leemos macroscópica y microscópi-


camente.

5. Si no hay aglutinación se dará como D (-) y D (-).

6. Si hay aglutinación se hará un anti-D salino, para ello:

o Echar en un tubo 1 gota de anti-D salino, más una gota de suspen-


sión de hematíes al 5%.

o Incubar a 37° C durante 15 minutos.

o Centrifugar y leer macroscópicamente. Sólo si el anti-D salino da


negativo se considera D positivo. En caso contrario se dará como
D positivo.

CDE

1. Rotular un tubo CDE y poner en el mismo una gota de anti-CDE.

2. Añadirle una gota de suspensión de hematíes al 5% del paciente.

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3. Incubar a 37° C durante 15 minutos.

4. Centrifugar 15 segundos y leer microscópicamente si hay aglutinación.

GENOTIPO

1. Rotular cuatro tubos: C, E, c, e.

2. Preparar una suspensión de hematíes al 5% del sujeto a genotipar.

3. Poner en cada tubo, una gota de la suspensión de hematíes, y una gota


del antisuero correspondiente. (anti-C, anti-E, anti-c, anti-e).

4. Incubar durante 15 minutos, los cuatro tubos, a 37° C en baño María.

5. Centrifugar 15 segundos a 3.500 r.p.m., y leer macroscópicamente.

6. Apuntar resultados, ver en tablas genotipo correspondiente.

Rho positivo
D C E c e Genotipo Símbolo

+ + - + + Dce/dce Rr
Rho negativo
D C E c e Genotipo Símbolo

- + - - + dCe/dCe rr
Tabla. 2

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TÉCNICA DE LA ANTIGLOBULINA HUMANA
(COOMBS DIRECTO) PRINCIPIO, REALIZACIÓN
TÉCNICA E INTERPRETACIÓN
PRINCIPIO
La fijación de anticuerpos de tipo IgM a los hematíes generalmente produce
aglutinación, a diferencia de los anticuerpos IgG (denominados anticuerpos “blo-
queantes” o “incompletos”), que no suelen producir aglutinación.

La prueba de Coombs sirve para poner de manifiesto estos anticuerpos incom-


pletos. Esta prueba puede aplicarse básicamente de dos formas: directa e indi-
recta. Ambas tienen el mismo fundamento: las dos detectan el anticuerpo o el
complemento unido a la célula.

La Prueba Directa de la Antiglobulina es positiva cuando los hematíes han sido


sensibilizados en su propio organismo (sensibilización in vivo).

La Prueba Indirecta de la Antiglobulina detecta la existencia de anticuerpos an-


tieritrocíticos en el suero de un enfermo, que provocan la sensibilización de
hematíes in vitro, por lo que aglutinan al añadirles el suero de Coombs.

En ambos casos, el anticuerpo sensibilizante o el complemento actúan como


antígeno para el reactivo antiglobulina humana (suero de Coombs). Dicho reacti-
vo se prepara inmunizando animales (conejos generalmente) con IgG y comple-
mento (C3) humanos. La aglutinación se produce porque el anti-IgG y el anti-C3
se unen al antígeno correspondiente (IgG y C3, respectivamente), que a su vez
está unido a hematíes colindantes, actuando así como puente (Fig. 1).

REALIZACIÓN TÉCNICA
Se llama “directa” porque los hematíes se toman directamente del paciente y son
examinados sin manipulación intermedia. Antes del examen es importante lavar
los glóbulos rojos para que queden libres de proteínas plasmáticas, que podrían
reaccionar con el suero antiglobulina y dar falsos positivos.

MATERIAL

• Centrífuga.
• Tubos de hemólisis (12 × 75 mm).
• Pipetas de Pasteur.
• Solución salina fisiológica.
• Sangre del paciente anticoagulada con EDTA.
• Eritrocitos control (Coombs-control).

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Suero antiglobulina (suero de Coombs) estandarizado. Algunos anticuerpos de
tipo IgG y la mayoría de los IgM pueden fijar el complemento a los hematíes in
vivo. El componente del complemento detectado en dichos hematíes es C3d,
razón por la cual el reactivo antiglobulina utilizado para la prueba de Coombs
directa debe contener anti-IgG y anti C3d.

MÉTODO

a) Centrifugar la sangre del paciente 5 minutos a 3.000 r.p.m. y separar el


plasma.
b) Lavar cuatro veces los eritrocitos con solución salina fisiológica, teniendo
cuidado de decantar completamente después de cada lavado.
c) Preparar una suspensión de eritrocitos al 2-5 % en un tubo de hemólisis.
d) Colocar una gota de los eritrocitos del paciente y una gota del suero anti-
globulina humana.
e) Mezclar y centrifugar 1 minuto a 1.000 r.p.m.
f) Resuspender suavemente el botón de células (sin sacudir, usando sólo
una suave agitación por medio de un suave temblor del tubo) y girar los
tubos cuidadosamente para la lectura macroscópica.

Fig. 1: Test de Coombs directo

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Una reacción positiva mostrará aglutinados visibles macroscópicamente (Fig. 1).
Una reacción negativa se reconocerá por la suspensión homogénea de todos los
hematíes. Las reacciones negativas deben leerse también microscópicamente
después de hacer una extensión en porta.

Puntuación de las aglutinaciones:

Símbolo Aglutinados Puntuación


C Un único aglutinado 12
+++ Varios aglutinados grandes 10
++ Aglutinados más pequeños 8
+ Gránulos 5
(+) Gránulos pequeños 3
w Lectura microscópica; aglutinados 1
pequeños
o Lectura microscópica: negativa 0

INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

Una prueba de Coombs directa positiva suele significar la presencia de inmuno-


globulinas fijadas en la superficie de los eritrocitos, del tipo:

1. Autoanticuerpos contra antígenos intrínsecos de los hematíes (con o sin


anemia hemolítica autoinmune).
2. Aloanticuerpos en un receptor reciente de una transfusión que reacciona
con los hematíes transfundidos.
3. Anticuerpos presentes en el plasma del donante que reaccionan con antí-
genos de los hematíes del receptor (poco frecuente).
4. Aloanticuerpos maternos que atraviesan la placenta y se fijan a los hema-
tíes del hijo (suelen provocar EHRN).

Sin embargo, esta prueba no sólo puede ser positiva en presencia de anticuer-
pos antieritrocitarios, sino que también puede indicar:

a) Adsorción sobre la superficie eritrocitaria de complejos inmunes formados


por ciertos medicamentos y su correspondiente anticuerpo (penicilina,
quinidina, fenacetina).
b) Alteración de la superficie eritrocitaria por efecto de ciertos medicamentos
como la cefalotina, la metildopa y otros.
c) Fijación inespecífica de inmunoglobulinas a los hematíes en pacientes
con hipergammaglobulinamia (por ejemplo: cirróticos) o en pacientes tra-
tados con dosis altas de Ig vía IV.

Por tanto, la prueba de Coombs está indicada siempre que exista sospecha clí-
nica o biológica de hemólisis por mecanismo inmune:

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1. Anemia hemolítica autoinmune (hematíes sensibilizados por autoanticuer-
pos).
2. Anemia hemolítica inducida por fármacos.
3. Enfermedad hemolítica del recién nacido (hematíes sensibilizados por an-
ticuerpos anti-Rh producidos por la madre).
4. Reacción hemolítica postransfusional.

Cuando la prueba de Coombs sea positiva, debe procederse a investigar si lo


que recubre la superficie eritrocitaria es una inmunoglobulina, el complemento o
ambos simultáneamente. Asimismo, debe investigarse la naturaleza del autoan-
ticuerpo existente (IgG, IgM).

Por otra parte, no hay que olvidar la posibilidad de errores capaces de enmasca-
rar el resultado de la prueba de Coombs, dando lugar en la práctica a falsos po-
sitivos y falsos negativos, cuyas causas generales son:

1. Falsos positivos:

• Sensibilización eritrocitaria in vitro por efecto de anticuerpos naturales o


del complemento cuando se mantiene la sangre durante cierto tiempo a 4
º C antes de su análisis.
• Lavado insuficiente de los hematíes.
• Fijación inadecuada de suero antiglobulínico que contiene anticuerpos
capaces de unirse a hematíes no sensibilizados.
• Reacción con la sílice coloidal de los tubos de cristal.
• Elevada reticulocitosis en la muestra de sangre analizada.

2. Falsos negativos:

• Tiempo insuficiente de incubación, que no permite alcanzar la aglutinación


eritrocitaria.
• Dilución incorrecta del suero antiglobulina.
• Suero antiglobulina de mala calidad.
• Cuando el antisuero es de naturaleza IgA (debido a que los sueros anti-
globulina normalmente empleados carecen de anti-IgA).
• Alteración del suero antiglobulina debido a mala conservación o contami-
nación bacteriana.
• Lavado inadecuado de los hematíes, que facilita la neutralización de los
anticuerpos fijados sobre ellos por las inmunoglobulinas plasmáticas o el
complemento.
• Eliminación de los anticuerpos fijados sobre la superficie eritrocitaria me-
diante el lavado.
• Empleo de sangre caducada.
• Empleo de placas o portaobjetos sucios, húmedos o con residuos de ja-
bón.

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El denominado Coombs-control se utiliza para detectar los falsos negativos.
Consiste en hematíes sensibilizados con IgG, que se añaden a los tubos con
resultado negativo (sin aglutinación). Dichos hematíes control sólo serán agluti-
nados si el suero de Coombs está libre (lo que confirma la negatividad del test).
Si los tubos negativos no aglutinan con el suero Coombs-control, el test no es
fiable y hay que repetirlo.

Un test de Coombs positivo no indica necesariamente un acortamiento de la su-


pervivencia de los hematíes. Este acortamiento que aparece cuando existe
hemólisis se demuestra mediante el correspondiente estudio eritropatológico:
haptoglobina, recuento de reticulocitos, determinación de bilirrubina y LDH, etc.
El resultado de estas pruebas es lo que confirmará la existencia o no de hemóli-
sis.

PRUEBA DE COOMBS DIRECTO EN TARJETA

Las tarjetas son un moderno método de ruti na utilizado actualmente en los ban-
cos de sangre para los estudios pretransfusionales.

El sistema está formado por tarjetas que llevan varias microcolumnas, que cons-
tan de:

Una zona superior donde se depositan los hematíes con o sin los sueros o anti-
sueros (según la técnica), y en la que se originará la reacción de aglutinación.
Una zona inferior que contiene un gel filtrante de dextrano (donde va el suero de
Coombs o los antisueros específicos, según la técnica), que durante la centrifu-
gación permitirá el paso de los hematíes libres, pero no el de los aglutinados,
que serán retenidos por su mayor tamaño. Cuanto mayor sean los aglutinados,
menos hematíes atravesarán el gel, lo que indica una mayor intensidad de reac-
ción, que se expresa en cruces.

Existen varios tipos de tarjetas:

a) Tarjetas que llevan un medio salino inerte con o sin enzimas (se utilizan
para estudio ABO, pruebas cruzadas en frío, etc) y
b) Tarjetas que llevan suero antiglobulina humano, también denominado de
Liss-Coombs (el medio tiene un potencial iónico bajo que facilita la sensi-
bilización), y que se utilizan para el Coombs directo, para pruebas cruza-
das en fase de Coombs indirecto, etc.

Material

• Tarjetas de Liss-Coombs.
• Diluyente 2 ó Liss.

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Procedimiento

• Se diluyen 10 µL del sedimento de la sangre del paciente (anticoagula-


da con EDTA) en 1 mL del diluyente 2 y se mezcla.
• Coger 50 µL de la mezcla y echar en un microtubo.
• Incubar 2 minutos a temperatura ambiente.
• Centrifugar y leer.
• Si es positivo, montar la técnica con sueros monoespecíficos (anti-IgG,
anti-IgM, anti-IgA, anti-C3).

Interpretación

La misma que la de la técnica en tubo.

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ESTUDIO DE LA COMPATIBILIDAD
SANGUÍNEA:
PRUEBA CRUZADA MAYOR, FASES DE
LECTURA E INTERPRETACIÓN

INTRODUCCIÓN

La inmunohematología es la parte de la hematología que estudia los procesos


inmunitarios que tienen lugar en el organismo en relación con los elementos
sanguíneos. Uno de los aspectos más importantes comprende el estudio y la
cuantificación de los llamados grupos sanguíneos eritrocitarios (componentes
antigénicos presentes en la superficie de los eritrocitos) ya que están relaciona-
dos directamente con la terapéutica transfusional y la prevención de accidentes
hemolíticos graves secundarios a ella.

Todas las pruebas pretransfusionales intentan detectar reacciones antígeno-


anticuerpo potenciales antes de que la sangre sea transfundida. Para descartar
incompatibilidades entre el donante y el receptor, las premisas generales son las
siguientes:

1. Asegurar la compatibilidad ABO. Pueden usarse concentrados de hema-


tíes ABO-compatibles si no se dispone de sangre ABO-específica.

2. Utilizar sangre del mismo grupo Rh0 (D), lo que es especialmente impor-
tante en mujeres antes de la menopausia. En una gran emergencia puede
transfundirse sangre Rh0 (D) positiva a un paciente Rh0 (D) negativo no
sensibilizado, pero ésta es una decisión que debe tomar el director médi-
co y el clínico del banco de sangre, porque existe un 60-70 % de riesgo
de formar anti-Rh0 (D). Puede darse inmunoglobulina anti Rh0 (D), sobre
todo si el paciente es una mujer en edad fértil. Cuando el donante y el re-
ceptor pertenecen al mismo grupo ABO y RH0 (D), la transfusión será
compatible en el 98 % de los casos.

3. Para asegurar la compatibilidad del 2 % restante, son fundamentales:

a) El estudio de anticuerpos irregulares clínicamente importantes en el


suero del receptor.
b) La prueba de compatibilidad directa entre el suero del receptor y los
hematíes del donante.

No debe olvidarse que la identificación inequívoca de las muestras de sangre,


tanto del receptor como del componente o componentes a transfundir, es un as-
pecto fundamental, dado que la mayor parte de las reacciones hemolíticas tienen
su origen en errores de identificación y/o de trascripción. Por ello, el banco de

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sangre debe disponer de un sistema que garantice la identificación correcta del
paciente y el etiquetado correcto de la sangre que ha sido objeto de la prueba
cruzada.

La clasificación ABO, las pruebas Rh0 (D) y la detección de anticuerpos irregula-


res se hacen con cada nueva muestra de paciente. No es posible confiar en re-
gistros anteriores para esta información, aunque todos los resultados de pruebas
de laboratorio deben conservarse para poder comparar los actuales con los ante-
riores. Cualquier discrepancia debe resolverse antes de entregar la sangre al
paciente.

Mientras las pruebas cruzadas se están realizando, aplicar a la unidad de sangre


un rótulo con los datos de identificación del posible receptor, y colocarla en la
zona del refrigerador reservada a “sangre de pruebas cruzadas”.

Las pruebas de compatibilidad se efectúan antes de transfundir la sangre, para


asegurarse de que los hematíes del donante son compatibles con el paciente.

Comprende las siguientes determinaciones:

1) Tipaje correcto del grupo ABO y Rh del receptor. El grupo sanguíneo y Rh


de una persona no cambian, pero siempre existe el peligro de identifica-
ción incorrecta de las muestras sanguíneas.
2) Determinación de anticuerpos irregulares en el suero del receptor, para
poder administrar sangre solamente de aquellos donantes que carecen de
los antígenos específicos.
3) Tipaje correcto de los grupos ABO y Rh del donante.
4) Realización de un autocontrol de los hematíes del receptor. Si es positivo
(los hematíes autólogos en diluyente Liss muestran aglutinación), se reali-
za un Coombs directo con los hematíes del receptor.
5) Pruebas cruzadas. Son el último estudio que se realiza en busca de in-
compatibilidad entre la sangre del donante y del receptor. Aún cuando no
es posible efectuar un estudio completamente exhaustivo en busca de in-
compatibilidad antes de cada transfusión, la prueba cruzada debe ser lo
más completa posible, a fin de proteger al paciente. Hay que tener en
cuenta que, excepto en las transfusiones entre gemelos univitelinos y en
las transfusiones autólogas, ninguna sangre puede ser 100 % compatible.

PRUEBA CRUZADA MAYOR

Las pruebas cruzadas son importantes, ya que confirman “in vitro” que la trans-
fusión prevista será bien tolerada y probablemente eficaz. Se distinguen:

a) Prueba cruzada mayor: Consiste en enfrentar suero del paciente con


hematíes del donante bajo condiciones óptimas para la actividad de los
anticuerpos en el laboratorio. Se realiza para demostrar la posible exis-

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tencia en el suero del paciente de anticuerpos hemolizantes, de revesti-
miento (incompletos) y/o aglutinantes contra los hematíes del donante.

b) Prueba cruzada menor: El suero del donante se enfrenta con los hematíes
del paciente. Debido al empleo generalizado de concentrados de hematí-
es, esta prueba ya no se utiliza en muchos hospitales. Y aunque toda uni-
dad con investigación de anticuerpos irregulares positiva es rechazada
por el banco de sangre, puede ocurrir que posea anticuerpos a bajo título
o de baja incidencia no detectados por los reactivos habituales, por lo que
cuando se administre un gran volumen de plasma es aconsejable la reali-
zación de esta prueba cruzada menor, para detectar la posible existencia
en el donante de estos anticuerpos contra los hematíes del receptor.

Para la prueba cruzada debe utilizarse suero del receptor y no plasma, ya que la
mayoría de los anticoagulantes actúan quelando los iones calcio, lo que impide
la activación del complemento, por lo que algunos anticuerpos que fijan el com-
plemento no podrán ser detectados si se emplea sangre anticoagulada.

Además las muestras de sangre deben estar completamente coaguladas, pues


si no los restos de fibrina atrapan los hematíes del donante y la diferenciación
entre coágulos y aglutinados es difícil de establecer.

Para preparar la suspensión de hematíes del donante se debe usar sangre de


los segmentos herméticamente sellados derivados de la bolsa hemática (tubo
colector).

Los hematíes y el suero han de ser incubados durante el tiempo suficiente para
que puedan reaccionar incluso los anticuerpos muy poco potentes. En general,
sólo los anticuerpos reactivos a 37º C y/o en fase de antiglobulina serán impor-
tantes desde el punto de vista clínico. Por ello es necesario añadir suero antiglo-
bulina después de la incubación, para detectar los anticuerpos que recubren a
los hematíes pero que no llegan a aglutinarlos. La prueba debe comprobarse
mediante controles.

Es muy importante para la sensibilidad de la prueba el cociente suero/células,


por lo que siempre que sea posible la proporción debe ser de 4 volúmenes de
suero por cada volumen de la suspensión de hematíes al 2-5 % en suero salino
isotónico.

La prueba cruzada mayor puede hacerse usando uno o dos tubos. Cuantos me-
nos tubos se usen en el procedimiento sanguíneo cruzado, menos son las posi-
bilidades de confusión y error. La prueba debe ser lo más sencilla posible para
evitar las equivocaciones.

Debe usarse en todo el banco de sangre una forma única de clasificación de los
resultados en grados, para facilitar su comparación. Un sistema comúnmente
utilizado es el siguiente:

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4+ 1 agregado sólido
3+ Varios agregados grandes
2+ Agregados de tamaño mediano con fondo claro
1+ Agregados pequeños con fondo rojizo
W+ Agregados diminutos, con fondo rojizo turbio
0- Suspensión lisa sin agregados
H Hemólisis, que debe interpretarse como reacción positiva

También puede hacerse una “prueba cruzada titulada” empleando diluciones


dobles progresivas.

REALIZACIÓN

1. Colocar en un tubo de hemólisis rotulado 2 gotas de suero del pacien-


te y 1 gota de la suspensión salina al 5 % de los hematíes del donante
(Fig. 1).
2. Incubar a temperatura ambiente (22 - 24 ºC) durante 15 minutos. Cen-
trifugar a unas 1.500 r.p.m. durante 1 ó 2 minutos.

Fig. 1: Prueba cruzada mayor.

3. Leer la reacción (fase salina) con ayuda de un espejo de aumento ilu-


minado, rotando suavemente las células del botón de hematíes, y re-
gistrar los resultados en ese mismo momento (no confiar en la memo-
ria, pues aumenta las posibilidades de error).

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4. Agregar 2 ó 3 gotas de albúmina bovina 20 -30 % al tubo anterior.
5. Incubar a 37º C durante 30 minutos. Centrifugar.
6. Leer (fase albuminosa) y registrar los resultados como en el punto 3.
7. Lavar 3 ó 4 veces los hematíes con solución salina isotónica y des-
pués del último lavado decantar completamente.
8. Agregar 2 gotas de suero antiglobulina al tubo. Centrifugar.
9. Leer (fase de antiglobulina o fase de Coombs) y registrar los resulta-
dos como en el punto 3. Si la prueba cruzada es negativa:
10. Agregar una gota de hematíes de control de Coombs a cada tubo ne-
gativo. Centrifugar, leer y registrar.

Pueden aplicarse diversas modificaciones de la Prueba Indirecta de la Antiglobu-


lina para favorecer la detección de anticuerpos:

Hematíes tratados con enzimas: Los hematíes que se utilizan en la fase de anti-
globulina de las pruebas cruzadas pueden tratarse con enzimas proteolíticas
(papaína, ficina, bromelina o tripsina), que separan de la membrana del hematíe
las proteínas portadoras de ácido siálico, cargado negativamente. Por ejemplo,
la bromelina resulta útil como prueba cruzada “adicional” en el estudio de recep-
tores que han sufrido reacciones transfusionales. Esto favorece la sensibilización
y la aglutinación por algunos anticuerpos clínicamente significativos (como Rhe-
sus y Kidd). Algunos antígenos (como M, N, S y Duffy) son destruidos por el tra-
tamiento enzimático, por lo que sus anticuerpos no son detectados.

El tratamiento enzimático también aumenta la reacción de algunos autoanticuer-


pos de frío que clínicamente carecen de importancia, como el anti-I.
Solución salina de bajo potencial iónico (LISS): Cuando la técnica de la antiglo-
bulina se efectúa con los hematíes del donante suspendido en solución salina
normal, se necesita un tiempo de incubación de 30-60 minutos para lograr un
máximo de fijación de los anticuerpos a los antígenos de los hematíes. Si los
hematíes se suspenden en una solución LISS, el período de incubación puede
reducirse a 5-10 minutos.

Albúmina: La adición de albúmina a los hematíes suspendidos en medio salino


normal aumenta la tasa de sensibilización, permitiendo un tiempo de incubación
más corto.

Después de completar las pruebas sanguíneas cruzadas, si hay compatibilidad


consignarlo en el rótulo de la unidad y completar el registro de compatibilidad.
Este rótulo o etiqueta debe permanecer unido a la bolsa de sangre hasta com-
pletar la transfusión.

INTERPRETACIÓN

La aglutinación indica que algún anticuerpo del suero del receptor se ha unido a
hematíes del donante, por lo que se dice que la prueba cruzada es incompatible.

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La prueba cruzada es compatible si no existe aglutinación, pues indica que no
hay anticuerpos eritrocitarios en el suero del receptor. Como ya se ha indicado,
todas las pruebas de antiglobulina negativas deben ser comprobadas para ase-
gurar que la técnica se ha realizado correctamente. Si los resultados son correc-
tos, los hematíes del control de Coombs deben ser aglutinados; si esto no ocu-
rre, la prueba no es válida y debe repetirse.

Entre las causas de una prueba falsamente negativa están:

Olvidarse de añadir el suero antiglobulina humana.


Reactivo de antiglobulina carente de anticomplemento.
Lavado incorrecto de los hematíes reaccionantes (se dejan residuos de proteínas
plasmáticas humanas que neutralizan el suero antiglobulina, invalidándolo).
Uso de suero viejo. La muestra empleada no debe tener más de 48 horas, con-
servada en refrigeración.
Uso de una suspensión celular densa (debe ser del 2-4 %).
Centrífugas mal calibradas.
Incubador a temperatura inapropiada.

Investigación
de anticuerpos Prueba cru- Causa de la aglutinación Compatible para la trans-
irregulares zada fusión

*El Ac reacciona con algún Posiblemente (fenotipar los


+ _ Ag de los hematíes reactivo, hematíes del donante para
pero no reacciona con los confirmar la compatibilidad)
hematíes del donante

*El Ac reacciona con un Ag


_ + de baja incidencia
*Los hematíes del donante No
son Coombs directo positivo
*Error de técnica→ repetir

*El Ac reacciona con algún


+ + Ag de los hematíes del do- No
nante y de los hematíes
reactivo

_ _ *No se detecta Ac Sí

Los anticuerpos solamente serán detectados mediante la prueba cruzada si los


hematíes del donante poseen el antígeno correspondiente. Para asegurar la de-
tección de todos los anticuerpos clínicamente significativos, el suero del paciente
se incuba con 2 ó 3 muestras seleccionadas de sangre del grupo 0, que expre-

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sen los antígenos más corrientes de los principales sistemas de grupos sanguí-
neos. Esto se denomina investigación de anticuerpos irregulares.

La aglutinación de alguna de las muestras de hematíes reactivo empleadas sig-


nifica la presencia de un anticuerpo específico. Dicho anticuerpo puede identifi-
carse enfrentando el suero del receptor con un panel de hematíes fenotipados (el
mismo procedimiento que se utiliza en la prueba cruzada, pero sustituyendo los
hematíes del donante por hematíes del grupo 0 extensamente fenotipados). Los
anticuerpos dirigidos contra antígenos de baja frecuencia que no están en los
hematíes reactivo, no serán detectados. Si los hematíes del donante en potencia
poseen dicho antígeno de baja frecuencia, la incompatibilidad sería detectada en
la prueba cruzada.

OBSERVACIONES GENERALES SOBRE LAS PRUEBAS CRUZADAS:

Un factor que puede confundir las pruebas cruzadas es el fenómeno “rouleaux”,


donde los hematíes aparecen formando como pilas de monedas. Para compro-
bar que no se trata de una aglutinación, se usa la técnica del reemplazo salino:

1. Después de incubación y resuspensión, volver a centrifugar la mezcla


suero-células y remover el suero.
2. Reemplazar el suero con 2 gotas de solución salina y mezclar.
3. Centrifugar la mezcla de células salinas.
4. Volver a suspender la mezcla de células salinas y observar la agluti-
nación. Los rouleaux se dispersan pero la verdadera aglutinación per-
manece.

Una prueba cruzada negativa no asegura una supervivencia normal de los eritro-
citos después de transfundir la unidad. Los pacientes pueden tener anticuerpos
muy débiles (concentración menor del nivel de detección) en el momento de la
prueba cruzada, pero al transfundir, el antígeno específico queda expuesto al
sistema inmune, y a menudo el anticuerpo reaparece con título y avidez mayores
(respuesta inmune secundaria), y la supervivencia de los glóbulos rojos se acorta
después de la transfusión.

Cada vez que un paciente es transfundido existe la posibilidad de que esos


hematíes produzcan una estimulación secundaria. Por ello, tras 24 horas de la
transfusión, si se precisa otra, se debe extraer una nueva muestra de sangre del
receptor y realizar una nueva prueba cruzada. Con esto se podrá poner en evi-
dencia cualquier anticuerpo recién adquirido, a la vez que se asegura la presen-
cia de complemento en la prueba cruzada (los niveles de complemento en suero
viejo son muy bajos, por lo que las reacciones Ag-Ac que fijen el complemento
no podrán ponerse de manifiesto, y esa incompatibilidad no será detectada).

Como medida de precaución, se deben conservar en el refrigerador muestras del


donante y del receptor al menos hasta 4 días después de la transfusión.

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Las pruebas realizadas en fase salina a temperatura ambiente son capaces de
descubrir varios tipos de incompatibilidades en el sistema ABO, anticuerpos anti-
P, anti-MNSs, anti-Lewis y algunos otros anticuerpos aglutinantes fríos.

Las pruebas realizadas en fase albuminosa a 37 ºC se realizan tras la de tempe-


ratura ambiente si ésta ha sido negativa. Estas pruebas permiten evitar “in vivo”
reacciones debidas a anticuerpos aglutinantes de los sistemas Rhesus y Lewis
fundamentalmente.

Las pruebas en fase de antiglobulina detectan anticuerpos de clase IgG, es de-


cir, inmunoglobulinas no aglutinantes. Esta prueba detecta prácticamente la tota-
lidad de anticuerpos Rhesus y algunos otros anticuerpos dirigidos contra antíg e-
nos de los sistemas Duffy, Kell y Kidd.

La responsabilidad final de la calidad de la sangre que se transfunde recae en la


persona que efectúe la prueba cruzada. Por ello es muy importante recordar:

Leer cuidadosamente las etiquetas.

No utilizar nunca muestras contaminadas o de fechas atrasadas.

Examinar siempre la unidad de sangre que se va a transfundir, para descartar la


presencia de coágulos, ictericia, turbidez anormal y hemólisis (cualquiera de es-
tas situaciones es causa de rechazo de la bolsa hemática, por lo que no podrá
transfundirse).

Indicar el nombre del receptor en la etiqueta, de modo que pueda leerse sin con-
fusión.

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TEMA 11. DIAGNÓSTICO SEROLÓGICO.
PRINCIPIOS, TÉCNICAS Y UTILIDAD.

INTRODUCCION

Inmunología es la rama de la ciencia que estudia la inmunidad. Esta se conside-


ra como la resistencia del organismo a las agresiones que pueda sufrir, sean de
microorganismos, venenos, etc.

El hombre, como cualquier otro animal, posee unos sistemas que ante la inva-
sión de sustancias extrañas al organismo, generalmente microorganismos, las
reconoce y posteriormente las destruye.

Los animales vertebrados tienen dos grandes tipos de sistemas que confieren la
resistencia o el estado de inmunidad frente a los agentes patógenos:

A) Uno, del que forman parte elementos celulares como fagocitos (macró-
fagos), células NK (natural killer o asesinas naturales), factores humorales bacte-
ricidas o bacteriostáticos (lisozima, PCR, complemento, interferón).

• Este sistema es natural, es decir, sus componentes están siempre


presentes y dispuestos para actuar inmediatamente sin requerir
ningún fenómeno que induzca su generación.
• Carece de especificidad, es decir actúan sobre gran variedad de
microorganismos sin que posean un mecanismo de reconocimiento
que les permita distinguir selectivamente unos de otros.
• Tampoco presenta memoria, es decir que no aumentan su eficacia
al responder al mismo microorganismo en un segundo contacto
con él.

B) El segundo sistema inmunitario es mas complejo y eficaz. Son respon-


sables de este sistema los linfocitos y los anticuerpos. Aquellos se unen a las
sustancias extrañas (Antígenos) provocando su destrucción. Asimismo producen
unas sustancias, llamadas anticuerpos, que también se unen a las sustancias
extrañas provocando una serie de reacciones tendentes a eliminar el antígeno
del organismo.

• Este segundo sistema tiene la capacidad de memoria. Es decir que en un


futuro contacto con el mismo antígeno, se repite el mismo proceso inmuni-
tario pero con mayor intensidad y en un tiempo mucho más corto.
• También es específico, es decir, las células y las sustancias (Ac.) que
forman parte de él, reconocen a las sustancias extrañas (antígenos) ac-

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tuando sobre ellas. Es decir tienen receptores específicos por cada uno
de los antígenos que puedan existir.
• Finalmente, y al contrario que el primer sistema, los anticuerpos necesitan
un estímulo antigénico para que se produzcan en el organismo.

Los dos sistemas el innato y el adaptativo no actúan separadamente sino que


interaccionan ayudándose uno a otro

REACCION ANTIGENO - ANTICUERPO

Las técnicas inmunológicas se basan, casi todas, en las reacciones Ag.-Ac. y


enlas manifestaciones que de dicha reacción se derivan.

Definiremos los conceptos de antígeno y anticuerpo.

ANTÍGENO:

Es una sustancia extraña al organismo capaz de inducir una respuesta inmunita-


ria, es decir, capaz de provocar la aparición de anticuerpos o de células que ac-
túan sobre ella.

En la superficie del antígeno existen unas estructuras, trozos o fragmentos mole-


culares, que son las que verdaderamente van a reaccionar con el anticuerpo y
con las células que las van a atacar. Estos fragmentos se llaman determinantes
antigénicos o epítopos. Un Ag. es más inmunogénico cuanto mayor número de
determinantes antigénicos posea.

Puede haber en un Ag. varios determinantes antigénicos del mi smo tipo o dife-
rentes. Pueden reaccionar todos con el Ac. o Acs. o no.

El nº de determinantes antigénicos presentes en un Ag. es la valencia total del


antigeno. El nº de moléculas de Ac. que se pueden unir al mismo tiempo con el
Ag., o lo que es lo mismo, el nº de determinantes antigénicos expuestos, es la
valencia efectiva o funcional del antígeno.

La composición química del Ag. puede ser variada. En general son proteínas,
aunque también pueden ser lípidos o glúcidos, pero tienen menor poder antigé-
nico o inmunogénico.

Los antígenos particulados, como virus, bacterias o hematíes extraños, son al-
tamente inmunogénicos.

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A) FACTORES QUE AFECTAN LA ANTIGENICIDAD:

Naturaleza química: Dependiendo de si son proteinas, hidratos de carbono o


lípidos, son mas o menos antigénicos.

Tamaño: Cuanto mayor sea la molécula de antígeno mas poder inmunogénico


tendrá. Ejemplo, si el Ag. tiene 25 aminoácidos será mas inmunogénico que si
tiene 6.

Complejidad: Cuanto mas complejo sea el antígeno mayor poder inmunogéni-


co. Ej., Si el Ag. está formado por cadenas polipeptídicas de un sólo aminoácido,
será menos inmunogénico que las de varios aminoácidos diferentes.

Conformación: La configuración espacial (tridimensional), es decir, la estructura


3º de las moléculas influyen en su antigenicidad. Ej. Ags. que químicamente son
iguales tienen diferente poder antigénico cuando varía la situación espacial de
algunos determinantes antigénicos.

Accesibilidad: Cuanto mas soluble es un Ag. mas poder antigénico tendrá, ya


que será mas accesible a todas las partes del organismo.

Concepto de extraño: Generalmente las sustancias extrañas son las que pro-
vocan respuestas inmunes. Serán mas inmunogénicas las sustancias mas dis-
tantes, evolutivamente hablando, entre el Ag. y el huesped. Ej., si la albúmina de
un ratón se inyecta a un hombre tendrá más poder inmunogénico que si inyec-
tamos la albúmina de un primate.

Genética: La respuesta inmune está bajo control genético. Ej., a ratones se le


inyecta un Ag., y responden fuertemente, a otros ratones, con otra base genéti-
ca, al inyectarle ese mismo Ag. no responden de la misma forma o no respon-
den.

Modo de administrar los antígenos: El hecho de que un Ag. induzca una res-
puesta inmunitaria depende de la dosis y de la forma de administración.

B) HAPTENOS:

Hay sustancias de estructura química muy simple que son capaces de unirse a
los Acs., una vez formados estos, ya que por si mismas son incapaces de provo-
car su formación. Son los llamados HAPTENOS.

Para que sean inmunogénicas (que provoquen la producción de Acs.) hay que
unirlas a otras sustancias más complejas, generalmente proteínas. Estas sus-
tancias se denominan transportadores o "carrier".

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ANTICUERPOS:

Son moléculas sintetizadas por los linfocitos B, en respuesta a un estímulo anti-


génico, que tienen la propiedad de unirse específicamente al Ag. que indujo su
formación.

Son proteínas de peso molecular elevado a las que se les llama Inmunoglobuli-
nas (Ig.), ya que migran en la electroforesis a la fracción globulínica.

Existen 5 tipos de Igs.: Ig. G, Ig. A, Ig. M, Ig. D, Ig. E. Dentro de estos tipos exis-
ten una gran variedad de subtipos, clases, subclases etc. Difieren según su car-
ga, tamaño, composición de aminoácidos, contenido en carbohidratos, enlaces
entre cadenas, etc.

Dado que un animal puede fabricar Acs. específicos contra todas las moléculas
que existen en la naturaleza, el nº de Acs. específicos que puedan hallarse en un
momento dado puede ser del orden de varios millones.

Los Acs. pueden encontrarse libres y circulante por el plasma, pero algunos, co-
mo las Ig.E se encuentran asociadas a células.

Normalmente el organismo no desarrola Acs. contra sus propios componentes.


Cuando lo hace estamos ante una enfermedad autoinmune.

Cuando un Ac. entra en contacto con un Ag. contra el que está dirigido, ambos
se unen formándose un complejo Ag-Ac o complejo inmune o inmunocomplejo.
Esta unión es reversible y su permanencia depende del grado de adaptación
entre ambas moléculas y de la fuerza y estabilidad de los enlaces que las unen.

Una característica de la reacción Ag.-Ac. es la especificidad. Cuando un Ac. solo


es capaz de reaccionar contra un Ag., se dice que ese Ac. es muy específico. La
reacción Ag.-Ac. puede mostrar un alto grado de especificidad distinguiendo pe-
queñas variaciones de la estructura del Ag., carga, configuración óptica, confor-
mación espacial, etc.

METODOS SEROLOGICOS

Se llaman así porque el suero sanguíneo es el vehículo habitual de los Acs. Es-
tos métodos están basados generalmente en la reacción Ag.-Ac. Otros métodos
se basan en el aislamiento de las diferentes poblaciones linfocitarias.

Son muy útiles ya que podemos estudiar un Ag. disponiendo de su Ac. corres-
pondiente o viceversa.

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Las pruebas serológicas se caracterizan por su:

A) Especificidad: Es la capacidad que presenta la prueba de distinguir entre


Ags. o Acs. (depende de lo que busquemos) de estructura muy similar.

B) Sensibilidad: Es la cantidad de Ag. o Ac. (depende de lo que busquemos)


que es capaz de detectar.

Fines de las pruebas serológicas:

A) Cualitativos: Cuando sólo se persigue conocer si en una muestra existe o no


Ag. o Ac., no nos interesa la cantidad.

B) Cuantitativos: Cuando pretendemos saber la cantidad de Ag. o Ac. presente


en la muestra. Lo podemos saber:

• Semicuantitativamente: Se logra saber de manera aproximada la canti-


dad de Ag. o Ac. presente en la muestra. Esto se consigue mediante el tí-
tulo de Ac.: La inversa de la máxima dilución de la muestra que enfrenta-
da a una cantidad standard del Ag. sigue manifestando positividad.
• De una manera exacta: o cuantitativas propiamente dichas, en los que el
resultado se expresa de una manera exacta. Se dará en mg, ml, µg, µl.
etc.

INMUNOANALISIS CON MARCADORES

Se basan en utilizar moléculas indicadoras unidas al Anticuerpo o al Antígeno


con el fin de demostrar que ha tenido lugar la reacción Ag- Ac., es decir demos-
trar la existencia del Ag. o el Ac. buscado.

Estas pruebas se caracterizan por:

• Utilizar cantidades pequeñas de reactivos, se decir son microtécni-


cas.
• Ser muy rápidas en ofrecer los resultados (desde minutos a horas,
generalmente menos de 24 horas.
• Poseen una máxima sensibilidad, es decir detectan cantidades
muy pequeñas de Ac. o Ag.
• Son automatizables.

Se clasifican según las moléculas indicadoras utilizadas:

• ENZIMOINMUNOANALISIS ( E.L.I.S.A. o E.I.A.): Se usa una enzima.


• INMUNOFLUORESCENCIA (I.F.): Se usa un fluorocromo (colorante fluo-
rescente)
• RADIOINMUNOANALISIS (R.I.A.): Se usa un isótopo radioactivo.

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INMUNOFLUORESCENCIA (I.F.)

Son pruebas que utilizan sustancias fluorescentes (fluorocromos) unidas al Ac o


al Ag. para demostrar que ha tenido lugar la reacción Ag.- Ac., es decir para
demostrar que existe el Ac. o el Ag. buscado.

Los fluorocromos son sustancias que sometidas a una fuente luminosa absorben
luz a una determinada longitud de onda y emiten luz a una longitud de onda ma-
yor. Absorben luz ultravioleta y emiten fluorescencia (luz visible).

Los fluorocromos usados habitualmente son:

• Fluoresceína: emiten fluorescencia de color verde.


• Rodamina: " " " " anaranjada.

Para detectar la fluorescencia emitida se usarán:

• Microscopio de fluorescencia.
• Fluorímetros.

TIPOS DE REACCIONES DE INMUNOFLUORESCENCIA:

A) INMUNOFLUORESCENCIA DIRECTA:

Se utiliza para la detección de Antígenos con ayuda de un Ac. marcado. Se usa


para identificar microrganismos en un material clínico (líquidos, tejidos, etc.).

Fases:

1.- Fijación de la muestra (Ag.) en un portaobjetos.


2.- Se cubre la preparación con el Ac. específico marcado.
3.- Se lava para eliminar el exceso de Ac: fluorescente.
4.- Se observa al microscopio de fluorescencia.

La observación de microorganismos fluorescentes indica que se ha producido la


reacción Ag.- Ac.

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Es una técnica rápida, pero su uso está limitado por la necesidad de disponer de
un Ac. específico marcado por cada Ag. que queramos detectar.

Se usa esta técnica en la detección de diferentes gérmenes en las muestras bio-


lógicas. Ejemplo para el bacilo de Koch.

B) INMUNOFLUORESCENCIA INDIRECTA:

Se utiliza para la identificación de Ac. libres presentes en el suero.

Fases:

1. 1. Fijamos en una fase sólida (portaobjetos) Ags. específicos de los


Acs. que buscamos.(Estos portaobjetos se obtienen en el mercado
con sus correspondientes Ags.)
2. Se añade la muestra problema (Ac buscado).
3. Se añade Antisuero marcado (Antiglobulina marcada) uniéndose
de esta forma con el Ac. de la muestra causando la fluorescencia
del Ag.

Este método es mas sensible que el anterior y además tiene la ventaja de que
para la investigación de Acs. en suero humano solo requiere un Ac. marcado, la

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antiglobulina marcada. Tiene muchísimas aplicaciones. Ejemplo, para detectar
Acs. contra los toxoplasmas, contra el virus de Epstein-Barr (mononucleosis in-
fecciosa),para el diagnóstico de la sífilis, etc.

C) MÉTODO SANDWICH:

Se usa para detectar Acs. unidos a células.

Fases:

1.- Se fija el material clínico en un portaobjetos.


2.- Se añade el Ag. específico del Ac. buscado.
3.- Se añade un Ac., igual al buscado, pero marcado.
4.- Observación al microscopio de fluorescencia.

Este último método, al igual que otro que usa el complemento, no se usa fre-
cuentemente.

ENZIMOINMUNOANALISIS (ELISA)

Son pruebas que se basan en la detección de la reacción Ag.-Ac. mediante el


empleo de Ags. o Acs. marcados con una enzima. La presencia de la enzima en
el inmunocomplejo es detectada por una reacción coloreada que se produce al
añadir un sustrato.

Una sola molécula de enzima puede convertir millones de moléculas de sustrato


en moléculas de producto. De ahí la alta sensibilidad de este procedimiento.

Las enzimas usadas habitualmente como marcadoras son: peroxidasa, glucosa


oxidasa, fosfatasa, etc.

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La medición de los cambios de color, como resultado de la conversión enzimáti-
ca del sustrato a producto, se lleva a cabo habitualmente mediante un espectro-
fotómetro. Actualmente, al ser casi todas las técnicas automatizadas, se utilizan
lectores de placas que llevarán un espectrofotómetro incorporado.

Se pueden dividir los ensayos de ELISA en:

* ELISA homogéneos, en los que la interacción antígeno-anticuerpo modula la


actividad de la enzima por lo que no hay que separar los componentes marcados
enzimáticamente de los no marcados.

* ELISA heterogéneos, en los que la reacción antígeno-anticuerpo no modifica la


actividad del marcador enzimático. Estos métodos requieren la separación física
del inmunocomplejo Ag.-Ac. de los constituyentes no fijados. Son los más usa-
dos

Aunque se pueden hacer estas pruebas en fase líquida casi siempre se harán en
fase sólida, es decir se utilizará un soporte para fijar el Ac. o el Ag. Los soportes
pueden ser placas de microtiter, tubos de plástico, perlas de vidrio, etc.

TIPOS DE REACCIONES DE ELISA EN FASE SÓLIDA:

I) METODOS PARA DETECTAR ANTIGENOS:

A) MÉTODO SANDWICH:

Sirve para detectar Ags. grandes ( virus de la hepatitis, gonococo ...). Tienen que
ser polivalentes ya que se tienen que unir a dos moléculas de Ac.

Habrá varias etapas:

1. Se fija el Ac. específico del Ag. buscado en un soporte.


2. Se añade la muestra problema (con o sin el Ag. buscado).
3. Se añade el Ac. específico del Ag. buscado pero marcado con una
enzima.
4. Se añade un sustrato incoloro, específico de la enzima empleada,
y se mide el cambio de color producido al transformarse el sustrato
en producto.

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La intensidad del color medido será directamente proporcional a la cantidad de
Ag. que haya en la muestra.

Los resultados se compararán con soluciones patrones.

B) MÉTODO DE UNIÓN COMPETITIVA:

Se utiliza para detectar drogas, hormonas, etc, en líquidos biológicos.

Etapas:

1. Se fija el Ac. específico del Ag. buscado a un soporte:


2. Se añade una mezcla que contiene la muestra problema (Ag. bus-
cado) y una solución con Ag.( igual al que queremos estudiar)
marcado con una enzima
3. Se mide la cantidad de Ag. marcado que se ha fijado al Ac. unido
al soporte, mediante la adición de un sustrato:

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La concentración del Ag. problema será inversamente proporcional a la intensi-
dad del color medido.

Se compararán los resultados con soluciones patrones.

II) METODOS PARA DETECTAR ANTICUERPOS:

A) MÉTODO INDIRECTO:

Etapas:

1. Fijamos a un soporte el Ag. específico del Ac. que buscamos.


2. Se añade la muestra problema( tendrá o no el Ac. buscado).
3. Se añade la antiglobulina marcada con una enzima.
4. Se mide el cambio de color producido al añadir un sustrato incoloro.

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La intensidad del color medido será directamente proporcional a la cantidad de
Ac. presente en la muestra. Los resultados se compararán con soluciones patro-
nes.

Es la técnica de mayor aplicación para detectar Acs. por su elevada sensibilidad


y especificidad, a la vez que por su posibilidad de automatización. Se utiliza, por
ejemplo, para diagnosticar la rubéola, SIDA, citomegalovirus, etc.

B) MÉTODO SANDWICH:

Etapas:

1.- Se fija al soporte una antiglobulina del Ac que buscamos.


2.- Se añade la muestra problema (con o sin el Ac que buscamos).
3.- Se añade un Ag. específico del Ac. que buscamos.
4.- Se añade un Ac., igual al buscado pero marcado con una enzima.
5.- Se mide el cambio de color al añadir un sustrato incoloro.

La intensidad del color medido será directamente proporcional a la cantidad de


Ac. presente en la muestra.

Se compara los resultados con soluciones patrones.

C) MÉTODO DE UNIÓN COMPETITIVA:

Se usan sobre todo para detectar Ac del tipo Ig.M.

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Etapas:
1. Se fija a un soporte el Ag. específico del Ac. que buscamos.
2. Se añade el suero problema (con el Ac. buscado) mezclado con
Ac. (igual al buscado) marcado con enzima:

3. Se mide la cantidad de Ac. marcado que se ha fijado al Ag., mi-


diendo la cantidad de color que se forma cuando se añade un sus-
trato incoloro.

La concentración de Ac. en la muestra será inversamente proporcional al color


medido por el espectrofotómetro.

Se compararán los resultados con soluciones patrones.

RADIOINMUNOENSAYO (R.I.A.)

Son pruebas que detectan el complejo Ag. - Ac. formado mediante el marcaje
con isótopos radiactivos del Ag. o del Ac.

Los isótopos radiactivos usados habitualmente son:

- Carbono 14 (14C), Fósforo 32 (32P), Tritio (3H). Emiten radiación ß.


- Iodo 125 (125I), Iodo 131 (131I), Cobalto 57 (57Co). Emiten radiación ?.

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Los aparatos detectores de la reacción son los contadores de centelleo de rayos
? o ß, según el radioisótopo usado como marcador. Estos aparatos miden la ra-
diactividad.

Aunque son las pruebas más sensibles, presentan una serie de desventajas:

o Hay que manipular radioisótopos, con el peligro que esto


conlleva.
o Hay que tener una serie de normas de seguridad muy estric-
tas. No todos los laboratorios pueden aplicarlas..
o El instrumental que hay que utilizar es complicado y caro.
o La vida media de los isótopos usados habitualmente es muy
corta, en comparación a la de las enzimas. 57Co: 271,3 días,
125
I: 60 días.

Hay métodos en los que se inmoviliza el Ag. o el Ac. en una fase sólida y otros
en los que no (fase líquida). Los más utilizados son los primeros.

Los métodos del RIA son los mismos del ELISA, los que mas se utilizan son los
de unión competitiva.

REACCIONES DE PRECIPITACION.

Son unos métodos serológicos que se basan en detectar la reacción Ag.-Ac. por
la formación de un precipitado visible y reversible. Es decir, si existe el Ag. o el
Ac. buscado se produce la unión del Ag. con el Ac. y como consecuencia de esta
unión se forma el precipitado.

Es un efecto "in vitro" de la reacción Ag.-Ac., es decir solo se produce en el labo-


ratorio para poner de manifiesto la reacción Ag.-Ac. Para que se produzca la re-
acción de precipitación es necesario que los Ags. y los Acs. sean multivalentes,
ya que se tiene que formar una malla o red que finalmente precipita. Habrá unos
Acs. que precipiten mejor que otros.

El Ag. tiene que ser soluble, no particulado, por lo que se tendrá que formar una
gran red antes de que el precipitado sea visible, requiriendo esto una gran canti-
dad de anticuerpos. Es pues una reacción poco sensible. Sin embargo es una
prueba muy específica.

Si a una solución con exceso de Acs. le vamos añadiendo concentraciones cre-


cientes de Ag., y se representa el porcentaje de precipitación frente a la cantidad
de Ag., se obtiene la curva siguiente:

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Vemos que existen 3 zonas bien diferenciadas:

1. Prozona (Exceso de Ac.): Inicialmente no se forma precipitado. Se forman


uniones Ag.-Ac. pero son altamente solubles debido al exceso de Acs.
Cada molécula de Ag. está saturada de Acs. La formación de precipitado
aumenta conforme aumenta la concentración de Ag.

2. Zona de equivalencia: Es la zona de máxima precipitación. Cada Ag. está


ligado a un Ac., que a su vez está ligado por su otra(s) valencia(s) a otro
Ag. formándose de esta forma una gran red que precipita.

3. Postzona (Exceso de Ag.): La adición continuada de Ag. da como resulta-


do la solubilización del precipitado debido a la formación de pequeños
complejos con exceso de Ag. Cada molécula de Ac. está saturada de Ag.,
se une con varias moléculas de Ag., tantas como valencia tenga el Ac.;
por tanto no se puede formar la malla necesaria para que se produzca la
precipitación.

Para una mejor cuantificación del Ac. o Ag. es conveniente que la zona de equi-
valencia sea lo mas estrecha posible. Esto se conseguirá utilizando Ags. fácil-
mente solubles, así como que la muestra no tenga una mezcla excesiva de Acs.
similares, ya que si no se producen diferentes uniones Ag.-Ac. ensanchando la
zona de equivalencia.

Aparte de la relación de proporción Ag.-Ac., existen otros factores que pueden


afectar la precipitación:

- Especificidad y afinidad del Ac.


- pH y la fuerza iónica del buffer en el que se desarrolle la reacción.
- temperatura a que se incube la reacción.
- peso molecular de los reactantes.

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TIPOS DE REACCIONES DE PRECIPITACION:

Las reacciones de precipitación se pueden realizar en un medio sólido o en me-


dio líquido. Atendiendo a este criterio las vamos a clasificar.

PRECIPITACION EN MEDIO LÍQUIDO:

A) PRUEBA DEL ANILLO:

La mezcla de un Ag. soluble y su Ac. correspondiente en un tubo da lugar a un


precipitado visible unicamente si la proporción de Ag. y Ac. son las apropiadas.

Se puede hacer la prueba de una manera cualitativa o cuantitativa.

Cualitativa: Nos permite identificar un Ag. disponiendo de su Ac. específico, y


viceversa. Las etapas de la reacción son:

1.- Colocar el Ac. en el fondo del tubo


2.- Añadir el Ag. problema
3.- Reacción de precipitación

En caso de que exista el Ag. problema se


formará, en la interfase de ambos líqui-
dos, un disco de precipitado de color
blanquecino.

Esta reacción se usa para detectar la


PCR, identificación de los grupos de Lan-
cefield de los Streptococcus.

La prueba cuantitativa se hace de la misma forma pero utilizando varios tubos


con Ac y añadiendo a ellos cantidades crecientes de Ag. Se mide la cantidad de
precipitado que se forma en cada tubo. Los resultados se llevan a una gráfica,
como la anterior. En el tubo donde aparezca más cantidad de precipitado se
cuantifica el Ag. problema, tubo que corresponde, en la gráfica a la zona de
equivalencia.

PRECIPITACION EN MEDIO SÓLIDO:

Los Ags. y los Acs. pueden incorporarse a un medio gelificado (sólido) donde
podrán difundir. En el lugar donde se encuentren en sus proporciones óptimas
aparecerá una línea de precipitado.

Se utiliza, fundamentalmente, para el estudio de Ags, disponiendo de Acs ade-


cuados. Cada unión Ag.- Ac. da una línea de precipitado diferente e indepen-
diente.

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Se pueden hacer las pruebas de una manera cualitativa o cuantitativa. Las más
importantes son:

A) INMUNODIFUSIÓN SIMPLE EN TUBO (MÉTODO DE OUDIN):

1. El Ac., específico del Ag. que buscamos, se incorpora al agar fundido a 45ºC.
Se introduce en tubos de pequeño diámetro don-
de solidifica.

2. Se deposita encima una solución adecuada


del Ag..

3. El Ag. difunde a traves del agar encontrandose


con el Ac., que está repartido por todo el medio.
En la zona donde el Ag. y el Ac. se encuentren
en las proporciones adecuadas aparecerá una
línea de precipitado.

Es una prueba cualitativa.

B) INMUNODIFUSIÓN RADIAL SIMPLE (MÉTODO DE MANCINI):

Es una prueba cuantitativa. Las etapas son:

1. Se incorpora el Ac., específico del Ag. que buscamos, al agar fun-


dido, que se deposita en placas de Petri o en láminas de vidrio.
Una vez solidificado, se realiza sobre el agar diferentes pocillos.

2. Se añaden a los pocillos el Ag. a determinar. Se añadirán varios


Standard y las muestras problemas. El Ag. difundirá por el medio

sólido.
3. Donde se encuentren el Ac. (que está repartido por todo el medio)
y el Ag. en las proporciones adecuadas se producirá una línea de
precipitado circular (anillo de precipitado).

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El diámetro del anillo, su cuadrado, será
proporcional a la cantidad de Ag. presente
en cada pocillo.

Se hará una curva de referencia con los


Standards. En el eje de abcisa pondremos
el cuadrado del diámetro de los anillos, y
en el eje de ordenadas la concentración
del Ag. Una vez hecha la curva se calcula
la concentración de Ag. de la muestra problema.

Se usa para cuantificar las diferentes proteínas plasmáticas.

C) INMUNOD IFUSIÓN RADIAL DOBLE (MÉTODO DE OUCHTERLONY):

Este método cualitativo se realiza tambien en placa, pero a diferencia del ante-
rior, donde solo se desplazaba el Ag., se desplazan tanto el Ag. como el Ac. en
el medio soporte (agar).

1. Añadir a una placa o lámina de vidrio una capa de agar virgen fundido.
Una vez solidificado se le hacen 2 pocillos adecuadamente separados,
uno para el Ac. y otro para elAg.
2. El Ag. y el Ac. difunden radialmente en el seno del agar. Donde se en-
cuentren en las proporciones adecuadas se formará una línea de precipi-
tado.

La precipitación se produce en el punto de equivalencia Ag.- Ac.

La posición y forma de la línea de precipitado están dictadas por la concentra-


ción y el ta-maño del Ag. y del Ac.. La línea estará mas cerca del pocillo con el
reactante de menor concentración, ya que la distancia recorrida es directamente
proporcional a la concentración. Se suele utilizar para la detección de infecciones
por Candidas y Aspergillus.

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D) ELECTROINMUNODIFUSIÓN SIMPLE O INMUNOELECTROFORESIS EN
COHETE (ROCKET):

Este método se basa en la aplicación de la


corriente eléctrica a la inmunodifusión simple,
obteniéndose resultados que también se
pueden cuantificar.

Un medio gelificado que contenga Acs. se


introduce en un campo eléctrico, perpendi-
cularmente al sentido de la corriente eléctrica
se disponen pocillos que contienen las mues-
tras problemas y los Standards. La difusión
electroforética del Ag. a través del gel que contiene el Ac. permite la aparición de
líneas de precipitado en forma de conos o cohetes.

La distancia entre el pocillo y la punta del cono (altura del cohete) esm directa-
mente proporcional al logaritmo de la concentración de Ag. que haya en la mues-
tra.

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E) ELECTROINMUNODIFUSIÓN DOBLE

El Ac. y el Ag. se colocan en pocillos próximos, como en una inmunodifusión do-


ble. A continuación se aplica una corriente
eléctrica de tal forma que el Ag. vaya a
encontrarse con el Ac.

Si se utiliza un pH óptimo (8) y un bajo


voltaje permite que el Ac se desplace il-
nealmente hacia el cátodo arrastrado por
la fuerza endosmótica, en una dirección
contraria a la corriente eléctrica, encon-
trándose con el Ag. que migra hacia el
ánodo arrastrado por la fuerza eléctrica.
En la zona donde el Ag. y el Ac. se encuentren en las proporciones optimas se
formará una línea de precipitado.

Es un método cualitativo muy rápido y más sensible que la inmunodifusión radial


doble.

F) INMUNOELECTROFORESIS:

Es un procedimiento que se utiliza para identificar diferentes Ags. de una mues-


tra.

Esta técnica consta de 2 fases:

1º.- Electroforesis: Separación de los diferentes componentes (Ags.) de una


muestra a estudiar, por su migración diferencial cuando se somete la muestra a
un campo eléctrico. La diferente velocidad de migración dependerá de la carga
de la partícula, pH del tampón, fuerza iónica del tampón, tamaño y forma de la
partícula y el potencial del campo eléctrico aplicado.

2º.- Inmunodifusión: Los Ags separados se enfrentarán a sus Acs. específicos en


el mismo medio soporte donde se han separado. Difundirán ambos; donde se
encuentren en las proporciones optimas, se formarán tantas líneas de precipita-
do como uniones Ag.-Ac. haya.

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Pasos a seguir:

1. Colocar la muestra en un medio soporte


y separarla electroforéticamente.
2. Colocar los Acs., específicos de los Ags.
buscados, paralelamente al eje de mi-
gra-ción de los Ags.
3. Difusión de los Ags. y los Acs. Donde se
encuentren en las proporciones óptimas
se formarán las líneas de precipitado,
que revelarán la presencia de los Ags
buscados.

Se usa esta técnica, sobre todo, para identi-


ficar anomalías cualitativas de proteínas
específicas o para analizar la composición
de una mezcla de proteínas en líquidos biológicos.

G) INMUNOELECTROFORESIS BIDIMENSIONAL:

Este método se utiliza como técnica de investigación para la separación analítica


de Ags. estrechamente relacionados, con propiedades electroforéticas afines
(variantes genéticas de algunas proteínas, heterogeneidad del factor VIII de coa-
gulación etc.).
Este procedimiento se realiza en 2 etapas y en ambas se emplea la electrofore-
sis.

1. La mezcla de Ags., normalmente suero, orina, LCR, se somete a electro-


foresis en agarosa para separar sus componentes según su carga.

2. La tira de agarosa que contiene las proteínas separadas se transfiere a


una placa de soporte mayor. Sobre esta se vierte agarosa líquida que lle-
vará disuelta Acs. contra todos los Ags. a analizar, haciendo contacto en
un extremo con la tira de agarosa que contienen los Ags.

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3. Una vez solidificada la agarosa que contiene los Acs. se aplica una co-
rriente eléctrica en dirección perpendicular a la primera separación elec-
troforética a fin de que los Ags. migren hacia la agarosa que contiene los
Acs. Se obtienen de esta forma unos arcos de precipitado nítidos, en for-
ma de picos.

REACCIONES DE AGLUTINACIÓN

Es una reacción serológica que comprende la agregación de una suspensión de


Ags particulados cuando se unen a sus Acs. específicos. Es un método secun-
dario ya que primero se une el Ag. y el Ac. que van formando agregados, estos
empiezan a aumentar y finalmente se depositan.

Cuando los Ags. que intervienen en la reacción son particulados "per se" la reac-
ción se llama: aglutinación directa o activa. Como ejemplos de estos Ags. es-
tán las bacterias y los hematíes.

Cuando los Ags., para que se produzca la reacción de aglutinación, tienen que
ser acoplados a la superficie de células o partículas inertes (látex, bentonita...) la
reacción se llama: aglutinación indirecta o pasiva.

Cuando un Ac. se une a su Ag. particulado específico y se produce la aglutina-


ción, se llama: Anticuerpo completo.

Cuando un Ac. se une a su Ag. específico particulado y no se produce aglutina-


ción se llama: Anticuerpo incompleto.

Características de las reacciones de aglutinación:

o Son bastantes sensibles, ya que detectan cantidades pe-


queñas de Ag. o Ac.
o Son menos específicas que las reacciones de precipitación.
o Son métodos cualitativos o semicuantitativos.
o Son pruebas muy útiles, ya que se puede acoplar el Ag. o el
Ac. deseado a una partícula y así detectar su Ac. o Ag. es-
pecífico.
o Se pueden observar a simple vista.

Factores que influyen en la reacción de aglutinación:

* Carga de las partículas: Las partículas poseen en suspensión una carga su-
perficial negativa (potencial zeta) repeliéndose entre ellas. La unión con el Ac.
ayuda a establecer puentes de unión entre las diferentes partículas produciéndo-
se la aglutinación. Algunas veces no es suficiente y habrá que emplear diferen-
tes sistemas para disminuir el potencial zeta. Uno de ellos es aumentar la visco-
sidad añadiendo sustancias como la albúmina. Otro es el tratamiento con enzi-

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mas proteolíticas cuando las partículas son hematíes. Tambien el buffer em-
pleado puede disminuir las cargas (-) superficiales de las partículas.

* Tipo de anticuerpo: Las Inmunoglobulinas del tipo Ig.M, debido a su tamaño,


siempre van a aglutinar. Las del tipo Ig.G podrán aglutinar o no dependiendo de
la subclase o de otros factores. En caso de no aglutinar se llamarían Acs. incom-
pletos.

* Concentración de electrolitos: Ya hemos comentado la influencia del buffer


en las cargas (-) superficiales de las partículas. Para una mejor aglutinación será
conveniente que la fuerza iónica del buffer sea lo mas baja posible.

* pH: Debe ser el mas próximo al fisiológico.

* Viscosidad: Cuanto mas viscoso sea el medio mejor se produce la reacción de


aglutinación. Esto se puede conseguir añadiendo sustancias como la albúmina o
el dextrano.

* Antígenos: Un Ag. con un solo determinante antigénico nunca podrá aglutinar.


Cuantos más determinantes antigénicos posea un Ag. la aglutinación se produci-
rá mejor.

* Temperatura y tiempo de incubación: La temperatura debe ser lo mas


próxima a la fisiológica, aunque hay algunos casos en que la tª optima es 4º C.
El tiempo de incubación será el mayor posible.

* Agitación: Las técnicas que facilitan el contacto Ag. -Ac. como la agitación o la
centrifugación facilitan la aglutinación.

Tipos de reacciones de aglutinacion:

A) AGLUTINACION DIRECTA:

Se produce cuando se unen el Ac. y su Ag. específico particulado "per se", es


decir de forma natural.

Se puede utilizar esta reacción de manera cualitativa o cuantitativa.

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a) Cualitativa: Se realiza en un portaobjetos o en un tubo, enfrentando un Ac. a
una suspensión de Ags., de los que uno de ellos es desconocido. Tras una breve
agitación se observa si hay aglutinación. Es una reacción de uso común para la
identificación de bacterias y la determinación de grupos sanguíneos.

b) Cuantitativa: Nos permite una estimación aproximada de los Acs. presentes


en el suero, mediante la determinación del título de Ac. Esta técnica de utiliza
habitualmente para el diagnóstico serológico de las infecciones por Brucella y
Salmonella. Hay que tener en cuenta el efecto zona, es decir, cuando hay un
exceso de Acs. en el suero problema se puede solubilizar el aglutinado. Esto se
evitará empleando una batería amplia de tubos.

B) AGLUTINACION INDIRECTA:

Es la reacción de los Acs. con sus Ags. específicos solubles pero que han sido
acoplados a la superficie de partículas. Se usan con frecuencia eritrocitos,
humanos o no, bacterias, partículas inertes como látex o bentonita.

Así un Ag. soluble al adsorberse en


una partícula convierte la reacción
Ag.-Ac. de precipitación a aglutina-
ción, incrementándose enormemen-
te la sensibilidad de la prueba. Son
más sensibles las pruebas que usan
como partículas portadoras de Ags.
los eritrocitos que las que usan látex
o bentonita.

También se puede utilizar esta re-


acción de manera cualitativa o cua n-
titativa.

Para detectar antígenos solubles se utiliza una variación de esta técnica, la aglu-
tinación indirecta inversa, en la que en lugar de acoplar el antígeno a la
+partícula acoplamos el anticuerpo específico del antígeno buscado.

Esta técnica es la más utilizada en serología, por su bajo coste, su rapidez y su


buena sensibilidad. Tiene el inconveniente de ser poco específica, por lo que
ofrecerá falsos positivos. Pruebas típicas basadas en este método son: las prue-
bas reumáticas (Proteína C reactiva, Factores reumatoides, Waale- Rose, Sin-
ger-plotz, Antiestreptolisina), la RPR, la VDRL y la TPHA, que se usan en el dia-
gnóstico de la sífilis, la del látex Criptococo etc.

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C) INHIBICION DE LA AGLUTINACION:

Los Acs. reconocen y reaccionan con sus Ags. específicos. Puede suceder que
en la muestra problema el Ag. esté en forma soluble (no unido a una partícula)
por lo que se producirá la reacción Ag.-Ac. pero no se observará la aglutinación.

Esta prueba es una adaptación de las reacciones de aglutinación que nos permi-
te la detección y cuantificación de los Ags. solubles.

La prueba se realiza en varias etapas:

1. Se añade a la muestra problema (Ag. soluble buscado) el Ac. específico del


Ag. buscado. Si no se produce aglutinación puede deberse a 2 causas:

a) Que no exista el Ag. buscado:

b) Que exista el Ag. buscado, pero que esté en forma soluble:

Para saber si existe el Ag. en forma soluble o no existe el Ag. buscado, se hace
la 2ª etapa:

2. Se añade a la mezcla anterior partículas recubiertas con el Ag. buscado en la


muestra problema. Puede ocurrir:

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a) Que se produzca una aglutinación:

Esto significa que no existe el Ag. buscado, ya que los lugares de unión del Ac.
añadido en la 1ª etapa (específico del Ag. buscado) estaban libres y han reac-
cionado en la 2ª etapa con las partículas añadidas que tenían el Ag. recubrién-
dolas.

b) Que no se produzca la aglutinación:

Esto significa que existe el Ag. soluble que estamos buscando, ya que los luga-
res de unión del Ac. añadido en la 1ª etapa (específico del Ag. buscado) esta-
ban ocupados por el Ag de la muestra problema y por tanto no ha podido reac-
cionar, el Ac añadido, con el Ag. particulado añadido en la 2ª etapa.

Esta prueba, de inhibición de la aglutinación también se puede realizar cuantita-


tivamente. Para ello utilizaremos diferentes diluciones de la muestra problema.

Una aplicación de esta prueba es el diagnóstico del embarazo, en el que se de-


tecta la hormona GCh, antígeno soluble.

D) TEST DE COOMBS O ANTICUERPOS NO AGLUTINANTES:

Algunos tipos de IgG pueden unirse a los Ags. fijados a las partículas, pero no
aglutinarlos. Son los llamados Acs. incompletos.

Esta prueba detecta estos Acs. no aglutinantes mediante la adición de antiglobu-


linas-IgG (antiinmunoglobulinas), que ayudarán a formar puentes de unión entre
las partículas.

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Hay 2 tipos de pruebas:

a) Prueba de coombs directa:

Ayuda a detectar Acs. unidos a partículas. Ej. los hematíes en el recién nacido
con enfermedad hemolítica por incompatibilidad Rh están sensibilizados por Acs.
no aglutinantes (IgG materna). La adición de antiglobulinas humanas permite el
establecimiento de puentes entre los hematíes a través del Ac. anti-IgG y hace
posible la aglutinación.

b)- Prueba de coombs indirecta:

Detecta Acs. no aglutinantes libres en el suero. Se realiza e 2 fases:

a) Se añade a la muestra problema (Ac. no aglutinante buscado) Ags. específi-


cos particulados. No se producirá la aglutinación

b) Se añade antiglobulinas (anti-IgG) a la mezcla anterior. Las antiglobulinas se


unirán a los Acs.no aglutinantes fijados y provocarán la aglutinación de las partí-
culas.

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Se usa esta prueba para el diagnóstico serológico de la brucelosis crónica. Tam-
bién para detectar los Acs. no aglutinantes maternos en el caso de incompatibili-
dad Rh.

REACCIONES CON INTERVENCION DEL COMPLEMENTO

Son procedimientos muy sensibles, pero actualmente han sido superados por el
RIA, el IF. y el ELISA. Todavía hay técnicas, que usan la fijación del complemen-
to para el diagnóstico de enfermedades fúngicas, víricas y parasitarias.

El término COMPLEMENTO se usa para designar una serie de proteínas plas-


máticas, cerca de 20, que son activadas en secuencia (en cascada) después de
producirse la reacción Ag.-Ac. La primera proteína del complemento que se acti-
va se une a un sitio del interior del Ac. que seria inaccesible si el Ac. no ha reac-
cionado con el Ag. Después de esta reacción hay cambios conformacionales en
la molécula del Ac. de tal manera que hace que la región de articulación se abra
quedando expuesta al sitio de fijación del complemento.

Las proteínas del complemento tienen la capacidad de lisar las células cuando la
reacción Ag-Ac. se produce con Ags. situados en las superficies celulares.

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PRUEBAS DE FIJACION DEL COMPLEMENTO:

Se pueden utilizar, como todas las pruebas serológicas, para detectar Ags. o
Acs. Se basan en que los complejos Ag.-Ac. formados al fijar el complemento
impiden la hemólisis que ese mismo complemento produciría sobre un sistema
hemolítico incompleto ( hematíes (Ag.)- Acs. hemolíticos.).

La prueba se realiza en 2 etapas:

1º.- Se pone en contacto el Ag. y el Ac., de los cuales uno es conocido y el otro
no, en presencia de complemento.

2º.- Se investiga la presencia de complemento libre por la adición de un sistema


hemolítico incompleto (hematíes + hemolisinas) Podremos observar 2 resulta-
dos:

a) Que exista el Ag. o el Ac. buscado:

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b) Que no exista el Ag. o el Ac. buscado:

INMUNOTURBIDIMETRIA Y INMUNONEFELOMETRIA

Cuando un haz de luz choca con una partícula en suspensión, sufre una serie de
fenómenos, parte de la luz es transmitida, parte absorbida, parte reflejada, y por
último parte es dispersada.

INMUNOTURBIDIMETRIA

Esta técnica se basa en la medición de la luz que no se ha transmitido a través


de una suspensión cuando sobre ésta incide un rayo de luz colimado. Es por
tanto la medida de la disminución de la intensidad de la luz incidente (causada
por dispersión, reflexión y absorción de la luz). Se puede medir como %T o como
absorbancia.

Cuando un antígeno y un anticuerpo se unen en un medio líquido, se forman


inmunocomplejos que quedan en suspensión, dando una turbidez al líquido que
es proporcional a la cantidad de antígeno o anticuerpo de la muestra.

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INMUNONEFELOMETRIA

Se basa en la medición de la luz dispersada por las partículas de una suspen-


sión cuando sobre ésta incide una luz colimada. Se mide la luz desviada en un
determinado ángulo (de 15º A 90º), con respecto a la dirección del rayo inciden-
te.

La formación de inmunocomplejos antígeno-anticuerpo es capaz de dispersar la


luz que atraviesa la solución donde se desarrolla la reacción. Por tanto mediante
esta técnica podremos determinar la existencia de antígenos o anticuerpos en
una muestra.

REACCIONES DE TRANSFERENCIA O INMUNOBLOTTING

Se basan en la transferencia de una sustancia desde un gel, donde se hayan


separado sus diversos componentes, a un soporte fácilmente manejable.

Las sustancias a estudiar se separan en un gel de poliacrilamida mediante la


electroforesis. Una vez separadas todas las sustancias se realiza la transferen-
cia, por capilaridad o por electroforesis (electrobotting), a una membrana, gene-
ralmente de nitrocelulosa. Esta membrana tiene una gran capacidad para fijar las
proteínas. También se pueden bloquear fácilmente los sitios de unión libres.

Las diferentes sustancias que se han transferido se podrán estudiar por diferen-
tes métodos, fundamentalmente ELISA o RIA, añadiendo a la membrana los an-
ticuerpos específicos de las sustancias a estudiar.

Es una técnica cualitativa y los resultados se observaran en forma de unas ban-


das correspondientes a cada una de las sustancias estudiadas presentes en la
muestra problema. La técnica se llama Western blot

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Actualmente tiene una gran aplicación como técnica para confirmar la infección
por VIH (SIDA), ya que a una buena sensibilidad, comparable al ELISA, une una
gran especificidad, eliminándose de esta forma los falsos positivos. Se haría de
la siguiente forma:

o Fraccionamiento, mediante electroforesis en un gel de poiacrilami-


da, del virus VIH desorganizado y parcialmente purificado. Las dife-
rentes proteínas víricas se separarán según su peso molecular.
o Transferencia a una membrana de nitrocelulosa de las proteínas
separadas, que actuarán como antígenos.
o Se añade la muestra problema (suero con sospecha de tener anti-
cuerpos contra el VIH) a la membrana anterior. Si existen los anti-
cuerpos se unirán a sus antígenos correspondientes.
o Se añade antiglobulina conjugada con un marcador que se unirá a
los complejos Ag.-Ac. formados anteriormente.
o Se visualiza según el método empleado (ELISA o RIA)
o Se compara el resultado con un control.

También se utiliza este método para la determinación de ácidos nucleicos. Si


determinamos DNA la técnica se llamará Southern blot, y si es RNA se llamará
Northern blot.

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METODOS TERCIARIOS

Están basados en los efectos biológicos que siguen a la unión Ag-Ac. o a las
consecuencias derivadas de dicha unión.

Algunos de estos efectos son:

a.- Fagocitosis.
b.- Opsonización: preparación del Ag. para ser fagocitado.
c.- Adherencia inmunitaria: facilita la fagocitosis.
d.- Desgranulación celular.
e.- Bacteriolisis.
f.- Inmovilización de microorganismos. etc.

Casi todos estos efectos biológicos están basados en la actividad del comple-
mento.

PRUEBAS MÁS IMPORTANTES:

A) PRUEBAS DE PROTECCIÓN:

Estudian, mediante pruebas "in vivo", los Acs. protectores, que son los respon-
sables de la inmunidad adquirida, y sus Ags. correspondientes. Pueden ser acti-
vas o pasivas:

a) Activas: Sirven para determinar la capacidad vacunante de una preparación


antigénica. Para ello se administra ésta a un lote de animales y tras un periodo
de tiempo (para que pueda fabricar Acs.), se les inocula el germen virulento. La
protección se medirá por la supervivencia de los animales.

b) Pasivas: Se usan para medir el poder protector de un suero inmune. Para ello
se administra el suero a un lote de animales y, tras un periodo de tiempo se ino-
cula el germen virulento. La protección se medirá, al igual que antes por la su-
pervivencia de los animales.

B) PRUEBAS DE NEUTRALIZACIÓN:

Cuando un Ag. se une a su Ac. correspondiente puede perder su capacidad pa-


tógena, tóxica, hormonal, enzimática etc., de que está dotado el Ag. Esto se ma-
nifestará por la posterior inoculación de la unión Ag.-Ac. a un animal de experi-
mentación, a un cultivo, etc. Ejemplo: si unimos una toxina con su correspon-
diente antitoxina se neutralizará el efecto tóxico. Esto se demuestra inoculando a
un animal de experimentación la mezcla.
C) TEST DE NELSON: Prueba utilizada en el diagnóstico de la sífilis.

Entre los métodos 3º también podemos encontrar las pruebas que pueden ayu-
darnos a determinar la hipersensibilidad de un individuo a diferentes sustancias

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como medicamentos, pólenes, productos químicos, polvo de la casa, alimentos
etc.

Se entiende por hipersensibilidad a la respuesta inmunitaria que causa daño en


el individuo que la produce.

Las pruebas más comunes son:

D) TEST CUTÁNEOS POR INTRADERMOREACCIÓN DEL ALERGENO:

Consiste en inyectar bajo la piel las sustancias a estudiar, como alergenos, y


observar la reacción que se produce al cabo de poco tiempo

E) PARCHES CUTANEOS:

Se escarifica la piel y posteriormente se coloca un parche impregnado con la


sustancia a estudiar en la zona escarificada. Tras un periodo de tiempo se ob-
serva los resultados.

F) PRUEBAS DE PROVOCACIÓN:

Las sustancias o alergenos se administran por vía natural (inhalación, vía oral
etc.) para provocar la reacción alérgica.

G) TEST DE PRAUSNITZ-KUSTNER O DE ANAFILAXIA CUTÁNEA PASIVA:

El suero de un paciente alérgico se inyecta en la piel de un individuo sano. A las


24 horas se inocula en el mismo lugar el alergeno. Si existe el Ac., se origina una
reacción alérgica (prurito, eritema, edema).

H) PRUEBA DE MANTOUX O DE LA TUBERCULINA:

Consiste en inyectar intradérmicamente en el brazo una preparación de tubercu-


lina. Tras un periodo de 48-72 horas se observará una inflamación en el lugar de
la inyección. Se medirá el diámetro de la inflamación para dar como (+) o (-) la
prueba.

ESTUDIO DE LAS DIFERENTES POBLACIONES LINFOCITARIAS

En los métodos inmunológicos no solo hay que estudiar la reacción antígeno-


anticuerpo y sus consecuencias correspondientes, a veces hay que estudiar las
diferentes células pertenecientes a la inmunidad celular, en concreto los linfoci-
tos T y B.
Hay técnicas que permiten el aislamiento de los linfocitos del resto de los com-
ponentes de la sangre. Se basan generalmente en la velocidad de sedimenta-
ción o en la centrifugación en gradiente de densidad.

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También hay métodos que permite la identificación de las diferente subpoblacio-
nes linfocitarias como la prueba de la formación de rosetas E. Se basa en la ca-
pacidad que tienen los linfocitos T de formar rosetas de manera espontánea con
los glóbulos rojos de carnero, sin la intervención de inmunoglobulinas.

En algunas ocasiones hay que determinar la capacidad funcional de los linfoci-


tos, parámetro más adecuado para valorar el estado inmunológico del individuo
que su cantidad. Se valora la capacidad de producción de anticuerpos, la res-
puesta a los mitógenos etc. Entre las técnicas más importantes están: la trans-
formación linfoblástica, el cultivo mixto de linfocitos, y la proliferación de linfocitos
frente a diversas sustancias, como por ejemplo las lecitinas vegetales.

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TEMA 12.- ESTUDIOS DE PATERNIDAD POR
ADN.

¿Cómo se hace un estudio de paternidad


por ADN?

La molécula de ADN (ácido desoxirribonucleico) es la por-


tadora de toda la información genética que pasa de una ge-
neración a la siguiente y contiene todas las instrucciones nece-
sarias para la formación de un organismo nuevo, así como pa-
ra el control de todas las actividades de las células durante el
tiempo de vida del organismo. Está presente en todos los or-
ganismos vivos desde virus y bacterias hasta plantas y ani-
males.

En organismos superiores el ADN es único para cada indivi-


duo de cada especie e invariable durante el periodo de vida del
organismo. Esta característica es lo que se conoce como "hue-
lla genética" y es la base de los estudios de identificación ge-
nética de individuos.

Salvo unas pocas excepciones (glóbulos rojos en mamífe-


ros, etc.), todas las células de un organismo vivo tienen
ADN. Gracias a ello es posible extraer el ADN a partir de
cualquier muestra biológica (sangre, pelo, semen, huesos
etc.) e incluso a partir de muestras degradadas.
M ediante la técnica del PCR o "reacción en cadena de la
polimerasa", es posible amplificar la molécula de ADN de
forma exponencial en el laboratorio. Para realizar un análisis
genético se necesita muy poca cantidad de muestra ya
que a partir de una simple molécula de ADN se pueden ob-
tener millones de copias.

Desde un punto de vista estructural, el ADN está formado


por una sucesión de moléculas simples llamadas nucleóti-
dos, compuestos por un azúcar (desoxirribosa), un grupo
fosfato y una base nitrogenada, que puede ser púrica (Ade-
nina o Guanina) o pirimidímica (Citosina o Timina). Los nu-
cleótidos aparecen unidos entre sí mediante enlaces quími-

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cos de forma específica (una adenina siempre se aparea con una timina y una
citosina con una guanina) creando una hebra de longitud variable. La naturaleza
física de estas moléculas hace que dos hebras se asocien de forma complemen-
taria formando una doble cadena helicoidal. Mediante el proceso de secuencia-
ción, y empleando unos aparatos muy sofisticados llamados secuenciadores
automáticos, es posible conocer la secuencia exacta de nucleótidos que forman
cada molécula de ADN.

Dentro de las células el ADN sufre un proceso de plega-


miento y empaquetamiento dando lugar a los cromoso-
mas. Los humanos poseen 46 cromosomas, 23 proce-
dentes de la madre y 23 procedentes del padre. Esta es
la base de los análisis de paternidad ya que estudiando
una serie de marcadores genéticos situados en los dife-
rentes cromosomas (los STRs o "secuencias cortas repe-
tidas en tandem") es posible determinar de forma inequí-
voca la paternidad de un individuo.

La molécula de ADN tiene una gran estabilidad lo que


facilita su transporte y almacenamiento. Así, es posible
mantener congeladas muestras de ADN durante mucho
tiempo para realizar con ellas estudios genéticos posterio-
res.

UN POCO DE HISTORIA
La demostración por parte de Avery y colaboradores en la década de los 40 de
la existencia del DNA como la estructura sobre la que recae toda la información
genética y el posterior descubrimiento en los años 50 de la estructura de doble
hélice del DNA por Watson y Crick (pulse aquí para ver una copia del trabajo
original de Watson y Crick), dieron lugar a toda una serie de trabajos experimen-
tales en las décadas de los años 60 y 70 encaminados a la elucidación de las
claves de la codificación genética que nos han conducido a la revolución científi-
ca que se vive actualmente en el campo de la genética y la biología molecular.

Posteriormente, el descubrimiento de la "reacción en cadena de la polimerasa"


(PCR) por K. Mullis en 1987 permitió la amplificación in vitro de fragmentos de
DNA de interés, abriendo todo un nuevo abanico de posibilidades en la manipu-
lación del DNA que se completó posteriormente en los años 90 con el desarrollo
de la secuenciación automática de DNA por el método de Sanger con reacti-
vos fluorescentes en lugar de radiactivos, permitiendo conocer exactamente el

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orden de los nucleótidos en la secuencia del fragmento de DNA en cuestión. En
la actualidad, las técnicas de PCR y de secuenciación automática de DNA son
totalmente rutinarias en la mayoría de los laboratorios de Bioquímica y Biología
Molecular.

En fechas recientes, el inicio del denominado Proyecto Genoma Humano por


parte de diferentes laboratorios de todo el mundo, está permitiendo la ordenación
y asignamiento de diferentes segmentos de DNA a localizaciones conocidas de-
ntro de los cromosomas, lo que está facilitando el descubrimiento continuo de los
denominados marcadores genéticos, localizaciones físicas y perfectamente
identificables en un cromosoma cuyo paso hereditario de generación en genera-
ción puede ser monitorizado. Estos marcadores genéticos pueden ser regiones
de DNA que se expresan en forma de proteínas, o segmentos de DNA sin fun-
ción codificante pero con un patrón hereditario que puede ser determinado.

El PCR permite la amplificación específica de una secuencia requerida de DNA


cientos de millones de veces en un tiempo de pocas horas, independientemente
de su origen (virus, bacterias, plantas, animales o humanos). Esta técnica es
especialmente valiosa y prácticamente insustituible teniendo en cuenta su alta
especificidad, fácil automatización y alta capacidad para amplificar insignificantes
cantidades de muestra de DNA. El PCR también puede ser utilizado para detec-
tar la existencia de una secuencia definida en una muestra de DNA.

Durante mucho tiempo la aplicación de estas técnicas de Bioquímica y Biología


Molecular han estado prácticamente restringidas al ámbito académico e investi-
gador. Sin embargo, en los últimos años estas técnicas se están convirtiendo en
una herramienta fundamental e imprescindible en muchas áreas como la biome-
dicina, biología forense, agricultura, ganadería, tecnología de alimentos, etc.
Como ejemplo, en biología forense, la utilización de PCR es prácticamente in-
sustituible debido a que las
características ambientales, de
almacenamiento, etc. de las
muestras, pueden llevar a la
degradación del DNA y llegar a
impedir la utilización de otras
técnicas alternativas. En países
como Estados Unidos o el Reino
Unido, la aplicación de este tipo de
técnicas se lleva a cabo de forma
continua y rutinaria en diversos
campos de la ciencia. Sin embargo,
en España es un campo nuevo y de
reciente implantación.

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Extracción del ADN:
La muestra biológica (sangre, uñas, hisopados o cualquier otro tejido que con-
tenga células humanas con núcleo) se somete a la acción de detergentes, que
disuelven los lípidos; y enzimas proteolíticas, que cortan las proteínas.

Luego de incubar la mezcla una noche a 60 grados centígrados, se produce la


ruptura de la estructura celular liberando todo su contenido a la solución.

La mezcla se limpia mediante sucesivos lavados con solventes orgánicos (fenol,


cloroformo), que coagulan proteínas y extraen los lípidos, y finalmente el ADN se
separa por precipitación con alcohol en medio salino.

Eventualmente, en los casos de manchas antiguas o huesos, se realizan purifi-


caciones posteriores por diálisis o adsorción a soportes sólidos.

Existen métodos alternativos en los cuales la muestra sanguínea se deposita


sobre un papel especial, que la mantiene inalterada por años a temperatura am-
biente. Previo al análisis, se cortan con un sacabocados pequeño fragmentos
del papel (alrededor de 1 mm) y se extraen las impurezas mediante lavados. El
papel así procesado, con el ADN adherido, se analiza directamente colocándolo
en la mezcla de amplificación.

Análisis del ADN:


Existen dos metodologías diferentes:
a) Corte con enzimas de restricción, corrimiento electroforético en geles de
agarosa, transferencia a una membrana de nylon o celulosa y tratamiento
con sondas de locus múltiple o de locus específico. Estas técnicas han
caído en desuso, por lo cual no serán tratadas aquí.

b) Amplificación mediante PCR o reacción en cadena de la polimerasa: es


un proceso que consiste en imitar una actividad normal de la célula: la co-
pia de ADN, aunque en este caso limitado a pequeños fragmentos, en los
cuales están ubicadas las regiones variables.

Para ello, se coloca en cada tubo una porción del ADN extraído de cada perso-
na y una mezcla que contiene nucleótidos, sales, una enzima que "copia" ADN
(denominada polimerasa) y los "primers" que reconocen la zona variable.

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La mezcla se somete a variaciones de temperatura en un ciclador térmico, que
produce sucesivamente tres temperaturas diferentes: una que desnaturaliza o
separa las cadenas del ADN, otra que facilita que los "primers" reconozcan y se
adhieran a la región a copiar, y la tercera que permite la extensión de la cadena
copiada, mediante la unión de los nucleótidos que se encuentran en la solución,
con la ayuda de la polimerasa.

Luego, los amplificados se someten a un campo eléctrico en el interior de un


soporte semisólido o gel (electroforesis). Como el ADN está cargado negativa-
mente, se dirige hacia el polo positivo, los fragmentos pequeños más rápido que
los grandes, produciendo su separación.

Finalmente, los fragmentos separados se visualizan mediante diferentes méto-


dos:

• Radiactivos: si uno de los nucleótidos estaba marcado radiactivamente,


basta poner el gel en contacto con una película radiográfica, que se revela
para observar las variantes.
• Tinción con plata: se trata el gel con sales de plata, que por su carga po-
sitiva son atraídas por la carga negativa de los fragmentos de ADN, y se
revela de modo similar a una fotografía.

Tanto los métodos radiactivos como los de tinción con plata están cayendo en
desuso, y en la actualidad son empleados solamente por laboratorios que po-
seen un escaso volumen de trabajo.

• Sistemas automatizados: son los de última generación, en los cuales al


proceso de electroforesis lo efectúa un secuenciador automático, que lee
mediante un rayo laser los "primers", marcados con un fluorocromo, ad-
heridos a las zonas variables. Una computadora permite determinar qué
variantes son las que se encuentran en cada muestra.

Interpretación de los resultados:


Según las metodologías empleadas, los resultados se visualizan como "bandas"
(en los formatos radiactivos o de tinción) o como "picos" en un gráfico (sistemas
automatizados). Dado que la interpretación es idéntica, en los ejemplos utiliza-
remos los gráficos obtenidos de un secuenciador automático.

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Madre: Considerando que cada individuo hereda una variante
de su madre y la otra de su padre biológico, suponga-
mos los siguientes resultados para un hipotético "sis-
tema A":

Hijo: Es evidente que el hijo comparte una variante con su


madre y la otra con su padre alegado, por lo cual podría
ser hijo de ambos. Sin embargo, esa situación puede
darse por azar, ya que hay muchos individuos de la po-
blación general que presen-
tan esa variante compartida.
Padre alega-
do: Entonces, repetimos el es- Madre:
tudio con otro sistema, que
analizará una zona variable
diferente. El resultado para
ese "sistema B" podría ser:

Hijo:
Y se confirmaría la inclu-
sión. Para que el estudio resulte suficientemente
creíble, se acepta a nivel mundial que deben anali-
zarse un mínimo de 12 sistemas de microsatélites,
por supuesto, con inclusión en todos los casos. Para
las técnicas actuales automatizadas, ello no presenta Padre ale-
ningún inconveniente, ya que existen métodos de gado:
amplificación de 15 regiones variables en una sola
reacción.

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El estudio completo, con sistemas de última generación, se vería así:

Madre:

Hijo:

Padre
alegado:

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Madre:

Hijo:

Padre
alegado:

Madre:

Hijo:

Padre
alegado:

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En el ejemplo anterior, se observan 15 sistemas variables y además el denomi-
nado "amelogenina", que sirve para determinación de sexo: en lo varones se
aprecian dos picos ("XY") y en las mujeres, sólo uno ("XX"). Los números debajo
de cada variante indica el número de repeticiones que posee la secuencia "core"
que define al sistema cuyo nombre se coloca en la parte superior del registro
gráfico (ej.: D5S818, D13S317, etc).

Otra posibilidad para el sistema B sería:

Madre:
Que indicaría la exclusión del padre alegado como
padre biológico (obsérvese que la variante 11 está
en el hijo pero no en la madre ni en el padre alegado).
Para asegurarse que no se deba a una falsa exclusión
debida a una mutación, se sugiere continuar el estudio
Hijo: hasta observar al menos tres situaciones como ésta,
de no compartición de variantes entre padre e hijo
alegado.

Las variantes mencionadas se codifican por conven-


ción mediante un número (ubicado en el esquema en
Padre ale- la parte inferior de cada pico), que expresa el número
gado: de veces que está repetida la secuencia que caracte-
riza al sistema. Así, en nuestro hipotético "sistema A",
los resultados se expresarían como:

Madre: 8-12.

Hijo: 8-13.

Padre alegado: 12-13.

Cualquier otro estudio, realizado en cualquier lugar del mundo, del mismo "sis-
tema A", debe necesariamente arrojar los mismos resultados numéricos. Si eso
no ocurre, alguno cometió un error.

Finalmente, se realiza un cálculo estadístico de la probabilidad de paternidad e


índice de paternidad, basándose en análisis efectuados previamente de las va-
riantes observadas en individuos no relacionados de la población general. Cuan-
to menos frecuentes en la población sean las variantes obtenidas, mayores se-
rán la probabilidad y el índice de paternidad.

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Habitualmente, para individuos vivos, la "probabilidad de paternidad"
es superior al 99,99%. Por ejemplo, un "índice de paternidad" de 1,2 x
106 indica que 1 de cada 1200000 individuos de la población general
podrían ser asignados como padres biológicos del hijo en cuestión, sin
serlo, es decir, por azar.

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TEMA 13.- MÉTODOS ÓPTICOS PARA EL
DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES
INFECCIOSAS

INTRODUCCIÓN

Cuando se establece el diagnóstico clínico de una enfermedad infecciosa, con


frecuencia es crucial el poder identificar rápida y provisionalmente el agente etio-
lógico con el fin de poder instaurar las adecuadas medidas terapéuticas y en
ocasiones epidemiológicas; en todo caso siempre es conveniente llegar a la
confirmación bacteriológica.

En realidad las técnicas utilizadas actualmente han variado muy poco desde el
inicio de la era bacteriológica; más o menos sofisticadamente, se continúa con la
identificación de los gérmenes por visualización directa, por técnicas de cultivo y
en ocasiones por inoculación animal.

VISUALIZACION DIRECTA O EXAMEN MICROSCÓPICO

El estudio microscópico directo de una muestra no permite por sí solo, más que
en raras ocasiones, la identificación precisa del microorganismo observado. No
obstante, nunca se debe prescindir de él como orientativo, salvo en algunos ca-
sos, en relación con la naturaleza de la muestra examinada, cuando no existe
probabilidad de obtener ninguna información.

El examen microscópico sirve de pauta para el uso de técnicas complementarias


de cultivo o de estudio bioquímico y evita, muchas veces, incurrir en errores gra-
ves. Este examen permite obtener información respecto a la presencia de bacte-
rias y su abundancia, observar su morfología y disposición (por ejemplo los
Streptococcus se disponen en cadena y los Staphylococcus en forma de raci-
mos), determinar sus características de tinción, la reacción celular, e incluso co-
nocer la citología del material examinado. Si se parte de un cultivo, la informa-
ción puede ampliarse aún más y apreciarse mejor la forma, tamaño, disposición
y las peculiaridades de tinción.

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El examen microscópico comporta habitualmente dos modalidades diferentes:
examen en fresco y mediante tinción.

EXAMEN EN FRESCO

También conocido como montaje húmedo, consiste en colocar el material a


examinar entre un porta y un cubreobjetos; si se trata de un producto sólido, se
realizará previamente una suspensión del mismo en agua destilada o s.s.f estéri-
les. Para la observación se coloca el condensador bajo y el objetivo seco fuerte
(40X).La microscopía de contraste de fases y la de campo oscuro facilitan la ob-
servación de estructuras con bajo índice de refracción que pasarían inadvertidas
con el microscopio de campo claro; sus indicaciones son muy precisas (por
ejemplo, la identificación de espiroquetas).

El examen en fresco se dirige principalmente a la detección de microorganismos


directamente en las muestras, a cuantificar su concentración, a obtener alguna
información sobre su morfología y, con frecuencia, a determinar la movilidad de
una especie aislada. Además, tambien permite observar otro tipo de células
(hematíes, leucocitos, células epiteliales), cristales y algunas estructuras que
ayudan para la valoración clínica de determinadas muestras.

El examen en fresco puede ayudarse de recursos que facilitan la visualización de


ciertos microorganismos:

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• La simple adición de azul de metileno u otro colorante favorece la diferen-
ciación de elementos celulares.

• La preparación con tinta china (método de Burri) o nigrosina permite la


evidenciación de la cápsula microbiana. Se utiliza para el diagnóstico de
infección por Cryptococcus.

• El montaje con potasa al 10% en caliente o con azul de lactofenol es de


gran utilidad para el estudio de estructuras fúngicas, sobre todo de hon-
gos dermatofitos.

• La preparación con solución yodada(lugol) es de elección para la identifi-


cación de algunas parasitosis intestinales.

EXAMEN POR TINCIÓN

El examen del material teñido, ya sea directamente a partir de muestras clínicas


o del desarrollo en los cultivos, es el método más útil para la identificación pre-
suntiva de las bacterias y de ciertos virus y para la identificación definitiva de la
mayoría de los parásitos y de muchos hongos.

Las preparaciones teñidas se visualizan al microscopio con el condensador alto y


el objetivo de inmersión de gran aumento (100X).

De forma resumida podemos decir que la coloración o tinción es un proceso me-


diante el cual un elemento toma color bajo la acción de una sustancia colorante.

Un colorante es una sustancia capaz de comunicar su color a otros cuerpos.


Pueden ser: ácidos (tiñen a estructuras básicas; ejemplos: Eosina, ácido Pícri-
co,Aurantina.), básicos (tiñen estructuras ácidas). Son colorantes nucleares.
Ejemplos: Azul de metileno, Verde malaquita, Fuchina, Violeta de genciana, Sa-
franina,...) y neutros (son capaces de teñir tanto las estructuras ácidas como bá-
sicas. Ejemplos: Eosinato de Azul de metileno.

En Microbiología se utilizan sobre todo colorantes básicos o nucleares debido a


la gran basofilia del citoplasma bacteriano, rico en ARN. Estos colorantes se pre-
sentan generalmente asociados a un mordiente (ácido fénico) para reforzar su
acción, aunque algunas técnicas de tinción aplican, además, otro mordiente su-
plementario (lugol en la tinción de Gram).

Preparación de un frotis.

Todas las técnicas de tinción exigen una preparación previa del frotis antes de
proceder a la tinción en sí. Los pasos a seguir son :

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Extensión

• Cuando el producto a teñir es líquido se depositará con asa de Pt, pre-


viamente flameada, una gota del mismo sobre el portaobjetos y se exten-
derá formando una capa fina y uniforme de aproximadamente 1,5 cm. de
lado.

• Cuando se parte de un medio sólido o semisólido se depositará una gota


de agua destilada o s.s.f. en el porta y, utilizando asa de Pt previamente
flameada, se suspenderá en ella una pequeña cantidad de cultivo. Se ex-
tiende de la misma forma que en el caso anterior. Hay que cuidar no po-
ner demasiada masa de microorganismo, pues se formaría una capa
gruesa que dificultaría la observación.

• Cuando se trata de una muestra tomada con escobillón se pueden exte n-


der directamente o se suspenden en 2 c.c. de suero fisiológico estéril con-
tenidos en un tubo. Se deposita una gota de la suspensión en el centro
del portaobjetos y se extiende.

Desecación.

Se deja secar al aire o manteniendo el portaobjetos alto por encima de la llama.

Fijación.

Cuando la extensión está bien seca hay que proceder a fijarla. Tiene por objeto
adherir los gérmenes al portaobjetos para que al lavar no se arrastre. Se consi-
gue mediante la coagulación de las proteínas de los gérmenes.

En Microbiología, el agente fijador que se suele emplear es el calor: una vez se-
ca la extensión, se pasa el portaobjetos dos o tres veces por la llama del meche-
ro con la extensión hacia arriba. El portaobjetos debe notarse caliente pero no
quemar cuando se coloca en el dorso de la mano.

Una vez fijada la preparación se dejará enfriar antes de proceder a la coloración


ya que de lo contrario precipitaría el colorante.

También se puede realizar la fijación mediante el empleo de fijadores químicos


tales como el alcohol metílico o etílico, dejándolos en contacto dos o tres minu-
tos, eliminando después el exceso.

Una vez preparada y fijada la extensión, el siguiente paso sería la tinción.

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TIPOS DE TINCIONES

TINCIÓN SENCILLA.

Se realiza utilizando un sólo colorante. Se puede emplear cualquier colorante


básico, preferiblemente azul de metileno o fucsina.

Técnica:

1. Extensión.
2. Desecación.
3. Fijación. Dejar enfriar.
4. Tinción: Se cubre la preparación con el colorante (azul de metileno) du-
rante 1-2 minutos.
5. Lavado: Se lava con abundante agua para eliminar el exceso de coloran-
te. Lo idóneo es usar agua destilada, pero tambien se puede usar agua
corriente (esto puede causar errores, como por ejemplo depósitos de cal).
6. Secado: Se secará primeramente entre papel de filtro, evitando presionar
directamente sobre la extensión. Se limpiarán los restos de colorante que
queden en el portaobjetos fuera de la extensión y se dejará que acabe de
secarse al aire.
7. Observación al microscopio. Se observarán las bacterias con su forma y
agrupación característica, teñidas de azul.

TINCIONES DIFERENCIALES

TINCIÓN DE GRAM

Se estudia con esta coloración la morfología de las bacterias y su forma de


agrupación y a la vez tiene interés taxonómico ya que se emplea para diferenciar
los dos tipos clásicos de microorganismos: Gram (+) y Gram (-).

Las bacterias que son capaces de retener el primer colorante usado (Cristal vio-
leta o Violeta de genciana) aun después de la decoloración son las denominadas
Gram (+). Las bacterias Gram (-) pierden el colorante al ser tratadas con el deco-
lorante.

Como se ha indicado la diferencia entre los dos tipos reside en la pared celular:

Las Gram (+) tienen una pared muy gruesa, con una malla bien engarzada, rete-
niendo bien el colorante durante la coloración. La pared de las Gram (-) es mas
delgada y su malla es más floja, por lo que el decolorante destiñe a este tipo de
bacterias.

Además las Gram (+) tienen en su pared celular un contenido de lípidos (1-4 % )
menor que en las Gram (-) ( 11-20 % ). Estos lípidos van a ser disueltos por el
decolorante orgánico empleado, aumentando la permeabilidad de la membrana y
eliminando el colorante, decolorándose con facilidad las Gram (-).

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El valor diagnóstico de esta tinción es variable; normalmente permite una buena
orientación al microbiólogo para seleccionar las técnicas de cultivo más adecua-
das y también tiene valor en orientar hacia un diagnóstico etiológico, en especial
para instaurar un tratamiento inicial; en otras ocasiones el diagnóstico puede
considerarse prácticamente cierto, como ocurre en el caso de la uretritis gonocó-
cica aguda masculina, la meningitis purulenta por meningococo o neumococo,
etc.

Técnica:

1. Extensión.
2. Desecación.
3. Fijación. Dejar enfriar.
4. Coloración: Se cubre la preparación con Violeta de Genciana o Cristal vio-
leta y se deja actuar durante 1,5 o 2 minutos.
5. Lavar ligeramente con agua para eliminar el exceso de colorante o sim-
plemente volcar el portaobjetos y escurrir el colorante. A continuación se
cubre la preparación con Lugol (mordiente) durante 2 minutos. El mor-
diente produce una unión mas intima entre el colorante y la estructura a
colorear. La función de mordiente la tiene el Iodo; el Ioduro potásico se
utiliza para favorecer la disolución del Iodo metálico en el agua.
6. Decoloración: Escurrir la solución de Lugol, lavar con agua y sosteniendo
el portaobjetos entre el pulgar y el índice decolorar con Alcohol-acetona
hasta apenas arrastrar colorante violeta. Al añadir cristal violeta se tiñen
todas las bacterias, pero al decolorar solo las G (-) pierden el colorante.
7. Lavar con agua abundante a fin de detener la decoloración.
8. Coloración de contraste: Se cubre la preparación con Fucsina fenicada di-
luida o con Safranina (preferentemente) y se deja actuar durante 1-2 mi-
nutos.
9. Lavar con agua.
10. Secado.
11. Observación al microscopio. Las bacterias gram positivas se observan de
color azul violeta y las gram negativas de color rosa.

Existe una variante de la tinción de Gram ideada para daltónicos en la que en


lugar de usar Safrani na o Fucsina fenicada como colorante de contraste, se em-
plea el marrón de Bismarck durante 30-60 segundos. Las bacterias G (-) se ob-
servarán, en este caso, de color pardo-amarillento.

Hay ciertos grupos de bacterias que pierden sus características tintoriales cua n-
do envejecen, pasando de G (+) a G (-); a estas bacterias se les denomina Gram
lábiles o Gram variables. Se recomienda realizar la tinción de Gram a cultivos de
24 horas.

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TINCIONES PARA ÁCIDO-ALCOHOL RESISTENTES

Existen una serie de microorganismos que poseen en su pared celular ciertos


lípidos complejos, que dificultan la penetración de los colorantes en la célula.
Solamente utilizando colorantes enérgicos como la fucsina fenicada, y forzando
su acción mediante la aplicación de calor o prolongando el tiempo de contacto,
estos microorganismos logran retener el colorante. Y lo hacen de tal manera,
que incluso decolorantes muy enérgicos como el alcohol-ácido no consiguen
decolorarlos. Por esto se denominan ácido- alcohol resistentes.

Los géneros Mycobacterium, Nocardia, y los parásitos coccídeos como Cryptos-


poridium, se caracterizan por sus propiedades de ácido-alcohol resistencia.

Estas tinciones constituyen una importante ayuda para la búsqueda del bacilo de
Koch (Mycobacterium tuberculosis).Entre ellas podemos citar: la tinción de
Zhiehl-Neelsen y la de Kinyoun.

TINCIÓN DE ZIEHL-NEELSEN

Los colorantes y reactivos usados en esta tinción son:

o Fucsina fenicada.
o Alcohol-ácido (decolorante). Alcohol de 961: 97 ml.; ClH : 3 ml. Hay
que añadir lentamente el ácido al alcohol ya que puede haber
desarrollo de calor.
o Azul de metileno o Verde de malaquita.

Técnica:

1. Extensión.
2. Desecación.
3. Fijación. Dejar enfriar.
4. Coloración: Cubrir la preparación con fucsina fenicada y calentar el por-
taobjetos o bien directamente sobre el mechero o bien utilizando un algo-
dón impregnado en alcohol, hasta la emisión de vapores por parte de la
preparación. Cuando se observa la emisión de vapores se retirará el foco
calorífico, volviéndolo a aplicar 2 0 3 veces de modo que se mantenga di-
cha emisión durante 5 minutos. Hay que evitar la ebullición del colorante
y que en ningún momento la preparación quede sin colorante. También se
puede realizar la coloración cubriendo la preparación con un rectángulo
de papel de filtro y añadiendo el colorante de modo que quede perfecta-
mente impregnado el papel de filtro. A continuación se irá calentando
manteniéndose la emisión de vapores durante 5 minutos sin dejar que se
seque el papel de filtro.
5. Se dejará enfriar y se lavará con agua. En el caso de utilizar papel de filtro
se retirará este mediante unas pinzas y a continuación se lavará con
agua.

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6. Decoloración: enérgicamente con alcohol-clorhídrico hasta que la prepa-
ración quede con un ligero tinte rosa. A continuación se lavará con agua.
7. Coloración de contraste: Cubrir la preparación con azul de metileno du-
rante 2-3 minutos.
8. Lavar con agua.
9. Secar y observar el microscopio.

Los microorganismos ácido-alcohol resistentes se observarán de color ro-


jo y los restantes de color azul. Si como colorante de contraste en vez de azul
de metileno se hubiera empleado verde malaquita, los microorganismos no áci-
do-alcohol resistentes se observan de color verde.

TINCIÓN DE KINYOUN

Es una tinción ácido-alcohol resistente, modificación de la de Ziehl-Neelsen, lla-


mada tambien como método frío debido a que en lugar de emplear calor para
facilitar la penetración del colorante se aumenta la proporción ed fenol y fucsina
en la fórmula del colorante con respecto a la fucsina de Ziehl.

Técnica:

1. Extensión.
2. Desecación.
3. Fijación. Dejar enfriar.
4. Coloración: Cubrir la preparación con la fucsina de Kinyoun y dejar actuar
durante 5-7 minutos-min., sin calentar.
5. Lavar con agua o simplemente escurrir el colorante.
6. Decolorar con alcohol-HCl.
7. Lavar con agua.
8. Coloración de contraste: azul de metileno durante 2-3 min.
9. Lavar, secar y observar al microscopio.

La observación será similar a la expuesta en la tinción de Ziehl-Neelsen.

Cuando se observa una tinción AAR se recomienda hacer una valoración cua n-
titativa de los bacilos presentes en la muestra. El objetivo se ha de colocar en el
extremo de la preparación y se recorre toda una línea (100 campos en objetivo
de inmersión) contando los bacilos AAR encontrados. Una forma de informar
número de BAAR observados en frotis teñidos es la siguiente:

N1 de BAR observados Informe del método CDC


0 Negativo para BAR (-)
1 - 2/300 F N1 visto (?
)
1 - 9/100 F N1 promedio/100 F (1+)
9 - 9/10 F N1 promedio/10 F (2+)
1 - 9/F N1 promedio/F (3+)

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N1 de BAR observados Informe del método CDC
> 9/F > 9/F (4+)

Estos datos se refieren a observación en microscopio con objetivo de inmersión.

Existen factores para establecer una equivalencia entre estos datos y los corres-
pondientes a la observación con objetivo 25X o 40X.

TINCIONES ESTRUCTURALES

Utilizan más de un colorante y sirven para poner de manifiesto distintas estructu-


ras bacterianas.

TINCIÓN DE ESPORAS. MÉTODO DE WIRTZ-CONKLIN

Algunos microorganismos tienen la propiedad de formar esporas, que son for-


mas de resistencia. Su formación se debe a una concentración de protoplasma
bacteriano. Pueden ser de forma esférica u oval y de diverso tamaño. Pueden
ser de localización central, subterminal, o terminal. También pueden salir al exte-
rior.

La pared de las esporas es bastante impermeable, por lo que cuesta trabajo te-
ñirlas, de modo que en las preparaciones teñidas por los métodos corrientes, las
esporas aparecen como cuerpos incoloros y refringentes. Pero si se fuerza la
coloración mediante el calor, el colorante llegará a teñir las esporas.

Debido a la citada impermeabilidad de la pared de las esporas, durante el perio-


do de decoloración, se decolorará toda la célula bacteriana excepto las esporas.

Se necesitan cultivos de al menos 48 horas, para que el microorganismo haya


tenido tiempo suficiente de formarlas.

Técnica:

1. Extensión.
2. Desecación.
3. Fijación. Dejar enfriar.
4. Coloración: Cubrir la preparación con verde malaquita al 5% en solución
acuosa, manteniéndola a emisión de vapores durante 5 min, teniendo las
mismas precauciones que las especificadas en la tinción de Ziehl-
Neelsen.
5. Dejar enfriar.
6. Lavar con abundante agua. La espora sigue teñida de verde y la célula
vegetativa pierde el colorante.
7. Colorante de contraste: Safranina y dejar actuar durante 1 min.
8. Lavar con agua.

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9. Secar y observar al microscopio. Las esporas se verán de color verde y
las células vegetativas se observarán de color rosa. La disposición y ta-
maño de las esporas tiene gran interés en taxonomía.

Existe otra tinción de esporas, el método de Moeller, que utiliza como reactivos:
solución acuosa de ácido crómico, fucsina fenicada de Ziehl-Neelsen, solución
acuosa de clorhidrato de anilina, azul de metileno y alcohol absoluto.

TINCIÓN DE FLAGELOS

Para su observación, se debe partir de cultivos jóvenes, de entre seis y doce


horas.

Se prepara una suspensión del germen en agua destilada, mezclando suave-


mente hasta obtener una suspensión lechosa. Si se sospecha que el germen es
patógeno, se debe utilizar agua formolada al 5-10%.
Se deposita unas gotas de la suspensión en un extremo del portaobjetos inclina-
do, de forma que las gotas se extiendan a lo largo del cristal. Se dejará secar al
aire sin aplicar calor.

A) MÉTODO DE RHODES

o Se cubre la extensión con el mordiente de Rhodes durante 3-5 min.


Lavar cuidadosamente con agua destilada, mejor por inmersión.

o Cubrir con la solución de nitrato de plata amoniacal, calentándolo


hasta casi ebullición y dejándolo actuar de 3-5 min.

o Lavar con agua destilada y secar.

Se observa con objetivo de inmersión, directamente o bajo un cubreobjetos.

Los flagelos podrán observarse gracias al precipitado de nitrato de plata que se


deposita en torno suyo.

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B) MÉTODO DE TRIBONDEAU

o Se fija el frotis con alcohol y se cubre con la mezcla formada por 5


ml del mordiente de Tribondeau y 0,5 ml de cristal violeta previa-
mente sometida a ebullición. Se deja actuar durante 20 segundos.

o Se lava rápidamente con agua, sin volcar previamente el colorante,


se seca y se observa al microscopio con objetivo de inmersión.

Los flagelos se verán de color castaño.

C) MÉTODO DE LEIFSON

o Se cubre la preparación con el colorante de Leifson y se deja ac-


tuar durante unos 10 minutos.

o Se lava con agua, sin volcar el colorante, se seca y se observa al


microscopio con objetivo de inmersión.

Los flagelos se observan de color rojo oscuro a azul negruzco.

TINCIÓN DE CÁPSULAS

La cápsula es una capa mucosa, más o menos gruesa, que envuelve la pared
celular de algunas bacterias.

A) MÉTODO DE HISS

o Realizar un frotis espeso de una mezcla de suspensión bacteriana


con solución fisiológica y suero sanguíneo. Secar a temperatura
ambiente y fijar al calor.
o Cubrir la preparación con solución de cristal violeta al 1% y calen-
tar con vapor fluyente durante un minuto.
o Lavar con solución de sulfato de cobre al 2%, secar y observar al
microscopio con objetivo de inmersión.

Las cápsulas se colorean de azul pálido y las bacterias de color púrpura.

B) MÉTODO DE LA TINTA CHINA

o Sin fijar el frotis, se cubre con fucsina diluida durante dos minutos.
Lavar con agua destilada y secar al aire.
o Se colocan en un extremo del porta dos gotas de nigrosina o de
tinta china y se hace una extensión por el método de los dos por-
taobjetos. Se deja secar y se observa al microscopio con objetivo
de inmersión.
El fondo aparecerá negro, las bacterias teñidas de rojo y la cápsula como un
halo blanco que las envuelve.

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TINCIÓN DE CORPÚSCULOS METACROMÁTICOS

El género Corynebacterium presenta unos gránulos de reserva de fosfato, llama-


dos gránulos o corpúsculos metacromáticos.

A) MÉTODO DE ALBERT

o Se fija el frotis al calor, se cubre con el colorante de Albert, se deja


actuar durante 15 minutos y se lava con agua destilada.
o Se cubre la preparación con lugol durante un minuto, lavar con
agua, secar a temperatura ambiente y observar con objetivo de in-
mersión.

Los corpúsculos metacromáticos se tiñen de color azul oscuro.

B) MÉTODO DE LOEFFLER

o Fijar el frotis con calor, cubrir con el colorante de Loeffler y dejar


actuar durante tres minutos.
o Lavar con agua destilada, dejar secar y observar con objetivo de
inmersión.

Los gránulos se verán de color azul intenso.

C) MÉTODO DE ERNST-NEISSER

o Fijar el frotis al calor, cubrir con azul acético y dejar actuar durante
10 min, calentando hasta emisión de vapores los primeros minutos.
o Lavar con agua destilada y cubrir con una solución de vesuvina d u-
rante un minuto.
o Lavar, secar y observar con objetivo de inmersión.

TINCIONES DIFERENCIALES PARA PARÁSITOS

Diversas coloraciones diferenciales son empleadas para mejorar la visualización


y destacar la estructura interna de quistes, trofozoitos u otras formas de parási-
tos, especialmente de los que se encuentran en heces. Entre éstas podemos
destacar la de Wheatley-tricromo y la de hierro hematoxilina.

La coloración con toluidina O, se emplea para el examen rápido de material del


tracto respiratorio con el fin de determinar la presencia de Pneumocystis carinii.
Una modificación rápida de la coloración de Gomori con metenamina-plata ha
demostrado ser muy valiosa para el diagnóstico de P. carinii en lavados bron-
quiales y otras muestras.

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TINCIONES DIFERENCIALES PARA FROTIS DE SANGRE Y CORTES DE
TEJIDOS

Los parásitos que circulan en la sangre con frecuencia se encuentran dentro de


los eritrocitos o libres en el plasma. Se han desarrollado diversas coloraciones
que permiten diferenciar estos parásitos de los componentes celulares normales.
Las dos coloraciones que se emplean más comúnmente son la de Wright y la de
Giemsa.

La tinción de Giemsa también se emplea para visualizar inclusiones virales o de


otro origen en las células infectadas que se obtienen directamente de materiales
clínicos, como la base de vesículas que se supone son herpéticas o raspados de
córnea en casos sospechosos de conjuntivitis por Chlamydia trachomatis.

También puede detectarse mediante la coloración de Giemsa la presencia de


otros parásitos como toxoplasma en tejido cerebral. Ni la tinción de Wright ni la
de Giemsa teñirán en forma regular los elementos fúngicos o bacterianos, de
modo que deben usarse junto con otras coloraciones si se desconoce totalmente
la etiología de la supuesta infección.

Se conocen otras tinciones que son empleadas para propósitos especiales, co-
mo la coloración con yodo para detectar la presencia de inclusiones en monoca-
pas celulares infectadas con clamidias, la de Sellers para cuerpos de inclusión
en tejidos infectados con el virus de la rabia y la de Giménez para Chlamydia y
Legionella.

TINCIONES PARA HONGOS

Los elementos de los hongos pueden visualizarse en materiales fijados por di-
versas coloraciones. La coloración con ácido preyódico-Schiff (PAS) es proba-
blemente una de las mejores tinciones generales ya que la mayoría de los ho n-
gos presentes en materiales clínicos (esputo, tejidos, etc.) tomarán la coloración.
La metenamina-plata, además de teñir a ciertos parásitos, también colorea las
paredes de las células micóticas de marrón oscuro-negro. El polisacárido capsu-
lar de ciertos hongos, especialmente Cryptococcus neoformans, toma un color
rosa brillante con la coloración de mucicarmín, que ha demostrado ser muy útil
para diferenciar este hongo en los tejidos.

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TINCIONES FLUORESCENTES

Algunos colorantes denominados


fluorocromos tienen la propiedad de
ser excitados cuando absorben luz
ultravioleta (luz de longitud de onda
corta). A medida que las moléculas
excitadas regresan a su estado nor-
mal, liberan el exceso de energía en
forma de luz visible de mayor longitud
de onda que la radiación excitante.
Esta propiedad se denomina fluores-
cencia. Los objetos fluorescentes
aparecen brillantemente iluminados
contra un fondo oscuro, según el co-
lor del colorante usado. En la figura anterior se representa un diagrama de un
microscopio de fluorescencia.

TINCIÓN FLUORESCENTE CON AURAMINA-RODAMINA

Es una tinción muy usada para micobacterias, cuando el volumen de muestras a


examinar es elevado. Se fundamenta en la afinidad que poseen los ácidos micó-
licos de la pared celular de las micobacterias por los colorantes fluorescentes o
fluorocromos Auramina y Rodamina. Estos colorantes se fijan a las bacterias
que aparecen de color amarillo o naranja brillante contra un fondo oscuro.

Un aspecto importante de la coloración rodamina-auramina es que luego los fro-


tis pueden ser reteñidos con la coloración de Ziehl-Neelsen o Kinyoun directa-
mente sobre la tinción con el fluorocromo, si se elimina antes el aceite de inmer-
sión.

Técnica:

1. Extensión.
2. Desecación.
3. Fijación. Dejar enfriar.
4. Coloración: Cubrir la preparación con el colorante auramina-rodamina
previamente filtrado. Mantenerlo así durante 15 min. No hay que calentar.
5. Lavar con agua destilada.
6. Decoloración con alcohol -HCl. Cubrir la preparación con el decolorante y
dejar actuar de 3 a 4 minutos.
7. Lavar con agua destilada.
8. Añadir permanganato potásico al 0,5% en agua destilada y dejar actuar
de 2 a 4 minutos. El permanganato se utiliza para eliminar la fluorescen-
cia residual de los desechos de fondo. Pero debe evitarse el tratamien-
to excesivo con el contracolorante porque puede rebajar la intensidad
fluorescente de los bacilos coloreados.
9. Lavar con agua destilada.

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10. Secar al aire y observar con el microscopio de fluorescencia.

El agudo contraste entre las micobacterias coloreadas brillantemente y el fondo


oscuro ofrece las grandes ventajas de una fácil, rápida y completa observación.
Puede usarse un objetivo de 25X (100X en la tinción de Ziehl-Neelsen y simila-
res), para observar el frotis, lo que permite la inspección de un área extensa en
poco tiempo. Otras ventajas son el mejor contraste, el mínimo esfuerzo visual y
la relativa falta de importancia de la agudeza para el color del observador.

TINCIÓN FLUORESCENTE CON NARANJA DE ACRIDINA

Se basa en la tinción de los ácidos nucleicos de los microorganismos por el fluo-


rocromo naranja de acridina.
Esta tinción se utiliza principalmente para el estudio de microorganismos en
hemocultivos y líquido cefalorraquídeo.
La técnica es muy simple:

o Cubrir la preparación ya fijada con solución de naranja de acridina


durante 2 min.
o Lavar con agua destilada.
o Dejar secar.
o Observar al microscopio de fluorescencia. Las bacterias se obser-
van de color naranja fluorescente.

TINCIÓN FLUORESCENTE CON BLANCO DE CALCOFLÚOR

Las paredes celulares de los hongos fijan el colorante blanco de calcoflúor au-
mentando considerablemente su visibilidad en los tejidos y otras muestras.

En algunos laboratorios ha suplantado al azul de lactofenol en muchas aplicacio-


nes. Los organismos fluorescen con luz blanco-azulada o verde manzana, según
la fuente luminosa.

TINCIONES DE INMUNOFLUORESCENCIA

Estas tinciones se basan en el uso de colorantes conjugados con anticuerpos.


Se emplean con profusión en el laboratorio los anticuerpos monoclonales, que
son muy específicos, conjugados con isotiocianato de fluoresceína. Sus indica-
ciones son de dos tipos:

o La tinción de inmunofluorescencia directa (IFD) es útil para el dia-


gnóstico de Legionella, Neisseria gonorrhoeae y microorganismos
difíciles de cultivar como Treponema, Pneumocystis, Chlamydia, y
virus Herpes.

o La tinción de inmunofluorescencia indirecta (IFI) se utiliza preferen-


temente para el diagnóstico de algunas viriasis, investigando los
anticuerpos en el suero (virus Epstein-Bar).

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MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA

El microscopio electrónico emplea electrones en vez de luz para visualizar obje-


tos pequeños. Mediante el empleo del microscopio electrónico se han descubier-
to muchas características morfológicas de las bacterias, componentes bacteria-
nos, hongos y parásitos.

La microscopía electrónica permite efectuar el diagnóstico directo presuntivo de


diversas infecciones víricas, en particular las gastroenteritis e infecciones por
herpes simple.

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TEMA 14.- TÉCNICAS DE CULTIVO Y
AISLAMIENTO DE PATÓGENOS

INTRODUCCIÓN.

Para estudiar las reacciones metabólicas de las bacterias es necesario cultivar-


las en medios de cultivo, que son mezclas de sustancias que proporcionan en
forma asimilable todos los elementos necesarios para su crecimiento y multipli-
cación.

Los medios de cultivo deben incluir los elementos indispensables para la vida
bacteriana, tales como carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno, elementos mi-
nerales (fósforo, azufre, calcio, magnesio e hierro), micronutrientes o elementos
traza (Zn, Co, Cu, Mn,...) y factores de crecimiento (vitaminas, bases púricas y
pirimidínicas, aminoácidos,...)

COMPONENTES DE LOS MEDIOS DE CULTIVO.

COMPONENTES BÁSICOS:

• Agua: Para asimilar los alimentos, las bacterias necesitan agua. También
da condiciones de humedad necesaria para la vida. El agua será destilada
ya que la del grifo contiene calcio y magnesio que pueden formar precipi-
tados con otros compuestos del medio de cultivo.

• Peptonas: proteínas parcialmente hidrolizadas. Principalmente son fuente


de nitrógeno, y también de carbono, azufre...

• Extracto de carne: Constituye una fuente de carbono, nitrógeno, sales


inorgánicas y factores de crecimiento.

• Cloruro sódico: Tiene como fin proporcionar un adecuado equilibrio os-


mótico. Incrementa la presión osmótica del medio para evitar la lisis de las
bacterias.

• Agentes solidificantes: Los contienen los medios sólidos y semisólidos.


El agar es el más usado; la gelatina y la albúmina se usan escasamente.

OTROS COMPONENTES:

• Sustancias inhibidoras de crecimiento: Son sustancias que impiden el


crecimiento de los microorganismos que no nos interesan que se des-
arrollen. Entre éstas podemos citar colorantes como el cristal violeta, el
verde brillante que inhiben a gram positivos; sales biliares que también in-
hiben a gram positivos; antibióticos, etc.
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• Indicadores: Se utilizan para detectar variaciones en la acidez o alcalini-
dad del medio causadas por el metabolismo bacteriano. Estas variaciones
se aprecian por el cambio de color del indicador.

• Sustancias enriquecedoras: Son sustancias que se añaden para favo-


recer el crecimiento de ciertos microorganismos que son más exigentes.
Ej.: suero, leche, sangre, huevo.

• Agentes reductores: Se añade a los medios para promover la anaero-


biosis. Entre los más empleados están: tioglicolato sódico, cisteína, ác.
ascórbico.

• Hidratos de carbono: sobre todo mono y disacáridos. Se pueden adicio-


nar con fines de nutrición o para realizar pruebas de identificación bioquí-
mica.

• Sales minerales: sulfatos y fosfatos de calcio, potasio, magnesio, hierro,..

• Tampones estabilizadores del pH: ya que éste puede variar durante el


proceso de preparación del medio o como consecuencia de la acumula-
ción de los productos del metabolismo bacteriano.

PREPARACIÓN DE MEDIOS DE CULTIVO.


NORMAS GENERALES.

Los medios de cultivo se comercializan desecados, en forma de polvo, para su


disolución y esterilización. Actualmente se pueden adquirir también medios sóli-
dos ya preparados, dispuestos en frascos, que se licuan mediante ebullición y se
dispensan en placas; medios en tubos y medios sólidos en placa, listos para su
inoculación.

Aunque esta última práctica se ha extendido enormemente facilitando el trabajo


rutinario, conviene conocer las operaciones necesarias para preparar un medio
de cultivo en buenas condiciones. Para ello seguiremos los siguientes pasos:

A) PESADA DE LOS COMPONENTES:

Debe ser lo más precisa posible. Como hemos dicho anteriormente, actualmente
los medios vienen deshidratados y no habría que pesar uno por uno cada com-
ponente.

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B) DISOLUCIÓN DE LOS COMPONENTES:

Siempre se hace en agua destilada, salvo indicación contraria. El agua desioni-


zada no se aconseja. Los recipientes deben ser de vidrio y estar limpios. El calor
favorece o es imprescindible para la disolución de algunos productos, pero debe
limitarse al estrictamente necesario, sin llegar a la ebullición prolongada. Para
evitar el desborde por ebullición, los envases con soluciones que deben ser este-
rilizadas en el autoclave, sólo deben contener dos tercios de su volumen total de
líquido.

C) AJUSTE DEL pH:

Es muy importante para la calidad del medio. Se realiza con tiras indicadoras y
soluciones de ácidos y bases. Normalmente se ajustan a pH neutro.

D) REPARTO EN RECIPIENTES:

Si el medio preparado se va a utilizar en tubos o frascos, se repartirá en éstos


con ayuda de un dosificador, se les pondrá un tapón y una vez rotulados se dis-
pondrán en gradillas o cestillos de autoclave y se procederá a su esterilización.
Si el medio se fuera a repartir en placas de Petri, se esterilizará en el matraz
donde se hubiese preparado y posteriormente se repartirá ante mechero en pla-
cas estériles.

E) ESTERILIZACIÓN:

Se suele realizar en el autoclave a 1 atm. de sobrepresión (121º C), durante 15-


20 min..En caso de medios de cultivo que no se puedan esterilizar a estas tem-
peraturas, se recurrirá a la filtración esterilizante o bien a la tindalización.

Una vez que el ciclo de esterilización ha finalizado, debe reducirse lentamente la


presión dentro del autoclave. El medio no debe permanecer dentro de éste una
vez que se ha equilibrado la presión, ya que el calentamiento prolongado puede
alterar alguno de los componentes.

F) CONSERVACIÓN DE LOS MEDIOS:

Deben conservarse en el refrigerador (las placas, invertidas e introducidas en


bolsas de plástico; los tubos, convenientemente tapados). Transcurrido un mes,
no se debe usar ningún medio.

Si se quiere comprobar la esterilidad del medio, se incuban las placas o tubos a


37º C durante 48 h. y se comprueba si hay crecimiento.

La calidad final del medio de cultivo preparado depende de la forma en que se


prepara, por lo que es de real importancia que se sigan las normas expuestas
anteriormente.

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CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS DE CULTIVO.

Se pueden clasificar atendiendo a distintos criterios:

ATENDIENDO A SU ESTADO FÍSICO:

• Líquidos: favorecen mucho el desarrollo y multiplicación de las bacterias


porque al difundirse estas por todo el medio encuentran fácilmente las
sustancias que necesitan para nutrirse. No contienen agar.

• Sólidos: contienen de 15 a 17 g de agar por litro. Las bacterias crecen


con mayor dificultad; no obstante, son de gran utilidad para el estudio de
las características de crecimiento, de la producción de hemólisis y otras
peculiaridades.
• Semisólidos: se utilizan mucho para observar la movilidad de los mi-
croorganismos. Contienen agar en una proporción de 3 a 5 g. por litro.

ATENDIENDO A SU UTILIDAD:

GENERALES O COMUNES:

Son apropiados para el cultivo de la mayoría de los microorganismos por la faci-


lidad con que se desarrollan en ellos. Se usan para cultivar bacterias poco exi-
gentes.

Entre ellos podemos citar el caldo nutritivo, el TSB, el agar nutritivo y el TSA.

MEDIOS ESPECIALES:

Conocidos también como específicos, van dirigidos al cultivo de determinadas


especies bacterianas o son utilizados con fines de diferenciación.

Entre éstos tenemos:

A) MEDIOS ENRIQUECIDOS: son medios generales a los que se les añade


ciertos productos (sangre, suero, glucosa,...), favoreciendo así el crecimiento de
ciertos microorganismos muy exigentes. Ejemplos: agar-glucosa (agar nutritivo
añadido de glucosa), agar sangre (agar nutritivo añadido de sangre), agar choco-
late, etc.

B) MEDIOS SELECTIVOS: estos medios contienen componentes que inhiben el


desarrollo de ciertos microorganismos, lo cual permite aislar el microorganismo
que se busca. Entre estos medios podemos citar: agar Salmonella-Shigella (agar
SS, selectivo para Salmonellas y Shigellas), agar MacConkey (se utiliza para el
aislamiento de Enterobacterias), agar de Thayer-Martin (selectivo para Neisse-
ria), agar Manitol salado (Chapman, selectivo de Estafilococos coagulasa positi-
vos), agar de Lowenstein-Jensen (selectivo para el cultivo de micobacterias, es-

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pecialmente Mycobacterium tuberculosis, agar de Sabouraud (para el cultivo de
la mayoría de las levaduras y hongos patógenos).

C) MEDIOS DIFERENCIALES: son aquéllos en los que además de crecer las


bacterias, al actuar éstas sobre alguno de los componentes específicos del me-
dio, demuestran alguna de sus propiedades bioquímicas. Contienen azúcares e
indicadores, concebidos para provocar una respuesta bioquímica conocida (si la
bacteria es capaz de fermentar el azúcar que lleva el medio, se producirá una
acidificación del medio con el consiguiente viraje de color del medio por el cam-
bio de pH).

Ejemplos:Agar hierro de Kligler, Agar de MacConkey (diferencia los bacilos enté-


ricos fermentadores y no fermentadores de la lactosa.

Fermentadores de lactosa---> colonias rosas;


No fermentadores de lactosa (lactosa negativos) ---> colonias incoloras).

D) MEDIOS DE ENRIQUECIMIENTO: son medios líquidos que favorecen o


permiten la multiplicación de unas bacterias, inhibiendo parcial o totalmente la de
otras. Ejemplos: agua de peptona alcalina (favorece la multiplicación de Vibrio
cholerae), caldo selenito (favorece el crecimiento de Salmonellas y Shigellas,
fundamentalmente Salmonellas).

E) MEDIOS DE TRANSPORTE: se utilizan para asegurar la viabilidad de las


bacterias desde el momento de la toma de las muestras hasta su posterior siem-
bra en el laboratorio o para su envío de unos laboratorios a otros. Actualmente
los medios de transporte más utilizados son los de Stuart, Amies, y el medio de
Cary-Blair.

F) MEDIOS DE CONSERVACIÓN: son una variación de los medios de transpor-


te. Aseguran las características morfológicas y fisiológicas de las bacterias por
un periodo largo de tiempo. Ejemplo: agar de tripticasa y soja.

Un gran número de medios de cultivo utilizados en el laboratorio de microbiolo-


gía se podrían englobar en varios de los grupos anteriormente expuestos. Ej.:
agar sangre, es un medio enriquecido y diferencial.

CONDICIONES NECESARIAS PARA EL DESARROLLO DE LOS


PATÓGENOS.

Para que las bacterias y hongos puedan desarrollarse en un medio artificial,


además de tener los nutrientes necesarios, se deben cumplir una serie de condi-
ciones:

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CONDICIONES ATMOSFÉRICAS:

Los microorganismos patógenos pueden ser aerobios, anaerobios, microaerófi-


los, anaerobios facultativos y capnófilos.

Aerobios; es decir, utilizan el oxígeno como aceptor terminal de electrones y pre-


sentan un desarrollo abundante en una atmósfera con la concentración normal
del aire.

Anaerobios: relativamente intolerantes a la presencia de oxígeno.

Microaerófilos: crecen bien en atmósferas con menor presión de oxígeno.

Anaerobios facultativos: pueden crecer en condiciones aerobias o anaerobias.

Capnófilos: crecen mejor en una atmósfera con mayor concentración de CO2


que la ambiental.

Los microorganismos aerobios y anaerobios facultativos pueden ser incubados


en una concentración de aire ambiental sin mayor dificultad.

Los microorganismos capnófilos pueden ser cultivados en una estufa de incuba-


ción con puertas selladas, en una atmósfera de 5-10% de CO2.Una mezcla ade-
cuada de gas, contenido en cilindros cercanos, penetra automáticamente en la
estufa. Como rutina debe controlarse la concentración de CO2.

El sistema más comúnmente usado para crear una atmósfera específica anae-
robia o capnófila es la jarra anaerobia. Las que se encuentran en el comercio
son la GasPak y las de Scott Laboratories y Oxoid U.S.A. Ambos sistemas utili-
zan una jarra de plástico transparente, pesada, con una abrazadera para evitar
pérdidas.

Existen modelos que presentan en la tapadera un manómetro y válvulas para


hacer el vacío y para introducir la mezcla gaseosa que proporciona la anaero-
biosis. En la cara interior de la tapadera hay una especie de "clip" para sujetar la
bolsa que lleva el catalizador.

Las jarras para anaerobiosis se emplean principalmente para cultivos en placas.

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La atmósfera anaerobia en el interior de estas jarras se puede conseguir según
varios procedimientos:

A) TÉCNICA DE EVACUACION/REEMPLAZO:

En este procedimiento se precisa primero crear el vacío mediante una bomba de


vacío y una vez hecho ésto se introducirá la mezcla gaseosa que suele estar
constituida por un 10% de H2 , 5% de CO2 y 85% de N2 . Se usa un indicador
redox que nos permite controlar si se ha producido o no la atmósfera anaerobia.

B) TÉCNICA QUE EMPLEA UN SISTEMA GENERADOR DE H 2 Y CO2:

En este sistema utilizaremos:

* Generador descartable de H2-CO2, que consiste en una envoltura sellada de


papel de aluminio que contiene dos tabletas, una de las cuales contiene a su vez
ácido cítrico y bicarbonato sódico y la otra borohidruro de sodio. Cuando se in-
troduce agua en este sobre, la primera tableta libera CO2 y la segunda libera H2.
El H2 producido, en presencia del catalizador, reaccionará con el oxígeno pre-
sente, produciendo agua.

2H2 + O2 ------> 2H2 O

Existen sobres generadores de atmósferas especiales requeridas por determi-


nados microorganismos.

* Indicador de anaerobiosis: los hay de tipo bacteriológico y químico.

Los bacteriológicos consisten en introducir en la jarra un cultivo de un aerobio


estricto; si éste crece, indica un fallo en el establecimiento de la atmósfera de
anaerobiosis. El inconveniente de estos indicadores es que los resultados no son
conocidos hasta el final del período de incubación.
Por ello, son más usados los indicadores químicos, los cuales se decoloran
cuando están reducidos. En el mercado existen indicadores químicos como son

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las tiras de azul de metileno y tiras de resazurina. El azul de metileno es azul
cuando está oxidado y la resazurina es rosa.

* Catalizador en "frío": consta de unas bolitas de alúmina recubiertas de pala-


dio. Este catalizador se inactiva por el SH2 y otros productos metabólicos voláti-
les producidos por las bacterias, así como por el exceso de humedad. Se ase-
gura una actividad óptima del catalizador reemplazándolo por uno nuevo cada
vez o bien "reactivándolo" después de cada utilización, lo cual se consigue ca-
lentándolo en el horno a 160-170ºC durante 2 horas, y manteniéndolo en reci-
piente seco y limpio después del calentamiento.

El proceso a seguir en esta técnica es el siguiente:

1. Reemplazar el catalizador por uno nuevo o "reactivado."


2. Colocar los materiales a incubar en la jarra; si son placas se colocaran en
el portaplacas de forma invertida
3. Abrir el sobre del indicador y exponer unos 10 mm de la tira.
4. Añadir 10 ml de agua al sobre generador.
5. Cerrar la jarra herméticamente y meterla en estufa para incubación.
6. Se puede comprobar el buen desarrollo del proceso por los siguientes
datos:

a. La tapadera, con el catalizador en su superficie interna, debe estar


caliente al tacto.
b. Debe aparecer en el interior de la jarra agua de condensación a los
15-30 minutos de haber añadido el agua al generador.
c. El indicador cambiará de color a las dos o tres horas.
d. Si la jarra lleva manómetro, se puede observar el buen desarrollo
del proceso mediante la evolución de los cambios de presión: la
producción de gas origina una presión positiva de aproximadamen-
te 0,3 bar. La presión bajará en un período de 30-40 minutos a
0,1 bares aproximadamente.

C) TÉCNICA QUE EMPLEA UN SISTEMA GENERADOR DE CO2:

En este sistema se utiliza el generador descartable de CO2 y un indicador de


anaerobiosis (igual al descrito anteriormente.)

El generador descartable de CO2 consiste en un sobre que contiene como


principio activo el ácido ascórbico. Cuando este sobre se coloca en una jarra ce-
rrada, el oxígeno atmosférico de la jarra es rápidamente absorbido con la gene-
ración simultánea de dióxido de carbono. Este método difiere del anterior en que
la reacción continúa sin producción de hidrógeno, y por tanto no requiere un ca-
talizador. Tampoco es necesaria la adición de agua para activar la reacción.
Precauciones: tan pronto como la bolsita es expuesta al aire se inicia la reac-
ción. Es por tanto esencial colocar ésta en la jarra y cerrar ésta última en menos
de un minuto.

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Las condiciones anaerobias estrictas que exigen algunos microorganismos pue-
den obtenerse en sistemas cerrados como una caja con guantes anaerobios o
cámara anaerobia, que consiste en una cámara de gas sellada con puertas en
forma de guantes y una cerradura para la transferencia de materiales dentro y
fuera de la cámara. El operador coloca sus manos y brazos dentro de los gua n-
tes para manejar los materiales de cultivo que se han colocado dentro. Para
crear la atmósfera de anaerobiosis se usa un sistema similar al descrito en la
técnica de evacuación/reemplazo en la jarra de anaerobiosis. Con objeto de eli-
minar el oxígeno residual que haya podido quedar se hace circular H2 a través
de un catalizador de paladio.

Los medios se incuban dentro de una incubadora colocada dentro de la cámara


o bien manteniendo toda la cámara a 35º C.

TEMPERATURA:

La temperatura óptima de incubación para la mayoría de los patógenos humanos


está próxima a la corporal (35-37º C), pero existen variaciones. Algunos no pue-
den soportar esta Tª, y otros tienen un margen más amplio. Determinados hon-
gos y levaduras dermatofitos, crecen mejor a temperatura ambiente, próxima a
los 30ºC.

Es muy importante que la Tª de incubación se mantenga en los límites estableci-


dos durante todo el proceso .La humedad puede ser controlada de forma auto-
mática si se hace llegar agua desde una fuente externa a medida que el sistema
lo necesita o manualmente si se coloca un recipiente con agua en el estante infe-
rior de la estufa.

TIEMPO DE INCUBACIÓN:

Será de 18-24 h, en términos generales. Algunas bacterias necesitan una incu-


bación adicional para desarrollarse bien y han de mantenerse hasta 48-72 h.

A veces será necesario más tiempo, como por ejemplo las que crecen a Tª < 17º
(psicrófilas) se mantienen 5 días a 17º C.; 15 días para los hongos dermatofitos.

pH DEL MEDIO :

Las bacterias se desarrollan habitualmente a pH próximo a la neutralidad, aun-


que algunas exigen un pH específico distinto.

PRESIÓN OSMÓTICA:

Debido a la composición de la pared celular bacteriana, las bacterias se adaptan


bien a las variaciones de la presión osmótica; sin embargo, "in vitro", los medios
de cultivo se preparan en condiciones de isotonía.

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CARACTERISTICAS DE ALGUNOS MEDIOS DE CULTIVO EMPLEADOS
CON MAYOR FRECUENCIA.

Existen en el mercado una extensísima variedad de medios de cultivo, útiles pa-


ra su empleo en el laboratorio de Microbiología clínica, con lo que se van a con-
siderar solamente aquellos de mayor interés para el diagnóstico general.

AGAR NUTRITIVO

Composición: extracto de carne, peptona, cloruro sódico, agar y agua destilada.

Es un medio de cultivo general.Sirve como base para la preparación de otros


medios enriquecidos y selectivos.

CALDO DE TRIPTICASA Y SOJA ( TSB )

Composición: tripticasa, soja y agua destilada.

Es un medio de uso general. Se puede adicionar de agar para obtener un medio


sólido que, dispuesto en tubos inclinados, es de utilidad para el mantenimiento
de microorganismos. Si se le añade cistina se obtiene un medio más reducido y
capaz de conservar microorganismos que requieren bajas concentraciones de
oxígeno.

INFUSION DE CEREBRO Y CORAZON( BHI )

Composición: infusión de cerebro y corazón, peptona, glucosa, cloruro sódico,


fosfato disódico y agua destilada.

Es un medio enriquecido. Es un excelente caldo para hemocultivo.

CALDO DE TIOGLICOLATO

Composición: caseína, extracto de levadura, cloruro sódico, glucosa, tioglicolato


sódico, L-cistina, resazurina, agar y agua destilada.

Es el caldo de enriquecimiento más comúnmente usado en microbiología clínica.

Este medio lleva agentes reductores (tioglicolato y L-cistina) que disminuyen el


cociente de óxido-reducción y favorece el desarrollo de anaerobios. La resazuri-
na actúa como indicador (presenta color rosa en estado oxidado).La pequeña
proporción de agar (0,75 g/l) que contiene el medio tiene como finalidad evitar
que las corrientes de convección transporten el oxígeno atmosférico a toda la
masa de caldo.

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AGAR DE STUART

Composición: ácido tioglicólico, glicerofosfato sódico, cloruro cálcico, agar y agua


destilada.

Es un medio especialmente creado para el transporte de muestras. Va dispuesto


en tubos, en estado semisólido y con una profundidad adecuada, para conseguir
el fin que pretende.

AGAR DE MUELLER-HINTON

Composición: infusión de carne, aminoácidos, almidón, agar y agua destilada.

Es un medio enriquecido, utilizado como medio de elección para realizar pruebas


de sensibilidad a los antimicrobianos (antibiograma).

AGAR SANGRE

Composición: extracto de carne, peptona, cloruro sódico, sangre, agar y agua


destilada.

Es un medio enriquecido utilizado para el cultivo de microorganismos exigentes,


así como para estudiar la actividad hemolítica.

El medio base utilizado con mayor frecuencia para la fabricación de agar sangre
es el TSA (agar tripticasa soja), al que se adiciona sangre desfibrinada de carne-
ro, conejo o caballo en una proporción del 5-10%.La sangre se añade al agar
esterilizado y enfriado a 45-50º C, evitando la formación de burbujas. La sangre
humana procedente de banco tiene el inconveniente de contener citrato, que
puede inhibir el crecimiento de algunos microorganismos.

AGAR SANGRE PARA ANAEROBIOS

Se trata del mismo medio de agar sangre, al que se adicionan antibióticos para
el aislamiento selectivo de anaerobios. Los aminoglucósidos y la vancomicina
son los más empleados. El medio toma el nombre del antibiótico que lleva incor-
porado: ejemplo agar kanamicina-vancomicina.

Medios enriquecidos muy utilizados son los de Schaedler y Wilkins-Chalgren.

AGAR CHOCOLATE

Composición: extracto de carne, peptona, cloruro sódico, sangre, agar y agua


destilada.

Lleva como base agar nutritivo, al que se agrega sangre desfibrinada cuando el
medio está a una temperatura de aproximadamente 80º C. El calentamiento tie-
ne como fin la liberación de los factores X ( hemina) y V (difosfo-piridín-adenín-

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nucleótido), necesarios para el desarrollo de algunos microorganismos. Está es-
pecialmente indicado para Neisseria y Haemophilus.

AGAR CLED

Composición: extracto de carne, peptona, triptona, L-cistina, lactosa, azul de


bromotimol, agar y agua destilada.

Utilizado para el aislamiento y recuento de microorganismos en la orina. La defi-


ciencia en electrolitos logra inhibir la invasión o swarming del género Proteus. La
lactosa permite diferenciar los microorganismos fermentadores por el viraje del
indicador a amarillo.

AGAR MAC CONKEY

Composición: peptona, lactosa, cloruro sódico, sales biliares, cristal violeta, rojo
neutro, agar y agua destilada.

Es el medio primario selectivo y diferencial que se emplea más a menudo para el


aislamiento y diferenciación de bacilos entéricos gram negativos fermentadores y
no fermentadores de lactosa. Las sales biliares y el cristal violeta actúan como
inhibidores de gram positivos. Las bacterias que fermentan la lactosa producen
colonias de color rojo que pueden estar rodeadas de una zona opaca debida a la
precipitación de las sales biliares; las no fermentadoras dan colonias incoloras
más o menos transparentes.

AGAR DE LEVINE O EOSINA AZUL DE METILENO (EMB)

Composición: peptona, fosfato dipotásico, lactosa, eosina, azul de metileno, agar


y agua destilada.

Es un medio selectivo y diferencial que se usa para el aislamiento, el cultivo y


diferenciación de bacilos entéricos gram negativos. Las colonias fermentadoras
de la lactosa presentan un tono violeta más o menos intenso.

AGAR XLD (Xilosa-Lisina-Desoxicolato sódico)

Composición: extracto de levadura, xilosa, lactosa, sacarosa, lisina, desoxicolato


sódico, cloruro sódico, tiosulfato sódico, citrato férrico-amónico, rojo fenol, agar y
agua destilada.

Se considera un medio de selectividad moderada recomendado para el aisla-


miento de Shigella (colonias transparentes no fermentadoras) y Salmonella (co-
lonias transparentes y negras no fermentadoras). El citrato y tiosulfato permiten
la visualización de microorganismos productores de sulfhídrico como colonias
con centros negros. El desoxicolato sódico actúa como agente selectivo.

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AGAR DE HEKTOEN

Composición: extracto de levadura, peptona, lactosa, sacarosa, salicina, sales


biliares, fucsina ácida, cloruro sódico, hiposulfito sódico, citrato férrico-amónico,
azul de bromotimol, agar y agua destilada.

Es un medio diferencial y altamente selectivo para Salmonellas y Shigellas. Al


igual que el agar XLD, no necesita ser esterilizado en el autoclave antes de ver-
terlo en las placas, debido a que son tan pocos los microorganismos que pueden
desarrollar en él.

AGAR S-S (SALMONELLA-SHIGELLA)

Composición: extracto de carne, peptona, lactosa, sales biliares, citrato sódico,


citrato férrico, tiosulfato sódico, verde brillante, rojo neutro, agar y agua destilada.

Es un medio diferencial selectivo utilizado para el aislamiento de Salmonellas y


Shigella. El desarrollo de otros bacilos gram negativos y de cocos gram positivos
está inhibido por el verde brillante, las sales biliares y las elevadas concentracio-
nes de tiosulfato y citrato.

CALDO DE SELENITO

Composición: triptona, fosfato disódico, lactosa, selenito sódico y agua destilada.

Se utiliza para el enriquecimiento de Salmonella. El selenito presente en el me-


dio inhibe a otras bacterias entéricas en las primeras horas de incubación.

CALDO GN

Composición: triptona, glucosa, manitol, citrato sódico, desoxicolato sódico, clo-


ruro sódico, fosfato dipotásico, fosfato monopotásico y agua destilada.

Se emplea como caldo de enriquecimiento selectivo para el cultivo de Salmone-


llas y Shigellas.

CALDO DE TETRATIONATO

Composición: peptona de soja, hidrolizado trípsico de caseína, cloruro sódico,


carbonato cálcico, bilis, tiosulfato sódico y agua destilada.

Es un medio selectivo utilizado para el enriquecimiento de Salmonella.

AGAR CIN

Composición: extracto de levadura, peptona, manitol, sales biliares, cefsulodina,


irgasán, novobiocina, rojo neutro, cristal violeta, agar y agua destilada.

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Es un medio selectivo para Yersinia.

AGAR MANITOL SALADO (CHAPMAN)

Composición: extracto de carne, peptona, cloruro sódico, manitol, rojo fenol, agar
y agua destilada.

Es un medio selectivo utilizado para el aislamiento de Staphylococcus, basado


en la tolerancia que poseen a una alta concentración de cloruro sódico (7,5%).
Sirve también como medio diferencial de cepas fermentadoras del manitol. Stap-
hylococcus aureus en condiciones anaerobias es la única especie del género
que produce esta fermentación.

AGAR DE THAYER MARTIN

Tiene como base el agar chocolate, suplementado por la adición de extracto de


levadura y otros factores de enriquecimiento. También lleva añadidos antibióticos
tales como vancomicina, colimicina y nistatina, lo que le confiere un carácter al-
tamente selectivo.

El medio de Thayer Martin permite el crecimiento de cepas exigentes de Neisse-


ria, tales como Neisseria gonorrhoeae y Neisseria meningitidis.

AGAR NEW YORK CITY(NYC)

Es un medio muy similar al anterior, usado con los mismos fines. Además de los
tres antimicrobianos del agar de Thayer-Martin, lleva añadido trimetoprim para
hacerlo más selectivo.

AGAR GARDNERELLA

Composición: extracto de carne, peptona, cloruro sódico, sangre humana, tween


80, ácido nalidíxico, colimicina, anfotericina B, agar y agua destilada.

Permite el crecimiento rápido de Gardnerella vaginalis.

AGAR GRANADA

Composición: proteosa peptona, almidón, glucosa, piruvato sódico, fosfato disó-


dico, MOPS hemisódico, metotrexato, colimicina, metronidazol, cristal violeta,
suero de caballo, agar y agua destilada.

Es un medio especial y selectivo para el aislamiento, detección e identificación


de Streptococcus agalactiae (grupo B).Para que el medio ofrezca un rendimiento
del 100% debe incubarse en anaerobiosis.

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AGAR DE BORDET-GENGOU

Composición: infusión de patata, proteosa peptona, cloruro sódico, glicerol san-


gre, agar.

Es un medio enriquecido que se utiliza para el aislamiento de las especies del


género Bordetella.

MEDIO DE LOEFFLER

Composición: suero de buey, caldo glucosado, polvo de huevo.

Se utiliza para el cultivo de Corynebacterium y otros microorganismos exigentes.


Asimismo en él se pone en evidencia la cromogénesis y poder proteolítico de
ciertas bacterias.

AGAR SABOURAUD

Composición: peptona, glucosa, agar y agua destilada.

Este medio se adapta particularmente al cultivo de la mayoría de levaduras y


hongos patógenos. El medio contiene una cantidad mínima de nutrientes y un
pH ácido (5,6) que lo hace selectivo. Suele adicionarse de antibióticos (gentami-
cina, cloranfenicol) para potenciar su selectividad.

AGAR DE LOWENSTEIN-JENSEN

Composición: fosfato monopotásico, sulfato magnésico, citrato magnésico, aspa-


ragina, fécula de patata, glicerina, verde malaquita, huevo y agua destilada.
Es un medio utilizado para el cultivo de Mycobacterium. En este medio también
pueden crecer y diferenciarse las especies del género Nocardia. Se debe esteri-
lizar por tindalización.

AGAR CAMPYLOBACTER (PRESTON)

Composición: caldo nutritivo, carbón activado, hidrolizado de caseína, desoxico-


lato sódico, sulfato ferroso, piruvato sódico, cefoperazona, agar y agua destilada.

Ha sido especialmente preparado para el cultivo y diferenciación de especies del


género Campylobacter a partir de muestras fecales. La incubación a temperatura
elevada (42ºC) limita mucho el crecimiento de la flora acompañante.

Otro medio también utilizado para el aislamiento de Campylobacter es el agar


Skirrow.

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AGAR COLUMBIA

Composición: mezcla de peptonas, almidón, cloruro sódico, agar y agua destila-


da.

Es un medio enriquecido que se utiliza para el cultivo de microorganismos exi-


gentes y como base para la preparación de agar sangre y agar chocolate.

AGAR TCBS

Composición: peptona de caseína, peptona de carne, extracto de levadura, citra-


to sódico, tiosulfato sódico, agar y agua destilada.

El agar TCBS es un medio selectivo utilizado para el aislamiento de Vibrio.

TECNICAS DE AISLAMIENTO EN PLACA O INOCULACION POR ESTRIAS Y


RECUENTO DE PATOGENOS

Para el aislamiento, por lo general el inóculo se extiende sobre la superficie de


las placas según un modelo o patrón estandarizado, de modo que el desarrollo
bacteriano pueda ser determinado en forma semicuantitativa o relativa. Un mo-
delo útil de estrías se presenta en la figura.

Hay otras técnicas de estriación, con ligeras modificaciones, que persiguen fines
concretos: estriación de 3/4 de la placa para muestras con alto contenido micro-
biano, estriación de varias placas en cadena para muestras con flora mixta difícil
de separar (aislamiento por agotamiento), descarga central con estriaciones late-
rales para muestras con escaso contenido microbiano, estriación libre, según las
preferencias.

Cuando se trabaja con muestras muy espesas, como esputo, y con algunos me-
dios muy selectivos, como los agares para heces, se obtienen mejores aisla-
mientos si se lleva el asa varias veces al área de inoculación original durante la
etapa de siembra inicial. Consideremos que para la mayoría de las muestras no
es necesario quemar el asa entre dos áreas de siembra, pero puede ser benefi-
cioso cuando el inóculo original proviene de una colonia bacteriana en crecimien-
to.

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Para facilitar el recuento de las colonias debe sembrarse la placa con una canti-
dad medida de inóculo con un asa calibrada y siguiendo la técnica de siembra
masiva, como se muestra en la figura.

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TEMA 15.- MÉTODOS DE IDENTIFICACIÓN
BACTERIANA

INTRODUCCIÓN
En clínica la rápida y correcta identificación del microorganismo o microorganis-
mos causantes de una infección puede ser trascendental para la implantación
del tratamiento adecuado. De ahí la importancia de las pruebas que se seleccio-
nen para llegar a dicha identificación.

El método más extendido para llegar a la identificación de microorganismos se


basa en la realización de una batería de pruebas bioquímicas, a través de las
cuales se va a detectar el metabolismo del microorganismo, enzimas que posee,
características de resistencia a determinadas sustancias, etc... La identificación
es tanto mejor cuanto mayor es el número de caracteres investigados.

Para realizar correctamente las pruebas bioquímicas es fundamental tener


colonias perfectamente aisladas, es decir, partir de cultivos puros. Por otro
lado, se debe realizar un control periódico de medios y reactivos mediante el
empleo de microorganismos positivos y negativos.

CLASIFICACIÓN DE LAS PRUEBAS BIOQUÍMICAS

Las pruebas bioquímicas de identificación bacteriana las podemos clasificar


atendiendo a varios criterios:

PROCESOS RESPIRATORIOS QUE UTILIZAN LAS BACTERIAS PARA LA


OBTENCIÓN DE ENERGÍA

A) PRUEBA DE LA CATALASA

* Fundamento: se investiga la presencia en el microorganismo de la enzima ca-


talasa, capaz de descomponer el peróxido de hidrógeno o agua oxigenada
(H2O2) en H2O y O2, que se desprende en forma de burbujas en el medio. El
H2O2 se forma como un producto terminal oxidativo de la descomposición aeró-
bica de los azúcares; si se acumulara sería tóxica para la bacteria.

* Reactivo: H2O2 de 10 volúmenes (3%).

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* Técnica:

Con un asa o hilo de inoculación, recoger el centro de una colonia pura de 18-24
h. y colocarla sobre un portaobjetos limpio. A continuación agregar una gota de
agua oxigenada de 10 volúmenes sobre el microorganismo del portaobjetos.

No invertir el orden del método pues pueden registrarse falsos positivos espe-
cialmente si se utilizan hilos o asas que contengan hierro. Si se están utilizando
asas o hilos de platino también se puede caer en este error ya que el platino
puede producir un resultado falsamente positivo. El nicrom no ocasiona estos
problemas. No es necesaria la mezcla del cultivo y el agua oxigenada con la
aguja o el asa de inoculación.

Si el microorganismo es catalasa [+] se observará de inmediato la aparición de


burbujas (liberación de gas).

También se puede realizar esta prueba agregando directamente el agua oxige-


nada a un cultivo puro de agar en pico de flauta o en placa (sobre colonias aisla-
das en este caso).

* Precauciones:

• Se debe evitar la utilización de agar-sangre como medio de cultivo ya que


los eritrocitos contienen la enzima catalasa y podemos obtener falsos
positivos.

• El H2O2 al 30% (100 volúmenes ) es una solución bastante cáustica.

• No se deben usar cultivos excesivamente viejos, ya que con el tiempo


pueden perder la actividad catalásica, pudiéndose obtener falsos resulta-
dos negativos.

• No utilizar asas o hilos de platino, ni que contengan vestigios de hierro.

* Interés: diferenciación de los géneros:

- Streptococcus [-], Micrococcus [+] y Staphylococcus [+]


- Clostridium [-] y Bacillus [+].

B) PRUEBA DE LA OXIDASA

* Fundamento: se investiga la presencia de la enzima citocromooxidasa en el


microorganismo, la cual oxida al dimetil-parafenilen-diamina (reactivo incoloro)
dando un producto de color.

El sistema citocromooxidasa se encuentra, por lo general, en microorganismos


aerobios.

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* Reactivos: Dimetil-p-fenilendiamina o tetrametil-p-fenilendiamina impregnado
sobre tiras o discos de papel de filtro.

* Técnica. Lectura e interpretación de resultados:

1. Colocar una tira o disco impregnado de reactivo en un porta.

2. Tomar una colonia con el asa y depositarla sobre la tira o disco.


3. La aparición de un color azul oscuro indica la existencia del enzima cito-
cromooxidasa (prueba positiva).

* Precauciones:

o Proteger el reactivo de la luz ya que se altera con ella.

o Guardar en frío.

o Los medios que contienen colorantes pueden interferir la reacción.

o Algunas asas de cultivo metálicas pueden interferir la reacción. Se


ha comprobado que la presencia de un simple vestigio de hierro
puede por sí solo catalizar la oxidación del reactivo, dando una fal-
sa reacción positiva. Por ello deben utilizarse asas desechables o
bastoncillos.

* Interés: ayuda a la identificación de los géneros Pseudomonas (por lo general


positivo) de las Enterobacterias [-], entre otros.

C) PRUEBA DE ÓXIDO-FERMENTACIÓN

* Fundamento: mediante esta prueba se va a determinar si la utilización de los


hidratos de carbono por parte de un microorganismo se realiza por vía oxidativa
(proceso aeróbico, presencia de oxígeno) o por vía fermentativa (proceso anae-
róbico, ausencia de oxígeno).

* Medio de cultivo: Medio de Huhg y Leifson: es un medio semisólido en tubo


que lleva incorporado el azúcar y azul de bromotimol como indicador. Se esterili-
za a 112º 30 minutos.

La concentración de agar empleado (3 g/l) permite también la observación de la


movilidad, además de la capacidad oxidativa o fermentativa de un microorganis-
mo.

La glucosa es el hidrato de carbono más comúnmente empleado en el medio


base de O/F. Sin embargo, un microorganismo puede no metabolizar la glucosa
y sí otros hidratos de carbono. Convendría emplear una batería en la que se in-
cluyeran otros hidratos de carbono como lactosa, sacarosa,...

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El azul de bromotimol es un indicador de pH, que a pH ácido presenta color
amarillo; a pH básico, color azul y a pH neutro color verde.

* Técnica: se inocula por picadura y por duplicado, cubriendo uno de los tubos
con parafina líquida para crear condiciones de anaerobiosis. La positividad se
traduce por el viraje amarillo del indicador.

Se incuban los tubos durante 3 o 4 días a 37º C, ya que algunos microorganis-


mos producen reacciones lentas o débiles. La observación de los resultados será
diaria.

* Lectura e interpretación de resultados: mediante la utilización de este medio


se pueden apreciar tres caracteres:

o Movilidad: +, cuando el microorganismo no limita su crecimiento a


la línea de la siembra.

o Producción de gases: se detecta por la aparición de burbujas en el


medio.

o Vía oxidativa o fermentativa para la utilización del hidrato de car-


bono:

tubo abierto tubo cerrado vía utilizada


amarillo verde oxidativa
amarillo amarillo fermentativa
verde verde no utilizan el hidrato de carbono

* Interés: generalmente para diferenciar géne-


ros intestinales no Enterobacterias Gram (-) de
las Enterobacterias. Ej.: Enterobacterias fer-
mentan la glucosa; Pseudomonas oxida la
glucosa.

Esta prueba ayuda también a la diferenciación


de los géneros de la familia Micrococcaceae
(Micrococcus, por lo general oxida la glucosa;
Staphylococcus la fermenta).

Otras pruebas incluidas en este apartado son:

D) PRUEBA DE LA REDUCCIÓN DE NITRATOS (para diferenciar especies de


Haemophilus, así como para identificar Enterobacterias, generalmente positivas.

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E) TEST DE BRAUM O PRUEBA DEL CIANURO POTÁSICO (para diferencia-
ción de Enterobacterias).

F) PRUEBA DE LOS CALDOS FECALES ( FK Y SF ), para diferenciar Strepto-


coccus.

PRUEBAS BASADAS EN EL METABOLISMO GLUCÍDICO

La mayoría de las bacterias son capaces de metabolizar la mayoría de los hidra-


tos de carbono, ya sea por vía oxidativa o fermentativa. Incluiremos las siguien-
tes pruebas:

A) PRUEBA DE LA ß-GALACTOSIDASA (ONPG)

* Fundamento: demostrar la presencia en el microorganismo de la enzima ß-


galactosidasa, utilizando el orto-nitro-fenil-ß-D-galacto-piranósido (ONPG).

Si el microorganismo posee esta enzima, el ONPG que es incoloro, es hidroliza-


do, produciéndose orto-nitrofenol que presenta una coloración amarilla cuando
se encuentra en solución neutra o alcalina; en condiciones ácidas es incoloro.

Los microorganismos fermentadores de la lactosa poseen dos enzimas: la enzi-


ma permeasa (que regula la entrada de la lactosa en la bacteria) y una enzima ß-
galactosidasa (que desdobla la lactosa en glucosa más galactosa). Los microor-
ganismos que fermentan la lactosa poseen las dos enzimas; los no fermentado-
res carecen de ambas enzimas. Hay microorganismos denominados "fermenta-
dores tardíos de la lactosa" que poseen la ß-galactosidasa pero no la permeasa.
Cuando se utiliza una determinada concentración de lactosa, estos microorga-
nismos producen después de cierto período de tiempo (48 horas a varios días o
semanas) algunas células mutantes que poseen permeasa, observándose la
fermentación tardía de la lactosa, lo que indica que poseen la enzima ß-
galactosidasa.

* Medio de cultivo: caldo ONPG:

Este caldo se distribuye asépticamente en tubos estériles.

El ONPG se puede encontrar comercialmente impregnado en discos.

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* Técnica:

Mediante la utilización de discos de ONPG:

o Realizar una suspensión bacteriana densa del microorganismo ob-


jeto de estudio en un tubo que contenga unos 0,5 ml de S.S.F. es-
téril.

o Colocar en el tubo un disco de ONPG.

o Incubar a 37º C desde 1-24 horas, dependiendo del inóculo.

* Lectura e interpretación de resultados:

o prueba [+]: aparición de un color amarillo estable por liberación del


o-nitrofenol.

o prueba [-]: incoloro después de 24 horas.

A la hora de hacer la lectura hay que tener en cuenta el pH dada la influencia


que tiene en la aparición del color amarillo. En caso de un aparente resultado
negativo se puede alcalinizar ligeramente el medio para comprobar que no se
trata de un falso resultado negativo.

* Interés: diferenciar los microorganismos fermentadores lentos de la lactosa de


los lactosa -. Ej. E.coli +, Citrobacter +, Salmonella -, Proteus -, Shigella -.

Algunas especies de Pseudomonas son ONPG [+] y otras [-].

B) PRUEBA DEL ROJO DE METILO

* Fundamento: mediante esta prueba se va a comprobar la capacidad de un


microorganismo de producir y mantener estables los productos terminales ácidos
de la fermentación de la glucosa y vencer la capacidad amortiguadora del siste-
ma. Es una prueba cualitativa para la producción de ácidos y requiere microor-
ganismos que produzcan ácidos fuertes (láctico, acético, fórmico), a partir de la
glucosa, por la vía de fermentación ácido mixta.

Todos los miembros de las Enterobacteriaceas son, por definición, fermentado-


res de la glucosa. En el caldo RM/VP, después de 18-24 horas de incubación, la
fermentación resultante da productos secundarios metabólicos ácidos; por lo
tanto inicialmente todas las enterobacterias darán una reacción RM[+]. Sin em-
bargo, después de más tiempo de incubación, como lo exige la realización de la
prueba (2-5 días), aquellos microorganismos que son realmente RM[+] continúan
produciendo más ácidos y dan como resultado un bajo pH terminal, venciendo al
sistema amortiguador de fosfato y manteniendo un medio ácido (pH 4,2 o me-
nos).
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Aquellos microorganismos que presenten la prueba RM [-] continúan metaboli-
zando los productos iniciales de la fermentación, produciendo compuestos neu-
tros, elevando el pH hacia la neutralidad (pH=6 o más).

* Medio de cultivo: Medio de Clark y Lubs (caldo RM/VP).Se reparte en tubos.

* Reactivo: se utiliza solución alcohólica al 0,2% de rojo de metilo.

* Técnica: sembrar con asa el medio líquido con el microorganismo objeto de


estudio e incubar a 37º C de 2-5 días.

* Lectura e interpretación de resultados: después de dos días de incubación


se añaden unas 5 gotas de reactivo al medio, observándose un viraje a rojo si es
positivo y una coloración amarilla si es negativa. Si aparece un color anaranjado
indica una reacción retardada. Tanto si la prueba es negativa como si aparece el
color anaranjado se continuará la incubación hasta 5 días y se repetirá la prueba.
Si continúa color amarillo o anaranjado será prueba negativa.

Se ha desarrollado una microtécnica rápida (método de Barry) que ha permitido


disminuir el período de incubación con relación al método común (2-5 días). Se
ha demostrado que utilizando menores volúmenes de caldo para la prueba, los
microorganismos en estudio sufrían una mejor exposición al oxígeno atmosféri-
co, que hacía que los microorganismos RM [-] revirtieran al pH neutro inicial con
mayor rapidez.

* Interés: diferenciación de Enterobacterias.

C) PRUEBA DE VOGES-PROSKAUER

* Fundamento: observar si el microorganismo fermenta la glucosa por la vía bu-


tanodiólica. Si es así, se forma un producto intermedio (acetoína) que forma un
complejo de color rojizo con el a-naftol.

* Medio de cultivo: Medio de Clark y Lubs o lo que es lo mismo caldo RM/VP.

* Reactivos:

o a-naftol al 5% en alcohol absoluto.

o KOH al 40%.

* Técnica: sembrar el medio (en tubos) e incubar de 24 a 48 horas a 37º C.

* Lectura e interpretación de resultados: según el volumen de medio se añade


un volumen determinado de la solución de a-naftol y de la de potasa (0,6 ml y 0,2
ml respectivamente cuando el tubo contiene unos 2 ml de medio). Se agita para
exponer el medio al oxígeno atmosférico para que se de la reacción:

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o Coloración rosa-rojiza en menos de una hora: VP [+]

o Color amarillo en la superficie del medio: VP [-]

* Interés: diferenciación de Enterobacterias.

D) PRUEBA CON AGAR HIERRO DE KLIGLER

* Fundamento: mediante esta prueba vamos a poder determinar:

a. La capacidad de un microorganismo de atacar un hidrato de car-


bono específico (en este caso glucosa, lactosa o ambas) incorpo-
rado en un medio de crecimiento básico.

b. Producción o no de gases: CO2 e H2 como productos finales del


metabolismo de los hidratos de carbono.

c. Producción de ácido sulfhídrico (SH2).

El medio de Kligler contiene como hidratos de carbono la glucosa y la lactosa.


Existe otro medio, el TSI, que posee un tercer hidrato de carbono, la sacarosa;
los fundamentos bioquímicos de ambos son los mismos, por lo que nos vamos a
referir solamente al medio de Kligler.

* Medio de cultivo: Agar hierro de Kligler. Se esteriliza a 112º durante 30 min.


y se deja enfriar en planos inclinados y profundos.

La lactosa (incluida en el medio) está presente en una concentración 10 veces


superior a la glucosa.

El sulfato de hierro se adiciona al medio para detectar la formación de SH2 por la


bacteria, originándose sulfuro ferroso que es de color negro.

El indicador de pH rojo fenol (que lleva el medio) es amarillo a un pH ácido, rojo


a pH alcalino y anaranjado-rojizo a pH inicial del medio 7,4.

* Técnica: la inoculación del medio se realiza en picadura hasta unos 0,6 cm.
del fondo.

Esta distancia se debe respetar a fin de evitar la entrada de aire en la parte pro-
funda y una alteración en el medio anaerobio. Se retira el hilo por el mismo ca-
mino de entrada y, sin volver a cargar el hilo, se siembra en estrías la superficie
del pico de flauta.

Se incuban los tubos inoculados a 35-37º C durante 18-24 h. Es importante res-


petar estos tiempos de incubación, ya que lecturas de menor o mayor incuba-
ción pueden dar resultados falsamente positivos o negativos.

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* Lectura e interpretación de los resultados:

a) Utilización de los hidratos de carbono:

• Fermentación de la glucosa y no de la lactosa: pico alcalino (rojo) y


fondo ácido (amarillo), K/A. Ejemplo de no fermentadores de lacto-
sa y sí de glucosa: Shigella, Proteus, Salmonella.

• Fermentación tanto de la glucosa como de la lactosa: Pico ácido


(amarillo), fondo ácido (amarillo). A/A. Ejemplos de microorganis-
mos fermentadores de lactosa y glucosa son Escherichia coli,
Klebsiella y Enterobacter.

• No hay fermentación ni de glucosa ni de lactosa: Pico alcalino (ro-


jo) y fondo alcalino (rojo). K/K. En ausencia de fermentación de
hidratos de carbono no se forman ácidos, y la utilización de las
peptonas con la consiguiente producción de grupos básicos hace
que todo el medio aparezca de color rojo. Las bacterias que produ-
cen este tipo de fermentación son conocidas como "no fermentado-
ras" y es una importante indicación de que el microorganismo no
pertenece a las Enterobacterias. Ej.: Pseudomonas aeruginosa
(bacilo no Enterobacteriaceae Gram (-)).

b) Producción de gas:

Los gases producidos son el CO2 y el H2 , productos finales del metabolismo de


la glucosa. Se pueden apreciar por la aparición de burbujas en la parte inferior
del medio, por la producción de grietas en su interior o incluso por la elevación
del medio, que se separa del fondo.

c) Producción de ácido sulfhídrico (SH2):

El sulfhídrico es incoloro y su presencia se detecta a través de la formación de


sulfuro ferroso, que es negro. Debido a que se requiere un medio ácido para que
un microorganismo produzca sulfhídrico, un fondo negro debe leerse como áci-
do aún cuando el color amarillo esté oscurecido por el precipitado negro.

Cuando se interpreta un resultado en el medio de Kligler puede observarse la


combinación de cualquiera de las reacciones características, debiendo anotarse
de la siguiente manera:

a) Fermentación de hidratos de carbono: como ya se ha indicado.

b) Producción de gases: se registra con un círculo alrededor del símbolo que


indica la acidez o basicidad en la parte inferior del tubo.

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c) Producción de SH2: se indica con una "S" junto al símbolo que indica la acidez
o alcalinidad de la parte inferior del tubo.

* Interés: Se utiliza primariamente para identificar géneros de Enterobacterias.

Reacciones de las Enterobacterias más frecuentes aisladas en clínica en agar


hierro Kligler

Alc/A Alc/A A/A Alc/A A/A


gas no gas gas SH2 SH2 Especies
+ + + - - E. Coli

Morganella sp.
+ + - - - Providencia sp.
Serratia sp.
+ - + - - Enterobacter sp.
+ - + + + Citrobacter sp.
+ + - + - Salmonella sp.
- + - - - Shigella sp.
- + + - - Yersinia sp.
- - + - - Klebsiella sp.
- - - + + Proteus sp.
alc= alcalino o rojo.
a= ácido o amarillo.

Otras pruebas incluidas en este apartado son:

E) PRUEBA DE LA FERMENTACIÓN DE AZÚCARES (para diferenciación de


Enterobacterias; todas las Enterobacterias fermentan la glucosa. Algunas ade-
más fermenta la lactosa.)

F) PRUEBA DE LA HIDRÓLISIS DE LA ESCULINA (para diferenciar los Estrep-


tococos del grupo D, que tienen esta propiedad, de otros Estreptococos, que no
pertenecen a dicho grupo.

PRUEBAS BASADAS EN EL METABOLISMO PROTÉICO

Se investiga la presencia en los microorganismos de enzimas con actividad pro-


teolítica. Incluiremos las siguientes pruebas:

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A) PRUEBA DE LA COAGULASA

* Fundamento: se pretende comprobar la facultad de un microorganismo de


coagular el plasma por acción de la enzima coagulasa. La coagulasa se puede
encontrar en dos formas: libre y fija o ligada (unida a la pared bacteriana).

La coagulasa es una enzima con actividad semejante a la protrombina, capaz de


transformar el fibrinógeno en fibrina, provocando la formación de un coágulo vi-
sible.

* Medios y reactivos:

No se debe emplear sangre citratada pues los microorganismos que utilizan ci-
trato, como por ej. Streptococcus faecalis, pueden dar una falsa reacción positi-
va.

* Técnica:

Se pueden seguir dos tipos de técnicas:

1.- Prueba del portaobjetos: pone de manifiesto la coagulasa ligada:

o Colocar una gota de agua destilada o solución salina fisiológica es-


téril sobre un portaobjetos.

o Emulsionar suavemente una gota de suspensión del microorga-


nismo en estudio de 24 horas en un caldo enriquecido (Ej.: BHI) en
la gota de agua, utilizando un asa o una varilla. La prueba puede
hacerse también partiendo directamente de una colonia obtenida
en una placa de aislamiento.

o Añadir una gota del plasma y mezclar bien.


o Inclinar el portaobjetos hacia uno y otro lado.

2.- Prueba en tubo de hemólisis: pone de manifiesto la coagulasa ligada y la


libre:

o Añadir asépticamente 0,5 ml de plasma a 0,5 ml de un cultivo puro


de 18 a 24 h. en un caldo enriquecido.

o Mezclar por rotación suave del tubo, evitando agitar el contenido.

o Incubar a 37º C, preferiblemente en un baño de agua, observando


periódicamente el tubo.

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* Lectura e interpretación de resultados:

1.- Prueba en portaobjetos: una reacción positiva se detecta en 15 a 20 segun-


dos por la formación de grumos blancos. La prueba se considera negativa si no
se observa aglutinación en 2 a 3 minutos. Todos los resultados negativos deben
verificarse mediante la prueba en tubos debido a que algunas cepas de Staphy-
lococcus aureus producen coagulasa libre que no reacciona en la prueba en por-
taobjetos.

2.- Prueba en tubo:

o La reacción se considera positiva ante cualquier grado de coagu-


lación visible dentro del tubo. La reacción se observa mejor incli-
nando el tubo. Si es positiva, el coágulo permanece en el fondo del
tubo.

o Reacción negativa: ausencia de coágulo tras 24-48 horas de in-


cubación.

* Interés: se utiliza de manera específica para diferenciar Staphylococcus au-


reus (coagulasa positivo) de otras especies de Staphylococcus.

B) PRODUCCIÓN DE HEMÓLISIS

* Fundamento: los microorganismos, cuando se cultivan "in vitro" sobre medios


que contienen sangre, pueden producir alrededor de las colonias unas zonas de
hemólisis variables, según se origine una destrucción parcial o total de los eritro-
citos. Las sustancias responsables de estos fenómenos son exotoxinas, libera-
das por las bacterias al medio, llamadas hemolisinas.

* Medio de cultivo: Agar-sangre, constituido por un medio básico (Ej.: agar nu-
tritivo o TSA) adicionado de un 5% de sangre desfibrinada de carnero o de caba-
llo, preferentemente la del primero, ya que las hemólisis se visualizan mejor.

* Técnica: inocular siguiendo la técnica de aislamiento. Incubar durante 24-48


horas a 37º C.

* Lectura e interpretación de resultados: podemos hablar de a, ß, o ? hemóli-


sis.
La a-hemólisis es una hemólisis parcial, en la que los hematíes son parcialmen-
te dañados.

Se observa por una estrecha zona verde alrededor de la colonia.

La ß-hemólisis se caracteriza por una zona clara e incolora que rodea a la colo-
nia, debido a la destrucción total de los glóbulos rojos. Es una hemólisis total.

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En la ?-hemólisis no se observa ninguna variación alrededor de las colonias ni
actuación sobre los glóbulos rojos.

* Interés: esta prueba se emplea fundamentalmente para determinar las diferen-


tes especies de Streptococcus: por ej. S. pyogenes es ß-hemolítico; S. pneumo-
niae es a-hemolítico.

C. PRUEBA DEL INDOL

* Fundamento: se investiga la presencia en el microorganismo de la enzima


triptofanasa o triptofanodesaminasa, capaz de desdoblar el triptófano (ami-
noácido) en indol más alanina. Se detecta la presencia de esta enzima mediante
la reacción del indol producido con el reactivo p-dimetilaminobenzaldehido.

* Medio de cultivo: Agua de peptona:

* Reactivo: Reactivo de Kovacs:

- Alcohol amílico o isoamílico o butílico... 75 ml


- p-dimetilaminobenzaldehido............... 5 mg
- HCl concentrado............................. 25 ml

* Técnica: sembrar con asa de


platino el medio con el microorga-
nismo objeto de estudio (tubos de
hemólisis). Incubar a 37º C durante
24-48 horas.

* Lectura e interpretación de re-


sultados: se agregan unas gotas
del reactivo de Kovacs directamen-
te sobre el tubo incubado y se agi-
ta. En caso de que la prueba sea
positiva, es decir, en caso de que
se haya producido indol, éste
reaccionará con el p-dimetilaminobenzaldehido, apareciendo un anillo de color
rojo en la superficie del tubo. El HCl tiene como función bajar algo el pH, favore-
ciéndose así la reacción, y el alcoho l amílico concentra el color en la superficie.

Puede también utilizarse el reactivo de Erlich para realizar la lectura.

C) PRUEBA DE LA FENILALANINA-DESAMINASA

* Fundamento: comprobar si el microorganismo posee esta enzima. Si la po-


seen, estos gérmenes transforman la fenilalanina en ácido fenilpirúvico, el cual
forma un complejo de color verde al reaccionar con el tricloruro de hierro.

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* Medio de cultivo: medio de fenilalanina.

El medio se reparte en tubos, se esteriliza y se deja solidificar en pico de flauta.

* Reactivo: Tricloruro de hierro (CL3Fe) al 10% en agua destilada.

* Técnica: sembrar en tubos inclinados e incubar a 37ºC durante 24-48 h.

* Lectura e interpretación de resultados: añadir 4 o 5 gotas del reactivo sobre


la superficie del medio una vez incubado. Hacer rotar suavemente el tubo. En el
término de 1 a 5 minutos, si la reacción es positiva aparece un color verde en el
pico de flauta así como en el líquido en contacto con él.

* Precauciones: la interpretación de positiva o negativa debe hacerse dentro de


los primeros 5 minutos después de haber añadido el reactivo porque el color
verde se desvanece con bastante rapidez.

* Interés: para diferenciar los géneros Proteus y Providencia [+] del resto de los
géneros de las Enterobacterias [-].

E) PRUEBA DE LA UREASA

* Fundamento: mediante esta prueba determinamos la capacidad del microor-


ganismo de desdoblar la urea en CO2 y amoníaco por acción de la enzima urea-
sa. Se visualiza el proceso debido a que la alcalinidad que se produce ori gina un
cambio de color en el indicador que lleva incorporado el medio.

Esta prueba se puede realizar en tubo con medio sólido o sobre discos de papel
de filtro.

1.- Prueba en tubo

* Medio de cultivo: Medio de Christensen:

El medio se esteriliza en el autoclave. Se deja enfriar hasta 50-55ºC y a esta


temperatura se le añaden 100 ml de solución de urea al 20% en agua destilada,
esterilizada por filtración. Se distribuye el medio asépticamente en tubos estériles
y se deja enfriar en posición inclinada.

* Técnica: sembrar el pico de flauta con un inóculo denso e incubar a 35-37ºC


durante 1-6 días, observando las primeras 6 horas y luego cada 24 horas.

* Lectura e interpretación de resultados:

Se considera la prueba [+], es decir, el microorganismo será ureasa [+] si debido


a la alcalinización del medio, éste toma una coloración roja-rosácea.

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* Interés: todas las especies del género Proteus dan positiva esta reacción de-
ntro de las 6 primeras horas, virando la superficie del medio a color rojo-rosáceo.
Se puede así diferenciar el género Proteus de otros microorganismos ureasa [+]
retardados como especies de Klebsiella o Enterobacter, así como de microorga-
nismos ureasa [-] como E.coli.

2.- Prueba en discos de papel de filtro

* Técnica: con una solución de urea se impregna un disco de papel de filtro co-
locado en una placa de Petri; se toma una colonia del microorganismo a estudiar
y se frota sobre el disco húmedo.

* Lectura e interpretación de resultados:

Si el disco vira a rosado o rojo en los dos minutos siguientes indica positividad de
la prueba.

* Interés: todas las especies del género Proteus dan positiva esta prueba.

F) PRUEBA DE LA DNasa

* Fundamento: se basa en la capacidad que poseen ciertas bacterias para


hidrolizar enzimáticamente el ADN produciendo una mezcla de mono y polinu-
cleótidos.

* Medio de cultivo: se utiliza el agar-DNA:

Preparar el medio, esterilizar en autoclave y distribuir en placas.

* Reactivo: ácido clorhídrico 1N.

* Técnica: sembrar una colonia del microorganismo a investigar sobre una placa
de agar DNA de forma que después de la investigación quede una estría superfi-
cial o un botón de crecimiento denso. Incubar 24 horas a 37º C.

* Lectura e interpretación de resultados: cubrir la placa con ClH 1N. En caso


de que el microorganismo sea productor de DNasa, se observa una zona clara
alrededor del crecimiento; en caso negativo, el medio permanece opaco.

* Interés: diferenciar S. aureus (DNasa +) de otras especies de Staphylococcus.

Otras pruebas incluidas en este apartado:

G) PRUEBA DE LA HIDRÓLISIS DE LA GELATINA (diferencia especies de


Staphylococcus, dando positivo S. aureus.

H) INVESTIGACIÓN DE DESCARBOXILASAS (para determinar grupos bacte-


rianos entre las Enterobacterias.)

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PRUEBAS BASADAS EN EL METABOLISMO LIPÍDICO

A) PRUEBA DE LA LIPASA

Se lleva a cabo por cultivo sobre agar enriquecido con tween 80.La existencia de
lipasa se traduce por la aparición de un halo opaco alrededor de las colonias.
Esta prueba se utiliza para diferenciar ciertas Micobacterias.

B) PRUEBA DE LA LECITINASA

Se realiza por cultivo sobre un medio con yema de huevo (lecitina). Las colonias
productoras de lecitinasa, forman una zona opaca a su alrededor.

PRUEBAS BASADAS EN CARACTERES DE RESISTENCIA A CIERTAS


SUSTANCIAS

A) TEST DE LA OPTOQUINA

* Fundamento: se determina la sensibilidad de un microorganismo a la optoqui-


na.

* Medio de cultivo: agar sangre

* Reactivo: discos impregnados de optoquina.

* Técnica: sembrar masivamente una colonia del microorganismo a investigar


sobre una placa de agar sangre y colocar en la superficie de la placa los discos
de optoquina. Incubar a 37º durante 24 horas.

* Lectura e interpretación de los resultados: en caso de que el microorganis-


mo sea sensible a la optoquina, se observa un halo de inhibición alrededor del
disco.

* Interés: diferenciar Streptococcus pneumoniae (sensible) de otras especies de


Streptococcus alfahemolíticos (resistentes).

B) TEST DE LA BACITRACINA

* Fundamento: se determina la sensibilidad de un microorganismo a la bacitra-


cina.

* Medio de cultivo: placas con agar sangre.


* Reactivo: discos impregnados con bacitracina.

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* Técnica: sembrar masivamente una colonia del microorganismo a investigar
en una placa de agar sangre y colocar sobre la placa los discos de bacitracina.
Incubar a 37º durante 24 horas.

* Lectura e interpretación de los resultados: una zona de inhibición del creci-


miento alrededor del disco, aunque sea pequeña, indicará la sensibilidad.

* Interés: diferenciar Streptococcus pyogenes (grupo A de Lancefield), sensible


a la bacitracina, de otras especies de Streptococcus betahemolíticos (grupos B,
C, D, F, G) que son resistentes.

También podemos incluir en este apartado la prueba de SOLUBILIDAD EN


BILIS (para diferenciar Streptococcus Pneumoniae, que tiene esta propiedad, de
otras especies de Streptococcus alfahemolíticos.

INVESTIGACIÓN DE SUSTANCIAS ENERGÉTICAS NUTRITIVAS

A) PRUEBA DE LA UTILIZACIÓN DE CITRATOS

* Fundamento: mediante esta prueba se determina si el microorganismo es ca-


paz de utilizar el citrato como única fuente de carbono.

El medio incluye citrato de sodio como única fuente de carbono y fosfato de


amonio como única fuente de nitrógeno. Las bacterias que pueden utilizar citrato
como única fuente de carbono también pueden extraer nitrógeno de la sal de
amonio, con producción de amoníaco, llevando a la alcalinización del medio. El
medio lleva un indicador, el azul de bromotimol, que es amarillo a pH ácido, ver-
de a pH neutro y azul a pH alcalino.

* Medio de cultivo: Medio de citrato de Simmons.

El medio se reparte en tubos de ensayo y una vez estériles se inclinan en pico


de flauta.

* Técnica: sembrar en pico de flauta el microorganismo obtenido en medio sólido


(los caldos pueden aportar elementos nutritivos que pueden falsear los resulta-
dos), procurando no tocar con el asa el medio, porque sustancias nutritivas de
éste podrían igualmente falsear los resultados. Incubar a 37º C de 24-48 horas.

* Lectura e interpretación de resultados:

o Prueba positiva: crecimiento con un color azul intenso en el pico


de flauta tras 24-48 horas de incubación.

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o Prueba negativa: no se observa crecimiento ni cambio de color (el
medio permanece de color verde.)

o Si se observa crecimiento sin cambio de color, se confirmará la


positividad de la prueba incubando el tubo 24 horas más, durante
las que suele aparecer el color azul.

* Interés: esta prueba junto con las de Indol, Rojo de Metilo y Voges Pros-
kauer constituyen el IMViC y sirven, junto con otras pruebas para la diferencia-
ción de los géneros de las Enterobacteriaceas.

La prueba del TUBO DE GERMINACION o TEST DE FILAMENTACION, aun-


que estrictamente hablando no se trata de una prueba bioquímica, ha de ser
nombrada dado el gran valor que posee para la identificación rápida y presuntiva
de Candida Albicans y Candida stellatoidea, que son las dos únicas especies del
género Candida capaces de producir tubos germinales.
Para diferenciar anaerobios, si no se utiliza el método de cromatografía gas-
líquido o IFI, se debe introducir una batería bioquímica que investigue: indol,
urea, gelatina, catalasa, fermentación de hidratos de carbono, hidrólisis de almi-
dón y esculina, comportamiento en medio de infusión cerebro-corazón con
hemina, menadiona y sangre de cordero adicionada de diversas sustancias (co-
mo sales biliares, verde brillante o antibióticos), reducción de nitratos, lipasa y
lecitinasa.

SISTEMAS MULTIPRUEBAS

En los últimos años han aparecido en el mercado numerosos sistemas o equipos


multipruebas con el fin de facilitar la identificación de algunas bacterias, sobre
todo Enterobacterias, cocos G (+), microorganismos anaerobios y levaduras.
Estos sistemas proporcionan mayor comodidad y rapidez, pueden ser más bara-
tos, pero no carecen de problemas si se manejan de forma incorrecta. Todos
exigen unas condiciones muy precisas de concentración del inóculo, de inocula-
ción, de incubación y de lectura, que si no se observan pueden dar lugar a im-
portantes errores. Estos sistemas pueden ser manuales y automatizados.

SISTEMAS COMERCIALES MANUALES:

A) SISTEMA API

Se trata de una tarjeta de material plástico dividida en pequeños pocillos que


contienen diferentes substratos deshidratados, en los cuales se inocula una sus-
pensión del microorganismo a estudiar.

La lectura de los resultados se efectúa directamente, interpretando el color de


cada reacción, o tras la adición de reactivos reveladores. Con los resultados se
establece un código numérico que corresponde a una determinada especie refle-
jada en unas tablas.

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Existe disponible para la identificación de Enterobacterias, Estafilococos, Estrep-
tococos, anaerobios, levaduras y algunas bacterias exigentes.

Los resultados presentan una correlación con las pruebas clásicas superior al
90%.Su principal inconveniente radica en la incapacidad de detectar reacciones
débiles.

B) SISTEMA ENTEROTUBE

Consiste en un tubo de plástico dividido en compartimentos que contienen sus-


tratos en forma de agar. La inoculación se realiza directamente a partir de la co-
lonia, por picadura y arrastre a través de los diferentes sustratos. La lectura e
interpretación no difieren del sistema anterior.

Existe comercializado para Enterobacterias y bacterias no fermentadoras. Los


problemas de este sistema son más considerables en cuanto al inóculo, que no
siempre es uniforme, y a la conservación de los sustratos.

C) OTROS SISTEMAS

a) MICRO-ID: consta de 15 cámaras de reacción en las que hay discos de papel


impregnados de sustratos y reactivos correspondientes a cada prueba bioquími-
ca a ensayar.

b) MINITEK: es un sistema semejante al anterior. Actualmente hay más de 30


discos de sustratos diferentes.

SISTEMAS COMERCIALES AUTOMATIZADOS:

Estos suponen un importante progreso técnico, pero no están libres de proble-


mas. Además no es aconsejable que estos sistemas utilizados por alguien que
no está preparado y que confía ciegamente en el sistema sin adoptar una actitud
crítica respecto a los resultados ofrecidos por éste.

Suelen consistir en paneles en los que además de encontrarse los sustratos para
el desarrollo de diversas pruebas bioquímicas, se encuentran diversos antimi-
crobianos a distintas concentraciones, con lo que se realiza simultáneamente la
identificación y antibiograma del microorganismo objeto de estudio. Existen dis-
tintos paneles para distintos grupos de microorganismos. La inoculación y la lec-
tura de estos paneles se suele hacer de forma automática, incorporándose los
datos obtenidos en un ordenador, el cual proporciona con un índice alto de fiabi-
lidad la identificación del microorganismo.

Es obvio que ningún sistema automatizado puede ser mejor que el método de
referencia, pues ante cualquier discrepancia este último se supone correcto.

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TÉCNICAS DE HIBRIDACIÓN DE ÁCIDOS NUCLÉICOS

Una reacción de hibridación es el proceso por el que dos monocadenas de ADN,


ARN o una de ADN y otra de ARN, de distinto origen y que muestran comple-
mentariedad de bases se unen formando una molécula estable, que recibe la
denominación de híbrido.

La técnica de hibridación se basa en el apareamiento del ácido nucleico a estu-


diar con una molécula de ADN o ARN conocida y llamada sonda. Esta reacción
puede ponerse de manifiesto gracias a la incorporación de un sistema indicador
bien radioactivo o no radioactivo (colorimétrico o fluorimétrico). En la reacción
de hibridación, la unión sonda-diana se produce gracias a la formación de puen-
tes de hidrógeno entre bases complementarias (adenina-timina, guani-
na-citosina.)

Hoy día estas técnicas se están introduciendo poco a poco en la rutina de los
grandes Laboratorios de Microbiología, utilizándose con relativa frecuencia para
la detección de patógenos humanos. En estos casos, las muestras se proce-
san para la inmovilización del ácido nucleico sobre un soporte sólido y poste-
riormente se realiza la hibridación con sondas específicas para el microorganis-
mo causal de la infección. Además, la posibilidad de poder construir sondas fren-
te a cualquier región del genoma de los microorganismos permite el diagnósti-
co diferencial de subtipos. Otra gran aplicación de la hibridación es que me-
diante ella se pueden detectar genes de resistencia a antibióticos directamente
en el producto patológico, ofreciendo una alternativa al antibiograma.

Para incrementar aún más la sensibilidad ha aparecido en la actualidad un mé-


todo que permite incrementar específicamente una secuencia determinada de
ácidos nucleicos hasta un número de copias que pueda ser detectado mediante
la hibridación; es el método de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Este método permite la detección de aquellos microorganismos que se encuen-
tran en pequeño número en la muestra y, aunque por el momento está limitado
a laboratorios de investigación debido a su complejidad y alto coste económico,
parece que en un futuro aparecerán equipos comerciales que contribuirán a su
difusión.

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TEMA 16. ANTIBIOGRAMAS. TIPOS.

INTRODUCCIÓN.

Una vez aislado e identificado un microorganismo como probable agente causal


de un proceso infeccioso, se ha de estudiar que susceptibilidad presenta a los
agentes antimicrobianos. Se entiende por antibiograma la "técnica que permite el
estudio "in vitro" de la sensibilidad de los microorganismos a los agentes antimi-
crobianos (antibióticos y quimioterápicos). Tiene por objeto proporcionar datos
útiles para el tratamiento de una enfermedad infecciosa, aportando una informa-
ción valiosísima para el establecimiento de la terapéutica antiinfecciosa, aunque
para el mayor rendimiento de ésta se deben considerar también las característi-
cas del antimicrobiano, la clínica del proceso y al propio paciente que lo padece.

Independientemente del tipo de antibiograma que se realice, es fundamental par-


tir de cultivos puros para obtener resultados fiables. En general, se debe reali-
zar siempre un aislamiento y trabajar con colonias de un solo tipo de microorga-
nismo. Las técnicas realizadas a partir de cultivos mixtos casi nunca tienen valor
y pueden conducir a errores terapéuticos graves.

TIPOS DE ANTIBIOGRAMA.

Existen diversos métodos siendo los más importantes los de:

• Difusión: se realizan en medio sólido; habitualmente son cualitativos, cla-


sificando a los microorganismos en sensibles, intermedios o resistentes a
un determinado antimicrobiano.

• Dilución: son los métodos de referencia. Se pueden realizar en medio lí-


quido o en medio sólido. Proporcionan resultados cuantitativos, destacan-
do la Concentración Mínima Inhibitoria (CMI), que es la concentración
más baja de antimicrobiano que inhibe el crecimiento del microorganismo.

Existen algunas técnicas rápidas para acortar los estudios de eficacia de antimi-
crobianos, pero si es posible deben evitarse. En caso de infecciones muy peli-
grosas o si, por examen microscópico del producto patológico, se sospecha una
infección monomicrobiana, puede ser conveniente intentar determinar la suscep-
tibilidad relativa del microorganismo directamente en la muestra; pero, realmen-
te, no hay ningún método adecuado que pueda obviar el cultivo de la muestra, la
identificación del posible agente etiológico y la realización de pruebas conven-
cionales de susceptibilidad, aunque se retrase el resultado más tiempo.
Hay dos puntos clave a tener en cuenta a la hora de realizar las pruebas de sen-
sibilidad antimicrobiana. En primer lugar, es muy importante que se realicen de
modo estandarizado ya que los resultados pueden variar mucho en función de
las condiciones de trabajo (inóculo, medio de cultivo, concentración, pH); por
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este motivo se deben aplicar las normas publicadas en relación a este tipo de
pruebas. Sin embargo, hay que señalar que estas normas solo se aplican a las
bacterias aerobias y anaerobias, no habiéndose estandarizado métodos de
prueba para hongos, parásitos y virus, y no puede asegurarse la reproductibili-
dad de los resultados del mismo laboratorio o la comparabilidad con los de labo-
ratorios diferentes. En segundo lugar, los resultados de las pruebas para las bac-
terias se obtienen en el ambiente del laboratorio, que es muy diferente al medio
interno del huésped.

ANTIBIOGRAMA AEROBIO.
MEDIO DE CULTIVO.

Debe cumplir las siguientes condiciones:

• Ser de amplio espectro nutritivo, para que permita el crecimiento de la


mayoría de los microorganismos. En algunas ocasiones será necesario
añadir sangre desfibrinada o achocolatada para microorganismos muy
exigentes, pero normalmente no es aconsejable, ya que las proteínas que
llevan incorporadas ligan a los antimicrobianos, disminuyendo su acción.

• Ser de pH estable (7,2-7,4): la acidez y la alcalinidad modifican la activi-


dad de determinados antimicrobianos.

• No debe contener inhibidores de antimicrobianos: Ej.:

o Las sales de Ca y Mg que forman complejos con tetraciclinas y be-


talactámicos.
o Los glúcidos, que en medios mal tamponados podrían dar lugar a
disminución del pH.
o La sangre, ya comentada.
o Las peptonas, que inactivan a derivados sulfamídicos.
El medio de cultivo que mejor reúne las anteriores condiciones y que es apto
para cualquier tipo de antibiograma aerobio es el de Müeller-Hinton, que se uti-
liza tanto en caldo como en forma sólida.

Previamente, antes de sembrar en el medio, hay que hacer la preparación de


inóculo.

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PREPARACIÓN DEL INÓCULO.

Se prepara sembrando 4-5 colonias iguales en 5 ml de solución salina fisiológica


estéril o en caldo nutritivo o en TSB, e incubando de 2-6 horas a 35-37ºC, hasta
que el crecimiento produzca una turbidez semejante a la del estandar número
0,5 de la escala de MacFarland, el cual se prepara adicionando 0,05 ml de Cl2Ba
0,048M (1% P/V; 1,175% P/V de Cl2Ba.2H2O) a 9,95 ml de H2SO4 0,36N (1%
V/V).

Si la turbidez fuera mayor que la del estándar, se diluye con solución salina fisio-
lógica estéril o con el caldo y si fuera menor se deja más tiempo incubando.

Cuando se consigue esta turbidez, equivale a una concentración de microorga-


nismos de aproximadamente 1,5 x 108 microorganismos/ml.

Si las circunstancias lo precisan también se puede obtener el inóculo deseado


suspendiendo directamente en 5 ml de solución salina fisiológica estéril algunas
colonias procedentes de un cultivo joven, homogeneizando bien y ajustando
después la turbidez.

ANTIMICROBIANOS A ELEGIR.

Se utilizan productos de calidad con una actividad perfectamente conocida (en


microgramos o UI/ml). Los antimicrobianos utilizados en cada prueba de sensibi-
lidad se seleccionan según el tipo de microorganismo aislado o que se sospeche
y el interés terapéutico; se recomienda elegir un solo representante de los antibi-
óticos con estructura química similar y resistencia cruzada. A continuación se
expone una relación donde se indican los antimicrobianos a elegir según el tipo
de microorganismo, incluyendo los indicados para microorganismos anaerobios.
Cada laboratorio seleccionará dentro de esos grupos los que considere más
apropiados.

• Antibiograma de Staphylococcus.

Amicacina
Ampicilina o Amoxicilina
Ampicilina-sulbactam o Amoxicilina-clavulánico
Cefalosporina de primera generación (Cefalotina)
Cefalosporina de tercera generación (Cefotaxima)
Clindamicina
Cloxacilina (en Müeller-Hinton salino)
Cotrimoxazol (Sulfametoxazol-trimetoprim)
Eritromicina
Fosfomicina
Nitrofurantoína (en infecciones urinarias)
Norfloxacina o Ciprofloxacina (en infecciones urinarias)
Tetraciclina
Tobramicina

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Vancomicina o Teicoplanina

• Antibiograma de Enterobacterias

Amicacina
Ampicilina o Amoxicilina
Ampicilina-sulbactam o Amoxicilina-clavulánico
Cefotaxima
Cefoxitina
Ceftazidima
Cefuroxima
Ciprofloxazina
Cloranfenicol (para Salmonella)
Colistina (con fines taxonómicos)
Cotrimoxazol
Fosfomicina
Imipenem
Nitrofurantoína (en infecciones urinarias)
Norfloxacina (en infecciones urinarias)
Piperacilina
Tobramicina
Ticarcilina

• Antibiograma de Pseudomonas y afines.

Amicacina
Azlocilina
Aztreonam
Cefotaxima
Ceftazidima
Ceftriaxona
Ciprofloxacina
Colistina
Fosfomicina
Imipenem
Gentamicina
Ofloxacina
Norfloxacina (en infecciones urinarias)
Piperacidina
Ticarcilina
Tobramicina

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• Antibiograma de Streptococcus y otros microorganismos delicados.

Ampicilina
Cefalotina
Cefotaxima o Ceftriaxona
Ciprofloxacina
Cloranfenicol
Cotrimoxazol
Eritromicina
Fosfomicina
Imipenem
Tetraciclina
Vancomicina

• Antibiograma de anaerobios

Cefoxitina o Cefmetazol
Clindamicina
Cloranfenicol
Eritromicina
Imipenem
Metronidazol
Penicilina

INCUBACIÓN: Para todos los antibiogramas aerobios, 35-37º C durante 18-24


horas.

La lectura e interpretación de resultados se verán en cada tipo de antibiogra-


ma.

CONTROL DE CALIDAD.

Debido al gran número de variables que pueden afectar los resultados, es muy
importante realizar un riguroso control de calidad periódicamente con cepas pa-
trón de sensibilidad conocida.

ANTIBIOGRAMA POR DIFUSIÓN EN MEDIO SÓLIDO (MÉTODO DE BAUER-


KIRBY).

Se trata de un método de fácil ejecución, exacta reproducción, facilidad de lectu-


ra y fiabilidad de resultados. Por todo ello es el que se realiza rutinariamente en
la mayor parte de los pequeños laboratorios, recurriéndose también a él, en los
grandes laboratorios, cuando los resultados obtenidos por el método de dilución
en microplacas no son de total fiabilidad. Para ello se requiere que todos los de-
talles del procedimiento estén cuidadosamente controlados y sean uniformes.
Existen distintas técnicas que aplican el método de difusión en medio sólido,
siendo una de las más utilizadas la de Bauer-Kirby.

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Este método consiste en inocular una placa de agar Müeller-Hinton con el mi-
croorganismo problema y colocar sobre la superficie del medio unos discos que
contengan concentraciones determinadas de los antimicrobianos a ensayar. El
antimicrobiano difunde por el medio, produciendo un gradiente de concentración.
Esta difusión se puede pensar como una serie de anillos concéntricos, donde la
concentración del antimicrobiano disminuye a medida que aumenta la distancia
al centro del disco.

Después de la incubación, el microorganismo se desarrolla en toda la placa ex-


cepto alrededor de los discos cuyas concentraciones son inhibitorias. La distan-
cia en la que se inhibe el crecimiento del microorganismo inoculado en el medio
se denomina halo de inhibición, se mide en milímetros y es inversamente pro-
porcional a la CMI.

MEDIO DE CULTIVO.

Se emplea el agar Müeller-Hinton, repartido en placas de modo que el medio


alcance en la placa un espesor uniforme de 4 mm; si es más fino, los antimicro-
bianos tienden a difundir más en dirección lateral, aumentando el tamaño de las
zonas de inhibición; si el agar es de más de 4 mm. de espesor, se produce una
mayor difusión hacia abajo, con tendencia a estrechar artificialmente las zonas
de inhibición.

Antes de utilizar las placas se debe comprobar que no posean agua de conden-
sación y se deben dejar a temperatura ambiente hasta que alcancen la del labo-
ratorio.

INÓCULO.

La densidad del inóculo es uno de los factores que más influye en el diámetro del
halo de inhibición, existiendo una relación inversa entre la concentración del inó-
culo bacteriano y dicho halo. Por esto se debe estandarizar su preparación, lo
cual se consigue ajustando la turbidez al 0,5 de la escala de MacFarland, tal y
como ya se ha descrito.

SIEMBRA.

La inoculación se debe hacer dentro de los primeros 15 minutos después de


preparado el inóculo. Existen varios métodos de inoculación; el de Bauer-Kirby
consiste en introducir un escobillón en el inóculo ajustado, eliminar el exceso
presionando suavemente sobre las paredes del tubo y sembrar la placa por es-
triación masiva en superficie, lo más homogénea posible. Antes de colocar los
discos se deja secar la superficie. No debe transcurrir más de 10 minutos entre
la siembra y la colocación de los discos.

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COLOCACIÓN DE LOS DISCOS.

Los discos utilizados son de papel de filtro estériles de 6 mm de diámetro y con-


tienen diferentes antimicrobianos desecados a la concentración conveniente-
mente expresada (expresada en µg/ml o en UI, atendiendo a las normas de la
OMS). Se suelen comercializar en tubos de 50 unidades, algunos de los cuales
llevan un dispositivo que ayuda a la dispensación de los discos. De todas for-
mas, suele ser más cómodo y seguro colocar los discos sobre la placa con pin-
zas estériles y frías (se mantienen en alcohol y se flamean y enfrían antes de su
uso), presionando un poco sin tocar con las pinzas el medio de cultivo.

Antes de su uso se sacan del frigorífico y se dejan a temperatura ambiente unos


30 minutos.

Una vez colocados en la placa, los discos deben quedar a unos 15 mm de dis-
tancia entre si y del borde de la placa para que no se interfieran los halos de in-
hibición. En las placas de 9 centímetros de diámetro se colocaran 6-8 discos y
en las placas de 14 cm 12 discos; para microorganismos que suelan dar halos
de inhibición muy grandes, como Haemophilus sp., se deben colocar menos dis-
cos por placa.

Se debe evitar que los discos rueden por el medio al colocarlos, ya que el anti-
microbiano difundiría incontroladamente.

Existen dispensadores automáticos de discos, que llevan acoplado un tipo espe-


cial de cartucho y que permiten la dispensación de tantos discos a la vez como
cartuchos sea capaz de albergar.

Antes de incubar las placas se deben dejar reposar a temperatura ambiente


unos 10 minutos para que los antimicrobianos hagan una predifusión. A conti-
nuación se incuban a 35-37ºC durante 18-24 horas.

LECTURA E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS.

Después del período de incubación aparecen los halos de inhibición alrededor


de los discos que contienen antimicrobianos a los cuales es sensible el microor-
ganismo en estudio. Utilizando una regla, se medirá el diámetro del halo de in-
hibición en mm. Con la medida obtenida nos vamos a unas tablas que nos van a
indicar si el microorganismo es "sensible", "moderadamente sensible" o "resis-
tente". Para la interpretación de los resultados ha de tenerse en cuenta la con-
centración del disco, el microorganismo en cuestión y el medio de cultivo em-
pleado, entre otros factores.

La categoría "sensible" indica que la cepa estudiada es afectada por concentra-


ciones normales de antimicrobianos, alcanzadas en el organismo administrando
dosis habituales.

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La categoría de "sensibilidad intermedia" indica que para actuar sobre el mi-
croorganismo se debe forzar la dosis, lo cual no siempre es posible, debido a los
efectos tóxicos.

La categoría de "resistente" indica que la concentración máxima de antimicro-


biano que se puede conseguir en el lugar de la infección no es suficiente para
afectarle.

La tendencia actual es a hacer una interpretación binaria, clasificando los mi-


croorganismos en sensibles o resistentes, según el diámetro de la zona de in-
hibición sea mayor o menor que el establecido. Las respuestas intermedias que-
dan incluidas dentro de las resistentes para no inducir a errores terapéuticos.

A la hora de realizar la lectura hay que tener una serie de precauciones en ca-
sos concretos:

• Con algunos antibióticos, como las sulfamidas, aparecen bordes borrosos


del halo de inhibición y se debe medir el diámetro teniendo en cuenta la
parte exterior de dicho borde.
• En los Proteus se puede presentar invasión de la zona interior del halo de
inhibición, observándose sin embargo un borde neto. Esta invasión no hay
que tenerla en cuenta en las lecturas y el diámetro se mide considerando
dicho borde neto.
• Staphylococcus aureus presenta resistencia cruzada a todos los betalac-
támicos; esta resistencia se estudia mediante discos de oxacilina de 1 µg
o de meticilina de 5 µg, con incubación a 30ºC, o sobre Müeller-Hinton sa-
lino; las cepas resistentes a estos antibióticos deben considerarse resis-
tentes al grupo.

LIMITACIONES DEL MÉTODO y CAUSAS DE ERROR.

Pueden clasificarse en dependientes de:

* Medio: mal estado, sin ajuste de pH, volumen inadecuado de la placa.


* Antimicrobianos:
• Para los antimicrobianos que difunden lentamente en el agar los resulta-
dos pueden no ser fidedignos y se deben usar controles, aún cuando se
utilicen discos de elevado contenido para contrarrestar en cierta medida la
difusibilidad lenta.
• Causas de error: mala conservación de los discos (deben conservarse en
frigorífico, en recipientes herméticamente cerrados y con desecador), ca-
ducidad de los mismos y tiempo de demora al inocularlos.
* Microorganismos:
• Las técnicas de difusión no son aplicables a microorganismos de desarro-
llo lento; si se requiere una incubación prolongada para lograr suficiente
desarrollo y obtener una zona de inhibición detectable, el antibiótico pue-
de llegar a deteriorarse hasta el punto de producir lecturas imprecisas.

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• Estas técnicas tampoco dan buenos resultados con microorganismos muy
exigentes.
• Los métodos de difusión no son aplicables a la determinación de suscep-
tibilidad de anaerobios. El largo período de incubación necesario para la
recuperación de muchos anaerobios ha hecho difícil establecer esquemas
interpretativos fiables.
• Causas de error: lo más habitual es el exceso de inóculo. También puede
conducir a errores la utilización de cultivos viejos, la inoculación de más
de un microorganismo (colonias distintas o cultivos contaminados), la ex-
cesiva demora en la siembra y las condiciones de incubación.
* Observador: errores de lectura o excesiva demora en la misma y errores de
trascripción o interpretación de resultados.

ANTIBIOGRAMA POR DILUCIÓN.

Como ya hemos dicho, se pueden realizar en medio líquido o en medio sólido.


Mediante este tipo de antibiograma se determina la "CMI": menor concentra-
ción de antimicrobiano capaz de inhibir totalmente el crecimiento bacteria-
no "in vitro".

EN MEDIO LÍQUIDO.

Consiste en preparar una batería de tubos con distintas diluciones (concentra-


ciones crecientes) del antimicrobiano, depositar en cada tubo un inóculo de den-
sidad celular conocida y, tras incubación, ver en que tubos hay crecimiento y en
cuales no. El tubo cuya concentración de antimicrobiano sea menor y en el que
no haya crecimiento corresponde a la CMI.

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A) MEDIO DE CULTIVO: se utiliza el caldo de Müeller-Hinton o el de tripticasa soja
para aquellos microorganismos que no pueden crecer en Müeller-Hinton.

B) TÉCNICA:

• Preparar el inóculo correspondiente al 0,5 de la escala de Mac Farland.


Realizar una dilución 1/100 del inóculo, lo que equivale a 105 microorga-
nismos/ml aproximadamente.

• Añadir 1 ml de este inóculo a una batería de tubos que contengan 1 ml de


caldo de Müeller- Hinton que lleva incorporado el antimicrobiano a con-
centraciones crecientes.

• Incubar a 37º C durante 18-24 horas.

• El tubo cuya concentración de antimicrobiano sea menor y no presente


crecimiento, corresponde a la CMI.

Se debe inocular un tubo de Müeller-Hinton que se guardará en frigorífico a 4º C


como control de siembra.

C) LECTURA E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS: se considera concentración


mínima inhibitoria (CMI) la del tubo con menor concentración (mayor dilución) de
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antimicrobiano que no presente aumento de turbidez respecto al tubo testigo
guardado en el frigorífico.

MICROTÉCNICA DE DILUCIÓN EN CALDO.

Hoy día, en los laboratorios con un alto volumen de trabajo, se suele utilizar la
microtécnica de dilución en caldo, cuyo fundamento es el mismo que el del mé-
todo que acabamos de describir, diferenciándose en que la sensibilidad de los
microorganismos a distintos antimicrobianos se prueba en una serie de "pocillos"
moldeados en una placa de plástico.

Cada placa puede contener 80 o más pocillos según el número de hileras hori-
zontales y verticales.

Ej.: una microplaca que contenga 80 concavidades dispuestas en 10 hileras ver-


ticales y 8 horizontales, permite el estudio de 10 antimicrobianos diferentes, cada
uno a 8 diluciones seriadas. La microplaca se prepara colocando el volumen
adecuado de las distintas diluciones de antimicrobianos en los pocillos, si bien
existen ya en el mercado microplacas con los antimicrobianos liofilizados, prepa-
radas para su uso inmediato

A B C D E F G H
I J

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¤ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡
128 µg/ml

64 µg/ml
¡ ¡
32 µg/ml
¤ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡
16 µg/ml
¡ ¡
8 µg/ml
¤ ¤¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡
4 µg/ml
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2 µg/ml
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1 µg/ml
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¤ ¤¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡
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Una vez preparadas dichas microplacas e incubadas se observará el crecimiento


bacteriano como un botón en el fondo del pocillo.

Estudiaremos a continuación el ejemplo de la página anterior: Cada hilera verti-


cal corresponde a un antimicrobiano distinto. Las hileras horizontales correspon-
den a diferentes diluciones del antimicrobiano.

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• Observamos que en la hilera "A" con un antimicrobiano determinado [A]
hay crecimiento bacteriano en todas las concavidades. Esto significa que
el microorganismo en estudio es resistente al antimicrobiano [A] en todas
las concentraciones ensayadas, o bien, que la CMI es superior a 128
µg/ml.
• Observamos que en la hilera "B" hay crecimiento bacteriano en las seis
últimas concavidades. Esto significa que la CMI del antimicrobiano [B] pa-
ra el microorganismo en estudio es 64 µg/ml.

EN MEDIO SÓLIDO.

Este método permite también la investigación de la CMI. Tiene la ventaja de ser


de más fácil y mejor manipulación que la técnica en medio líquido. Además per-
mite realizar el estudio de varias cepas distintas por placa y descubre mejor una
contaminación.

Este método implica el uso de una serie de placas de agar Müeller-Hinton, cada
una con una diferente concentración del antimicrobiano a probar. Las diluciones
de antimicrobiano suelen oscilar entre unos límites establecidos, que van desde
0,25 µg/ml hasta 128 µg/ml, para la mayoría de los antimicrobianos, sin excep-
ciones. El antimicrobiano se añadirá al medio de cultivo después de esterilizarlo
y una vez que se haya enfriado hasta aproximadamente 50º C, en proporción
1/10 (V/V).Se procurará una distribución lo más homogénea posible, evitando la
formación de burbujas.

Paralelamente se preparan placas control sin antimicrobiano. Las placas solidifi-


cadas se guardan refrigeradas y deben utilizarse antes de una semana.

A) MEDIO DE CULTIVO: agar Müeller-Hinton suplementado con un 5% de sangre


en caso necesario.

B) TÉCNICA:

• Preparar las placas de agar Müeller-Hinton con las distintas diluciones de


antimicrobiano.
• Preparar el inóculo ajustándolo al 0,5 de la escala de MacFarland y dilu-
yéndolo al 1/10.
• Inocular: la inoculación se realiza en "gota" (sin extender) mediante un
asa calibrada que dispense 1 o 2 microlitros o con un dispositivo multidis-
pensador que deposite este volumen de muestra, del tipo del replicador
de Steers. En ambos casos, una gota de 5-8 mm de diámetro contiene la
misma concentración microbiana. Se comienza inoculando las placas de
menor concentración, dejando las placas control las últimas con el fin de
comprobar que hubo microorganismos viables en todo el procedimiento y
ausencia de contaminación. La posible invasión de Proteus se evita pre-
sionando un cilindro de vidrio en el agar que rodea la gota.

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• Las placas inoculadas se dejan reposar hasta que las gotas del inóculo se
absorben completamente, y luego se incuban a 35-37ºC durante 18-24
horas.

C) LECTURA E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS: la CMI viene dada por la


placa con menor concentración de antimicrobiano que evite el crecimiento de la
cepa investigada.

La interpretación clínica de estos resultados se traduce en que se debe lograr


alcanzar en el lugar de la infección una concentración de antimicrobiano al me-
nos igual a la C.M.I..

SISTEMAS AUTOMATIZADOS PARA PRUEBAS DE


SUSCEPTIBILIDAD.

Estos sistemas aportan un resultado que se puede clasificar en susceptible, in-


termedio o resistente o en una concentración mínima inhibitoria. Algunos siste-
mas se limitan a hacer automáticos métodos tradicionales, mientras que otros
pueden dar lecturas tras pocas horas de incubación. La mayoría utilizan un pro-
cedimiento mecanizado de inoculación de caldo sobre las diferentes concentra-

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ciones de atimicrobiano, congelado o liofilizado, y una fase de lectura y proce-
samiento de resultados; otros sistemas inoculan placas de agar con diferentes
diluciones de antimicrobiano, de forma similar a la que se utiliza con el replicador
de Steers.

La mayoría de los sistemas se basan en la comparación del crecimiento micro-


biano después de un determinado tiempo de incubación en presencia del antimi-
crobiano y el obtenido durante el mismo tiempo en su ausencia. La cantidad de
crecimiento puede determinarse utilizando transmisión o dispersión de la luz,
efectuándose los cálculos por ordenador. Para la determinación de la CMI se
emplean diferentes concentraciones del antimicrobiano.

ANTIBIOGRAMA ANAEROBIO.

Los estudios de sensibilidad frente a los gérmenes anaerobios no tienen una


eficacia y reproductibilidad igual que los destinados a los gérmenes aerobios (los
vistos hasta ahora). Por este motivo hay investigadores que recomiendan la no
utilización sistemática de estos métodos y que el tratamiento se establezca se-
gún criterios terapéuticos previamente establecidos, basados en el conocimiento
de los patrones de sensibilidad de los distintos grupos de anaerobios, y en la
probable etiología según el tipo y lugar de la infección. Hay ocasiones, sin em-
bargo en las que la gravedad del proceso o su larga duración aconsejan su reali-
zación.

Se sigue una metodología similar a la descrita para los microorganismos aero-


bios, siendo de elección el método de dilución, tanto en medio líquido como en
sólido, utilizando un medio de cultivo enriquecido en incubando en condiciones
anaerobias durante 24-72 horas.

Como ya se ha comentado anteriormente, el método de Bauer-Kirby no presenta


la utilidad que tiene en ambiente aerobio ya que las condiciones de este método
no son totalmente reproducibles en ausencia de oxígeno; así, el medio de Müe-
ller-Hinton no sirve para el crecimiento de muchos anaerobios, y tiene que utili-
zarse suplementado con sangre de cordero o de caballo, falseando esta inclu-
sión el diámetro del halo de inhibición producido por algunos antibióticos. Ade-
más, no existe una estricta correlación entre los citados halos y las CMIs. Otra
dificultad que presenta el método es que sólo es válido para microorganismos de
crecimiento rápido y la mayoría de los anaerobios no lo son.
Señalaremos, a continuación, una serie de factores a tener en cuenta antes de
efectuar estudios de sensibilidad para microorganismos anaerobios:

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MEDIO DE CULTIVO.

Para los antibiogramas anaerobios en caldo se puede utilizar el caldo infusión


cerebro corazón, el caldo Schaedler, el caldo Brucella o el tioglicolato, siendo
probablemente este último el que mejores resultados da. Estos medios deben ir
suplementados con hemina y vitamina K1 (factores de crecimiento para Bacteroi-
des fragilis). También se les puede adicionar extracto de levadura, que aportará
vitaminas, purinas y pirimidinas.

Para las técnicas en medios sólidos se suelen utilizar, además de los ya citados
previa adición de agar, el Eugón agar, el Müeller-Hinton agar suplementado con
un 5% de sangre de cordero o de caballo o el medio de Wilkins y Chalgren, es-
pecíficamente recomendado para la prueba de dilución en agar.

ATMÓSFERA DE INCUBACIÓN: La más recomendable es la que está com-


puesta por un 5% de CO2, 10% de H2 y 85% de N2. La cantidad de CO2 no debe
exceder del 10%, pues puede disminuir la acción de algunos antibióticos como
lincomicina, macrólidos y aminoglicósidos. Además, en los medios sólidos influye
rebajando el pH superficial, con la consecuente alteración del efecto de beta-
lactámicos y aminósidos.

INÓCULO.

Es prácticamente imposible precisar la cifra ideal de microorganismos para el


inóculo del antibiograma anaerobio. Sin embargo, con el fin de estandarizar, se
considera el inóculo más apropiado el que presenta una turbidez igual a la mitad
del 1 de la escala de MacFarland.

En la práctica se llega a la citada turbidez suspendiendo directamente un cultivo


joven, con menos de 72 horas, en caldo recientemente regenerado. A continua-
ción se diluye al 1/200, con el fin de obtener una concentración bacteriana situa-
da entre 105 y 106 UFC/ml (unidades formadoras de colonias /ml). La manipula-
ción puede hacerse en condiciones aerobias dentro de la primera media hora,
sin que el germen anaerobio pierda viabilidad.

PRUEBAS ESPECIALES.

Ocasionalmente una determinada situación clínica puede justificar la solicitud al


laboratorio de una prueba no habitual respecto a fármacos antimicrobianos. A
continuación se describen las pruebas no habituales que se solicitan con más
frecuencia.

DETERMINACIÓN DE LA CONCENTRACIÓN MÍNIMA BACTERICIDA.

A partir de la técnica de antibiograma por dilución en medio líquido (macro y mi-


crotécnica) se puede calcular la "CMB" (Concentración Mínima Bactericida)
que se define como la "menor concentración de antimicrobiano que mata por lo
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menos el 99,9% del inóculo original". Se pone de manifiesto sembrando con asa
masivamente en una placa de agar Müeller-Hinton los tubos que no hayan pre-
sentado turbidez e incubando a 37ºC durante 18-24 horas. En la práctica la CMB
vendrá dada por la concentración del tubo con menor concentración de antimi-
crobiano que impida el crecimiento sobre el medio sólido.

La determinación de la CMB está especialmente indicada en casos en que las


defensas del enfermo están seriamente comprometidas, prefiriéndose adminis-
trar drogas bactericidas o fungicidas. La endocarditis ha sido y sigue siendo una
de las principales indicaciones para estas pruebas. La determinación de la CMB
es también una prueba frecuentemente solicitada para pacientes de trasplante y
quimioterapia del cáncer.

PRUEBA DE LA BETALACTAMASA.

El grupo de fármacos betalactámicos engloba las penicilinas y cefalosporinas. El


mecanismo de resistencia más frecuente frente a este tipo de fármacos es la
producción de una enzima bacteriana (betalactamasa) que inactiva el fármaco al
romper el anillo betalactámico.

La prueba de la betalactamasa constituye un método rápido de establecer si un


germen que se ha aislado produce betalactamasa. En la práctica diaria se realiza
de forma rutinaria in vitro para investigar, de forma más rápida que con el anti-
biograma, la producción de betalactamasa por Staphylococcus aureus, Hae-
mophilus influenza y Neisseria gonorrhoeae. Sin embargo, hay que recordar que
a veces las bacterias son resistentes a los fármacos betalactámicos por meca-
nismos que no tienen nada que ver con la producción de betalactamasa. Por lo
tanto, un resultado positivo indica una resistencia, mientras que un resultado ne-
gativo no garantiza la sensibilidad.
La prueba se realiza exponiendo un substrato de prueba batalactámico al ger-
men durante un período que oscila, dependiendo del microorganismo y el méto-
do de prueba, entre los 10 segundos y los 60 minutos. Existen tres métodos de
uso general: el método acidométrico, el método yodométrico y el método de la
cefalosporina cromógena, pudiendo realizarse tanto con un substrato líquido co-
mo con papeles de filtro impregnados.

Quizás de estos tres métodos el más utilizado sea el de la cefalosporina cromó-


gena; la prueba se lleva a cabo añadiendo una suspensión concentrada del
germen en estudio a un substrato cromógeno amortiguado (en esta prueba, una
cefalosporina cromogénica como la nitrocefina), incubándolo durante diez minu-
tos a temperatura ambiente y observando si se produce cambio de color, que se
originaría por la ruptura de los anillos betalactámicos de la cefalosporina cromo-
génica.

ESTUDIO DE SECUENCIAS DE ADN PORTADORAS DE LA RESISTENCIA


ANTIMICROBIANA: Mediante el estudio del ADN, por sondas y actualmente
mediante tratamiento previo con la reacción en cadena de la polimerasa (PCR),
puede identificarse la presencia de secuencias responsables de resistencia a

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distintos antimicrobianos; por ejemplo, la secuencia TEM-1 es responsable de la
resistencia frente a penicilinas y cefalosporinas.

PRUEBAS DE SINERGIA ANTIMICROBIANA.

Cuando se administran dos o más fármacos antimicrobianos a un paciente, el


efecto de la combinación puede ser:

• Aditivo: cuando la actividad antimicrobiana de la combinación es la que


cabría prever sumando las actividades que presentan los fármacos por
separado.
• Antagónico: cuando la actividad de la combinación es notablemente infe-
rior a la suma de las actividades individuales.
• Sinérgico: cuando la actividad de la combinación es considerablemente
superior a la suma de las actividades individuales.

En la mayor parte de los casos la administración de fármacos de forma combi-


nada se realiza sobre la base de la experiencia descrita anteriormente. Solo en
casos muy concretos, cuando un resultado sea esencial para el tratamiento de
un paciente, es aconsejable estudiar el efecto de una combinación frente al ger-
men aislado en el propio paciente.

ACTIVIDAD ANTIBACTERIANA DEL SUERO.

En la actualidad el estudio de la actividad antibacteriana del suero es una prueba


que se realiza en pacientes con septicemia, endocarditis, osteomielitis y meningi-
tis para conocer la validez de la terapia establecida y modificarla en el caso de
que los niveles sanguíneos (séricos) sean bajos.

El propósito de esta técnica es determinar el título de actividad antimicrobiana de


la combinación suero-antibiótico contra el microorganismo aislado del proceso
infeccioso en el paciente estudiado.

La prueba bactericida del suero se realiza con muestras de suero obtenidas in-
mediatamente antes de la administración del antimicrobiano (muestra en el mí-
nimo) y 30-90 minutos de después de la misma (según la vía de administración y
el fármaco de que se trate) (muestra en el máximo). Se diluyen los sueros utili-
zando como diluyente medio de cultivo líquido (BHI, caldo de Müeller-Hinton su-
plementado con Ca++ y Mg++) o preferiblemente suero humano acumulado caren-
te de antimicrobianos ya que permite mantener una concentración constante de
las proteínas séricas en cada tubo. A continuación se añade una suspensión de
turbidez estandarizada del germen aislado en el paciente a cada tubo de dilución
de suero y a un tubo control que no contiene actividad antimicrobiana.

La densidad de microorganismos en cada tubo debe ser de aproximadamente


5x105 UFC/ml. Los tubos se incuban a 35ºC durante 20 horas en una atmósfera
apropiada para el germen, se agitan para exponer a los microorganismos a la

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actividad antimicrobiana que pueda haber escapado a la exposición previa al
adherirse a las paredes del tubo, y se vuelven a incubar otras cuatro horas.

En este punto se determina el título inhibitorio del suero, identificando la dilución


máxima del suero que inhibe el crecimiento visible del microorganismo. Los tu-
bos que no presentan crecimiento visible se subcultivan en agar sangre o agar
chocolate y se incuban durante 24 horas. Se cuenta el número de colonias de
cada subcultivo y se determina el título bactericida del suero, identificando la
máxima dilución del suero que provoca la muerte de al menos el 99,9% del inó-
culo original.

Actualmente, de forma general, se considera adecuada una dosificación de anti-


biótico que de un título bactericida máximo ≥32 y mínimo ≥8.

DETERMINACIÓN DE LAS CONCENTRACIONES DE ANTIMICROBIANOS


EN LOS LÍQUIDOS DEL ORGANISMO.

La determinación del nivel de antimicrobiano en el suero u otro líquido corporal


está indicada en los siguientes casos:

• Fármacos antimicrobianos (ej.: aminoglucósidos, cloranfenicol) que tienen


unos márgenes de concentraciones terapéuticas-tóxicas estrechos o se
acumulan rápidamente hasta alcanzar concentraciones tóxicas en los pa-
cientes con disfunciones renales o hepáticas.
• Pacientes donde no se ha demostrado el efecto clínico previsto; el fracaso
del tratamiento podría deberse a comportamiento particular del antimicro-
biano en ese paciente o a efectos del paciente, microorganismo o antimi-
crobiano que pueden desviar o anular la acción del antimicrobiano.
• Tratamiento de infecciones locales severas.
• Situaciones donde la enfermedad subyacente del paciente es tal que
puede suponerse que el antibiótico debe hacer algo más que eliminar ru-
tinariamente el microorganismo.

La mayoría de las determinaciones de los niveles de antimicrobianos se realizan


con inmunoensayos instrumentados rápidos. Los inmunoensayos desarrollados
para el control de las drogas son mucho más específicos que los bioensayos y
además tienen la ventaja de proporcionar los resultados en unas pocas horas,
sin requerir una incubación hasta el día siguiente.

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DIÁMETRO ESTANDAR Y CORRELACIÓN APROXIMADA CON LA CMI
ANTIMICROBIANO Carga Diámetro en milímetros Correlación con CMI
en mcg/ml
R MS S R S
A. nadilíxico y pipemídico 30 mcg ≤ 13 14-18 ≥ 19 ≥ 32 ≤ 12
Amicacina 30 mcg ≤ 14 15-16 ≥ 17 ≥ 32 ≤ 12
Ampicilina (Enterobacterias) 10 mcg ≤ 11 12-13 ≥ 14 ≥ 32 ≤8
Ampicilina para enterococos 10 mcg ≤ 16 - ≥ 17 ≥ 16 ≤4
Ampicilina para estafilococos 10 mcg ≤ 28 - ≥ 29 ßlactamasa ≤ 0,2
Ampicilina para estreptococos 10 mcg ≤ 21 22-29 ≥ 30 ≥4 ≤ 0,1
Ampicilina para haemophilus 10 mcg ≤ 19 - ≥ 20 ≥4 ≤2
Azlocilina 75 mcg ≤ 14 15-17 ≥ 18 ≥ 256 ≤ 64
Aztreonan 30 mcg ≤ 17 - ≥ 26 ≥ 32 ≤8
Cafaclor para haemophilus 30 mcg ≤ 18 19-23 ≥ 24 ≥ 32 ≤8
Cefalosporinas 30 mcg ≤ 14 15-17 ≥ 18 ≥ 32 ≤8
Ciprofloxacina 5 mcg ≤ 16 17-20 ≥ 21 ≥4 ≤1
Clindamicina 2 mcg ≤ 14 15-16 ≥ 17 ≥2 ≤1
Cloranfenicol 30 mcg ≤ 12 13-17 ≥ 18 ≥ 25 ≤ 12
Cloranfenicol (haemophilus) 30 mcg ≤ 25 26-28 ≥ 29 ≥8 ≤4
Colistina 10 mcg ≤8 9-10 ≥ 11 ≥4 -
Cotrimoxazol 25 mcg ≤ 10 11-15 ≥ 200 ≥35
Eritromicina 15 mcg ≤ 13 14-17 ≥ 18 ≥8 ≤2
Fostomicina 50 mcg ≤ 11 12-14 ≥ 15 - -
Gentamicina 10 mcg ≤ 12 13-14 ≥ 15 ≥8 ≤6
Imipenem 10 mcg ≤ 14 - ≥ 16 ≥ 16 ≤4
Meticilina 5 mcg ≤9 10-13 ≥ 14 - ≤3
Netilmicina 30 mcg ≤ 12 13-14 ≥ 15 ≥ 32 ≤8
Nitrofurantoína 300mcg ≤ 14 15-16 ≥ 17 ≥ 100 ≤ 25
Norfloxacina 10 mcg ≤ 14 - ≥ 17 ≥ 16 ≤4
Ofloxacina 5 mcg ≤ 14 - ≥ 16 ≥8 ≤2
Oxacilina 1 mcg ≤ 10 11-12 ≥ 13 - ≤1
Oxacilina para neumococos 1 mcg ≤ 19 - ≥ 20 - ≤ 0,06
Penicilina para estafilococos 10 UI ≤ 28 - ≥ 29 ßlactamasa ≤ 0,1
Penicilina para estreptococos 10 UI ≤ 19 20-27 ≥ 28 ≥4 ≤ 0,1
Piperacilina (Enterobacterias) 100mcg ≤ 14 15-17 ≥ 18 ≥ 256 ≤ 64
Piperacilina para pseudomonas 100mcg ≤ 17 - ≥ 18 ≥ 128 ≤ 64
Rifampicina 5 mcg ≤ 16 17-19 ≥ 20 ≥4 ≤1
Tetraciclina 30 mcg ≤ 14 15-18 ≥ 19 ≥ 16 ≤4
Ticarcilina para enterobacterias 75 mcg ≤ 14 15-19 ≥ 20 ≥ 128 ≤ 16
Ticarcilina para pseudomonas 75 mcg ≤ 14 - ≥ 15 ≥ 128 ≤ 64
Tobramicina 10 mcg ≤ 12 13-14 ≥ 15 ≥8 ≤6
Vancomicina 30 mcg ≤9 10-11 ≥ 12 - ≤5

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TEMA 17.- CONTROLES DE CALIDAD INTERNOS
Y EVALUACIÓN EXTERNA DE LA CALIDAD.

INTRODUCCIÓN
En un sentido amplio, el control de calidad en los laboratorios debe hacerse
siempre extensivo a cualquiera de sus aspectos clínico y de laboratorio, ya que
en la práctica resulta difícil considerarlos de forma aislada o independiente.

Debe procurarse ante todo una correcta recogida de los especímenes de san-
gre, su adecuada manipulación y el empleo de los métodos más fiables. Ello
obliga, por tanto, al mantenimiento periódico de los instrumentos analíticos y a
una verificación sistemática de la calidad de las técnicas y sus correspondientes
reactivos mediante la ayuda de especímenes y muestras control adecuados y
de procedencia garantizada. Finalmente, el laboratorio debe también velar por la
claridad y corrección en la forma de expresar los resultados al objeto de facilitar
en todo momento su interpretación clínica.

En los laboratorios, el empleo cada vez más extendido de autoanalizadores ha


contribuido de manera decisiva no sólo a incrementar la rapidez en la obtención
de los análisis, sino fundamentalmente a mejorar la exactitud y precisión de los
resultados. Asimismo, la posibilidad de obtener de forma sistemática parámetros
que, por el carácter engorroso de su determinación manual, sólo se suministra-
ban esporádicamente ha significado una gran mejora en el diagnóstico diferen-
cial de numerosas situaciones patológicas.

Como contrapartida, tales instrumentos precisan una atención técnica permanen-


te, por cuanto un fallo en su calibración o pequeñas variaciones intrínsecas del
sistema pueden repercutir de manera decisiva sobre un número muy elevado de
resultados.

El control de calidad en los laboratorios tiene especial importancia para todas


aquellas técnicas fundamentales en el diagnóstico clínico en general. Aunque
estos parámetros, hoy día, son determinados de forma sistemática por diversos
autoanalizadores, alguno de ellos a partir de una misma muestra de sangre, los
laboratorios con reducido volumen asistencial continúan empleando los métodos
convencionales o manuales donde el colorímetro, la centrífuga y el microscopio
ocupan aún un lugar destacado.

Este instrumental, aunque simple y reducido, precisa, al igual que los autoanali -
zadores, un control de calidad periódico, por lo que en modo alguno debe con-
fundirse control de calidad con automatización.

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CONCEPTOS BÁSICOS

La realización de controles de calidad en el laboratorio clínico presupone el co-


nocimiento de una terminología básica sin la cual resulta difícil interpretar el sig-
nificado de los resultados obtenidos.

Exactitud. Es la aproximación de una medida a su valor real. Un método exacto


es, por tanto, aquel que suministra una medida correcta o real del parámetro
analizado. Lo contrario es la inexactitud. El valor real de una medida se obtiene
cuando se emplean métodos de referencia seleccionados por su calidad en
comparación con otros, de acuerdo con unos criterios emitidos por organismos
internacionales y reactivos de calidad garantizada.

Precisión. Se define como la aproximación del valor de una medida a sí mismo,


cuando se realizan varias determinaciones de la misma empleando el mismo
método. Para conocer la precisión de una medida no es necesario conocer su
valor real, ya que lo único que interesa es el grado de variación obtenido des-
pués de realizar varias determinaciones de la misma (reproductibilidad de la me-
dida).

Error. Es la desviación de una medida con respecto a los criterios de exactitud y


precisión. La inexactitud no debe acompañarse forzosamente de imprecisión y
viceversa. Así, un método puede ser exacto pero impreciso, o preciso pero inex-
acto o ambas cosas a la vez (Figura 1).

El error puede ser de dos tipos: aleatorio o sistemático. El error aleatorio obede-
ce a causas difíciles de determinar, que casi siempre surgen de forma esporádi-
ca (fallo técnico al tomar una medida). Por el contrario, el error sistemático suele
obedecer a causas fáciles de identificar, por cuanto se repite siempre de la mis-
ma manera (deficiente calibración de los instrumentos analíticos, errores siste-
máticos en la preparación de reactivos y otros).

Dispersión. Corresponde a la variabilidad de una medida alrededor de su valor


medio. La dispersión de una medida se determina mediante dos parámetros:
media aritmética ( X) y desviación estándar (DE). La media aritmética es el co-
ciente entre la suma de todos los valores individuales (X) y el número total de los
mismos (N). Ejemplo: Si para una medida se obtienen 10 valores diferentes, 5, 8,
6, 6, 7, 8, 7, 7, 9 y 7, la media aritmética de la misma será:

5+8+6+6+7+8+7+7+9+7
X= =7
10

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Exactitud y pre- Inexactitud y pre-
cisión cisión
Situación ideal Error sistemático

Exactitud e impre- Inexactitud e im-


cisión precisión
Error aleatorio Error aleatorio

El valor de X se conoce simplemente como media o valor medio de un conjunto


de valores y debe diferenciarse de la moda y la mediana.

La moda corresponde al valor de conjunto que se repite con mayor frecuencia.


En el ejemplo anterior la moda es 7.

La mediana es el valor situado en medio de una serie de valores ordenados nu-


méricamente. En el ejemplo anterior, las cifras ordenadas numéricamente son 5,
6, 7, 8 y 9, por lo tanto la mediana es 7.

Cuando, como en el ejemplo citado, la media aritmética, la moda y la mediana


tienen el mismo valor, se dice que la población estudiada presenta una distribu-
ción normal o gaussiana.

La desviación estándar (DE) es la raíz cuadrada de la varianza (V), siendo ésta


el cociente entre la suma de los cuadrados de las diferencias entre cada valor
individual (Xi) y la media aritmética y los grados de libertad (número de observa-
ciones menos uno).

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Así, en el ejemplo anterior, el valor de la DE sería de 1,15, y el de la varianza (V)
de 1,33:

Prueba Xi Xi-X (Xi-X)2


1 5 -2 4
2 8 +1 1
3 6 -1 1
4 6 -1 1
5 7 0 0
6 8 +1 1
7 7 0 0
8 7 0 0
9 9 +2 4
10 7 0 0
?(Xi-X)2= 12
N = 10 ?Xi = 70

70
X= =7
10

?(Xi-X)2 12
V= = = 1,33
N–1 9

DE = V = 1 , 33 = 1,15

Coeficiente de variación. Corresponde al valor de la desviación estándar (DE)


expresada en tanto por ciento de la media.

DE x 100
CV (%) =
X

En el ejemplo anterior, el valor de CV sería:

1,15 x 100
CV = = 16,4 %
7

Histograma. Es la representación gráfica del número de valores obtenidos para


un determinado parámetro y proporciona una imagen de la distribución de fre-

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cuencias (Figura 2). Cuando el número de valores es muy elevado, el histograma
se transforma en una curva continua (curva de distribución).

80

70

60
Frecuencia (%)

50

40

30

20

10

0
10 30 50 70 90
Actividad Enzimática

Figura 2. Histograma.

Intervalo de confianza. El intervalo de confianza se define como un conjunto de


valores dentro de los cuales está situada la media verdadera. En general, el in-
tervalo de confianza mínimo corresponde al 95 %, es decir, la probabilidad de
que el valor medio sea el verdadero es del 95 % o uno de cada veinte valores
obtenidos puede hallarse fuera de los límites de confianza. En una distribución
normal el límite de confianza mínimo corresponde a todos los valores incluidos
dentro de las dos desviaciones estándar de la media (2 DE).

Patrones, muestra de referencia y controles. Un patrón es una sustancia cu-


yas características han sido analizadas mediante procedimientos físicos o quími-
cos y a la cual se le ha asignado un determinado valor. Los patrones pueden ser
de dos tipos: a) nacionales y b) internacionales.

Los patrones internacionales son elaborados únicamente por la Organización


Mundial de la Salud (OMS) o el Comité Internacional de Estandarización en
Hematología (ICSH). La finalidad de los patrones internacionales es suministrar
un valor de referencia, con el cual se contrasta el valor de los patrones elabora-
dos por las diferentes organizaciones nacionales de control de calidad (patrones
nacionales).

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Una muestra de referencia es una sustancia estable elaborada de acuerdo con
las características de un patrón nacional o internacional y que normalmente es
utilizada para controlar la exactitud de una determinada técnica. Cuando la
muestra de referencia se emplea para calibrar un instrumento analítico o para
ajustar una medida a su valor verdadero, recibe el nombre de calibrador.

Un control es una muestra con características similares a los especímenes pro-


blemas que se emplean para verificar la precisión o reproductibilidad de un mé-
todo o técnica y ocasionalmente pueden servir para calibrar instrumentos, si se
conoce el valor verdadero de la medida que se quiere controlar.

En hematología es muy común el empleo de controles constituidos por suspen-


siones de células sanguíneas (humanas o de animales) para la calibración de los
analizadores destinados a la determinación de los parámetros básicos (recuen-
tos, hemoglobina, hematocrito e índices eritrocitarios secundarios). En general,
dichas suspensiones celulares tienen propiedades físicas similares a los espe-
címenes de sangre total humana y son preparadas por diferentes firmas comer-
ciales, que las recomiendan para la calibración de sus propios instrumentos. Da-
do que estas muestras control comerciales vienen convenientemente valoradas,
es decir, se conoce el valor de los parámetros que hay que controlar, son nor-
malmente utilizadas para verificar no sólo la precisión, sino también la exactitud
de los autoanalizadores (calibración). Esta función hace que normalmente se las
conozca también como “calibradores”, aunque en realidad tal denominación sea
incorrecta debido a la inexistencia de un patrón de referencia internacional de
sangre total estabilizada.

SISTEMÁTICA DE CONTROL DE CALIDAD EN LOS LABORATORIOS

El control de calidad en un laboratorio clínico debe considerar siempre la doble


vertiente: interna y externa.

El control de calidad interno ser realiza diariamente en cada laboratorio mediante


empleo de especímenes control propios o comerciales y tiene como finalidad
asegurar la fiabilidad de los métodos e instrumentos. El control de calidad exter-
no se realiza periódicamente (en general cada mes) y en él participan otros mu-
chos laboratorios, que al analizar un mismo espécimen controlan así la exactitud
de los métodos que emplean en la realización de las técnicas.

CONTROL DE CALIDAD INTERNO

El control de calidad interno tiene como finalidad verificar la exactitud y precisión


de los diferentes métodos o técnicas diagnósticas empleadas. Para ello es nece-
sario el uso de controles y patrones.

Debe hacerse extensivo no sólo a la metodología empleada en la realización de


las diferentes técnicas, sino también a todo el proceso que se extiende desde la
preparación del material que hay que utilizar y la extracción y manipulación de

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las muestras de sangre hasta su procesamiento y entrega de resultados. Asi-
mismo, debe incluir el control periódico de los reactivos, recipientes e instrumen-
tos que se emplean tanto para las técnicas manuales como para las automatiza-
das.

Para controlar la fiabilidad de las técnicas utilizadas para determinar los paráme-
tros básicos, se suelen emplear muestras control comerciales. Este tipo de con-
troles son en la actualidad ampliamente utilizados para la calibración de autoana-
lizadores, por lo que se denominan también calibradores. Con todo, los controles
comerciales, pese a su indudable utilidad, presentan diversos inconvenientes:

• No controlan la metódica utilizada en la extracción y preparación de los


especímenes de sangre que hay que utilizar.
• Son fácilmente reconocidos por el personal técnico del laboratorio, por lo
que suelen recibir un tratamiento especial y, por tanto, distinto al de los
restantes especímenes del día.
• Son relativamente caros, lo que hace difícil su adquisición para determi-
nados laboratorios.

Por todo lo mencionado, los controles comerciales pueden ser sustituidos por
muestras control elaboradas en el mismo laboratorio. En este caso, el valor ver-
dadero de los parámetros que hay que controlar debe determinarse previamente
mediante los llamados métodos de referencia.

En general, el control de calidad interno de parámetros básicos se consigue me-


diante el empleo combinado de muestras control comerciales y especímenes
propios que se utilizan como controles. Los primeros son utilizados para verificar
la calibración de los autoanalizadores y la exactitud de los valores suministrados
por los mismos métodos u otros a lo largo del día. Los especímenes control pro-
pios deben ser elegidos al azar y se utilizan para verificar la reproductibilidad de
los resultados correspondientes. Si tales especímenes no han de ser utilizados
para verificar la exactitud de los métodos, no es indispensable la determinación
del valor real de los parámetros que hay que controlar.

CONTROL DE CALIDAD EXTERNO

Gracias a la labor de diferentes organismos internacionales, la práctica de con-


troles de calidad interlaboratorios o externos mejoran la exactitud de los resulta-
do suministrados por los diferentes laboratorios.

En Europa existen varios programas de control de calidad externo que se aplican


a nivel local, regional y nacional, permitiendo apreciar de una manera mucho
más precisa las posibilidades o limitaciones de cada laboratorio participante en
relación a los restantes que intervienen en el mismo programa y comprobar su
propio nivel metodológico dentro del conjunto.

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La complejidad de estos programas de control de calidad viene dada por la mul-
tiplicidad de técnicas e instrumentos que pueden emplearse en la determinación
de un mismo parámetro y por el número de parámetros evaluados.

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TEMA 18.- RECOGIDA DE LA MUESTRA.
MÉTODOS DE IDENTIFICACIÓN.

Como requisitos mínimos la muestra que llega al laboratorio deberá contener la


siguiente información:

* Nombre y apellidos
* Fecha de nacimiento
* Número de identificación de la muestra, o del paciente o de la hoja de petición
* Número de la sala (remitente, nombre del médico peticionario)
* Fecha y hora de la toma de la muestra (día, hora, min.)

Todas las personas involucradas en los procedimientos diagnósticos son cons-


cientes del problema de la identificación de las muestras. La confusión en los
nombres, peticiones, muestras o resultados de las pruebas de los pacientes
puede tener serios efectos sobre el tratamiento del paciente y podría, por lo ta n-
to, considerarse como una «mala praxis». Este capítulo resume brevemente la
situación actual en la identificación de muestras y pacientes durante la fase pre-
analítica.

¿Nombre o número?
Cuando un paciente es admitido en un hospital, tiene que ser identificado por
mucha gente, incluyendo enfermeras, facultativos, técnicos y otras personas. Lo
mismo ha de ser válido para cualquier muestra tomada del paciente y trasladada
al laboratorio del propio hospital u otro laboratorio externo.

La comunicación entre todas las partes del proceso diagnóstico requiere la trans-
ferencia de esta identificación del paciente. El uso del nombre y apellidos para
identificar un individuo ha demostrado ser insuficiente para asegurar la transfe-
rencia correcta de la identidad. El nombre, apellidos y la fecha de nacimiento es
la combinación de información usada más frecuentemente para la identificación.
A fin de reducir la cantidad de información manejada, en muchos hospitales se
destina al paciente un número.

Este número no puede ser utilizado para ningún otro individuo. Idealmente, este
número se imprime junto con el nombre sobre cualquier pedido, muestra e infor-
me. Los números de la sala, habitación y cama pueden ser una ayuda adicional.
Esto es especialmente útil si la extracción de muestras no se hace por la misma
persona que pide los exámenes de laboratorio clínico.

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Alternativamente, un paquete de etiquetas autoadhesivas preimpresas con la
identificación del paciente pueden facilitarse en el momento de la admisión al
hospital.

Los métodos de identificación

A la llegada al laboratorio, el paciente ha de ser identificado a partir de la infor-


mación facilitada. Esto puede hacerse visualmente leyendo el nombre y sala de
la etiqueta y de la hoja de petición, transfiriendo esta información a las planillas
de laboratorio y a todas las alícuotas de la muestra. La fase siguiente requiere la
generación de un sistema de subnumeración que vincule al individuo y el día de
la obtención de las muestras (comúnmente no más largo de tres de dígitos).

Muchas instituciones, sin embargo, usan medios electrónicos para transferir da-
tos de identificación: esto puede hacerse en línea usando el sistema informático
del hospital, que transfiere los datos básicos del paciente junto con la petición
directamente al sistema informático del laboratorio. En este caso, las muestras
que llegan al laboratorio tienen que estar vinculadas a una hoja de petición de-
terminada por el código de barras o un sistema de código alternativo fijado a las
muestras.

Recientemente, se han sugerido sistemas más sofisticados que se utilizarán am-


pliamente en el futuro: un código de barras bidimensional, código de puntos o
chips fijados a la muestra que pueden contener toda la información necesaria
incluyendo la petición y la información sobre el paciente.

Identificación de la muestra en el laboratorio, forma directa res-


pecto a la indirecta

La identidad del paciente se vincula inequívocamente al recipiente de la muestra


en el punto de extracción o recolección de la misma, siempre que la muestra
primaria se mantenga a lo largo de todo el proceso analítico. Esto necesita sepa-
radores suero/plasma para mantener la muestra de trabajo (plasma o suero) en
el tubo de muestra primario (sangre) y de esta forma ser identificado directamen-
te por el lector del analizador.

Si el lector no está disponible o se hacen alícuotas la muestra original, puede


usarse un dispositivo que automáticamente defina las posiciones de cada mues-
treo en cada uno de los analizadores utilizados. Este tipo de identificación se
llama identificación indirecta (por localización). Mientras que los mecanismos
directos de identificación permiten identificar la muestra en cualquier momento y
posición, la identificación indirecta por la posición puede hacerse únicamente con
la ayuda de una lista numerada de posiciones o un sistema informático de labo-
ratorio.

Además, cualquier porción alícuota tiene el peligro inherente de una confusión


adicional entre muestras.

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Recomendación:

• Cualquier muestra deberá identificarse inequívocamente antes de ser


procesada.
• Los procedimientos de identificación directa de muestras primarias debe-
rían usarse preferentemente a la identificación indirecta y subdivisión de
la muestra en alícuotas, para reducir los errores en la identificación.
• Cualquier muestra cuya identidad y origen no esté suficientemente docu-
mentada deberá separarse a una forma estable (suero, plasma), guardar-
la en el refrigerador y completar la información omitida antes de procesar-
la.

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TEMA 19.- TRANSPORTE DE MUESTRAS.
EFECTOS DEL TIEMPO Y TEMPERATURA
DURANTE EL TRANSPORTE.

Los efectos del tiempo y temperatura durante el transporte

El traslado de muestras al laboratorio clínico puede realizarse de diferentes ma-


neras. Normalmente, los tiempos de traslado son cortos cuando el laboratorio se
ubica cerca, o en las mismas instalaciones clínicas y no representa ningún pro-
blema.

Figura 1
Efecto del tiempo y la temperatura de almacenamiento sobre la concentración de diversos com-
ponentes del suero de sangre coagulada sin anticoagulante.
(•) 4° C, (•) 23 ° C, (•) 30 ° C

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Sin embargo, el tiempo transcurrido desde la extracción de la sangre a la centri-
fugación, no debería exceder de una hora. Algunos procedimientos de medida
requieren aditivos especiales tales como fluoruro de sodio/oxalato para medir la
concentración de lactato o borato de sodio serina EDTA para medir la concentra-
ción de amonio. La medición de la concentración de hemoglobina en el plasma
requiere la manipulación cuidadosa de la muestra de con EDTA.

El traslado al laboratorio puede realizarse bien mediante un mensajero, o bien


mediante un sistema de reparto por tubo neumático.

Los adelantos actuales en los sistemas de este último tipo aseguran un traslado
cuidadoso con el fin de evitar la hemólisis. Tales muestras pueden usarse para
medir magnitudes bioquímicas, hematológicas o para la realización de gasome-
trías.

Si por alguna razón técnica se requiere un traslado de la muestra a larga distan-


cia (p. ej. por correo o mensajeros de laboratorio), debería evitarse hacerlo con
las muestras de sangre. La Figura 1 muestra la influencia de la temperatura y
duración del almacenamiento de muestras de sangre coagulada sobre algunas
magnitudes

La liberación de ión potasio desde los eritrocitos es mínima a temperatura am-


biente debido a la actividad de la ATPasa intercambiadora de Na+/K+ depen-
diente de la temperatura. Este efecto aumenta tanto a 4° C como por encima de
30º C.

Las concentraciones de glucosa disminuyen con el aumento de temperatura,


mientras que con el fosfato se observa el fenómeno opuesto, ya que las fosfata-
sas del plasma y los eritrocitos aumentan la concentración de este compuesto.
Como se ha demostrado en la Figura 1, la duración del almacenamiento a una
temperatura determinada es un factor importante. Si una muestra de sangre se
almacena durante 2 h a 23° C, las concentraciones de glucosa disminuyen
aproximadamente un 10 por ciento.

En las muestras patológicas los efectos de tiempo y temperatura comúnmente


observados pueden presentar desviaciones. La disminución dependiente del
tiempo de la concentración de glucosa en las muestras de sangre es mayor en
las leucocitosis.

Del mismo modo, el aumento de la concentración de amonio dependiente del


tiempo está más acentuado en muestras con la concentración catalítica de ?–
glutamiltransferasa elevada. Los anticuerpos pueden alterar las concentraciones
de las células sanguíneas en función de la dependencia de la temperatura que
tengan dichos anticuerpos.

Las concentraciones de muchos componentes bioquímicos tales como electróli-


tos, sustratos o enzimas no resultan afectados por un tiempo de transporte de
envío de hasta cuatro días.

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Las concentraciones de hemoglobina y de eritrocitos son también estables. Se
observan diferencias importantes en la fracción de volumen de los eritrocitos en
la sangre («hematocrito»), el volumen entítico de los eritrocitos (VCM) y la con-
centración de bilirrubina en el plasma. Un examen fiable de los distintos leucoci-
tos requiere que la preparación de la extensión de sangre se realice dentro de
las 3 horas siguientes a la toma de la muestra.

Transporte de muestras
Cuando es necesario enviar sangre u otros fluidos corporales humanos a un la-
boratorio distante, se han de cumplir ciertas normas de seguridad. Además, tiene
que conservarse la integridad de la muestra para asegurar su correcto examen.
Las muestras deben enviarse en recipientes que «sean resistentes a la filtración,
golpes y cambios de presión, y
otras condiciones que puedan
incidir en la manipulación
ordinaria que se realiza en el
transporte».

La Asociación Internacional de
Transporte Aéreo (IATA)
requiere que en el exterior de
paquete se escriba «Muestras
diagnósticas». En los Estados
Unidos, las regulaciones de la
Occupational Safety and Health
Administration (OSHA) (Ad-
ministración de Salud y
Seguridad Laboral) requieren
que se adhiera al paquete una
etiqueta de biorriesgo.

Las muestras deberán empaquetarse de una manera tal que puedan resistir las
condiciones ambientales (temperatura y presión) a que puedan ser sometidas
durante el transporte.

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Debe evitarse la exposición de muestras a la luz directa con el fin de proteger a
los componentes sensibles a la luz,
tal como la bilirrubina. Idealmente,
deberían llevar varias capas de
embalaje, con un recipiente primario
con cierre que debería introducirse
en un recipiente secundario que a
su vez debería ponerse dentro un
recipiente exterior, como se
representa en la Figura 2. Debe
ponerse siempre un material
absorbente entre los recipientes
primario y secundario para asegurar
que se absorba cualquier derrame
durante el transporte.

Se debe utilizar una bolsa


impermeable para asegurar que los
documentos que acompañen esa
muestra no serán dañados por
cualquier filtración o derrame de la
misma.

Las muestras de sangre seca sobre


papel de filtro deberán enviarse en
una envoltura de papel recio
introducido en un sobre con precinto
sellado para asegurar que los
manipuladores del envío estén
protegidos de la exposición a la
sangre seca, además de asegurar la
integridad de la muestra durante el
transporte.

Figura 2. Empaquetado de muestras para


el transporte

Para enviar muestras congeladas y refrigeradas, son adecuados materiales ais-


lantes tales como un recipiente de poliestireno. Para la congelación puede utili-
zarse hielo seco. LEAKAGE, NOTIFY

Deben tomarse precauciones para asegurar que el recipiente empaquetado con


hielo seco sea capaz de liberar el dióxido de carbono gaseoso para evitar una
sobrepresión que podría ocasionar el estallido del paquete.

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TEMA 20.- EL ALMACENAMIENTO DE MUESTRAS
EN EL LABORATORIO. SISTEMAS DE
CONSERVACIÓN.

10 reglas y algunas recomendaciones


1. El procedimiento está regido por la estabilidad de los componentes de la
muestra. Las causas más importantes que pueden ocasionar alteraciones
en la calidad de la muestra son:

• Metabolismo de las células sanguíneas


• Evaporación o sublimación
• Reacciones químicas
• Descomposición microbiológica
• Procesos osmóticos
• Efecto de la luz
• Difusión de gases

2. Un transporte rápido y un corto tiempo de almacenamiento mejoran la fia-


bilidad de los resultados de laboratorio.
3. Las muestras se conservan más tiempo almacenadas en frigorífico (¡pero
hay notables excepciones!).
4. Las muestras deberían almacenarse siempre en recipientes cerrados
(¡evaporación!).
5. El peligro de evaporación también existe en los refrigeradores (condensa-
ción de humedad sobre los elementos de enfriamiento).
6. Los problemas de almacenamiento se reducen si se usan sistemas dese-
chables de tomar muestras.
7. Los agentes de separación (p. ej. Geles separadores) mejoran los rendi-
mientos de suero o plasma y permiten que estos puedan mantenerse en
los tubos originales encima de la sangre (89).
8. Evite sacudir los recipientes de muestra (¡sistemas de distribución de tubo
neumático!): riesgo de hemólisis.
9. Almacenar siempre verticalmente los recipientes de muestra que contie-
nen sangre; el proceso de la coagulación se acelera.
10. Etiquete el material infeccioso y manéjelo con especial cuidado.

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8 reglas especiales y algunas recomendaciones más úti-
les
1. Evite el almacenamiento de la sangre. Las muestras de sangre deberían
llegar al laboratorio dentro de los 45 min siguientes a su recolección, a fin
de asegurar que la centrifugación y separación de la muestra se efectúa
dentro de la primera hora.

2. Evite la glicólisis para mantener estables las concentraciones de glucosa


y de lactato y el pH. La glicólisis puede evitarse por la adición de un in-
hibidor junto con un anticoagulante.

3. Evite el efecto de la luz de otra manera habrá una disminución en las con-
centraciones de bilirrubina, ascorbato, porfirinas, creatinacinasa y folatos.

4. Reduzca el contacto con el aire tanto como sea posible. Si no se hace es-
to, la evaporación o la sublimación darán como resultado un aumento
aparente en la concentración de todos los componentes no volátiles. Este
es particularmente el caso cuando el volumen de la muestra es relativa-
mente pequeño y el área de superficie es relativamente grande.

5. La sangre no debería almacenarse en el refrigerador. Cuando la orina se


enfría, las sales pueden precipitar (fosfato de magnesio y calcio, urato).

6. Para ciertos componentes, las muestras no deberían congelarse. Esta


congelación puede redundar en resultados erróneos para los siguientes
componentes:

Ejemplos de componentes de la sangre y la orina que no deben


almacenarse congelados
Muestra Componentes
Suero o plasma: Lipoproteínas
(fracciones electroforéticas
Lipoproteína X
Apolipoproteína A-I y B
Colesterol de LDL
(prevenida por la adición de glicerol)
Monómeros de fibrina en el plasma
Sangre con EDTA Células sanguíneas
Orina IgG
Sedimento
Urato (¡precipitaciones!)

7. Una descongelación adecuada. La homogeneización inadecuada de las


muestras congeladas después de la descongelación es una fuente muy
común de error. Durante la descongelación se producen gradientes de
concentración que van desplazándose desde las soluciones concentradas
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que primero funden hacía las capas inferiores por las paredes del reci-
piente. Por tanto, después de la descongelación, la muestra deberá inver-
tirse varias veces, evitando la formación de espuma. Con especial aten-
ción sobre los materiales no disueltos, disolviéndolos por calentamiento
suave si fuera necesario.

8. El almacenamiento de las muestras después de su examen se debe reali-


zar de tal manera que permita la confirmación de los resultados, la com-
probación de la identidad de las muestras o la realización de exámenes
adicionales por razones médicas o legales.

Tiempo y condiciones de almacenamiento recomendadas para mues-


tras tras ser examinadas
Muestra para Tiempo almacena- Temperatura
miento
Bioquímica: 1 semana Refrigerador
Inmunología: 1 semana Refrigerador
Hematología: 2 días Temperatura ambiente
Coagulación: 1 día Refrigerador
Toxicología: 6 semanas Refrigerador
Grupo sanguíneo: 1 semana Refrigerador

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TEMA 21.- PREPARACIÓN DE LAS MUESTRAS.
PROCESADO Y CENTRIFUGACIÓN.

¿Qué ha de hacerse a la llegada de una muestra?

Centrifugación

La centrifugación de la sangre coagulada para obtener suero debería realizarse


después de haberse asegurado de que la sangre ha coagulado. Normalmente, el
tiempo de espera para que la sangre coagule es aproximadamente de 30 min.
Sin embargo, los pacientes que están con una terapia anticoagulante, o aquellos
con deficiencias en la coagulación tendrán una coagulación retrasada.

La centrifugación de sangre coagulada para obtener suero o de sangre anticoa-


gulada para obtener plasma se realiza típicamente entre 1000 y 1200 g durante
10 a 15 min. En las pruebas de coagulación, la sangre citratada debería centrifu-
garse a 2000 g durante 15 min.

La centrifugación se realiza comúnmente entre 20 y 22° C. Sin embargo, para


algunos componentes que son lábiles durante la centrifugación a temperatura
ambiente, especialmente si durante la centrifugación aumenta la temperatura, las
muestras deberían centrifugarse a temperatura refrigerada (4° C). Sin embargo,
la refrigeración puede conducir a la filtración de ión potasio desde la célula, au-
mentado el valor de su concentración en el plasma.

Las muestras no deberán


volverse a centrifugar después
de la obtención de suero o
plasma. La alteración de la
relación entre el agua
plasmática y la celular puede
afectar la concentración de los
componentes, y así, introducir
errores. Las muestras con una
barrera de gel nunca deben
volverse a centrifugar.
Figura 1
El tiempo y la fuerza centrífuga
aplicada al sedimento de sangre
heparinizada debería ser tal que
no deje plaquetas en la capa de
plasma. Un fracaso al conseguir
la sedimentación completa de plaquetas producirá aumentos inadecuados en la

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concentración de ión potasio, lactato-deshidrogenasa, fosfatasa ácida y fosfato
procedentes de las plaquetas remanentes en el plasma (Figura 1) de la muestra.

La Figura 2 muestra el control visual del plasma después de la centrifugación a


diversas velocidades.

Los tubos de micromuestra con o sin anticoagulantes pueden centrifugarse para


obtener suero o plasma en una microcentrífuga con un adaptador que acepte
estos tubos. La centrifugación de tales tubos de recolección de micromuestras se
realiza a velocidades que van desde las 6000 a las 15000 g durante un mínimo
de 90 s.

Figura 2

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TEMA 22.- ASPECTOS DE SEGURIDAD EN EL
MANEJO DE MUESTRAS BIOLÓGICAS.

Los pasos para garantizar la seguridad son primordiales para la protección de la


salud pública de los trabajadores.

En este capítulo, se discute específicamente la eliminación de muestras, agujas,


tubos, y productos químicos.

Eliminación de agujas y otros objetos cortantes


La eliminación de todos los objetos cortantes y punzantes tales como agujas se
realiza mediante su colocación en recipientes herméticos, resistentes a la pun-
ción, con las etiquetas y el código de color apropiados.

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Deberá evitarse reenfundar los objetos punzantes, así como doblar y romper las
agujas. Sin embargo, si fuese necesario el reencapuchar, deberá usarse o bien
una espátula de un solo uso, o preferentemente, un dispositivo para reencapu-
char.

Están disponibles dispositivos simples de reencapuchar, que permiten al flebo-


tomista reenfundar la aguja con un riesgo mínimo de daño por punción.

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Eliminación de tubos y muestras
Los tubos de recolección de la muestra que contienen sangre y que son destina-
dos a su eliminación deberán colocarse en bolsas de biorriesgo que puedan re-
sistir procesos de esterilización en autoclave. Estas bolsas deberían ponerse en
recipientes a prueba de fugas que luego deben cerrarse de forma hermética.

Los fluidos corporales voluminosos tales como orina, vómitos, heces y otros flui-
dos corporales pueden ser eliminados por vertido al inodoro. Los recipientes de
fluidos, tales como bolsas de sangre, deberán incinerarse después de colocarlos
en recipientes de desechos biopeligrosos.

Productos Químicos
Los residuos químicos pueden ser inflamables, corrosivos, reactivos y tóxicos.
Ejemplos de residuos químicos inflamables incluyen líquidos volátiles combusti-
bles tales como solventes orgánicos (p. ej., etanoles, acetona, xileno, tolueno,
etc.), oxidantes tales como peróxidos y sales de nitrato y gases combustibles
tales como butano, silano e hidrógeno. Estos materiales deben marcarse con las
etiquetas apropiadas de tóxicos y peligrosos.

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No está recomendada la eliminación de disolventes combustibles a través de un
fregadero o el inodoro. Si tales solventes son fácilmente solubles en agua, podrí-
an, ser eliminados en pequeñas cantidades por vertido a un desagüe, seguido
por grandes cantidades de agua. Lo mejor es recoger los disolventes inflamables
en bidones de seguridad y almacenarlos en una cabina de almacenamiento pre-
vio a la recolección por un gestor de residuos autorizado. El éter y los disolve n-
tes clorados se deberán recoger en latas separadas. Los otros disolventes pue-
den combinarse en una sola.

Ejemplos de disolventes corrosivos son los ácidos fuertes tales como ácido sulfú-
rico, clorhídrico, y fosfórico y bases tales como hidróxido de amonio.

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No deben usarse productos químicos tóxicos, corrosivos e inflamables como
conservantes en la fase preanalítica.

Nunca se ha de agregar orina a ácidos concentrados. Dichos ácidos deberán ser


diluidos añadiéndolos lentamente, dejándolos resbalar por las paredes del con-
tenedor de orina. La eliminación de ácidos fuertes y materiales corrosivos deberá
hacerse preferentemente por vertido al fregadero, dejando correr el agua fría del
grifo, a continuación, en cantidades abundantes contaminación para la capa de
agua.

Para estar bien informado sobre los productos químicos peligrosos, cada labora-
torio deberá tener un archivo de hojas de datos de seguridad del material que
enumere las propiedades peligrosas de cada producto químico, y que pueden
consultarse fácilmente en casos de emergencia o cuando haya duda con respec-
to a la naturaleza del riesgo.

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TEMA 23. GESTIÓN DE RESIDUOS SANITARIOS.
CLASIFICACIÓN, TRANSPORTE, ELIMINACIÓN
Y TRATAMIENTO.

Los avances tecnológicos en el campo de la atención al paciente, tiene como


contrapunto un incremento notable del volumen y diversidad de residuos sanita-
rios. La clasificación, transporte, eliminación y tratamiento y su gestión han pla n-
teado a nuestras organizaciones sanitarias numerosos problemas. Hoy, los cen-
tros sanitarios gestionan de forma diversa y con desigual oportunidad los resi-
duos clínicos y no cabe duda de que una parte considerable de forma poco justi-
ficada (normativas legales escasas, contradictorias y confusas).

¿Qué situación tiene nuestro país respecto a los Residuos sani-


tarios?

En España carecemos en el ámbito estatal de un marco legal actualizado que


regule la eliminación de residuos sanitarios. Así la Ley 42/75 sobre desechos y
residuos sólidos indica que los residuos generados como consecuencia de las
actividades sanitarias en hospitales, clínicas y ambulatorios deben ser conside-
radas como residuos sólidos urbanos; por tanto, su recogida y su tratamiento son
competencia de los Ayuntamientos, dejando a cada administración local la deci-
sión de los reglamentos, clasificación y el tratamiento de los residuos generados.
En 1986, esta ley fue modificada por el Real Decreto legislativo 1163/1986 para
adaptarse a la Directiva Comunitaria 75/442/CEE de 1975. Posteriormente el
Real Decreto 833/88 por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución de
la Ley 20/86 de residuos tóxicos y peligrosos, completó la mencionada ley 42/75.

En España, desde los años 90, se ha realizado un gran esfuerzo, al menos legis-
lativo, en la regulación de los residuos sanitarios. Hoy 12 de las 17 Comunidades
Autónomas, han preparado decretos específicos referentes a ellos. Debe tam-
bién mencionarse, aunque son anteriores, los intentos llevados a cabo por dife-
rentes Ayuntamientos como Madrid, Barcelona, Burgos, etc. con sus Ordena n-
zas Municipales, y los realizados por el SAS con sus Manual de Gestión Interna
de Residuos Sanitarios, así como proyectos llevados acabo por la iniciativa pri-
vada (Proyecto Clinhos, Instituto Cerdá), para organizar y tratar de dar una cohe-
rencia a la gestión de estos residuos, por lo que podemos afirmar que, aún fal-
tando una legislación nacional, se ha tratado de regularizar este tipo de residuos.

Riesgos de los Residuos Sanitarios


La aproximación al hipotético riesgo infeccioso de los residuos sanitarios, exige,
al menos, la consideración acerca de los de los factores necesarios para produ-

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cir la enfermedad entre los que se encuentran: carga microbiana, la resistencia
del huésped, la puerta de entrada del agente patógeno y la virulencia o la capa-
cidad real del patógeno de producir una enfermedad.

Los riesgos de transmisión de enfermedades infecciosas a través de los residuos


procedente de estos enfermos infecciosos, requieren buscar las evidencias epi-
demiológicas de tal riesgo. Los riesgos son remotos.

Evidencias epidemiológicas
El riesgo para el profesional sanitario que usa equipos o instrumental en el cam-
po de la atención al paciente y el riesgo para el personal que manipula el residuo
sanitario, es decir ese material ya desechado, es distinto.

Existen datos en la literatura científica que confirman la existencia de casos de


transmisión ocupacional, principalmente Hepatitis B, C y VIH/ SIDA, adquiridos
por TAS (Trabajador de Atención a la Salud - enfermería, médicos, técnicos de
laboratorio, etc.) como consecuencia de un accidente durante la atención medica
a un paciente fuente positiva de tales enfermedades.

Tabla. Casos definidos de transmisión ocupacional de VIH/SIDA declarados a nivel mun-


dial.

País Número %

E.E.U.U 49 58,34
Francia 10 11,90
España 5 5,95
Italia 4 4,76
Reino Unido 4 4,76
Alemania 2 2,38
Bélgica 2 2,38
Confederación 1 1,19
Helvética
Otros países 7 8,34

TOTAL 84 100,0

Tomada y adaptada de: De Andrés R y Nájera R: Algunos aspectos de la expo-


sición ocupacional a VIH en la atención de salud en el mundo. 1996

De igual forma, se conocen, las diferentes categorías profesionales, el tipo de


exposición y los instrumentos que han intervenido en la transmisión ocupacional
de esta enfermedad. Los pinchazos con agujas son los mas frecuentes (91,4%);
cortes con escalpelo o bisturí representan el 4,3%, cortes con vidrio (material de
laboratorio) el 2,9%, siendo en un caso desconocido.

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Tabla. Casos definidos de infección por VIH-1 adquirida ocupacionalmente. Distribución
por tipo de ocupación o categoría profesional.
Categoría Profesional u Ocupación Nº (%)
Personal de enfermería 40 46,62
Médico clínico (no cirujano) 7 8,34
Médico cirujano 1 1,19
Técnico de laboratorio clínico 17 20,24
Técnico de laboratorio no clínico 3 3,57
Técnico de cirugía (instrumentista) 2 2,38
Técnico de diálisis 1 1,19
Terapeuta respiratorio 1 1,19
Auxiliar de enfermería/auxiliar de
1 1,19
salud
Gobernanta/personal de
lavandería/mozo/personal de 3 3,57
mantenimiento
Otros, sin especificar 8 9,52
TOTAL 84 100,00

Fuente: De Andrés R y Nájera R: Algunos aspectos de la exposición ocupacional


a VIH en la atención de salud en el mundo. 1996

Tabla Instrumentos de Transmisión Ocupacional de VIH. EE.UU.(*) y EUROPA (Abril


1996)**

INSTRUMENTO EE.UU. EUROPA


Agujas 39 25 (Pinchazo)
1 (Corte con objeto
Escalpelo 1
agudo)
Vidrio 2 -
Desconocido? 1 -

*Cardo, D. Comunicación Personal. Mayo 1996. (Centers for Disease Control and Prevention.
Atlanta. Georgia)
** De Andrés R y Nájera R: Algunos aspectos de la exposición ocupacional a VIH en la atención
de salud en el mundo.

Así, podemos concluir que:

• La transmisión de la enfermedad no se ha producido por contacto con ob-


jetos no punzantes o cortantes (sábanas, guantes, etc.).

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• No existe ningún caso en la literatura científica de infección VIH/SIDA ad-
quirida por manipulación de residuos sanitarios.

• Es muy importante resaltarse el hecho de que más del 95% de los porta-
dores de VIH/SIDA no están hospitalizados y que el material potencial-
mente contaminado procedente de estos pacientes (jeringuillas, agujas,
etc.), se elimina sin protección, incluidos en los residuos sólidos urbanos,
comportando pues, mayor riesgo de transmitir VIH/SIDA y cualquier otra
enfermedad ya que por lo general el número de portadores (personas sin
la enfermedad clínica pero con la misma capacidad infectiva que un en-
fermo y por lo tanto más peligrosos desde el punto de vista sanitario), es
mayor que el de enfermos, llegando a veces a la relación 10/1 (10 porta-
dores por 1 enfermo) e incluso mayor.

• No conocemos en la literatura científica ninguna evidencia o caso publi-


cado de infección asociada a la manipulación de residuos entre los traba-
jadores de las empresas externas que se dedican a la gestión de este tipo
de residuos.

Un segundo aspecto relacionado en la búsqueda de la evidencia de los riesgos


de los residuos sanitarios lo aportan los distintos estudios microbiológicos de
carga microbiana en los residuos sanitarios versus residuos domésticos:

Diferentes estudios científicos, en los que se han estudiado las cargas bacteria-
nas o recuentos de bacterias totales, han puesto en evidencia que en los resi-
duos sanitarios procedentes de hospitales grandes y pequeños, recogidos en
diferentes unidades de hospitalización, así como en clínicas privadas, compara-
dos con los residuos domésticos, dan como resultado que la carga bacteriana,
(concentración de bacterias), es mayor en los residuos domésticos que en los
hospitalarios, con independencia de su procedencia.

Media aritmética de la concentración total por tipo de hospital y consulta privada


en residuos sanitarios y residuos domésticos. (colonias / gramo de residuo)

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Microorganismos
FUENTE Totales

HOSPITAL GRANDE:

C.I. Quirúrgicos 1,5 x 106


Hospitalización Quirúrgica 6,3 x 106
Hospitalización Médica 8,5 x 106
Pediatría 5,9 x 106
Quirófano 6,3 x 105

HOSPITAL PEQUEÑO:
C.I.Quirúrgicos
7,4 x 105
Hospitalización Quirúrgica 1,8 x 107
Hospitalización Médica 2,7 x 106
Quirófano 2,9 x 104

CONSULTAS PRIVADAS:

Médico General 1,3 x 106


Dermatología 1,9 x 107
Pediatría 1,0 x 107
Dentista 1,5 x 104

RESIDUO DOMÉSTICO O 3,0 x 108


URBANO

Esta mayor concentración de bacterias en los residuos domésticos se mantenía


incluso cuando se diferenciaban los diferentes grupos de bacterias que compo-
nían los residuos en: aerobios, coliformes, E. Coli, Gram positivos, estreptococos
grupo D y anaerobios facultativos.

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Tabla. Media aritmética de la concentración total y por tipo de microorganismos en resi-
duos sanitarios y residuos domésticos. (colonias / gramo de residuo)

Gérmenes Bacterias Estreptococos Hongos


Totales Gram Ne- Grupo D Y
gativas Levaduras

HOSPITAL
GRANDE

C.I. Quirúrgi- 1,5 x 106 1,5 x 105 4,4 x 103 2,3 x 103
cos
Hospitalización
Quirúrgica 6,3 x 106 1,8 x 106 2,9 x105 2,8 x103
Hospitalización
Médica 8,5 x 106 1,2 x 106 8,3 x 104 1,2 x 102
Pediatría 5,9 x 106 6,9 x 106 1,3 x 106 1,8 x 103
Quirófano 6,3 x 105 1,3 x 104 6,9 x 103 8,1 x 102

HOSPITAL
PEQUEÑO

C.I. Quirúrgi- 7,4 x 105 2,4 x 104 1,5 x 104 4,0 x 102
cos
Hospitalización
Quirúrgica 1,8 x 107 1,7 x 104 6,1 x 105 8,3 x 103
Hospitalización
Médica 2,7 x 106 1,4 x 104 5,5 x 104 7,9 x 103
Quirófano 2,9 x 104 8,5 x 104 2,8 x 102 2,5 x 103

RESIDUO
DOMESTICO 3,0 x 108 6,3 x 107 6,9 x 106 6,5 x 105
O URBANO

Por lo tanto puede concluirse que:

• Los casos documentados transmisión profesional se han producido dentro


de los centros sanitarios, como consecuencia de la atención sanitaria di-
recta a pacientes.
• No existe ningún caso documentado de VIH/SIDA se ha debido a la ma-
nipulación de residuos sanitarios.
• Los casos de infección recogidos en la literatura científica se han produci-
do por material punzante.

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• El riesgo de infección por residuos sanitarios, sin objetos punzantes, es
prácticamente inexistente.
• La carga bacteriana, por tanto el potencial patógeno, de los residuos sani-
tarios es menor que el de los residuos domésticos.
• No existe ninguna evidencia de que los residuos sanitarios sean una
amenaza para la salud pública en general.
• El mayor riesgo proviene de la utilización privada de jeringuillas (ADVP,
diabéticos, asistencia domiciliaria, etc.).
• En la literatura científica no hay evidencias de casos de infección por ma-
nipulación de residuos sanitarios entre los trabajadores de empresas ex-
ternas que se dedican a la gestión de los mismos.

Por lo tanto. La mejora de la gestión los residuos sanitarios, exige:

1. Homogeneizar la denominación, clasificación y definición de los residuos


sanitarios.
2. Facilitar la segregación, envasado, almacenamiento y transporte interno.
3. Unificar los criterios de gestión extracentro: (transporte y eliminación o tra-
tamiento).
4. Establecer un plan de gestión de los residuos en los centros sanitarios y
no sanitarios.

A cada una de estas propuestas que reflejan los aspectos prioritarios a tener en
cuenta a la hora de gestionar este tipo de residuos.

CLASIFICACIÓN Y DEFINICIÓN DE LOS RESIDUOS


SANITARIOS.

Residuo sanitario es el que se genera como resultado o a consecuencia de una


actividad sanitaria bien médica, farmacéutica o veterinaria en cualquiera de sus
ámbitos: asistenciales, docentes o investigadores.

Se consideran incluidos, entre otros, hospitales, centros de especialidades, cen-


tros de salud, clínicas públicas y/o privadas, consultorios, consultas, centros uni-
versitarios y / o de formación, farmacias, laboratorios clínicos (biológicos, anato-
mopatológicos, microbiológicos), laboratorios farmacéuticos, laboratorios indus-
triales y cualquier centro en el que se realice actividad sanitaria médica, farma-
céutica o veterinaria.

CLASIFICACION

Definición:

Grupo I o Clase A) Residuos Generales o Urbanos.

Sin ningún tipo de contaminación específica, están regulados por la Ley 42/75
sobre desechos y residuos sólidos urbanos y el RD 1163/86 que la adapta a la

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directiva Comunitaria 75/422/CEE. Son pues aquellos generados en donde no se
realiza actividad propiamente sanitaria, tales como oficinas, comedores, cocina,
cafetería, salas de espera, almacenes etc. Incluyen papel, cartón, vidrio, restos
de comida, restos de jardinería, mobiliario, metales etc.

Grupo II o Clase B) Residuos Biosanitarios Asimilables a Urbanos (RBU)

Son aquellos que no pueden eliminarse mediante sistemas propios de los resi-
duos sólidos urbanos, sino con tratamiento de incineración o desinfección. Inclu-
ye a todos aquellos que no estén definidos en el Grupo biosanitarios especiales
o Específicos. Está constituido por residuos tales como material de curas, yesos,
filtros de hemodiálisis, vendajes, gasas, tabuladuras, guantes y otros desecha-
bles quirúrgicos, bolsas de sangre vacías etc.

Grupo III o Clase C) Residuos Biosanitarios especiales (RBE)

Son los productos biológicos y todo material de contacto con estos productos,
con excepción de las aguas residuales. En esta clase se incluyen aquellos resi-
duos con capacidad potencial de producir contagio y/o toxicidad para los trabaja-
dores sanitarios o por razones de ética y estética. Están constituidos por resi-
duos de pacientes con infecciones altamente virulentas y erradicadas, Residuos
de pacientes con infecciones de transmisión oral-fecal, Residuos de pacientes
con infecciones de transmisión por aerosoles, filtros de diálisis de pacientes in-
fecciosos, residuos punzantes o cortante, independientemente de su origen, cul-
tivos y reservas de agentes infeccioso, residuos de animales infecciosos de ex-
perimentación, cantidades importantes de líquidos corporales, especialmente
sangre humana, residuos anatómicos humanos reconocibles

Grupo IV o Clase D) Residuos Químicos

Residuos tipificados en normativas especiales: Residuos Químicos aquellos con-


templados en la Ley 20/1.986 Básica de Residuos Tóxicos Peligrosos. Es el ma-
terial de desecho contaminado con productos químicos que le confieren el carác-
ter de residuo tóxico y peligroso. Se gestión queda regulada por el RD 833/1988.

Los más importantes están constituidos por los Citotóxicos o cistostáticos en los
que importante recordar que debe ser diferenciada su eliminación final y por su
importancia cuantitativa y su especificidad sanitaria. También se sitúan en este
grupo el formaldehido, compuestos de revelado, disolventes, mercurio, medica-
mentos caducados, reactivos de laboratorio y un amplio grupo como son: com-
puesto oxidante, desinfectante, pilas, gases de anestesia, aceites lubricantes,
pinturas, lámparas fluorescentes, pesticidas, fibras de amianto, estabilizadores
de material médico, etc.

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Grupo V o Clase E) Residuos Radiactivos

Son residuos Radiactivos aquellos contaminados por sustancias radiactivas cuya


eliminación es competencia exclusiva de la Empresa Nacional de Residuos Ra-
diactivos (ENRESA), de acuerdo con el Real Decreto 1522/84.

Grupo VI o Clase F) Restos anatómicos y humanos de entidad

Los cadáveres y los restos humanos de entidad suficiente, procedentes de abor-


tos, mutilaciones y operaciones quirúrgicas. Su gestión queda regulada por el
RD 2263/1974 sobre Policía Sanitaria Mortuoria

Grupo VII o Clase G) Aguas Residuales

Son líquidos que por su composición pueden ser vertidos a la red de saneamien-
to. Las ordenanzas municipales establecen las condiciones que deben reunir las
aguas que se vierten a la red de saneamiento.

SEGREGACION, ENVASADO, ALMACENAMIENTO Y TRANSPORTE


INTERNO

El criterio que debe priorizarse es el de la correcta separación-segregación en


los centros, que se realizará sobre la base de la clasificación de los grupos defi-
nidos.

Residuos Grupos Urbanos y Biosanitarios asimilables a urbanos: pueden acum u-


larse en un mismo envase ambos tipos de residuos. Deberán separarse de todas
las demás clases de residuos.

Los envases para estos residuos deben cumplir las especificaciones oportunas
(Normas Europeas): Bolsas con opacidad, impermeabilidad, resistencia etc. Si
se utilizan bolsas de plástico serán de galga mínima 200, volumen no superior a
70 litros. Color negro. (Iguales que las utilizadas para la recogida doméstica).
Estos residuos se podrán compactar etc.

Los residuos Biosanitarios Especiales: Acumulación separada de todas las de-


más Clases o Grupos y en envases o contenedores rígidos exclusivos de un solo
uso de color amarillo y sin posibilidad de apertura una vez cerrados, etiquetados
con el Pictograma BIORIESGO.

Los Residuos Grupo Químicos Para Citostáticos utilizar envases similares de


color rojo y que contengan únicamente este tipo de residuos (Citostáticos), por
tanto deben separarse del resto de los residuos de este tipo III, etiquetados con
el Pictograma CITOTÓXICO), deben prepararse en un local destinado a tal efec-
to y con las medidas de seguridad adecuadas. Otras características de los enva-
ses: Cumplir con las Normas Europeas, volumen máximo 60 litros de capacidad,
estanqueidad, opacidad, resistencia etc. Para contener agujas, bisturís, objetos

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cortantes etc, podrán tener diferentes volúmenes de capacidad en función de las
necesidades de cada área.

Transporte Interno

Cada centro productor establecerá dentro de su programa de gestión los circui-


tos más acordes con sus necesidades, así como las características de los carros
de transporte, su limpieza periódica, horarios de recogida etc., minimizando el
riesgo para la salud de los pacientes, personal y de los visitantes.

Almacenamiento

En un local adecuado de fácil limpieza, ventilación adecuada, estanco, señaliza-


do, con capacidad suficiente de acuerdo al volumen de producción, la frecuencia,
características y condiciones de la recogida.

GESTIÓN EXTRACENTRO ( TRANSPORTE Y ELIMINACIÓN O


TRATAMIENTO)

Corresponde a la Consejería de Medio Ambiente de cada comunidad autónoma


que debe regular, autorizar y supervisar el correcto cumplimiento de las normas
establecidas para cada una de las operaciones que forman parte de la gestión
en el exterior de los centros sanitarios.

A.- Transporte Externo de los Residuos Biosanitarios Asimilables a Urba-


nos

La recogida y el transporte externo de los Residuos Urbanos y Biosanitarios asi-


milables a urbanos, podrán acumularse juntos, deberá efectuarse, como mínimo,
con las mismas precauciones que son de aplicación a los residuos sólidos urba-
nos.

Los Ayuntamientos están obligados a su recogida, transporte y eliminación ex-


terna, en las condiciones que estipula la Ley 42 / 1.975 de Desechos y Residuos
Sólidos Urbanos.

B.- Transporte Externo de los Residuos Biosanitarios Especiales

En vehículos autorizados que cumplan la normativa vigente sobre transporte de


mercancías por carretera. Los gestores de estos residuos deben tener la/s auto-
rizaciones correspondientes para su transporte según la normativa del Ministerio
de Medio Ambiente y las que cada Comunidad Autónoma establezca como pro-
pias.

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C.- Tratamiento y Eliminación

Grupo o Clases Residuos Generales y Residuos Biosanitarios Asimilables a Ur-


banos.

Su tratamiento y eliminación deberá respetar, como mínimo, los mismos requisi-


tos técnicos, operativos y de seguridad que la normativa vigente exija con carác-
ter general para los Residuos urbanos.

Grupo o Clase Residuos Biosanitarios Especiales

Dada la particularidad de este tipo de residuos, sería oportuno que su tratamien-


to y eliminación cumpla con los siguientes criterios:

• Que no se incluyan en ningún programa de reciclado, neutralización o va-


lorización.
• Deberán ser obligatoriamente incinerados, esterilizados o desinfectados.
Las modernas tecnologías que aparezcan y que garanticen la correcta
eliminación de estos residuos, deberán estar validadas y autorizadas por
los organismos competentes.
• La incineración de los Residuos Biosanitarios Especiales deberá cumplir
la normativa vigente sobre la incineración de este tipo de residuos. En su
defecto deberá cumplir los siguientes requisitos mínimos:
o La carga del horno se realizará sin que exista ninguna manipula-
ción directa de los residuos por parte de los operarios, y sin que se
produzca la rotura de los envases que contienen los residuos, de
forma que no exista contacto directo de los residuos con ningún
elemento mecánico exterior al horno. Deben introducirse directa-
mente en la tolva de la carga del horno, sin pasar por la fosa de re-
cepción.
o Deberán cumplirse todas las especificaciones técnicas y operativas
establecidas en la normativa vigente sobre incineración de resi-
duos sólidos urbanos en instalaciones de más de tres toneladas
por hora de capacidad.
o Ser de funcionamiento continuo.
o Tener una capacidad superior a tres toneladas por hora.
o El contenido de inquemados en las escorias propias de la incinera-
ción de residuos sólidos urbanos no debe ser superior al 3 por 100.
o La carga de los residuos biosanitarios especiales debe hacerse du-
rante el funcionamiento normal del horno. Deben excluirse, por ta n-
to, las fases de encendido en enfriamiento del horno.
o Para los citotóxicos se alcanzarán temperaturas de 1.200º C.
o El funcionamiento de estas plantas de incineración será autorizado
por el órgano autonómico competente.

Se entiende por desinfección de residuos sanitarios especiales aquella tecnolo-


gía que garantice: la eliminación de las formas vegetativas de bacterias, mico-

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bacterias, hongos y esporas de hongos que elimine los virus y que elimine las
esporas del Bacillus Antracis.

La tecnología aplicada en todo proceso de desinfección cumplirá los objetivos


definidos en este apartado. Será autorizado por el órgano autonómico competen-
te.

Al menos, trimestralmente deben ser realizadas pruebas de control microbiológi-


co para comprobar el grado o eficacia de la desinfección y de la esterilización en
toda la masa del residuo según normas UNE.

Los resultados de estos análisis deberán quedar reflejados en un documento de


control y seguimiento y siempre disponible a requerimiento de las autoridades
competentes.

Grupo o Clase Residuos Químicos Citotóxicos

Dado el problema que plantea la neutralización química y el riesgo que para los
manipuladores externos y el medio ambiente, acompaña a este tipo de residuos,
como ya he comentado, se propone la incineración como forma obligada de eli-
minación en las condiciones descritas en el apartado anterior sobre incineración
de Residuos Sanitarios Específicos.

Grupo o Clase Restos Anatómicos y Cadáveres

Este tipo de restos serán gestionados según lo establecido en el Reglamento de


la Policía Sanitaria Mortuoria en el Decreto 2263/1974 y según las normativas
autonómicas existentes al respecto de restos anatómicos y cadáveres.

Sin perjuicio de lo establecido por la legislación especial vigente sobre obtención


de piezas anatómicas por trasplante y utilización de cadáveres para fines cientí-
ficos y de enseñanza, el destino final de todo cadáver será uno de los tres si-
guientes:

• Enterramiento en lugar autorizado.


• Incineración.
• Inmersión en alta mar.

También tendrán uno de los destinos expresados en el párrafo anterior, los res-
tos humanos de entidad suficiente y procedente de abortos, mutilaciones y ope-
raciones quirúrgicas, sin otro requisito en el orden sanitario, que el certificado
facultativo en que se acredite la causa y procedencia de tales restos.

Cuando el médico que lo extienda deduzca la existencia de posibles riesgos de


contagio, lo pondrá inmediatamente en conocimiento de la Dirección Provincial
de Sanidad de la Consejería de Salud correspondiente, que adoptará las medi-
das oportunas.

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PLAN DE GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN LOS CENTROS SANITARIOS (Y
NO SANITARIOS):

Todo Centro Sanitario debe disponer de:

A.- Plan General de minimización en el que se definan los tipos de residuos, su


clasificación, separación, acondicionamiento, circuito de transporte interno, al-
macenamiento y tratamiento si lo realiza individualizado, así como acciones a
tomar para implantar esta minimización.

El término reducción en muchas ocasiones se utiliza como minimización y aun-


que la más simple y eficaz medida para reducir el volumen de residuos es intro-
ducir una clasificación o definición de los mismos que sea clara y fácil de enten-
der así como establecer y aplicar criterios comunes referidos especialmente a
aquellos residuos que por sus especiales características requieran un envasado,
transporte y tratamiento diferenciado, en nuestra opinión la minimización de resi-
duos es prioritaria e inaplazable ya que la política de Residuos de la Unión Euro-
pea lo contempla en la Directiva 75/442, el 5º Programa de Medio Ambiente, la
Directiva 91/C 190/ 01 relativa a los Envases y sus residuos, así como la Directi-
va 94/62, DOCE L, 365.

La minimización debe entenderse en el concepto más amplio de “prevenir la ge-


neración de residuos“ y este nuevo enfoque, para los residuos sanitarios, incluye
actuaciones a llevar a efecto por el hospital, por los proveedores o fabricantes y
por el Estado o Comunidad Autónoma.

B.- Plan de Contingencia y medidas de prevención de riesgos para todo el per-


sonal (manipulador y no manipulador)

Se deberá contemplar un Plan de Contingencia y Medidas de Prevención de


Riesgos, según los establecido mediante la Ley 31/95 del 8 de Noviembre de
Prevención de Riesgos Laborales.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales tiene por objeto promover la seguri-


dad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desa-
rrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del
trabajo.

Esta Ley establece los principios generales relativos a la prevención de los ries-
gos profesionales para la protección de la seguridad y de la salud, la eliminación
o disminución de los riesgos derivados del trabajo, la información, la consulta, la
participación equilibrada y la formación de los trabajadores en materia preventi-
va.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales regula las actuaciones a desarrollar


por las Administraciones Públicas, así como por los empresarios, los trabajado-
res y sus respectivas organizaciones representativas.

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Por tanto debe existir una normativa acorde con lo establecido en la Ley de pre-
vención de Riesgos Laborales y con este Plan en donde estén recogidas y escri-
tas las medidas que han de ponerse en práctica ante determinadas circunstan-
cias, (Roturas, salpicaduras, inoculaciones etc.), y otras tales como actuación
inmediata en suelos y superficies, registros, protocolos de control y seguimiento,
profilaxis etc. del trabajador que sufra algún accidente o incidente con este tipo
de residuos, así como la dotación y equipamiento para la protección individual y
las vacunaciones obligatorias de este personal que, al menos deberían ser, fren-
te a tétanos y hepatitis B.

C.- Se deberá contemplar un Plan de Gestión de Envases y Residuos de Enva-


ses Farmacéuticos, clínicos y hospitalarios.

Atendiendo al objeto y ámbito de aplicación de la Ley de envases y residuos de


envases (BOE Nº 99 de 25/4/97), hay que tener en cuenta que hay que prevenir
y reducir el impacto sobre el medio ambiente de los envases y la gestión de los
residuos de envases a lo largo de todo su ciclo de vida.

Para alcanzar los anteriores objetivos se establecen medidas destinadas, como


primera prioridad, a la prevención de la producción de residuos de envases, y en
segundo lugar, a la reutilización de los envases, al reciclado y demás formas de
valorización de residuos de envases, con la finalidad de evitar o reducir su elimi-
nación.

Quedan dentro del ámbito de aplicación de la Ley de envases y residuos de en-


vases a aquellos puestos en el mercado y generados, respectivamente, en el
territorio del Estado.

Lo establecido en la Ley de envases y residuos de envases lo será sin perjuicio


de las disposiciones de carácter especial referentes a seguridad, protección de la
salud e higiene de los productos envasados, medicamentos, transportes y resi-
duos peligrosos.

D.- Participación del personal en el Plan Propuesto

Los profesionales sanitarios, y en general todos los empleados, son los miem-
bros del Hospital que están más en contacto con los residuos y emisiones que
éste genera y su manera de trabajar puede influir en su generación, por lo que
ocupan una posición privilegiada para identificar problemas y plantear posibles
soluciones.

Es importante que comprendan los motivos del plan que se desea implantar, que
se familiaricen con los cambios que se propongan y se sientan parte importante
del programa en marcha, lo que puede lograrse mediante la formación y el reco-
nocimiento de sus aportaciones.

La formación puede proporcionarse organizando seminarios donde incluyan me-


dios audiovisuales que pueden servir para presentar ejemplos prácticos de situa-

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ciones que aparezcan en las plantas: manipulaciones incorrectas, clasificaciones
diferentes, etc.

Mediante reuniones del equipo responsable del Plan de minimización hospitala-


ria con los operarios, es posible informarles de los objetivos del Plan y de las
mejoras que se espera alcanzar por la gestión del hospital y la de los propios
trabajadores. Estas reuniones permiten resolver las dudas que los operarios
pueden tener y conseguir que comenten los problemas que hayan identificado.
En estas reuniones se debe prestar especial atención al personal implicado en
acciones con impacto directo en la generación de residuos y emisiones y que
pueden identificar oportunidades de minimización: DUE/ATS, Facultativos médi-
cos, auxiliares, personal interno, mantenimiento, etc.

La formación de los operarios debe mantenerse mientras dure la elaboración e


implantación del Plan, pues siempre hay nuevos empleados que desconocen las
técnicas de minimización. Además sirve para mantener el interés de todos los
trabajadores y para informarles sobre los resultados del programa en marcha. En
los grandes hospitales puede hacerse con ayuda de un boletín interno o utiliza n-
do planes de anuncios instalados en las zonas de paso; en los pequeños hospi-
tales o clínicas mediante reuniones periódicas.

El procedimiento de las aportaciones de los operarios se logra por medio de una


política diseñada al efecto, que puede incluir regalos y primas por las ideas de
minimización que proporcionan buenos resultados, premios y nominaciones a las
mejoras ideas.

E.- Sistema de Evaluación y Registro.

Es necesario estar en constante evaluación de los objetivos planteados en este


plan para continuar con el mismo, si los objetivos se alcanzan, o para corregir las
anomalías o desviaciones que se detecten.

Para finalizar consideramos que la promulgación de una normativa estatal no


debe obligar a la creación de normativas específicas por parte de las Comunida-
des Autónomas que carezcan de ella. Sin embargo, la promulgación de una
normativa estatal debería establecer los requisitos mínimos que todas las Comu-
nidades Autónomas deberían considerar en la gestión de los residuos sanitarios,
homogeneizando todos los aspectos aquí considerados.

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CUESTIONARIO DEL CURSO DE ANÁLISIS CLÍNICOS
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PREGUNTA V F
1 El 97% del oxígeno presente en sangre se transporta en combinación con la
hemoglobina, solo el 3% del oxígeno sanguíneo se transporta en el plasma y
en el citoplasma del eritrocito
2 La curva de disociación de la oxihemoglobina en sangre presenta forma sig-
moidal. Si la curva es modificada hacia la derecha, la hemoglobina gana afi-
nidad por el oxígeno y necesita una mayor pO2 para llegar a saturarse.
3 Si la curva se modifica hacia la izquierda, la afinidad de la hemoglobina por el
oxígeno está aumentada y se llega a la saturación con una mayor pO2.
4 La cantidad de oxígeno unido a la Hb, no sólo depende de la pO2, sino de
otros muchos factores entre los que destacan, la pCO2, el pH, los fosfatos, y
la altura.
5 La sangre transporta dióxido de carbono en las siguientes formas: 70 % en
forma de anión bicarbonato, 7 % disuelto en plasma, 23 % en forma de car-
bamilo-hemoglobina unido a proteínas plasmáticas.
6 La sangre venosa, más fácil de obtener, puede dar valores correctos de pH
aunque los dará incorrectos para la pCO2 alveolar y la saturación de oxígeno
arterial.
7 La sangre capilar arterializada, como la obtenida del dedo se puede emplear
para determinar pH, pCO2 y pO2.
8 Una vez, extraída la sangre, la jeringa es el recipiente definitivo. Para cerrarla
herméticamente, se suele pinchar en un corcho. No se debe doblar la aguja,
ya que presenta un riesgo innecesario y no se asegura el cierre hermético,
(se le deben eliminar las burbujas de aire, previamente).
9 La muestra de sangre arterial no necesita ninguna manipulación, el estudio
de gases se realiza en sangre completa, una conservación larga no modifica
los gases disueltos.
10 La cantidad de oxígeno presente en sangre, al igual que la de CO2, suele ex-
presarse en unidades de presión parcial.
11 La pO2 mide la cantidad de oxígeno que pasa del pulmón a la sangre.
12 Anoxia es el término general para la oxigenación insuficiente, hipoxemia es la
oxigenación deficiente de la sangre y anoxemia u anoxihemia es la disminu-
ción del oxígeno en sangre.
13 El CO2 es transportado desde los tejidos hasta los pulmo nes, donde es expul-
sado a través de la respiración. Con la pCO2 se refleja la eficacia de la excre-
ción pulmonar y la cantidad de CO2 generado por el metabolismo. Los valo-
res normales de pCO2 en sangre arterial son de 6 a 15 mm de Hg.
14 HIPOCAPNIA: Es la disminución de O2 en sangre por debajo de los valores
normales.
15 La relación entre los gases presentes en el pulmón por ventilación y los que
existen en sangre se representa por V/Q y recibe el nombre de cociente de
ventilación-perfusión.

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PREGUNTA V F
16 Para medir la pCO2 se emplea el electrodo de Moëbius.
17 Para determinar la pCO2 se emplea el método del electrodo polarigráfico de
Clark para el oxígeno.
18 La gasometría arterial puede indicar ciertas anomalías y su grado de anorma-
lidad.
19 Los ácidos volátiles como el H2CO3, pueden ser eliminados por el pulmón en
forma de CO2, pero los ácidos no volátiles, no pueden ser eliminados por el
pulmón, y deben excretarse a través de la orina.
20 El principal tampón extracelular es el Sodio.
21 ACIDOSIS: Se produce cuando existe disminución del pH sanguíneo.
22 ALCALOSIS: Ocurre cuando el pH sanguíneo es superior a 7.45.
23 Para medir el pH sanguíneo es conveniente utilizar oxalatos como anticoagu-
lantes.
24 Un ionograma es la determinación y el registro de la concentración de los
diversos aniones y cationes de un líquido corporal.
25 Los dos constituyentes el LEC (plasma y líquido intersticial), presentan una
composición muy distinta de electrolitos
26 El sodio se excreta en orina cuando sus valores en sangre superan los 110
mmol/l. Se excreta de 30 a 280 mmol/día.
27 El potasio excretado en orina es de unos 240-320 mmol/día.
28 La función biológica más importante del sodio y el potasio, es la de regular la
presión osmótica, y asegurar la integridad celular.
29 Existen diversas técnicas para determinar el sodio y el potasio en sangre. La
más rápida y simple de ellas es la electroforesis.
30 El principal anión extracelular es el cloruro. El exceso de Cl- es excretado con
la orina.
31 El máximo valor diagnóstico en el infarto de miocardio lo representan las ele-
vaciones de ciertas enzimas, como la GOT, CPK y LDH.
32 La experiencia confirma que las determinaciones de CPK y sus isoenzimas y
de LDH y sus isoenzimas son los indicadores menos fiables para el diagnósti-
co de laboratorio de necrosis miocárdica.
33 En casos de infarto de miocardio, la LDH1 aumenta antes que la LDH total, y
puede incluso aumentar sin que se note todavía ningún cambio de LDH total.
34 Creatinfosfoquinasa (CPK): es la enzima que más precozmente se eleva en el
infarto de miocardio, ya que hay niveles altos a las cuatro o seis horas.
35 La isoenzima MB (CPK-MB) resulta específica del fallo renal; su curva de ele-
vación es similar a la de la CPK total, pero algo más precoz.
36 Reciben el nombre de MARCADORES TUMORALES aquellas sustancias presen-
tes en sangre, orina u otros líquidos corporales procedentes de la célula neo-
plásica.
37 La característica principal de la célula tumoral con respecto a las células nor-
males es fundamentalmente la pérdida de control en los procesos de crec i-
miento y división.

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PREGUNTA V F
38 En el cáncer aparecen proteínas anómalas que dotan a las células neoplásicas
de una gran respuesta a factores que determinan su crecimiento y multiplic a-
ción. Cabe resaltar la detección de la llamada "proteína P" que dota a las c é-
lulas de gran vulnerabilidad a las drogas neoplásicas utilizadas en quimiote-
rapia.
39 Los antígenos inespecíficos no están asociados al tumor y comprenden diver-
sas enzimas y proteínas que aparecen en sangre.
40 La determinación basal y la cuantificación periódica de los marcadores tumo-
rales es indicativa de la sensibilidad de la célula a una determinada terapia
(marcadores terapéuticos) e indicativa igualmente de la evolución de la en-
fermedad y de la utilidad de la terapia elegida (marcadores de evolución).
41 Sensibilidad de un marcador: es la probabilidad de encontrar un valor positi-
vo en una población de sanos.
42 Un marcador se puede emplear como prueba de screening en una población
para detectar un determinado cáncer cuando el VPP sea bajo.
43 Índice tumoral de síntesis: es la relación entre el número de células produc-
toras del marcador utilizado en el seguimiento y el número total de células
sanas.
44 Los marcadores tumora les pueden ser detectados en tejidos tumorales pero
no en líquidos biológicos.
45 La detección en tejidos tumorales se realiza mediante técnicas inmunocito-
químicas.
46 En distintas neoplasias se emplean asociaciones de varios marcadores para el
diagnóstico, seguimiento y detección precoz de recidivas.
47 Los antígenos oncofecales se detectan en sangre fetal y prácticamente des-
pués del parto se reducen a niveles no detectables.
48 Muchas hormonas son producidas por los tumores: cuando el tejido no endo-
crino es responsable de la producción de hormonas se habla de producción
hormonal atópica.
49 El CEA puede aparecer aumentado es especial en procesos malignos del apa-
rato digestivo, páncreas, pulmón y mama.
50 En aproximadamente dos tercios de los pacientes, la producción ectópica de
la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) se asocia con carcinoma gástrico.
51 Los tumores responsables de la producción de hormona antidiurética (ADH)
son los pulmonares y pancreáticos.
52 La tirocalcitonina sérica (TCT) aparece aumentada en ciertos pacientes con
carcinoma pulmonar, colónico, mamario, pancreático y gástrico.
53 Filamentos intermedios: son un componente importante del núcleo celular
cuya función primordial es mantener la forma celular y la organización espa-
cial de los orgánulos citoplasmáticos.
54 El LCR, es el líquido seroso contenido en los ventrículos cerebrales, espacio
subaracnoideo y conducto medular.
55 El LCR contiene muchas proteínas en relación al plasma (14-45 mg/100 ml).
56 Un aumento en la concentración de proteínas del LCR puede estar causada
por una meningitis purulenta.

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PREGUNTA V F
57 La determinación de la glucosa en LCR se puede hacer por los métodos de
tinción de Folin Wu, Glucosa-oxidasa y Ortotoluidina.
58 La LDH aumenta en LCR en la leucemia.
59 En las meningitis purulentas disminuye el número de neutrófilos segmenta-
dos.
60 El líquido sinovial puede conservarse a -4º C, para analizar inmediatamente y
a -70º C para serología.
61 El aspecto normal del líquido sinovial es transparente y de color amarillo páli-
do. La turbidez sugiere inflamación, aunque no necesariamente.
62 Las proteínas presentes en líquido sinovial dependen de las presentes en
plasma. Si aumenta el nivel de proteínas en plasma, también lo hace en el
líquido sinovial.
63 La concentración de una proteína específica se expresa normalmente como
cociente líquido sinovial/plasma.
64 El examen del sedimento urinario comprende la investigación e interpretación
de una serie de estructuras del mismo origen y composición.
65 El examen del sedimento urinario es más seguro cuando la orina está diluida.
66 No debe considerarse patológica la aparición de 2/3 hematíes por campo, en
el estudio del sedimento.
67 Células epiteliales escamosas. Proceden de la porción proximal del tracto uri-
nario inferior y del tracto genital femenino.
68 La orina normal fresca contiene microorganismos.
69 Las levaduras se diferencian de los hematíes en que no se pueden teñir con
eosina.
70 Normalmente el sedimento urinario no contiene cilindros, su detección indica
la existencia de una patología renal.
71 Los cristales de fosfato triple (amónico, magnésico y cálcico) son incoloros y
presentan forma típica de ataúd. Se encuentran en orinas alcalinas.
72 Los fosfatos amorfos aparecen como granulaciones que confieren al sedime n-
to una coloración blanquecina. Pueden aparecer tras la ingestión de frutas.
73 Las heces se recogen en un frasco limpio con cierre hermético, no es necesa-
ria la esterilidad.
74 Para el examen macroscópico de las heces se tritura ligeramente en un mo r-
tero con agua una cantidad de heces del tamaño de una nuez. Luego se pasa
a una placa de Petri y colocamos esta sobre una cartulina blanca y negra.
75 La presencia de fibras musculares mal digeridas se llama ESTEATORREA. Se
puede deber a una insuficiencia gástrica o pancreática.
76 La presencia de almidón no digerido en las heces se llama AMILORREA.
77 En el estudio de las grasas en heces pueden inducirnos a error los suposito-
rios, los enemas oleosos y los portaobjetos y cubreobjetos mal desengrasa-
dos.

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PREGUNTA V F
78 La mayoría de las pruebas para detectar hemorragias ocultas en heces se
basan en la determinación de ácido glutámico como indicativo del contenido
de hemoglobina.
79 Trombopenia; recibe este nombre la disminución del número de plaquetas
por debajo de los valores normales, es decir, valores inferiores a 150000/
mm3.
80 Si en la técnica manual, el recuento de leucocitos nos da valores inferiores a
3000/mm3, hay que volver a repetir el contaje, pero en vez de diluir 1:50,
como es habitual, la dilución se hará 1:30.
81 Microcitosis; hematíes con tamaño <6 micras (anemia perniciosa).
82 Policromasía; anormal coloración (azul, gris, rosa) indica inmadurez por pro-
ducción acelerada.
83 Satelitismo plaquetario; fenómeno en el que se presentan varias plaquetas
rodeando a los segmentados. Se da a veces al utilizar EDTA como anticoagu-
lante.
84 Los siderocitos son hematíes que contienen gránulos de hemosiderina. Estos
hematíes son normales en las células precursoras de los hematíes de médula
ósea y en sangre periférica.
85 Cuando aumenta el número de células con núcleos polilobulados se habla de
una desviación a la derecha, mientras que cuando aumentan las formas en
cayado, metamielocitos o incluso estadios anteriores, se habla de una desvia-
ción a la izquierda.
86 La función principal de los neutrófilos es la defensa del organismo contra las
infecciones mediante el fenómeno de reacción bioquímica.
87 El papel biológico de los eosinófilos es el de modular las reacciones anafilácti-
cas y las reacciones antígeno-anticuerpo en el proceso alérgico.
88 La función de los basófilos es inhibir las respuestas inflamatorias.
89 Los linfocitos son las principales células implicadas en la respuesta inmunita-
ria, reconociendo por sus receptores de membrana los determinantes antigé-
nicos con la colaboración de otras células, como los macrófagos.
90 La función principal de los monocitos y macrófagos es la fagocitosis, que rea-
lizan de manera semejante a los neutrófilos.
91 Se entiende por frotis o extensión sanguínea la formación de una fina película
de sangre sobre una superficie, generalmente un portaobjetos, de forma que
pueda ser observada al microscopio sin que las células se superpongan entre
sí.
92 En el análisis digital de imagen los leucocitos son clasificados en tres catego-
rías: linfocitos, monocitos y polinucleares.
93 Junto a la fórmula leucocitaria, muchos contadores proporcionan además
información sobre morfología de glóbulos rojos y cuantificación de plaquetas.
94 La tecnología VCS modifica la morfología de los hematíes para facilitar su
lectura.
95 En el analizador NE-800 se sustituye el haz de luz por una corriente eléctrica,
bien directa o de radiofrecuencia.

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PREGUNTA V F
96 La hemostasia es el proceso encargado de prevenir la extravasación sanguí-
nea espontánea, evita la hemorragia excesiva a nivel de los vasos lesionados
y mantiene la fluidez de la sangre circulante.
97 En la coagulación sanguínea se pueden distinguir tres grandes etapas: a)
activación de la trombina; b) formación del fibrinógeno y c) formación de la
costra.
98 Una vez que el trombo de fibrina ha cumplido su función hemostática, es des-
truido mediante la fibrinolisis, proceso fisiológico que se realiza gracias a la
amilasa.
99 La exploración de la coagulación sanguínea se basa en la realización de dos
pruebas globales: el tiempo de protrombina (TP) y el tiempo de tromboplas-
tina parcial activada (TTPA), que se complementan con una valoración de la
fibrinoformación mediante la determinación funcional del fibrinógeno o la rea-
lización del tiempo de trombina (TT).
100 El tiempo de Quick o de protrombina (TP) es el tiempo necesario para la coa-
gulación de un plasma recalcificado en presencia de un defecto de trombo-
plastina hística.
101 El Índice Internacional de Sensibilidad (ISI) es el valor de la recta de regre-
sión de los tiempos de protrombina de pacientes anticoagulados obtenidos
con la tromboplastina comercial y con la tromboplastina de referencia inter-
nacional.
102 El tiempo de cefalina o TTP es el tiempo necesario para la coagulación de un
PPP recalcificado en presencia de cefalina (mezcla de fosfolípidos).
103 Tiempo de trombina es el tiempo que tarda en coagular un PPP citratado al
añadir un exceso de trombina. El valor normal oscila entre 12 y 16 minutos.
104 El tiempo de reptilase permite diferenciar si el alargamiento del tiempo de
trombina se debe a un trastorno en la formación de fibrina o a la presencia
de sodio en exceso.
105 El sistema ABO está formado por los antígenos A y B.

106 Las sustancias A y B empiezan a formarse en las primeras semanas del desa-
rrollo fetal, donde adquieren toda su potencia inmunológica.
107 Los antígenos que componen el sistema ABO y el sistema Lewis proceden de
sustancias precursoras muy distintas, que son las del tipo I y tipo II,
108 Los genes que controlan el sistema ABO son el H, A, B y Se. Los genes A y B
son codominantes entre sí y dominantes sobre el O.
109 Los títulos de anticuerpos naturales anti-A o anti-B nunca varían a lo largo de
la vida.
110 Cuando los hematíes tipificados como A, B o AB se transfunden a otra perso-
na que no posea algunos de estos antígenos, el sistema inmunocompetente
de ésta se estimula formando anticuerpos contra el antígeno desconocido.
111 Para diferenciar los grupos A1, A2, A1B y A2B se utiliza principalmente el
suero anti-A2B.
112 El 85% de los individuos caucasoides expresan el antígeno D y se les deno-
mina Rh negativos.

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PREGUNTA V F
113 Los antígenos del sistema Rh son proteínas que forman parte integrante de la
membrana de los eritrocitos únicamente.
114 Los anticuerpos del sistema Rh son casi siempre IgG, siendo estimulada su
producción por transfusión o por embarazo (Enfermedad hemolítica del recién
nacido).
115 La prueba de Coombs sirve para poner de manifiesto los anticuerpos incom-
pletos.
116 La prueba de Coombs está indicada siempre que exista sospecha clínica o
biológica de infección bacteriana.
117 La inmunohematología es la parte de la hematología que estudia los procesos
inmunitarios que tienen lugar en el organismo en relación con los elementos
sanguíneos.
118 Prueba cruzada mayor: Consiste en enfrentar suero del paciente c on hematí-
es de una muestra poblacional.
119 Albúmina: La adición de albúmina a los hematíes suspendidos en medio sali-
no normal disminuye la tasa de sensibilización, permitiendo un tiempo de
incubación más corto.
120 Los anticuerpos solamente serán detectados mediante la prueba cruzada si
los hematíes del donante poseen el ant icuerpo correspondiente.
121 Un factor que puede confundir las pruebas cruzadas es el fenómeno "ro u-
leaux", donde los hematíes aparecen formando como pilas de monedas.
122 Cada vez que un paciente es transfundido existe la posibilidad de que los
hematíes produzcan una estimulación secundaria. Por ello, tras 24 horas de
la transfusión, si se precisa otra, se debe extraer una nueva muestra de san-
gre del receptor y realizar una nueva prueba cruzada.
123 Inmunidad es la resistencia del organismo a las agresiones que pueda sufrir,
sean de microorganismos, venenos, etc.
124 Las técnicas inmunológicas se basan, casi todas, en las reacciones ácido-base
y en las manifestaciones que de dicha reacción se derivan.
125 Los antígenos particulados, como virus, bacterias o hematíes extraños, son
escasamente inmunogénicos.
126 Una característica de la reacción Ag.-Ac. es la especificidad. Cuando un Ac.
sólo es capaz de reaccionar contra un Ag., se dice que ese Ac. es poco espe-
cífico.
127 INMUNOFLUORESCENCIA (I.F.) Son pruebas que utilizan sustancias fluores-
centes (fluorocromos) unidas al Ac o al Ag. para demostrar que ha tenido
lugar la reacción Ag.- Ac., es decir para demostrar que existe el Ac. o el Ag.
buscado.
128 Los fluorocromos son sustancias que sometidas a una fuente luminosa des-
prenden luz a una determinada longitud de onda y absorben luz a una longi-
tud de onda mayor.
129 ENZIMOINMUNOANALISIS (ELISA) Son pruebas que se basan en la detección
de la reacción Ag.-Ac. mediante el empleo de Ags. o Acs. marcados con una
enzima. La presencia de la enzima en el inmunocomplejo es detectada por
una reacción coloreada que se produce al añadir un sustrato.

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PREGUNTA V F
130 REACCIONES DE PRECIPITACION. Son unos métodos serológicos que se ba-
san en detectar la reacción Ag.-Ac. por la formación de un precipitado visible
e irreversible.
131 Electroforesis: Separación de los diferentes componentes (Ags.) de una
muestra a estudiar, por su migración diferencial cuando se somete la mues-
tra a un campo eléctrico.
132 El inmunoblotting tiene una gran aplicación como técnica para confirmar la
infección por VIH (SIDA), ya que a una buena sensibilidad, comparable al
ELISA, une una gran especificidad, eliminándose de esta forma los falsos po-
sitivos.
133 Dentro de las células el ADN sufre un proceso de plegamiento y empaqueta-
miento dando lugar a los genes.
134 La molécula de ADN tiene una escasa estabilidad lo que dificulta su transpor-
te y almacenamiento.
135 En Microbiología se utilizan sobre todo colorantes básicos o nucleares debido
a la gran basofilia del citoplasma bacteriano, rico en ARN.
136 TINCIÓN DE GRAM. Se estudia con esta coloración la morfología de los virus.

137 Las bacterias gram positivas se observan de color azul violeta y las gram ne-
gativas de color rosa.
138 La microscopía electrónica permite efectuar el diagnóstico directo presuntivo
de diversas infecciones víricas, en particular las gastroenteritis e infecciones
por herpes simple.
139 Para estudiar las reacciones metabólicas de las bacterias es necesario culti-
varlas en medios de cultivo, que son mezclas de sustancias que proporcionan
en forma asimilable todos los elementos necesarios para su crecimiento y
multiplicación.
140 Los medios de cultivo deben incluir los elementos indispensables para la vida
bacteriana.
141 Los medios de cultivo se comercializan desecados, en forma de polvo, para
su disolución y esterilización. Actualmente se pueden adquirir también me-
dios sólidos ya preparados, dispuestos en frascos, que se licuan mediante
ebullición y se dispensan en placas; medios en tubos y medios sólidos en
placa, listos para su inoculación.
142 Los microorganismos aerobios y anaerobios facultativos no pueden ser incu-
bados en una concentración de aire ambiental.
143 El sistema más comúnmente usado para crear una atmósfera específica
anaerobia o capnófila es la jarra anaerobia.
144 Las bacterias se desarrollan habitualmente a pH muy ácido.
145 Debido a la composición de la pared celular bacteriana, las bacterias se adap-
tan bien a las variaciones de la presión osmótica; sin embargo, "in vitro", los
medios de cultivo se preparan en condiciones de isotonía.
146 PRUEBA DE LA OXIDASA. se investiga la presencia de la enzima citocromo o-
xidasa en el microorganismo, la cual oxida al dimetil-parafenilen-diamina
(reactivo incoloro) dando un producto de color.

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PREGUNTA V F
147 PRUEBA DE ÓXIDO-FERMENTACIÓN. mediante esta prueba se va a determi-
nar si la utilización de los hidratos de carbono por parte de un microorganis-
mo se realiza por vía oxidativa (proceso aeróbico, presencia de oxígeno) o
por vía fermentativa (proceso anaeróbico, ausencia de oxígeno).
148 PRUEBA DE LA DNasa. se basa en la capacidad que poseen ciertas bacterias
para hidrolizar enzimáticamente el ARN produciendo una mezcla de mono y
polinucleótidos.
149 SISTEMA API. Se usa para la identificación de Enterobacterias, Estafilococos,
Estreptococos, anaerobios, levaduras y algunas bacterias exigentes.
150 Se entiende por antibiograma la técnica que permite el estudio "in vitro" de la
sensibilidad de los microorganismos a los agentes antimicrobianos (antibióti-
cos y quimioterápicos). Tiene por objeto proporcionar datos útiles para el
tratamiento de una enfermedad infecciosa, aportando una información valio-
sísima para el establecimiento de la terapéutica antiinfecciosa, aunque para
el mayor rendimiento de ésta se deben considerar también las características
del antimicrobiano, la clínica del proceso y al propio paciente que lo padece.
151 Independientemente del tipo de antibiograma que se realice, es fundamental
partir de cultivos puros para obtener resultados fiables. En general, se debe
realizar siempre un aislamiento y trabajar con colonias de muchos tipos de
microorganismo.
152 INCUBACIÓN: Para todos los antibiogramas aerobios, 35 37º C durante 18 -
24 horas.
153 Staphylococcus aureus presenta resistencia cruzada a pocos betalactámicos.
154 La prueba bactericida del suero se realiza con muestras de suero obtenidas
inmediatamente antes de la administración del antimicrobiano (muestra en el
mínimo) y 30-90 minutos de después de la misma (según la vía de adminis-
tración y el fármaco de que se trate) (muestra en el máximo).
155 El valor real de una medida se obtiene cuando se emplean métodos de refe-
rencia seleccionados por su calidad en comparación con otros, de acuerdo
con unos criterios emitidos por organismos internacionales y reactivos de
calidad garantizada.
156 Para conocer la precisión de una medida es necesario conocer su valor real.
157 Error. Es la desviación de una medida con respecto a los criterios de exacti-
tud y precisión.
158 Histograma. Es la representación gráfica del número de valores obtenidos
para un determinado parámetro y proporciona una imagen de la distribución
de frecuencias.
159 Intervalo de confianza. El intervalo de c onfianza se define como un conjunto
de valores dentro de los cuales no se sitúa la media verdadera.
160 Un patrón es una sustancia cuyas características han sido analizadas median-
te procedimientos físicos o químicos y a la cual se le ha asignado un determi-
nado valor. Los patrones pueden ser de dos tipos: a) analíticos y b) sintét i-
cos.
161 Los patrones internacionales son elaborados únicamente por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) o el Comité Internacional de Estandarización en
Hematología (ICSH).

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PREGUNTA V F
162 Cuando la muestra de referencia se emplea para calibrar un instrumento ana-
lítico o para ajustar una medida a su valor verdadero, recibe el nombre de
calibrador.
163 Un control es una muestra con características similares a los especímenes
problemas que se emplean para verificar la precisión o reproductibilidad de
un método o técnica y ocasionalmente pueden servir para calibrar instrume n-
tos, si se conoce el valor verdadero de la medida que se quiere controlar.
164 El control de calidad interno tiene como finalidad verificar el contenido de las
muestras
165 Las concentraciones de glucosa se incrementan con el aumento de tempera-
tura.
166 Para enviar muestras congeladas y refrigeradas, son adecuados materiales
aislantes tales como un recipiente de poliestireno. Para la congelación puede
utilizarse hielo seco.
167 Deben tomarse precauciones para asegurar que el recipiente empaquetado
con hielo seco no libere el dióxido de carbono gaseoso.
168 El almacenamiento de las muestras después de su examen se debe realizar
de tal manera que permita la confirmación de los resultados, la comprobación
de la identidad de las muestras o la realización de exámenes adicionales por
razones médicas o legales.
169 La centrifugación de la sangre coagulada para obtener suero debería realizar-
se antes de que la sangre coagule.
170 La centrifugación de sangre coagulada para obtener suero o de sangre anti-
coagulada para obtener plasma se realiza típicamente entre 1000 y 1200 g
durante 10 a 15 min.
171 Las muestras no deberán volverse a centrifugar después de la obtención de
suero o plasma. La alteración de la relación entre el agua plasmática y la c e-
lular puede afectar la concentración de los componentes, y así, introducir
errores.
172 Los tubos de micromuestra con o sin anticoagulantes no deben nunca centri-
fugarse.
173 Los tubos de recolección de la muestra que contienen sangre y que son des-
tinados a su eliminación deberán colocarse en bolsas de biorriesgo que pue-
dan resistir procesos de esterilización en autoclave.
174 Los fluidos corporales voluminosos tales como orina, vómitos, heces y otros
fluidos corporales nunca deben eliminarse por vertido al inodoro.
175 No existe ningún caso en la literatura científica de infección VIH/SIDA adqui-
rida por manipulación de residuos sanitarios.

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CUESTIONARIO DEL CURSO DE ANÁLISIS CLÍNICOS

Nombre y Apellidos:
DNI:

Escribir si Verdadero (V) o falso (F) en cada pregunta de la tabla siguiente:

V F V F V F V F V F
1 36 71 106 141
2 37 72 107 142
3 38 73 108 143
4 39 74 109 144
5 40 75 110 145
6 41 76 111 146
7 42 77 112 147
8 43 78 113 148
9 44 79 114 149
10 45 80 115 150
11 46 81 116 151
12 47 82 117 152
13 48 83 118 153
14 49 84 119 154
15 50 85 120 155
16 51 86 121 156
17 52 87 122 157
18 53 88 123 158
19 54 89 124 159
20 55 90 125 160
21 56 91 126 161
22 57 92 127 162
23 58 93 128 163
24 59 94 129 164
25 60 95 130 165
26 61 96 131 166
27 62 97 132 167
28 63 98 133 168
29 64 99 134 169
30 65 100 135 170
31 66 101 136 171
32 67 102 137 172
33 68 103 138 173
34 69 104 139 174
35 70 105 140 175

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