Una de las grandes deudas de la educación chilena es la pertinencia y relevancia de los contenidos para los sujetos que están aprendiendo. Si hay algo que defender, es el derecho a una educación de calidad que tienen todos los estudiantes en Chile, pero –en especial- de los estudiantes más pobres, porque ellos y sus familias han sido sistemáticamente excluidos de experiencias educativas pertinentes y de mayor calidad, y sencillamente en función del dinero.
La presente exposición busca problematizar la enseñanza de la filosofía en contextos vulnerables a partir de ideas de la sociología crítica de la educación, para luego, defender que las contradicciones que enfrentan profesores y estudiantes en contextos de pobreza pueden ser un impulso para desarrollar propuestas educativas más pertinentes y liberadoras.
Una de las grandes deudas de la educación chilena es la pertinencia y relevancia de los contenidos para los sujetos que están aprendiendo. Si hay algo que defender, es el derecho a una educación de calidad que tienen todos los estudiantes en Chile, pero –en especial- de los estudiantes más pobres, porque ellos y sus familias han sido sistemáticamente excluidos de experiencias educativas pertinentes y de mayor calidad, y sencillamente en función del dinero.
La presente exposición busca problematizar la enseñanza de la filosofía en contextos vulnerables a partir de ideas de la sociología crítica de la educación, para luego, defender que las contradicciones que enfrentan profesores y estudiantes en contextos de pobreza pueden ser un impulso para desarrollar propuestas educativas más pertinentes y liberadoras.
Una de las grandes deudas de la educación chilena es la pertinencia y relevancia de los contenidos para los sujetos que están aprendiendo. Si hay algo que defender, es el derecho a una educación de calidad que tienen todos los estudiantes en Chile, pero –en especial- de los estudiantes más pobres, porque ellos y sus familias han sido sistemáticamente excluidos de experiencias educativas pertinentes y de mayor calidad, y sencillamente en función del dinero.
La presente exposición busca problematizar la enseñanza de la filosofía en contextos vulnerables a partir de ideas de la sociología crítica de la educación, para luego, defender que las contradicciones que enfrentan profesores y estudiantes en contextos de pobreza pueden ser un impulso para desarrollar propuestas educativas más pertinentes y liberadoras.
La propuesta que dio a conocer el MINEDUC respecto de la eliminacin
de la filosofa como asignatura obligatoria despert muchas voces que surgieron en defensa de nuestra disciplina. Pareca un contrasentido que el MINEDUC, que promulgaba una nueva educacin pblica centrada en los valores democrticos de la igualdad, el dilogo y la discusin crtica y razonada, decidiera sacar esta asignatura del marco obligatorio para 3ro y 4to medio. No obstante, la propuesta del MINEDUC apuntaba a reducir la estructura de cursos obligatorios en 3ro y 4to medio, para dar mayor autonoma a las escuelas en la administracin de cursos electivos, dentro de los cuales segn indicaba la propuesta- se mantendran 3 cursos electivos de filosofa por nivel. Algunas preguntas pertinentes habran sido: respecto de la puesta en marcha del proyecto, cmo el MINEDUC va a asegurar que las escuelas implementen filosofa como electivo? O por qu no incluir formacin ciudadana como un contenido de filosofa, y no al revs, como ocurre en la propuesta?, y por otra parte, por qu precarizar a los profesores de filosofa eliminando la nica seguridad laboral que tenemos dentro del curriculum? Estas preguntas, que puede ser interesantes de discutir, no son el centro de la presente exposicin. Es un hecho el tedio con que los estudiantes de enseanza media enfrentan las materias que tienen que aprender, a esto se agrega la presin por rendir una buena PSU, lo cual lleva a muchos estudiantes a asistir a preuniversitarios incluso desde 1ero medio. Sin duda, estos hechos tienen relacin con nuestra inflacin de los ttulos universitarios y el mercado de la educacin superior, lo cual es un tema del que tendremos que hacernos cargo como sociedad y que, al parecer, se pretende regular con la reforma a la educacin superior. Volviendo a la pregunta por la enseanza obligatoria de la filosofa, sugiero que esta debe llevarnos no slo a cuestionar el lugar de la filosofa dentro de la educacin escolar, sino a cuestionar el curriculum nacional y sus contenidos obligatorios. Recordemos, como plantean Romn y Carrasco (2007, p. 15), que Contradictoriamente a los propsitos de la descentralizacin, son casi inexistentes los ajustes o innovaciones a los planes y programas del Curriculum Nacional Obligatorio. Esto a pesar que la ley faculta a los municipios (DEM/Corporaciones) y a las escuelas para introducir modificaciones que, respetando los objetivos y contenidos mnimos, los
hagan ms pertinentes y relevantes al contexto y caractersticas de la
poblacin escolar atendida.
Una de las grandes deudas de la educacin chilena es la pertinencia y
relevancia de los contenidos para los sujetos que estn aprendiendo. Si hay algo que defender, es el derecho a una educacin de calidad que tienen todos los estudiantes en Chile, pero en especial- de los estudiantes ms pobres, porque ellos y sus familias han sido sistemticamente excluidos de experiencias educativas pertinentes y de mayor calidad, y sencillamente en funcin del dinero. La presente exposicin busca problematizar la enseanza de la filosofa en contextos vulnerables a partir de ideas de la sociologa crtica de la educacin, para luego, defender que las contradicciones que enfrentan profesores y estudiantes en contextos de pobreza pueden ser un impulso para desarrollar propuestas educativas ms pertinentes y liberadoras. Los conceptos de vulnerabilidad y contextos vulnerables Jorgensen y Holzmann (2003) definen la vulnerabilidad como la probabilidad de resultar perjudicado por sucesos inesperados o como la susceptibilidad a impactos exgenos, trascendiendo la perspectiva tradicional de la pobreza. (p. 8) La probabilidad de resultar perjudicado por un impacto depende de la resistencia de una persona a un impacto determinado y de la gravedad del impacto. Por esta razn es que, los pobres, y particularmente los muy pobres, son especialmente vulnerables, porque normalmente estn ms expuestos a los impactos y tienen menos instrumentos para manejar el riesgo y porque incluso un pequeo descenso en su situacin de bienestar puede ser desastroso. (ibd.) Una corriente de estudios sociales se ha centrado en conocer cmo las familias enfrentan la pobreza y reducen su vulnerabilidad, y una de sus conclusiones centrales es que existe una experiencia irreductible de la vulnerabilidad; esta es la vivencia real de los grupos ms pobres, la cual no es comprensible para quienes no vivimos en dicha situacin y a la que solo nos podremos aproximar tericamente. Por otra parte, para referirnos a la pobreza actual, es necesario comprender la prdida del estado de bienestar o del estado protector y la implementacin de polticas neoliberales, cuya consecuencia subjetiva
ha sido la promocin de una cultura del esfuerzo personal y de la
responsabilizacin individual frente a la pobreza. Por ltimo, para referirse a los estudiantes vulnerables, el MINEDUC utiliza categoras como estudiantes prioritarios y preferentes. En el caso de los estudiantes prioritarios, la situacin socioeconmica de sus hogares dificulta sus posibilidades de enfrentar el proceso educativo, la cual se determina a partir de los siguientes criterios:
Los alumnos cuya familia pertenezca al Sistema Chile Solidario.
Si la familia no pertenece a dicho plan, el alumno se considera prioritario si su familia pertenece al 33% ms vulnerable, segn la Ficha de Proteccin Social. Si no se cumple alguna de las condiciones anteriores, el alumno se considera prioritario si sus padres o apoderados estn clasificados en el tramo A de Fonasa. En el caso de alumnos cuyos hogares no cumplen con ninguna de las condiciones anteriores, para los efectos de su calificacin como prioritarios, se considerar, en orden sucesivo, los ingresos familiares del hogar, la escolaridad de los padres o apoderados, y la condicin de ruralidad de su hogar y el grado de pobreza de la comuna donde resida el alumno, en la forma que describa el reglamento de la ley.
Respecto de los calificados como preferentes, son aquellos que no
tienen la calidad de alumno prioritario pero sus familias pertenecen al 80% ms vulnerable de la poblacin; segn el instrumento de caracterizacin social vigente (Registro Social de Hogares). Gran parte de la historia reciente de la educacin chilena (desde los 90 en adelante) tiene que ver con el diseo e implementacin de polticas educativas focalizadas en los sectores de mayor pobreza. Son las llamadas polticas focalizadas, de discriminacin positiva o de educacin compensatoria. Gabriel Salazar, el amado y odiado historiador chileno, afirma polticas focalizadas en la pobreza de los 90 tienen un contradictorio porque buscan incluir a personas que el mismo socioeconmico chileno margina como parte de su funcionamiento.
que las sentido sistema normal
La distancia entre la cultura legtima y la cultura de las clases
populares Una de las principales contradicciones del trabajo educativo en contextos vulnerables es cmo sostener la promesa escolar de igualdad de oportunidades con estudiantes que saben que no estn en condiciones igualitarias respecto de sus pares provenientes de sectores acomodados de la sociedad. Estos estudiantes, denominados vulnerables y prioritarios para las polticas educativas, saben que algunos (pocos) alcanzarn el xito y otros (muchos) fracasarn de distintas maneras. El discurso meritocrtico imperante naturaliza esta situacin y quiere transmitir que esto es resultado del esfuerzo personal y de la proactividad que cada estudiante invirti en su proceso escolar; lo que olvida este discurso de meritocracia es que existen condiciones sociales que afectan el proceso educativo. La sociologa crtica de la educacin asumi este problema y declar que un tema central es la distancia que existe entre los cdigos culturales propios de la escuela y los propios de las clases pobres y trabajadoras, en palabras de Julia Varela (1990): Basil Bernstein ha sido uno de los socilogos pioneros que ha subrayado la existencia de diferentes cdigos lingsticos y su incidencia en el fracaso escolar. Ha estudiado, por ejemplo, las relaciones existentes entre cdigos lingsticos, clases sociales y socializacin familiar, ya ha mostrado la oficializacin de los cdigos de expresin de las clases medias en los centros escolares tanto pblicos como privados lo que supone para los hijos de las clases trabajadoras urbanas y rurales una desventaja de partida y tambin de llegada que explica en parte que la mortalidad escolar se convierta en masacre en el caso de los alumnos provenientes de dichas clases. (p. 225) La distancia entre los cdigos culturales propios de las clases ms pobres y aquellos propios de la cultura institucional se manifiesta como una desventaja de partida, por el bajo capital cultural de origen que tienen los estudiantes, y tambin en una desventaja de llegada, por los bajos resultados obtenidos respecto de los estudiantes de otros contextos ms acomodados. El sistema escolar obligatorio se estructura desde los valores y cdigos lingsticos propios de la clase media y asume como tarea central el otorgar igualdad de oportunidades a
sujetos que provienen de distintas clases sociales. Pero la institucin
escolar es productora y reproductora del orden social, por esta razn, no es posible hablar en general de una escuela o de una educacin, porque hay distintas clases de escuelas y distintos tipos de educacin, dependiendo del contexto social en el cual estn insertos los establecimientos. Varela (1990), lo expresa con estas palabras: Tras el rtulo de la escuela nica, siguen perviviendo diferentes modos de educacin en funcin de la jerarquizacin de clases y de grupos sociales. La genealoga de los modos de educacin escolares permite mostrar que, bajo una obligatoriedad comn, existen instituciones que abarcan un amplio espectro: desde los colegios de lite y las academias de barrio hasta las ms infradotadas escuelas pblicas urbanas o rurales. An ms, una misma institucin adquiere significaciones distintas para los nios que la frecuentan con diferente capital cultural y econmico, con diferentes formas de socializacin familiar, con diferentes expectativas de futuro, con diferentes preocupaciones e intereses ligados a formas de socializacin extraescolares, a diferentes estilos de vida. (p. 221)
El prrafo anterior plantea un ncleo problemtico central, a saber,
cmo es la interaccin que se produce entre los valores, cdigos culturales y estilos de vida del estudiantado con la cultura institucional de la escuela, la cual es impuesta como obligatoria desde un nivel central del sistema. La cultura legtima de la escuela es presentada a los estudiantes y sus familias como el horizonte hacia el cual tienen que avanzar para poder acceder a los beneficios de la sociedad, tales como la futura insercin laboral, la posibilidad de adquirir una propiedad y formar una familia. La filosofa como asignatura obligatoria opera dentro de este esquema. No obstante, el problema adquiere relevancia cuando se lo plantea en trminos de competencia por el xito escolar: Los nios y nias de las clases populares deben adquirir la cultura legtima y competir con los pequeos monstruos de las clases altas y medias por el xito escolar en un terreno en el que se mueven con desventaja o, por el contrario, es posible que en la enseanza oficial se proponga un curriculum que suponga un reconocimiento de sus formas culturales y potencie su identidad social? (Varela, 1990: 227)
Un camino posible para lograr el xito escolar es que las escuelas en
contextos de pobreza aseguren las condiciones materiales, normativas y pedaggicas para que las clases populares adquieran la cultura legtima, que en nuestro pas correspondera al curriculum nacional. Otro camino posible es que la escuela asuma una pedagoga de inspiracin relativista, por contraposicin a las pedagogas tradicionales centradas en la transmisin de conocimientos (cultura legtima): Las pedagogas de inspiracin relativista parecen en este sentido poseer una de las condiciones necesarias para una actuacin educativa ms comprensiva y justa ya que pueden hacer que la escuela sea para los nios de las clases ms desfavorecidas menos hostil, extraa y despreciativa. Pero tambin encierran riesgos que se ponen especialmente de manifiesto en su vertiente populista ya que en vez de respetar la autonoma material y simblica de las clases populares fetichizan una supuesta naturaleza, esencia o identidad infantil. (Varela, 1990: 228) No pretendemos resolver la cuestin de qu camino tomar, sino de plantear las contradicciones que ambas pedagogas pueden suponer, a saber, en el primer caso: asumir acrticamente la cultura legtima y desconocer los cdigos culturales propios de las clases ms pobres, mientras que en el segundo caso, fetichizar, idealizar o infantilizar a la cultura de esta clase. La enseanza tradicional de la filosofa La profesora Marcela Gaete (2015) afirma que los profesores de filosofa hemos sido formados en una didctica tradicional, es decir, aquella que busca que todos los estudiantes aprendan los mismos contenidos. Una didctica tradicional de la filosofa en sectores vulnerables se pregunta: cmo puedo lograr que mis estudiantes vulnerables logren los mismos aprendizajes -en trminos de contenidos y habilidades- que los estudiantes que pertenecen a sectores ms acomodados de la poblacin? Sin embargo, Parece un tanto paradjico que la enseanza de la filosofa se haya visto sometida, al igual que otras asignaturas del currculo escolar, a las mismas perspectivas de la didctica moderna. Sobre todo
porque, en mayor o menor medida, posiciona a los docentes desde
la transmisin neutral del conocimiento, sin concederles la posibilidad de cuestionar aquello que se ensea y aprende, de tal modo que la educacin escolar incluida la formacin filosfica- es entendida Como adaptacin/adquisicin de la cultura dominante y de los saberes validados. (p. 28) Si la filosofa escolar no permite cuestionar aquello que se ensea y aprende y slo es una forma refinada de adquirir parte de los saberes validados, entonces habra que pensar si esto es lo que hicieron filsofos y filsofas a lo largo de la historia. Gaete es lapidaria en su diagnstico respecto de la filosofa en el curriculum escolar: En este sentido, el propsito de la instalacin de la filosofa en la escuela no fue formar sujetos que filosofen, sino estudiantes que manejen parte del acervo cultural y de la tradicin europea, necesarios de aprender para pertenecer al mundo culto. (p. 28-29) Una pregunta que todo profesor y profesora de filosofa debe plantearse es qu lugar ocupa la historia de la filosofa en sus clases, y qu historia de la filosofa solemos contar. La masificacin de la educacin y la inclusin de las clases populares en las escuelas contemporneas trajo consigo un fuerte cuestionamiento a lo que se ensea en la escuela, puesto que los contenidos curriculares dejaron de tener sentido para los nuevos sujetos aprendices, provenientes de clases ms pobres. Pero si nuestra formacin como profesores de filosofa est basada en una mirada tradicional de la didctica, es decir, aquella centrada en la disciplina, seguiremos reproduciendo esta idea de filosofa. La profesora Marcela Gaete (2015) cita a J. Ranciere (2003) para afirmar que este tipo de enseanza basada en la instruccin es un acto de embrutecimiento: mientras que una formacin basada en el reconocimiento del otro, con todas las consecuencias que esto implica, es un acto de emancipacin. Cmo ensear filosofa en contextos vulnerables y por qu defenderla? A juicio personal, el sentido de ensear hoy en da en contextos vulnerables es la constante pregunta por el sentido de la educacin, y la necesidad de un cambio urgente de mirada. Esto puede ser logrado por profesores y profesora abiertos al reconocimiento de nuestros
estudiantes, con los cuestionamientos que ellos pueden plantear. Para
ello, es necesario aprender a dar la palabra, siguiendo a Gaete (2015), y esto quiere decir dar la palabra a nuestros estudiantes que no encuentran sentido a aprender e incluso pensar crticamente sobre las ideas de personas que vivieron hace ms de 2500 aos, en una tierra lejana llamada Grecia, aunque se llamaran Scrates, Platn o Aristteles. Nos podemos encontrar con la respuesta provisoria de que tal vez no le encuentran sentido a esta forma de filosofa porque no forma parte de los saberes que consideran tiles para su vida, y que aquellos que s valoran la filosofa lo hacen porque les permite distinguirse del resto. Tenemos dos problemas: 1) es til la filosofa o precisamente su inutilidad es su principal gracia? 2) La filosofa constituye un saber elitizado? Paradojalmente, mis clases de 3ro medio suelen tener ms sentido para los estudiantes que aquellas de 4to medio. La diferencia de contenidos es la siguiente: en tercero medio se trabaja psicologa (con una formacin que muchas veces es autodidacta), desde temas como procesos psicolgicos y psicosociales, pasando por sexualidad, hasta salud mental, y en cuarto medio se trabaja propiamente filosofa: una introduccin a la filosofa y sus preguntas y mtodos, la reflexin tica y la filosofa poltica. Por ltimo relatar una ancdota reciente, estaba haciendo clases en el electivo de argumentacin y pensamiento crtico con estudiantes de 4to medio, en un liceo municipal que atiende a una gran cantidad de estudiantes vulnerables. Escog el tema de las crceles y tom algunas ideas de Focault en su conferencia Las redes de poder, para discutir sobre qu soluciones alternativas podemos encontrar en vez de enviar a las personas a la crcel, teniendo en cuenta los problemas que se han dado a conocer en el sistema carcelario chileno. Yo estaba emocionado exponiendo las ideas de Foucault sobre la produccin de la delincuencia que ocurre gracias a la crcel y la consecuente aceptacin social del control policial, cuando un estudiante cont, ms o menos con estas palabras, lo siguiente: igual es charcha ir a la crcel el ao pasado fui a ver a mi hermano a la crcel, a Santiago 1, fue penca, nos revisaran enteros y ah tienes que ser choro pa que no te peguen, o te haces perkin, o tambin te puedes meter a la Iglesia, a esos no les hacen
nada. Este relato de su vida me hizo pensar en cmo estaba abordando
los temas, sin sensibilidad a cmo pudieran recibirlos mis estudiantes. Una estudiante en esa misma clase dijo: No quiero hablar porque no me gusta el tema. No me gusta el tema por algo personal y no particip. Este suceso me hizo pensar en la idea de la profesora norteamericana Stephany Jones (2007), de una pedagoga sensible a las clases sociales, cuya principal herramienta es el trabajo autobiogrfico, para evidenciar que nuestras historias estn atravesadas por las contradicciones que significan en nosotros pertenecer a tal clase social y no a otra, haber ido a tal colegio y no a otro, haber nacido en tal hospital y no en tal clnica, entre otras cosas. La riqueza del trabajo autobiogrfico se pierde en los contenidos obligatorios de la filosofa. En la presente exposicin, me refer a lo que sucede en las familias ms pobres con la vulnerabilidad, la cual se vive como una experiencia constante e irreductible. Otro punto central fue la distancia que existe entre la cultura legtima y la cultura de las clases populares, y a partir de ah, siguiendo a Gaete (2015), plante la confrontacin entre una didctica centrada en la disciplina y una centrada en los sujetos. Mi postura es que, para hacer filosofa con sentido en contextos vulnerables, es necesario partir de los sujetos, sobre todo partir de sus biografas. Una pedagoga sensible a las clases sociales, expresin acuada por Stephany Jones (2007), permitira cuestionar lo que se ensea en la escuela y su sentido para los sujetos que estn aprendiendo.