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Chbixinakax utxizoa, Una reflexién sobre practicas y discursos descolonizadores Silvia Rivera Cusicanqui* Iahistoria cl impalso modemizador de las elites curopeizantes en la eegiOn andina se tradujo en sueesivos procesos de recolonizacién, Un ejemplo son Jas formas borbénicas anteriores y posteriores al gran ciclo rebelde 1771-1781. Si bien la modernidad histérica fue esclavivad para los pueblos indigenas de América, fe ala vez una arena de resistencias y confictos, un escenario para el desarrollo de ‘estrategias envolventes, contrahegeménicas y de nuevos lenguaes y proyectos indi- ‘genas de Ia modernidad (Thomson, 2002). La condicién de posibilidad de una hhegemonia indigena esta afincada en el territorio de la naci6n moderna, inserta en el mundo contemporineo, pero capaz de retomar Ia memoria larga del mercado interno cofonial, de fa circulacién a larga distancia de mercancias, de las redes de comunidades productivas —asalariadss 0 no—y de los centsos urbanos mulki-cul- turalesy abigarsados. En Potoss el gran mercado de la cota y de la plata se lamaba “El Gato” (castellanizacion de gbatu)y las gbateras eran el emblema de la moderni- dad indigens, el iltimo eslabén en la realizacién de estas mercancias plenamente modernas y a la vez sustentadas en la tecnologia y en los saberes indigenas (Numhausen, 2005). EI espacio del trajin colonial fue tambin escenario de los ‘Tupaq Amaru, Tupag Katariy Tomés Kata, vinculados ala circulacién mercantl de larga distancia. Y fue su experiencia de la exacsién comercial de l corona —no 610 ef quinto real, las aleabalas, diezmos u otras cargasfiscales, también el mono- polio de la coca, el reparto forzoso de mercancias, el reclutamiento coactive de cargadoresy lameros—lo que desaté Ia fia de la ebelion, Frente a formas rentis= tas y depredadoras de coaccién tibutaria, el proyecto de los Katari~Amaru eta ex- presin de la modernidad indigena, donde Ia autodeterminacién politicay religiosa significaba una retoma de la historicidad propia, una descolonizaci6n de los imagi- nariosy de fas formas de representa I a condicién colonial esconde miéltples paradojes. De un lado, alo largo de Todo ello muestra que los indigenas fuimos y somes, ante todo, seres contemporé- eos, coetineos! y en esa dimensién, el aka pache se realiza y despliega nuestra ‘Soviloge. Docent uavanitara en Roissy Wl eneriac Ey autora de varoe tector en crac tociles:Punaors dela Comnided THOA. Agus pdl dialog con side de no-~ ntl ecet Y exte proces sz iniid cabs toe 1970 —el nip de Pablo Goveeies ‘Casanovas, casi nunca citado, sobre “el coloralismo interno” se publics en 1969 — ca Ntjaole y Ouija estabanfodavs miitando en el marxismo posivstay ‘en la visidn lineal de Ia historia. Aqu(vale ana anodoa. Esc hae un tiempo una erica plies deta izquierda boliviana para un seminario que orgtnize artculo, stulado “Acerca de los problemas de las arm Griricar el modo en que las elites de Ta izquierda marx Tuna fassacién académica en México. EL vadas izquiedas” intentaba ta en Bolivia, por su vision Say itt, habian obviadola arena de a dentidadinday los proDeras Gea descolonizacién, aplicando un anil permite reproducir eomadamente la domingcion cult reduccionista y formulistico que les ral que ejercfan por su ofi- ree cle y por su dnsni den esis lta y el ensiesto Oc feat Era obvio que, para hacerlo, usaban discursos encu joviiaces, y se atoproclamaban aay intéepetes de las demandas de los pueblos indigenas, NB snslo susaba Frofintmente fa noc de “otto iter” para anal x este complejo de eo rarividad de los intclctuales de clase media respecto de sus pares indigenss ¥ Fae ataaconer polieas de este hecho. Lo cierto es que Tos editres de revista en inglés me sugirieron que c nj mis fuentes, Sefalaron que debia citar la cede te “Colonialidad del saber", de Andoal Quijano, para hacer publicable mi texto ante una audiencia que desconocta por comple Cosanovas y det Taller de Historia Oral Andina. Les calpa sien 1983 Quijano no n0s ha {Gets sobre coloniaismo intern en el plano del conoc to tos aportes de Gonzales espondi que yo no tenia lz Teido —nosotros Io lefnos a &F— y gue mis imiento-poder habfan surgi~ 0 MODERNIDAD yPENSAMIENTO DESCOLONZADOR do de una trayectoria enteramente propia, iluminada por otras lecturas, como la de Maurice Halbwackss sobre la memoria colectiva y Franco Ferraroti sobre las histo~ ras de vida, y sobre tode por la experiencia de haber vivido y participado en la seorganizacién del movimiento aymara y en a insurgencia indigena de los aos setenta y ochenta [Lacstructura vertical de los trngulos sin base que genera la academia del norte en sus relaciones con univessidadese intelectuales del sur se expresa de mltiples ena~ eras. Asi, Quiano formula en los afios noventala idea de la colonialidad del poder y Mignolo a su vez formula a nocién de “diferencia colonial”, reapropiindote de las ideas de Quijano y afadiéndoles nuevos matices. Asi surgen las nociones de “colonialidad de saber" y“geopolitica del conocimiento”, En sa libyo sobre el sistema ‘communal, Félix Patz a su vez se apoys extensamente en Quijano y en Mignolo, igno- rando las ides kataristas sobre el colonialismo intemo, que ya fueron formuladas en Jos afios ochenta,e incluso en los sesenta, ena piorera cbra de Fausto Reinaga Las ideas recorten, como rios, de sur a norte, se convierten en afluentes de grandes cortientes de pensamiento. Pezo como en el mercado mundial de bienes materiales, las ideas también salen del pais convertidas en materia prime, que vuelve regurgitada yen gran mescolanza bj la forma de producto terminado, Se forma ast el canon ‘de una nueva sea del discurso cientifco socal &"pensariento postcolonial”. Ese ‘canon visbilza certos temas y fitentes, pero deja en la sombra a otros. Asi vine Sanjin scribe todo un libro sobre el mestizaj en Bolivia ignorando olimpicamente el debate Boliviano sobre este mismo tema, Cooptaci y mimesis, mimesis ycoop~ in, incorporacin selectiva de ideas, seleccién certficadora de cusles éon mas ids para alimenta ese multiculturalism de salbn, despolitizado y eémodo, que permite acumular méscaras exéticas en el ving y diatogat pas lo alto sobtefuraras reformas piblias. zPueden creer que hasta los nombres de los ministerios en fa reforma estatal del primer gobierno de Gonzalo Sénche2 de Lozada —inehuida la adopcién del emblemitico vicepresidente indigena Victor Hugo Cércenas—salie- ron de ls ofcinas del PUD y de ls tertulias que organizaba Fernando Calderon? | multiculturalismo de Mignolo y compaiia es neutralizador de las prictcas descolonizantes, al entronizar en la academia el limitado e ilusorio seine de la dis- cusin sobte modernidad y descolonizacién. Sin prestar atenciGn a las dinémices Internas de los subalternos, las cooptaciones de este tipo neutralizan. Capruran la cnergia y 1a disponibilidad de intelecruales indigenas, hermanos y hermanas que pueden ser tentados a eproducir el ventsiguismo la slarabicada conceptualiza- ‘id que los aleja de sus races y de sus didlogos con las masas movilizadss El tuo deesta ponencia es chhixinakax ulvico: existe también el mundo mestizo* Personalmente, no me considero g‘ana(culturalmente desnuda, usurpadora de lo 5 “Br pa def conterenca expen mir: go de una breve intros, pane

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