—— ARTICULO
| Roy Graybill »:
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EN; EL'DESARROLLO
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\STERIDADNENTISTA Aft 78 NS
Ana Los atxrneisras del séptimo dia hay tna sola no
ma, una reglay una autoridad suprema de doctrna:
1h Biblia. Todaslas demas antoridades doctrnales son
subordinadas, Elena G. de White escribi6: «Dios
tendré en latiera un pueblo que sostendr a Biblia,
y la Biblia sola, como pledta de toque de todas las
doctrinas y base de todas las formas» (El conficto dels siglo, p.
581), «La Biblia, y solo la Biblia, ha de ser nuestro credo, el tnico
vinculo de unin. [..] Levantemosel estandarte en el cual diga: La
Biblia, nuestra norma de fey disciplinay (Mensajes selectos, tomo 1,
p48?)
En este articulo se usa el término‘doctrina' en el sentido de
doctrina de la iglesia. Tal doctrina se halla a menudo en la de-
claracion de creencias fundamentales de una iglesia. Constitu-
ye la formulacion, el compendio,el enfasis y la organizacién de
vverdades divinas por parte de la iglesia. Ast, la doctrina expresa
la compresion que la iglesia tiene de Dios, su voluntad y sus
BB primer paso en la formacién de doctrinas es procutar en-
tender la Biblia a través de la exégesis. Fl propésito de laexégesis,es determinar, tan estrechamente como sea posible, lo que
elautor quiso decir y lo que sus primeros lectores enten-
dieron cuando leyeron sus palabras, con mentes a las que
el Espinitu Santo habia hecho receptivas. Incluso en lalite-
ratura apocaliptica, procuratnos establecer exegeticamente
lo que permiten el lenguaje, la forma, la historia y el con-
texto, Precisamente en el proceso exegetico debe permni-
lisse que la Biblia sea su propio intérprete, Al hacer exé-
esis, dejamos a un lado, en la medida de lo posible, nues-
tras nociones preconcebidas de lo que podria querer decit
la Biblia, en el sentido de que silenciamos nuestros deseos
personales en lo relative al resultado de lainterpretacion,
Procuramos averiguar las preguntas que el autor particu-
lar intentaba contestar, los asuntes y los problemas a los
que hacia frente, y los conceptos y los métodos que tenia
su disposicién para intentar resolver estos problemas.
a linguistica la historia la identificacion de géneros
literarios y una cuidadosa atencién al contexto desempe-
than todas papeles cruciales en el proceso exegético. Los
cexpertos en el uso de tales herramientas exegéticas son
indispensables para la iglesia. La persona comtin puede
obtener un conccimiento salvador con la Biblia, sin duda
No obstante, esa persona comtin esta en deuda con ex-
pertos téenicos que, comparando manuscritos antiguos
en un proceso denominado critica textual, han intentado
«stablecerel texto original de la Biblia, La persona comin
también esta en deuda con los lingdistas que han tradu-
cido esos antiguos manusenites alas lenguas modemas,
En este sentido, el conocimiento y la comprensién de la
Biblia por parte de una persona comin estan en deuda
com el trabajo de los eruditos de la Biblia y pueden verse enri-
quecidos uheriormente por sus continuas aportaciones,
Debe recordarse que la Biblia, aungue escrita en pala-
bras de hombres, sigue siendo la palabra de Dios, Debido
acesto, el exégeta, cuando emplea su pericia técnica, debe
‘mplotar recibir la orientacion del Espiritu, igual que ha-
cen los que participan en cualquier otra fase del estudio
de la Biblia y la formacién de doctrina
Sin embargo, este proceso exegético no produce doc
trina de iglesia. Es solo el primer paso indispensable en la
formacion de doctrina, porque establece nuestra compren-
sign fandamental de nuestra autoridad suprema de doc-
trina: la Sagradas Escrituras, El proceso exegetico elucida
las enserianzas de la Bibliaen toda su multiplicidad. Estas
censefianzas varian en claridad y énfasis de un autor bibli-
coa otro, e mcluso dentro de la obra de los autores indi-
viduales. Ademds, no todas las ensenanzas de la Biblia
son usadas por la iglesia para formar doctrinas. Por ejem-
plo, aunque la Biblia ensenia la bondad hacia los anima-
les, no hemos hecho de esta ensefianza una de nuestras
ARTICULO
cteencias fundamentales. Sin embargo, para el Ejército
de Salvacién, la bondad hacia los animales es una parte de
la doctrina de la iglesia
Al decir que los fratos de la exégesis no son doctrna,
afirmamos que la doctrina no es meramente na refor-
rmulactén de las Escrituras en términos contemporaneos:
a doctrina no esta relacionada con las Escrituras en la
forma en que una traduccidn de un documento esta rela-
cionada con el onginal escrito en una lengua diferente
Una analogia mas estrecha, aungue imperfecta, seria la
relacion entre las leyes de un pais y la consttucion de su
gobierno. La constitucién explica objetivos y temas y
establece limites alas posibles leyes, pero legisladores vi-
vos formulan las leyes, apelando a necesidades contem-
porineas y hechos recién entendidos, asi como a los ob-
jetivos y Tos temas de la constitucién. La analogia es im-
perfecta, porque hay muchas doctrinas que surgen de la
exégesis con poca influencia interpretativa evidente por
parte de la iglesia, Es mas, toda doctria debe tener una
base exegética, una justificacion exegética en las Escritu-
ras. Esto quiere decir que, aunque puede promulgarse
cualquier ley no prohibida en la constitucién, solo pue-
den adoptarse las doctsinas expresadas o implicadas en
las Escrituras,
El segundo paso en la formacién de doctrinas se da
ena labor teol6gica de la iglesia. Ast, en la formacion de
doctrinas hay tanto una fase exegética como una fase teo-
Jogizante, La teologta conlleva, al menos en pate, a com-
paracién de un pasaje con otro, de un autor con otro, y
cde una ensenanza con otra, Al avanzar este estudio, emer
gen ciertos temas claros. Se ve a Cristo como la suprema
revelacién de sf mismo por parte de Dios y el tera unifi-
cador de toda la revelacion biblica. Basada en la labor exe-
sética dela iglesia la teologta busca armonizar las contra-
dicciones aparentes de las Escrituras,evaluar la significa-
ci6n relativa de diversas ensenanzas bfblicas, identificar
temas unificadores y expresar la interpretaci6n resultante
de la doctrina por parte de la iglesia.
Dado que reconocemos la necesidad y lainevitabilidad
deesta fase teologizante, seria ingeruo que dlijéramos que
Ja Biblia es la nica influenciaen la formacién de la doctri-
na de laiglesia. Las Escrturas son, ciertamente, la nica
autoridad normativa, pero incluso en cuestiones de fe, la
iglesia viva decide, por ejemplo, cOmo equilibrara las ense-
shanzas de les Evangelios de las Epfstolas paulinas, del li-
bro de Santiago y el lisro de Apocalipsis en asuntos como
1a fe, las obras y el juicio. En asuntos de conducta, una
‘iglesia que use la Biblia como autoridad “exchusiva’ no es-
larfa en condicion de pedir a sus miembros que se abstu-
vieran del uso de tabaco, porque la Biblia no menciona el
SEP-OCT «i
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aaa eee
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tahaco en ningtn sitio. La Biblia contiene principios de vida
sana, pero hay casos en los que la ciencia, interpretada por
ta iglesia viva, tiene un papel que desempenar.
En esta fase teologizante de la formacién de doctrinas,
Ia iglesia cualquier iglesia, sociedad religiosa o grupo de
comunion— emplea diversas ayudas extrabiblicas, tales
como los escrites de fundadores venerados y tedlogos res-
petades, junto con decisiones anteriores de la iglesia en
asuntos doctrinales. Una de las ayudas mas tiles para los
advventistas del septimo dia son los eseritos que el Espiritu
de profecia llevé a productr a Elena G. de White. Sus escr-
tos han resultado instructivos yToables en los esfuerzos de
Ia iglesia por formular sus doctrinas. Ella oftece a la iglesia
ayuda, direccién y peroepcién para este proceso
Esto no quiere decir que Elena G, de White sea mas
tedloga que exégeta. Salvo en raros casos, Elena G. de Whi-
tenonos oftece exégesis en el sentido téenico, ni los instru-
Imentos necesarios para evar a cabo la exégesis. Raoul De-
deren lo ha expresado bien: «Como imtéxprete de la Biblia,
cl papel més caracteristico de Elena G. de White fue el de
predicadora —no el de exégeta,nitedloga, como tales, sino
evangelizadora y predicadora [...J~. El modo profético y
exhortatorio era més caracteristico suyo que el exegético
[...] Las personas para las que predicaba —o escribia—
«ran mas objeto de su atencién que ls personas especifcas
ala que los propios autores biblicos individuales se ditt
gan!
Sucede simplemente que, en la formacién de doctrt-
nas, ni exégetas ni tedlogos son sulicientes por s{ mismos
Ni siquiera juntos pueden formular la doctrina de la igle-
sia, porque la doctrina expresa la comprensién de toda la
iglesia, no solo las interpretaciones de los expertos con
formacién ni de los dirigentes con dotes en estos campos:
dijo
3Por qué
para el tiempo del fin,
Escito por George R Knight, excateditic de a Universidad Andrews, un erudito
con una gran capacidad de sintessyuin profundo y ampli conocimiento
dela sociedad yla historia dea olesia Adventista del Sento Dia,
+ afio 73 — ws
Elena G. de White
lo que dijo cuando lo dijo?
Leer esta introduccién es esencial para todo pastor,
antes de dar una interpretacién de cualquier pasaje
dela vasta produccién literaria de la mensajera del Sefior
El hecho de que el lamamiento y la vocacién particulares
de la propia Elena G. de White fueran los de un profeta
stugiere que su papel no es meramente devocional ni pas-
toral, ni tampoco exegético ni teologico, sino pro‘ético
‘Aunque sti ministerio presenta elementos de todos estos
papeles adicionales, esta separado, diferenciado de los mis
mos, La autoridad profética es una autoridad para aplicar
el mensaje de Dios a los problemas fundamentales de la
cexistencia humana, para descubrirla perversidad humana
y subrayarel potencial humano en Cristo, Un profeta pue-
de argumentar teologicamente, puede ofrecer una re-
flexién devocional y puede servir pastoralmente al pueblo
de Dios, pero su mensaje suel ser mas inquietante que el de
‘un pastor, mas estimulante que el de un autor devocio-
nal, ms absorbente que tna formulacién teol6gica y mas
relevante que una exposicion exegética
El papel profético de Elena G. de White en la confor-
macién de la doctrina es formativo, no normativo. Al en
‘regarse la iglesia en su tarea teol6gica de formular los fre-
tos de la exégesis creando la doctrina, da a bienvenidaa la
influencia profética cuando elige exponer y hacer hincapié
en ciertas ensefianzas de las Escrituras y no en otras. As,
Elena G. de White no nos demuestra que el séptimo dia
sea el dia de reposo, ni esel estandar o la norma para esa
encia, pero, al recalcar la importancia del shade en
nuestra relacién con Dios, ella influye en nosotros para
que prestemos atencidn especial a esta enseftanza particu-
lar de las Escrituras
Creemos que la revelacion y la inspiracién tanto de la
Biblia como de losesertos de Elena G, de White son de igual
calidad, La supervision del Espiritu Santo fue igual de cui
daclosay cabal en un caso que en el oto, Hay, sin embargo,
una distincién definida que hacer entre la autoridad norma
SIADPAtiva de las Escrituras y la autoridad formativa de los escitos
de Flena G. de White en muestra iglesia, Por qué deberta
hhacerse una distincién? En primer lugar, Elena G. de White
‘puso claramente a la Biblia sola en la categoria de norma y
regla de doctrina, Después, hay tazones practicas para hacer
la distincion, Solo st nos abstenemos de usar a Elena G. de
‘White como autordad normativa para la doctrina pode-
‘mes esperar encontramos con otros ctstianos en un terre-
nno comin y esperar que vean la validez de nuestras doctn-
ras, Se sigue, entonces, que ni siquiera dentro de la iglesia
puede conventirse a Elena G. de White en el tribunal de
tltima instancia en cuestiones de doctrina, porque conver-
tirla en eso seria tener un estandar de doctrina para entrar
cn la iglesia y un estandar diferente después de entrar.
Podemos aiadir una razén practica adicional de por
‘qué no osamos usar a Elena G. de White como arbitro final
en cuestiones de doctrina, El vasto ambito de los temas
sobre los que escribié yel hecho de que emplea o comen-
ta en tan gran proporcion los versiculos de las Escrituras
hacen sumamente dificil, en la practica, evitar darle un
papel més importante que a cualquier autor biblico en la
formacion de la doctrina, Sencillamente, dijo mucho mas
sobre todos los temas doctrinales que cualquier otro autor
inspirado. Asi si se usan sus escrtos para zanjar todas las
disputas doctrinales, es cast imposible mantener la Biblia
‘come attoridad normativa de doctrina, Ciertamente, los
escrites que el Espiritu de la profecia inspire a escribir a
Elena G. de White no deberian ser ignorados en el debate
doctrinal. Nos prometen una valiosa percepcidn del men-
saje de las Escrituras y subrayan la importancia de ciertos
temas ycienas verdades, Sin embargo,a fin de cuentas, aque-
lies debates que acaben deben acabar apelando a las Eseri-
turas sols, Resta tentador en el caso de Elena G. de White
otorgarle mas autoridad prictica que a cualquier autor
biblico individual, porque escribié mas sobre la Biblia que
cualquier autor biblico individual. Esta tentacion podria
llevamos a una situacién en la que la autonidad canénica
sea en realidad menos importante para nosotros que la
autoridad confirmatoria
La legitima fumcion de Elena G. de White en relacién
con la Biblia deberta ser coherente con el propésito que
ella misma proclamé en este sentido, La dificultad estrisa
aqui en que hay una aparente diferencia en su propésito
de un grupo de declaraciones a otto. Por wna parte, Elena
G. de White hablé del propésito de sus testimonios, t&-
‘mino genérico que se refiete atodos sus consejos, En rela-
«ion con la Biblia, son para
‘ Llevara los hombres la Biblia (El evangelism, p, 190),
1 Levar nuevamente a hombres y mujeres a la Palabra de
Dios descuidada (Testmoniospara a iglesia, tomo 2, p. 404)
‘7 Llamar la atencién sobre la Palabra de Dios (Notas bio-
sgrficas, pp. 218, 219).
ARTICULO
¥ Grabat la verdad biblica en la mente ({bid.).
7 Simplifcar las grandes verdades ya dadas en la Palabra
de Dies (ibd)
# Exaltar la Palabra de Dios (Testimonios para la iglesia
tomo 2, p. 536)
7 Dar una comprension mis clara de la Palabra de Dios.
(hid, womo +, p. 242).
Y Grabar en el corazén verdades ya reveladas (ibid.,
tomo 2, pp, 582, 583).
7 Armonizar con la Palabra de Dios (Testimonios para los
rministros, p. 402).
Elena G. de White dice que sus testimonios jams
han de ser puestos antes que la Biblia (El evangelismo,
p. 190) y no han de ser un afiadico a la Palabra de Dios
(Testimonios para la iglesia, tomo 4, p. 242). «No tienen
el propésito de traer nueva luz» (Notas biogrdficas, p.
219) y eno fueron publicados para reemplazar la Bi-
blian (Testimonios para la iglesia, tomo 5, p. 622). Las
declaraciones anteriores encajan todas en un modelo
que subordinarfa claramente la autoridad de Elena G.
de White a la autoridad de las Escrituras. Por otra par
te, hay declaraciones en las que parece reivindicar, en
virtud de su inspiracién, el derecho de defini y espe
ficar el significado de las Escrituras. Dice que sus escri-
tos sobre asuntos doctrinales, en esencia, estan libres
de errores: «Hay una cadena recta de verdad sin una
sola sentencia herética en lo que he escrito» (Mensajes
selectos, tomo 3, p. 57). Nos asegura que los testimo-
nnios «nunca contradicen» la Palabra de Dios (ibid, p
35). Records a menudo los primeros dias en que «el
poder de Dios bajaba sobre» ella, y ella «recibia capaci-
dad para definirclaramente lo que es verdad y lo que es
error» (Obreros evangélicos, p. 317), Cuando los hermanos
no podian avanzar mas en aquellos primeros congresos
Didlicos, era einstruida con respecto ala relacién de un
ppasaje con otto de las Escriturase (Mensajes selectos, tomo 3,
p. 41). Dice: «De esta manera muchas verdades del
‘mensaje del tercer angel eran establecidas punto por
punto» (id. p. 42). Incluso porciones de sus diarios de-
berian republicarse, decia ella, porque contienen «luz»
«instrucciones» que fueron dadas «para corregir erro-
res sutiles y pata especificar lo que es la verdad (ibid.
p. 34). Bscrbié al predicador W. W. Simpson: «Estoy agra-
decida porque la instruccién contenida en mis libros esta-
blece la verdad presente para este tiempo, Estos libros fue-
ron escritos bajo la manifestacion del Espirit Santo» (Carta
50, 1906).
Fetas ultimas declaraciones espectalmente nos advier-
ten de que los comentarios de Elena G. de White sobre las
Escrituras no pueden ser tomados ala ligera si queremos
respetar la autoridad de ella segin la entendia, Pero, en
vista de tales declaraciones, también podemos ver por qué
SEP-OCT «i
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ar—— ARTICULO
algunos han encontrado dificil ceer que muestras doctn-
nas estén basadas, en altima instancia, en la Biblia y no en
Elena G. de White. Nuestros primeros crticos tentan bi-
sicamente el mismo problema. Habiendo leido el relato de
Elena G. de White de cémo su vision contribuyé a zanjar
las diferencias que surgieron entre los hermanos reuntides
cen el congreso de Volney, Nueva York, en 1848 (Spiritual
Gifts, tomo 2, pp. 98, 99), los citicos resumieron el inct
lente con desprecio diciendo: «Hubo diversidad de opi-
niones; la Hermana White vio que debian dejar a un lado
sus diversidades y unitse, yas lo hicieron J. N. Lough-
borough puso reparosa esta interpretacion: «La razén por
las que estas personas renunciaron a sus diferencias», nos
dice, «no fue simplemente que la Hermana White dijera
que debian renunciar aellas, sino porque en la misma vie
si6n se les sehalaron la claas afirmaciones de las Escrturas
que relutaban sus falsas teorias y habian presentado ante
ellos, en cambio, un sendero recto y armonioso de verdad
biblican?
‘Loughborough no estuvo en la reunion en cueston, pero
su interpretacién de ella en 1885 merece seria considera-
cién. gPodtian las declaraciones de Elena G. de White emu-
rmeradas anteriormente ser interpretadas bajo esta misma
“Optica? Sino, adolecemos de una tensicn intolerable cuan-
do Elena G. de White parece estar diciendo, por una parte,
‘que nuestras creencias deben ser establecidas por la Biblia
y la Bila sola y, por otra, afirma que sus escritos propor
cionan la verficacion definitiva de nuestras doctrnas.
Dado que creemos que Elena G. de White recbi6 reve-
laciones de igual calidad que las recibidas por los autores
biblicos, aunque diferentes en propésito y funcién, aplica-
mos su consejo y su testimonio a todas las fases del proceso
de formacién de la doctrina, no como autondad final, sino
‘como fuente de influencia y percepcién, Si hemos de hacer
sto de la manera mas efectiva, til y unificadota, tambien
hemos de hacer de los escnitos de Elena G. de White objeto
de estudio cuidadoso, No se llama a todos los miembros de
iglesia a que se ocupen de los puntos mas sutiles de este
estudio, como tampoco se llama a todos los miembros de
iglesia a ser eruditos de la lengua grega. Sin embargo, esto
zo vuelve innecesaios os esfuerzos de algunos de ahondar
tas en el estudio de estos escritos
‘Muchas de las mismas técnicas empleadas en los estu-
dios de la Biblia tambign resultan utiles en el estudio de
los escritos de Elena G. de White, Se dispone de una colec-
cién snstancial de sus documentos manuscritos. Estos bo-
adores manusentos pueden ayudamos a entender con
mis claridad que tenfa en mente Elena G, de White cuan-
do escribia, En vida de ella, algunos de sus ayudantes lite-
rarios tuvieron considerable latitud en la edicién de sus
materiales manuscrites. Fl de ellos fue un trabajo sustan-
cialmente més sigmificativo que el de tn tevisor ordinario
2B WIVSTERDADIENT STA « ARO 73— NES
que padiera ocuparse de asuntos meramente mecanicos y
técnicos, Flena G. de White, naturalmente, se eservaba el
derecho de dar el visto bueno de lo que preparaban. Ast,
tanto el original escrito a mano como el proyecto termina-
do de cualquier manuscnto de Elena G. de White const
tuyen textos igualmente validos. En consecuencia, el obje~
to de este anzlisis textual de los escritos de Elena G. de
White es descubrir el abanico de posibles significados en
tun mensaje dado o recuperar matices perdidos, no esta-
blecer un texto original verdadero.
Se ha dicho que la comprensién de Elena G. de White
de la Biblia y de las actividades de Dios crecié con el tie-
po. Por ello, resulta til estudiar todos sus escrites, publi-
cados e inéditos, en secuencia cronolégica para trazar el
desarrollo y el cambio en diversos conceptos,
Dado que se sabe que Flena G. de White us6 fuentes
Iierarias de forma muy generalizada, resulta wil identifi
car.en la medida de lo posible, todas estas fuentes. A ment-
do, lo que ella quiere decir puede aclararse comparanco y
contrastando lo que escribio con la fuente de la que extrae
sus expresiones y sus ideas. Es preciso que veamos lo que
elgi6 usaren contraposicion con lo que eligié no usar de un
autor dado, 0 de un pasaje dado, y preguntamos por qué
seleccioné un material particular,
‘A medida que las fuentes relevantes van estando mas
facilmente disponibles, podemos iniciarsigmificativamen-
temuestro estudio de algunos temas espectficos que tesul-
tarin titles para establecer la debida relacion entre la at-
toridad profética de Elena G. de White, la autoridad de los
exégetas y los teélogos, y la autoridad de las propias Escn-
turas en la formacién de la doctrina, Necesitamos wn and-
lisis abarcador y exhaustivo de todas las declaraciones de
Elena G. de White, publicadas e méditas, sobre las Escr-
turas, Necesitamos estudiar lo que dice sobre la herme-
néutica, la inspiracion y Ta autoridad de las Escrituras,
Esto debe hacerse, en primer lugar, en un contexto crono-
logico para detectar desarollos en sus ensefanzas. En se-
mundo lugar, debe hacerse en un contexto histérico, com
parando y contrastando lo que ella escribié con lo que
‘otros escribian y predicaban alrededor de ella, Por ejers-
plo, ella via y predicé con G. B, Starr en Nueva Zelanda
durante una época en la que ella atacé vigorosamente la alta
critica. Los sermones de Starr fueron publicados en un
periddico local y. por ello, pueden ser comparados con los
‘comentarios de la propia Elena G, de White sobre la alta
crtica para ver cuando coincidia, cuindo discrepaba y cuan-
do guards silencio a propésito de los argumentos presen-
tados por Star,
‘Tambien puede decirse algo sobre cierta vision “eleva-
dda” de las Escrituras, encontrada en los esenitos de Elena
G. de White, que es completamente ajena al estudio de la
inspiracin como tal, Esto tiene que ver con sus declaracio-nes sobre la utilidad de las Escrituras, Ell atribuye gran po-
der a la Biblia. Es algo mas que meramente una fuente de
ideas religiosas acertadas, Es capaz de aumentar el poder del
intelecto y de cubrir cualquier otra necesidad emocional,es-
piritual e mclusofisica de la humanidad, Este punto de vista
sobre las Escrituras implica, sin duda, algo sobre su inspira-
cin, pero no es un comentario directo sobre su ingpiracién.
No solo debemos estudiar el concepto dela utilidad de las
Eserituras en Elena G. de White, sino que debemos prestar mais
atencién al uso que hizo de las Escrituras. Sabemos que us6
las Escrituras de formas diversas, ocupandose solo raras veces
cen lo que llamartamos exégesis. Pero hay algo mas que esto en
cel uso de las Escrituras por parte de Elena G. de White. Flena
G. de White tenia tendencia a incorporar larges pasajes de las
Escrituras en sus escrites. En muchos casos, estos pasajes
eran copiados in extenso a sus manuscrites originales. ¢Qué
dice esto sobre su visién de las Escrituras? En lugares en los
que nos centrariamos en un versiculo o una frase especificos
de las Escnturas,o en los que simplemente pondtfamos una
referencia en nuestros escritos, Elena G. de White se sentaba
su mesa copiando laboriosamente un largo pasaje palabra
por palabra. ¢Que significa esto? glmplica un deseo de dar un
paso atris y dejar que el passe biblico hable por st solo, o es
‘meramente un habito que contribuia a rellenar paginas? Sos-
pecho que es mas probable lo primero, Fenémenes como
este nos advierten que puede que, en ocasiones,estemos for-
rmulando preguntas indebidas sobre la relacion de Flena G. de
‘White con la Biblia. En cualquier caso, antes de que intente-
‘mos encuadrarla en categorias analticas aportadas por criti
«cos hoses, es preciso que analicemes st relacién com la Biblia
cn los términos de la propia Elena G. de White, examinando
tanto lo que dijo como lo que hizo.
Fn resumen, entonces, la Biblia es nuestra tnica norma y
regla de doctrina, Es nuestra autoridad doctrinal suprema. El
‘primer paso para entenderla es la exégesis. El proceso exegé-
tico va seguico por un proceso teologizante. En este proceso,
Elena G. de White, en virtud de su autoridad profética,influ-
ye en nosotr0s ctuando convertimos en doctrna los resulta
dos de la exegesis, Sus escritos pueden ser estudiados con
provecho, pero ella sigue siendo tna autoridad formativa en la
dloctrina adventista, La Biblia es la nica autoridad normativa
Teen Wes Decne of Serpeure (La doc dels Esra de Hea
de White! ex: sre There Prophet the Modera Chur ay praes
enn iglia moderna, Suplemeto de Minty, jlo de 1977, p 248.
2.4 N lnughborough,eRecellecions ofthe Pas—No. 12s [Recuerdos del pa
ssdoN° 12), Revon and Hevld, 3 de aro de 1885
3 tt
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Un excelente libro
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(Unaactuaizaday mas pratundyvision
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