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Gadamer Die Aktualitt des Schnen

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La cuestin de si esta supresin de nuestras expectativas objetuales
es realmente total, permanece en suspenso. Sin embargo, una cosa
es segura: la ingenua obviedad de que un cuadro es una visin de
algo- como la visin de la naturaleza o de la naturaleza configurada
por el hombre que nos proporciona la experiencia cotidiana- est
clara y profundamente destruida. Ya no se puede ver uno intuitu una
pintura cubista o una no-objetual, con una mirada que slo reciba
[pasivamente]. Para eso hay que llevar a cabo una actividad especial:
se debe sintetizar con trabajo propio las distintas facetas, cuyos
rastros aparecen en el lienzo, y despus posiblemente al final uno se
vea conmovido por la profunda coherencia y exactitud de una
creacin, como ocurra sin duda en tiempos tempranos sobre la base
de la comunidad de contenido del cuadro. Lo que resta por
preguntarse es qu significa eso para nuestra reflexin. O recordar
la msica moderna, el vocabulario totalmente nuevo de armona y
disonancia que se utiliza en ella, la tpica concentracin que se logra
rompiendo las viejas reglas de composicin y la arquitectura de las
oraciones. Tan poco se puede uno sustraer a ella, como al hecho de
que cuando se camina por un museo y se entra a las salas de los ms
recientes desarrollos artsticos, deja verdaderamente algo detrs de
s. Cuando uno se abre a lo nuevo, despus la vuelta a lo antiguo se
marca por un tpico desvanecimiento de nuestra receptividad. Esto
es sin duda una reaccin por contraste, y en absoluto la experiencia
duradera de una prdida permanente, sino que con eso se hace
evidente la agudeza del contraste entre estas nuevas formas de arte
y las viejas.
Recuerdo la poesa hermtica, que desde siempre fue considerada de
inters por los filsofos. Pues en lo que ningn otro entiende es
donde el filsofo parece idneo.

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