Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
1
Me tomaré la licencia de utilizar el género masculino como totalidad, sólo con el objetivo de facilitar la
fluidez de la exposición.
2
Una pléyade de autores subrayan la importancia de la inteligencia emocional en el desarrollo y
aprendizaje. Se destacan los siguientes por su influencia en las nuevas teorías cognitivas y en recientes
estudios de impacto mediático: DAMASIO, A.R, “El error de Descartes. La emoción, la razón y el
cerebro humano” Barcelona, Crítica, col. Drakontos, 1996. LEDOUX, J. “El cerebro emocional”,
Barcelona, Ariel y Planeta, col. Documento, 1999. SHAPIRO, L.E. “La inteligencia emocional de los
niños. Una guía para padres y maestros”, Barcelona, Grupo Zeta, 1997. GARDNER, H. “Inteligencias
múltiples. La teoría en la práctica” Barcelona, Paidós, col. Cognición y Desarrollo Humano, 1995.
MARINA, J.A y PENAS LÓPEZ, M “Diccionario de los sentimientos” Barcelona, Anagrama, col.
Argumentos 1999.
HACIA LA INTEGRACIÓN DESDE LA MEDIACIÓN:
HACIA
HACIA LA
LA INTEGRACIÓN
INTEGRACIÓN DE
DE LOS
LOS MEDIOS
MEDIOS
DESDE
DESDE LA
LA MEDIACIÓN
MEDIACIÓN
PARA
PARAINTEGRAR
INTEGRAR
PARA
PARA DESMITIFICAR
DESMITIFICAR
PARA
PARA CONOCER
CONOCER
DESDE
DESDELA
LACRÍTICA
CRÍTICA DESDE
DESDELAS
LASPROPUESTAS
PROPUESTAS
A mediados de los ochenta, con el apoyo de algunas disciplinas como la semiótica, las
ciencias de la información y los estudios sobre la comunicación de masas se empieza
a entender que todo producto mediático es una construcción. Que la realidad ha
muerto –dixit Marcuse-. Que todo lo que los medios producen es una representación.
Pues bien, desde esta posición vamos a presentar un modelo de lectura y análisis, que
no es original, que recoge de unos y otros aspectos aprovechables, pero que
consideramos práctico y didáctico. Los estudiantes , hijos de la cultura audiovisual,
tienen una intuición y capacidad muy desarrollada para captar los detalles visuales.
Sin embargo les resulta difícil estructurar y encontrar el sentido a todo ese marasmo
de estímulos. Por ello consideramos prioritario ofrecer un método que ayude a
sistematizar el análisis para provocar la reflexión. Desde esta perspectiva podemos
facilitar el sentido y el destino para la comprensión significativa de los documentos
mediáticos.
Aparecerá la escritura que abre sus puertas a la reflexión. Lo pensado –que antes era dicho- se
escribe. Las palabras quedan fijadas en un texto y en un tiempo. Lo escrito detiene el tiempo de
la comunicación y permite, en la distancia, la reflexión y la rememoración del hecho
comunicativo. Con la aparición de lo icónico (artes plásticas, fotografía, cine, vídeo), los
lenguajes del cuerpo, no verbales y múltiples representaciones traerán otras mediaciones que
acabarán con el monopolio del texto. Estamos en un segundo estado de mediación. Las
representaciones icónicas tradicionales, dibujo, pintura, fotografía, cine y vídeo, que se centraron
básicamente en la relación y correspondencia entre realidad u objeto representado y su propia
representación. Aunque las artes figurativas y abstractas, especialmente catapultadas por las
vanguardias de principio de siglo veinte, iniciarían un camino hacia el cambio entre lo
representado y la representación.
Con el tercer estadio de la mediación, la imagen digital, estallan las estructuras de representación
de las tecnologías tradicionales de producción icónica. En efecto, la imagen digital está formada
por un mosaico de pixels, puntos luminosos definidos cada uno de ellos por valores numéricos
que indican su posición en el espacio de unas coordenadas, su color, su brillo, etc. El pixel es
una unidad de información, no de significación, pero un grupo indeterminado de pixel puede
constituir una unidad semiótica, si tienen este valor semántico. Los textos tradicionales eran
secuenciales y lineales. Marcaban una dirección de lectura y un sentido. Señalaban un marco
temporal y espacial que aseguraba una distancia entre receptor y emisor. Los hipermedia abren
laberínticas estructuras y direcciones. El contacto-distante entre emisor y receptor, se diluye en la
interactividad, que convierte al lector y espectador en actor y partícipe –siempre dentro de los
límites programados- , en parte del relato.
Difícilmente se expresa mejor la naturaleza de este tercer estadio, que con las palabras de
Borges:
En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas
alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts´ui Pên, opta
–simultáneamente- por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también se
proliferan y bifurcan. De ahí las contradicciones de la novela”
2
Ver AA.VV (1999): “¿Quién cuenta la historia?”, en El narrador en ficción interactiva. Eunate.
Pamplona
El libro, el vídeo, el cine, son soportes que permiten al público controlar el tiempo del relato. El soporte
digital dinamita la linealidad narrativa de estos soportes analógicos y concede al texto una estructura
poliédrica y dúctil, que lo fragmenta y convierte en ubicuo y controladamente – en cuanto siempre existe
un programa que determina el nivel de intervención- participativo. La interactividad, empleada en el
ámbito de la navegación, explota el hipertexto que bifurca trayectorias y rutas, desde el descubrimiento y
la experimentación. Cuando los escritores se sirven del hipertexto para crear narrativa de ficción
reclaman la respuesta del lector, que el escritor enlaza con sus pautas para el pasaje. Podemos concluir
que el carácter interactivo depende del hipertexto, que rompe la linealidad narrativa y posibilita la
navegación.
¿Cómo se escribe, cómo se lee y cómo se concibe una obra narrativa que carece de
principio, de medio y final predeterminado? Cuestiona J.L.Orihuela. Nuestra mirada se vuelve al
narrador. Su figura conversadora y dialogante permite intervenir al lector, implicarse como hacedor del
relato. La narración se moldea y transcurre con y a pesar de las propias respuestas que aporta el lector.
Con las TIC asistimos a una gran celebración de lo interactivo y la participación. Sin
embargo, las utopías libertarias que nos vende el gran mercado de las
comunicaciones admiten al menos, dos sospechas:
3
FERRÉS, J. “Educar en una cultura del espectáculo” Barcelona, Paidós, col. Papeles de pedagogía, 2000
estás interconectado, aunque no es lo mismo sufrir la lentitud de la línea
normal a estar con banda ancha. Ni interacción es conexión, ni conexión se
puede confundir con participación.
La libertad de acceso a la red o “toda la información al alcance de su mano”.
¿Acceso a qué? Hablemos primero de los condicionamientos que tiene el
propio internauta para desenvolverse, hablemos del tipo de portal que visite
(de pago o gratuito), hablemos de sus propias condiciones de acceso
(codificado o no). De modo que nos encontramos con varias censuras, que
por tácitas, no son menos poderosas: los conocimientos informáticos y la
disponibilidad económica. Pero no acaban aquí las censuras, Bordieu4
denomina censura invisible, a la impuesta por el mercado que obliga a
cambiarnos el ordenador cada cinco años, el móvil cada dos y a pensar que
“o estás a la última o estás fuera”. ¿Estamos informados? Resuenan en el
tiempo las palabras de A.Huxley5 cuando dice “ lo repetido sesenta y cinco
mil veces se convierte en verdad”. Aunque la satisfacción de sentirnos
informados cuando estamos delante de un telediario es muy apetecible,
empieza a ser hora de distinguir entre estar informados, estar mal
informados y no estar informados. ¿Quién puede estar informado si
necesitaríamos semanas de catorce días para buscar, seleccionar, contrastar
y procesar la información? Además de un buen bolsillo para pagarla, claro.
Añadamos la saturación informativa.. ¿Cuántas veces hemos tenido la
impresión de perder el tiempo buscando una información en la Red?
Convendrán conmigo que no es un problema de “saber” buscar, sino de
poder encontrar. La información válida hay que pagarla y el exceso del resto
- ¿podríamos llamarla información basura?- es la que encontramos.
4
Bordieu P. “Sobre la televisión” (1997) Ed. Anagrama. Col. Argumentos. Barcelona.
5
Huxley A. “Un mundo feliz” (2001) Ed De bolsillo. Barcelona
DESDE LA CRÍTICA DESDE LAS PROPUESTAS
3
MASTERMAN,L. (1993): La enseñanza de los medios de comunicación. De
la Torre. Madrid.
5
GUBERN,R. (1996): Del bisonte a la realidad virtual. Anagrama.
Barcelona.