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Capítulo 43

El Santo Ángel Guardián:


Un Individuo Objetivo

Cara Soror,

Haz lo que tú quieras será el todo de la Ley

Al repasar unas cartas recientes veo que no sólo pretendías investigar el orden del ser
al que pertenecen los ángeles, sino si están expuestos al accidente, el infortunio y cosas
semejantes.
Para los propósitos de esta carta propongo usar la palabra 'ángel' para incluir toda
suerte de seres desencarnados, desde demonios hasta dioses — en todos los casos, ellos son
OBJETIVOS; un 'ángel' subjetivo es diferente de un sueño únicamente en no-esenciales.
Ahora, algunos ángeles son en realidad emanaciones de los elementos, planetas, o
signos a los cuales son atribuidos. Son seres parciales casi de la misma forma en que lo son los
animales. No son microcosmos como los son los hombres y las mujeres. Están casi
enteramente compuestos del planeta (o cualquier cosa que sea) al que son atribuidos. Los otros
componentes de su ser los tengo por casi accidentales. Por ejemplo, el Arcángel Ratziel es
señor de una compañía de ángeles llamada Aufanim; y uno no debe imaginar que todos esos
ángeles son idénticos uno al otro, o no parecería haber mucho sentido en esto. Ellos tienen
alguna suerte de composición, alguna suerte de individualidad; y el carácter y la apariencia del
Ángel pueden ser determinados por su nombre.
No creo que haya mencionado en ningún lado cómo se hace esto. Para escoger un
ejemplo, pongamos a Qedemel — las letras hebreas como Q.D.M.A.L., y la numeración es
175, que es la de la suma de los primeros 49 números, como es propio a Venus1. Podemos
entonces esperar que la cabeza o el tocado del espíritu sean en alguna forma característicos del
Signo de Piscis. La forma general del cuerpo será indicada por la letra Dalet, la letra de
Venus, y la parte inferior (o quizá la cualidad) será determinada por la acuosa Mem — la
terminación Aleph Lamed es usualmente tomada para indicar símbolos apropiados. Por
ejemplo, la Aleph podría mostrar un aura dorada, y la Lamed un par de balanzas. Algún
detalle adicional podría ser indicado tomando las letras Dalet y Mem juntas, porque Dam es la
palabra hebrea para sangre. De tales consideraciones uno puede reconstruir una representación
pictórica en la mente propia que puede servir como un patrón al cual cualquier apariencia de
él debería más o menos conformarse. La cuestión entonces toma la forma de investigación de
hasta dónde tales seres son inmortales o eternos.
En el caso antedicho, evidentemente su existencia depende de la del planeta Venus;
uno podría suponer que, si ese planeta fuera sacado de un golpe del sistema solar, no habría
más Qedemel. Pero esto es juzgar muy apresuradamente; porque Venus mismo es únicamente
una emanación del número 7 y es, por consiguiente, indestructible.
Es una idea como la antedicha la que está detrás de la idea convencional de que los
elementales son inmortales, que ellos incurren en la mortalidad cuando su ambición y
devoción los hacen encarnar como seres humanos.

1
La suma de los primeros 49 números naturales es 1225 el cual es de este
modo el cuarto "número mágico" de Venus; 175 es el tercero, siendo 1225 ÷
7, de ahí la suma de los números en cada fila del "cuadrado mágico" de
Venus. (N.T.)
Ahora, ¿puede un ángel de esta clase ir por mal camino alguna vez, con lo cual uno
debe querer decir, puede él alguna vez ser falso a su propia naturaleza? No veo cómo puede
uno imaginar que esto suceda; porque ellos son tan completamente criaturas de los elementos
de los cuales están compuestos que deben ser considerados como desprovistos completamente
de voluntad en cualquier sentido inteligible de la palabra. Sus acciones, de hecho, son
meramente reacciones.
Ellos están, por supuesto, enteramente faltantes en la Tríada Suprema. Está, por
consiguiente, fuera de duda que ninguna cosa en ellos persistiría a través del cambio. Quizá
sería mejor decir que el cambio no los afecta realmente. Otra forma de exponerlo sería que
ellos son adjetivos, no substantivos. Son meramente manifestaciones sensibles de los
elementos a los cuales son atribuidos, y a las letras de su nombre.
Ahora, por otro lado, hay un tipo enteramente diferente de ángel, y acá debemos ser
especialmente cuidadosos de recordar que incluimos a dioses y diablos, porque hay seres tales
que no son de ningún modo dependientes de un elemento particular para su existencia. Son
microcosmos exactamente en el mismo sentido en que los hombres y las mujeres lo son. Son
individuos que han escogido los elementos de su composición según lo dicta la posibilidad y
la conveniencia, exactamente como lo hacemos nosotros. Quiero que entiendas que una diosa
como Astarté, Astarot, Cotytto, Afrodita, Hathor, Venus, no son meramente aspectos del
planeta2; son individuos separados que han sido identificados uno con el otro, y atribuidos a
Venus meramente porque el rasgo saliente en su carácter se aproxima a ese ideal.
Ahora bien, es simple responder la pregunta de su desarrollo, su envejecimiento y
muerte; porque, siendo del mismo orden de la naturaleza que somos nosotros, casi cualquier
cosa que es verdadera para nosotros es verdadera también para ellos.
He tendido bastante a elaborar este tema, a causa de la única cuestión personalmente
importante que surge en cartas más recientes; porque yo creo que el Santo Ángel Guardián es
un ser de este orden. Él es algo más que un hombre, posiblemente un ser que ya ha pasado por
el estado de humanidad, y su relación peculiarmente íntima con su cliente es la de amistad, de
comunidad, de hermandad, o de Paternidad. Él no es, permíteme decirlo con énfasis, una mera
abstracción de ti misma; y es por eso que he insistido algo recargadamente en que el término
"Yo Superior" denota "una herejía detestable y una ilusión peligrosa".
Si no fuera así, no habría objeto en "La Magia Sagrada de Abramelín el Mago".
Aparte de cualquier especulación técnica, mi Sammasati y trabajo analítico nunca me
han conducido a siquiera una sugerencia de la existencia del Ángel Guardián. ÉL no se
descubre mediante ninguna exploración de uno mismo. Es verdad que el proceso de análisis
finalmente conduce a la verificación de uno mismo como no más que un punto de vista
indistinguible en si mismo de cualquier otro punto de vista; pero el Santo Ángel Guardián está
en la misma posición precisamente. Por muy iguales que puedan ser las identidades en
millones de formas, ninguna identificación completa es asequible jamás.
Pero recuerda esto, sobre todo lo demás; ellos son objetivos, no subjetivos, o yo no
malgastaría buena Magick en ellos.
Permíteme decir en particular en lo tocante a los Dioses, que el Dios Júpiter al que tú
invocas no es necesariamente el mismo al que yo invoco. Está claro en cualquier caso que la
revelación de él mismo a ti está modificado en muchas formas por tu propia sensibilidad
particular; exactamente como en la vida ordinaria, tu idea de un amigo puede ser muy
diferente a mi propia concepción del mismo individuo.
Suponte, por ejemplo, que de casualidad es músico, habrá un lado entero de su carácter
al que soy prácticamente insensible. Tú podrías hablarle durante horas, y yo entendería poco o

2
"Venus" es, por supuesto, una "cosa-en-si-misma"; el planeta es meramente
un caso de la idea.
nada de lo que se diría. Similarmente, si él fuera escalador de montañas, sería tu turno de ser
la que se queda afuera.

Amor es la ley, amor bajo voluntad.

Fraternalmente tuyo,

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