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ESPACIOS CONTROVERSIALES Hacia un modelo de cambio filoséfico y cientifico Oscar Nudler yy equipo multidisciplinario de investigadores Dis: Gar to Compesiclon: E99 Rovere ais Pinar Ji si 2608, “ace: S00 erDares garde aieléne Suonae Arce Aging ‘cule era do resus, cat comunacn Sins carcorrasen de ave cna sls usoe sr ean [Ervta susan onus tsron, se excerpts fore Oiaca a OECRO (Con Estate Durecos Fprsriens winveatc)s ecora acon © (roca agin mgrenie so aa (2209, Miley ose sr /6 2008, Per AO ‘ecein poeta: Ay Abaca 977, $+ {iesanavy tuoree Ars, grein Sorteearassooy eons ree ems progueién: peduasonsineyaconar consideration: moorrayeavicoma Dicemos asi que uns conteoversia filosbfiea 0 un espacio controversial floséfico dade se encucatra en une fase progresiva si genera preguntas auevas o pone de manifieso y profundiza nuevos aspects de temas, de indagacién preexistentes. Ruse (198) aludio metaféricamente a esta forma de progeeso susceptible de serlograda mediante la reflexion filosdfica como una ampliacion ~enlargement- Ge nussras ideas, Por el contrario, i una controversiao un espacio controversial se encuentra fen una fase en que hay una reduceién 0 aun una obstaculizacidn de las posibilidades de descubrimiento y profundizacién mencionadss diremos aque ce encuentra en una fase regres ‘Vearzos ahora qué razones Rebriaparaconcederles,enciertoscasos, alascoatroversias loséficasun valor epistémico, Una razén seria, entre ‘iras que nuestro conocirmiento del mundo he evanzazo muchas veces {gracias ala irupcidn de una nueva teoria ciemtifica que se distingwe Gela anterior, entre otras cosas, por un cambio radial de uno v ms de sus presupuestos Moséficos. As lo seals por eempla, el ilésofo historiador de la clencia Alexander Koyré El pensamlento cientfco ~me refer a Lasciencas fiscas~ no se desarralia In aaeue sing que sempre x eneventr en chincerior de un euadro de ideas, e principio fundamentals, deevideneia axiomsteas que habitualmente hhan sido consideradss como partes dele filosofia (Koy, 1994: i). Y talesmuevos principios, podriamos agregar, han legado a estar dis- ponibles paralos cientficos gracias a un proceso dialéctico de confron- tacin delas nuevas idetsflosdfices con las antiguas. Mas entéticamente atin, Koyré afirma que las revoluciones cientificas “siempre” fueron precedidas por revoliaciones filosoficas. $} bien este alcance universal ‘que le otorge Keyré a su afizmacién es discutibe, es innegable que por los menos en algunos casos, como el del origen de laciencia moderna ‘en el siglo XVII, segutamente asi ha sucedido. ‘Pero mas alld del impacto que ha ten'do la filosofiaobrelaciencia, st como también sobre otros cemposcomo arte, lapolitca, ete, cuando, naturalmente, ha mantenido vasos comunicantes con ellos {impacto que, como no podemos dejar de subrayar, se dio también ciertamente ‘en.un sentido inverso) el deserrollahistScico dela flosofia tradicional, incluido el de la metafsics, no queda a nuestro juicn adecuadamente representado por la figura del escéndalo de la razén Por el contrario, 9 bas relrencin que equ se hacen a ier prgrsvas Be une onteoveaa ‘hci lguns con uns concept claps del ogres, entendide como up coreamiea progres 3a ead ago pore esa 7 : Lot esncos convovertiles [a flosofia ha experimentado, al menos durante ciertes perlodos y en ertas eas filos6ficas, cambios que en pueden ser consideradoscomo Progresivos (Nudles, 2003). ;Pero progresives en qué sentido? Uno de ‘esiossentidos esel queha propuesto N Rescher (1985). Luego,de rechazar el presupuesto de la existencia de un vincule necessrio entre consensoy Progreso, Rescher hace una afirmacién que, al menos en ciertas épocas, aparece como indiscutible ala luz dela evidencia histories: la losofia de hecho progress. Las innovaciones constant ; 08 proposcio= ‘nan nuevas perspectives de consideracién, nuevas cusstionesy problemas, angumences nuevory mis profundos,dstinclones ms stiles, sistemas ree adecuadamente deserolados,y asi sucestamente, (Rescher, 1995: 285) Eta forma de progreto potibe de In flosofa que lego puede repeats como se mencons, en otosdbitos, no esi embarg a Snes. En le seein sutentencroduelrmos ea forma ce roe oo Sot cmin on de valde con ladle dels crpsce controversies Pero yesiempo de presentancunquees enna loeme oncisa, dicho modelo. oe : 3. El modeto de los espacias controversiales'* A continuacién esbozaremos el modelo de expacios controversiales de ‘un modo més bien abstracto, dando. lo sume sélo unos pocos ejemplos Y2 que este volumen conticne estudios de casos detallados en diversas Aisciplinas en que el modelo ha sido aplicado ya los cuales remitimos al letra ali temas slienes en cada uno de ellos. En primer lugar nes eferiremos al exrutura de los esacoscontovertles yivego Por lo generel existe en oe espacios controversial, en cualquier momento de su desarrolio, una controversia que ocupa el lugar central Pero esta centralidad no es una propiedad permanente ya gue, por 59 Comomprinotipinin nso deg eneomsconue dei ‘eteranalcen aya fonatncbriomensn ehjeqrenayiomatecion deca ans esas Porstepin pare propia te ascent nace yn des nf neosbinsin don proces cmb sqnrenenenespanoys ees courlemeatrs neat ent pace de nifecetn npn mene epee les deminisprevamencrenestdor ont yom s pocaséecetens sn dl concen ie speepens tsa ‘Agnes eis wens pines pans ameronen dts dla es suet Nae 00, Nok Oe, Ned O00 y Nader Se -sjemplo, el problema que dio origen a la controversia original puede redefinirse o, incluso, ser sastituido por otro problemta,en cuyo caso ana controversia dietinta dels inieial ocupard ol lugar central. Este cambio no implica necesariamente el paso a un espacio controversial diferente yyaque los elementos que proveen continuidad aun espacio dado pueden ser de diferente aaturaleza, El elemento que hace que el espacio sea el rismo puede, por ejemplo, no ser un problema o una pregunta espe- cific, sino un cierto tema. Asi, el espacio controversial constitido en. reiacin con el tema del movimiento de los cuerposgiraba, dentro dela fisica aristorélica, en torno de la pregunta sobre por qué se mueven, en tanto que dentro dela fisica ineccial 2 partir de Galileo, esta pregunta cs oustituida porla pregunta acerca de por quécambiaa la velocidad con {que se mueven 0 por qué se mantienen en repose. A pesar de tal cambio ‘ce pregunta, e mismo espacio controversial, con Galileo sus seguidores. por un ladoy los aristotélices por el otro como protagonistas, continué su agitada existencia, ‘Ouro rasgo estructural de los espacios controversiales se origina cen el hecho de que raramente una controversia se presenta aislada ya. ‘que, por lo general, se asocia con otras controversias. A partir de une suerte de tendencia de las controversias a difundirse y asociarse con, otras, podemos dfinir, annque sélo en una primers aproximacién, a las espacios controversiales como conjuntos o redes de controversies nterrelacionadas, Por ejemplo, la controversia en torno de la teoria copernicana de ls siglos XVI y XVI ala que acabamos de aludirestuvo atociada, ya en sus comienzos, con lacontroversia sobre el significado dela falta de paralaje de las estrellas fjas. Esta dltima era también una controversia dentro dela astronomia, perola teoria copernicana también s¢ a¢ocis tempranamente con controversias més allé de la astronomia, especialmente lacontroversia acerca del movimiento de los cuerpos sobre Ja Tierra; y aun con controversias en areas ajenas ala ciencia, como la desarrollada en torno de a interpretacin de passjes biblicos relative a s5iéstos debian ser leidas literalmente, en cuyo caso proveian municién _gruesa alos enemigos del copernicanismo, como de hecho sucedié tanto tntre los eatélicos como entre los protestantes, o metaféricamente, en ceuyo caso n0 eran necesariamente incompatibles con la teoria coperai- cana, como Galllea procuré defender especiaimente en su carta de 1615 la Gren Duquesa Cristina de Lorena, En principio, lared de relaciones de una controversia con otras podria cextenderceilimitadamente, pero podemos convenir en que un espacio controversial dado esté coastituido por el conjunta de las controversias| ‘que, de hecho, han sido o son vinculadas entre si, La extensidn de los os espciosconveversaes ‘spacios controversiles, o sea, el niimero de controversies gue conte: nen, ¢s pues una propiedad contingente de los mismos y puede varian ) generalmente varia, segiin el momento de su trayectoria histérica {ue estemos considerando, Sin embargo, si bien Ia investigacisn de los Fechos historicos es necesaria para establecer la configuraciGn de lot ‘spacios controversiales, muchas veces no es suficientemente operativa Yor ejemplo, si el conjunto de controversias interrelacionadas es muy grande o heterogéneo, el historiador seve forzadoaadoptar una decision, netodoldgica acerca de qué parte de ese todo serd su objeto de estudio, 4Asimismo, en otras ocasiones es el historiador quien de algiin modo ‘construye su objeto, “su” espacio controversial, alencontrar importantes, slaciones entre distintas controversias de las cuales sus protagonistas tal vez no estaban conscientes o no podian o no se intezesaron en abor- das" Ahora bien, los espacios controversiales son en realidad ~y:no se podria exagerar la importancia deesta caracteristica~ mds gue conjuntos e controversigs. En primer lugar, dentro de un espacio controversial enen eabida no sélo controversias en el sentido estricto del término, 6s decir, entre pastes que debaten reaimence entre si, sino tambien eontroversias ficclonales, en que un protagonista éel espacio describe tun debate con un contrincante, imaginario o zeal pero ausente, ya sea perteneciente al pasado 0 contemporineo. Si bien en general se prefiere "servar el término “controversia" para designar sélo controversias“rea- les", consideramos mas productivo para nuestro propésite de ofrecer un modelo apto parala reconstruccién de historia intelectual extender la splicacién de! tércnino aeste caso de didlogos controversialesimeginarios oficticios. Aunque sin olvidar sus diferencias con las controversias en. sentido estrcto, por lo cual agregamos el calificativo “ficcional” cuando os referimos acllas,utlizamos el mismo término no so para subrayar hecho de queambas tienen similitudes formales entre si sino tambien, ysobretodo, porque pueden guardarrelaciones estrechas queredundan fen su complementariedad en la constituci6n y desarrollo de un espacio controversial, M. Spranzi Zuber apunta ala diferencia pero también a a complementariedad cuando dice o siguiente: 2s eenstrccia dean especo controversial puede eempllcarteconel abajo ee Nolet incu en ese volimen. Naat encuentra atone pends ene teesontrovereshinaiogriias dts yes inelae portent en ut mc sepcis.

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