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Naaada!
. Sin lisonja, Manuela
Bueno, pero levntese de esa cama de pereza y salga a la mitad de la sala ahora mismo, y le
explico el bambuco a la carrera para que lo vaya aprendiendo y en el San Juan lo bailemos juntos.
Voy porque no digas que te desairo, dijo don Demstenes ponindose de pie y amarrando la
hamaca por encima para que no estorbase.
Mire, le dijo Manuela a su husped: despus de dar una vuelta en la mitad de la sala alrededor de
la pareja se va usted bailando por un lado y su pareja por el otro.
Apartarnos? Oh, qu disparate!
Cmo, pues?
Pero cmo se baila? si en el bambuco los que bailan han de ir separados.
Y msica?
Ahora te dejas rodear la cintura con uno de mis brazos y me entregas una mano a todo mi albedro,
Don Demstenes rompi el baile por la orilla de la sala, pero la discpula se resista.
No temas, le dijo el maestro.
No ve que me quedo sin libertad.
Es indispensable.
No se arrime tanto, por Dios!
Es la naturaleza del strauss.
Qu hago yo? dijo Manuela, algn tanto sobrecogida de temor.
Hay que tener fe en la doctrina, le dijo el maestro,
Huy! dijo Manuela y sali corriendo a coger la plancha.
Eso qu es? dijo el maestro, tan serio como admirado de una defeccin tan a destiempo.
Qu ha de ser? dijo Manuela, que yo soy la madre de las cosquillas, y as no puede ser; y menos
tan de maana. Ave Maria!
Para que lo veas, aadi doa Patrocinio; y al caballero no debemos desairarlo siendo un seor tan
amigo de nuestro bien. Sal a bailar y djate de fulleras, que ya no eres tan chiquita.
No haba palabras con qu resistir unas razones de tanto peso, y Manuela sali a recibir las
lecciones gratuitas de su maestro.
Ya tenemos mucho adelantado, dijo don Demstenes, sobre el paso, los movimientos y el odo,
no queda nada qu desear. Ahora lo que falta es que Manuela salte con propiedad.
Cogi don Demstenes a su discpula como deba: Jos silbaba, doa Patrocinio daba palmaditas,
y la pareja parti como un relmpago recorriendo un costado de la sala.
Ms aprisa! exclam don Demstenes, y adelante! adelante!
Pero no me apriete, dijo Manuela en un tono muy deprecativo.
Vamos a repasar la primera leccin, porque San Juan se acerca, y ser lo nico que bailar
contigo.
Yo no s la idea que el seor don Demstenes tendr del baile; pero yo creo que es impropio de
un sacerdote.