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Lectura: Isaas 40:28-31 28 No has sabido, no has odo que el Dios eterno es
Jehov, el cual cre los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con
cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 El da esfuerzo al
cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a
Jehov tendrn nuevas fuerzas; levantarn alas como las guilas; corrern, y
no se cansarn; caminarn, y no se fatigarn.
Introduccin:
En nuestro caminar en la fe vivimos una y otra vez tanto en nuestro interior
como exterior fases de debilidad, cansancio y desmotivacin. Mientras ms
comprometidamente queremos vivir nuestra fe, tanto ms nos molestan esas
fases. Porque en lo profundo del corazn queremos estar firmes, ser fieles y
seguir creciendo, pero sin importar lo que hagamos, parece que nos saliera
todo lo contrario.
Lo que menos necesitamos en esos momentos de debilidad son los
llamados amigos de Job. Personas, que en su cabeza parecen tener la teora
correcta y nos ensean con sper enseanzas o sper consejos, que es lo que
podemos hacer mejor. Pero se les pasa por alto en sus consejos, que hay
momentos, en que nos faltan las fuerzas, falta la motivacin, y falta la visin
de seguir adelante.
Lo que necesitamos en esos momentos es la mano amorosa y poderosa de
Nuestro Seor, que nos comprende y sabe lo que verdaderamente nos pasa y
como Dios mismo nos ve en esos momentos y la profunda esperanza en
nuestro interior es que l a pesar de todo nos sigue amando!
ste versculo nos permite ver en el corazn de Dios y entender como l nos
ve...
Nuestro Padre sabe que nosotros
Podemos cansarnos
Podemos fatigarnos
Podemos quedarnos sin fuerzas
Podemos flaquear
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jvenes flaquean y caen. . . .l ve
que esto no depende de la edad (por eso dice los muchachos se cansan y los
jvenes tropiezan = ejemplo de fortaleza), cunto ms pueden tropezar los
mayores.
Nadie est excepto de cansarse y flaquear en su camino, sin importar edad y
estado espiritual. Segn la personalidad podrn verse de diferentes maneras
los efectos exteriores, pero todos llegamos a esos lugares de falta de fuerzas y
a un desierto interno.