Você está na página 1de 2

EL ARTE DEL DESIERTO

Diez aos viviendo en el desierto de Atacama me permiti en algo


conocerlo y compartir su historia llena de sabidura, revelando lo
insondable a cada paso de ese profundo caminar hacia s mismoporque
no se puede habitar el desierto desde la calidad ciudadana, sin tener el valor
de enfrentar su silencio y su vastedad inicitica que no perdona las
debilidades y engaos de la personalidad humana.
Dicen que slo en los desiertos se est ms cerca de Dios y no puede ser de
otra manera pues en su soledad inmensa es imposible no reverenciar la
creacin desde ese estado de indefeccin aparenteporque el desierto,
aunque no se crea, es protector de sus habitantes. Tambin se habla que
estos lugares son los ms puros del planeta y que sobre los 2.300metros de
altura (situacin del altiplano de este desierto chileno) se est fuera de la
capa squica de la polucionada creacin humana. Es un espacio de sueos y
enseanzas que nacen con el alba y que no se pierden al caer el da para
dormir bajo su bveda luminosa creyendo poder abarcarla con los brazos
extendidos.
Revivir esas noches estrelladas cuando el azul se camuflaba para extender
sus enlaces estelares en el universo, creados por esa Gran Mano poderosa
que los dispers en armona en misteriosas vidas; la bsqueda diaria del agua
en las vertientes, en medio de la magia de sus ondinas y elementales que
regalaban flechitas cuando se les inclua en las tareas; esas caminatas
interminables llenas de azul celeste, calor, viento y arena para alcanzar el
camin que llevaba a la ciudad distante cien kilmetros, o cuando se
caminaba entre un poblado y otro para que sus habitantes pintaran su sabia
vida en los talleres de arte...., en fin, el no tiempo, el silencio y la certeza de
la identidad compartida con el universo, todo eso y ms es una bendicin
que pocos hemos tenido la oportunidad de recibirla.
Pero ms all de las propias experiencias estn los asombros, aquellos que
aparecen cuando se descubre la savia andina de sus poblados perdidos en los
contrafuertes cordilleranos, ensendonos desde como caminar la tierra,
descubrir los ritos cotidianos que hicieron una vez saborear la vida perfecta
cuando se est en equilibrio con la naturaleza, hasta comprender que el arte
no est slo en las ciudades sino que vive en el espritu de pueblos

ancestrales cuya comunicacin cultural se afirmaba en una constante


creacin desde el principio de los tiempos. Esos seores del desierto que
constituyen esas minoras tnicas, casi en extincin en los contrafuertes
cordilleranos, tienen el arte de la vida en sus actos cotidianosy est a
punto de extinguirse.

Você também pode gostar