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En este artculo el autor Carlos Jurez Nieto nos presenta su anlisis sobre el
manifiesto de un grupo de historiadores liderados por el espaol Carlos Barros de
la Universidad de Santiago de Compostela llamado historia a debate (2001). Este
grupo de historiadores nos presentan en su manifiesto el reto de replantearnos el
estudio histrico para que est acorde con las necesidades del siglo XXI.
En este manifiesto de historia a debate, se nos presentan una serie de
planteamientos a reformar entre los historiadores del nuevo siglo, en estos
planteamientos hay 4 vertientes muy claras sealadas por Jurez Nieto y son:
Metodologa, historiografa, epistemologa y sociedad. Estas cuatro vertientes
sealadas que invitan a una reforma de cada una de ellas, nos da muestras de la
teora y mtodo histrico que quieren plantear estos historiadores de la Red
Acadmica Internacional Historia a Debate.
En el plano metodolgico Jurez Nieto analiza las cinco propuestas expuestas
en el manifiesto historia a debate, en donde primeramente estos historiadores
hacen hincapi en el equilibrio que debe haber entre la historia objetivista de
Ranke y la historia subjetivista de la posmodernidad, es decir: una ciencia con
sujeto humano que descubre el pasado conforme lo construye. 1, aplicar en la
historia el mtodo cientfico, pero sin olvidar que el pasado histrico es humano y
no est determinado por leyes o determinismos.
Es necesario segn este manifiesto ampliar el concepto de fuente histrica, se
debe tomar en consideracin las dems fuentes no oficiales estatales, como las
fuentes orales, pictricas, las fuentes audiovisuales o las fuentes materiales, ya
que la historia es construida por ideas, hiptesis, explicaciones e interpretaciones
y que las fuentes son la base pero no determina al historiador. Adems surge la
necesidad de la innovacin de recobrar el prestigio de los historiadores por los
trabajos originales y nicos, para ello es necesario dejar atrs viejos paradigmas,
recobrar gneros perdidos, como las biografas o realzar los nuevos como la
microhistoria prestando atencin a las necesidades de la sociedad del siglo XXI.
Es necesario para el historiador una prctica emprica, donde los datos sirvan para
reflexionar y realizar un gran estudio histrico.