Este documento discute dos concepciones unilaterales de la relación del hombre con su cuerpo. La primera ve al hombre principalmente como un ser físico determinado por factores biológicos, mientras que la segunda lo considera principalmente como un ser espiritual donde el cuerpo tiene poca importancia. El autor argumenta que ambas concepciones son incompletas porque reducen la naturaleza compleja del hombre. El hombre es tanto un ser físico como espiritual, y cualquier teoría pedagógica debe reconocer esta doble naturaleza.
Este documento discute dos concepciones unilaterales de la relación del hombre con su cuerpo. La primera ve al hombre principalmente como un ser físico determinado por factores biológicos, mientras que la segunda lo considera principalmente como un ser espiritual donde el cuerpo tiene poca importancia. El autor argumenta que ambas concepciones son incompletas porque reducen la naturaleza compleja del hombre. El hombre es tanto un ser físico como espiritual, y cualquier teoría pedagógica debe reconocer esta doble naturaleza.
Este documento discute dos concepciones unilaterales de la relación del hombre con su cuerpo. La primera ve al hombre principalmente como un ser físico determinado por factores biológicos, mientras que la segunda lo considera principalmente como un ser espiritual donde el cuerpo tiene poca importancia. El autor argumenta que ambas concepciones son incompletas porque reducen la naturaleza compleja del hombre. El hombre es tanto un ser físico como espiritual, y cualquier teoría pedagógica debe reconocer esta doble naturaleza.