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Aprovechando la temática de los estereotipos que creamos los ticos de los

inmigrantes que se hallan en nuestro país, escogí para este análisis, el


programa del canal 7, “Así es la vida” del miércoles 26 de mayo del 2004.

El tema abordado por este programa de entrevistas en la fecha antes


mencionada es el de “Así es la vida de los inmigrantes en Costa Rica”. La
intención de dicho espacio era la de mostrar la realidad de los inmigrantes en
nuestro país, además de hacernos ver a los ticos que estas personas valen lo
mismo que nosotros, sin embargo se reproducen al mismo tiempo los
estereotipos más cotidianos, e incluso se evidencia la discriminación disimulada
de unos con otros.

La conductora inicia su programa con una frase de un conocido canto “tan linda
es mi Costa Rica que la virgen de los ángeles bajó”, iniciando de esta manera
con una diferenciación con los demás países, poniéndonos en superioridad por
nuestra “belleza”. Asimismo, menciona que esta frase es cantada por ticos como
por inmigrantes quienes han encontrado en nuestro terruño, un refugio de paz,
todo lo que su patria no les pudo dar, expresando siempre la supremacía de
Costa Rica.

Nuestra compatriota entrevista a dos suramericanos que ahora viven en nuestro


país, los cuales se encuentran contentos de estar aquí pues les ha ido mejor que
en su patria. El primero de ellos, un uruguayo, tiene una empresa de
computadoras y actualmente vive aquí con toda su familia, por lo cual se siente
feliz, pues no tiene a nadie a quien extrañar en Uruguay, y su negocio marcha
muy bien. El segundo, de nacionalidad argentina, es un joven periodista, que
dice sentirse exitoso en Costa Rica, y está lleno de ambiciones, su familia desde
Argentina lo apoya en todo y ya tiene muchos amigos aquí. Estas personas
migraron a nuestro país por la crisis económica que había en Suramérica cerca
del año 2000 y sus carreras les ayudo a establecerse aquí sin mayores
dificultades.
El segundo entrevistado narra una anécdota que al volver a Costa Rica, después
de vivir en carne propia la renuncia del presidente, los saqueos, y toda esta
crisis de su país, un político costarricense en su campaña para la presidencia,
utilizaba imágenes de esos sucesos, junto con la frase: “… para no ser como
Argentina”. Y aún nos rehusamos a darnos cuenta de la discriminación de la que
como ticos somos culpables.

Un tercer entrevistado es un hombre joven de origen colombiano, cantante y


vendedor, quien señaló sentirse “más tico que el gallo pinto” ya que ama mucho
a Costa Rica. Él ha investigado ampliamente el folclor costarricense (“cosa que
ni nosotros los ticos hacemos”, dice la conductora, admitiendo nuestra falta de
patriotismo y cultura por así decirlo.), además canta canciones propias de
nuestro folclor. Respecto a su país el mismo dice que es un país demasiado
peligroso como para criar allí a sus hijos, ignorando que en Costa Rica también
la niñez ha sido víctima en los últimos años de mucha violencia y abusos.

En la segunda mitad del programa se habla que la población más importante de


inmigrantes es la nicaragüense, pero paradójicamente solo se entrevistan cuatro
nicaragüenses en un mismo segmento y por ende no se les otorga la palabra de
la misma manera que los demás entrevistados. Estas cuatro personas son todas
gente pobre, sin mucha educación académica, y que realizan en nuestro país
labores domésticas, o de mano de obra, repitiendo de esta forma los
estereotipos trillados de que los nicaragüenses son todos de baja clase social,
sin estudios, y que solo pueden aspirar a trabajos pesados que los ticos ya no
queremos hacer.

Una de las entrevistadas en este espacio, una señora mayor, dice que ella ha
sentido el gran desprecio de la gente, la discriminación que se le da en este país
por el simple hecho de ser nicaragüense y la menciona de esta forma: “lo ticos
dicen que todos los nicaragüenses somos malos, dicen que venimos a este país
a robarnos la plata para llevárnosla a Nicaragua y eso no es cierto, somos gente
trabajadora.” Y la conductora en su afán un poco trivial de encontrar igualdades
dice: “no dejen que nadie los discriminen, sus manos valen mucho”, como si solo
por sus manos, es decir por su trabajo, por lo que puedan hacer con sus manos,
los nicaragüenses valieran como personas, por las labores mal pagadas que
ellos realizan y que nosotros los ticos ya no estamos interesados en realizar, ¿es
que acaso los nicaragüenses no valen por lo mismo que nosotros valemos?.

Al mismo tiempo, se repiten los mismos estereotipos de pobreza, poca cultura,


bajo nivel social, desaseo personal, al mostrar imágenes de nicaragüenses
viviendo en precarios, trabajando en construcción, niños descalzos y madres
solteras. El programa hace un marcado contraste entre la inmigración de
algunos suramericanos, con la de una gran parte de nicaragüenses, reflejando
sin reparos los estereotipos con los que siempre marcamos a nuestros vecinos
del norte. Y cabe preguntarse: ¿por qué si el fin de este espacio era mostrar a
los ticos, cómo es la vida de los inmigrantes en nuestro país, se insiste en
mantener esta imagen tan cerrada y discriminatoria?

La conductora pregunta a algunos de sus últimos entrevistados: ¿qué es lo que


nos pasa a los ticos, por qué a veces juzgamos tan duro al inmigrante? ( sin
notar que esto es tan cotidiano para nosotros los ticos, que reproducimos estos
estereotipos tan frecuente y sutilmente como la hace ella misma en su
programa).

A la anterior pregunta se sugieren varias respuestas: una señora que trabaja en


una asociación de apoyo a nicaragüenses en Costa Rica dice es esta manera:
“lo que nos pasa es falta de amor, debemos abrir los brazos para dejar de
discriminar”. Un sacerdote costarricense responde: “a los ticos nos falta caridad
cristiana. En la iglesia ya no hay extranjeros, se nos olvida que quien migra es
una persona”. Los ticos creemos que todo lo podemos solucionar con nuestra
bondad, nuestra paz, y nuestra naturaleza caritativa y seguimos estereotipando
a nuestro país y a los inmigrantes para no mirar las cosas tal como son.
Por último la conductora cierra el programa con una frase tan llena de
estereotipos, que provoca reírse, pues contradice toda la intención del programa,
y demuestra una vez más como nos gusta a los ticos tapar el sol con un dedo.
“El privilegio de haber nacido en Costa Rica, no nos da derecho de discriminar a
los inmigrantes”.

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