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Puntos de vista del Colegio de Pedagogía de la ENSM respecto al

documento:

“Información de la Visita a la Escuela Normal Superior, en el


Distrito Federal, del 22 al 25 de junio del año en curso.”

El Colegio de Pedagogía de la Escuela Normal Superior de México expresa


por este medio sus puntos de vista respecto al documento sin firma de
autor denominado “Información de la Visita a la Escuela Normal Superior, en
el Distrito Federal, del 22 al 25 de junio del año en curso.”
Con ello queremos establecer elementos que lleven a una discusión entre
pares académicos con los autores del texto mencionado con el fin común de
contribuir a una discusión positiva para el servicio público de educación
laico, gratuito y obligatorio que es responsabilidad del Estado mexicano.
Queremos suponer que al igual que nosotros, los autores están situando sus
preocupaciones en la perspectiva de un país que en la actualidad tiene siete
millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, tiene un rezago educativo
de 36 millones de personas, tiene seis y medio millones de analfabetos
totales y veinte millones de analfabetos funcionales. Un país que tiene una
deserción cercana al 50% en el bachillerato y cuyo porcentaje de ingreso a
la educación superior es del 12% respecto a la educación básica.
Seguramente como nosotros, estarán preocupados por el hecho de que el
85% de los docentes de educación secundaria y alrededor del 90% de los
docentes del nivel medio superior no tienen formación profesional para este
ejercicio.
En tales condiciones ¿alguien puede dudar de la necesidad de la presencia
de los pedagogos y sicólogos educativos en todos los niveles del sistema
educativo nacional?
Nuestra convicción profunda es que no se puede dudar de ello y es por eso
que desde hace diez años, nuestros dos colegios han luchado
denodadamente por mantener estas dos licenciaturas para contribuir junto
con nuestros compañeros de la Universidad Pedagógica Nacional, de la
Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Autónoma
Metropolitana, al fortalecimiento del trabajo propio del psicólogo educativo
y el pedagogo en el sistema educativo mexicano.
Seguimos sosteniendo que fue un gravísimo error del gobierno federal

1
decretar la desaparición de ambas licenciaturas en las escuelas normales
superiores del país y convocamos a los autores del texto, seguramente
funcionarios preocupados por el sistema, a unir nuestras voces para que
ambas licenciaturas se restablezcan en nuestras escuelas normales
superiores. Lo hacemos desde la autoridad que nos da, como Casa de
Estudios, los cincuenta años de experiencia en la formación de tales
profesionales.
En ese empeño, luchamos y hemos obtenido autorizaciones extraordinarias,
a pesar de la exclusión hecha en el Acuerdo 269 por seguir ofreciendo
ambas licenciaturas.
Dicho lo anterior, nos interesa hacer una serie de precisiones:

1. Según la Ley General de Educación en su capítulo II “Del Federalismo


Educativo”, Sección 1.- De la distribución de la función social
educativa, Artículo 12, corresponden a la autoridad educativa federal
las atribuciones siguientes:
“I. Determinar para toda la República los planes y programas de estudio
para la educación preescolar, la primaria, la secundaria, la normal (el
subrayado es nuestro) y demás para la formación de maestros de
educación básica, a cuyo efecto se considerará la opinión de las
autoridades educativas locales y de los diversos sectores sociales
involucrados en la educación en los términos del artículo 48.
(…) VI.- Regular un sistema nacional de formación, actualización,
capacitación y superación profesional para maestros de educación
básica”
Es decir, la autoridad federal se reservó la función normativa del sistema
también respecto a las escuelas normales que no son autónomas para
diseñar sus planes de estudio, como si lo son las universidades
autónomas que diseñan sus planes y los someten a la aprobación de los
Consejos Universitarios. A partir de la norma anterior queremos precisar
respecto al informe los siguientes puntos:

1.El diseño del campo específico. En el Acuerdo 269 firmado por el


entonces secretario de educación, Miguel Limón Rojas, no aparecieron
las especialidades de Psicología Educativa y Pedagogía, la Escuela
Normal Superior de México a diferencia del resto de normales superiores

2
del país, no aceptó tal decisión y consecuentemente emprendió una
lucha a partir de la cual obtuvimos las autorizaciones extraordinarias
para seguir operando las especialidades. En este documento nos
referiremos sólo a Pedagogía, pero queremos dejar claro que estamos
indiscutiblemente por la permanencia de ambas en virtud de la
necesidad del apoyo de los profesionales de la pedagogía y la sicología
educativa en todos los niveles del sistema educativo nacional, a cuyas
necesidades y retos hemos hecho alusión líneas arriba. Para obtener las
autorizaciones correspondientes nuestro Colegio diseñó el Campo
Específico en el marco del diseño oficial del Plan 1999, elaboró los
documentos referentes a la práctica educativa en condiciones reales y a
la elaboración del documento recepcional, integró el expediente
necesario para la Dirección General de Profesiones, elaboró todos los
programas del Campo Específico, realizó talleres con los tutores de las
escuelas secundarias, ha realizado año con año cursos de inducción,
realizó junto con nuestros compañeros de Psicología y el apoyo de la
DEGNAM y la Administración Federal de Servicios Educativos en el DF un
Foro abierto a todas las instituciones de educación superior acerca de las
perspectivas de la Pedagogía y la Psicología Educativa en enero de 2002,
realizó también un Congreso Nacional sobre Formación Docente,
realizamos también un estudio de seguimiento de egresados que sigue
puntualmente los protocolos de la ANUIES, amén de multitud de
acciones de discusión y movilización en pro de una causa que
consideramos absolutamente justa: La permanencia de nuestras
especialidades. Queremos dejar muy claro esto porque nos parece que
una mínima actitud responsable de los compañeros evaluadores habría
sido el trazarse un plan de indagación que tuviera como propósito no la
descalificación anticipada y por consigna, sino la investigación. Su
trabajo habla muy mal de su formación y deja mucho que desear
respecto a su rigor académico, señalamos que todos los documentos
mencionados están a su entera disposición.
El diseño entonces, se insertó en la estructura del Plan de Estudios y el
mapa curricular diseñado por la SEP y en la medida de lo posible, trató de
ajustarse a sus criterios rectores, establecidos en los campos general y
común. Se ajustó también a la directriz de la entonces Dirección General de
Normatividad en el sentido de que se orientara hacia la formación de un

3
pedagogo para atender la asesoría pedagógica en la escuela secundaria,
ante la necesidad de hacer tal trabajo con todos los agentes de estas
comunidades escolares, (directivos, padres de familia, docentes y
estudiantes).
El diseño que estamos operando está estructurado sobre la noción de
Intervención Educativa, nos extraña su afirmación de que la licenciatura en
Pedagogía está perfilada hacia la Orientación Educativa. En el mapa
curricular sólo hay dos espacios al respecto.
2. La intervención pedagógica. En segundo lugar, aclaremos que los
proyectos de intervención pedagógica de nuestros estudiantes en su
práctica en condiciones reales, dan cuenta de su trabajo con todos los
actores en labores de asesoría pedagógica que no están situados en
el terreno que ustedes señalan. Ustedes estuvieron en el Coloquio
cuando los estudiantes de la generación recién egresada presentaron
sus proyectos, ¿En qué evidencia sustentan sus afirmaciones?
Mencionemos algunos de los títulos de los documentos recepcionales
obtenidos tanto de los registros de la Oficina de Exámenes
Profesionales, nuestro estudio de seguimiento de egresados y el
documento de los compañeros entrevistados. Comencemos por este
último elemento, los compañeros mencionaron a ustedes que se han
realizado proyectos de intervención y por lo tanto documentos
recepcionales, respecto a “Uso crítico y productivo del tiempo libre;
fortalecimiento del capital cultural, violencia en la escuela, trabajo
colegiado y tutoría, (…) estigmatización en escuela secundaria” Como
ellos señalan se percibe en el informe “La intención evidente de
ocultar información importante (para) desacreditar a la
especialidad.”1

Por otra parte, en el registro de la Oficina de exámenes profesionales,


aparecen entre otros, los siguientes proyectos:
a) "La resiliencia como un factor para mejorar el aprendizaje "
b) “La creatividad de la práctica docente en la escuela
secundaria”
c) “La disciplina escolar, ¿elemento de control o de

1
Lozano Andrade, J. Inés y Rafael Ballestero, Zoila, Comentarios al documento
denominado “Información de la visita a la Escuela Normal Superior, en el Distrito
Federal, del 22 al 25 de junio de 2009 (Anexo DGESPE/6287/2009)”, pp. 2-3

4
favorecimiento del aprendizaje de los adolescentes?
d) “Las resistencias a las actividades escolares. propuesta para
fomentar la autonomía de alumnos y docentes en el proceso
educativo”
e) “Estrategias de enseñanza para la asignatura estatal aprender
a aprender con base a los estilos de aprendizaje de los
alumnos de 1° D”2
Por último en nuestro estudio de seguimiento de egresados de la
especialidad de Pedagogía encontramos los siguientes trabajos
recepcionales, entre otros:
a) “El estigma hacia el alumno en la escuela secundaria: Un programa
en la búsqueda de la equidad desde la sensibilización docente”
b) “Programa de hábitos de estudio para los alumnos con riesgo de
reprobación”
c) “La organización y el trabajo colegiado: dos fantasmas de la
educación secundaria”
d) “Disciplina y violencia escolar: una visión desde la vida cotidiana de
la escuela secundaria”
e) “Programa para fortalecer el proceso de gestión en la escuela
secundaria Nº 271”3

3. La práctica pedagógica de nuestros estudiantes. El hecho de


que nuestros estudiantes y los de la licenciatura en Psicología
Educativa compartan en las escuelas secundarias el espacio físico
denominado Orientación Educativa, se debe exclusivamente al hecho
de que hay un rezago en éstas que no ha permitido situar
adecuadamente el trabajo complementario, pero distinto del
pedagogo y el sicólogo. Sirva la ocasión para proponerles reivindicar
juntos la necesidad de que todas las escuelas de educación básica,
cuenten con los espacios separados de Pedagogía y Sicología

2
Oficina de exámenes profesionales de la ENSM, Bases de datos proceso titulación
2004-2008 y 2005-2009 Pedagogía. Consulta el 9 de febrero de 2010.
3
Colegio de Pedagogía, Informe sobre el seguimiento de egresados de la
especialidad de Pedagogía de la Escuela Normal Superior de México, Agosto 2007,
pp. 20-23

5
Educativa, como está establecido en el modelo de los Centros de
Desarrollo Infantil en los cuales existe un “Área de Pedagogía”
separada teórica, organizativa y funcionalmente del “Área de
Psicología”
Así, encontramos que al Área de Pedagogía, entre otras funciones le
corresponde:

“19.1 La aplicación y evaluación de los programas educativos


autorizados por la SEP, fomentando un adecuado desarrollo de las
habilidades físicas, intelectuales y afectivo-sociales de acuerdo con la
edad de los menores de edad, así como el conocimiento de sí mismos
y de su entorno social.
19.2 Para cumplir con sus propósitos, el Área de Pedagogía deberá:
19.2.1Aplicar programas de actividades educativas específicas
para los diferentes grupos de menores de edad:
19.2.2Propiciar el óptimo desarrollo físico, cognoscitivo y
afectivo-social de los menores de edad a través de la
aplicación de estrategias educativas que potencien sus
competencias educativas de acuerdo a la etapa de
desarrollo en que se encuentren, así como promover la
adquisición de hábitos y valores que refuercen su
desarrollo social, estimulación de la motricidad gruesa,
de la motricidad fina, la coordinación cerebro-mano y la
coordinación fono-articuladora (…).
19.2.4Orientar al menor de edad para que determine las
propiedades físicas de los seres y objetos, desarrolle
su pensamiento lógico-matemático, amplíe su
comprensión del lenguaje, desarrolle su capacidad
creativa y en la etapa preescolar inicie su preparación
para el aprendizaje de la lectura y escritura.
19.2.5Planear y evaluar actividades de carácter cívico, cultural
y recreativo que fomenten en los menores de edad su
identidad y nacionalismo e inicien el proceso de
integración a la sociedad (…)
En cambio respecto al Área de Psicología:

6
22.1 Corresponde al Área de Psicología de los CENDI propiciar el desarrollo
emocional y armónico de los menores de edad, mediante la aplicación de
programas preventivos que les permitan adquirir confianza y seguridad en
sí mismos y promover su óptima incorporación a su entorno escolar y social.
(…) 22.2.9. (Le corresponde) Aplicar evaluaciones psicológicas y del
desarrollo a los menores de edad así como acciones específicas para la
modificación de conductas dentro del salón y de apoyo al lenguaje y
22.2.10 Canalizar al menor de edad que lo requiera a instituciones
especializadas que atiendan al problema específico detectado.”4
Esos son los dos tipos de trabajo distinto y complementario al que nos
referimos, en las escuelas hacemos falta ambos profesionales. Los
compañeros entrevistados por ustedes, les hicieron notar las circunstancias
por las cuales a pesar nuestro, los compañeros estudiantes se ven obligados
a practicar en espacios distintos:

“Con respecto a la especialidad en Pedagogía, se emplea información de


manera sesgada y descontextualizada. Por ejemplo se dice textualmente
que: “… los espacios curriculares de acercamiento a la práctica educativa,
como se denomina en el plan de estudios, se dirigen principalmente en
Orientación Educativa, aunque contrarreforma de educación secundaria
2006, aparecieron otros espacios de práctica, tales como la docencia en las
asignaturas de aprender a aprender y la actividad de orientación de tutores
docentes” (p. 5). Lo real, es que los alumnos del especialidad en pedagogía
tienen que desarrollar sus prácticas en estos espacios de manera
predominante, ya que ahí usualmente se encuentran los tutores
pedagogos; particularmente en el departamento de servicios de apoyo
complementario, donde se encuentra Orientación Educativa; no se forman
pedagogos para ese departamento exclusivamente; el hecho de qué ahí
realicen sus prácticas, no significa lo anterior; también realizan prácticas en
su caso, en la coordinación académica, en la docencia, en la subdirección
académica, en trabajo social; y eso no quiere decir tampoco que estén
formándose exclusivamente para alguno de esos ámbitos. Más bien lo que
se debe considerar es que el trabajo pedagógico es muy extenso dentro de
la escuela secundaria y que sería necesario crear un espacio adecuado para

4
Instituto Politécnico Nacional, Lineamientos para la operación y funcionamiento de
los Centros de Desarrollo Infantil del Instituto Politécnico Nacional, México, 10 de
diciembre de 2009, pp. 9-11

7
desarrollarlo, pues no existe hasta el momento. En el documento se
retoman solo fragmentos de las entrevistas que son convenientes para
desacreditar a la carrera y el trabajo realizado en pedagogía, no se
contextualiza ni se retoma el discurso completo de quienes fuimos
entrevistados, no se habla de los trabajos, esfuerzos realizados y logros
alcanzados por los docentes de la especialidad y los pedagogos en
formación en las escuelas secundarias en las que han desarrollado sus
prácticas profesionales.

De lo anterior se desprende una tergiversación de la información que


recopilan los autores de este documento respecto a la idea de que: “las
primeras generaciones de la especialidad buscaban espacios de práctica e
incluso de ocupación laboral, en la asignatura de Formación Cívica y Ética y,
primordialmente, en los espacios de Orientación Educativa” (p. 5). No es así.
En ambos momentos, durante las prácticas y durante el proceso de
inserción laboral, los espacios curriculares o educativos en los que las
autoridades buscan acomodación para el pedagogo eran estos. Esto se debe
a una profunda ignorancia con respecto a lo que puede realizar un
pedagogo dentro de la escuela secundaria.”5

Reiteremos que:

a) Cuando nuestros estudiantes de ambas especialidades realizan su


práctica entre los semestres 3º y 6º y su práctica en condiciones
reales en los semestres 7 y 8, se encuentran con que no existe un
nombramiento ni de sicólogo educativo ni de pedagogo en las
secundarias, sino que los profesionales que pueden ser sus tutores
son los llamados orientadores. Eso no es nuestra responsabilidad, es
el desfasamiento de las formas organizativas de la escuela
secundaria frente a las nuevas tendencias consideradas en el plan de
estudios 2006.
b) Muchos de estos profesionales llamados Orientadores, han debido
aceptar ser docentes de la asignatura de Formación Cívica y Ética a
raíz de la fusión de las asignaturas de Educación Cívica y Ética y
Orientación Educativa que se hizo desde la reforma de 1993 en las
escuelas secundarias. Lo han hecho por dos tipos de razones: La

5
Lozano y Rafael, op. cit. p.3

8
primera porque los contenidos de Orientación Educativa fusionados
con el otro componente requerían de su presencia, la segunda es una
razón laboral que tiene que ver con la exigencia de que para ingresar
a la carrera magisterial debían tener por lo menos un grupo para
ejercer la docencia, no sólo hacer trabajo de gabinete. En tales
condiciones cuando nuestros practicantes llegan con ellos asumen las
tareas de docencia y de gabinete que tienen asignadas estos titulares
de grupos.
c) En esos casos, invariablemente solicitamos que se les asignen los
temas de la antigua asignatura de Orientación y no los de la
asignatura de Educación Cívica y Ética. Lo hacemos no porque nos
parezca lo mejor sino porque también entendemos que debemos
responder a las necesidades de las escuelas secundarias y de
ninguna manera adoptamos una actitud prepotente o poco solidaria
con las escuelas que nos abren sus puertas.
4. El destino laboral de los egresados: Nuestros egresados no
“buscaban” ni buscan ser contratados en Formación Cívica y Ética, tal
como afirma dolosamente el informe.

Respecto a los pedagogos, cuyo destino laboral inicial es la escuela


secundaria, según los compromisos históricos de la SEP con nuestra
Casa de Estudios, recomendamos a los compañeros leer con
detenimiento el documento llamado “Campo de Formación Específica,
Pedagogía” elaborado por el Colegio, su lectura atenta puede contribuir
a una mejor comprensión de nuestros propósitos y correlativamente a la
comprensión del incumplimiento de parte de la SEP tanto de sus
compromisos con la ENSM, como de las normas que establece la Ley de
Profesiones, cuya custodia justamente es responsabilidad de la
Secretaría de Educación Pública. La formación que se ofrece no
determina que la SEP respete los perfiles para los que fueron formados,
la ENSM es ajena a las políticas de contratación, mismas que reflejan la
ignorancia sobre la práctica profesional del pedagogo y la falta de
preocupación por los apoyos pedagógicos hacia los actores de las
escuelas secundarias de parte de la SEP. De estos dos factores, del todo
atribuibles a la SEP, el informe intenta inducir la conclusión de que la
formación que se recibe no tiene razón de ser para desempeñarse en la
escuela secundaria. Veamos nuestra argumentación en contrario:

9
“(…) La presencia de los pedagogos en la escuela secundaria

A partir del establecimiento del carácter obligatorio de la educación


secundaria, y en el contexto de la “La Reforma Educativa de la Educación
básica” en 1992, se establece un nuevo plan y nuevos programas de
estudio para este nivel, y en particular para nuestro caso, la escuela
secundaria.
La situación que vive la escuela secundaria y los cambios curriculares, han
establecido la necesidad de fortalecer el ámbito del recinto escolar para
propiciar relaciones humanas que lleven a los actores a una interacción
dinámica con una perspectiva de una acción dialógica, donde la
comunicación es el puente para la comprensión del trabajo, que reclama
esta nueva realidad de la escuela secundaria.
La escuela secundaria es la organización en la que se estructuran las
intenciones del futuro de los adolescentes, el proyecto de la escuela
secundaria es determinante en la construcción de las representaciones del
futuro de un modo determinado para ellos y ellas, por lo que el trabajo del
pedagogo cobra un papel importante para orientar el desarrollo del
proyecto escolar y articularlo con el de los alumnos, así como el de los
profesores de una comunidad escolar.
La formación de pedagogos plantea una alternativa distinta que puede
coadyuvar en las diferentes situaciones educativas, tales como: proceso de
selección y ubicación de los alumnos, de organización, planificación,
evaluación, docencia, orientación, tutoría, asesoría, gestión, entre otros, que
constituyen un conjunto de acciones que los diferentes miembros de la
comunidad escolar realizan para tratar de definir sus directrices y pautas
comunes de acción, hacia el logro de los propósitos de la escuela
secundaria, como [...]contribuir a elevar la calidad de la formación de los
estudiantes que han terminado la educación primaria, …estos contenidos
integran los conocimientos, habilidades y valores que permiten a los
estudios continuar su aprendizaje con un alto grado de independencia,
dentro o fuera de la escuela…”(SEP, 1993).
(…) Si la escuela ha de ser un espacio en el que se realice una acción entre
alumnos, maestros, padres y autoridades para construir dicho espacio, ya
que los espacios construyen a las personas, por tanto si vivimos y
trabajamos en la escuela, debemos percatarnos de la influencia que tienen

10
los espacios sobre los miembros de la comunidad escolar.
Sí, “[...]el espacio es un importante factor educativo” (Santos Guerra, 1997),
porque el trabajo se realiza en un espacio determinado y en él se
construyen las relaciones educativas que se dan entre los diferentes
actores, por lo que el trabajo del pedagogo en la escuela secundaria es
necesario para generar en ese espacio, un ambiente flexible, integrador y
“[...]culturalmente intenso pero a la vez relajado, informal, descentralizado,
democrático, rico en estímulos y en instrumentos...” (La Cueva, 1999).
Por ello, la cercanía a la experiencia directa con adolescentes, maestros,
padres y autoridades da la oportunidad para promover desde la pedagogía,
múltiples y diversificadas situaciones de aprendizaje, enseñanza,
orientación, valores, convivencia, evaluación, entre otros, en el entendido
que la práctica educativa de la pedagogía no se realiza en un contexto de
aislamiento, ni el sujeto que atiende y resuelve la diversidad de situaciones
educativas, es el que promueve y organiza el trabajo colegiado de ese
espacio, que se construye y los construye, para analizar y reflexionar sobre
los procesos, tales como planificar y evaluar, así de como ayudar y orientar
a los alumnos a superar las diversas situaciones escolares, para poder
presentar temas, tareas y problemas de forma colegiada que despierten el
interés y entusiasmo de los alumnos.
Por lo tanto, en el marco de la nueva propuesta curricular es necesario
considerar el carácter de la planificación y de la evaluación, y visualizarlas
con la perspectiva de promover innovaciones para la mejora educativa,
mismas que permitirán realizar diagnósticos de la realidad, y proponer
proyectos orientados a alcanzar la calidad educativa.
La escuela secundaria mexicana se encuentra frente al reto de
transformarse profundamente, tanto a nivel organizativo como al nivel del
trabajo pedagógico, buscando su integración con los niveles que le
anteceden, tal como lo señala el programa sectorial de educación en vigor
y los planteamientos iniciales de su reforma integral que actualmente lleva
a cabo la Subsecretaría de Educación Básica y Normal; lo cual constituye
hoy el mayor reto pedagógico de la política educativa mexicana y de otros
muchos países que se han comprometido con el cumplimiento de
pronunciamientos internacionales que tienden a una educación para todos
que brinde satisfacción a las necesidades básicas de aprendizaje de sus
poblaciones.

11
La formación de profesionales de la pedagogía en la ENSM recupera del Plan
de Estudios 1999 para la Licenciatura en Educación Secundaria una
educación de y para los adolescentes, en tanto se constituye como una de
las definiciones básicas en la formación común de todas las especialidades
que ofrece la institución; en dicho modelo curricular ciertamente se
estudian las características generales y específicas de los adolescentes y se
promueve el diálogo y la interacción con estudiantes de secundaria en
contextos escolares y extraescolares.
(…)Los adolescentes son sujetos creadores de múltiples formas culturales,
que están viviendo y transitando por procesos biológicos, intelectuales y
sociales de gran complejidad, que luchan cotidianamente por ser
respetados y que esperarían de la escuela retos cognoscitivos planteados
de manera atractiva y creativa que vincularan sus necesidades,
problemáticas y realidades vitales con las tareas que la escuela les propone;
por ello es que consideramos que se requiere de un profesional formador de
adolescentes que articule y posibilite acompañamientos más sensibles y
armónicos de dichos procesos y de los cambios más importantes de los
adolescentes ante el crecimiento y su sexualidad, de la conformación de la
identidad y autonomía personal, de las relaciones sociales, así como del
desarrollo cognitivo y el aprendizaje escolar.

La escuela secundaria que necesitamos


El dilema entonces es ¿qué clase de escuela secundaria necesitamos?
Actualmente hay una disociación entre las formas y estilos de aprendizaje
que nos propone el plan de estudios 1993 para la Escuela Secundaria,
basado en el principio fundamental de que es necesario promover la
construcción del aprendizaje, estimular la autonomía del estudiante en sus
procesos de acercamiento al conocimiento y las concepciones de gestión
escolar implícitas en el modelo que heredamos desde su creación en 1926.
Las formas organizativas de la escuela secundaria mexicana parten del
supuesto de que estaríamos frente a un solo tipo de adolescente, obligado a
obedecer, sujeto a una organización del tiempo en la escuela que no
coincide con sus necesidades biológicas, psicológicas ni sociales. Los
rasgos autoritarios del modelo de organización de la escuela secundaria se
constituyen en una traba para el proceso de aprendizaje y son la fuente de
múltiples conflictos en la trama de relaciones que se establecen en la

12
escuela.
Enfrentar lo anterior exige a los profesionales de la educación y en
particular a los que laboramos en la escuela secundaria una tarea central:
construir una nueva presencia de la Pedagogía para este nivel; esto
significa, partir de una formación inicial desde múltiples dimensiones que
transforme sensiblemente el trabajo de los maestros de la escuela
secundaria que ya existe, con los directivos y los alumnos que en ella
coexisten, con sus concepciones, aportes y experiencias, fantasías, miedos;
pero también con nuevos proyectos y retos a fin de que este escenario
realmente se constituya en el andamiaje y herramientas de una serie de
conocimientos, capacidades y habilidades para que el adolescente que
transite por ella pueda afrontar situaciones de la vida o tomar decisiones
que pueden tener repercusiones en su vida presente y futura, cuando sean
ciudadanos adultos.
(…)Esto significa, redimensionar la tarea de la intervención educativa,
escolar y pedagógica para que los estudiantes y profesores aprendan a
conocer, a hacer y ser autónomos, definan su proyecto de vida, vinculen sus
intereses y biografías personales con la historia del mundo, con las grandes
y complejas construcciones y retos de las ciencias naturales y sociales que
hoy es una tarea por demás difícil y apasionante, en tanto sea la vía
necesaria para el cambio y la transformación pero fundamentalmente con la
historicidad de la propia institución donde labore el profesional de la
pedagogía.
(…) Desde esta perspectiva la presencia de los profesionales de la
Pedagogía en la escuela secundaria hasta ahora adscritos a los Servicios de
Asistencia Educativa (SAE) y a los Servicios Educativos Complementarios
(SEC), de las Escuelas Secundarias Técnicas o de Escuelas Secundarias
Generales, respectivamente, tendrá que incorporarse en un equipo
interdisciplinario de trabajo de profesionales de la Pedagogía, la Psicología
Educativa, el Trabajo social, la Medicina Escolar y la Prefectura, en donde se
favorezca un espacio de trabajo conjunto que construya alternativas a la
práctica educativa, escolar y pedagógica, ofreciendo el apoyo a los
profesores, directivos, estudiantes y padres de familia para lograr construir
verdaderos procesos de enseñanza y de aprendizaje de calidad, tanto
escolares como sociales.
Lo anterior replantea la presencia de los profesionales de la Pedagogía,

13
particularmente en la escuela secundaria, etapa última de la educación
básica, en donde el conjunto de competencias laborales y profesionales
construidas a lo largo de su formación inicial le permitirán contribuir y
favorecer no sólo la creación de ambientes de aprendizaje adecuados sino
la articulación con los niveles precedentes, a fin de que verdaderamente
esta educación le permita acceder al conocimiento del adolescente a través
de la razón argumentada, de la imaginación y del compromiso afectivo;
pero fundamentalmente se comprometa en la construcción de su propio
proceso como persona y profesional, haciendo uso de sus emociones,
relaciones sociales y perspectivas éticas.

(…) La presencia del pedagogo en la escuela secundaria, tiene la finalidad


esencial de articular las intervenciones educativas, escolares y pedagógicas
con la comunidad; a fin de colaborar en la construcción de un nuevo modelo
de educación secundaria basado en la reinstalación del conocimiento
científico como centro del interés pero colocando al adolescente no sólo
como la figura central sino como el fin mismo de la actividad educativa e
institucional.”6
En toda nuestra argumentación, no hay una sola definición del pedagogo
como Orientador Educativo, de manera que más bien proponemos
nuevamente a los compañeros unir nuestras voces para que el equipo de
apoyo interdisciplinario indispensable del cual hablamos, se pueda
establecer de inmediato en todas las escuelas, que se contraten todos los
médicos, trabajadores sociales, psicólogos educativos y pedagogos
necesarios.
Por todo lo anterior, reiteramos nuestro rechazo a las afirmaciones
contenidas en el informe según las cuales, tenemos la misma perspectiva
de trabajo.
Lo que si es irregular es todo el proceso de contratación y de no

6
Colegio de Pedagogía, Escuela Normal Superior de México, Licenciatura en
Educación Secundaria Campo de Formación Específica Especialidad: Pedagogía,
Programa para la Transformación y el Fortalecimiento Académico de las Escuelas
Normales, SEP, México, 2003, pp. 8-17

14
contratación que es responsabilidad exclusiva de la Secretaría de Educación
Pública a través de su Departamento de Personal. Al respecto queremos
decir:
d) En el momento de su egresión han sido las autoridades de la SEP las
que han colocado a nuestros egresados en la disyuntiva –totalmente
incorrecta- de aceptar la asignatura de Formación Cívica y Ética e
incluso otras que nada tienen que ver con su formación como
pedagogos. Esa no es nuestra responsabilidad, al contrario, hemos
reclamado decenas de veces esa falta de respeto por nuestro trabajo
y por la formación de nuestros pedagogos, que además constituye
una violación a la Ley de Profesiones de parte de la instancia federal,
la SEP, que justamente tiene la responsabilidad de custodiarla y
hacerla cumplir. Esperamos que los compañeros autores del informe
nos acompañen en la exigencia de que todos nuestros pedagogos
sean contratados y lo sean para el trabajo para el cual están
formados.
e) Finalmente respecto a este punto, queremos precisar que en la
planificación del llamado “Examen de ingreso al servicio docente”
independientemente de sus muy discutibles postulados, nos
encontramos con que no hay examen de ingreso para la asignatura
estatal “Aprender a aprender” ni para la “Tutoría” funciones
específicas para un pedagogo. Esto ha obligado a algunos de
nuestros egresados a presentar examen en Formación Cívica y Ética,
pero eso tampoco es nuestra responsabilidad y por supuesto que no
estamos de acuerdo con estos criterios de diseño de los exámenes
que excluyen nada menos que a la Pedagogía.

5. Sobre la responsabilidad del Colegio de Pedagogía y la


Dirección de la ENSM:

1. Ustedes señalan la anomalía de que ingresen estudiantes con


promedio menor a ocho, cierto, pero la convocatoria la emite la SEP,
no la Escuela Normal Superior de México, así que esperamos que
ustedes junto con nosotros, reclame el cumplimiento de la ley.
2. En la mención de ustedes respecto a nuestras asignaturas opcionales,
ustedes escriben dos nombres que no corresponden En el cuadro de

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concentración de las asignaturas que diseñamos para el campo
específico en sus tres versiones, (dos de ellas puestas en operación)
hay ausencias y errores, se dice que las asignaturas optativas
actuales son: “Diversidad sociocultural” y “Diseño Curricular”,
mientras que en realidad son: “Diseño y desarrollo de proyectos
curriculares para la escuela secundaria” y “Estrategias Innovadoras
en los procesos de enseñanza-aprendizaje en la escuela secundaria”.
Ponemos a su disposición los mapas curriculares e incluso el
proyecto que presentamos que no tenía el referente del plan 1999
para hacer comprender que el mapa en operación es producto de un
acuerdo con DGENAM con la idea de conciliar un poco las
imposiciones de la entonces Dirección General de Normatividad y
nuestras propuestas en el marco del plan diseñado por la SEP. Esa
negociación permite explicar por qué formulamos nuestra línea de
Observación y Práctica como “práctica educativa del pedagogo en la
escuela secundaria” y muchas otras formulaciones, presencias y
ausencias.
3. Queremos precisar que los maestros de Pedagogía no “apoyamos” a
las otras especialidades, nos hacemos cargo del tronco pedagógico.
Es bien distinto el enfoque, atendemos asignaturas pedagógicas,
hacemos asesoría de apoyo pedagógico a los estudiantes de séptimo
y octavo semestre en su proyectos de intervención y sus documentos
recepcionales.
4. También hay que decir que trabajamos en el Posgrado
5. El dato de seguimiento de egresados está mal puesto que la cifra de
450 se refiere al total de la generación, no de Pedagogía y Sicología,
de ahí se toma el dato de que de los 83 encuestados de todas las
especialidades, sólo cinco están en Orientación y se concluye
alegremente que sólo el 1.2% de nuestras especialidades está en el
destino laboral para el que presuntamente los preparamos, de ahí a
la descalificación no hay más que un paso.
6. Por otra parte, como ya se ha señalado, ustedes no toman en cuenta
que se hizo un seguimiento de egresados del Colegio, además del
trabajo del Departamento de Psicopedagogía.
7. Queremos una respuesta a la siguiente pregunta ¿A qué se debe la
observación de que sólo hay tres posgrados en educación?

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Posgraduados en Historia, en Filosofía, en Sociología, en Antropología
y en otras disciplinas son necesarios en una carrera de Pedagogía y
en el conjunto del sistema educativo. De hecho en la gestión del
sistema participan profesionales de muy diverso origen, veamos
algunos ejemplos:
a) Alonso Lujambio: Ciencia Política
b) Rodolfo Tuirán: Sociología
c) Fernando González Martínez: Sin datos de currículo académico
d) María Luisa Gordillo, profesora de educación preescolar
e) Miguel Szekely, ser doctorado en Economía
f) Lo sustituye Miguel Angel Mártínez Espinosa, licenciado en Derecho
g) El coordinador de la CGEIB , Dr. Salmerón, es antropólogo social
Por otra parte, recordemos que:
a)La maestra Marcela Santillán tiene posgrado en Matemáticas
b) La doctora Sylvia Ortega en Sociología
c) Nuestra exdirectora general Gisela Salinas es
antropóloga
d) La doctora Etelvina Sandoval tiene posgrado en
educación.
La presencia de todos ellos enriquece la labor de la SEP , aporta miradas
distintas y fecundas. Así que - por decir lo menos- su observación es
extraña.
Finalmente, esperamos discutir con ustedes en un ambiente de pares
académicos a fin de tomar los acuerdos convenientes para la mejora de
nuestro trabajo común y la permanencia de nuestras dos especialidades.

Febrero 22 2010.

Atentamente

Por el Colegio de Pedagogía de la


Escuela Normal Superior de México.

Coordinadores

Prof. Eduardo Aguilar Pérez Profa. Martha Patricia

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López Soto

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