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Mis conferencias
Cuando me encontraba por escribir este artículo, estaba decidiéndome sobre qué tema
hablar al mismo tiempo que miraba de reojo (figurativamente hablando) la nueva
subpágina de mi Web, la que me moría de ganas por diseñarla.
Entonces me dije porqué no hacer las dos cosas a la vez: Diseñar dicha página que trata
sobre los honorarios que cobraré por cada conferencia que dé en el futuro sobre la ley
de la atracción en cualquier parte del mundo, y a su vez transmitir la enseñanza que esto
me deja.
Es decir en dicho artículo dije, que por primera vez hacia una acción como si mi deseo
ya estuviese cumplido, cuando en la realidad o debería decir con más corrección,
cuando en este presente que conocemos, ese deseo todavía no se concretó.
Esa primera acción a que me refiero fue comenzar los trámites para renovar el
pasaporte. Hoy estoy esperando a que me llegue por correo el nuevo pasaporte, que
estimo será a fines del mes de junio.
Ahora si ustedes me estuvieron siguiendo con mis artículos desde el principio, verán
como fui evolucionando en esa “emoción” que es indispensable para que se concreten
nuestros deseos.
Siendo este artículo junto con el anterior, donde se produjo en mí ese cambio de
mentalidad de la que todos los autores hablan.
Yo había dicho que hasta el anterior post no había invertido un solo peso. Es decir
mientras me había movido con objetivos concretos no había tenido gastos.
Sin embargo a partir del momento que me manejé con la “emoción” de creer que esa
meta ya estaba cumplida, cuando en la realidad terrenal todavía no se materializó, fue en
ese instante que realicé mi primer gasto: Los $ 130 (que son aproximadamente unos 33
dólares) para solventar el costo que implica la renovación del pasaporte.
Pero atención, no quiero decir con esto que me crea que al otro día de tener el pasaporte
va a venir alguien a contratarme para una conferencia.
Si bien creo firmemente que ello sucederá, se que el momento y día exacto lo
determinará Dios. Pero lo importante de esto vuelvo a reiterarlo, es esa “emoción” que
no es creada en forma ficticia sino que nace naturalmente.
En todos los casos cada conferencia estará conformada por una duración de 90 minutos,
distribuida en dos secciones de 45 minutos cada una, con un intervalo de 15 minutos.
A estos costos habrá que sumarles los viáticos de traslados desde Mar del Plata,
Argentina hasta el lugar donde se realice la conferencia, incluyéndose también los
gastos de hospedaje y de alimentación respectivos.
Las reservas (con el pago total) se realizarán con una anticipación de 30 días como
mínimo, a través de una transacción por medio de PAY PAL o por cualquier otro medio
que yo determine oportunamente según el caso de que se trate.
Por otro lado si bien sólo hablo el español, no tengo ningún problema en realizar la
conferencia en cualquier idioma o dialecto que exista en el mundo (porque mientras
haya alguien en el mundo capaz de enseñarme cualquier dialecto, yo también seré capaz
de aprenderlo), pero a cambio del esfuerzo por aprender el idioma que se me exija, los
valores a cobrar por dichas conferencias, independientemente del día de la semana en
que se dicten serán los siguientes:
Para los casos que las disertaciones sean en un idioma distinto al español, el contratante
del servicio deberá hacerse cargo de todos los viáticos que implique mi permanencia
durante 12 meses en el país o región cuyo idioma deba aprender, incluyendo el pago de
todo el personal que se ponga a mi disposición para lograr el objetivo propuesto.
Cada vez que se cumplan los 20 días y viaje a otra región, me deberá acompañar uno de
los profesores para seguir con la enseñanza y práctica respectiva. En este caso los
viáticos de traslado, hospedaje y comida tanto míos como del profesor que me
acompañe irán a mi cargo (no así los honorarios del profesor).
Ahora, si prestaron atención (y aquí viene la enseñanza que quiero transmitir) verán que
presenté 4 tipos de conferencias, según el idioma y día en que se imparta cada
disertación.
Pero las dos últimas opciones, la de 700.000 dólares y la de 7.000.000 de dólares, para
quien lee esto entrando en mi página sin creer en la ley de la atracción, dirá que con esas
pretensiones de honorarios estoy “remamado”. Incluso quien entiende sobre este tema
puede llegar a decirme: Yo no creo que estés remamado, pero dime la verdad ¿no
tomaste aunque sea un poquito?. Porque en definitiva quien va a pagar semejantes
cifras, cuando le saldría mucho más barato pagarle al traductor más caro del mundo.
Y ante esas supuestas exclamaciones de esas dos personas imaginarias yo les debería
responder: Sí tienen razón (no en cuanto a que estoy borracho) pero sí que mí
planteamiento no tiene nada de razonable.
Pero justamente ahí es donde está la cuestión de fondo de la enseñanza que quiero dejar:
Entonces cuando yo planteo los honorarios que cobraría para quienes quieran que dé la
conferencia en otro idioma, no estoy diciendo que voy a dar las conferencias sí o sí en
otro idioma que no sea el español, estoy diciendo que ante esa posibilidad, hice todas las
prevenciones necesarias para ello, para cuando así pueda ocurrir.
Y respecto a esto último, todas esas especificaciones que realicé de cómo debería ir
aprendiendo otro idioma, son en este desarrollo, lo que sería mi tercer acción en línea
con mi objetivo o meta propuesta.
Es decir cuánto más pasos realicemos en armonía para que esa meta se concreté como
nosotros planeamos, más cerca estaremos de la materialización de la misma.
Por lo tanto si yo soy capaz de ejecutar acciones que van en sintonía con mis deseos,
como si estos ya estuviesen concretados; aun cuando para la mayoría les puede parecer
ridículo, entonces cómo ustedes no van a hacer lo mismo, cuando sus deseos en general
son más razonables que el que acabo de plantear y además ustedes lo hacen en silencio
sin miedo a pasar vergüenza.
Y si alguna persona me preguntara: Esta bien que los cuatro tipos de conferencias
tengan valores diferentes porque representan distintos esfuerzos para llevar a la
concreción cada una de ellas, pero ¿porqué esas cifras determinadas? Y en ese caso les
respondería:
Porque por una cuestión simbólica de lo que significa el número 7, los honorarios
estipulados deben comenzar con dicho número (su significado lo voy a aclarar en el
futuro en otro artículo).
23-Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate
en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que
diga le será hecho.
24-Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.