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Santa María,

Madre de los Apóstoles


Dirigirnos a María, Madre de los de la Pasión, Muerte y Resu-
Apóstoles, nos remite a la rrección del Señor, alcanza un
experiencia de fe y vida de la punto culminante en la venida del
primera comunidad cristiana. Los Espíritu Santo. María Santísima
Apóstoles y los discípulos del reunía en torno a sí a los Apóstoles,
Camino hacia Dios 195

Señor Jesús, relatan los Hechos de esperando la venida del Espíritu.


los Apóstoles, «perseveraban La Madre reza confiada, imploran-
unidos en la oración, en do la venida del Paráclito. Así,
compañía de algunas mujeres y junto a Santa María, los Apóstoles
de María, la Madre del Señor»1. Esa reciben el Fuego del amor divino
experiencia es un hermoso y e n Pe nte co s t é s. E l í m p e t u
elocuente testimonio de la apostólico alentado por la fuerza
presencia activa y dinámica que, divina los lleva a proclamar,
por Designio divino, tiene la venciendo todos sus temores e
Virgen María en la historia de la inseguridades y alentados por la
reconciliación. Virgen Madre, que el Señor Jesús
es el Hijo de Dios, que ha venido al
Santa María, con sus cuidados mundo a reconciliarnos del
maternales, acompaña y vive pecado y darnos la vida eterna.
intensamente esos primeros
pasos de la Iglesia naciente. María
ejerce el maravilloso don de su
maternidad espiritual. La
compañía y guía a los Apóstoles,
que poco a poco entendían mejor
el sentido de los acontecimientos
¡Cuántas enseñanzas para nuestra vida renovar nuestra piedad filial. Ese camino
cristiana encontramos al dirigirnos a de conformación con el Señor Jesús, por
nuestra Madre como la Madre de los Él mismo señalado desde la Cruz3, nos
Apóstoles! dispone a crecer en el amor de hijos a
Santa María. Y al amarla como hijos,
María es realmente nuestra Madre buscamos —alentados por el Espíritu
d e A m o r — h a ce r n u e s t ro s l o s
Reflexionar en los Hechos de los sentimientos filiales del mismo Jesús
Apóstoles es ocasión para renovar la para con su Madre. Así nos vemos
conciencia vital de la importancia que inmersos en ese misterio de amor que es
tiene la maternidad espiritual en la vida la íntima unión de María con Jesús. El
del cristiano. ¡María es realmente Señor nos invita a dirigirnos a su Madre
nuestra Madre! Su María, con todo su ser y actuar nos dice:
maternidad cierta- «Haced lo que Él os diga»4. ¡Insondable
El Señor nos invita mente no acaba misterio de amor al que somos invitados
a dirigirnos a su
Madre María, con cuando es asunta al a participar viviendo el proceso de
todo su ser y actuar Cielo, al término de amorización!
nos dice: «Haced lo su vida en la tierra.
que Él os diga». Así como fue guía, Santa María y el Espíritu Santo
¡Insondable
apoyo y compañía
misterio de amor al
que somos p ara la primera El Espíritu Santo que en la Anunciación
invitados a comunidad cristiana, había cubierto con su sombra5 a la
participar viviendo lo sigue siendo para Virgen de Nazaret, obrando el milagro
el proceso de cada uno de noso- de la Encarnación del Verbo de Dios,
amorización!
tros. «Esta mater- acompaña toda la vida de la Madre.
nidad de María en la Desde su vivencia singular de la fe, Santa
economía de la gracia —enseña el María va desarrollando una relación
Concilio Vaticano II— perdura sin cesar especial, íntima, con el Espíritu. Sensible
desde el momento del asentimiento a su acción, sabe cooperar con Él para
que prestó fielmente en la Anunciación que Dios realice maravillas6 en su Sierva
y que mantuvo sin vacilar al pie de la humilde y fiel. Siguiendo el ejemplo de
Cruz, hasta la consumación perpetua de nuestra Madre, unidos a Ella, somos
todos los elegidos. Pues asunta a los alentados a tener esas mismas dispo-
cielos, no ha dejado esta misión siciones interiores para con la Tercera
salvadora, sino que con su múltiple Persona de la Trinidad: el Espíritu Santo.
intercesión continúa obteniéndonos los «María es el camino para que cada cual,
dones de la salvación eterna»2. uniéndose amorosamente a Ella por la
piedad filial, pueda acoger en su
Crecer en la consciencia vital de su corazón la manifestación del Espíritu de
maternidad espiritual nos invita a Dios»7. Un hermoso y exigente horizonte
Camino hacia Dios 195 Santa María,
Madre de los Apóstoles

de crecimiento espiritual, pues como aumenta la fe, lo conforta en la


dice San Pablo «todos los que son esperanza activa, lo conduce a
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son entregarse a los hermanos y a ser fiel en
hijos de Dios. Que no recibisteis un la tarea apostólica, lo capacita para
espíritu de esclavitud para recaer en el formar comunidad. La Iglesia que ora en
temor, sino que habéis recibido un sus miembros se une a la oración de
espíritu de adopción, por el que Cristo»9.
clamamos: ¡Abba, Padre!»8.
La fuerza del Espíritu y el apostolado
Esto nos lleva a enfatizar la importancia
de la oración, en la que María es maestra. El dinamismo evangelizador que se
La oración es el medio por excelencia apodera de los Apóstoles luego de
para crecer en intimidad con el Espíritu y Pentecostés sólo tiene una explicación:
entrar en comunión con Dios Amor. En el supieron acoger en sus corazones la
esfuerzo por alcanzar la santidad es una fuerza impetuosa del Amor divino. El
necesidad vital, como lo es la respiración temor y la inseguridad quedaron atrás,
para nuestro organismo. Sólo desde una dando paso a la parresía, el ardor, la
vida espiritual intensa, nutrida en los fuerza, el ánimo inacabable por
momentos fuer tes de oración y evangelizar. Los seguidores del Señor se
desplegada en toda nuestra vida y lanzan así a la gran aventura de anunciar
apostolado, podremos ser capaces de a Jesús, el Señor. Desde entonces la
responder a nuestra vocación a la Iglesia, impulsada por el Espíritu Santo,
santidad y cumplir con la misión lleva el anuncio reconciliador a todos los
apostólica que se nos encomienda. El confines de la tierra, a todos los pueblos,
documento de Puebla, en un pasaje que buscando cooperar con Santa María en
vale la pena recordar, nos invita a crecer la misión que recibió de su Hijo: hacer
en la vida de oración como un camino nacer en el corazón de todo ser humano
concreto de configuración con el Señor al Señor Jesús, el
Jesús: «el Señor Jesús, que pasó por la Camino, la Verdad y la
tierra haciendo el bien y anunciando la Vida10. La oración es el
medio por
Palabra, dedicó, por el impulso del excelencia para
Espíritu, muchas horas a la oración, Nuestra misión no es crecer en intimidad
hablando al Padre con filial confianza e otra. Participamos en con el Espíritu y
intimidad incomparable y dando la Iglesia de ese entrar en comunión
con Dios Amor. En
ejemplo a sus discípulos, a los cuales mismo impulso del
el esfuerzo por
expresamente enseñó a orar. El cristiano, Espíritu que nos lleva alcanzar la santidad
movido por el Espíritu Santo, hará de la a evangelizar con es una necesidad
oración motivo de su vida diaria y de su ardor, secundando a vital, como lo es la
trabajo; la oración crea en él actitud de respiración para
nuestra Madre en su
nuestro organismo.
alabanza y agradecimiento al Señor, le misión apostólica. La
Camino hacia Dios 195 Santa María,
Madre de los Apóstoles

Madre de los Apóstoles, intercede PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO


siempre por nosotros, obteniéndonos la 1. ¿Qué tan consciente soy de la maternidad
fuerza de lo Alto, iluminándonos con su espiritual de Santa María en mi vida? ¿Cómo la
vivo?
ejemplo, guiándonos por el camino,
cuidándonos como toda madre lo hace 2. ¿Cómo es mi relación con el Espíritu Santo?
¿Qué puedo aprender de las disposiciones que
con sus hijos. Acojámonos a su interce- encuentro en la Virgen María para con el
Espíritu?
sión, y seamos dóciles dejándonos
educar en su escuela de apertura 3. En mi vida de oración, ¿está presente la Persona
del Espíritu Santo? ¿Le rezo?
obediente y fiel a los impulsos del Santo
Espíritu. 4. ¿Qué cosas concretas tengo que cambiar en mi
vida para vivir en el Espíritu?

5. ¿Soy consciente de que en el apostolado el


principal protagonista es el Espíritu Santo?
¿Cómo puedo cooperar mejor con su acción en
mi entrega a la misión apostólica bajo la guía
de María?

GUÍA PARA LA ORACIÓN CITAS


1. Invocación inicial: 1
Hch 1,14.
En el nombre del Padre, del Hijo 2
Lumen gentium, 62.
y del Espíritu Santo. Amén. 3
Ver Jn 19,25-27.
4
Jn 2,5.
5
2. Preparación: Ver Lc 1,35.
6
a. Acto de fe en la presencia de Dios. Ver Lc 1,48-49.
7
Luis Fernando Figari, En compañía de María, VE, Lima
b. Acto de esperanza en la misericordia 1994, p. 128.
de Dios. 8
Rom 8,14-15.
c. Acto de amor al Señor Jesús 9
Puebla, 932.
y a Santa María. 10
Ver Jn 14,6.

3. Cuerpo:
a. Mente:
- Medito en el en sí del texto.
CITAS PARA LA ORACIÓN
- Medito en el en sí-en mí del texto. El Espíritu en la vida del Señor Jesús: Mc 1,10.12; Mt
b. Corazón: 3;16; 4,1; 12,28; Lc 3,22; 4,1.16-21; Jn 1,32; 6,27.
- Elevo una plegaria buscando
adherirme cordialmente a aquello El Señor Jesús promete la venida del Espíritu Santo:
que he descubierto con la mente Jn 14,16-17.26; 15,26-27; 16,7-8.12-15.
y abriéndole mi corazón al Señor.
c. Acción: Santa María y la primera comunidad cristiana:
- Resoluciones concretas. Hch 1,12-14; 2,1-4.

Acción del Espíritu Santo en la vida de María:


4. Conclusión: Lc 1,35.41.
- Breve acto de agradecimiento
y súplica: La vida del cristiano en el Espíritu:
al Señor Jesús y a Santa María. Rom 5,5; 8,1-17.
- Rezo de la Salve u otra
oración mariana. Los frutos del Espíritu Santo: Gal 5,16-26; Ef 4,17-32.

La oración y el Espíritu Santo: 1Cor 12,3.


5. Invocación final:
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén. www.caminohaciadios.com

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