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Hay dos blancos hacia donde poner la mira, debes hacer una autoevaluacin
de tu mirada, el mejor examen es definir para donde te conviene MIRAR. Hoy
en da la humanidad mira las riquezas, otras miran a sus dolos, aun los que
estn en la iglesia muchas veces miran a sus hermanos, otros a sus pastores, la
Biblia solo hace referencia a dos blancos:
1) Las cosas de arriba.
2) Las cosa de la tierra.
Las "cosas de arriba" son todas aquellas que tiene que ver con Dios, son las
que miran al nico que vino de arriba y el nico de subi: El que descendi,
es el mismo que tambin subi por encima de todos los cielos para llenarlo
todo. (Efesios 4:10). El que lo llena todo tiene un NOMBRE, segn el
apstol Juan se llama JESS: Nadie subi al cielo, sino el que descendi del
cielo; el Hijo del Hombre, que est en el cielo. (Juan 3:13).La mirada de todo
ser humano debe estar puesta en Jess, el autor de todo lo que existe, solo en
el debemos creer, el haya arriba nos est preparando una morada celestial:
No se turbe vuestro corazn; creis en Dios, creed tambin en m. En la casa
de mi Padre muchas moradas hay; si as no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros. (Juan 14:1-2).
puestos los ojos en Jess, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de l sufri la cruz, menospreciando el oprobio, y se sent a la
diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2).
Pero "las cosas de la tierra" son todas aquellas que tienen que ver con "este
mundo sin Dios". Los que tienen su mirada puesta en las cosas de la tierra
estn bajo el poder del maligno. Esta es una realidad la Escritura dice: el
mundo entero est bajo el maligno. (1 Juan 5:19).
El diablo los mantiene afligidos, bajo su poder maligno. El ser humano por su
naturaleza pecaminosa, apartada de Dios, solo pone su mirada en l, cuando
tiene problemas, cuando sufre necesidad, cuando corre peligro, o cuando est
cerca de la muerte. O sea levanta su cabeza al cielo en casos extremos, para
exclamar "porqu Dios mo, porqu"! en tono de reproche.
As somos los seres humanos, queremos vivir toda la vida despreocupados de
Dios y de las cosas de arriba. Solo tenemos nuestras miradas puestas en las
cosas de la tierra, como si fusemos a vivir la eternidad en ella. Nos volvemos
muchas veces HIPOCRITAS, es decir cuando Dios nos da lo que