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Tratado de Anatomia Humana por el Dr. Fernando Quiroz Gutiérrez Prof. Titular por oposicién de ta Céitedea de Anatomia ‘Humana, de ta Facultad Nacional de Medicina COLABORADORES: Dr. Enrique Acosta Dr. Benjamin Bandera Yr Trout oe a Marne Pow, Tisouan oe un Marian Dr. Rogelio Camacho Dr. Ignacio Larios Per, Tintin ve ce Mane or Teco wets Ba at. Pa. Dr. Fernando’ Quiroz Pavia Proreson Tireuas eta Maven TOMO I Aparato Tegumentario, Osteologia, Artrologia y Miologia DECIMA PRIMERA EDICION CORREGIDA Y AUMENTADA EDITORIAL PORRUA, S. A. AVENIDA REP. ARGENTINA NUM. 15. MEXICO, D. F. 1973 Primera edicién: enero de 1945. ‘COPYRIGHT © 1973 BY ox roe Gime cota Tae ieee de tdi i todos los derechos, IMPRESO EN MEXICO PRINTED IN MEXICO INTRODUCCION Datos histéticos proporcionados por ef Dr. Francisco Feendndez del Castillo, Jefe del Depastamento de Historia de la Medicina en fa U.N.A.M. EL conocimiento de la constitucién anatémica del cuerpo humano es relativamente reciente, Esa falta de conocimiento anatémico no fue debida a que se careciera de interés por conocer la estructura humana, sino a que el médico no oreia on la necesidad de ese cono- cimiento, para evitar 0 curar la enfermedad. ‘Sin embargo, es de suponerse que desde tiempos remotos el cazador, el hombre que partia los animales para comerlos y é primer guerrero, tuvieron curiosidad, ewando me- ‘nos, por saber la situacién de las principales visceras, ta forma de'Tos huesos o el trayecto de los grandes vasos. ‘El hombre primitivo creta que la enfermedad ora debida al castigo o a simple capricho de los dioses, 0 a un espiritu introducido en él cuerpo. El conocimiento anatémico se redu- cia principalmente @ lo necesario para extraer las visceras y ofrecerlas @ los dioses w 0b- servar los drganos de las victimas con fines prondsticos. Hn el antigua Egipto era nece- sario el estudio de ciertos érganos para embalsamar los caddveres y evitar la putrefaccién de los cuerpos muertos de acuerdo con la idea religiosa que tentan los egipcios. Por lo tanto, durante muchos siglos, en la edad antigua, la diseccién estaba encamina- da a fines magicas pero no cientificos, ‘En al siglo V antes de nuestra era, Hipécrates independizé a la Medicina de la magia y proclamé la necesidad de la observacién pura det enfermo para conocer la enfermedad, establecer el pronéstico, ¢ instituir el tratamiento. ‘Los conocimientos anatémicos de Hipserates y su escuela eran muy superficiales, por- que la enfermedad era explicada por la accién de tos euatro elementos (tierra, aire, agua ¥ fuego) que tentan relacién sobre cada uno de los cuatro humores cuyo desequilibrio, se- gin las ideas de entonces, ocasionaba la enfermedad. Con estas ideas, el conocimiento anatémico no era considerado como indispensable. Sin embargo, en los aiios subsecuentes, la curiosidad natural hizo que se ejecutaran diseccio- ines, pero tinicanente en animales, Por lo tanto se fue elaborando una anatomia falsa que se basaba en observaciones que no eran hechas en el cuerpo humano. En el siglo IIL a. de J.C., Aristételes, hijo de médico y discipulo de Platén, disecd gran mtimero de animales. Dio su nombre ala arteria aorta, @ la cava y a los grandes vasos ‘que atin hoy se identifican con esos nombres. También hizo algunas descripoiones embriolé. gicas, y fue el precursor de la diologia. EL afén de conocer Wevd a los sabios de Alejandria, en los tiempos de Ptolomeo I, a estudiar el cuerpo humano. Desgraciadamente, las disecciones se hicieron no solamente en cuerpos muertos como hoy dfa, sino también en los cucrpos vivos de condenados a muerte. Este hecho provocé re- pulsa a practicar la diseccién, ‘Los més famosos anatémicos de entonces fueron Heréfilo y Erasistrato. El primero, discipulo de Aristételes, describié el cerebro, el cuarto ventriculo, el duodeno, la préstata, la retina, el humor vitreo, las meninges, los senos craneales, el pancreas, etc., y el segundo describié la trdquea, las auricutas, la vilvula trictispide y el pericardio. El mismo Erasts- ix | | i x INTRODUCCION trato descubrié que los nervios craneales salian del cerebro y no de las meninges, como creia Heréfilo, Se puede considerar a ambos como los fundadores de la diseccién humana, En Roma, en el siglo I, aparecié uno de los més conspicuos médicos de la antigiiedad, Claudio Galeno, quien describié en su libro de anatomia las didfisis y epifisis dscas, ast como varios mtisculos (deltoides, diafragma, etc.), varias arterias y venas, el coraaén con sus vdlvulas, el cerebro y el cerebelo, el cuerpo calloso y los ventriculos cerebrales. Tienon gran exactitud sus descripciones de siete pares de nervios craneales, entre ellos el neumogdstri- Faceta lave lateral & Creeta lateral = Maco supecciliae F°& Arco orbitario hd, Apéticis orbitaria Be 5A, Becotadura supeaorbitaria Wf” etspice +4, Becotadura frontal interna | Espina naval fod. Becotadaca nasel 2 FIG, 49, FRONTAL Vis POR DELANTE. D. ria externa. Por el lado interno acaba en la apéfisis orbitaria interna. Entre ambas ap6- fisis orbitarias internas existe una escotadura en forma de V invertida 0 escotadura na- sal, cuya superficie dentada se articula con los huesos propios de la nariz y con las apé- fisis ascendentes de los maxilares superiores. En la linea media, ¢ inmediatamente por detrés de la escotadura nasal, parte una apéfisis de forma piramidal con vértice inferior, llamada espinal nasal del frontal. Se articula por su parte inferior con los huesos propios de la nariz, en tanto que sus caras laterales contribuyen a formar la pared superior de las fosas nasales. La espina nasal Teva on la unién de sus caras posterolaterales una cresta vertical mediana, donde se articula la lémina perpendicular del etmoides. Escotadura naval Espina nasol « Excotaduca supeaorbitaria a Semictula Frontal Faceta temporal Superficie “S27 Canat ie f nal NA Fic. 50. FRONTAL VISTO POR DEBAJO. Por detrés de la espina nasal se abre una escotadura rectangular o escoiadura elmot- dal, limitada lateralmente por dos superficies alargadas de adelante atrés, anfractuosas ¥ provistas de miltiples eavidades separadas unas de otras por tabiques Gseos muy del- 52 TRATADO DE ANATOMIA HUMANA gudos. (Fig. 50.) Estas cavidades se denominan semicdlulas frontales y en el eréneo ar- fieulado forman con el etmoides las células frontostmoidales, En estas superficies anfractuosas existen dos sureos easi transversales, que en el erdneo articulads se vuelven verdaderos conduetos y se Haman canales etmoidales u orbi- tarios internos. Se abren exteriormente en la eavided orbitaria, al nivel de la sutura frontoctmoidal. El canal etmoidal anterior da paso a la arteria etmoidal anterior y al nervio nasal interno, en tanto que por e] eanal etmoidal posterior pasan la arteria et- moidal "posterior y el nervio esfenoetmoidal. ‘A los lados de la escotadura etmoidal se encuentran dos grandes superficies eéneavas, de contorno triangular eon base anterior, denominadas fosas orbitarias. En la parte ex- terna de la base de éstas existe una pequefia depresién o foseta lagrimal, donde se aloja Fosa frontal Canal def eno» longitudinal 5 siperioe J Cresto Frontal 2 ‘media iminencia aa . Apéfisis orbitaria ‘rote POE ena Superticie articular * Bupecticie etmoidat ‘sfenoidal Agujseo ciege Espina nasal / FIG. 51, FRONTAL, CARA POSTERIOR. la glandula lagrimal, Bn Ja parte interna de la misma base hay una exeavacién 0 foseta troclear, que sivwe de inseveién a la poles de reflexién del miseulo gran oblieuo del ojo. La eara endocraneana de la poreién horizontal presenta a ambos lados de la eseota- dura etmoidal una superficie eonvesa, giba orbitaria, en la que se aprecian miltiples depresiones y salientes irregulares conocidas con el nombre de impresiones digitales y eminencias mamilares. Ambas poreiones, la vertical y la horizontal, forman un 4ngulo diedvo abierto hacia atrés y muy poco maveado en su arista, debido a que en esta parte el hneso esté notablemente engrosado. (Fig. 51.) Bordes del frontal. Se pueden distinguir dos segmentos: uno es el borde de la eseama y el otro el de la poreién. horizontal. Bl primero es dentado, biselado a expensas de la lémina interna en Ja parte superior y de la extertia en Ia infetior. Se articula con el borde anterior de los parietales por arviba y por la parte inferior con las grandes alas del esfenoides. Bl horde de la poreién horizontal, interrumpido en la linea media por la escotadura etmoidal, es ruigoso en sus dos tereeras partes mas internas donde se ar- tigi con las pequefias alas del esfenoides. Su tereio externo, en cambio, 63 liso y libre, eireunseribiendo parte de la hendidura esfenoidal. En_la_unién de los bordes de las porciones horizontal y_ vertical, se aprecia una superficie rugosa de forma triangular, que se artieula con una superficie similar del ala mayor del_esfenoides. “Estraetura, La poreién vertical del frontal est constituida por dos laminas de te. jido compacto, entre las enales se encuentra una eapa de tejido esponjoso o diploe, Por el i I | | | | | HUESOS DE LA CABEZA 53 Sutura bipacietat Sutura lambdoideo Senos feontales Ciétulas etmoidates ct Tabique nasal ise mastoides ‘See maxilar Rama ascendente Teecer molar del ‘maxilar Angulo moxilos ‘Béveda palatina FIG, 52. RADIOGRAFIA ANTERIOR DE CRANEO ADULTO. 54 TRATADO DE ANATOMIA HUMANA contrario, la parte horizontal earece de tejido esponjoso, estando formada solamente por tejido compaeto. En la parte inferior do la poreién vertical y a los lados de la linea media se encuen- tran normalmente en el interior de] hueso dos cavidades neumiticas, de dimensiones va- iables, denominadas senos frontales, que vienen a abriree en la més anterior de las se- miceldillas colocadas en los bordes de la escotadura etmoidal. Se comuniean con las fosas nasales por medio del infundfbulo del etmoides. Osifieacién, Se desarvolla el frontal mereed a dos contros primitives de osificacién para la eseama, Estos centzos comienzan a desarrollarse entre los euarenta y los eineuen- ta dias de vida embrionaria y originan, al yuxtaponerse, la sutura metépiea; pero en el feto quedan separados en la parte de arriba por la fontancla anterior. Otros cuatro cen- tros secundarios de osificacién, dispuestos simétricamente por pares, producirén, al des- arrollarse, las apéfisis orbitarias externas y las internas, mientras la espina nasal se for- ma 2 expensas de otro contro secundario © impar. srmowss 72 Es un hueso de forma irregular, situado en la parte anterior y media de la, base del eréneo y eneajado parcialmente en la escotadurs etmoidal del hueso frontal, Se distin. guen en él una lémina vertical, atravesada por otra ldmina horizontal que la divide en dos partes, y dos masas laterales que se desprenden de los extremos de la lamina hori- zontal. (Fig. 53.) Crista galli Liming horizontal erpen- dicular Apslivis unciforme’ ‘medio Fic, 53. ETMOIDES, CARA ANTERIOR, Lamina vertical. std dividida en dos poreiones, una superior, situada por encima de la liming horizontal, dentro de la eavidad eraneana, y conocida con ol nombre de apéfisis crista galli; otra inferior, situada debajo de dicha lamina, forma parte del ta- bique de separacién de ambas fosas nasales, y se denomina lémina perpendicular del etmoides, La apéfisis erista galli es de forma triangular y su base inferior se confunde eon Ja lamina horizontal. Su borde anterior es casi vertical, y se articula en su parte baja con el hueso frontal, a favor de dos crestas laterales que limitan una canaladura. Este sur- HUESOS DE LA CABEZA 55 co en él eréneo artieulado completa el agujero ciego. El borde posterior es oblicuo hacia, abajo y hacia atrés y termina en el mismo lugar que la lémina horizontal del etmoides. El vértice es romo y en él se inserta la hoz del cerebro. Las caras laterales son convexas n su parte anterior y planas por detrés. La ldmina perpendicular del etmoides presenta en sus caras laterales, sobre todo en su parte superior, sureos vaseulonerviosos. E] horde anterior forma un dngulo hacia de- Jante y se articula, por su parte superior, con la espina nasal del frontal y con los huesos propios de la naxiz. Por su parte inferior da insereién al eartilago del tabique, en tanto que el borde posteroinferior se artieula con el anterior del vomer. Bl borde posterior es vertical y se artieula con la eresta media anterior del esfenoides, confundiéndose en su parte superior con la lémina horizontal del propio etmoides. Semicétulas ‘etmodales posteriores Limina perpendicular Apstiss, uneiforme Comete ‘medio Fic. 54, ETMOIDES, CARA POSTERIOR. Lamina horizontal. Su forma es euadrangular, alargada de adelante atrés, euyos lados se articulan eon el frontal en los bordes laterales de la escotadura etmoidal. Est berforada, por_miiltiples orificios, por lo que. se le da el nombre. de léminecribosa. Pre- senta una cara superior, dividida en dos porciones por la apéfisis erista galli, las cuales son acanaladas de adelante atrés, Ein ellas se aloja pareialmente el bulbo olfativo, por lo que se Haman conaladuras olfativas. Estén también atravesadas por numerosos agujeros de dimensiones variables, Gispuestos irregularmente, aunque a veees aparecen orienta- dos en dos o tres I{neas anteroposteriores. Vistos los orificios més amplios con una lente, se observan en su fondo otros orificios més pequefios y numerosos que dan paso a los filetes del nervio olfativ En la parte anterior de Ja canaladura olfativa existen dos orificios mayores. Uno de ellos est colocado cerea del borde de la apéfisis erista galli, es conocido eon el nombre de hendidura etmoidal y da paso a una prolongacién de la duramadre. El otro, situado afuera y ligeramente detrés del anterior, es redondeado y se lama agujero etmoidal; da paso al nervio nasal interno, La eara inferior de la lémina horizontal forma parte de la béveda de las fosas nasales. Masas laterales, Estin comprendidas entre la eavidad orbitaria por fuera y las fo- sas nasales por dentro. Tienen forma etihiea y se pueden distinguir en ellas, por tanto, seis earas. 56 TRATADO DE ANATOMIA HUMANA Cara anterior, Esté inclinada hacia fuera y hacia atrds y se articula eon el unguis, Presenta cavidades abiertas 0 semiceldillas, que en el créneo articulado se completan, Jormando las celdillas etmoidoungueales. (Véase fig. 58.) Cara posterior. Lleva, asimismo, una o varias semiceldillas, las cuales, al artieularse ‘con la cara anterior del euerpo del esfenoides, forman las celdillas etmoidoestenoidales, (Pig. 54.) Cava superior, Presenta también diversas semieeldillas que, con otras similares de Ja superficie etmoidal del frontal, constituyen las ecldillas frontoetmoidales, En esta cara ‘se observan dos surcos oblicuos dirigides de fuera a dentro y de atrés a delante, los eua- Aguero etmoidat Hendiduca etmoidal Semicétutas ‘etmoidales ‘superiores A Canal etmoidal terior Semicélutas Canal etmoidal posterior FIG. 55, EYMOIDES, CARA SUPERIOR. les con los sureos correspondientes del frontal, forman en el erdneo articulado los canales etmoidales anterior y posterior, que comunican la 6rbita con los eanales olfatorios, Como ya se ha dicho, estos eanales se abren por dentro en el borde externo de la li mina eribosa, y por fuera en Ia sntura frontoctmoidal en la pared interna de la érbitas cl anterior conduce el nevvio nasal interno y la arteria etmoidal anterior, y el posterior el nervio esfenoetmoidal y la arteria etmoidal posterior. (Fig. 55.) Cara inferior. Usté algo inclinada hacia fuera. Lieva, como otras caras del etmoides, semiceldillas que, con el maxilar superior y con la apéfisis orbitaria de! palatino, for- man las celdillas etmoidomaxilares y etmoidopalatinas. (Pig. 57.) Cara externa, Es plana y lisa, de forma rectangular y esté formada por una limina delgada o Limina papirdcea, que forma parte de la pared interna de Ta eavidad orbitaria (fig. 58); se le Hama también hueso plano del Cara interna, Vuelta hacia la lémina perpendicular, destaean en ella dos salientes laminares: uno_superior i ia, siendo el iltimo mayor que el primero. HUESOS DE LA CABEZA 87 Suruca biparieal Lambda Sutuca occipitopacietal Tabique naset ‘Seno maxiter Rama ascendente Dientes permanentes supss del maxilar inf. Dientes temporales sup Incisivos temporales inferiores Grueso molar infecioe permanente Carkinos Incisivos permanentes inferiores Fic, 56, RADIOGRAFIA POSTERIOR DE CRANEO EN NIRO DE 5 AROS. 58 TRATADO DE ANATOMIA HUMANA n sobre. las masas laterales por medio de su borde superior, y_presen- tana cara interna convexa, mientras la externa es eéneava, Su borde inferior, en eam- bio, es libre en las fosas nasales, Il borde fijo del cornete medio se prolonga més alld de las mases laterales del etmoides, artietiléidose por delante. con la cresta turbinal su- perior de la ‘aseendente del maxilar superior y_por_detrés con la eresta turbinal superior del palatino, El cornete superior, en cambio, se une por su extremidad anterior ala parte media del borde adherente del cornete medio, en tanto que su extremidad posterior termina en el Imite posterior de las masas laterales. ‘Més arriba del cornete superior se encuentran, a veces, otros dos pequefios cornetes. Uno, lamado_cornéte de Santorini, es més_eonstantey, cuando existen” ambos, Liming perpendicular Lémina cribosa Coenete medio Apstisis ‘unciforme FIG. 57. ETMOIDES, CARA INFERIOR, es mayor que el otro. Este, cuando existe, esté situado cerea de la limina horizontal y Tecibe el nombre de cornete de Zuckerkandl. Las caras externas de los cornetes y las internas de las masas laterales limitan unos espacios lamados meatos: superior y medio, Estos presentan en su pared externa, 0 sea Ja interna de da tase lateral, diversos orificios por donde Jas celdillas etmoidales eomu- nican con las fosas nasales. De Ja _parte anterior del meato medio se desprende una lé- mina delgada o apéfisis waciforme, que se divige hacia abajo y atrés, atravesando el ori- fieio del seno maxilar. En su terminacién se bifurea en dos laminas: una inferior, se ar- tiewla con la apéfisis etmoidal del cornete inferior, y la otra, superior, se articula eon el horde de la abertura del seno mencionado. De esta manera, divide el orificio del seno maxilar en tres orificios seeundarios, En el meato medio y por detrés de la apéfisis unciforme se aprecia un levanta- miento que corresponde a une celdilla etmoidal constante, Hamado bula etmoidal. Estructura, Esta formado el etmoides por laminas muy delgadas de tejido com- paeto, que en las masas laterales circunscriben las eeldillas 0 semiceldillas, y solamente en Ja apéfisis erista galli se eneuentra una pequefia cantidad de tejido esponjoso. HUESOS DE LA CABEZA 59 Osificacin, Bxisten dos eontros para las masas laterales, los cuales aparecen hacia log cuatro meses de vida intrauterina; otros dos centros situados cerea de 1a base de la Cornete medio Cara inferior Apétisis unciforme FIG, 58, BTMOIDES, CARA EXTERNA. apéfisis erista galli originan las lminas vertical y horizontal. Estos iltimos se inieian después del primer afio de vide. ESFENOIDES 272 7 Es un hueso impar eolocado en la parte media y anterior de la base del erdneo, por detrds del etmoides y del frontal y delante del occipital. Lateralmente, limita con los huesos temporales, aunque est situado algo més adelante que ellos. Posee_un_¢ que ceupa la parte central y tiene forma més o menos: ettbica, De € parten, | Superticie attieular para el fontel Apétisis clinoides anterior Pequefie. Vagum Proce \ Tice exfebotal eoneidal “ge | 7 Canal | <éptice Paawleco redondo mayor Aguiero oval Agujero redondo Borde exteeno_g ide as alos mayores Borde superior Foss '/ Ants Esping de la témina fata clinoides sfenoidat —Cuadeiltera potterfor FIG, 59. ESFENOIDES, CARA SUPERIOR. Jados, euatro apéfisis simétricamente colocadas por pares y llamada pequefias y grandes “alas; otras dos, dirigidas hacia abajo, reciben el nombre de apd ides 60 TRATADO DE ANATOMIA HUMANA Cuerpo del esfenoides, Cara superior. Presenta en la parte anterior de la linea me- dia una cresta, le que en el eréneo articuladd se contintia con el borde posterior de la apéfisis crista galli, Esta cresta termina anteriormente a favor de una prolongacién sea llamada proceso etmoidal del esfenoides, porque se articula con el etmoides, A los lados de la cresta existe una superficie lisa, algo céncava transversalmente, que se prolonga en Cora orbitaria de las alas ma- ‘yores Proceso etmoidal Caca temporal del ala mayor “Cretta esfenotemporal Cara cigométioa del ala mayor Asti Aguiero opal 0 Aguijero cedondo menor- FIG. 60. ESFENOIDES, CARA INFERIOR. el créneo articulado con el canal olfativo; esta superficie o jugum_esfenoidal presenta anteriormente un borde transversal que se articule con la Lamina horizontal del etmoides, Por detrés del jugum se observa un eanal transversal o canal éptico, que sirve para alojar el quiasmia ‘de los nervios Spticos y se termina a cada lado en los agujeros épticos, abier- tos en la base de las pequefias alas. (Fig. 59.) El borde posterior del canal dptico es una eresta transversal que ostenta en su parte media el tubéroulo pituitario y sirve de limite anterior a la fosa pituitaria o silla turea, donde se aloja la gléndula pituitaria o hipéfisis. A los lados de la fosa pituitaria, en el Oritieio 3 4 Proceso del sen0 Apindice xitoide “ermotdal —esfenoidal Ales menoces Semete esfenoidal y Liss \ Sup. orbitaria de as alas mayores Aguiero redondo mayor Conducto vidieno Espina esfenoidal Apéfisis pterigoides Ala externa Cresta anterior del cuerpo Pico o rostrum Apétisis vaginal 2. Cresta inf. del esfenoides Ala interna FIG. 61, ESRENOIDES, CARA ANTERIOR. Iugar donde las grandes alas se unen con el cuerpo, existe un canal anteroposterior, Ila- mado canal carotideo 0 canal del seno cavernoso, HUESOS DE LA CABEZA 6 La silla turea leva por detrés la lémina cwadrildtera a manera de respaldo. Dicha lamina presenta una cara posterior, inclinada hacia abajo y atrés, que se contintia con el canal basilar, y otra cara anterior, que forma el respaldo de Ja silla turea. Su borde supe- rior termina a los lados en un tubéreulo 0 apéfisis clinoides posterior. El borde inferior se confunde con el hueso y los laterales presentan dos escotaduras: una superior, por donde pasa el nervio motor ocular comin, y otra inferior, en relacién con el seno petroso inferior; en medio de ellas existe, a menudo, otra pequefia para el motor ocular externo, (Fig. 59.) Cara inferior. Lleva en la iinea media la cresta esfenoidal inferior, muy saliente en su parte delantera, donde se contintia con la cresta esfenoidal anterior, formando el pico del esfenoides, La eresta inferior se articula eon el borde superior del vémer que tiene forma de angulo diedro y se constituye asf el canal esfenovomeriano medio, comprendido entre la eresta y el fondo del canal vomeriano. A los lados de la eresta inferior existen unas superficies lisas, de forma triangular con base interna, que forman la parte més ‘Apétisis clinoides posterior Agujero?” Apéttis clioides entetior | épiite, Hendiduca efnoiéal 9 % "ane | Line yy Cara interna ee Sitate mayor © suadeildtera Agujero Corte de fa apétitis basilar ‘Ala externa Espina de Civinint ‘Ala interna Espina tubacia Gancho del ala interna FIG, 62, ESFENOIDES, CARA POSTERIOR. posterior del techo de las fosas nasales. Mas hacia afuera se desprenden hacia abajo las apétisis pterigoides. (Fig. 60.) Cara anterior. Forma parte de la béveda de las fosas nasales y esté lin ‘iba por el borde anterior de la lamina horizontal o proceso etmoidal, que se arti- eula con la lamina cribosa del etmoides. En la linea media presenta la oresta esfenoidal anterior que va a articularse eon el borde posterior de la lamina perpendicular del et- moides. A los lados de la cresta se observan un eanal vertical, que leva el orifi por donde se abren los senos esfenoidates, ¥ mas afueta las semiceldillas esfenoidales, las cua es en el rineo artieulado se completan con las semiceldillas etmoidales posteriores, for- mando las celdillas esfenoetmoidales. (Fig. 61.) Cara posterior. Es una superficie de forma més o menos rectangular, soldada tan {ntimamente con la apéfisis bastlar del occipital, que en el adulto solamenté se puede lo. grar la sepatacién por medio de un eorte de sierra. (Fig. 62.) Caras laterales. Dela parte superoanterior tiacen las pequefias alas, eireunseribion- do el agujero dptico, como expansiones laterales del jugum; més abajo, a todo lo ancho del cuerpo, se originan las grandes alas, por debajo de un canal lamado canal cavernoso © canal carotideo. (Fig. 63.) ___ El espacio comprendido entre las bases de las alas mayores y menores forma la parte interna de la hendidura esfenoidal. Pequefias alas o apéfisis de Ingrassias. Tienen forma triangular, eon base interna ¥ vértiee externo, Situadas horizontalmente, nacen por dos rafees: una superior, aplana- Oy TRATADO DE ANATOMIA HUMANA da de arriba abajo, y otra posteroinferior, rodeando entre ambas el agujero dptico, por donde pasan el nervio éptico y la arteria oftélmiea, Su eara superior forma parte de Ia base del erineo, en tanto que la inferior entra en la constitucién de la parte mas poste- rior del techo de les érbitas, El borde anterior se articula con la poreién horizontal del frontal. El posterior es delgado por. fuera y grueso por’dentro; aqui forma, al terminar, un saliente denominado apéfisis clinoides anierior; el vértice externo, muy afilado, so co- noee con el nombre de apéndice sifoide o ensiforme, Grandes alas. Poseen una cara superointerna 0 endocraneana, otra inferoexterna ‘0 exooraneana y dos bordes, uno externo y otto interno, La cara endocraneana esiévuelta hacia arriba y atrés, es eéneava y presenta en su parte interna o base varios orificios, ‘El anterior, situado cerea de la hendidura esfenoi- Gal, se lama agujero redondo mayor y da paso al nervio maxilar superior.

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