Este documento presenta la letra de la canción "Las Golondrinas" de Jaime Dávalos y Eduardo Falú de 1963, la cual describe el vuelo de las golondrinas a través del cielo. También incluye un anexo donde Jaime Dávalos explica cómo su recuerdo de observar a las golondrinas volando cuando era niño lo inspiró a escribir la canción, despertando sentimientos de nostalgia por su infancia.
Este documento presenta la letra de la canción "Las Golondrinas" de Jaime Dávalos y Eduardo Falú de 1963, la cual describe el vuelo de las golondrinas a través del cielo. También incluye un anexo donde Jaime Dávalos explica cómo su recuerdo de observar a las golondrinas volando cuando era niño lo inspiró a escribir la canción, despertando sentimientos de nostalgia por su infancia.
Este documento presenta la letra de la canción "Las Golondrinas" de Jaime Dávalos y Eduardo Falú de 1963, la cual describe el vuelo de las golondrinas a través del cielo. También incluye un anexo donde Jaime Dávalos explica cómo su recuerdo de observar a las golondrinas volando cuando era niño lo inspiró a escribir la canción, despertando sentimientos de nostalgia por su infancia.
Msica: Eduardo Fal 1963 Adnde te irs volando por esos cielos, brasita negra que lustra la claridad? Detrs de tu vuelo errante mis ojos gozan la inmensidad...la inmensidad! Veleros de las tormentas se van las nubes, en surcos de luz dorada se pone el sol; y como slabas negras, las golondrinas... dicen adis...dicen adis...! Vuela,vuela,vuela,golondrina, vuelve del ms all. Vuelve desde el fondo de la vida sobre la luz, cruzando el mar... cruzando el mar! Un cielo de barriletes tiene la tarde; el viento en las arboledas cantando va y desandando los das mi pensamiento tambin se va...tambin se va...! Cuando los das se acorten junto a mi sombra y en mi alma caiga sangrando el atardecer, yo levantar los ojos pidiendo al cielo volverte a ver...volverte a ver...! ANEXO * Cuenta Jaime Dvalos acerca de esta cancin: "En el patio de casa aparecan de pronto, con los primeros colores un da, llenando con sus chirridos de alborozo aquel mbito de nuestros juegos donde El Tata estaba casi siempre sentado en su silln de mimbre leyendo. Las campanas de San Alfonso contribuan entonces a insuflarle encantamiento a la visita de las golondrinas en aquellos cielos donde grandes nubarrones anunciaban la prxima estacin de las lluvias. Los das eran largos y se demoraban en la agona de la tarde. Lo recuerdo. Una tarde as en la que sala de la convalecenca de una larga gripe. Vi tan ntido el aire! Me sub al techo y de espaldas sobre las chapas de zinc an tibias, mir hacia arriba tratando de abarcar la vasta redondez comba del cielo de una sola mirada, sin pestaar; quera ver todas las golondrinas de una vez, sin necesidad de seguirlas una por una en el vuelo loco con que garabateaban el azul hondo, tiritante de la luz.
En el horizonte cenizo del arrabal a ras de los techos, los barriletes
suban como fantasmales rayas coleando, nadando hacia las primeras estrellas plidas, y el viento hacia saludar gravemente a los rboles. No s cuanto tiempo permanec echado as, pero me despertaron aquella fiesta de la contemplacin los maullidos de aquellos gatos que ya sentan tambin como las golondrinas y yo, el advenimiento de la primavera. Cuando Eduardo (Fal) me hizo or la msica de lo que despus sera "Las golondrinas", vol mi pensamiento tiempo atrs y desandando los das recupero el alborozo triste de aquellas tardes de la infancia; los conmovidos versos de Gustavo Adolfo Bcquer; algo que me dictaba Leopoldo Lugones; y la vida, esa que siempre se nutre de la literatura sin temor de canjear entre ambas, de plagiarse o imitarse porque las dos son autoras de un sueo en el que devenimos polvo. La msica, repito, con su fuerza evocadora cit en mi las palabras donde la experiencia sensible de los das lejanos qued apenas atrapada, tan apenas como en la red de vuelos de las golondrinas en el ancho cielo del asombro" (Jaime Dvalos, "Yo soy quin pinta las uvas", 1980)