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Guy Stresser-Péan
LOS HUASTECOS
SI BIEN LOS
HUASTECOS
NUNCA
CONSOLIDARON
UNA UNIDAD
POLÍTICA
MAYOR, SE
ENCONTRABAN
ORGANIZADOS
EN CIUDADES-
ESTADO. SU
LENGUA Y
TRADICIONES
CULTURALES LES
DIERON UNA
GRAN
COHESIÓN, QUE
SOBREVIVIÓ NO
SÓLO A LAS
INTROMISIONES
NAHUAS Y
ESPAÑOLAS
SINO QUE HASTA
LA FECHA PUEDE
RECONOCERSE
COMO UNA DE
LAS CULTURAS
INDÍGENAS
TRADICIONALES
DE MÉXICO
Por décadas el mayor atractivo de la cultura huasteca
han sido sus extraordinarias esculturas; sólo hasta
tiempos recientes se han intensificado los proyectos de
investigación científica que permiten conocer mejor su
historia y sus características sociopolíticas, información
que se complementa con algunos rasgos arqueológicos
como la cerámica y la arquitectura, de los que ya se
tenían noticias.
EL TERRITORIO
El vasto territorio huasteco se extiende por el sur desde
el río Cazones, en Veracruz, hasta el río Soto la Marina,
en Tamaulipas, por el norte; la costa del Golfo es su
límite natural al este y por el poniente ocupa
importantes zonas de los estados de San Luis Potosí,
Querétaro e Hidalgo.
El territorio muestra una gran variedad ecológica:
costas, planicies, llanuras y estribaciones montañosas.
Sin duda, los huastecos prefirieron los climas cálidos, a
veces extremos, ya que sus asentamientos nunca
rebasaron los 1 000 msnm. La agricultura,
principalmente el cultivo de maíz, fue la base económica
fundamental de los huastecos.
LOS ORÍGENES
Los estudios en antropología física y lingüística permiten
ubicar en alrededor de 1500 a.C. el establecimiento de
los huastecos en la región septentrional de la Costa del
Golfo. Como lo han planteado varios especialistas, la
lengua de ese pueblo está emparentada con la gran
familia mayense, que ocupa la península de Yucatán y
otras regiones del sureste mesoamericano. Se ha
planteado que su separación territorial es producto de
intromisiones de grupos nahuas y totonacas que se
asentaron posteriormente en el centro de Veracruz.
LAS CRÓNICAS
Hacia el tiempo de la conquista europea, los huastecos
decían haber tomado su nombre de un héroe llamado
Cuextécatl, quien los había conducido hasta aquellas
tierras. En algunas crónicas se menciona que los
primeros habitantes del Pánuco habían atravesado el
mar en balsas y que de la costa se dirigieron hacia la
Sierra Nevada, hasta alcanzar un lugar llamado
Tamoanchan, donde inventaron el calendario y la
escritura y tuvieron acceso a conocimientos ancestrales.
Después serían expulsados del grupo original debido a
que su jefe, en estado de ebriedad, mostró sus partes
sexuales, acto antisocial para los otros pobladores,
quienes los obligaron a ocupar la región del río Pánuco.
Esta explicación, proveniente de grupos externos a la
Huasteca, se respalda seguramente por el gran énfasis
en el culto fálico entre la cultura huasteca, en la que,
por cierto, se veían con otro criterio las conductas
sexuales y el exceso en la ingestión de pulque durante
las celebraciones rituales.
Los mexicas consideraban a los huastecos como
parientes lejanos y los desdeñaban por su costumbre de
andar desnudos, lo cual probablemente se debía a las
altas temperaturas que predominan en la región a lo
largo del año. Debemos destacar que en algunas
celebraciones anuales, incorporaban algunas influencias
huastecas como parte importante de las festividades;
así, los sacerdotes lucían enormes falos, “a la manera
huasteca”, en especial en la veintena de ochpaniztli.
LA POBLACIÓN
Entre los pueblos mesoamericanos, los huastecos se
distinguen por la práctica de la deformación craneana
tabular en tres variantes: erecta, oblicua y mimética, así
como por diversos tipos de mutilación dental. Asimismo,
los huastecos se perforaban el septum y los lóbulos con
el propósito de utilizar ornamentos de concha y hueso,
principalmente. Por la información que brindan las
esculturas y las figurillas, sabemos que gustaban de la
pintura corporal y la escarificación. Otro de sus
elementos distintivos era la desnudez total o parcial. Si
bien los informantes nahuas insisten en señalar la
tendencia huasteca hacia la desnudez, las narraciones
del siglo xvi nos los presentan como un pueblo que
gustaba de ataviarse ricamente, con elegante joyería
elaborada con conchas y caracoles, que se combinaban
con ornamentos de oro y finas plumas.
ESPECIES
Las especies empleadas en muchas ocasiones proceden de los litorales del Golfo de
México, entre las que podemos mencionar los grandes caracoles Strombus gigas,
Turbinella angulata y Pleuroploca gigantea. Asimismo, se han encontrado ejemplares
procedentes de las costas del Pacífico mexicano, como la madreperla Pinctada
mazatlanica, las rojas conchas del Spondylus princeps y la gran lapa Patella mexicana.
TIPOS DE OBJETOS
Entre los objetos huastecos de concha destacan los ehecacózcatl, “joyeles del viento”,
que constituyen el pectoral característico del dios Ehécatl-Quetzalcóatl y fueron
elaborados con diversas especies: Strombus gigas, Turbinella angulata y Melongena sp.,
lo cual dio como resultado formas pocas veces vistas en colecciones procedentes de otras
partes. Así, en algunos casos el borde de las piezas fue recortado para formar lóbulos
similares a pétalos de flores.
Otros objetos importantes son los pectorales en forma de triángulo invertido, obtenidos
de cortes longitudinales de caracoles Turbinella angulata. Varios de estos ejemplares
muestran complejas escenas mitológicas logradas mediante líneas incisas, calados y
perforaciones, principalmente, y constituyen expresiones inigualables de la destreza
lograda en el México prehispánico en el trabajo de la concha. Uno de los ejemplares más
hermosos se encuentra labrado en bajorrelieve. Al parecer estos pectorales formaban
juegos con discos de concha, también trabajados con el mismo preciosismo, que quizás
sirvieron como orejeras (Beyer, 1933).
Cuando grupos de mayas emigraron hacia la región de
Pánuco, hacia 2000 a.C., nació la civilización huasteca.
Posteriormente, algunos grupos nahuas se establecieron en
la región y adoptaron las tradiciones de los huastecos, a tal
grado que, de manera general, se habla de los cuextécatl
(huastecos) para designar a todos los habitantes de la
Huasteca.