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‘LOS PARTIDOS POLITICOS ‘Ea Ja bibliogratia de ka ciencia politica en imestra lengos, la pre~ sencia de Los partidos politicos de Mautice Duverger eta casi ob] ‘Ep verdad, haca falta un libro en donde se expusiera de manera clara y didicticn y, sobre todo, desde un punto de vista crual, la organizacidn, el funcionamiento y los miecanismos internos ¥y extemos de los “Aparato”, de las "Maquinaris”, de Tos leviatanes modernos que son los partidos politicos. Tl ton Maurice Duverger —-lucetor del Tustiato de Banding Politicos de Burdess y profesor de la Facultad de Derecho: “Paris, ¢6 figura sobresalicnte eu las ‘nvestigaciones de sociologte ¥y ciencia politica y su reconocido prestigio quéds demostrado en ‘este estudio tan dificil y al mismo ciempo tan necesdrio, en el cual” “enfoca” ee Sho, poral decir, cnematogrfisaente, en su digléctica humana. ‘estructura, ya sea ta directa o indivecta, y se hace los elementos de base y las modalidades de onga seecién, céiula y milicia—, se examinah los partidos pitulo son analizados Jos dirigentes, ranto los reales como: fos apa tentes, ademds del funcionamieito y. composicién del “cirenlo, interior”. En la segunda parte los partidos: son revisadgs desde 41 punto de vista del monopartidismo, bipartidismo y- sus dimensiones y alionzas, y como corolario se dedica um capfeulo los partidos segin el marco politico en el que actéan, Tal es el libro que shora ofrecemos a nuestros lectores, que ayudati 4 lograr, desde su campo,-una raonada, una més equill= brada visién frente a les graves problemas de nuestra época, MAURICE DUVERGER Traduccién de Juurera Caos LOS PARTIDOS POLITE ROS KZ iy \ Wy ‘ wy Exnique Gowzitnz Prnxeno a FONDO DE CULTURA ECONOMICA Primer elie en fran, 1951 Sepuods eicion en Frans, 1958 Bifhcrn adiciin en expat, 1957 La edieién original de eta obra fue repistrnda por la Librairie Armand Colin, de Paris, con el titulo Ler ports politiques. Derechos reservados conforme a la ley © Fondo de Cokura Eeondmica Av. de la Universidad, 975- Mexico 12, D.F. Tepreso y hecho en México Printed and made in Mexica AULA MEMORIA DE MT PADRE SIGL. ACJE, SAySS, AS QUE APARECEN EN EL TEXTO Asociagion Carélica de la Juventud Francesa Partido Demodcrata-Cristiano (Alen) Confederacién General del Trabajo (Frincia) Confederaciin General de Trabajadores “Fuerza Obrera” Confederacién General de Trabajadores Unidos Congreso de Onganizaciones Industriales (EE. U Partido Demécrata-Liberal (Alemén) Federacién General de Trabajadores Belgas Juventud Agricola Cristiana Juventud Estudianeil Cristiana Juventud Obrera Cristiana Movimiento Republieano Popular (Francia) Nueva Politien Feondmiea (URSS.) Partido Obrero Nacional-Socialista Alemin Unidn del Pucblo Francés (Partido Degaulista) representacién proporefonal Seeciones de Asalto (hitlerianas) Partido Social-Deméerata (Alemin) Seccidn Francesa de la Internacional Obrera (Par- tido Socialista) Unién Demécrata Social Republicana (Francia) tein 4 a. ADVERTENCIA Esta obra descansa sobre una contradiccién fundamental: 5 impo- sible en la actualidad describie seriamente Jos mecanismos compara dos de Jos partidos politicos y, no obstance, es indispensable ha- cerlo, Se esté, por To tanto, en un efrculo vicivso: solo monografias previas, numerosas y profundas, permitirén construir un dia la teo- Hla general de los partidos, pero estas monograffas no podrin real- mente calar hondo, en tanto que no exista una teoria general de los partidos. Porque la naturaleza slo responde cuando st la inte- rroga: ¥ en este caso, no se sabe qué preguntas hacerle, FI ejemplo de los Estados Unidos es impresionante. Alli donde los estudios sobre los partidos abundan, basados cn numerosas ¥y serias obscrva- snes que a menudo tienen gran valor, ninguno aclara verdadera- mente, sin embargo, los problemas de la evolucién de las estruc- turas de los partides, su niimero y sus relaciones reciprocas, su papel en el Estado, porque todos estan concebidos exclusivamente den- tro del marco norteamericano sin referencias a las cuestiones gene- rales. Pero geémo referirse a éstas si permanecen en su mayor parte indefinidas? Todo el esfuerzo de este libro tiende a romper el cireu- Jo, y 2 trocar una primera teoria general de los partidos, necesatia- mente vaya, conjetural, aproximativa, que pueda servir de base y guia. a mis profundos andlisis. En principio, define métodos con Cretos de investigacion. Algunos no presentan ninguna originalidad, ‘ya que no son sino la adaptacién de técnicas ya conocidas y probadas sls paldas pelts: ae op ss lot, ne cal atic den en tratar de introducir objetividad en un dominio en el que la pasin y la mala fe reinan generalmente. Muchos suponen que los dirigentes de los partidos comprenderén el interés de tales estudios Y proporcionarin una documientacién seria, aun inaccesible. En Segundo Ingar, se trata de trazar un cuadro general de estudio, ha- ciendo el balance de todas las cuestiones exenciales, coordinando las tunas a las otras para hacer resaltar a Ia ver su dependencia reefproca y su importaneia respectiva. Este esfuerzo de clasificacién metédica ha ee primordial, ya que la ciencia politica no progresaré yerdaderamente en tanto que sus investigaciones conserven un ca- ricter atomizado que revelan mas empirismo que ciencia, Por tlti- mo, este libro trata de explicar desde las primeras observaciones —tan numerosas, varindas y extensas como ha sido posible, pero 7 8 ADVERTENCIA necesariamente fragmentarias e insuficientes—, hipétesis susceptibles de guiar futuras investigaciones que permitirin formular tin dia auténticas leyes sociolégicas. No habré que sorprenderse, pues, del constante esfuerzo de clasificacién y sistematizacién que se manifiesta en esta obra: no es sino ¢] resultado de una deliberada intencién de transportar la téc~ nica de los “modelos” a la ciencia politica, que restablece bajo nevis apariencis el uso menidico dela hipotei en Ia cincia, Se ha tratadé de construir, no mediante procedimientos matemiticos y estadisticos cuyo dominio esti aqui Iamitado, sino por el empleo ae todos los medios de investigacién posibles, los “modelos” —que denominaremos preferentemente esquemas—, es decir, conjuntos ¢0- hherentes con un canicter mas o menos apraximativa, en los que él linico valor es el de suscitar y guiac las investigaciones monogrii- cas ulteriores, destinadas 2 Verificarlos 0 (més. probablemente) a destruirlos: en uno u otro caso habrén sexvido igualmente a la in- vestigucién de la verdad. Siguiendo la suma de observaciones que les sitve de base, esos esquemas presentan, evidentemente, grados variables de probabilidad que en cada ocasidn se ha tratado de deter- sinar eon precisién, Se ruega, pues, al lector que no olvide cl cardcter altamente con- jetural de la mayor parte de las conclusiones formuladas en este libro, que no cesaremos de recordarle, Dentro de cincuenta afios, quizis, seré posible describir el funcionamiento real de los partidos oliticos. Por el momento, estamos en la edad de las cosmogontas. Liegaa Ia mndurez la cieneia Is jug severamenes, pero sin és no habria ciencia 0 su progreso serfa mas lento, La mayor parte de los estudios relativos « los partidos politicos se dedica sobre todo al anilisis de sus docerinas, Esta orientacién se deriva de ln nocién liberal que considera al partido, ante todo, como ‘un grupo ideoldgico, “Un partido es una agrupacin de personas que profesan la misma doctrina politica”, escribfa Benjamin Constant en 1816, Esta concepcién ha originado obras interesantes y nume- rosas, que mis que andlisis socioldgicos forman parte de la historia de las ideas politicas. En el marco de un estudio comparativo de los partidos, nos limitaremos casi ‘inieamente a deseribir la infhien- cin de las doctrinas sobre las estructuras, que es por lo dems mucho 1menos importante de lo que pudiera ereerse, David Hume observaba finamente en su Essay on Parties (1760) que el programa desempefia ua papel esencil en I fase incl, en I que Sve pars coslger individuos dispersos, pero que la organizacién pasa Iuego al primer plano, convirtiéndose en accesoria la “plataforma": no podria expre- ADVERTENCIA, 9 sarse mejor. La observacién no es valida de todos modos para iertos partidos politicos modernes, en los que la doctrina ha to- mado un earfeter religioso, que les da una influencia totalitaria so- bre la vida de sus miembros, En estos vilkimos afios, la concepcién marxista. del partido-clase, sucediendo a la nocidn liberal del partido-doctrina, hia orientado los estudios en un sentido diferente. Se han buseada las relaciones entre ¢l nivel de vida, la profesidn, la educacién y la filiacién po- to anlisis son esenciales, y nos esforzaremos precisamente jas piginas de este libro por definir métodos rigurosos para medir Ja composicién social de los partidos, Utilizaremos a menudo ‘también le oposicién marxista elemental entre Ia burguesia y la clase obrera, definida ampliamente (también se dice: el “prolétarindo”, Jas “masas”, etc). Desde luego, este duslismo es muy aproximativo, y los socidlogos marxistas lo saben tan bien como sus’ adversarios, La estratificacién social es mucho més matizada que lo que sugiere este grosero maniquefsmo, A pesar de todo, este esquema conserva una. parte de verdad: burgues{a y proletariado no consticuyen qui- 74s dos clases, definidas en térininos econémices rigurosos, pero caracterizan a dos mentalidades, a dos actitudes sociales, a dos gé- neros de vida, cuya distincidn aclara ciertos problemas referentes a Ja estructura de los partidos. La composicién social de étos no serd tampoco, mas que la docttina, el objeto principal de este estudio, esencialmente orientado hacia tes instituciones de los partidos y su papel en el Estado, Ya que 1os partidos actuales se definen miicho menos pot su programa © por la clase de sus miembros que por Ia naturaleza de su organi- zaci6n: un partido es una comunidad con una estructura particular, Los partidos modernos se caracterizan antes que nada por su anato- mia: a los protozoarios de las épocas anteriores, ha sucedido el partido con organismo complejo y diferenciado del siglo xx.t Esta 2 Que a orignaidad de los partidos de siglo wx rede en su orgunizackin un hechos que eta oginzscion tende « conrerae en un elem itm del pao, Jos dnfvencs yes papel, «tambien ev lent: os dos expan i orem general dl libro." No eben. deducing de eto que el autor consider In orgnizaciin de les partidos como. on ele ena mis importante que le doctrine que la base socal ds Seon Ei verdad dl se inlinaris mas ben a pencar que esta tina ey an la pred: ‘ante no estar lejos de acepear en ete cao, con algunas reserva a tera Isrts de infaenraciura ye la superevictra, En clea edly re fez esta, pes, en el plan de lo superestructarn, Pero hs relaciones de &s com ia infruetrieara no vine un sentido tno, ¥ pars eesion a werpordnes i oguninseon ende pretente» sce der ey 10 ADYERTENGIA evolucién se traduce en el lenguaje: los norteamericanos dicen “le ‘maquinaria” para designar algunas formas que a veces revisten sts partidos; los comunistas llaman “aparato” a la estructura jerrquice del suyo, y Io designan generalmente con este 0 expresivo Ja Organizacién (con tuna may‘iscula sintomitica). Ostrogorski fue el primero que desbrozé el eimmino ca. este anal apasionante: # su obra benedictina, esencialmente analitica, ha tenido muchos admi- adores pero pocos imitadores; se limita, ademis, a dos’ paises y silo a los partidos “burgueses”, El desarrollo del socialismo inspird mis tarde a Roberto Michels un excelente librito en el que se des- ccriben en términos siempre actuales las tendencias oligérquicas de las organizaciones de masas, Aparte de estas dos obras, no existe ningiin estudio comparativo de las estructuras de los partidos. Po- driamos citar también el libro de Hartmann,! donde se encuentra un anflisis de doce estatatos de los principales partidos de Furopa central: pero la obra sigue siendo descriptiva y-limitada, Hay gue aventurarse, pues, en un terreno virgen especial- mente’ dificil, La organizacién de los partidos descansa esen- cialmente en pricticas y costumbres no escritas; es casi enteramente consuetudinaria, Los estatutos y.los reglamentos interiores no des- criben nunca més que una pequefa parte de Ia realidad: raramente se los aplica de manera estriet, Por otra parte, In vida de los partidos se rodea voluntariamente de misterio: no se obtienen facil- mente de ellos datos precisos, incluso clementales. Se esté aqui en un sistema juridico primitivo, donde las leyes y los ritos son secre- +08, donde los iniciados los desmdan hurafiamente a ln vista de los profanes, Sélo los viejos militantes del partido conocen bien los plie- gues de su organizacién y las sutilezas de las intrigas que se anudan en ella, Pero raramente poscen un espiritu cientifico que les permica conservar la objetividad necesaria; v no hablan gustosamente de ello. A pesar de afios de investigacion, no se ha podido reunir, pues, més que una documentacién incompleta, donde Jas lagunas y las incertidumbres son miiltiples. EI autor rucga, por lo ranto, que se particular indulgencia a errores, a menudo inevitabless, por otra parte, que se le sefalaran éstos, para completar de 1k supercstruccora a Ia infracstruevura. ‘Tal cs, sin duda, el sentido pro- fundo de ba evelucién en curso. 2 La démocratic et Porganisasion des paris polidoues, 2 vole, Par's, 1903 8 Zam Sostologie des Bartetwevens in der modernen Dewokraie (crad. fran- cesa de la 18 ech Les partis politiques: essai sur ler tendances oligarckiques des Aemocraties, Paris, 1919), 2 ed Leiprig, 1925. 4 Die Paiitische Parse, Brinn, 193. ADVERTENCIA u asi esfuerzos de investigaciones que estarin condenados al fracaso Sino encuentran ¢l mayor nimero posible de colaboradores, Expre- sa su reconocimiento 1 todos los que le han permitido reunit 1 docuimentacién sin Ia cual este libro no habria visto Ja luz, especial- mente al profesor James K, Pollock; al Sr. Jean Meynaud, a la AsociaciOn internacional y a Ja Asociacién francesa de Ciencia Po- Iitica; al Sr. Jean Meyriat y a la Fundacién Nacional de Ciencias Politicas; al profesor Barents y al St. de Jong; al profesor Castherg, al Sr. Einar Léchen y a los estudiantes de ciencia politica de Ja Universidad de Oslo; al Dr. J. Goormaghtigh, al St. Huse y al Se, Van Houte; al Sr. Nilson y al Chr, Michelsen Institutts al Burd Federal de Estadistica suizo; al Dr. Tari Z Tonaya y al Sr, han Arse); a ls secretarfas y oficinas de documentacion de los diferentes partidos politicos, ete, sin olvidar a sus alumnos de los Institutos de Estudios politicos de Paris v de Burdecs. INTRODUGCION EL ORIGEN DE LOS PARTIDOS La analogia de las palabras no debe conducir a errores. Se llama igualmente “partidos” a las faceiones que dividfan a las repiblicas antiguas, a los clanes que se agrupaban alrededor de un condoticro en hh Ttalia del Renacimiento, a los clubes donde se reunfan los

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