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POLÍTICA ANALÍTICA

Por Juan Fernando Perdomo *


UNA OPCIÓN DE GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD EN
VERACRUZ
La electricidad es la principal fuente energética de la era moderna. Se obtiene
mayormente del consumo de combustibles fósiles tales como el petróleo, gas y
carbón, que NO son renovables y se estima que al ritmo de consumo actual en
100 años aproximadamente estarán agotados. Tan sólo en el siglo XX se
consumió más energía que en los 3 millones de años anteriores.

De hecho, los aumentos sostenidos de los precios del petróleo en los últimos
años, son consecuencia de la alta demanda de los hidrocarburos presionados
por que los países productores están prácticamente en su límite de explotación
máxima. Algo debe hacerse para garantizar la energía que requiere el
desarrollo de las sociedades o las economías se verán colapsadas.

El contraste con los combustibles fósiles, lo tenemos en las fuentes alternativas


para producir electricidad; recursos renovables y prácticamente inagotables.
Las mas comunes de de las fuentes alternativas son el sol, el viento, las
mareas y la biomasa (desechos agropecuarios y biodegradables) y, a pesar de
existir en abundancia estas “energías alternativas”, las tecnologías para su
aprovechamiento se han desarrollado poco a poco y en la actualidad apenas si
se producen el 20% de la demanda total de energía en el mundo.

En diversas partes empieza la utilización de fuentes alternativas para producir


electricidad, principalmente con sistemas fotovoltaicos (energía solar) o eólicos
(viento) y muy lentamente el aprovechamiento de la biomasa.

La combustión a escala industrial de biomasa tiene efectos positivos o neutros


en la emisión de carbono mientras que el consumo de combustibles fósiles
incorpora a la atmósfera bióxido de carbono geológico alterando el equilibrio
natural. La biomasa provee el 14% del total de la energía consumida por los
países del 3er mundo, sin embargo puede proveer 10 veces el total de la
energía que el mundo en su conjunto demanda.

La cantidad de desechos que produce el hombre son cuantiosos,


aproximadamente 90 mil millones de toneladas de basura anuales, pero es la
combustión de la madera o de los desechos agrícolas los que tienen el mayor
potencial. En este segmento la agroindustria de la caña de azúcar dispone de
la mayor cantidad de biomasa (bagazo y paja), sin embargo apenas si una
docena de países la aprovechan para generar electricidad.

En México tenemos abundantes recursos energéticos pero el petróleo abastece


más del 85% de la oferta interna bruta de energía. Las reservas probadas de
petróleo cayeron 68% en 10 años (a tan solo el 1.4% de las reservas
mundiales) de ahí que contemos con 14 mil millones de barriles, reservas nada
mas para 11 años, al ritmo de consumo actual. Requerimos, entonces,
diversificar el suministro energético.
La agroindustria de la caña de azúcar en nuestro país es un fenómeno social
de implicaciones económicas más que una rama de la economía con alcance
social. Pero su actividad y dinamismo se limita a la temporada de la zafra.

Además, el momento que vive la industria azucarera requiere que se recurra a


todas las opciones para lograr la competitividad del sector.

Durante la zafra 2003-2004, los 58 ingenios mexicanos consumieron 4´070,000


barriles de petróleo para producir 5 millones de toneladas de azúcar (Mt);
Molieron 45.5 Mt de caña que producen 13.65 Mt de bagazo y 11.4 Mt de paja
de caña, que equivalen a 23´162,000 barriles de petróleo, manteniéndose
activos (fabricas y campo) 180 días. En un año las zonas cañeras “viven” la
mitad del tiempo, y la otra mitad son exportadoras de mano de obra.

En la medida que el gobierno federal y los estatales, en donde se produce


azúcar, incentiven y promuevan la cogeneración de energía eléctrica en los
ingenios azucareros tendremos trabajo en la industria durante todo el año.

La cogeneración de energía eléctrica es la mejor oportunidad de modernización


y competitividad para los ingenios azucareros, pudiendo aprovecharse la
biomasa residual de la caña de azúcar para ello (bagazo y paja) como
combustible, explotando totalmente los equipos actuales, arraigando la mano
de obra en el campo y manteniendo los equipos de transporte activos, bajo
criterios de rentabilidad donde la modernización de tecnologías y procesos, le
den diversificación y valor agregado a la producción tradicional.

El Estado de Veracruz, siendo el principal productor del dulce nacional, cuenta


con el potencial para marcar la pauta de la agroindustria. Aquí existen 22
ingenios azucareros que constituyen aprox. el 40% de la agroindustria de la
caña de azúcar (252 mil Ha. del cultivo, 17.7 Mt. de caña molida, 1.94 Mt. de
azúcar, 1.7 millones de barriles de petróleo consumido)

Los ingenios solo producen en promedio el 70% de la electricidad que


consumen y queman principalmente combustoleo para ello. El bagazo se utiliza
como combustible complementario, a menor escala, y la paja se quema, si,
¡Pero en el campo!

En Volumen, bagazo y paja tienen similitudes. Utilizando ambos como


combustible principal en los ingenios, el bagazo y la paja no solo permiten la
generación de electricidad, además ahorran recursos destinados hoy a la
compra de petróleo, manteniendo la mano de obra ocupada, el equipo de
arrastre en movimiento y las fábricas en activo, los 365 días del año.

Si se cree que el estado físico de los ingenios o la tecnología empleada para


generar electricidad en ellos, impedirían una acción de esta naturaleza, no
somos del todo exactos. Los ingenios en su mayoría cuentan con equipos para
quemar el bagazo generando con él energía eléctrica; la modernización para
quemar paja no representa mas que del 15 al 20% de la inversión iniciales que
realizaron con ese fin; mas de la mitad de los ingenios cuentan con calderas
adecuadas y turbogeneradores condensantes, que son altamente competitivos
en una primera etapa de cogeneración de electricidad; muelen en promedio
mas de 2,200 toneladas de caña por día; los campos de cultivo rodean a los
ingenios por lo que recolectar la paja se limita a 10 Km.; cuentan con superficie
anexa al ingenio y agua, suficientes para desarrollar, en etapas subsecuentes,
centros independientes de generación eléctrica (como pequeñas
termoeléctricas de entre 25 y 50 Mw.)

Como cuestión de rentabilidad, cualquier ingenio que esté moliendo durante la


zafra 2,200 toneladas de caña al día, que cuente con calderas apropiadas y un
turbogenerador de 8 Mw. trabajando a 1500 Kw., si utiliza como combustible
únicamente bagazo y paja de caña recupera la inversión en 2.53 zafras, con
una taza de retorno de la inversión de 40.8 % y un valor presente neto de,
aproximadamente, 2.2 millones de dólares.

Con la visión a futuro, de implantarse un programa institucional para el


aprovechamiento íntegro del bagazo y la paja de los ingenios veracruzanos,
para contar con generación de electricidad en la agroindustria de la caña, en 14
años tendríamos:

Actividad económica sostenida 12 meses al año y en todas las zonas cañeras;


390 MW de capacidad para el sistema eléctrico nacional; 450 millones de
dólares en modernización y/o construcción de las plantas; 30 mil empleos
directos; 90 mil empleos indirectos permanentes y temporales; ahorro de 17
millones de barriles de petróleo; impidiendo la emisión de 9 millones de
toneladas de gases contaminantes a la atmósfera con el beneficio adicional de
los bonos de carbono.

El desarrollo no está en riesgo si contamos con la energía necesaria.


¿Que falta entonces? ¡Pongámonos a trabajar!

Lectura recomendada: “la Cogeneración de Energía Eléctrica en Ingenios Azucareros, Una


Opción Sustentable” (Autores: Ing. Daniel González Mayo e Ing. Ernesto Ramírez Sánchez)

*Juan Fernando Perdomo es egresado del TEC DE MONTERREY


Servidor público, empresario y político ( jperdomo@infosel.net.mx )

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