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Qué ganas de tocarte

Qué ganas de tocarte con mis ojos húmedos de ti y por ti,


qué afán el mío de desearte, de odiarte¡¡ no sé si sientas lo
que yo, tal vez hayas descubierto que en mis ojos hay dos
manos, una boca, piel¡¡ dos palabras y un corazón, tal vez
me besas, me acaricias, me haces tuyo de igual forma,
pienso…

Antes de ti creía en… ahora no, porque no sé cómo es que


has existido tú sin mí, porque tú para mi eres más que una
víscera vital, un corazón, eres el sueño en el que creo , eres
la vida que deseo y el amor que no poseo, eres tú, soy yo y
sé que hemos sido juntos desde el principio del tiempo, luz
primera…eres algo mío que me fue quitado para darle
sentido a mi existencia, sueño…

Hay veces que salgo y camino por las calles en que


solíamos pasear y miro a mi alrededor tratando de mirar
tu rostro, y respiro tratando de encontrar tu rastro , tu
aroma, tus huellas, luego mi mano busca tu mano y mis
labios tiemblan tratando de encontrar tus besos y mi alma
fría añora el calor de tu presencia…pero no estas…

Avanza la noche y a manera de locura vuelvo donde todo


me tortura pues en casa cada cosa me habla de ti, de ti…y
ya vencido por el sueño descubro que también en sueños te
deseo ¡¡Dios¡¡ ¡en sueños puedo verte¡ ¡en sueños puedo
amarte¡ mas no puedo retenerte…porque también con el
sueño te marchas… te marchas…
Entonces como un loco enfurecido, me desespero y quiero
irme lejos, ya no verte aunque el no verte para mi, sea lo
mismo que morir, y muchas veces he caído en sangre,
seiscientas lágrimas y muero, mas luego resucito al
recordar tu sonrisa y al volver a sentir el calor al estar
dentro de ti , porque fuiste una chispa que se volvió
hoguera, y aunque yo no lo quisiera jamás te he dejado de
amar…

Roberto Vicente Jaramillo

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