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LA ENSEÑANZA DEL ISLAM EN EL SISTEMA EDUCATIVO

ESPAÑOL
Riay Tatary

Seminario Islam y Occidente: el encuentro cultural.

Conferencia del 19 febrero 2010, Universidad de Almería.

El 1 de marzo los Ministerios de Educación y Ciencia y de Justicia e Interior recibían


carta blanca para firmar el “Convenio sobre designación y régimen económico de las
personas encargadas de la Enseñanza Religiosa Islámica en los centros públicos “. En
materia de enseñanza primaria y secundaria, este ha sido uno de los pasos más
importantes emprendidos por un país europeo en materia de educación y de libertad de
culto.

Marco Jurídico: El artículo 27 de la Constitución española establece: “ los poderes


públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la
formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones “

La Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa reitera en su artículo 2.1.c


el derecho de toda persona a recibir e impartir la enseñanza e información religiosa de
toda índole, ya sea oralmente, por escrito o por cualquier otro procedimiento, elegir para
sí y para los menores no emancipados e incapacitados bajo su dependencia, dentro y
fuera del ámbito escolar, la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus
propias convicciones.

La Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación


del Estado Español con la Comisión Islámica de España, establece en el artículo 10 de
su anexo lo siguiente: “ A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la
Constitución, así como la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del derecho a
la educación, y el la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del
Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos
escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir
enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados,
siempre que en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en
contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil,
primaria y secundaria.

Y conforme a la Disposición Adicional Segunda de la misma Ley Orgánica, prevé que


la enseñanza de la religión se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación
del Estado Español con las diferentes confesiones religiosas.

Con la publicación del Real Decreto 2438/1994, de 16 de diciembre, por el que se


regula la enseñanza de la religión, llega el proceso jurídico a su fin para emprender el
camino que ampara nuestra Carta Magna.

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Negociaciones con el Estado: Durante el periodo del Acuerdo de Cooperación con el
Estado, la parte islámica manifestó la necesidad de considerar la asignatura de religión
islámica como lectiva, al igual que el resto de las asignaturas escolares, y la pertenencia
de los profesores de religión islámica de los centros docentes públicos al claustro de
profesores.
La respuesta de la Administración respecto a los dos puntos anteriores ha sido negativa
porque “ el Estado no tiene, y no debe entrometerse, en tareas que no le incumben ya
que la designación y el programa de enseñanza religiosa corresponden a la parte
religiosa, en su casi a las Comunidades Islámicas.
Paralelamente, y a nivel del Ministerio de Educación y Ciencia se ha llegado a la
siguiente reflexión y análisis que dio lugar a la propuesta que era el cómo articular el
área, y se pensó que la articulación venía exigida por la misma definición de la religión
en cuanto fenómeno y patrimonio cultural que es y en cuanto sistema de convicciones
que también es. Así, surgían las dos grandes modalidades dentro del área de religión:
uno netamente cultural – en la que se aborda la religión como un fenómeno cultural
condicionante y configurante de una historia, de un arte, de una literatura, de una
música y de una cultura – y una modalidad que, teniendo en cuenta la anterior, abordara
los contenidos desde un enfoque de una determinada confesión religiosa – católica,
musulmana, protestante o judía.
Resultado de este análisis era la configuración de las dos modalidades, de manera que la
religión aparece como área “de oferta obligada para los centros docentes pero voluntaria
para los alumnos “. Publicada la Orden Ministerial que detalla el contenido de la
signatura alternativa a la enseñanza religiosa confesional, empieza la marcha hacia la
normalización de la enseñanza de la religión.
En efecto, con la publicación de la Orden Ministerial que reconsidera favorablemente el
hecho de pertenencia de los profesores de enseñanza religiosa islámica de los centros
docentes públicos al claustro de profesores se supera el primer obstáculo.

Convenio con el Ministerio de Educación: A continuación, a través de contactos


directos e inmediatos, para evitar cualquier agravio comparativo entre las distintas
religiones de notorio arraigo en el país, con las altas administraciones españolas de
Justicia y Educación, ha empezado una época de negociación para lograr trato en pie de
igualdad para todas las confesiones religiosas.
Las Comunidades Islámicas, agrupadas en la Comisión Islámica de España, han
estructurado su aportación al currículo escolar por medio del área de Enseñanza
Religiosa Islámica. La existencia misma de la enseñanza religiosa islámica implica la
posibilidad de que los padres que deseen que su hijo reciba formación religiosa y moral
desde la perspectiva del Islam ofrecida por las Comunidades Islámicas, puedan ver
garantizado el ejercicio de su derecho fundamental.
La experiencia religiosa, desde el prisma islámico, no es espontánea sino que requiere
una atenta intervención educativa, siendo responsabilidad de los padres y de las familias
musulmanas crear un ambiente adecuado para suscitar el despertar religioso islámico en
sus hijos.
El Corán, contemplado como la comunicación del mensaje de Dios al hombre,
representado en la persona del Profeta Muhammad (P.B.) y su tradición y conducta nos
marcan el camino que pretendemos seguir como ejemplo para lograr el éxito en esta
vida y en la eterna.
A través de la enseñanza religiosa islámica se pretende contribuir al desarrollo físico,

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intelectual, afectivo, social y moral de los alumnos, afirmando sus valores personales,
familiares y sociales, convirtiendo en normas de conducta la fraternidad, la solidaridad,
la justicia y la libertad.
Publicado en el B.O.E. el día 18 de enero de 1996, el currículo del área de enseñanza
religiosa islámica para la educación primaria, secundaria y el bachillerato, avanza el
proceso hacia su meta final. En efecto, el 1 de marzo de 1996 se autoriza por el Consejo
de Ministros a los de Educación y Ciencia y Justicia e Interior, en nombre del Gobierno,
la firma del “ Convenio sobre designación y régimen económico de las personas
encargadas de la Enseñanza Religiosa Islámica en los centros docentes públicos de
educación primaria y secundaria “, que representa un nuevo e importante jalón a favor
de la libertad mas sincera y profunda del ser humano y del derecho mas arraigado y
tradicional del hombre: recibir libremente educación en su fe, en sus creencias, en su
religión y en sus primordiales convicciones.
Fue el momento culminante la firma del Convenio que tiene por objeto establecer el
régimen económico de las personas que imparten la Enseñanza Religiosa Islámica en
los centros públicos de la educación primaria y secundaria que, para cada año escolar
sean designados por las comunidades pertenecientes a la Comisión Islámica de España,
con la conformidad de ésta.
A tal fin, los Ministros de Justicia e Interior y de Educación y Ciencia, en
representación del Gobierno, y la Comisión Islámica de España, en representación de
las Comunidades Islámicas miembros de la misma, estamparon en acto oficial y
solemne, sus firmas el martes 12 de marzo de 1996 en el Salón Goya del Ministerio de
Educación y Ciencia, en Madrid
Riay Tatary

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