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En los 80 del siglo pasado Julio Cotler nos recordaba a los izquierdistas
que, como en la ranchera mexicana, para hacer la revolucin se necesita
una escalera grande y otra chiquita. Lo que Julio quera decirnos era que
una revolucin, para ser democrtica, tiene que ser hecha a travs de
reformas. Como Bobbio, Julio sostiene que la democracia es reformista.
Comentaristas, analistas, congresistas, representantes de los poderes
fcticos, todos exigen la reforma de las instituciones de la democracia.
Algunos de ellos arriesgan propuestas que van desde reformas parciales
hasta reformas totales. Otros circunscriben la reforma al sistema
electoral o la estiran hasta la ley de partidos y a la forma de gobierno.
Los ms audaces hablan de shock institucional holstico, coherente y
fundado en la teora y en la empiria.
Es fundada la tesis que afirma que los problemas de la democracia se
resuelven con un buen diseo institucional? Mi hiptesis es que las
reformas institucionales, incluso las ms radicales y holsticas, ayudan
pero no son suficientes para resolver los problemas de la democracia.
Los cambios institucionales chocan, por lo menos, con tres dificultades.
La primera tiene que ver con los actores de la reforma. Las reformas no
las hacen los tcnicos en la materia sino los polticos y los congresistas
que saben poco o nada de diseo institucional. A Garca se le ocurri que
los presidentes regionales elegidos con menos del 30% carecen de
gobernabilidad y que, en ese caso, es necesario ir a una segunda vuelta.
Craso error. Garca confundi la legitimidad de desempeo
(gobernabilidad) con la legitimidad de origen.
La segunda dificultad proviene de los problemas de agencia de la
democracia. La democracia es un proceso de construccin y necesita, no