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cientifico, y del abuso sobre ta propiedad in- telectual de poblaciones y culturas a quienes se les desconoce su derecho a defender el co- nocimiento ancestral sobre su ambiente y sus ecosistemas. ©) Lacreciente dependencia financiera y eco- némica de los pafses periféricos respecto alos mereados del norte, 4) La disminucién de los poderes nacionales y lacreciente ingobemabilidad politica y juridi- ca de los Estados. e) La desigualdad en las condiciones y ofertas sociales de las nuevas tecnologias, como la informatica (en donde el acceso a la alta tec- nologia y a los sistemas de informacion se queda en la poblacién més rica de! mundo). £) La subvaloraci6n de lo local, del espacio don- de se genera el desarrollo y la cultura, donde se vive la pluralidad social, donde se educa para a participacién y se ejerce verdaderamen- te lademocracia. Se trata de viejos y nuevos retos que aparecen en- frentando alas sociedades. De ahora en adelante, los, paises serdn reclasificados entre los que puedan adap- tarse al cambio sin violencias y con una alta cohe- sin social y un manejo ambiental responsable, y los demis, ineapaces de responder a estos cambios, pla- gados de violencias, con una alta vulnerabilidad so- cial, econémica y ambiental. Una nueva forma de poder hege- monico, inseguridad y violencias Alacercamos al siguiente milenio, sentimos que vir tualmente todos los aspectos de la vida humana cam- biardin de un modo notorio, pero nuestras sociedades actuales estén actuando sin la conciencia de las in- ‘mensas exigencias sociales y ambientales que el nue- ‘vo mundo deberd superar. Los cambios politicos han dado nueva forma a los temores y esperanzas. Ade- més de los cambios que no se pueden predecir, hay otros ya en camino, como la integracién de los mer- cados, el gobierno global y Jas nuevas alianzas de poder. Al tiempo las naciones antiguas y nuevas bus- can soberanfa y gobiemos aut6nomos. Es probable ue entre otras opciones se incluyan el de la socie- dad civil transnacional, la clase de medio urbano en que vamos a vivir, la naturaleza de nuestras fuentes, de energia, nuestros modos de transporte, de comu- nicacién, la orientacién del desarrollo tecnol6gico, Medio ambiente y poz la direccién de Las inversiones, y cambios a todo ni- vel en el consumo y las instituciones. Ya ha pasado més de medio siglo desde la primera bomba at6mica. Tras la Segunda Guerra Mundial, el Homo Sapiens post-Hiroshima ha vivido bajo la ame- naza terrible del Apocalipsis, la bomba de destruc- cién ambiental a escala mundial cuyo monopolio des- ccansaba en las dos potencias hegeménicas, Estados Unidos y la Unién Soviética Esto logré establecer el absurdo ¢ inestable equilibrio sobre la base de una paz garantizada por el chantaje del aniquilamiento universal Laruptura del orden hegemsnico bipolar con el des- calabro de la Unidn Soviética y del sistema comu- nista en su totalidad eliminé uno de los polos del ‘mortal equilibrio, pero duplicé y concentré en uno solo el poder hegem6nico mundial, La persistencia de la actual situaci6n esté levando a que se sustituya la polaridad ideol6gica por una divi- siGn entre el norte rico en capitales y tecnologias, que constituye la avanzada del gobierno global y el sur pobre, desorganizado y enfrentado a un enorme poder que combina los intereses de las naciones mas. ricas con el capital transnacional Hoy, los principales voceros del paradigma dominante del gobiemo global se sientan alrededor de la mesa mas poderosa jamés constituida, la de las naciones post-industriales que se han erigido en el Jlamado “club de! libre mercado”. Ellos, dada su capacidad econsmica y tecnolégica inconmensurable jalonan Jos temas de Ja agenda internacional, imponen su pensamiento holistico y deciden sobre la economia y los negocios. Pero sobre todo, son los jueces de la politica interior y exterior de todos y pronostican las amenazas y los conflictos que atentan contra los intereses de la aldea global, y contra la comunidad de naciones. Ya no hay riqueza de las naciones, sino riqueza global, La responsabilidad Social mundial descansa més y més sobre las empresas, asf que, en el mejor de los casos, al tiempo que hablamos de sociedades aut6- nomas y de unas naciones soberanas, verios cons tuir y reinar el més imponente gobierno imperial de todos los tiempos, y estamos entregando a esta bolsa de valores, sin ningtin control democritico ni marco normativo conocido, el poder de tomar las dec nes que afectan a todos los pueblos. 51 Las modalidades de esta nueva era estin destinadas a impedir que ninguna nacién por fuera del circuito pueda disputar el rol de liderazgo y poder que éstas detentan, El gobierno mundial de facto est& perfee- tamente consolidado y actuando soberano, Sus so- cios, las empresas transnacionales, dominan desde hace rato la economia mundial, monopolizan las nue- vas tecnologfas, orientan desde el mundo virtual la inversi6n en los mercados nacionales y regionales, y Ja produccién mundial. Se preocupan destacadamente por lasituacidn de los recursos naturales y laecologfa global del planeta, materia prima de todo desarrollo y combustible de cualquier confrontacién global en el futuro. Este gobierno mundial también sabe que sus socios principales lideran Ia riqueza del mundo, puesto que las transacciones comerciales internas de las 350.em- presas transnacionales més importantes contribufan ya.en la década pasada con aproximadamente 40% del comercio mundial. Diez afios después, encontra- ‘mos que entre las primeras cien economgfas del mun- do, 51 no son paises sino empresas. Las 500 compa- fifas més poderosas representan ahora el 70% de Ia economfa mundial. Noes de asombrarse que una gran parte de las sociedades pobres y sus paises estén pa- sando a formar parte de los inviables, y por ende se vuelven innecesarios para la produccién de riqueza 6 de servicios, las dos funciones que esta sociedad necesita, En consecuencia, es probable que si no se organizan ‘otros bloques mundiales que puedan disputar y con- Irastar con otras visiones del desarrollo futuro, las sociedades se fragmentardn avin més, aiskindose y manteniéndose en la pobreza y en la ignorancia. La sociedad de la tercera ola, la sociedad de la informa- ciény el conocimiento, reforzard més la brecha entre los que entraron al circuito de la sociedad global y los rezagados, aquellas enormes poblaciones que vi- virdn en lo que hoy se lamael sur 0 el tercer mundo. Las cifras en Colombia hablan por sf solas: 1 42% de los nifios y nifias que viven en este pafs estén condenados a la pobreza. Anual- mente mueren 220,000 antes de cumplir un affo por causa de enfermedades fécilmente pre- venibles, * En Ios iltimos diez aftos, la violencia ha des- plazado a ms de 900,000 personas de sus lu- gares de origen. De ellos, 600,000 son nifios. *La guerrilla ha reclutado a mas de 2.000 nifios ynilias en sus filas y e1 91% ha participado en ‘combates. En algunas regiones, en los grupos paramilitares aproximadamente el 50% son nifios menores de edad. * Cada aifo se secuestra un promedio de 1.500 personas. Cada dia 4 pierden su libertad, En nuestro pafs se secuestra la mitad de las per- sonas que en el mundo sufren ese atropello, * Desde 1977 hasta la fecha, mas de 3,000 co- lombianos figuran como desaparecidos. + En las fuerzas armadas hay 4,000 menores de 18 ailos oficialmente incorporados. No es dificil entender por qué a Colombia se la cali- fica como una sociedad en donde impera una cultura de la violencia y la desesperanza. Es argumento conocido que la violencia esta basada en To que se llama deseo mimético. Sélo deseamos tener lo que el otro desea y tiene. En la sociedad de consumo parecerfa que es necesario obtener todo lo que tienen los grupos privilegiados. Son ellos los que designan los objetos y la vida que vamos a imitar, y Ja Gnica barrera es el dinero. Puesto que todas las cosas se pueden comprar, (distinto a la visi6n de las sociedades tradicionales en donde los valores, el ho- nor, el respeto de la sabidurfa, la nobleza y las tradi- ciones ocupaban un sitio preponderante en las ambi- ciones sociales) la brecha que nos separa hoy de ser iguales se elimina con la adquisicién de riqueza. Cuando hay pocos roles a los cuales todos aspiran, y cuando todos aspiramos tener y ser lo mismo, surge la violencia, Cuando los recursos son finitos y unos grupos se niegan a compartirlos, surge la violencia. Cuando todos aspiramos a vivir una vida de privile- gis, surge la violencia, Ahora bien, gracias entre otros al rol de los medios masivos y la sociedad de la informacién, la sociedad actual ha soportado la més grande ola de indife- renciacién y aspiraciones colectivas. La compulsién para imitar al hombre del consumo y el poder econé- mico de finales de siglo es incontenible. Hemos olvidado que la valoracién y el elogio de la diferencia y la heterogeneidad son el rasgo predomi nante del andlisis contemporineo sobre la supervi- veneia de las culturas y de la especie humana. Pero la propuesta detras del mundo homogéneo y uni- | dimensional rompe con la posibilidad de enriquecer Ja vida humana, limitando sus aspiraciones a la ri- queza material y al poder sin limites sobre lo mate- rial y lo ideolégico. Es imposible pensar que no ha- bré respuestas diferentes a problemas fundamentales nel futuro, tendemos el presente y proponemos otras rutas, y es, con ellas que diseiiamos una visién global del uni- verso. Esto es lo que constituye una gran civiliza- cid | Esa través de nuevas propuestas y visiones que en- Por esto no es aceptable desconocer el valor de las culturas ancestrales ni destruir sus espacios de po- der, como tampoco es defendible proponer el aisla- miento de culturas ni de las naciones. Por el contra- rio, es necesario darles opciones y tiempo para asi- ilar quées lo que quieren adoptar de otras manifes- taciones, conceptos y pensamientos, pero sobre todo, invitarlas a escribir conjuntamente los guiones del desarrollo futuro. Una victoria de la humanidad: el Tribunal Penal Internacional Los datos del Instituto Internacional de Estudios Es ‘ratégicos indican que cuatro paises encabezan la ven- tade armasen el mundo: Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia, Estos son casualmente los pai- ses que tiene derecho de veto en el Consejo de Seg ridad de las Naciones Unidas (ademas de China). Tra- ducido a la prictica, el derecho de veto significa po- der de decisién. La Asamblea General de las Nacio- nes Unidas, donde estan los demés paises, formula recomendaciones. Pero quien decide es el Consejo de Seguridad. En temas de paz y seguridad, la Asam- blea propone, el Consejo dispone Como indica E. Galeano, resulta que sobre las cuatro potencias, cuyas economfas dependen en buena me- dida de las guerras del mundo, recae el rumbo del maximo organismo internacional. mayor desperdicio de energfa, de recursos humanos y de bienes necesarios para la solucién de otros pro- blemas esenciales. El poder armamentista es ineom- | patible con la seguridad ambiental y grotescamente | ‘Todos los demés sabemos que el militarismo es el anti-econdmico para la humanidad. 52 Laconformacién de un Tribunal Penal Mundial po- dria significar el primer paso para desarrollar una conciencia mundial sobre las responsabilidades pe- nales de los causantes de genocidios y guetras. El triunfo obtenido en Roma es una esperanza para que el gobierno global pueda interrumpirla impunidad y lasecuencia interminable de la guerra. Sin duda, sig~ nifica el comienzo de la largamente esperada legis- lacién internacional de paz. El desequilibrio ecologico Ladestruccién ecolégica ha au- mentado sin tregua. Seguimos viviendo bajo el signo de esta amenaza permanente, y la ironfa ms trégica de lasituacién es que el mayor desarrollo tecnol6gico de la historia no s6lo ha acaba- do con los valores clisicos del humanism, sino que al mismo tiempo, bajo Ta filo- sofia del poder y del lucro, est4 convirtiendo al mun- doen un basurero planetario, La especie humana sien- te que est amenazada, acaso irremediablemente, por fuerzas generadas por su propia ciencia e inventiva. La mayorfa de los problemas ambientales como la deforestacién, la contaminacién de recursos hidricos, laerosi6n de la biodiversidad y la contaminacién e tin relacionados con el desarrollo econémico y con Ja forma de la explotacién de los recursos naturales. Esto indica que la manera mds eficaz de proteger y recuperar el medio ambiente es reforzar las capaci- dades de investigaci6n y gestién ambiental en el Ambito mundial, nacional y local. Es fundamental conseguir la adhesin de la pobla- ci6n y la participacién de la comunidad, asf como priorizar la ensefianza ambiental publica y privada en todos los niveles. Esimportante recordar que en los afios 60, a comien- 20s de esta “revolucién ecol6gica”, tos asuintos am- bientales apenas si aparecfan en la agenda politica de los pafses. ‘Solo en los 70, y bajo la influencia de la Conferencia de Medio Ambiente Humano en Estocolmo, la co- munidad internacional empez6 a tomar conciencia de lacrisis ecol6gica contemporinea, pero sobre todo amedir las consecuencias que tendria dicha crisis en Jas propuestas de desarrollo. 53 Medio ambiente y paz Los afios 80 consolidaron esta visién. La Comisién ‘Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, ordena- da por el Secretario General de Naciones Unidas en su informe “Nuestro Futuro Comtin”, plantea, en un trabajo rigurosamente documentado, que no parece probable continuar las tendencias actuales de const- mo y desperdicio de recursos sin un previsible co- lapso ambiental El gran avance conceptual indica que lo que interesa ‘ho es solo sostener ecosistemas de una manera que asegure su productividad en el tiempo, ni solamente evitarla dramatica desaparicién de especies, sean ellos ‘vegetales o animales, ni asegurar una produccién agri cola en permanente expansi6n y desarrollo tecnols- ico, sino sobre todo ser capaces de demostrar Ia po- sibilidad de poner en marcha modelos sostenibles del desarrollo humano. Es evidente que nuestro planeta -el tinico en donde a humanidad puede vivir- enfrenta hoy problemas desconocidos hace unas décads. Los cambios han ocurrido tan vertiginosamente que no hemos tenido tiempo para asimilarlos para nuestras vidas y nues- tras comunidades. Poresto, s6lo tendremos un verdadero desarrollo hu- mano sostenible cuando comprendamos que enfren- tamos situaciones completamente imprevisibles y nuevas en dimensi6n y efectos. De no combatirlas a tiempo, la superpoblaci6n, la hiperurbanizacién, la demanda de energfa, de agua, de alimentos, etc. la intolerancia, la violencia, las nuevas formas de po- breza, terminardn por deteriorar atin més el entorno social y ecolégico en que vivimos. El funcionamiento social apropiado tiene que empe- zat por reconocer que todos debemos saber més so- bre nuestra relacién con la naturaleza, con las nuevas fuerzas sociales y econémicas, para poder generar un proyecto comin que se centre en el respeto por la vida natural y humana, La evolucién desigual entre los pafses desarrollados y aquellos en desarrollo, y el consiguiente distan- iamiento en losniveles de educacién, de ingreso, de patrones de consumo, de capacidad tecnolégica, etc. no ha hecho sino agudizar la reflexién ambiental de las pasadas décadas. Laevidencia de estas desigualdades y la enorme dis- tancia en el bienestar de las sociedades es el germen de una gran inestabilidad einseguridad mundial. ;Po- dré la humanidad apartarse de vivir conflictos im- previsibles con un continuo crecimiento de la pobla- in que se reproduce cada 12 afios con un aumento de 1000 millones de personas, la mayorfa en extre ma pobreza? En el mundo de hoy, con sélo 6.000 millones de habitantes, existen 600 millones de per- sonas sin trabajo, 1.300 millones subsisten con me- nos de USS1 al dfa, 100 millones viven en ta calle, 800 millones padecen de desnutricién, 1000 millo- nes son analfabetas, y se estima que esta misma can- tidad no tiene acceso a agua potable. Las proyeccio- nes sobre la escase7.de recursos son aterradoras. Son de unaescala de magnitud que dificilmente se podré resolver con los recursos que el planeta dispone. Segiin previsiones de las Naciones Unidas, la pobla- cién podria estabilizarse entre los 8 mil y los 4 mil millones en algiin momento del siglo préximo. Mas del 90 % del aumento ocurriré en los pi s po- bres Asi, los estudios prospectivos més serios anuncian que para el comienzo del milenio: + E1 65% de la poblacién mundial (aproxima- damente 7.7 mil millones de personas) en 66 paises sufrirén escasez de agua o restriecio- nes. * La superficie agraria utilizable por habitante (actualmente de 0.27 Ha) se reduciré ala mi- tad debido a la pérdida anual de 25.000 millo- nes de toneladas de tierra fértil. * El ndimero de habitantes seré el principal ori- ‘gen de los datios ecol6gicos a nivel regional y global a causa de la alteracin de la atmésfera terrestre y del efecto invernadero, al igual que porelescaso aprovechamiento energético con- timuado. * Cada vez se reduciré més la cifra de personas que encuentran una ocupacién y abundarén Jos empleos mal retribuidos. * En el afio 2025, mas de la mitad de los habi- tantes de Asia y Africa se concentrarén en cen- ‘ros urbanos (mega ciudades). * Se duplicard el mimero de las personas afecta- das por movimientos migratorios y desplaza- dos de trabajo en los préximos 50 aos. 54 Lo que aterra es pensar que no se tiene la atencién piiblica, ni se preveen los recursos, ni se ha puesto-en juego la capacidad tecnol6gica para remediar la si- tuacién actual de aberrante pobreza espiritual y ma- terial en que nos encontramos. Lo que alarma es com- probar que la distancia entre patses ricos y pobres, y entre sociedades opulentas y marginadas, segiin es- tos indicadores de bienestar material y desarrollo cien- tifico y teenol6gico, en vez. de reducirse esté aumen- tando en todos los campos. La dependencia de los consumidores y mercados externos De los cambios trascendentales que ocurrieron en las pasadas décadas podriamos destacar como el factor mas vigoroso el de las economfas cada vez mas dependientes de los vaivenes internacionales. El Ila- mado casino global ha llevado este aifo al riesgo de una recesi6n profunda a los mereados del Asia, Ru- sia y América Latina. Mientras las naciones defen- dfan la autonomia, la descentralizacién y las visio- nes locales, apoyadas en la revolucién de las comu- nicaciones que parecfa ofrecer _un nuevo potencial de democratizacién, 1a tendencia general de desnacionalizacién crecfa a pasos agigantados. Esto permitié nuevas concentraciones de poderes supranacionales. El estado de bienestar entré en li- quidacién total yy el mimero de desatendidos por el Estado aumenté considerablemente. A Ta par, las au- toridades nacionales yy los partidos tradicionales han entrado en la etapa de desprestigio y disolucién que todos conocemos, Lo que se promulga.s la idea del progreso amarrada a una visién econémica global, a la idea de que el progreso es tnicamente la capacidad para producir mereanefas (para crear valor y mercado, y para acu- mular capital), arrastrando de paso la configuracién de todos los sectores de la economfa nacional, el con- trol de los recursos, reclasificando a las naciones ya su poblacién, y destruyendo las precarias conquistas sociales. Més atin, esto esta empujando a las socie- dades a una crisis de identidad, a una ruptura de la memoria hist6rica, de la tradici6n, de las culturas y de las visiones de los diferentes griapos humanos. pero en este reino de capitalismo global no solamen- tc fallaron los paises emergentes, también lo hizo el capitalismo internacional, Wall Street, el Banco Mun- dial, etc. Como dice Samuelson, “Ios banqueros, los funcionarios americanos, japoneses y europeos, ac- tuaron bajo el supuesto de que las costumbres finan- cieras y culturales en Corea o en Rusia estaban cam- biando y se creyeron su propia mentira”. Este mis- mo autor aclara “extender el capi- talismo noes simplemente un ejerci- cio de ingenierfa financiera; es un asalto a la cultura y a la politica de las naciones, lo cual garantiza un con- flicto seguro”. Asi, laconcentracién del control eco- 1némico y tecnolégico que se conoce como globalizacién ha alcjado del progreso real al 40% de los latinoa- mericanos que vive en la pobreza y ha fracturado el mundo sofiado del fin de la historia En América Latina estamos en el peor de los mundos para enfrentar la globalizacién, Mientras las econo- mfas vuelven a adquirir fortaleza y reaparece la confianza, los precios de Jos productos de exportacién como petréleo, café, anicar, maderas y banano estén por los suelos am- pliando los déficit en las cuentas corrientes de las balanzas de pago. Lomis grave es no reconocer el estado de postracién moral en que se encuentran nuestras sociedades y seguir a ciegas negando los nubarrones que se cier- nen sobre todos. ‘Negat, por ejemplo, que la economia del narcotrétfico estd permeando todos los estamentos sociales y va- rias de las instituciones clisicas de poder, de por si extremadamente vulnerable, es querer tapar el sol con as manos. Muchas instituciones del Estado, entidades privadas y Organizaciones No Gubemamentales son victimas. de la violencia del narcotréfico y la intimidaci6n, La infiltracién y la corupcién en estos paises es alar- mante. El sabotaje de la guerrilla interrumpe la acti- vidad industrial, la confianza disminuye y todo el apa- rato productivo sufre. La violencia politica intimida alos funcionarios de la justicia, Todas las institucio- Medio ambiente y poz nes estén amenazadas, pero es evidente que las mafias de narcotraficantes han desatado una ola de terroris- moy violencia que se ensaita particularmente con el Poder Judicial (en la década pasada, 220 jueces fue- ron asesinados en Colombia). El Estado manda cada vez més sobre menos, y es menos efectivo para ga- | rantizar la seguridad de sus asociados. ‘Ya nadie duda de que la gobemabilidad de los paises | afectados por el flagelo del narcotréfico dependers en gran parte de las decisiones que sean tomadas en Washington y en las otras grandes capitales, y esta- rn relacionadas con la manera y las estrategias que asumirén sus estados para detener el comercio del narcotrifico, Esto refuerza la tesis que sugiere que hoy en dfa cualquier problema que afecte a los paises ticos es inevitablemente un problema mundial El estar sumidos en todos estos conflictos no puede explicarse solamente como el resultado del tempera- mento de los pueblos o attibuirse a los atrasos cultu- rales de las sociedades. Al contrario, pareceria que Jas causas de esta situaci6n tienen sus raices en la historia econ6mica y politica de ls dltimos cien aos, en donde el intercambio desigual es lo que empobre- cié al tercer mundo; esto tiltimo agravado por el he- cho de que el norte se haya reservado para sel tral {jo productivo (fabricacién de maquinas, alta tecno- logfa, seguros, finanzas).. 55 ‘Como resultado de lo anterior, hemos vivido durante muchos afios con un “consenso cosmético” acerca de c6mo lograr desempantanar los diferentes cuellos de botella y encaminarnos a una prosperidad com- partida, No hemos tenido casi ninguna discusién ver- ciones aplastantes y Timitantes? ,Podré la. fe ‘mayorfa de la humanidad desarrollar y do- ‘minar nuevas ¢ interesantes iniciativas y so- luciones, basadas en la comunidad y en la democracia, para la mayorfa de los problemas que no tienen soluci6n en la actualidad? ;Podré el sur incorporar otros valores y concepts y asf modificar aimportancia que tienen las aspiraciones materiales de los poderosos? ,Podremos aspirar a dar un valor més ético y humanista a los avances tecnol6gicos y ciemtificos? Afortunadamente, el pensamiento innovador no cesa de aparecer. Si se revisa el amplio panorama de los temas intelectuales de nuestro tiempo y se participa del verdadero debate contempordneo, hay que admi tir que los sistemas cientificos estén tomando el lu- gar de los sistemas politicos. Tal vez. sea la forma de defender la supervivencia humana y planetaria. La ciencia esté apareciendo para contradecir a los des- ‘manes tecnol6gicos que alteraron drésticamente nues- ra manera de habitar el planeta. Las concepeiones cosmolégicas y las construccio- nes te6ricas que corresponden a visiones humanistas del Universo permitirén la aparicién de civilizaciones mis propensas a la equidad y a la defensa de los va- lores fundamentales, y de circunstancias mas propi- cias para el desarrollo de formas nuevas de creati dad, de ciencia y de arte. Todo avance cualitativo en el pensamiento exige en ‘un momento dado deslindarse de las visiones del pa- sado y del marco de las estructuras actuales. “La ver- dadera enfermedad de América Latina”, decia Octavio Paz, “no es tanto la herencia colonial, sino el retraso en Ia reflexién politica, econémica y so- cial”, Ese avance depende ahora de nosotros. Estamos expuestos a una enorme maquinaria de in- formacién sin precedentes en la historia humana. Y ¢s tal la confusién que es dificil discernir entre datos sgenerales y datos fundamentales al conocimiento itil, entre la informaci6n periférica, complementaria, y la informacién nuclear. Nadie hubiese podido anticipar que todos los medios de comunicacién mundiales se dedicaran obsesivamente a un solo hecho en las veinte Ultimas semanas, una informacién que indica clara- mente la primacia de poder de los medios de los EEUU sobre la maquinaria de informacion mundial. Asistimos a la proliferaci6n de nuevos paradigmas, orientados también por las nuevas exigencias de una sociedad global que se mueve cada vez més aprisa. El caso més palpable es el de Internet, en donde el 90% de la WEB, esté en inglés, con 100 millones de usuarios, dos tercios de ellos en los Estados Unidos y otra gran parte en los pafses europeos. El Africa, con 650 millones de habitantes y s6lo si acaso 1 mill6n de usuarios, en donde apenas Ta mi- tad de la poblacién tiene acceso al teléfono, es un mal ejemplo de la globalizacién informatica. La semilla del milenio En el mundo globalizado de forma creciente apare- cen revolucionarios avances en las lamadas nuevas tecnologfas y nuevas areas de la ciencia: Biotec- nologfa, Biologia Molecular, et., respaldadas por em- presas intensivas en estas ciencias que estén cerran- do espacios en el tercer mundo. Uno de los casos mas aberrantes de la apropiacién privada del conoci- miento es el mentado caso de la “Semilla del Milenio”. Se trata de una tecnologia que roba a las comunidades campesinas su derecho milenario de recoger semillas y su papel de mejoradores de plan- tas, Este esperpento legal significa que en el afio 2000 tras 12,000 afios de Ia historia de la agricultura- es muy posible que los campesinos no puedan guardar semillas para la siembra del afio siguiente, ni cultivar sus propias semillas de variedades mejoradas. E13 de Marzo de este aifo, una compafifa de semillas de algodén americana y el Departamento de Agri- cultura de EEUU (USDA) anuneiaron haber regis- trado una patente sobre una técnica que incapacita genéticamente a una semilla para germinar. La pa- tente No. 5.723.765 de EEUU, concedida a Delta & Pine Land Co, no cubre tinicamente las semillas de algod6n y soya, principal negocio de esta compaiia, sino que potencialmente abarca todos los cultivos. Segtin el portavoz de la USDA Willard Phelps, los objetivos mas importantes de la tecnologia Exter- minador son los mercados del “Segundo y Tere Mundo”, La técnica, en caso de que funcione tal y como se ha anunciado, tiene unas gravisimas implicaciones para laagricultura, 58 Camila Montecinos, del Centro para la Educacién y Tecnologia, en Chile, afirma que “Esta patente va a ser un detonante para activar el gen de la avaricia”. La tecnologia Exterminador podria acabar con estas précticas milenarias absolutamente indispensables para la alimentacién de miles de familias campesi- nas en el mundo, aumentando la uniformidad y vul- nerabilidad. Se trata de “una tecnologia inmoral cuyo iinico objetivo es faclitar el control monopélico y el tinico beneficiario, la gran empresa agro-industrial”. Estos atropellos son lo que refuerza que la preocupa- cién ambiental sea hoy una discusién conflictiva y compleja. Mientras grandes masas de poblacién exi- gen utilizar el sistema natural para lograr satisfacer necesidades basicas e inmediatas luchando por salir de la pobreza y el aislamiento, otra parte del planeta, que ha superado estos problemas, enfatiza la necesi- dad de la conservacién para mantener el equilibrio esencial de la oferta ambiental, su reproduccién y restauracién, manteniendo el debate en los términos, de calidad de vida y de objetivos a largo plazo, de responsabilidad con las generaciones futuras, de man- tenimiento de los ecosistemas, etc. La valoracion de lo local, el espacio del desarrollo No sélo se trata de entender las caracteristicas del nuevo tiempo y la velocidad, sino los espacios de la globalizacién. Fundamental ala modemidad es la separacién de lu- gary espacio, Sin embargo, para el pensamiento eco- égico, los lugares siguen siendo centrales al debate. EL lugar es la conexién con las bases ecol6gicas y culturales, es la conexién entre lo local y lo global. Se pretende que el globalcentrismo represente todo lo bueno, Io avanzado y lo moderno, y que no tenga espacio ni lugar. Es el cambio, la tecnologia, el pro- greso y se ve alo local como lo atrasado, lo tradicio- nal. El globalcentrismo presenta a capitalismo como su guidn, como el poder transformador espacial con efecto de cambio acelerado, y margina a los lugares y las representaciones de los lugares, como si Jo lo- cal tuviera siempre resistencia al cambio. Esta per- cepcién crea resistencia a valorar las capacidades lo- cales, mina su confianza para resolver sus conflictos.. Medio ambiente y paz Lolocal, en cambio, lo entendemos como el espacio en donde se ven las cosas de otra manera, en donde se recrean las visiones y propuestas concretas de lo cotidiano. Se trata de una forma participativa real de hacer el desarrollo, el espacio local como territorio efectivo del poder de las comunidades Extaes la contribucién esencial de lo local alo global, lade crear y recrear practicas innovadoras en espa- cios concretos, en la escuela, en la administracion municipal, para modificar las rutinas, explorar m: neras de dinamizar procesos, vislumbrar, avanzar y ampliat las propuestas de la comunidad y de la parti- cipacién local que produzcan transformaciones rea- les. Lapropuesta de sostenibitidad es una estrategia para demostrar la permanencia de los sistemas vitales en los territorios espectficos. Si se pueden sostener los territorios, también ellos son la garantia de una po- blacién satisfecha. Lo que hace emigrar a las comu- nidades es Ja no sostenibilidad del tervitorio, Habria que preguntarse cémo se puede hoy sostener un Iu- gar en sus particularidades y desde alli elaborar una teorfa del desarrollo sostenible. ;Cémo pensar en los efectos de lo local en lo global, igual que se hace hoy con lo global en lo local? ;Se podran armonizar las distintas concepciones del desarrollo desde espacios distintos y asf mismo valorizar estos distintos luga- res? {Se podria reconstruir a partir de maltiples préc- ticas ecol6gicas, culturales y econémicas diferentes?. Posibles escenarios AAI La mayorfa de nosotros aceptaria que “el desarrollo vertiginoso de los nuevos {yy Procesos y decisiones aescala mundial 4 esté siendo impulsado por los avances del conocimiento cientifico y tecnol6- gico, porla globalizacién de la ecoio- mia y de las finanzas, y por la tenden- cia a encontrar formas de gobemnabilidad mundial, El aporte sustantivo de la comisién Bruntland fue el de hacer énfasis en las relaciones indisolubles entre as dinémicas de los sistemas naturales y los socia~ les; dicho de otra manera, entre la ecologia y la eco- nomia, Desde esta afortunada convergencia, el mundo se ha dado a la tarea de redefinir los contratos sociales que podrfan levarnos a vivir en sociedades més equitati- vas y justas en el proximo milenio. Hoy por hoy, ninguna sociedad politicamente orga- nizada puede soslayar el desafo que permite redefinir las estructuras de relaciones entre la sociedad y la naturaleza, por un lado, y entre las sociedades entre sf, ya sean ellas desarrolladas 0 en vias de desarrollo. Lanueva forma de justicia social, o mejor de justicia ambiental internacional, dependeré de ello. Esapartir de ese nuevo mapamundi de la economia y la sociedad, de las nuevas posturas politicas y las nuevas tensiones sociales, desde donde se puede di- sefiar una estrategia de supervivencia que supere las desigualdades actuales, asegure las tolerancias y ell respeto entre las diferentes culturas y visiones, y ges- tione los recursos de la tierra. De los muchos escenarios posibles en un mundo de tanta incertidumbre, podrfamos mencionar los mas previsibles, a saber + La iniensificacién de los nuevos procesos de globalizaci6n de la investigacién y la tecnolo- gia, en buena parte al servicio de ios intereses de las regiones y paises mas desarrollados del mundo. * Una més acelerada revolucién tecno-orga- nizativa que reformard el sistema industrial y productivo, basado en la combinacién de in- novaciones tecnoldgicas y organizativas, desmaterializaré la produccién, transformara Jas empresas industriales agrarias de servicios y alteraré todos los acuerdos laborales, cau- sando asf lo que Gorz Hama, “el fin de la so- ciedad salarial, como la conocemos”” * La probabilidad de que se acentiicn los desequilibrios entre ciudad y campo, regio- nes pobres y ricas, y grupos econémicos que pertenezcan a la economia simbélica que no necesitard pais con espacio fisico especitico para instalarse. + Seremos testigos de los més grandes cambios poblacionales de masas de inmigrantes y des- plazados, y de una movilidad sin precedentes. Todocl que pueda darse el lujo serd némada y recorrerd un mundo tecnolégico sin fronteras, +E] nuevo espacio cibernético elevard ain mas la necesidad de capacitacién, educacién y competencia en el sur. * Se agudizaré la profunda crisis del estado-na- cién, junto a fracturas en las democracias y los partidos politicos. Los retos globales no podrsin ser respondidos por unos estados dé- biles y unas sociedades fragmentadas. * Puesto que las estrategias reducidas al ambito nacional no son suficientes ante la tendencia de la globalizacién, muchas de las respuestas tendriin que ser pensadas a escala regional. En el futuro, las regiones y las alianzas de intere- ses comunes se constituiran en el nuevo esce- nario histérico y politico del desarrollo, + Al mismo tiempo, las ciudades y lo local se convertirén cada vez més en micleos de poder ciudadano convirtiendo a sus autoridades en actores principales de la reconstrueci6n social. n el mundo econémico, la verdizacién de la economfa seri la propuesta més contundente y se referira basicamente a la imposicién de ‘una agenda verde para los mercado: Por un lado, los ecologistas han logrado que se reco- nozca que el expansionismo econémico y la elimi- nacién de todas las barreras tienen una fuerza destructiva enorme. Asf como se acepts que el mer- cado en sf no podia defender la seguridad y Ia equi- dad sin un marco social, la sola fuerza del mercado no podré contemplar las vitales dependencias ecolégicas del sistema social y ésta debe ser corregi- da por la ética, la sociedad y la politica Por esto la ecologizacion de la economfa de merca- do incluye hoy dos dimensiones: la domesticacién y ajuste de los mecanismos del mercado, y su desarro- Ilo ecolégicamente compatible. Si sélo se insiste en una de las dos dimensiones, el panorama queda in- completo. La meta no puede ser la de una sociedad de mercado en la cual las reglas de oferta y demanda determinen todas las éreas de la existencia humana. Se aspira, por el contrario, a una economia ecol6gi- ca, integrada a un conjunto més amplio llamado so- ciedad. Las cuatro propuestas que en este campo proponen los estudiosos del tema. Son: 1 La reduccién de subvenciones abiertas y es- condidas, con efectos ecolégicos negativos. 2. Larealizacién de una reforma tributaria eco- logica. 60 3. Lacreaci6n de reglas de responsabilidad para actividades de riesgo. 4, La reorientacién de la politica de la com- petencia hacia metas ecoldgicas y de eficien- ciade recursos. La opci6n esté en construir una economtfa ambiental y solidaria o defender la economia de exclusién que ha alejado de los beneficios del progreso a grandes ‘masas de pobladores, cada vez. mas marginadas y al margen del desarrollo, Creemos que como en todo proceso, el econémico es susceptible de ser dirigido en funcién de metas sostenibles. Hay quienes consideran que las nuevas ideas sier pre son una amenaza y otros que saben que tinica- mente a través de éstas se podré lograr que la huma- nidad determine su futuro, Esto sobra decirlo aqui, en una convocatoria de convieciones por la defensa de ese futuro sostenible para todos. Es fundamental desarrollar la cultura de lo publico, en aras de aminorar la alta racionalidad individual y promover una més fuerte racionalidad colectiva, ayu- dando asia legitimar las acciones que benefician a la colectividad y a la aceptacién de las decisiones so- bre lo comiin y lo publico. Una visién integradora que, respetando lo propio, pueda acoger esquemas de gobernabilidad mundial yacuerdos supranacionales donde exista un balance Politico y econsmico. No sobra insistir en que la capacidad de integrarse a la sociedad del conocimiento dependerd fundamen- talmente de la determinacién politica y de su eficacia para aleanzar una répida reorganizaci6n de los espa- cios econémicos y sociales, y del fortalecimiento de la gesti6n puiblica, En consecuencia, lo que es nece- sario es una revisién de las capacidades sociales de la comunidad para responder a los factores externos y crear condiciones intemas de alta inteligencia y respuesta al cambio. Esto implica en primer término cambios profundos y urgentes en todo los sectores de la educacién. Sin este esfuerzo por consolidara la educacién como, la prioridad politica, toda la esperanza de entrar a participar de la sociedad del conocimiento se desva- neceria, Medio ambiente y poz 61 Nuestro compromiso politico con el cosmos Por: Gustavo Wilches-Chaux Asesor Ambiental. ECOFONDO Apartes de la ponencia presentada al congres “Nuestra vida como estos didlogos y como todas las co- sas ha sido prefijada También los temasa los que nos he- mos acercado, Con el correr de la conversacién he advertido que el dié- logo es un género literario, una forma indirecta de escri- bir El deber de todas las cosas es ser una felicidad: sino son tuna felicidad son intiles 0 perjudiciales. Aeesta altura de mi vida siento estos diélogos como una felicidad. Las polémicas son initiles, estar de antemano de un lado ‘del otro es un error, sobre todo sise oye la conversacién como una polémica, sise la ve como un juego en el cual alguien gana 0 alguien pierde. Eldidlogo tiene que ser una investigacién ¥ poco importa que la verdad salga de uno o de boca de otro Yo he tratado de pensar al conversar que es indiferente que yo tenga razén o que tenga razén usted; loimportan- te es legar a una conclusién, y de qué lado de la mesa Hegue eso, 0 de qué boc nombre, es lo de menos ode qué rostro, o desde qué Jorge Lufs Borges Tres conceptos para redimensionar la discusion | A lo largo de este documento vamos a encontrar, implicita o explicitamente , ae. | res conceptos intimamente relacionados entre sf que generalmente no se tienen ‘en cuenta ni en los diagndsticos y pro- puestas sobre violencia, nien las discu- siones sobre pobreza, ni en los debates sobre desarrollo, pero que sin lugar a dudas contribuyen a la insostenibilidad absoluta de la Colombia actual. Nos referimos a los conceptos de “equidad ambiental”, “pobreza ambiental” y 63 "Ambiente para la Paz’ “violencia ambiental”, ligados a los conceptos mas generales deequidad y desigualdad, de pobrecay de violencia, aunque no necesariamente sinénimos de éstos. Por ejemplo, a cambio de la reduccién de su pobreza econdmica, una comunidad puede aceptar la instalacién en su territorio de una fabrica contami- nante que generaré algunos empleos en la zona, lo cual va asignificar un incremento de su pobreza am- biental. Sin el énimo de definirlos, y mas bien como una in- vitacién a que conjuntamente enriquezcamos su con- tenido y exploremos sus posibilidades (especialmente en términos de aportarles nuevas dimensiones a los indicadores existentes para medir el desarrollo y la calidad de vida), vamos a abordar esos términos des- de las razones que en nuestro concepto justifican su inclusién en nuestras propuestas Equidad Ambiental: Hace referencia a la posibili- dad real para acceder (y al acceso efectivo) a los bie- nes y servicios materiales, espirituales y culturales que le ofrece el medio ambiente a una persona oa una comunidad, y que constituyen un requisito in- dispensable para poder ejercer el derecho a una vida con’ calidad. En otras palabras, tiene que ver con las, oportunidades de un individuo o de una comunidad para hacer realidad el “derecho a gozar de un am- biente sano” que consagra el articulo 79 de la Cons- titucién Nacional, Pobreza Ambiental: Hace referencia ala imposibi- lidad o pérdida de la posibilidad para acceder a esos bienes y servicios. En el primer caso, se trata de aque- Tas personas cuya existencia se desarrolla en un am- biente con niveles de deterioro que impiden ofrecer a sus habitantes suficientes bienes y servicios am- bientales para alcanzar una vida con calidad y digni- dad (por ejemplo un asentamiento marginal en zona de alto riesgo o en la vecindad de un vertedero de basura), y en el segundo caso, de aquellas personas individuos o comunidades que alguna vez distrut ron de dicha oferta, pero que por alguna razén per- dieron esa posibilidad (desplazamiento forzado de su territorio de origen, deterioro del medio ambiente urbano o rural por contaminacién, erosién, cambio de uso, etc.) Tiene que ver también con conceptos como el de “plusvalia ecol6gica”, que alguna ver se uiliz6 para referirse a la apropiacién de derechos, bienes 0 ser~ vicios ambientales de propiedad colectiva para incrementar el lucro individual, como el caso de una fébrica contaminante 0 dé una actividad econémica que destruye la biodiversidad. Tal como se expres6 en el ejemplo utilizado algunos renglones atris, la reduecién de la pobreza (vulnerabilidad) econémica puede significar empobrecimiento (mayor vulnera- bilidad) ambiental, espiritual o cultural. Violencia ambiental: Hace referencia a la utliza- in de presiones irresistibles (fuerza fisica, presion econémica, presién “legal”, ete.) que de una u otra ‘manera amenacen los derechos ambientales de un individuo o de una comunidad. El'medio ambiente y la guerra en Colombia EI medio ambiente como escenario, arma, objetivo y motivo de guerra El medio ambiente no solamente es el escenario de Ja guerra y, en consecuencia, una de sus victimas di- rectas (cuando dos elefantes se pelean es la yerba la que sufre) sino que también se utiliza como arma y puede también constituir el motivo de la guerra. El primer caso, el del medio ambiente como escena- rio de guerra, Io ejemplifican en el medio rural los efectos de las voladuras de oleoductos y de las, fumigaciones contra los lamados “cultivos ilfcitos”, actividades cuyo propésito directo no es el deterioro del entorno, pero como resultado de las cuales ese deterioro se produce de manera inevitable. Segiin datos recogidos por la corporacién Viva la Ci dadania “Muchos de los atentados terroristas contra los oleoductos han afectado en forma grave las fuentes de agua y han puesto en peligro la subsistencia de especies vegetales y animales 64 en las zonas donde se han levado a cabo. Existen céleulos sobre las éreas involucradas, asi como sobre las especies y poblaciones afectadas. Sin embargo, hasta el momento no ha sido posible medir la magninud econémica de estos daftos... Arauca y Santander resultan ser las departamentos mds afectados por los atentados. Sélo entre enero y abril de 1995 se Hevaron a cabo quince atentados contra el oleoducto Caio Limén - Covefias en estos de- artamentos. En muchos casos, los atentados han producido el agotamiento de recursos como la pesca en rios y quebradas, y se han afectado miles de hectareas de cultivos de pancoger en localidades como La Unién, la Ceiba, La Pajuita, La Esmeralda, Cafto Rojo. etc, Seguin el Ministerio del Medio Ambiente, aproximadamente en cinco mil hectéreas del Catatumbo y en inmediaciones del parque nacional El Tamd_ ha desaparecido la vege- taciGn y todo vestigio de vida animal por los reiterados ataques al oleoducto y el subsi- guiente derrame de combustible. De igual ‘manera, en este mismo periodo el ecosistema del rio Magdalena se ha visto afeciado por el derramamiento de cerca de 20 mil barriles de combustible, afectando los acueductos y la pesca en numerosas poblaciones riberefias.” En el caso de las fumigaciones contra “cultivos, ilfcitos”, ya existe un dafio ambiental previo a las mismas, en la medida en que Ia preparacién de los suelos para dichos cultivos requiere la deforestacién de terrenos de vocacién forestal, muchas veces en pendientes, laderas y zonas productoras de agua. Sin ‘embargo, la fumigacién contribuye no solamente a incrementar el deterioro de los ecosistemas ya afec- tados, sino que los efectos de las mismas trascienden alas éreas vecinas. Cuando las fumigaciones produ- cen los efectos deseados, los cultivadores se trasla- dan a nuevas zonas boscosas, debido a lo cual se inerementa todavia mas el problema EI siguiente comunicado de prensa de la Embajada de los Estados Unidos en Colombia confirma lo an- terior: Estados Unidos reconoce cifrarécord colom- biana en su lucha contra los cultivos ilicitos En 1997, la Policia Nacional de Colombia, con un gran apoyo del Departamento de Es tado de Estados Unidos de América, fumigd una cifra récord de cultivos ilfcitos de coca y amapola: mds de 41.000 hectéreas de coca y cerca de 7.000 hectéreas de amapola. Las ci- fras del gobierno de Estados Unidos confir- ‘man los buenos resultados de este programa masivo, el mds grande de erra- dicaci6n aérea en la historia, (Estas cifras cubren el pertodo de octubre 96-97, yno incluyen cerca de 25.000 hectéreas fumigadas entre octubre de 1997 y enero de 1998). Se ha reduci- do en un 25% la cantidad de coca cultivada en el Guaviare, en donde se concentran nuestras actividades de fumigacion. Lamentablemente, se registra un no- table incremento en los cultivos fue- rade la zona fumigada, lo cual con- dujo a un aumento general del 18% en el total de la coca cultivada en Colombia, pasando de 67.200 a 79.500 hectdreas. No obstante, nos

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