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INTRODUCCIÓN

Los huesos cumplen tres funciones fundamentales: proporcionar sostén al organismo, constituir
los segmentos móviles del sistema de palancas configurado junto a
las articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos internos. Otras
funciones importantes de los huesos son participar en el metabolismo de diversos minerales,
como el calcio o el fósforo, y en la formación de la sangre, proceso en el que está involucrada
la médula ósea interior de algunos huesos. El esqueleto humano cuenta con aproximadamente
208 huesos. Esta cifra no es constante porque algunas personas poseen algunos pequeños
huesos, conocidos como supernumerarios, que se localizan en el cráneo o en los dedos. Un
bebé puede tener hasta trescientos huesos ya que nace con algunos separados para facilitar el
nacimiento.
Los huesos son de variadas formas y tamaños: largos, planos, cortos, esponjosos y
compactos. Cada hueso cumple una función especial en el sistema. Los huesos no son
estructuras lisas, ellos presentan protuberancias y partes rugosas.
Para el estudio del esqueleto humano se toman en cuenta 4 regiones: cabeza (cráneo y cara),
tronco (columna vertebral, costillas, esternón, omóplato y clavícula), extremidades superiores
(hombro, brazo, antebrazo y mano) y por último aunque no menos importante las extremidades
inferiores (caderas, muslo, pierna y pies).

El sistema óseo y el esqueleto:


El sistema óseo está formado por un conjunto de estructuras sólidas compuestas básicamente
por tejido óseo, que se denominan huesos.
Un esqueleto interno consiste en estructuras rígidas o semirrígidas dentro del cuerpo, que se
mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras están mineralizadas u osificadas,
como en los humanos y otros mamíferos, se les llama huesos. Otro componente del sistema
esquelético son los cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por
ejemplo, la nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un
esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como en el
caso de los tiburones. Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos
y unidas al sistema muscular a través de tendones.
El esqueleto humano es una forma de poder sumamente criticable ya que las diferencias entre
las partes las llevan al enfrentamiento de los huesos coquitlicos. A excepción del hueso hioides
—que se halla separado del esqueleto—, todos los huesos están articulados entre sí formando
un continuum, soportados por estructuras conectivas complementarias como ligamentos,
tendones, y cartílagos.
El esqueleto de un ser humano adulto tiene, aproximadamente, 206 huesos, sin contar las
piezas dentarias, los huesos sutúrales o wormianos (supernumerarios del cráneo) y los huesos
sesamoideos.
El conjunto organizado de huesos —u órganos esqueléticos— conforma el sistema esquelético,
el cual concurre con otros sistemas orgánicos (sistema nervioso, sistema articular y sistema
muscular) para formar el aparato locomotor.
El esqueleto óseo es una estructura propia de los vertebrados. En Biología, un esqueleto es
toda estructura rígida o semirrígida que da sostén y proporciona la morfología básica del
cuerpo, así, algunos cartílagos faciales (nasal, auricular, etc.) debieran ser considerados
también formando parte del esqueleto.

Funciones básicas del esqueleto:


Los huesos desempeñan funciones importantes entre las cuales se pueden mencionar las
siguientes.

1. Función de sostén. El esqueleto constituye un armazón donde se apoyan y fijan las


demás partes del cuerpo, pero especialmente los ligamentos, tendones y músculos,
que a su vez mantienen en posición los demás músculos del cuerpo.
2. Locomoción. Los huesos son elementos pasivos del movimiento, pero en combinación
con los músculos permiten el desplazamiento, ya que les sirven de punto de apoyo y
fijación.
3. Protección. En muchos casos los huesos protegen los órganos delicados como en el
caso de los huesos del cráneo, que constituyen una excelente protección para el
encéfalo; la columna vertebral y las costillas protegen al corazón y los pulmones; las
cavidades orbitarias protegen a los ojos; el hueso temporal aloja al oído, y la columna
vertebral protege la médula espinal.
4. Hematopoyesis. En la médula roja de los huesos largos se producen los glóbulos rojos
y en menor cantidad linfocitos y monocitos.

Articulaciones
Se denomina articulación a la unión de dos o más huesos entre sí. La función de las
articulaciones es brindar movilidad y estabilidad a los segmentos óseos que se relacionan en
ellas.
Tipos de articulación:
Según la amplitud de movimiento que permiten, existen tres tipos de articulación.

Las articulaciones fijas o sinartrosis, no permiten prácticamente ningún movimiento a los


segmentos óseos involucrados, que contactan unos con otros directamente. Así ocurre en las
articulaciones entre los huesos del cráneo, cuya principal función es proteger los órganos que
se encuentran en su interior.
Las articulaciones semimóviles o anfiartrosis, pueden articularse ligeramente, y los segmentos
óseos que la conforman están rodeados de una fina capa de tejido cartilaginoso o
fibrocartílago. Tal es el caso de las articulaciones de los cuerpos vertebrales, los cuales solo
permiten pequeños movimientos. Pese a ello, cuando se suman los movimientos del conjunto
de articulaciones de la columna vertebral, ésta puede describir amplios movimientos de flexión,
extensión o rotación.
Finalmente las articulaciones móviles o diartrosis, son las que brindan una mayor amplitud de
movimiento; en ellas, los extremos óseos que se vinculan entre sí disponen de diversas
estructuras que facilitan el deslizamiento de uno sobre el otro y garantizan al mismo tiempo la
estabilidad de la articulación. La mayor parte de las articulaciones de las extremidades son de
este tipo.
El cuerpo humano tiene diversos tipos de articulaciones móviles. La cadera y el hombro son
articulaciones del tipo esfera-cavidad, que permiten movimientos libres en todas las
direcciones. Los codos, las rodillas y los dedos tienen articulaciones en bisagra, de modo que
sólo es posible la movilidad en un plano. Las articulaciones en pivote, que permiten sólo la
rotación, son características de las dos primeras vértebras; es además la articulación que hace
posible el giro de la cabeza de un lado a otro. Las articulaciones deslizantes, donde las
superficies óseas se mueven separadas por distancias muy cortas, se observan entre
diferentes huesos de la muñeca y del tobillo
El cartílago articular
El cartílago articular es una capa de tejido cartilaginoso y de grosor variables, que reviste la
superficie de los extremos óseos que se encuentran dentro de las articulaciones. Su función es
evitar el desgaste y la fricción de los extremos óseos, permitir que éstos encajen mejor y
amortiguar, transmitir y distribuir las fuerzas de gravedad y de tracción muscular que convergen
en las articulaciones.
El tamaño y la forma del cartílago articular varía considerablemente. Los cartílagos articulares
mas voluminosos son los de las rodillas y caderas, que deben soportar una mayor fuerza de
gravedad: su espesor, en estas articulaciones, puede llegar a 4mm.
La propiedad más importante del cartílago articular es la elasticidad, es decir, la capacidad de
volver a su situación inicial tras ser sometido a una fuertepresión. Esta elasticidad es debida a
que, al ser presionado, el cartílago articular expulsa agua de su propio tejido hacia la cavidad
articular y cuando dicha presión cesa, absorbe el agua nuevamente.
La capsula articular y el líquido articular
La cápsula articular o sinovial es una cubierta doble que envuelve las articulaciones móviles y
que sirve para darles estabilidad. Las cápsulas articulares más voluminosas son las de las
rodillas, que proyectan hacia el interior de la articulación unas muescas laterales o meniscos.
La capa externa de la cápsula articular, o membrana fibrosa, es un manto rugoso y extensible
que está fuertemente unido a los huesos, justo en el límite de la articulación. La capa interna, o
membrana sinovial, más delgada y elástica, reviste la articulación por dentro y está unida, por
sus extremos, al cartílago articular. Su principal función es elaborar y secretar hacia la cavidad
articular el líquido articular; además, cuenta con numerosas células defensivas.
El líquido articular o sinovial es un líquido viscoso y amarillento que ocupa el interior de la
cavidad articular. Su función es lubrificar y reducir las fricciones entre los extremos óseos y
nutrir al cartílago articular. También posee células defensivas.

El esqueleto humano.
Para el estudio del esqueleto humano se consideran tres regiones: cabeza, tronco y
extremidades.
a. Huesos de la cabeza

Para estudiar los huesos, que son 22, se pueden considerar dos partes: el cráneo y la cara.
• Huesos del cráneo.

Los huesos del cráneo desempeñan funciones de protección para el encéfalo son los
siguientes: un frontal que forma la frente y contribuye a formar las órbitas de los ojos; un
occipital situado en la región post-inferior del cráneo; dos temporales localizados uno a cada
lado del cráneo a nivel de los oídos; dos parietales que se encuentran a cada lado de la cabeza
hacia la parte superior por encima de los temporales; un esfenoides que se encuentra
formando la base anterior del cráneo y un etmoides situado entre el frontal y el esfenoides.
• Huesos de la cara:

La región de la cara comprende 14 huesos que contribuyen a formar cavidades. Todos los
huesos de la cara están soldados al cráneo, excepto el maxilar inferior que se articula al cráneo
por una articulación móvil. Estos huesos son:
Dos nasales que forman la base de la nariz.
Dos malares que forman los pómulos de la cara.
Dos lagrimales o unguis que están situados en las órbitas de los ojos y presentan un canal
lagrimal por donde corren las lagrimas.
Dos cornetes inferiores que se encuentran en las fosas nasales.
Dos palatinos que forman el paladar óseo junto con los maxilares superiores y ayudan a formar
la cavidad nasal, la bosa y las órbitas.
Dos maxilares superiores contribuyen a formar las órbitas, las fosas nasales y la bóveda de la
boca. En su borde inferior presentan alvéolos donde se alojan los dientes.
El maxilar inferior que forma la mandíbula inferior. Posee alvéolos donde se alojan los dientes y
movimiento.
Finalmente el vómer que forma parte del tabique nasal.
a. Huesos del tronco

El tronco está constituido por 58 huesos y para su estudio se consideran las partes siguientes:
la columna vertebral, las costillas y el esternón.
• La columna vertebral:

La columna vertebral constituye el eje del cuerpo y está situada en la línea media posterior del
cuerpo. Se extiende desde la base del cráneo hasta la región coxígea. Está constituida por 33
vertebras que se unen por discos cartilaginosos invertebrales.la columna vertebral está
constituida por las vertebras cervicales, dorsales, lumbares, sacras y coxígeas.
• Las costillas

Son huesos largos arqueados y planos que se articulan por detrás con la columna vertebral y
por delante con el esternón. Son doce pares de los cuales los siete primeros forman las
costillas verdaderas, pues se unen directamente al esternón. Los tres siguientes constituyen las
costillas falsas, ya que no se unen al esternón sino a los cartílagos de las costillas verdaderas.
Los dos últimos pares reciben el nombre de costillas flotantes porque su extremidad anterior
queda libre.
• El esternón

Es un hueso plano situado por delante en la línea media del cuerpo. En el esternón se apoyan
las dos clavículas y los diez primeros pares de costillas.
a. Huesos de las extremidades superiores:

Las extremidades superiores tienen como función tomar los objetos y servir como defensa.
Para estudiar los huesos de las extremidades superiores se pueden distinguir: el hombro, el
brazo, el antebrazo y la mano.
• Huesos del hombro

El hombro está formado por la clavícula y el omóplato. Al conjunto de huesos que forman los
hombres se le conoce con el nombre de cintura escapular.
La clavícula es un hueso en forma de S que está situado en la región antero superior del tórax
se articula con el esternón y el omóplato.
El omóplato es un hueso aplanado situado por detrás de la caja torácica
• Hueso del brazo.

Esta formado por un solo hueso, el húmero.


El húmero es un hueso largo que se articula con el omóplato y con la cabeza del radio.
• Huesos del antebrazo

Consta de dos huesos: el cubito situado hacia adentro y el radio hacia afuera.
El cubito es más largo que el radio y forma el soco-
El radio es más corto que el cúbito y algo curvado. El radio puede girar sobre el cúbito, lo cual
permite los movimientos de la mano, es decir, voltearla hacia abajo y adentro y hacia arriba y
afuera.
• Huesos de la mano:

La mano consta de 27 huesos y está dotada de gran movilidad y agilidad. En la mano podemos
diferenciar 3 regiones:
1) El carpo: está formado por ocho huesos pequeños dispuestos en dos filas. La primera se
articula con el antebrazo y esta formada por: escafoides, semilunar, piramidal, pisiforme. La
segunda se articula con los huesos de la palma y esta formado por: trapecio, trapezoide, mayor
y ganchudo.
2) El metacarpo corresponde a la palma de la mano y esta formado por cinco huesos
metacarpianos, uno para cada dedo.
3) Los dedos que están formados por tres huesos cada uno: falange, falangina y falangeta,
excepto el pulgar que solo tiene falange y falangeta.
a. Huesos de las extremidades inferiores.

Para estudiar los huesos de las extremidades inferiores se dividen en cuatro regiones: cadera o
cintura pélvica, muslo, pierna y pie.
• Huesos de la cadera o cintura pélvica.

La cadera sirve de fijación a las extremidades inferiores y está formada por dos huesos
grandes, los ilíacos o coxales que provienen de la soldadura de tres huesos: el ileón, el pubis y
el esquión.
• Hueso del muslo

Está constituido por un solo hueso, el fémur que va desde la cadera hasta la rodilla, se articula
con la cavidad cotiloidea del ilíaco.
• Huesos de la pierna

Está constituida por dos huesos largos: la tibia, hacia el lado interno, y el peroné, hacia el lado
externo; la rotula, que forma parte de la articulación de la rodilla, se halla por tanto entre el
muslo y la pierna e impide que la pierna flexione hacia adelante.
• Huesos del pie.

Los huesos del pie se distribuyen en tres grupos: tarso, metatarso y dedos.
El tarso constituye el empeine del pie y comprende siete huesos: el astrágalo, que se articula
con la tibia y el peroné; el calcáneo que forma el talón; el cuboides, el escafoides y los tres
cuneiformes.
El metatarso o planta del pie está formado por cinco huesos metatarsianos.
Los dedos están formados por tres falanges cada uno, como en los dedos de la mano.
Enfermedades y accidentes del sistema óseo
Osteoporosis
Enfermedad sistémica del esqueleto, caracterizada por una masa ósea baja y un deterioro de
la microarquitectura del tejido óseo, con el consiguiente incremento en la fragilidad ósea y
susceptibilidad a su fractura, por encima de los cincuenta años se considera que una de cada
cuatro mujeres y uno de cada ocho hombres tienen osteoporosis en algún grado.
La influencia más importante del deterioro del sistema óseo en las mujeres pos menopáusicas
podría estar relacionada con una deficiencia severa de progesterona segregada por los
ovarios.
Como otras causas se señalan: deficiencias minerales y vitamínicas, medicinas
corticosteroides, pobres hábitos alimentarios, falta de ejercicio, demasiado cortisol y muy poca
testosterona. Los estrógenos, por otro lado, difícilmente protegerán contra la osteoporosis
cuando la progesterona este ausente. (Le magazine Marzo 99).
Artrosis
Enfermedad que afecta cualquier articulación del cuerpo. Puede ser primaria; es decir, que no
tiene causa desencadenante conocida; o secundaria, en cuyo caso se debe especificar su
origen.
Entre las múltiples causas que pueden desencadenar una Artrosis, se encuentran los
traumatismos, las infecciones, las enfermedades sistémicas o reumatológicas, etcétera.
En general, cualquier factor que dañe el cartílago de una articulación desencadenará su
progresivo desgaste y destrucción, lo que finalmente pasará a ser una Artrosis de esa
articulación. Toda artrosis tiene tratamiento, el cual dependerá del grado de destrucción de la o
las articulaciones.
En una primera etapa se tratan sus síntomas. Posteriormente y a medida que avanza la
destrucción articular se puede llegar, en los casos más avanzados, al reemplazo de la
articulación dañada por una Prótesis.
Osteoartritis
No sólo la osteoporosis es un reto para la tercera edad, también y seguramente un dolor más
frecuente, silencioso y extendido es el derivado de la osteoartritis, con el incremento absoluto y
relativo de la población de la tercera edad, se estima que del 1,5 millón de personas de mas de
65 años de nuestro país, el 80% tienen o pasan por algún tipo de osteoartritis de modo
permanente o esporádico e intermitente en su frecuencia. Por lo general, ya a partir de los
cincuenta años este tipo de trastornos coexisten con algún otro de tipo crónico.
Los trastornos dolorosos más frecuentes se presentan en la región pectoral de la espalda,
pelvis, caderas y hombros, articulaciones, rodillas especialmente, espasmos en ligamentos,
tendones y músculos, tobillos, muñecas con dolor hacia las manos, conviviendo con otros
síntomas como picor, sed, sudor y debilidad local general.
Escoliosis
Es una desviación lateral de la columna con rotación de las vértebras sobre las inmediatas
superior e inferior sin causa identificable. Esta desviación de la columna afecta aparentemente
a estructuras tales como los hombros, la espalda y la pelvis.
No duele ni afecta inicialmente a la vida de relación del paciente. Sin embargo, con el paso del
tiempo uno "columna desviada" se "desgasta" más y aparece una "escoliosis dolorosa del
adulto".
Si entendemos que la columna la podemos dividir en cervical, torácica (costillas) y lumbar,
existirán desviaciones para cada segmento. La curva torácica es la más común, seguida por la
curva doble torácica y lumbar, y la lumbar. Por la edad, una escoliosis puede ser congénita,
infantil, del adolescente y juvenil.
La escoliosis afecta a un escaso porcentaje de la población, aproximadamente un 2%. Suele
tener un origen familiar y hereditario (20%).
Lordosis
Es la desviación de la columna vertebral de modo que se ve una "joroba" o Giba.
Accidentes del sistema óseo
Los accidentes más frecuentes que ocurren en el sistema óseo son:
Fractura: cuando se produce una ruptura total o parcial de un hueso; se manifiesta por un
intenso dolor, pérdida del movimiento e inflamación de la parte afectada.
Requiere atención médica para evitar mayores complicaciones. Existen gran variedad de
fracturas: sencilla, compuesta, abierta, doble, etc.
Luxación: consiste en la dislocación de una articulación, lo cual ocurre cuando se sale de su
posición normal. La luxación va acompañada de intenso dolor por la lesión de ligamentos y
tendones.
Esguince: es una lesión producida en los ligamentos y tendones a causa de un movimiento
brusco o de un golpe fuerte.

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