1. El Corpus Christi celebra la presencia real de Cristo en la Eucaristía, donde mediante la transubstanciación el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Existen varias formas de adoración eucarística fuera de la misa como la adoración ante el sagrario y las procesiones eucarísticas.
2. Además de la misa, otras formas de culto eucarístico son los congresos eucarísticos y las procesiones, donde se manif
1. El Corpus Christi celebra la presencia real de Cristo en la Eucaristía, donde mediante la transubstanciación el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Existen varias formas de adoración eucarística fuera de la misa como la adoración ante el sagrario y las procesiones eucarísticas.
2. Además de la misa, otras formas de culto eucarístico son los congresos eucarísticos y las procesiones, donde se manif
1. El Corpus Christi celebra la presencia real de Cristo en la Eucaristía, donde mediante la transubstanciación el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Existen varias formas de adoración eucarística fuera de la misa como la adoración ante el sagrario y las procesiones eucarísticas.
2. Además de la misa, otras formas de culto eucarístico son los congresos eucarísticos y las procesiones, donde se manif
La Fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Jess Resucitado entregados por nuestra salvacin, y su intencin de quedarse hecho pan hasta su Segunda Venida Gloriosa, en la Parusa o Juicio Final. Dnde contemplamos esta presencia de Jess hecho pan? Principalmente en los Sagrarios, donde se reserva la eucarista para ir a adorarla en soledad, silencio y contemplacin. Cmo se produce esta conversin del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Jess? Por la Sucesin Apostlica, nuestros Obispos tienen el poder servicial de consagrar el pan y el vino, y Jess actuando en ellos transforma esas especies en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en su estado actual, es decir, Resucitado, dador de Vida en Abundancia y de Poder en el Espritu. A esta transformacin se la llama transubstanciacin (CEC 1375-1376): Cambia la substancia del pan, que no es ya ms pan, sino el Cuerpo Resucitado de Jess, y lo mismo con el vino. Permanecen lo que filosficamente se llaman los accidentes: el color del pan, su gusto, su aroma, su rugosidad al tacto, su sonido cuando lo partimos. Pero no su substancia, que es ya el Cuerpo del Seor. En esta tarea, colaboran con ellos los presbteros, ya que los Pastores no podran atender a todos, como en los primeros tiempos del cristianismo, en el que el rebao era muy pequeo, hasta la conversin del Imperio Romano a principios del siglo IV. Qu es la adoracin eucarstica? S, decimos bien. Adoracin. Porque se le tributa el mismo culto que a Dios, ya que el Hijo no solamente quizo hacerse hombre en Jess de la Villa de Nazareth, sino que incluso se hizo una cosa inanimada, un vegetal, es decir, pan, en la cumbre de la humildad y del anonadamiento (el hacerse nada). Qu formas de adoracin existen fuera de la Misa, que es el lugar de consagracin del pan y del vino en el Cuerpo y en la Sangre de Jess? 1. Como ya dijimos, la soledad contemplativa y silenciosa ante el sagrario, donde tambin se reserva el Cuerpo para ser llevado a los moribundos, a los enfermos y a quienes lo pidan con justa causa fuera de la Misa (NRRS, notas prel. 5).
2. La exposicin con el Copn, abriendo el tabernculo o bien depositndolo
sobre el altar. 3. La exposicin con la Custodia (ostensorio en forma circular de Sol, cuyos rayos rectos representan la luz y el calor, y sus rayos ondulados la virtud del amor de Dios). Colocada sobre el altar. Qu otras formas hay de culto eucarstico fuera de la Misa? 1. Las procesiones eucarsticas (NRRS, bid 86ss.). Aqu se enmarcxa la Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre del Ser (Corpus Christi) celebrada cada ao, de acuerdo a las circunstancias y costumbres de cada lugar. En San Juan, Argentina, se suspenden todas la Misas de la maana en las Parroquias y se renen todos con el Pastor Arzobispo Arquidiocesanmo para tributar culto conjunto al Misterio Eucarstico de Nuestro Seor Jess, Rey de Reyes y Seor de Seores. Es conveniente que primero se celebre la Misa, y con la hostia recin consagrada se realice la procesin como manifestacin sacramental de ese signo de fe. 2. Los Congresos Eucarsticos. El Episcopado Argentinoi acab de convocar uno en su ltima reunin realizada en San Miguel, para el 2004. Es una concentracin cristiana en la que se pueda conocer ms profundamente algn Misterio de la Eucarista, y venerarla pblicamente como vnculos de caridad unitiva. Se tiene muy en cuenta la eleccin del TEMA a tratar, con el que se avanzar en el conocimiento del Misterio Eucarstico, y para el cual se harn oportunas y exhaustivas consultas al Pueblo Santo de Dios. Debe favorecer los estudios teolgicos y el bien de la Iglesia local. Las tareas en el Congreso sern : a) Una catequesis ms intensa acerca de la Eucarista. b) Una participacin ms activa de la Liturgia, escuchando la Palabra de Dios y estrechando lazos de fraternidad. c) Investigacin de recursos y obras sociales para los ms necesitados, en vistas a su promocin humana y a la comunicacin de bienes, an temporales, como hacan las primeras comunidades cristianas. Las Normas del Congreso sern las siguientes: a) La Eucaristas celebrada ser el centro y la cumbre de todas las formas de piedad. b) Las celebraciones de la Palabra de Dios, encuentros catequsticos y conferencias, debern tender a la profundizacin del tema propuesto
c) En lo referente a las preces y adoracin, deber darse precedencia a las
Iglesias ms aptas parta estos cometidos. d) En la procesin eucarstica, debern tenerse en cuenta la condicin social y religiosa de cada lugar. DIOS EST AQU! EN LA EUCARISTIA!EN EL AMOR! EN CRISTO DERRAMADO EN SU SANGRE Y TROCEADO EN SU CUERPO! 1.Saboreamos en este da del Corpus la presencia de Cristo muerto y resucitado. No es para menos; en Jueves Santo se nos qued para siempre. Nos dijo que nunca olvidara nuestras fatigas y nuestras oraciones. Que, nuestras peticiones, jams seran desodas cuando al desgranar el padrenuestro lo hiciramos con confianza y esperanza en el Padre. Al exaltar la Eucarista en este da del Corpus Christi lo hacemos desde una conviccin profunda y entusiasta: sentimos a Cristo en lo ms hondo de nuestras vidas: lo publicitamos, lo expresamos y cantamos por las calles y plazas de toda la cristiandad. En el cenculo, los discpulos sin entender demasiado, comieron el Cuerpo de Cristo y se alimentaron con su Sangre, pero salieron de ah con muchas dudas y sombras- dispuestos a acompaar al Seor hasta el final. Tambin nosotros, al tomar parte de la mesa eucarstica, nos llenamos de la grandeza de Jess; entramos en comunin con El; nos hacemos sus cmplices en esta costosa tarea de la evangelizacinpero, sin la Eucarista, no podemos vivir. Necesitamos la presencia mstica de Jess para no sucumbir ante las pruebas, dificultades, contradicciones, batallas y mil historias. 2.Dios est aqu! Lo descubrimos en el amor que nos tiene, en la donacin total y real de Cristo, en aquella fotografa que se nos qued fijada en la tarde de Jueves Santo cuando, Jess siendo Dios- se arrodill ante aquellos que muchas veces nos sentimos dioses cuando solo somos hombres. S; en el Corpus Christi, vemos nuevamente el amor del cielo, el amor del Padre, del Hijo y del Espritu desbordado en imponentes manantiales que son las custodias que, con el Santsimo, brincan como ros la sequedad y los desiertos espirituales de nuestro mundo necesitado de agua fresca para seguir hacia adelante 2.El Seor est aqu! Muchos siguen sin enterarse de esta fiesta pascual y, por ello mismo, su vida cristiana va perdiendo vigor y fortaleza. Confunden el Cuerpo Mstico de Cristo (su Iglesia) con cualquier otra cosa y, por ello mismo, muchas veces se posicionan en contra o en clara distancia con ella. Otros, sin el Pan de la Eucarista, creen que por ser buenos en ciertos momentos, segn con quin- ya vale. Olvidan que, el amor cristiano, no es una bondad con cuentagotas. Que el amor de Cristo es universal (para todos), constante (todos los das del ao durante toda la vida) y an a riesgo de perder de los derechos de uno mismo (sin contraprestaciones). Critas, en este da del Corpus Christi, nos recuerda que el Cuerpo de Cristotiene manos solidarias. Que, una vez de comulgar la fraccin del pan, hemos de ser testigos de Jess haciendo el bien, saliendo al encuentro de las necesidades de los ms pobres y no olvidando los dramas de una humanidad
doliente y dolorida, escptica e indignada: mientras unos lloran, otros cantan;
cuando unos tiran lo que les sobra.otros no tienen nada que llevarse a la boca. En la procesin del Corpus Christi el Seor va por delante. Ah est la Iglesia, a veces incomprendida, fustigada, atacada (como su mismo Seor lo fue) pero llevando la delantera en la atencin a los ms pobres. Que el Seor, que rechaza quedarse escondido en el templo, nos siga bendiciendo y comprometindose con nosotros all donde nos encontremos. Ojala, de una vez por todas, entendamos que los cristianos somos custodias de carne y hueso. Que todos los das son un Corpus Christi donde hemos de manifestar pblicamente nuestras convicciones religiosas y visualizando, en palabras y obras, aquello que recibimos en el Bautismo: ser testigos del Evangelio.