Este documento resume un artículo publicado en la revista religiosa Alfa y Omega sobre la migración en la Biblia. En 3 oraciones o menos:
La Biblia presenta a Dios como protector de los emigrantes y exige que el pueblo de Dios reciba con justicia a los emigrantes, huérfanos y viudas. Jesús continuó esta tradición al crear un nuevo pueblo formado por los pobres y marginados. El documento argumenta que acoger a los emigrantes es un acto de justicia, no solo de caridad, seg
Este documento resume un artículo publicado en la revista religiosa Alfa y Omega sobre la migración en la Biblia. En 3 oraciones o menos:
La Biblia presenta a Dios como protector de los emigrantes y exige que el pueblo de Dios reciba con justicia a los emigrantes, huérfanos y viudas. Jesús continuó esta tradición al crear un nuevo pueblo formado por los pobres y marginados. El documento argumenta que acoger a los emigrantes es un acto de justicia, no solo de caridad, seg
Este documento resume un artículo publicado en la revista religiosa Alfa y Omega sobre la migración en la Biblia. En 3 oraciones o menos:
La Biblia presenta a Dios como protector de los emigrantes y exige que el pueblo de Dios reciba con justicia a los emigrantes, huérfanos y viudas. Jesús continuó esta tradición al crear un nuevo pueblo formado por los pobres y marginados. El documento argumenta que acoger a los emigrantes es un acto de justicia, no solo de caridad, seg
Biblia, libro de emigrantes 07.04.16 | 23:37. Archivado en Iglesia Instituciones, Biblia, Espiritualidad, Amigos, la voz de los, Amrica Hispana,Sociedad, poltica, Utopa, esperanza o o o
Alfa y Omega es una revista religiosa de gran
tirada que publica el Arzobispado de Madrid, y que se vende cada jueves en los kioscos y libreras de Espaa con el ABC, uno de los peridicos clsicos de la capital. Durante decenios, la revista ha tenido un perfil ms en la lnea de la antigua Iglesia de Madrid. Pero la entrada del Papa Francisco, con el nuevo Arzobispo D. Carlos Osoro, est haciendo que pueda representar ms a todos los sectores de la Iglesia, con sus preocupaciones espirituales y
sociales, en dilogo con el Evangelio y el mundo
actual. En esa lnea, el ltimo nmero (imagen 1) ha dedicado varias pginas (14-15) a la "hospitalidad mercedaria", es decir al compromiso de la Orden de la Merced en el tema de la Migracin, Trfico y Trata (tema al que me he referido ya en este blog) Por eso, el director de la revista me ha invitado a escribir una nota sobre La Migracin en la Biblia, que se ha publicado en ese nmero en la seccin Tribuna (pag. 24). Posiblemente, alguno de mis lectores haya ledo ya el trabajo o podr encontrarlo, con facilidad en http://www.alfayomega.es/documentos/anteriores/97 2_07-IV-2016.pdf (pag 24) o ms fcilmente en http://www.alfayomega.es/62460/biblia-libro-deemigrantes. Para aquellos que lo prefieran quiero ofrecer aqu una copia del texto. La imagen 1 reproduce la portada de la revista del 7.4.15. La imagen 2, que acompaa a mi texto; es una reproduccin bien conocida del cuadro del pintor francs James Tissot (1836-1902), Joseph vendu
en Egypte(Jos vendido en Egipto), que se
encuentra en el Juif Museum de New York. La acogida y proteccin de extranjeros (con hurfanos y viudas) precede a la Constitucin del pueblo, de manera que no estn los emigrantes al servicio de un Estado ya constituido, sino que (segn la Biblia) es el Estado el que nace para acoger y proteger a emigrantes, hurfanos y viudas. BIBLIA, LIBRO DE EMIGRANTES X. Pikaza As lo define su primera ley (Declogo), que define a Dios como protector de emigrantes (cf. Ex 20, 2; Dt 5, 6), y al creyente como aquel que lo reconoce respondiendo: Mi padre era un arameo errante, pero t, Dios, nos ayudaste (cf. Dt 26, 5-10). La emigracin no es cosa de otros, sino que define nuestra identidad, como hijos de Jacob,herederos de aquellos hebreos que salieron de Egipto, caminando hacia una tierra que les acogiera, para vivir pacificados en ella. La sociedad bblica y Estado (Israel) naci as de un pacto de emigrantes, que se comprometieron a vivir en libertad y justicia, a diferencia de los grandes estados del entorno (Egipto, Babilonia) que apelaban a las armas. Por eso, las leyes fundamentales de Israel exigan que el pueblo de
Dios reciba con justicia a emigrantes y extranjeros,
con hurfanos (nios sin familia) y viudas (mujeres sin garantas de vida personal y social). As lo exiga el Pacto de Siquem, primera y ms santa de las leyes de Israel: Maldito quien defraude en su derecho al extranjero, al hurfano y la viuda! Amn, as sea! (Dt 27, 19; cf. Ex 20, 20-2; Dt 16, 11-12). La acogida y proteccin de extranjeros (con hurfanos y viudas) precede a la Constitucin del pueblo, de manera que no estn los emigrantes al servicio de un Estado ya constituido, sino que es el Estado el que nace para acoger y proteger a emigrantes, hurfanos y viudas, como ha puesto de relieve un gran pensador judo (E. Levinas), y como yo mismo he destacado (con J. A. Pagola) en Entraable Dios. Las obras de Misericordia (Verbo Divino 2016) En esa lnea avanz Jess, retomando el motivo del xodo de Egipto, para crear un pueblo nuevo (Reino de Dios), desde los pobres y expulsados de Galilea, sin tierras ni campos en tiempo de gran crisis. Con esa intencin subi a Jerusaln, para anunciar e instaurar la Humanidad Nueva, siendo ajusticiado por ello. Pero los cristianos creemos que Dios le resucit, de forma que debemos seguir realizando su obra, que consiste en reunir a todos sus hermanos dispersos por el mundo (Jn 11, 52), como ratifica su mensaje final:
Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundacin del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui extranjero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis (Mt 25, 31-46). Jess se encarna as y sigue viviendo (sufriendo, caminando, esperando) en los migrantes y extranjeros, con todos los desnudos, que no tienen dignidad reconocida, pues ellos son sus hermanos ms pequeos, hijos de Dios. Ciertamente, l sabe que las dos primeras necesidades son el hambre y la sed. Pero inmediatamente despus insiste en los emigrantes y desnudos. Emigrantes son los extranjeros, sin patria o familia verdadera, pues han debido abandonarla por hambre, presin social o violencia, para vivir errantes, sin entorno de acogida cultural o humana, sin Estado que sancione su derecho a la vida. Son pobres pues, careciendo en general de bienes econmicos, carecen de proteccin jurdica y dignidad reconocida, estando as desnudos, conforme al lenguaje de la Biblia: Amenazados por la enfermedad y la crcel (campo de concentracin), como deshecho humano. Emigrantes, extranjeros y desnudos son hoy las minoras (a veces mayoras!) marginales sin
proteccin social ni Estado que avale sus derechos,
multitudes no aceptadas ni integradas en el grupo dominante. Nuestra sociedad podra ofrecerles comida, compartiendo con ellos un camino de humanidad distinta, reconciliada, como quisieron los primeros hebreos, como propuso Jess; pero, en general, no quiere; por eso crecen los hambrientos, extranjeros y desnudos, para mal de ellos y, sobre todo, para mal de la sociedad establecida, que se est asomando al precipicio de su propia destruccin, es decir, de su infierno, como proclam Jess en Mt 25, 31-46. Vivimos en una sociedad desalmada, donde los grupos dominantes se protegen expulsando o rechazando, negando un espacio de vida, a los extranjeros, sin advertir que rechazan a los hijos de Dios, y se destruyen a s mismos, pues el mismo Estado ha de estar al servicio de los necesitados. El Dios de Israel (de Jess) vive y alienta ante todo en los emigrantes, hambrientos y extranjeros, y en defensa de ellos puede y debe nacer un Estado en el que reina la justicia. Por eso, les acoger no es una obra de pura caridad intimista (mal entendida), sino de estricta justicia, como dice Jess (Mt 26, 37).