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Cede) ELM a Yue CEE) CE ea cs) ETE Lie) El autor presenta a Tos lectores un breve panorama del conilicto armado en Colombia y sw relaci6n con ciertas obras Iiterarias, Lega a conchusiones acertadas y Jas plantea claramente alls docentes, proponiendo actividades pedagégicas a partir de Ia lectura de estos libros por parte de los niiios y jovenes. QO Ree ae Publicamos los dos primeros capitulos de esta ‘obra que ha sido reeditada por SM, Setrata de una magnifica novela que entra a formar parte del fondo de la editorial Ce La sirena Ce Peary re TAR sc TE ge ae Enesta entrevista, Pilar Posada, autora de Corre que te pillo ydeAy, mi amor (ambos de SM), entre muchos otros, habla a los lectores de sus fascinacién por la tradicién oral y de 1a manera como ésta circula entre nifios y adultos. Para la autora la tradicion oral conecta al nifio de hoy con ar Peace it ORE io Latiteratura infantil y juvenil frente al conflicto d la m a di Oo Por Carlos Sanchez Lozano Ce C onflicto armado” es un eufemismo para designar la guerra que tuvo su origen en la exclusién politica que inauguré el Frente Nacional, en 1958, ese interesado pacto entre las élites del partido liberal y el conservador, las cuales se repartieron el manejo del pais hasta 1974. Para algunos historiadores el conflicto armado se inicia en 1964 con la conformacion de la guerrilla de las Farc en Tolima y Caldas, al mando de un antiguo guerrillero liberal: Manuel Marulanda Vélez, Esta guerra no ha sido “convencional” entre ejércitos claramente diferenciados. Sus actores, los victimarios, van desde guerrilleros y paramilitares hasta oficiales, suboficiales y soldados de las Fuerzas Armadas. Pero también politicos (los parapoliticos), hacendados y empresarios en la legalidad que con dineros pitblicos o privados estimularon el conflicto para defender sus intereses. La principal damnificada, segtin el historiador Daniel Pécaut, ha sido Ja poblacién civil. Las victimas estan entre el “pueblo” y muchos de los delitos cometidos contra él fueron ejecutados precisamente por los grupos guerrilleros, que tenfan entre sus esléganes defenderlo. Los que mas han suftidos los desmanes y brutalidades de la guerra han sido en particular campesinos aparceros, comunidades indigenas o afrodescendientes, los ‘mas pobres entre los pobres. Las cifras de muertos a causa del conflicto armado varian, pero segin el Grupo de Memoria Historica (GMH), pueden ser 220 mil entre 1958 y 2012. Todos los actores del conflicto armado han demostrado una capacidad arrasadora y cinica para matar, destruir, secuestrar, expropiar, violar. E] reparto de la actividad criminal varia: los grupos guerrilleros han secuestrado més (cerca de veintisiete mil personas), ademas de reclutar mas nifios para la guerra (siete mil, por lo menos); los paramilitares son responsables del mayor niimero de muertos en alrededor de dos mil masacres y del desplazamiento forzado de comunidades enteras (Colombia tiene 6 millones de desplazados, por encima incluso de Siria); también los paramilitares, en alianza con notarios corruptos, se apropiaron de las tierras, animales y cultivos de los desplazados y en acuerdos con politicos locales en algunas regiones del pafs se robaron el erario y regalfas; el Ejército y los servicios secretos del Estado estan colombian altamente comprometidos en la desaparicién forzada de personas (mas de ochenta mil), Ja mayorfa sindicalistas, defensores de derechos humanos 0 lideres populares, y en los espantosos € inhumanos “falsos positivos” (mas de mil). Paradéjicamente el conflicto armado no ha tocado a las grandes ciudades (Bogota, Cali, Cartagena), salvo en los casos de los atentados terroristas (el del Club el Nogal), los asesinatos. selectivos (Elsa Alvarado y Mario Calder6n) y los falsos positivos (el caso de Soacha, por ejemplo). Las huellas del conflicto son percibidas como “Iunares” que afectan el paisaje urbano: la nifia indigena desplazada que pide limosna en un puente peatonal; el vendedor de dulces que a la fuerza entra a un bus de Transmilenio con la esperanza de que le compren; la joven viuda que trata de ubicarse en el servicio doméstico para sostener a su familia. La guerra, como acertadamente Jo ha sefialado Alvaro Sierra, ha sido un tema de la Colombia rural, no de la Colombia urbana. Esta diltima ha vivido en un periodo de inconsciencia colectiva. La guerra ha sido un tema de “otros”, un modo de representacién de la realidad divulgado por los medios de radio, prensa y television, responsables en gran parte de la desinformacion que existe sobre el conflicto armado, Libros, nifios y guerra El corpus de la literatura infantil y juvenil colombiana que tiene Por tema la violencia ha sido estudiada con atencién en su tesis de maestrfa por las investigadoras Alice Castafio y Silvia Valencia (2016). Lo seguimos, si bien afiadimos otras obras que enfocan de manera critica el conflicto armado: El gato y la madeja perdida Francisco Montafia_ 2013 Los agujeros negros Yolanda Reyes 2000; 2008 La luna en los almendros Gerardo Meneses 2011 | Elmordiscodelamedianoche Francisco Leal Q. Eloisa y los bichos Buitrago - Yockteng Paso a paso Irene Vasco 1995 El rojo era el color de mama Gerardo Meneses 2014 Era como mi sombra Pilar Lozano 201! El Arbol triste Triunfo Arciniegas Camino a casa Buitrago - Yockteng | Mapana Sergio Alvarez «1a investigadora Lillyam Gonzalez (2013) Sin entrar en mayores detalles concluye que en los libros que tocan el conflicto se analise itieo des obras, armado colombiano “se presenta un futuro a See pl resaltar algunos aspectos: esperanzador, en el que se asume el pasado y + La eclosi6n de personajes se hacen proyecciones a futuro. No se quedan femeninos extraordinarios. en el regodeo de una historia realista desarrollada ‘Ana Marfa, la nieta del dirigente | asesinado de la Unién Patriética en un contexto de represién; superan la denuni Hl gai miaceha veri, y Se insta a continuar”.>) es una adolescente critica, abierta a las posibilidades que abre la vida y generosa en su mirada del mundo. Otro personaje que genera inmediata empatia es Mile, la nifta ‘wayuu protagonista de £1 mordisco de Ja medianocke, por su capacidad de resiliencia, su respuesta para aprender en medio de la adversidad yelespiritu de identidad que la caracteriza. Interrogativa y de gran sensibilidad es la nia protagonista de E/ Arbol triste, el mas postico de Jos libros y el mas heterodoxo en la forma de ver la guerra desde la mirada infantil. También son dulces, reconciliadoras, al tiempo que maduran como seres humanos en medio de su dolor, Patricia en Paso a paso, e Isabel en EI rojo era el color de mama. Inteligente, inquisitiva, buena consejera es Violeta en Los agujeros negros. + Eluso del narrador en primera persona (nariador “autodiegético” en [a jerga estructuralista de Genette). Busca generar empatia (un habla de tit a ti) con el nifio 0 joven lector, y le da mayor verosimilitud al relato al acerear al lector a un tiempo real de vivencia y, a su vez, dar cuenta del valor que los escritores le dan a su pasado de nifios al recuperar su voz a través del relato. Vigorosas, honestas, son las voces, el discurso directo libre, de Patricia en Paso a paso, del nifio guerrillero en Era como mi sombra, de Juan en Los agujeros negrosy de Enrique en La luna en los almendros. + El tratamiento de la violencia. Todas las obras incluyen estas escenas pero una estadistica refleja que no son ni corrientes, ni explicitas. A diferencia de la llamada “novela de la violencia” para adultos (Céndores no se entierran todos los dias, por ejemplo, de Alvarez Gardeazabal), en estas obras hay un manejo cuidadoso que les permite a los escritores contar sérdidos momentos del conflicto armado, sin utilizar el morbo visual o la displicencia en el habla. Los victimarios no son protag6nicos yy son retratados tangencialmente. Las obras se concentran en contar el drama de las victimas y en lograr que el lector tenga ‘empatia hacia sus tragedias. P ig Sy. * Elaprovechamiento del lector implicito. Estas obras trabajan con un esquema de “lector implicit”, es decir, suponen que los lectores poseen ademas de una enciclopedia basica sobre el conflicto armado (saben qué es un secuestro), minimas y determinadas competencias de lectura literaria para formalizar e} contrato autor/lector (Iser, 1987; Chambers, 2008). Yolanda Reyes, por ejemplo, no necesita aclarar en su relato que esta obra toma como base real el brutal asesinato de dos lideres comunitarios y ambientalistas, como tampoco Francisco Montafta explica que uno de los posibles referentes reales del personaje del abuelo de Ana Maria, sea Manuel Cepeda, una de las tres mil victimas del exterminio que sufrié la UP. + El valor del mediador adulto. Padie, maestro 0 amigo mayor, que cumple el papel del equilibrio, la raz6n y el respeto hacia las reglas, sociales. Los adultos se constituyen en referentes, como la maestra Elvira en el caso dramatico del protagonista de Era como imi sombra, que por todos los medios busca que el nifio no ingrese a la guerra. Al final se pregunta con un dolor agudo: “En qué fallé?”. Cuando el caos y la anomia social, el odio y la brutalidad adulta imperan, los maestros y maestras personajes de las obras exponen razones para la cordura y la bisqueda de salidas. + Una actitud prospectiva. La investigadora Lillyam Gonzalez (2013) concluye «si el lenguaje, en la citada frase de Heidegger, es que en los libros que tocan el el que nos constituye, somos los maestros de Lengua conflicto armadocolombiano —_—-y Literatura los que tenemos que velar porque el “se presenta un futuro lenguaje de la ignominia que generé el conflicto esperanzador, en el que se Se cl anit armado no desaparezca en el velo de los tiempos. > proyecciones a futuro. No se quedan en el regodeo de una historia realista -—— desarrollada en un contexto de represién; superan la denuncia y se insta a continuar”. Los finales de las obras tienden a ser abiertos y animan al lector al plantearle posibilidades de esperanza para los personajes protagénicos. Hay un llamado implicito a reconstruir el pais después de la tragedia. + Una postura ética y politica, de compromiso intelectual por parte de los autores. No se trata de hacer literatura de denuncia, realismo socialista demagogico, panfleto. Todo este conjunto de obras resefiadas tienen un alto nivel estético-literario al que suman una postura ética que se resume en un principio: no callar. Contra el olvido, contra la dispersi6n, contra la indiferencia, contra el poder, estos escritores oponen Ja memoria. La memoria de las victimas. a qué hacer con la literatura del conflicto armado? Muchos jovenes de Bogota y de las ciudades mas grandes han visto la guerra por television. La lectura de estas obras literarias, quiza, pueda contribuir a entender que, al contrario de lo que se cree (“la violencia pasa en otro lado”), la guerra es un tema que nos involucra a todos (porque todos somos colombianos y compartimos una historia, una cultura y una geografia comin) y que no podemos dar la espalda a los que han sufrido el horror. Lo que ha pasado politicamente, por lo menos en los iltimos 50 afios, hay que explicarselos a los niftos y jévenes. La brutalidad del conflicto armado y sus secuelas en personas reales, de carne y hueso, que han sufrido todas estas atrocidades, requiere ser recuperado a través de una iti 1 t memoria que honre sobre todo alas victimas. La lectura literaria puede contribuir a ese acto de justicia f Proponemos a continuacion algunas intervenciones , , pedagégicas que pueden s.)) ser acogidas por los docentes ; de Lengua y Literatura. no, Actividades extratextuales para generar conocimiento enciclopédico y empatia con los hechos sucedidos. Recomiendo dos propuestas pedagégicas elaboradas por la Biblioteca Luis Angel Arango: Los niftos piensan la pazy Hechos de paz. Esta tiltima incluye multimedia y permite la interaccién de los estudiantes. Actividades intratextuales, centradas en la recuperacién de informacién de los textos leidos y en valorar aspectos parciales de los, textos. Aqui se pueden trabajar la Ficha de personaje y la Ficha de la trama, la lectura comentada de capitulos, el Juego de roles propuesto poe Mabel Pipkin. ‘Actividades criticas, cuyo objetivo sea conocer la opinion y 10S fuicios del lector. El comentario critico, impreso o en forma de video =como los youtuber- 0 en multimedia, usando herramientas como Padlet, por ejemplo. Actividades de escritura que involucren registros y destina- tarios diferentes. Pueden ser desde escribir un correo, un trino o un mensaje en redes sociales al autor del libro que han leido, hasta participar en el Concurso Nacional de Cuento del MEN y RCN con un capitulo corto que aproveche una elipsis narrativa que haya dejado la obra que leyeron los estudiantes (esta es una propuesta del profesor Gustavo Aragén). Siel lenguaje, en la citada frase de Heidegger, es el que nos constituye, somos los maestros de Lengua y Literatura los que tenemos que velar porque el lenguaje de la ignominia que generé el conflicto armado no desaparezca en el velo de los tiempos. Itutacones de leg Aaner

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