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—— ARTICULO | Roy Graybill »: OCTRINAL C om D ZL 1 en! De EN; EL'DESARROLLO EL 4 & \STERIDADNENTISTA Aft 78 NS Ana Los atxrneisras del séptimo dia hay tna sola no ma, una reglay una autoridad suprema de doctrna: 1h Biblia. Todaslas demas antoridades doctrnales son subordinadas, Elena G. de White escribi6: «Dios tendré en latiera un pueblo que sostendr a Biblia, y la Biblia sola, como pledta de toque de todas las doctrinas y base de todas las formas» (El conficto dels siglo, p. 581), «La Biblia, y solo la Biblia, ha de ser nuestro credo, el tnico vinculo de unin. [..] Levantemosel estandarte en el cual diga: La Biblia, nuestra norma de fey disciplinay (Mensajes selectos, tomo 1, p48?) En este articulo se usa el término‘doctrina' en el sentido de doctrina de la iglesia. Tal doctrina se halla a menudo en la de- claracion de creencias fundamentales de una iglesia. Constitu- ye la formulacion, el compendio,el enfasis y la organizacién de vverdades divinas por parte de la iglesia. Ast, la doctrina expresa la compresion que la iglesia tiene de Dios, su voluntad y sus BB primer paso en la formacién de doctrinas es procutar en- tender la Biblia a través de la exégesis. Fl propésito de laexégesis, es determinar, tan estrechamente como sea posible, lo que elautor quiso decir y lo que sus primeros lectores enten- dieron cuando leyeron sus palabras, con mentes a las que el Espinitu Santo habia hecho receptivas. Incluso en lalite- ratura apocaliptica, procuratnos establecer exegeticamente lo que permiten el lenguaje, la forma, la historia y el con- texto, Precisamente en el proceso exegetico debe permni- lisse que la Biblia sea su propio intérprete, Al hacer exé- esis, dejamos a un lado, en la medida de lo posible, nues- tras nociones preconcebidas de lo que podria querer decit la Biblia, en el sentido de que silenciamos nuestros deseos personales en lo relative al resultado de lainterpretacion, Procuramos averiguar las preguntas que el autor particu- lar intentaba contestar, los asuntes y los problemas a los que hacia frente, y los conceptos y los métodos que tenia su disposicién para intentar resolver estos problemas. a linguistica la historia la identificacion de géneros literarios y una cuidadosa atencién al contexto desempe- than todas papeles cruciales en el proceso exegético. Los cexpertos en el uso de tales herramientas exegéticas son indispensables para la iglesia. La persona comtin puede obtener un conccimiento salvador con la Biblia, sin duda No obstante, esa persona comtin esta en deuda con ex- pertos téenicos que, comparando manuscritos antiguos en un proceso denominado critica textual, han intentado «stablecerel texto original de la Biblia, La persona comin también esta en deuda con los lingdistas que han tradu- cido esos antiguos manusenites alas lenguas modemas, En este sentido, el conocimiento y la comprensién de la Biblia por parte de una persona comin estan en deuda com el trabajo de los eruditos de la Biblia y pueden verse enri- quecidos uheriormente por sus continuas aportaciones, Debe recordarse que la Biblia, aungue escrita en pala- bras de hombres, sigue siendo la palabra de Dios, Debido acesto, el exégeta, cuando emplea su pericia técnica, debe ‘mplotar recibir la orientacion del Espiritu, igual que ha- cen los que participan en cualquier otra fase del estudio de la Biblia y la formacién de doctrina Sin embargo, este proceso exegético no produce doc trina de iglesia. Es solo el primer paso indispensable en la formacion de doctrina, porque establece nuestra compren- sign fandamental de nuestra autoridad suprema de doc- trina: la Sagradas Escrituras, El proceso exegetico elucida las enserianzas de la Bibliaen toda su multiplicidad. Estas censefianzas varian en claridad y énfasis de un autor bibli- coa otro, e mcluso dentro de la obra de los autores indi- viduales. Ademds, no todas las ensenanzas de la Biblia son usadas por la iglesia para formar doctrinas. Por ejem- plo, aunque la Biblia ensenia la bondad hacia los anima- les, no hemos hecho de esta ensefianza una de nuestras ARTICULO cteencias fundamentales. Sin embargo, para el Ejército de Salvacién, la bondad hacia los animales es una parte de la doctrina de la iglesia Al decir que los fratos de la exégesis no son doctrna, afirmamos que la doctrina no es meramente na refor- rmulactén de las Escrituras en términos contemporaneos: a doctrina no esta relacionada con las Escrituras en la forma en que una traduccidn de un documento esta rela- cionada con el onginal escrito en una lengua diferente Una analogia mas estrecha, aungue imperfecta, seria la relacion entre las leyes de un pais y la consttucion de su gobierno. La constitucién explica objetivos y temas y establece limites alas posibles leyes, pero legisladores vi- vos formulan las leyes, apelando a necesidades contem- porineas y hechos recién entendidos, asi como a los ob- jetivos y Tos temas de la constitucién. La analogia es im- perfecta, porque hay muchas doctrinas que surgen de la exégesis con poca influencia interpretativa evidente por parte de la iglesia, Es mas, toda doctria debe tener una base exegética, una justificacion exegética en las Escritu- ras. Esto quiere decir que, aunque puede promulgarse cualquier ley no prohibida en la constitucién, solo pue- den adoptarse las doctsinas expresadas o implicadas en las Escrituras, El segundo paso en la formacién de doctrinas se da ena labor teol6gica de la iglesia. Ast, en la formacion de doctrinas hay tanto una fase exegética como una fase teo- Jogizante, La teologta conlleva, al menos en pate, a com- paracién de un pasaje con otro, de un autor con otro, y cde una ensenanza con otra, Al avanzar este estudio, emer gen ciertos temas claros. Se ve a Cristo como la suprema revelacién de sf mismo por parte de Dios y el tera unifi- cador de toda la revelacion biblica. Basada en la labor exe- sética dela iglesia la teologta busca armonizar las contra- dicciones aparentes de las Escrituras,evaluar la significa- ci6n relativa de diversas ensenanzas bfblicas, identificar temas unificadores y expresar la interpretaci6n resultante de la doctrina por parte de la iglesia. Dado que reconocemos la necesidad y lainevitabilidad deesta fase teologizante, seria ingeruo que dlijéramos que Ja Biblia es la nica influenciaen la formacién de la doctri- na de laiglesia. Las Escrturas son, ciertamente, la nica autoridad normativa, pero incluso en cuestiones de fe, la iglesia viva decide, por ejemplo, cOmo equilibrara las ense- shanzas de les Evangelios de las Epfstolas paulinas, del li- bro de Santiago y el lisro de Apocalipsis en asuntos como 1a fe, las obras y el juicio. En asuntos de conducta, una ‘iglesia que use la Biblia como autoridad “exchusiva’ no es- larfa en condicion de pedir a sus miembros que se abstu- vieran del uso de tabaco, porque la Biblia no menciona el SEP-OCT «i 1 25 —— ARTICULO aaa eee 26 tahaco en ningtn sitio. La Biblia contiene principios de vida sana, pero hay casos en los que la ciencia, interpretada por ta iglesia viva, tiene un papel que desempenar. En esta fase teologizante de la formacién de doctrinas, Ia iglesia cualquier iglesia, sociedad religiosa o grupo de comunion— emplea diversas ayudas extrabiblicas, tales como los escrites de fundadores venerados y tedlogos res- petades, junto con decisiones anteriores de la iglesia en asuntos doctrinales. Una de las ayudas mas tiles para los advventistas del septimo dia son los eseritos que el Espiritu de profecia llevé a productr a Elena G. de White. Sus escr- tos han resultado instructivos yToables en los esfuerzos de Ia iglesia por formular sus doctrinas. Ella oftece a la iglesia ayuda, direccién y peroepcién para este proceso Esto no quiere decir que Elena G, de White sea mas tedloga que exégeta. Salvo en raros casos, Elena G. de Whi- tenonos oftece exégesis en el sentido téenico, ni los instru- Imentos necesarios para evar a cabo la exégesis. Raoul De- deren lo ha expresado bien: «Como imtéxprete de la Biblia, cl papel més caracteristico de Elena G. de White fue el de predicadora —no el de exégeta,nitedloga, como tales, sino evangelizadora y predicadora [...J~. El modo profético y exhortatorio era més caracteristico suyo que el exegético [...] Las personas para las que predicaba —o escribia— «ran mas objeto de su atencién que ls personas especifcas ala que los propios autores biblicos individuales se ditt gan! Sucede simplemente que, en la formacién de doctrt- nas, ni exégetas ni tedlogos son sulicientes por s{ mismos Ni siquiera juntos pueden formular la doctrina de la igle- sia, porque la doctrina expresa la comprensién de toda la iglesia, no solo las interpretaciones de los expertos con formacién ni de los dirigentes con dotes en estos campos: dijo 3Por qué para el tiempo del fin, Escito por George R Knight, excateditic de a Universidad Andrews, un erudito con una gran capacidad de sintessyuin profundo y ampli conocimiento dela sociedad yla historia dea olesia Adventista del Sento Dia, + afio 73 — ws Elena G. de White lo que dijo cuando lo dijo? Leer esta introduccién es esencial para todo pastor, antes de dar una interpretacién de cualquier pasaje dela vasta produccién literaria de la mensajera del Sefior El hecho de que el lamamiento y la vocacién particulares de la propia Elena G. de White fueran los de un profeta stugiere que su papel no es meramente devocional ni pas- toral, ni tampoco exegético ni teologico, sino pro‘ético ‘Aunque sti ministerio presenta elementos de todos estos papeles adicionales, esta separado, diferenciado de los mis mos, La autoridad profética es una autoridad para aplicar el mensaje de Dios a los problemas fundamentales de la cexistencia humana, para descubrirla perversidad humana y subrayarel potencial humano en Cristo, Un profeta pue- de argumentar teologicamente, puede ofrecer una re- flexién devocional y puede servir pastoralmente al pueblo de Dios, pero su mensaje suel ser mas inquietante que el de ‘un pastor, mas estimulante que el de un autor devocio- nal, ms absorbente que tna formulacién teol6gica y mas relevante que una exposicion exegética El papel profético de Elena G. de White en la confor- macién de la doctrina es formativo, no normativo. Al en ‘regarse la iglesia en su tarea teol6gica de formular los fre- tos de la exégesis creando la doctrina, da a bienvenidaa la influencia profética cuando elige exponer y hacer hincapié en ciertas ensefianzas de las Escrituras y no en otras. As, Elena G. de White no nos demuestra que el séptimo dia sea el dia de reposo, ni esel estandar o la norma para esa encia, pero, al recalcar la importancia del shade en nuestra relacién con Dios, ella influye en nosotros para que prestemos atencidn especial a esta enseftanza particu- lar de las Escrituras Creemos que la revelacion y la inspiracién tanto de la Biblia como de losesertos de Elena G, de White son de igual calidad, La supervision del Espiritu Santo fue igual de cui daclosay cabal en un caso que en el oto, Hay, sin embargo, una distincién definida que hacer entre la autoridad norma SIADPA tiva de las Escrituras y la autoridad formativa de los escitos de Flena G. de White en muestra iglesia, Por qué deberta hhacerse una distincién? En primer lugar, Elena G. de White ‘puso claramente a la Biblia sola en la categoria de norma y regla de doctrina, Después, hay tazones practicas para hacer la distincion, Solo st nos abstenemos de usar a Elena G. de ‘White como autordad normativa para la doctrina pode- ‘mes esperar encontramos con otros ctstianos en un terre- nno comin y esperar que vean la validez de nuestras doctn- ras, Se sigue, entonces, que ni siquiera dentro de la iglesia puede conventirse a Elena G. de White en el tribunal de tltima instancia en cuestiones de doctrina, porque conver- tirla en eso seria tener un estandar de doctrina para entrar cn la iglesia y un estandar diferente después de entrar. Podemos aiadir una razén practica adicional de por ‘qué no osamos usar a Elena G. de White como arbitro final en cuestiones de doctrina, El vasto ambito de los temas sobre los que escribié yel hecho de que emplea o comen- ta en tan gran proporcion los versiculos de las Escrituras hacen sumamente dificil, en la practica, evitar darle un papel més importante que a cualquier autor biblico en la formacion de la doctrina, Sencillamente, dijo mucho mas sobre todos los temas doctrinales que cualquier otro autor inspirado. Asi si se usan sus escrtos para zanjar todas las disputas doctrinales, es cast imposible mantener la Biblia ‘come attoridad normativa de doctrina, Ciertamente, los escrites que el Espiritu de la profecia inspire a escribir a Elena G. de White no deberian ser ignorados en el debate doctrinal. Nos prometen una valiosa percepcidn del men- saje de las Escrituras y subrayan la importancia de ciertos temas ycienas verdades, Sin embargo,a fin de cuentas, aque- lies debates que acaben deben acabar apelando a las Eseri- turas sols, Resta tentador en el caso de Elena G. de White otorgarle mas autoridad prictica que a cualquier autor biblico individual, porque escribié mas sobre la Biblia que cualquier autor biblico individual. Esta tentacion podria llevamos a una situacién en la que la autonidad canénica sea en realidad menos importante para nosotros que la autoridad confirmatoria La legitima fumcion de Elena G. de White en relacién con la Biblia deberta ser coherente con el propésito que ella misma proclamé en este sentido, La dificultad estrisa aqui en que hay una aparente diferencia en su propésito de un grupo de declaraciones a otto. Por wna parte, Elena G. de White hablé del propésito de sus testimonios, t&- ‘mino genérico que se refiete atodos sus consejos, En rela- «ion con la Biblia, son para ‘ Llevara los hombres la Biblia (El evangelism, p, 190), 1 Levar nuevamente a hombres y mujeres a la Palabra de Dios descuidada (Testmoniospara a iglesia, tomo 2, p. 404) ‘7 Llamar la atencién sobre la Palabra de Dios (Notas bio- sgrficas, pp. 218, 219). ARTICULO ¥ Grabat la verdad biblica en la mente ({bid.). 7 Simplifcar las grandes verdades ya dadas en la Palabra de Dies (ibd) # Exaltar la Palabra de Dios (Testimonios para la iglesia tomo 2, p. 536) 7 Dar una comprension mis clara de la Palabra de Dios. (hid, womo +, p. 242). Y Grabar en el corazén verdades ya reveladas (ibid., tomo 2, pp, 582, 583). 7 Armonizar con la Palabra de Dios (Testimonios para los rministros, p. 402). Elena G. de White dice que sus testimonios jams han de ser puestos antes que la Biblia (El evangelismo, p. 190) y no han de ser un afiadico a la Palabra de Dios (Testimonios para la iglesia, tomo 4, p. 242). «No tienen el propésito de traer nueva luz» (Notas biogrdficas, p. 219) y eno fueron publicados para reemplazar la Bi- blian (Testimonios para la iglesia, tomo 5, p. 622). Las declaraciones anteriores encajan todas en un modelo que subordinarfa claramente la autoridad de Elena G. de White a la autoridad de las Escrituras. Por otra par te, hay declaraciones en las que parece reivindicar, en virtud de su inspiracién, el derecho de defini y espe ficar el significado de las Escrituras. Dice que sus escri- tos sobre asuntos doctrinales, en esencia, estan libres de errores: «Hay una cadena recta de verdad sin una sola sentencia herética en lo que he escrito» (Mensajes selectos, tomo 3, p. 57). Nos asegura que los testimo- nnios «nunca contradicen» la Palabra de Dios (ibid, p 35). Records a menudo los primeros dias en que «el poder de Dios bajaba sobre» ella, y ella «recibia capaci- dad para definirclaramente lo que es verdad y lo que es error» (Obreros evangélicos, p. 317), Cuando los hermanos no podian avanzar mas en aquellos primeros congresos Didlicos, era einstruida con respecto ala relacién de un ppasaje con otto de las Escriturase (Mensajes selectos, tomo 3, p. 41). Dice: «De esta manera muchas verdades del ‘mensaje del tercer angel eran establecidas punto por punto» (id. p. 42). Incluso porciones de sus diarios de- berian republicarse, decia ella, porque contienen «luz» «instrucciones» que fueron dadas «para corregir erro- res sutiles y pata especificar lo que es la verdad (ibid. p. 34). Bscrbié al predicador W. W. Simpson: «Estoy agra- decida porque la instruccién contenida en mis libros esta- blece la verdad presente para este tiempo, Estos libros fue- ron escritos bajo la manifestacion del Espirit Santo» (Carta 50, 1906). Fetas ultimas declaraciones espectalmente nos advier- ten de que los comentarios de Elena G. de White sobre las Escrituras no pueden ser tomados ala ligera si queremos respetar la autoridad de ella segin la entendia, Pero, en vista de tales declaraciones, también podemos ver por qué SEP-OCT «i 1 ar —— ARTICULO algunos han encontrado dificil ceer que muestras doctn- nas estén basadas, en altima instancia, en la Biblia y no en Elena G. de White. Nuestros primeros crticos tentan bi- sicamente el mismo problema. Habiendo leido el relato de Elena G. de White de cémo su vision contribuyé a zanjar las diferencias que surgieron entre los hermanos reuntides cen el congreso de Volney, Nueva York, en 1848 (Spiritual Gifts, tomo 2, pp. 98, 99), los citicos resumieron el inct lente con desprecio diciendo: «Hubo diversidad de opi- niones; la Hermana White vio que debian dejar a un lado sus diversidades y unitse, yas lo hicieron J. N. Lough- borough puso reparosa esta interpretacion: «La razén por las que estas personas renunciaron a sus diferencias», nos dice, «no fue simplemente que la Hermana White dijera que debian renunciar aellas, sino porque en la misma vie si6n se les sehalaron la claas afirmaciones de las Escrturas que relutaban sus falsas teorias y habian presentado ante ellos, en cambio, un sendero recto y armonioso de verdad biblican? ‘Loughborough no estuvo en la reunion en cueston, pero su interpretacién de ella en 1885 merece seria considera- cién. gPodtian las declaraciones de Elena G. de White emu- rmeradas anteriormente ser interpretadas bajo esta misma “Optica? Sino, adolecemos de una tensicn intolerable cuan- do Elena G. de White parece estar diciendo, por una parte, ‘que nuestras creencias deben ser establecidas por la Biblia y la Bila sola y, por otra, afirma que sus escritos propor cionan la verficacion definitiva de nuestras doctrnas. Dado que creemos que Elena G. de White recbi6 reve- laciones de igual calidad que las recibidas por los autores biblicos, aunque diferentes en propésito y funcién, aplica- mos su consejo y su testimonio a todas las fases del proceso de formacién de la doctrina, no como autondad final, sino ‘como fuente de influencia y percepcién, Si hemos de hacer sto de la manera mas efectiva, til y unificadota, tambien hemos de hacer de los escnitos de Elena G. de White objeto de estudio cuidadoso, No se llama a todos los miembros de iglesia a que se ocupen de los puntos mas sutiles de este estudio, como tampoco se llama a todos los miembros de iglesia a ser eruditos de la lengua grega. Sin embargo, esto zo vuelve innecesaios os esfuerzos de algunos de ahondar tas en el estudio de estos escritos ‘Muchas de las mismas técnicas empleadas en los estu- dios de la Biblia tambign resultan utiles en el estudio de los escritos de Elena G. de White, Se dispone de una colec- cién snstancial de sus documentos manuscritos. Estos bo- adores manusentos pueden ayudamos a entender con mis claridad que tenfa en mente Elena G, de White cuan- do escribia, En vida de ella, algunos de sus ayudantes lite- rarios tuvieron considerable latitud en la edicién de sus materiales manuscrites. Fl de ellos fue un trabajo sustan- cialmente més sigmificativo que el de tn tevisor ordinario 2B WIVSTERDADIENT STA « ARO 73— NES que padiera ocuparse de asuntos meramente mecanicos y técnicos, Flena G. de White, naturalmente, se eservaba el derecho de dar el visto bueno de lo que preparaban. Ast, tanto el original escrito a mano como el proyecto termina- do de cualquier manuscnto de Elena G. de White const tuyen textos igualmente validos. En consecuencia, el obje~ to de este anzlisis textual de los escritos de Elena G. de White es descubrir el abanico de posibles significados en tun mensaje dado o recuperar matices perdidos, no esta- blecer un texto original verdadero. Se ha dicho que la comprensién de Elena G. de White de la Biblia y de las actividades de Dios crecié con el tie- po. Por ello, resulta til estudiar todos sus escrites, publi- cados e inéditos, en secuencia cronolégica para trazar el desarrollo y el cambio en diversos conceptos, Dado que se sabe que Flena G. de White us6 fuentes Iierarias de forma muy generalizada, resulta wil identifi car.en la medida de lo posible, todas estas fuentes. A ment- do, lo que ella quiere decir puede aclararse comparanco y contrastando lo que escribio con la fuente de la que extrae sus expresiones y sus ideas. Es preciso que veamos lo que elgi6 usaren contraposicion con lo que eligié no usar de un autor dado, 0 de un pasaje dado, y preguntamos por qué seleccioné un material particular, ‘A medida que las fuentes relevantes van estando mas facilmente disponibles, podemos iniciarsigmificativamen- temuestro estudio de algunos temas espectficos que tesul- tarin titles para establecer la debida relacion entre la at- toridad profética de Elena G. de White, la autoridad de los exégetas y los teélogos, y la autoridad de las propias Escn- turas en la formacién de la doctrina, Necesitamos wn and- lisis abarcador y exhaustivo de todas las declaraciones de Elena G. de White, publicadas e méditas, sobre las Escr- turas, Necesitamos estudiar lo que dice sobre la herme- néutica, la inspiracion y Ta autoridad de las Escrituras, Esto debe hacerse, en primer lugar, en un contexto crono- logico para detectar desarollos en sus ensefanzas. En se- mundo lugar, debe hacerse en un contexto histérico, com parando y contrastando lo que ella escribié con lo que ‘otros escribian y predicaban alrededor de ella, Por ejers- plo, ella via y predicé con G. B, Starr en Nueva Zelanda durante una época en la que ella atacé vigorosamente la alta critica. Los sermones de Starr fueron publicados en un periddico local y. por ello, pueden ser comparados con los ‘comentarios de la propia Elena G, de White sobre la alta crtica para ver cuando coincidia, cuindo discrepaba y cuan- do guards silencio a propésito de los argumentos presen- tados por Star, ‘Tambien puede decirse algo sobre cierta vision “eleva- dda” de las Escrituras, encontrada en los esenitos de Elena G. de White, que es completamente ajena al estudio de la inspiracin como tal, Esto tiene que ver con sus declaracio- nes sobre la utilidad de las Escrituras, Ell atribuye gran po- der a la Biblia. Es algo mas que meramente una fuente de ideas religiosas acertadas, Es capaz de aumentar el poder del intelecto y de cubrir cualquier otra necesidad emocional,es- piritual e mclusofisica de la humanidad, Este punto de vista sobre las Escrituras implica, sin duda, algo sobre su inspira- cin, pero no es un comentario directo sobre su ingpiracién. No solo debemos estudiar el concepto dela utilidad de las Eserituras en Elena G. de White, sino que debemos prestar mais atencién al uso que hizo de las Escrituras. Sabemos que us6 las Escrituras de formas diversas, ocupandose solo raras veces cen lo que llamartamos exégesis. Pero hay algo mas que esto en cel uso de las Escrituras por parte de Elena G. de White. Flena G. de White tenia tendencia a incorporar larges pasajes de las Escrituras en sus escrites. En muchos casos, estos pasajes eran copiados in extenso a sus manuscrites originales. ¢Qué dice esto sobre su visién de las Escrituras? En lugares en los que nos centrariamos en un versiculo o una frase especificos de las Escnturas,o en los que simplemente pondtfamos una referencia en nuestros escritos, Elena G. de White se sentaba su mesa copiando laboriosamente un largo pasaje palabra por palabra. ¢Que significa esto? glmplica un deseo de dar un paso atris y dejar que el passe biblico hable por st solo, o es ‘meramente un habito que contribuia a rellenar paginas? Sos- pecho que es mas probable lo primero, Fenémenes como este nos advierten que puede que, en ocasiones,estemos for- rmulando preguntas indebidas sobre la relacion de Flena G. de ‘White con la Biblia. En cualquier caso, antes de que intente- ‘mos encuadrarla en categorias analticas aportadas por criti «cos hoses, es preciso que analicemes st relacién com la Biblia cn los términos de la propia Elena G. de White, examinando tanto lo que dijo como lo que hizo. Fn resumen, entonces, la Biblia es nuestra tnica norma y regla de doctrina, Es nuestra autoridad doctrinal suprema. El ‘primer paso para entenderla es la exégesis. El proceso exegé- tico va seguico por un proceso teologizante. En este proceso, Elena G. de White, en virtud de su autoridad profética,influ- ye en nosotr0s ctuando convertimos en doctrna los resulta dos de la exegesis, Sus escritos pueden ser estudiados con provecho, pero ella sigue siendo tna autoridad formativa en la dloctrina adventista, La Biblia es la nica autoridad normativa Teen Wes Decne of Serpeure (La doc dels Esra de Hea de White! ex: sre There Prophet the Modera Chur ay praes enn iglia moderna, Suplemeto de Minty, jlo de 1977, p 248. 2.4 N lnughborough,eRecellecions ofthe Pas—No. 12s [Recuerdos del pa ssdoN° 12), Revon and Hevld, 3 de aro de 1885 3 tt —— Un excelente libro pata compartir tf (Unaactuaizaday mas pratundyvision eesti estan ees Gallalcance(deltodos|osiectores | EUEUO ORO Eel eaun) MISTI Peete eles SEP-OCT» \NiSTUHD AONEVTISTS 29

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