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‘Sobre el modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. n SOBRE EL MODO DE REPRODUCCION EN SOCIEDADES PRE-TRIBALES (*) ABOUT THE REPRODUCTION MODE IN PRE-TRIBAL SOCIETIES Luis F. BATE y Alejandro TERRAZAS, Escuela Nacional de Antropologia ¢ Historia (México D.F. México) Resumen En este trabajo se presentan algunas ideas sobre los aspectos concretos de la relacién de tun sistema social con su historia demografica, asi como de las condiciones de su ecosistems. Para ello se indican algunas variables relacionadas con el modo de reproduccién. Se sefalan las relaciones entre modo de produccién y modo de reproduccién en sociedades cazadoras- recolectoras pretribales. Palabras claves: Sociedad cazadora-recolectora, modo de produccién, modo de reproduccién Abstract In this paper we offer some ideas about the specific aspects of the relation between a social system with its demographic history, so much as with the conditions of the ecosystem, For that purpose some variables related to the reproduction mode are showed. The relations between a reproduction mode and a reproduction mode in pre-tribal hunter-gatherers societies are underlined. Key Words: hunter-gathered society, production mode, reproduction mode. Sumario: 1. Hacia la conceptualizaci6n del modo de reproduccidn. 1.1. La reproduccién bioldgica. 1.2. La reposicién cotidiana de la vida humana. 1.3. Relaciones entre los modos de produccién y reproduccién. 2. Particularidades de las sociedades pre-tribales. 3. Breve discusién de las implicaciones demograficas. 4. Algunas consideraciones sobre el poblamiento de América, 4.1, Pautas econémicas del modo de vida del llamado Paleoindio temprano, 4.2. Patrones poblacionales. 5, Notas. 6. Bibliografia. (*) Fecha de recepcién del articulo: 20-octubre-2003. Fecha de aceptacién del aticulo: 15-diciembre-2003 Revista Atlantica. Mediterrinea de Pretistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cidiz. Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. Segiin la eoria materialista, el factor decisivo en la historia es, en fin de cuentas, la produccién y reproduccién de la vida inmediata. Pero esta produccién y reproduccién son de dos clases. De una parte, la produccién de los medios de existencia, de productos alimenticios, de ropa, de vivienda y de los instrumentos que para producir todo eso se necesitan; de otra parte, 1a produccién del hombre mismo, la continuacién de la especie. Federico Engels(**) Resumen. La configuracién demogréfica de las sociedades de cazadores recolectores se ha utilizado tradicionalmente para explicar diferentes problemas de investigacién, como los referentes al poblamiento de América o el origen de la agricultura, Generalmente, se ha considerado que la demografia de los pueblos cazadores recolectores prehistoricos estaba directamente condicionada por factores ambientales, como la capacidad de carga del medio 0 los cambios climéticos, condiciones a las cuales los grupos humanos habrian debido adaptarse para sobrevivir. A pesar de que existen proposiciones tedricas que consideran variables sociales para explicar los patrones demogrificos de los pueblos némadas, por lo general se termina aduciendo condiciones ambientales como causas bisicas, desconociendo el potencial de la propia organizacién social concreta para modificar su propia estructura de poblacién, con relativa independencia de las condiciones del ambiente, En esta comunicacién se presentan algunas consideraciones sobre los aspectos concretos a través de los cuales un sistema social puede influir directamente en su historia demogrifica, asi como en las condiciones propias de su ecosistema. Para ello se in an algunas de las variables a través de las cuales estamos en proceso de formalizar el concepto de modo de reproduccién. Y se sefialan relaciones posibles entre el modo de produccién y el modo de reproduccién en sociedades de cazadores recolectores pre- tribales, derivando implicaciones que tendrian estas categorias en la conformacién de modelos sobre los primeros pobladores del continente. 1. Hacia Ia conceptualizacién del modo de reproduccién. El marxismo, como concepcién general de la realidad, a pesar de haberse desarrollado sobre una base esencialmente critica y deconstructiva', no ha escapado a la influencia de las condicionantes ideologicas de su época. Una de éstas es la ideologia machista” cuyo influjo se advierte en el descuido tedrico de algunas de las esferas imprescindiblemente importantes para 1a explicacién de la existencia social. Y que ha resultado en el ocultamiento -por desinterés en la reflexién, seguramente debido a negligencia involuntaria- del ambito doméstico y Rovista Atléntics-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologta Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cadiz. Sobre el modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 13 reproductivo, en la base del ser social, y de los reflejos afectivos en el campo de las superestructuras. No le faltan razones a Lonzi (1978), para acusar a Hegel, a Marx y a Freud de ser unos detestables machistas. Es Engels quien se ocupa, en E/ origen de la familia, la propiedad privada y el estado, del tema de las relaciones sociales que median la reproduccién biolégica de la especie humana y del rol fundamental que en ello juegan las mujeres” Pero el desarrollo ulterior del marxismo, salvo contadas excepciones, no prestd {a debida atencién a dicha problematica. Actualmente, estamos trabajando en un intento de formalizacion més adecuada del concepto de modo de reproduccién. Por ahora, nos limitaremos a sefialar algunas de las variables a considerar y algunas de las particularidades que presentarian, en éste aspecto, las sociedades pre-tribales. ‘Los conceptos de modo de produccién y modo de reproduccién se refieren a las pricticas y relaciones sociales que integran lo que se ha denominado infraestructura de la sociedad 0 la base material del ser social. Permiten la distincién analitica de los ambitos de relaciones sociales que organizan la reproduccién econémica de las condiciones materiales de la vida humana y las formas de su reproduccién bio-social. En la realidad, estén necesariamente imbricadas entre si, asi como con las instancias superestructurales de la sicologia social y la institucionalidad, conformando una totalidad dinémica concebida como formacién social’ El concepto de modo de reproducciin se refiere al sistema de relaciones sociales y actividades que median y realizan la reproduccién biolégica de la especie y la reposicién cotidiana de la vida humana, La formalizacién tedrica del concepto requiere de la consideracién critica de los aportes tealizados por diversos autores en tomo al tema y de integrarlos en una concepcién que permita acceder a la explicacién de estos aspectos de la estructura de los procesos sociales. Entre ellos, por ejemplo, los conceptos de sistema de parentesco 0 demogyafia en diversos autores, las distinciones entre parentesco y filiacién o patrones de residencia y movilidad (Meillassoux), red minima de apareamientos (Wobst) 0 closed connubium (Williams, Gilman), Igualmente conceptos como el de unidad doméstica (Sarmiento, Sanoja y Vargas o Sablins), produccién de ‘mantenimiento (Castro et al., Sanahuja) y otros. 1.1. La reproduccién biolégica. Una de las caracteristicas distintivas de la reproduccién bio\égica de la especie humana, es que ésta se encuentra mediada por relaciones sociales objetivas las que, a su vez, son reflejadas de diversas maneras en la conciencia social y en los sistemas de valores y, en parte, Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cadiz Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, ¥, 2002. reforzadas a través practicas institucionales®. Desde la tradicién antropolégica se ha supuesta que los sistemas o estructuras de parentesco conformarian las relaciones que organizan la reproduccién humana. Como observa Meillassoux. Todo el problema de la reproduccién esta contenido, en la etnologia clisica, en la teoria del parentesco. (1977: 23) Pero, como el mismo autor ha sefialado, “dos andlisis te6ricos relativos a la etnologia eran muy elementales como para hacer una distincién entre las distintas formas de relaciones expresadas por lo que se denominaba "consanguinidad". De hecho esta distincién ain esti por hacerse en lo que conciemne al "parentesco”, y en las paginas que siguen trataré de demostrar de qué manera persisie la confusién en lo referente a la naturaleza de las relaciones sociales agrupadas en esta categoria. (idem: 22)”. De hecho, es a Meillasoux a quien debemos las importantes distinciones conceptuales entre adhesién productive y parentesco, acoplamiento y filiacién, residencia y movilidad. ‘Veamos la primera distincién en sus palabras: Es flagrante 1a confusién entre dos relaciones distintas: la de adhesién y la de parentesco. En la horda® la condicién de un individuo depende de las relaciones voluntarias, precarias y reversibles, que contraiga en los limites temporales de su participacién efectiva en las actividades comunes. Las relaciones de parentesco, por el contrario, son impuestas por el nacimiento, son de por vida, estatutarias e intangibles, y es a partir de ellas que se define la posicién del individuo en las relaciones de produccién y de reproduccién. En el primer caso, la sociedad se reconstruye incesantemente a partir del libre movimiento de los individuos entre las células constitutivas de la sociedad; en el segundo los individuos estin sometidos a las normas establecidas de la reproduccién social, en el limite de su grupo de origen. En uno la pertenencia social permanece individual, mientras que en el otro se comunica de generacién en generacién (0b. cit... 34, cursivas nuestras) Por lo tanto, las relaciones de adhesién se refieren a los vinculos que posibilitan las relaciones laborales, de produccién econémica, mientras que el parentesco permite ubicar a los individuos en un esquema genealégico que sirve de referencia para normar la reproducci Pero que también puede constituir el marco de referencia para el establecimiento de relaciones. de adhesin, Donde lo que no deberia confundirse es el diverso contenido de relaciones sociales {que puede ser representado bajo los sistemas de parentesco. Por otro lado, nuestro autor distingue las normas de acoplamiento de las normas de Jiliacién. Donde las primeras definen los apareamientos posibles. La filiacién, en cambio, Revista Atléntica-Mediterrinea de Prebistoria y Arqueologéa Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cadiz, ‘Sobre el modo de reproducctén en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 1s define el destino de la descendencia, es decir, a qué grupos serin asignados los hijos que resulten de los apareamientos. Aclarando que Es cierto que el parentesco regla también el acoplamiento con referencia a la posicién de los individuos en un cuadro genealégico, pero lo inverso no es verdad. Las normas que sélo rigen el acoplamiento, cuando cxisten, se satisfacen con cuadros referenciales mas simples, los que permiten reconocer de una generacién a otra las posibles parejas, sin intervenir en el destino de la descendencia. (ob. cit.... 37) En cuanto a la filiacién, la colocacion de la descendencia estaria normada por: 4) las reglas de descendencia (matrilinealidad, patrilinealidad, descendencia paralela) y ») las reglas de residencia de los cényuges (patrilocal, matrilocal, avunculocal) y de los hijos. Haciendo notar Meillassoux que este vocabulario de la etnologia clésica: “se tefiere totalmente a sociedades de parentesco en las cuales las relaciones de filiacin son institucionalizadas y genealdgicas. Tienen un contenido mas juridico que funcional. La generalizacién de su empleo 2 todas las formas de organizacién social crea la confusién.(pig. 43, ccursivas nuestras)” Cabe acd hacer algunas precisiones. Al referirse a la “comunidad doméstica", Meillassoux critica acertadamente a Sahlins el hecho de que, en su Economia de la Edad de Piedra, el concepto de "modo de produccién" doméstico "se aplica tanto a la economia de los cazadores recolectores como a la de los pescadores, pastores o agricultores" (pag. 19). ¥ critica tanto al funcionalismo como al estructuralismo el no ofrecer los medios teéricos para diferenciar dos modos de organizacién social distintos, uno donde domina la adhesién y otro la filiacién; (pég.39) Agregando mas adelante que: Jas familias tienden a aliarse mediante relaciones de adhesin cuando caza es el elemento estructurante; mediante relaciones matrimoniales ‘cuando domina la agricultura. (pig. 47)” Més adelante discutiremos 12 distincién que hace entre comunidades cazadoras recolectoras y comunidades agrarias en términos econémicos. Lo que importa, por ahora, es que fundamenta el hecho de por qué en las primeras predominan las relaciones de adhesin laboral y en las segundas el parentesco, con énfasis en la filiacién como asignacién de la descendencia. De ahi que propone un criterio mas generalizable que las categorias propias de las sociedades agricolas -que la antropologia generalizaria abusivamente- introduciendo el concepto de movilidad: Revista Atlética-Mediterrinea de Prehistriay Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Chdiz. Luis Felipe Bate y Alejaniro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. “A un nivel estrictamente funcional e independientemente de las reglas de filiacién 0 de residencia, se establecen dos formas de movilidad de los adultos piberes (que muchas veces son también normas, en razén de su relativa incompatibilidsd), dos formas de movilidad previas 2 las relaciones de filiacién y cuyas implicaciones demogrificas, sociales. y politicas, me parecen decisivas.[..] La movilidad, segiin sea masculina o fermenina, tiene efectos pricticos y l6gicos sobre la residencia y la filiaciin... (pig. 44)”. Distingue asi sistemas ginecoestaticos y ginecoméviles, segin si las mujeres procrean ‘en su grupo de origen o fuera de él, en una comunidad aliada. El efecto practico es que el sginecoestatismo tenderé a la matrilocalidad y matrilinealidad y la movilidad femenina tendera a la patrilocalidad y patrilinealidad. Donde el primero es menos eficiente en la correccién de los accidentes que ponen en riesgo la reproduccién de las unidades sociales demogrificamente reducidas. Dejamos hasta acd, por ahora, las distinciones conceptuales que introduce Meillassoux y que tendrin importantes impticaciones en la explicacién de los procesos de reproduccién en sociedades con distintos tipos de economia, si bien luego se centraré en el andlisis de las sociedades agricolas. Por nuestra parte, queremos enfatizar una distincién que también se ha hecho en la antropologia, entre el "parentesco clasificatorio" -considerado por algunos autores (como Service) como una forma de "parentesco politico": y lo que se ha llamado parentesco “consanguineo. Proponemos que el parentesco clasificatorio, junto con otros arreglos estructurales (como los sistemas de mitades u otras formas de afinidad) constituyen, en las sociedades preclasistas, la forma como se representan las relaciones sociales de produccién. En éste sentido, su contenido real son bésicamente las relaciones de adhesién. Pero también, como representacién superestructural valorativa de las relaciones sociales, permite definir normas de apareamiento y filiacion Esta equiparacién analégica, en la representacién superestructural, de dos clases diferentes de vinculos sociales (las relaciones de ptoduccién y reproduccién) se funda en la prictica cotidiana del ser social: en la medida en que las unidades bisicas de reproduccién tienden a coincidir con las unidades domésticas -entendidas como unidades de produccién y consumo-, son ficilmente asociables en la inmediatez de la conciencia habitual. En cada sociedad puede haber diversos grados de conciencia sobre la diferencia de contenidos atribuidos a los términos del parentesco’. Por otro lado, usaremos el concepto de parentesco genético para referimos a los vinculos bio-sociales resultantes de las relaciones reales de acoplamiento y filiacién, con independencia de cémo sean reflejadas en la conciencia social 0 normadas por el sistema de valores, En consecuencia, el parentesco genético constituiria la base real del denominado Revista Atlintca-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cadiz. Sobre el modo de repraduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002, v7 parentesco “consanguineo", que supone nexos sociales dados por los vinculos biolégicos que requiere la reproduccién. Y el cual, planteado claramente, no esta determinado por los ancestros genealdgicos sino, més bien, éstos pueden adquirir vinculos sociales a través de los apareamientos y distribucién de su descendencia’. Lo cual requeriré de precisar el uso de los términos de patrones de acoplamiento y filiaci6n para referimos a la existencia real de tales relaciones, distinguiéndolas de las normas 0 reglas de apareamiento y filiacién. Donde éstas pueden guardar grados variables de correspondencia con los patrones reales e incidir, también en diversa medida, en el condicionamiento normativo de su realizacién. Sin olvidar que, en buena medida, tales normas se realizan de acuerdo a los patrones reales de movilidad. Desde el punto de vista tesrico, éstas distinciones son necesarias y, desde el punto de vista préctico de la javestigacién, es afortunado el hecho de que el prometedor desarrollo de técnicas de investigacién genética, ain incipientes, apunta a convertirse en una excelente fuente de informaciones acerca del parentesco genético y de los patrones reales de movilidad, apareamiento y colocacién de la descendencia, Las cuales no son tan afectadas por las concepciones subjetivas de los "informantes" arregladas, a su vez, por las preconcepciones de los investigadores, como ha ocurrido con la teorfa del parentesco en la etnologia o antropologia’. Otro concepto importante a tener en cuenta es el de red minima de apareamientos, acufiado por Wobst (1974) y que se refiere al ndmero minimo de individuos que deberian integrar una poblacién de supervivencia viable y que, en su caso, establece en 519", Por su parte Williams ha usado el término de closed connubium, para referirse a la red de apareamientos, proponiendo que ésta fluctuaria entre un mimero minimo de 210 y hasta 1275 individuos, con una media de 600, constituida por "bandas minimas” que fluctuarfan entre 25 y 75 integrantes". Desde luego, hay que tomar en cuenta las redes reales de apareamiento y no s6lo la minima potencialmente viable, No obstante, éste ultimo concepto tiene importancia para evaluar las posibilidades reales de desplazamiento en los procesos de poblamiento, dado que es necesario tomar en cuenta que la viabilidad de las nuevas ocupaciones dependerd de mantener una “retaguardia” que permita sobrevivir a los grupos de poblaciones exploradoras 0 colonizadoras. Con éstos elementos podemos definir la estructura de la poblacién, que es una estructura dinamica multideterminada por: 2) El parentesco genético y los patrones de movilidad, apareamiento y filiacién b) Los mecanismos sociales de control demogrifico -que siempre son ejercidos sobre Revista Allintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cz 18 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. la eapacidad reproductiva de las mujeres- en dos sentidos bésicos. Presionndolas hacia los embarazos y partos miiltiples, con la consecuente sobrecarga de estrés y desgaste fisico que cllo implica, sumado al trabajo adicional que conlleva el cuidado de los infantes que Megan o sobreviven al destete. Esto, cuando la sociedad 0 algunos grupos sociales estin interesados en la elevacién de la poblacién, al menos, del grupo social al que pertenecen las madres potenciales 0 reales. ©, cuando se busce frenar el aumento poblacional, a través de los miltiples mecanismos restrictivos de sus capacidades reproductives. Que pueden ir desde el descuido alimentario y sanitario de las hembras encintas 0 los abortos directos, hasta el infanticidio femenino (Ver Harris y Ross 1987), Estas pricticas sociales pueden operar, con diferentes efectos, antes, durante 9 después del periodo que va entre la concepcién y el alumbramiento, ‘como veremos, Llamaremos covfiguracién demografica a \a manifestacién fenoménica de la estructura de la poblacién, que generalmente es descrita a través de cuadros demogrificos referidos a variables como Ia poblacién total, natalidad, morbilidad y mortalidad, fertilidad y fecundidad, distribuci6n etaria y/o por texos, etc. 1.2. La reposicién cotidiana de Ia vida humana. La conservacién de la vida humana requiere de la realizacién de diversas actividades ciclicas que resuelven necesidades de diversos grades de urgencia vital y que permiten el ‘mantenimiento de la vida”. Se trata de la satisfaccién de necesidades tanto bioiégicas como sicolégicas y sociales. Entre ellas contamos la alimentaciém, higiene, proteccién del clima (pluviosidad y temperaturas), adoro personal, manejo de los afectos, diversion y uso del tiempo libre 0 conservacién de Ia salud. Tales actividades satisfacen necesidades inmediatas 0 de mediano plazo™. Pero también hay necesidades que se resuelven a largo plazo y que exigen una diversidad de actividades cotidianas. Tal es el caso de la socializacién de los infantes, que se inicin desde el nacimiento y esté orientada a la producciém de individuos socialmente habilitados'*. 1.3, Relaciones entre los modes de produccién y reproduecién. Estos dos dmbitos de la vida social, como todos, estén en estrecha interaccién & interpenetracién. Por lo pronto, todas las actividades que permiten la reposicién de la vida implican necesariamente la actividad econémica del consumo: se consumen tanto productos Revista Atléntica-Moditerinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002. 11-41 Universidad de Chdiz. Sobre el modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 19 como trabajo vivo. Los alimentos, vestimentas, adornos 0 medicinas, son productos que contienen trabajo pasado, No obstante, los trabajos de aseo, atencién de los enfermos, cuidado y socializacion de los infantes son actividades en que el satisfactor de las necesidades es el trabajo mismo, como trabajo vivo. También son productos los instrumentos que se usan (consumen) en el desarrollo de tales actividades como ollas, escobas mandil. Pero es importante hacer una distincién analitica basica: quienes realizan los trabajos que, como tales, constituyen satisfactores de necesidades, estén realizando con ello su participacién en el proceso productivo, articulados bajo un sistema de relaciones sociales de produccién. Aunque acé no tendremos espacio para comentarlos en detalle, recomendamos el articulo de Castro et allii (1998) y también el libro de Sanahuja (2002) en que se hace la distincién de tres tipos de produccién social: a) la produccién bisica o de cuerpos (reproduccién biolégica) b) _produccién de objetos ©) a produccién de mantenimiento. Aunque no incluimos a la reproduccién biolégica bajo el concepto de modo de produccién ni compartimos de manera exacta la caracterizacién de las producciones, nos parece importante la distincién explicita entre estos tipos de produccién, en la medida en que -como observara uno de los autores (P. Castro, com. pers)- Ia intencién es "desocultar" actividades y relaciones sociales que han sido negligentemente descuidadas en su teorizacién, por razones ideolégicas que no son obvias para todos. En particular, distinguir la produccién de mantenimiento, donde el trabajo vivo es el satisfactor de necesidades. De alguna manera equivale a la produccién de "servicios" o "conductas de curaduria” en otros autores pero, en este caso, se plantea en el contexto de una conceptualizacién mis general, En otto lugar hemos definido a las unidades domésticas como unidades bésicas de produccién y consumo, actividades econémicas que integran el modo de produccién. Por otto lado, tambi esto es, la reproduccién biolégica y la reposicién de la vida. A éstas las denominaremos unidades de reproduccién'*. se constituyen unidades sociales orientadas a institucionalizar la reproduccién, En las formaciones sociales pre-clasistas tienden a coincidir en diversos grados, por razones econémicas, la unidad doméstica con la unidad basica de reproduccién. No obstante, no deben ser confundidas, de la misma manera que no deben confundirse las relaciones de Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cadiz, 20 Luis Felipe Bate y Algjandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. adhesién (en el sentido de Meillassoux) con las relaciones reproductivas. La unidad domeéstica puede integrar miembros que participan de la divisién doméstica del trabajo, pero no integran la unidad de reproduccién. De! mismo modo, algunos miembros de la unidad de reproduccién pueden habitar y/o trabajar fuera de la unidad doméstica'®. Por iltimo, se notard que hemos insistido en distinguir las relaciones y actividades reales que se establecen y desarrollan en la prictica del ser social, respecto a sus reflejos o institucionalizacién superestructurales. No obstante, ello no significa, ni mucho menos, desestimar el papel que las superestructuras juegan en la causalidad social objetiva. En este sentido, son precisamente los sistemas de valores los que operan, normando los comportamientos, en la orientacién que adquiere la estructuracién de las relaciones sociales reales. Y la institucionalidad, a través de mecanismos organizativos y coercitivos tiende a reforzar las actividades y practicas reales que no son precisamente espontaneas y, en su forma, poco tienen de “naturales” 2. Particularidades de las sociedades pre-tribales Seré necesario comenzar aclarando qué entendemos por sociedades pre-tribales. La mayorfa de los autores clasifica a los cazadores recolectores como un tipo generalizado de sociedad (la "sociedad de bandas") que, en sentido evolutivo, habria precedido a las sociedades tribales, productoras de alimentos. Pocos autores, como Testart (1982 a y b), sostienen con claridad que no todos los cazadores recolectores corresponden a un mismo tipo de sociedad. Y establece una diferencia entre némades sin almacenamiento y sedentarios 0 semisedentarios con almacenamiento””. Para nosotros, todas las sociedades pre-tril (captura y recolecci6n), pero no todos los cazadores recolectores son pre-tribales. También hay ibales se basan en una economia apropiadora sociedades tribales cazadoras recolectoras. La diferencia bisica estriba, en nuestra opinién, en el contenido de las relaciones de propiedad. Las relaciones fundamentales de produccién -que cualifican y distinguen al modo de produccién- en las sociedades pretribales se caracterizan porque la propiedad es colectiva y se establece sobre la fuerza de trabajo y los instrumentos de trabajo y se realiza bajo formas particulares o individuales de posesién. Pero lo distintivo es que ain no se ha establecido la propiedad sobre los objetos naturales de produccién, en tanto existe una disponibilidad natural de los mismos. Sélo existe la posesién consensual del los territorios de apropiacién. En la sociedad tribal, en cambio, la apropiacién de la naturaleza no es sélo un resultado del proceso productivo, sino una condicién necesaria para su reslizacion. Por lo cual se establece histéricamente la propiedad (la capacidad social de disponer) sobre los objetos naturales de trabajo. La cual bajo forma colectiva, se agrega a la propiedad sobre Revista Atlantica. Mediterrénea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002,, 11-41 Universidad de Cédiz. Sobre e! modo de reproduccién en sociedades pretribales, RAMPAS, V, 7002. 21 instrumentos y fuerza de trabajo, Que es lo que caracteriza, al igual que a las comunidades agrarias 0 pastoriles, a las sociedades de cazadores recolectores tribales. Lo cual conlleva la necesidad de crecer demogrificamente y generar una estructura social capaz de hacer efectiva Ia defensa de los medios de produccién de la comunidad'*. Estimamos que esta distincién es necesaria, por cuanto implica el desarrollo de configuraciones demogrificas diferentes, condicionadas por una diferente articulacién de las relaciones de produccién y de reproduccién. Y nos plantea abiertamente el problema de que es probable que buena parte de las generalizaciones realizadas a partir de investigaciones empiricas sobre sociedades "cazadoras recolectoras” 0 "sociedades de bandas" en general, no serin validas ni para las formaciones sociales pre-tribales ni para las tribales'®, ya que estarian basindose en una media tedrica. Lo mismo ocurriria con las teorizaciones generales que no contemplan esta distincién. Sin ‘embargo, nuestra distincién no se basa en las diferencias entre dos extremos de un continuum, ya que supone la mediacién de un salto cualitativo. Ademés, si consideramos que entre las sociedades tribales la base tecnoeconémica fundamental condiciona modos de vida diferentes, ¢s previsible que las estructuras de poblacién de las comunidades cazadoras recolectoras, pastoriles, 0 cultivadoras de vastagos o de semillas” puedan ser diferentes. Es pertinente esta aclaracién, por cuanto varios de los autores que han hecho aportes a la conceptualizacién de la reproduccién, no hacen esta distincién o la establecen de acuerdo a otras variables. De alguna manera, ha prevalecido la idea de que todas las sociedades cazadoras, ms "simples" 0 més "complejas", habrian antecedido, en términos evolutivos, a las sociedades tribales. Donde éstas éltimas se desarrollarian sobre una base agraria. Coincidiendo, mas o menos aproximadamente, con la propuesta general de Service (1962) En el caso de Meillassoux, usa el término de "hordas” para referirse a las sociedades cazadoras recolectoras y las distingue de las “comunidades domésticas", basadas en la produccién agroartesanal”'. Habria que pensar que algunas de las caracteristicas del papel del parentesco que atribuye a las comunidades domésticas agrarias, podrian darse también entre cazadores recolectores tribales. Otros autores, como Wobst o Williams tampoco hacen distinciones en la caracterizacién general de las sociedades cazadoras recolectoras. Sahlins no hace distinciones ni entre éstas y las comunidades agropecuarias. Y Godelier (1974) tiene razon cuando critica la imprecisién e indeterminacién histérica del concepto de sribu entre los neoevolucionistas. Nuestra distincién difiere también de Ia de Testart quien establece una primera diferencia entre cazadores recolectores némades sin almacenamiento y sedentarios o semisedentarios con almacenamiento. Que luego explica en términos de diferentes relaciones Revista Atlintica-Mediterrénea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cadiz. 2 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, F, 2002. sociales de produccién a las que, sin embargo, no caracteriza sobre la base de los contenidos y formas de la propiedad, sino a través de las relaciones de distribucién. Donde los ultimos conformarian ya una sociedad clasista, reservando sélo para los primeros el concepto de comunismo primitivo. Por lo pronto, es perfectamente posible que una comunidad de cazadores recolectores tribalizados no requiera de realizar la gran inversién que implica la conservacién para el almacenamiento, si es que su economia no depende de las migraciones estacionales en grandes cantidades de especies marinas o terrestres, como ocurre en las altas latitudes del hemisferio norte”. Es nuestra opinién la de que la primera sociedad tribal, aldeana, con muy buena cerdmica, textileria de telar y agricultura incipiente en Sudamérica -que conocemos como la "cultura Valdivia" de Ecuador- no requeria gran inversién de fuerza de trabajo en la preservacién y almacenamiento de alimentos, en la medida en que habia una disponibilidad permanente de especies marinas. El mar era un verdadero “almacén viviente" (livestock) del cual se podian obtener presas frescas en cualquier época del afio, Desconcertante en la obra de Testart es su interpretacién de Ia divisién sexual del trabajo (1986). Su planteamiento esta mucho mas alld de las interpretaciones usuales basadas en las restricciones del embarazo y la lactancia como condicionantes de las actividades femeninas, las cuales analiza y refuta una por una. Lo insdlito es que su interpretacién se apoya en la hipotética existencia™* de un mito generalizado entre los cazadores recolectores que estableceria una interdiccién entre la sangre menstrual y la sangre escurriente de ‘as presas de caza, que despliega en una serie de complejas y (aparentemente) légicas implicaciones. El problema elemental consistirfa en explicar por qué se generalizaria tal mito entre todas las sociedades cazadoras, sin distinciones de modo de produccién. Cuestién que Testart no cuestiona, relegando lamentablemente su muy elsborada teoria a un idealismo bésico e innecesario. Ahora bien, sobre la articulacién entre las relaciones de produccién y reproduccién, Estévez y Vila (1998) plantean una interesante propuesta en cuanto a que la contradiccién fundamental del modo de produccién cazador recolector™, se estableceria entre las relaciones sociales de produccién y las relaciones sociales de reproduccién, El argumento se basa en la consideracién de que si, en efecto, a) las relaciones de produccién -que se manifiestan en la esfera del intereambio como relaciones de reciprocidad- se corresponden con la necesidad de resolver la precariedad estructural de las fuerzas productivas. Y si ) tal precariedad obedece a Ia falta de control directo de ls reproduccién de las especies biolégicas basicas para la alimentacién; los ciclos produccién-consumo son breves y no interrumpibles; no hay preservacién ni almacenamiento de alimentos; se desarrollan estrategias econémicas que limitan la sobreexplotacién de los recursos. Revista Allintica-Mediterrénea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002., 11-81 Universidad de Cadiz. Sobre el modo de reproduecisn en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 23 Por lo cual la reciprocidad viene a resolver el riesgo previsible de carencias vitales pero, a su vez, genera mecanismos conservadores que mantienen la precariedad que Ja hace necesaria, Entonces una explosi6n demogrifica como la que caracteriza a la “revolucién neolitica” en los términos de Childe”*, habria sido causal necesaria de un cambio de las relaciones fundamentales de produccién. La propuesta de Estévez y Vila afirma que uno de los recursos sociales para mantener el modo de produccién, es generar un control de la reproducciér Asi, el hecho determinante es que el desarrollo de las fuerzas productivas (por un aumento de la fuerza de trabajo) no significa necesariamente la posibilidad de un mayor desarrollo social, sino que compromete las relaciones sociales de produccién y reproduccién. En general, las relaciones sociales de reproduccién, al estar en contradiccién con el desarrollo de las fuerzas productivas, tiende a frenarlo. (Estevez y Vila 1998: 195) De hecho, una condicién de existencia de las relaciones fundamentales de produccién de las formaciones pre-tribales es la mantencién de la reproduccién simple (no ampliada) de la poblacién. En otro lugar hemos considerado que” “.cespecto a las condiciones de existencia y de disolucién de este modo de produccién: éste existe mientras la disponibilided de recursos accesibles a la tecnologia de apropiacién permite ta subsistencia de la poblac‘én, Cuando las relaciones de reciprocidad se ven imposibilitadas de resolver una crisis debida a la agudizacién de la precariedad - ocasionada por un desequilibrio entre esos tres elementos generales del proceso productivo-, el modo de produccién cazador recolector (pre- tribal] entrard necesariamente en un proceso de cambio cualitative hacia la sociedad tribal. Aumento relativo importante de la poblacién, insuficiencia relativa de la tecnologia de apropiacién 0 disminucién dréstica de los recursos naturales de produccién, cualquiera sea el factor esencadenante, se conjugarén generando el proceso de transformacién social que es la revolucién tribal o "neolitica”. Ello supone otra condicién histérica, cual es la de la que las posibilidades de expansién territorial estin limitadas por la existencia de otras poblaciones vecinas, incapacitadas de permitir el acceso a las mismas sin entrar en una situacién similar. (Bate 1986; 29-30)” Esto significa que, en efecto, las sociedades apropiadoras pre-tribales tenderin a desarrollar un modo de reproduccién que permita limitar el crecimiento de la poblacién. Lo cual no ocurriria en los procesos de poblamiento, como cuando el continente americano ain constituia un ilimitado reservorio natural de recursos disponibles. Al contrario, una forma de ito demogrifico. Por lo tanto, el poblamiento de América debié presentar, al menos, dos fases generales de desarrollo en expansién territorial debié apoyarse precisamente en el cret cuanto a Ia estructura de poblacién: una primera dirigida al aumento demogrdfico y una Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueotogia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cédiz 24 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. segunda, orientada a disminuir ese crecimiento hasta restringirlo a un nivel de reproduccién simple, es decir, de mantencién de una configuracién demogrifica més 0 menos estable, Hay un otro punto que nos parece crucial en cuanto a la posibilidad de explicar las articulaciones reales entre relaciones de produccién y reproduccién en las comunidades primitivas y, en particular, en las pre-tribales. Tradicionalmente se ha supuesto que dichas formaciones sociales conforman comunidades en que se integran las relaciones econémicas y los sistemas de parentesco y reproduccién en un sistema unitario cerrado. ‘Al respecto, hemos sostenido la hipétesis de que as comunidades no son necesariamente sistemas cerrados (Bate 2001). Y esto quiere decir que las comunidades mantienen diversas esferas de relaciones en las que no necesariamente participan todos los ‘mismos individuos y que tampoco se desarrollan necesariamente en los mismos espacios. Asi por ejemplo, un nivel de integracién e interaccién social es el de las bandas que integran un sistema de complementaciin econémica (ver Bate 1986: 11-13)", Otro es el de las relaciones sociales de produccién que integran a una comunidad y que puede comprender a mas de un sistema de complementacién econémica, los que constituyen més bien una organizacion téenica de ta produccién. Por otro lado, tenemos al sistema de relaciones sociales de reproduccién, También podriamos considerar distintos circuitos de relaciones de intercambios. Para efectos del tema que avé nos interesa, nuestra hipétesis implica que los sistemas de elaciones de produccién y de reproduceién no tienen por qué coincidir entera y necesariamente, ni en cuanto a los individuos que los integran ni al espacio en que se desarrollan. Aunque, por supuesto, al menos parte de los grupos asi conformados deben coincidir. 3. Breve discusién de las implicaciones demogréficas. La mayoria de los estudios sobre la demografia de los grupos de cazadores-recolectores del pasado hace énfasis en el impacto del medio ambiente, en la disponibilidad de recursos, las variaciones climiticas y la capacidad de carga del ecosistema como principales factores que determinan el tamaio y composicién de la poblacién. Los estudios etnogréficos realizados en poblaciones cazadoras-recolectoras existentes en el siglo XX han permitido comprobar que estos grupos sociales muy rara vez llegan a aproximarse al limite de la capacidad de carga del medio en que viven. Este limite no esta determinado por las caracteristicas del ecosistema, sino por la forma como los grupos humanos se onganizan tecnolégica y econémicamente para su explotacién y transformacién. De esta manera, desde mucho antes de que una banda se acerque al limite de su capacidad de Revista Atléntica- Mediterines de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cédiz, ‘Sobre el modo de reproduccién.en sociedades pretribales, RAMPAS, ¥, 2002. 25 explotacién del medio, entran en juego diversos factores sociales de regulacién, como la fragmentacién del grupo para extenderse a nuevas dreas, el desarrollo de nuevas tecnologias de uso de los recursos, nuevas formas de organizacién social o la autorregulacién del tamafio y estructura de la poblacién por medio de la manipulacién de 1a tasa de natalidad y mortandad, principalmente de los recién nacidos, en el seno dei grupo reproductivo o poblacién biolégica™. La reproduccién biolégica de una poblacién depende de numerosos factores naturales que pueden dividirse en dos grupos. Los primeros se refieren a las condiciones ambientales: el lima, la geografia, la disponibilidad de agua, la composiciGn, diversidad y distribuci6n de la comunidad animal y vegetal, principalmente, Estos factores pueden ‘legar a constituir limites para el crecimiento de una poblacién, Sin embargo, si cualquier poblacién animal o vegetal dependiera de los limitantes ecolégicos para regular su poblacién, el sistema entero seria demasiado inestable, debido a que los factores limite solo operan cuando 1a poblacién ha rebasado, efectivamente, la capacidad de carga del medio, ocasionando una crisis ambiental. Las fluctuaciones importantes del medio, como sequias y otros cambios climéticos también conducen a situaciones de crisis, de modo que los factores ecolégicos dificilmente pueden considerarse como los principales determinantes del tama de una poblacién a Jo largo de su historia, aunque es posible que influyan por periodos muy especificos de tiempo en la composicién general de las comunidades ecolégicas. El segundo grupo de factores biolégicos se refiere a las caracteristicas reproductivas de los organismos mismos, se trata de variables como la capacidad potencial de reproduccién, el inicio de la vida reproductiva, los tiempos de embarazo y crianza de los vistagos, las caracteristicas de las parejas reproductivas, si son temporales permanentes, si el macho participa en los cuidados de la descendencia, la cantidad de hijos por alumbramiento, etc. En el caso de los seres humanos, durante el transcurso de la evolucién se han modelado Jas principales caracteristicas reproductivas de la especie. Esto ocurri6, originalmente en ambientes tropicales que han marcado muchas de nuestras caracteristicas biolégicas. La familia de los hominidos se originé en los bosques tropicales de Africa, en un periodo geolégico de mayor humedad y relativa estabilidad climética. En esos bosques existia una relativa abundancia de recursos alimenticios distribuidos de manera més 0 menos homogénea a lo largo del afio. Estas condiciones propiciaron el desarrollo de un patrén reproductivo cercano a la lamada “estrategia K”, de la teorfa de ecologia de poblaciones de Wilson y MacArthur (ver Gould 1977), en la que se muestra una tendencia a reducir el nimero de vastagos, teniendo un solo descendiente por parto, espaciando el tiempo entre partos y prolongando el perfodo de cuidados maternos (Infancia prolongada). Bajo estas condiciones, los principales factores limitantes biol6gicos del tamafio de una poblacién de hominidos son la duracién de la vida Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cadiz. 26 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. reproductiva de las hembras, la cantidad de hijos que pueden procrear en este perfodo y la capacidad del grupo para que la mayor cantidad posible de hijos lleguen a la edad adulta Las especies de primates que han evolucionado hacia el extremo de la estrategia K, como los gorilas, permanecen confinados en regiones limitadas y dispersos en grupos de tamafio reducido. Sin embargo. Los hominidos se extendieron por todo el mundo y la tasa de crecimiento demografico de cualquier grupo cazador-recolector es en general mas grande que la de cualquier otro grupo de primates. Esto se debe a que, desde el Pleistoceno inferior, los hominidos desarrollaron formas de organizacién social que les permitieron superar las limitaciones de la estrategia K, explotar diferentes medioambientes y ejercer formas de control social sobre su propia configuracién demogrifica. Muchas de estas formas de control se centran el las caracteristicas del modo de reproduccién de las bandas de cazadores-recolectores con una organizacién pre-tribal. ‘Sabemos que la organizacién social cazadora-recolectora tribal perduré durante muchos miles de afios y es claro que existen algunos aspectos poblacionales que deben permanecer estables a lo largo del tiempo para que una banda pueda continuar existiendo. Como hemos visto en los parrafos anteriores, los factores ecolégicos no pueden determinar de manera permanente y estable el tamafio de las poblaciones. Las limitaciones biolégicas impuestas por las propiedades reproductivas de los seres humanos pueden ser modificadas de manera definitiva por las formas de organizacién social de la reproduccién. La organizacién econémica de las sociedades apropiadoras podrian permitirles crecer por encima de los limites dentro de los cuales su organizacién intema puede permanecer. De modo que una altemativa conservadora haria necesario establecer mecanismos intemos de contro! de la poblacién: en todas las poblaciones humanas, la reproduccién biolégica esté mediada primordialmente por la organizacién social de la reproduccién. Harris y Ross (1987: 5 y ss) han agrupado las practicas ligadas al modo de Teproduccién en cuatro categorias: a) cuidado y tratamiento de los fetos, infantes y nifios; ) el cuidado y tratamiento de las nifias, mujeres (y en cierta medida nifios y hombres); ©) frecuencia de la crianza y la lactancia y 4) frecuencia del coito. ‘A pesar de la utilidad de las consideraciones de estos autores, hemos decidido caracterizar los componentes del modo de reproduccién de manera algo distinta, que permita establecer relaciones mis claras y precisas con otros aspectos constitutivos de las organizaciones bio-sociales, principalmente con el modo de produccién econémica. Revista Atléntica-Mediterrénea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002,, 11-41 Universidad de Cadiz. ‘Sobre el modo de reproduecién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002, 2 Como se ha seitalado, los patrones reales de formacién de parejas en las sociedades cazadoras recolectoras tienen como funciones el establecer alianzas entre los miembros de las unidades domésticas y las bandas. Con el fin de garantizar la supervivencia, las reglas de filiacién permiten establecer los grupos de pertenencia de cada individuo desde su nacimiento. Para que estos mecanismos operen adecuadamente, es necesario que ei tamafio de la banda en su conjunto, y de las unidades domésticas que la componen se mantenga dentro de limites flexibles pero bien delimitados. Si el tamaiio de la poblacién es muy grande es dificil hacer efectivo el refuerzo de las alianzas” y si el tamaiio se reduce demasiado, se corre el riesgo de que las unidades domésticas carezcan de suficientes jévenes, tanto hombres como mujeres, para mantener los intercambios de parejas con otras unidades con Jo cual la reproduccién se colapsaria. De este modo, como lo muestra claramente el estudio de Williams (1974: 0-24), no son las Timitantes ecolégicas (al estilo de los modelos de Julian Steward), sino las necesidades de Ja organizacién social, las principales condicionantes para el mantenimiento de una poblacién estable en los grupos de cazadores recolectores pre-tribales. Los principales mecanismos de control de la natalidad se pueden agrupar de acuerdo al grupo de sexo y edad sobre el que operan, asi como por los efectos que estos mecanismos tienen en la totalidad de la configuracién demografica. El primer grupo de mecanismos opera sobre los adultos que han sobrepasado Ia edad reproductiva, es decir, se trata de hombres y mujeres mayores. Debido a que en las sociedades cazadoras recolectoras €s poco comin que un individuo sobreviva muchos afios después de terminada su vida reproductiva, suele pensarse que su destino tiene muy poca importancia para a configuracion demografica del grupo, Sin embargo, existen casos en que debe considerarse la pervivencia de los ancianos como una variable importante. En primer lugar, bajo condiciones ambientales extremas, es posible que se desarrollen mecanismos de eliminacién (0 autoeliminacién) de los ancianos. En condiciones de mayor capacidad de explotacién de los Tecursos es posible que se proporcione sustento a los mayores, que pueden ser una fuente importante de informacién, por la experiencia acumulada, para el grupo. Por otra parte, se ha postulado la importancia de las mujeres mayores en el cuidado y crianza de los hijos de sus descendientes, como en la famosa hipétesis de la abuela, que pretende explicar la evolucién de 1a vida postmenopéusica en los seres humanos (Diamond, 1993: 122-136). ‘Sin embargo, e! mayor impacto en la configuracién demogréfica de las bandas proviene del control sobre los patrones reproductivos de las mujeres en edad de procrear, asi como en la supervivencia de los recién nacidos. Estas practicas ocurren de manera diferentes, segiin se trate del momento anterior al embarazo, durante el embarazo y después del nacimiento del infante. Revista Atlintica-Mediterrénea de Prehistoria y Arqueotogia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cidiz. 7 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, ¥, 2002 A partir de la pubertad es posible que se establezcan mecanismos de control sobre la sctividad sexual, tanto de hombres como de mujeres. En ese momento, es posible que operen costumbres como el celibato obligatorio, la restriccién de la actividad sexual de la mujer en los periodos de mayor probabilidad de fecundacién, el establecimiento de acuerdos de enlace entre un joven y una nifia preadolescente, etc. Es la etapa en la cual es mas posible que las restricciones afecten tanto a hombres como a mujeres. Durante el embarazo es posible que se intente interrumpir el proceso debido a diferentes factores que incluyen la salud de la madre o la prioridad del hijo ya nacido, si es que se piensa que con el nuevo niflo la madre podria descuidar al mayor. También en grupos con mucha movilidad a lo largo del territorio se trata aumentar el espacio de tiempo entre nacimientos, de modo que la madre solo tenga que cargar a un nuevo hijo cuando ef mayor pueda andar por si mismo, Se puede intentar resolver estos problemas mediante Ja interrupeién del embarazo de manera intencional, promoviendo la expulsién del producto mediante sustancias, posiciones y presién sobre el abdomen, o bien de manera no intencional, mediante el maltrato fisico y emocional y la subalimentacién de la madre. Sin embargo, estas précticas suelen poner en riesgo a la madre, por lo que es poco probable que hayan sido practicadas con demasiada frecuencia en grupos prehistéricos™ Una vez que ha ocurrido el parto, si ef infante sobrevive entran en juego otras pricticas tendientes a evitar un embarazo demasiado pronto. En un primer momento, se establece una cuarentena mientras la madre se recupera fisicamente del parto, Posteriormente, la amenorrea puede prolongarse mediante el mantenimiento de la lactancia durante periodos de tiempo que pueden ir de unos pocos meses hasta unos 30 meses en algunas sociedades contemporéneas (Williams 1974: 21). De acuerdo con los célculos de Williams, el mantenimiento de las pricticas de control de la natalidad arriba descritas pueden ayudar a mantener el equilibrio de ta poblacién, aunque por si solas resultan insuficientes, por lo que se hace necesario tomar en consideracién otros factores de regulacién que incluyen las muertes naturales y el infanticidio, ‘Aparentemente, el principal mecanismo de control sobre la configuracién demogrifica en cazadores recolectores lo constituye el infanticidio, mas cominmente de mujeres recién nacidas. Este mecanismo opera reduciendo de manera directa el nimero de nifios del grupo y, de manera indirecta, al eliminar a una futura reproductora més. De acuerdo con los criterios de Williams (op. cit.), la muerte del 12% de las nifias recién nacidas seria suficiente para establecer un equilibrio estable de la poblacién de una banda". Como concluyen Harris y Ross su capitulo sobre "Population regulation among early human foragers": "To sum up: by analogy with contemporary foragers, the low average rates of population growth throughout most of prehistory were a Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cadiz. ‘Sobre el modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 29 consequence of limited food production capacities associated with hunting and gathering as a mode of production. It was achieved by @ combination of culturally mediated controls over both birth and death rates, These controls dampened or amplified biological processes such as spontaneous abortion, age specific mortality, onset of menarche and menopause, and lactationai amenorrhea, in conformity with fluctuations in the cost and benefits of rearing children under technoeconomie and ecological conditions. The notion that during prehistory human foraging populations were regulated solely by “natural” birth an death rates ‘belongs in the intellectually trash heap alongside the idea that humankind once lived in a "state of nature". (ob. cit.: 34-35)” 4, Algunas consideraciones sobre el poblamiento de América. A pesar de que esta claramente demostrado que el poblamiento de América antecede a los 11,000 a. p., todavia es muy poco lo que sabemos sobre estos primeros colonizadores del continente. Se supone que se tratarfa de grupos humanos reducidos que, ingresando por habrian avanzado hacia el sur. Ya sea siguiendo un espacio libre abierto entre los grandes casquetes glaciares 0 bien, mediante alguna tecnologia de navegacién, habrian colonizado primero las regiones costeras y posteriormente las tierras del interior. También es posible que hayan ocurrids ambos procesos, puesto que cada vez parece mas probable que se produjeran diferentes entradas de poblaciones con distintos origenes en el viejo Mundo™. Tncluso, pudiera ser que algunas de estas poblaciones ancestrales hayan desaparecido completamente, siendo absorbidas por otros grupos humanos con mayor capacidad de crecimiento demogritico. Pensamos que, por el momento, es imposible establecer las caracteristicas biolégicas de estos primeros pobladores, asf como definir con precisién las particularidades econémicas, tecnolégicas y sociales de estos grupos humanos. Pero podemos considerar algunas propuestas que se han publicado para tratar de ilustrar los procesos a través de los cuales se habria dado la primera ocupacién a nivel continental. Dillehay (2000: 254-255) ha sintetizado algunas de estas ideas en su modelo sobre las formas de ocupacién de un territorio. El ha supuesto que la primera presencia humana en una tegién seria esporddica -un proceso de exploracién ocasional (primera entrada)-, seguida de una dispersién oportunista. Posteriormente, las incursiones se realizarfan de manera sistemdtica, a manera de avanzadas (migracién). Y, por dltimo, se lograria una verdadera colonizacién del territorio a partir de la cual los seres humanos estarian presentes permanentemente, aunque los cazadores-recolectores podrian establecer pautas de ‘trashumancia estacional dentro de una regién delimitada. Estos territorios colonizados podrian servir como avanzada para la ocupacién de nuevas regiones, reproduciendo la pauta anteriormente descrita. Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueotogia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cédiz. 30 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. El modelo migracionista de Dillehay parece sensato y posible, aunque no nos informa en nada acerca de las condiciones para semejante pauta de colonizacién sea viable. No sabemos de qué tamafio deben ser los grupos, cémo puede ser la relacién entre su tecnologia y organizacién del trabajo, la reproduccién o las particularidades ambientales de las nuevas éreas. ‘No sabemos en cuénto tiempo puede suceder este proceso ni cudles son las causas que impulsan un grupo social a fragmentarse para habitar un territorio completamente nuevo (aunque nunca sea del todo desconocido). Pensamos que los modelos sobre el poblamiento temprano deben intentar responder, aunque sea hipotéticamente, a estas interrogantes para poder servir como guia en las investigaciones sobre la prehistoria del continente americano. Los modelos también deberian brindar pistas sobre las causas de la distribucién de la diversidad morfol6gica y genética de las poblaciones que ocupaban el contineate americano hasta antes del contacto con las sociedades europeas. Esta conformacién obedece a una diversidad de causas, entre las que se cuentan las migraciones originarias y otras posteriores, pero también intervienen de manera notable los fendmenos microevolutivos ligados a la seleccién natural en ambientes locales, asi como a los efectos de la deriva génica, las diferencias de tamafio de las poblaciones ancestrales, ios cambios demogrificos concretos en cada grupo social, etc. Todavia estamos lejos de tener los referentes empiricos necesarios para formular un modelo con el grado de complejidad requerido para cumplir con las condiciones esbozadas anteriormente, Sin embargo, es posible hacer algunas consideraciones preliminares con respecto a las caracteristicas bio-sociales de grupos tempranos de cazadores recolectores pretribales posteriores al primer poblamiento. Tal es el caso de las poblaciones que ocupaban el continente hacia el 11,000, tanto en Norteamérica como en Sudamérica. Para esta época se observan en el registro arqueolégico y antropofisico particularidades importantes que pueden ayudamos a formular hip6tesis sobre sus patrones de produccién econémica y reproduccién biolégica. Podemos proponer un ejemplo muy general a partir de algunas pautas caracteristicas de las llamadas culturas del *paleoindio" de Norteamérica. 4.1, Pautas econémicas del modo de vida del llamado Paleoindio temprano. Como hemos sefialado antes, lo que se sabe sobre el periodo anterior al 11,000 a. p. ¢s casi nada, Sin embargo, debié ser en ese momento -que perfectamente pudo comprender varios rmilenios- cuando se inicia la colonizacién del continente americano. En ese periodo se inicié la diferenciacién de los grupos de industrias liticas que dieron lugar a las tradiciones posteriores que han sido mucho més ampliamente estudiadas. Como hemos mostrado para Sudamérica, Revista Atlintica-Mediterrénea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cédiz. ‘Sobre el modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 31 ‘racia el 12,000 a. p. ya se habian conformado tres poblaciones, organizadas en modos de vida particulares, que abarcaban todo el continente meridional (Bate 1983, 1990 y 1992), Para ‘Norteamérica el lapso de tiempo comprendido entre el 11,500 y el 8,000 a. p., ha sido llamado "periodo paleoindio" y se ha caracterizado por la tipologia de industrias Iiticas del Complejo El Llano, Tradicionalmente el “paleoindio" se entendié como una secuencia lineal e ininterrumpida de industrias liticas que se sucedian en el tiempo, comenzando con el complejo Clovis, seguido por las industrias Folsom, Plainview, Agata Basin, Cody, y asi sucesivamente hasta el inicio de la diversificacién y regionalizacién de formas de puntas de proyectil que se inicia en el 8,000 a. p. y se denominé "periodo arcaica" Contra esta visién unilineal, se ha demostrado que en el llamado periodo "paleoindio" existe una diversidad mucho mayor de industrias liticas: los complejos Iticos se sobreponen parciatmente en el tiempo y el espacio, existen abundantes variantes regionales de conjuntos con puntas de proyectil foliéceas y se debe aceptar la existencia, desde antes del paleoindio, de industrias con puntas de proyectil trianguiares (Cactus Hill, Meadowcroft). Y no se ha considerado, con la documentacién empirica adecuada, a conjuntos poco especializados tipoldgicamente que serian dificiles de identificar dada su escasa definicién formal pero que, para Sudamérica, han dado lugar a la identificacién del que denominamos "modo de vida de los. cazadores de! twipico americano", Y que si, como suponemos, es una de las poblaciones tempranas de América, debi6 generar registros de su presencia en la América septentrional, En suma, como sefialan Bryan y otros autores, para los tiempos de Clovis, éstos no eran la tinica poblacién que ocupaba Norteamérica, ni el continente austral que para entonces ya estaba habitado por otras diversas poblaciones. Las industrias liticas del complejo El Llano han sido ampliamente estudiadas en Norteamérica por lo que es posible hacer algunas generalizaciones sobre el modo de vida de los ‘gTupos humanos fabricantes de las industrias Clovis: La mayorfa de los sitios del paleoindio temprano se encuentran en las grandes Hanuras norteamericanas, En parte esto de debe a un sesgo en las investigaciones, pero el hecho es que ‘en esa gran regién se produjo un importante poblamiento, caracterizado no solo por sus puntas de proyectil, sino por un mode de vida en el que se explotaron los recursos de las llanuras, con la complementacién de recursos provenientes de otras regiones. En las grandes planicies los ‘gTupos Clovis se dedicaron a la explotacién de recursos relativamente poco diversos, a través de la caza de grandes mamiferos como el mamut, el bisonte y, en menor medida, el berrendo. Sin duda los recursos vegetales fueron de gran importancia para estas poblaciones, aunque es poco lo que se conace al respecto debido a que pricticamente no se han realizado estudios de polen o restos vegetales en sitios de} paleoindio temprano. Sin embargo, podemos suponer, en base @ lo que sabemos del ambiente de la época, que los productos vegetales recolectables se Revista Alléntica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Céciz 32 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, ¥, 2002 caracterizan por encontrarse dispersos en las lanuras y por tener una distribucién altamente estacional, Tanto la caza como la recoleccién el las grandes planicies es poco predecible de un aiio para otro. Por otra parte, se han estudiado algunos sitios importantes en los limites de las planicies, en areas de pié de monte y regiones montafiosas. Se trata principalmente de areas de explotacién de materias primas Iiticas, aunque también existen algunos posibles campamentos base y sitios de matanza. La mayoria de los hallazgos son simples puntas de proyectil acanaladas encontradas en superficie. Generalmente se ha supuesto que estos sitios representan especializaciones de los grupos Clovis a los ambientes montafiosos, pero nos parece mas probable que se trate de sitios relacionados con grupos de las llanuras que han establecido extensas redes de complementacién econdmica mediante las cuales obtienen recursos distantes y explotan diversos medios para complementar los recursos disponibles®*. En las regiones ‘montafiosas, los recursos son mas diversos: se puede cazar el borrego cimarrén, el venado y posiblemente el bisonte, el mastodonte y hasta el mamut; la vegetacién es més diversa y de alta productividad y tanto la fauna como la flora siguen patrones anuales mas predecibles. A pesar de la visién tradicional de una dieta monétona, es lo mas probable que los grupos Clovis explotaran un amplio espectro de recursos animales y vegetales. Durante el invierno seguramente se requeria refugio y en algunas areas se depositaban almacenes de comida que debian ser consumidos durante los meses de frio. Estos depésitos requeririan de la participacién colectiva de numerosas personas durante periodos cortos de tiempo. También algunas estrategias de caza suponian la concentracién de numerosos grupos de cazadores durante periodos cortos de tiempo (ver Frison 1990). 4.2. Patrones poblacionales, Ahora bien, suponemos que los patrones esbozados aqui implican que Ia organizacién de la produccién requiere de una baja tasa de densidad de la poblacién a fo largo del territorio, aunque la misma tenga la posibilidad de agruparse bajo determinadas condiciones en comunidades mayores. Todo indica que durante el periodo paleoindio el Continente americano ya se encontraba extensamente poblado por grupos humanos técnicamente diferenciados y que conformaban poblaciones relativamente aisladas, dispersas en extensos territorios, pero que posiblemente mantenfan redes de apareamiento que permitian cierto flujo génico entre las poblaciones. Conocemos poco sobre las caracteristicas fisicas de los habitantes de ‘Norteamérica del periodo Clovis: les principales restos éseos de este periodo son los de Anzick, en Montana, Arlington Springs, en California, Buhl en Idaho, Fishbone Cave en Nevada, Revista Atlintica-Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cédiz. Sobre el modo de reproducciéin en sociedades prenibales. RAMPAS, V, 2002. 33 Marmes en Washington y Mostin en California. Son muy pocos materiales éseos para caracterizar a las poblacioncs tempranas de toda Norteamérica, por lo que pensamos que todavia es prematuro hacer cualquier generalizacién sobre bases tan endebles, La antropologia molecular ha hecho grandes avances en los iltimos afios en la gigantesca labor de caracterizar a las poblaciones americanas y esperaros que con el tiempo las bases de datos permitan detectar patrones histéricos y microevolutivos de mayor interés. En cuanto al estudio genético de restos antiguos, las investigaciones todavia son demasiado preliminares como para poder determinar su importancia real, Las pautas de disiribucién de las evidencias arqueolégicas y paleoambientales permiten suponer que las poblaciones durante el paleoindio temprano eran abundantes, pero se encontraban dispersas en extensos territorios que eran explotados por grupos reducidos que solo se concentraban ocasionalmente con el fin de realizar actividades colectivas, entre las que debi6 destacar el proceso de encontrar pareja. El territorio explotado en términos econémicos era extenso y poco poblado, por lo que resultaria dificil encontrar pareja dentro de los limites del mismo. De este modo, se habria hecho necesario establecer redes de apareamiento mucho mas extensas, manteniendo un patron exogimivo que posibilitara el intercambio de parejas entre bandas distantes. Esta estrategia también permitiria mantener alianzas con grupos lejanos, a través de las cuales se podian estructurar las amplias redes de complementacién econémica o de intercambios, por medio de las cuales obtenian recursos de otras regiones. La extensién y diversidad relativa de las industrias Clovis y similares, en el tiempo y el espacio, es una manifestacién de la extensi6n territorial de las redes de apareamiento necesarias, para encontrar pareja. Estas redes establecerian alianzas amplias fuera del grupo productive basico que harian posible, pero no necesario, congregar cantidades mayores de gente y establecer redes de intercambio de bienes a grandes distancias, sin que se produjeran efectos de acumulacién de Ia produccién o diferencias de acceso a los recursos. El sistema se mantendria estable debido a l2s relaciones de reciprocidad en el intercambio de pareja a lo largo de las generaciones entre grupos. Lo importante aqui es que no existiria una correspondencia necesaria entre el territorio objeto de explotacién econémica -extenso pero limitado, con una densidad de poblacién baja debido a las caracteristicas de la organizacion de la produccién- y el territario reproductivo, mucho mayor € involucrando a grupos econémicamente independientes pero en estrecha relacién biolégica. Esta diferencia en cuanto a la constitucién del modo de produccién y el modo de reproduccién pudo tener consecuencias importantes sobre las pautas de distribucién de Jos materiales arqueolégicos que serian imposibles de entender si s6lo se consideran las Revista Atlntica-Mediterrénea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cid. 34 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. variables econémicas o ambientales en los modelos sobre la prehistoria americana, Las. caracteristicas biologicas y genéticas de éstas poblaciones, y de los grupos descendientes de las mismas, deberin ser entendidas también dentro de este esquema de interaccién estrecha, coevolutiva, de los factores sociales y biolégicos que constituyen a complejidad real de los ‘grupos bio-sociales humanos que colonizaron el continente americano. Hemos esbozado acé, a manera de ejemplo, uno de los miltiples problemas que nos puede plantear la investigacién, al integrarse cl andlisis de las relaciones de produccién y reproduccién y los estudios arqueol6gicos y antropofisicos. Quedaré claro, por lo antes expuesto, que las hipétesis se referirian a una segunda fase del desarrollo de las estructuras de poblacion en el proceso de ocupacién del continente. La primera debié requerir de configuraciones demogréficas en expansién, lo cual no quiere decir que, como suponen algunos autores, el poblamiento americano haya sido una cruzada marat6nica para alcanzar la Tierra del Fuego en menas de un milenio, Por lo que concordamos con ¢l argumento de Dillehay en cuanto a que, si hace mas de 12.000 afios ya estaba habitado todo el Nuevo Mundo por poblaciones que ostentaban una gran diversidad cultural, es necesario pensar en complejos procesos sociohistéricos y demograficos que pudieron tomar varios milenios en su desarrollo. 5. Notas. ° El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Prefacio a \a primera edicin de 1884. "Ver Marxism and deconstruction, Ryan (1982), ? Quedaré claro que no nos referimos a la doctrina filoséfica de Emst Mach, sino a la concepcién ideol6gica en que s¢ zpoyan las pricticas discriminatorias de las mujeres en favor de la dominacién masculina Aunque, como comenta Sanahuja YU! (2002:141): "Considerando que la mayoria de las premisas de Morgan y de Engels son etnograficamente erréneas y que Engels ha sido modernizado y criticado dentro de Ia antropologia marxista y del género (.), resulta sorprendente su popularidad aim hoy". Lo cierto es que "Engels suscité un problema que la Antropologia no habia planteado todavia y que tiene que ver con un intento de 'desnaturalizaci6n' y no con la tradicional explicacién de que la dominacién de los hombres habia sido natural’ (ibidem). “Ver Bate 1998, > Lo cual significa que su representacin superestructural no siempre corresponderé con las relaciones reales u objetivas. Del mismo modo, si se desarrollan pricticas de reforzamiento insitucional, es porque no siempre los comportamientos reales de los individuos se ajustan a las normas definidas en el sistema de valores. Revista Atléntica- Mediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cédiz. ‘Sobre el modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, V, 2002. 35 § Meillassoux usa el término de ‘horda' para referirse a lo que otros autores (p. ej. Service) denominan ‘panda minima’, y el texto citado esta referido especificamente a sociedades cazadoras recolectoras. 7 ¥ es muy posible que en muchos casos sea una diferencia expiicita sin que los etndgrafos, imbuidos de sus preconcepciones tebricas, se hayan percatado de ello. "Donde cabria observar, como ejemplo, que pese a los términos juridicos actualmente usuales, no existen de hecho hijos "ilegitimos". Ya que, en todo caso, Ios que se pueden ilegitimar son los padres. Igualmente, aunque todo ocurre en un contexto social y exceptuando nifios de probeta", todos los hijos son naturales. * Por supuesto, nada garantiza la erradicacién de posibles interpretaciones presentistas proyectadas por parte de los investigadores. 1© Wobst obtiene esta cifra a través de un programa de simulacién por computadoras, entre cuyas variables de informacién incluye casos etnograficos. No hace una distincién entre cazadores pre-tribales y tribales, ni en los térmitos de Testart: némades sin almacenamiento y sedentarios o semisedentarios con almacenamiento (que retomaré Binford sin hacer referencia explicita a Testart). Por lo cual habria que ver si este promedio es generalizable para cualquier sociedad. " Binford, por su parte, critica el "numero magico" de 25 individuos para los grupos denominados "pandas minimas" y propone su propio nimero mégico: "I may argue that a local group capable of sustained subsistence procurement tasks would be composed of approximately 20,47 persosn”. (Binford 2001: 233) Este, por supuesto, no debe ser considerado especulativo, sino resultado de la verdadera "buena ciencia '? En un antiguo texto (Bate 1978: 28) usamos el concepio de género de vida, para referimos a estas actividades: tomamos el concepto de Schtiuka, quien recopila varias definiciones similares de autores soviéticos, como la de un Diccionario Filoséfico, que dice:"El género de vida son las condiciones ‘materiales y culturales en que transcurre la vida del hombre fuera de su actividad directamente productiva y sociopolitica; son las condiciones de satisfaccién de las necesidades de alimentacién, vestido, vivienda, descanso, distracciones, conservacién de la salud, etc." (en: Schtiuka 1971: 10) Sanahuja (2002) también incluye las actividades orientadas a disponer de los muertos. *¥ no s6lo "biologicamente viables". "* De alguna manera, conforman lo que se ha lamado familia. No obstante, el origen del témino nos Temite a la esclavitud grecolatina (famulusmesclavo; familiaconjunto de esclavos) y otorga al concepto tun sentido que no corresponde en absoluto a su contenido real en sociedades pre-clasistes. Y, estrictamente hablando, tampoco al de las sociedades modernas, en las cuales el témino se usa con profusién ' Se apreciard que el lugar de residencia es una otra variable, que puede no coincidir exactamente con el ‘espacio de la unidad doméstica o de reproduccién a las que se integran los individuos. ‘7 Aunque no Io cita explicitamente, es obvio que Binford toma como base la distincién de Testart cuando se refiere a la reduccién de la movilidad y el almacenamiento como factores de surgimiento de las sociedades "complejas” * Para la discusién de ésta y otras propuestas, asi como las del autor, recomendamos el excelente trabajo de tesis doctoral de Ermengol Gassiot (2000). Revista Attantica-Mediterrinea de Prebistoria y Arqueologia Social. V, 2002, 11-41 Universidad de Cédiz. 36 Luis Felipe Bate y Alejandro Terrazas, RAMPAS, V, 2002. "® Salvo, tal vez, cuando se han basado en informacién empirica proveniente de la observacién de sociedades del mismo tipo, pero no serian generalizables. ® Ver la distincién que hace Sanoja (1981) entre vegecultores y semicultores. 2 En cuanto al modo de produccién, seftala que "es posible distinguir dos tipos primarios de economia agreste, segiin que la tierra sea objeto de trabajo 0 medio de trabajo” (ob. cit.: 28). Donde la diferencia cualitativa entre la tierra (el medio natural) como objeto 0 medio de trabajo obedeceria a que, en el segundo caso "..la tierra como medio de trabajo, (ha sido) transformada en productiva mediante una inversin de energia” (idem: 56). No concordamos con ésta distincién: la tierra (0 el medio natural) siempre es objeto de trabajo, permanezca “natural” o sea transformada, Del mismo modo que un cuero curtido (a través de bastante energia del trabajo invertido en la piel del animal) no deja de ser el objeto de trabajo para la produccién de vestimenta o calzado por el hecho de ser producto de provesos de trabajo previos. Asf, gran parte de Jas tierras cultivadas en la regién andina son producto del trabajo humano acumulado histéricemente a través de incontables generaciones, que produjeron obras de retencién y distribucién de las escasas pero torrenciales lluvias que, de otro modo, arrasaban todo dejando a su paso quebradas pedregosas y secas, en su fugaz, carrera hacia el mar. Pero esas fériles tierras, obras del trabajo humano, siguen siendo objetos de trabajo en ta produccién agratia. La distincién reside, en este caso, en el hecho de si los objetos fundamentales de trabajo constituyen 0 no comtenidos de la propiedad comunal. ® Hay que decir que Testart menciona de paso esta posibilidad, aunque funda toda su explicacin en las repercusiones de ta sedentarizacion y ef almacenamiento que imponian las arribazones 0 migraciones estacionales. ® Jorge Marcos, el colega que ha trabajado el sitio de Real Alto, opina que la aldea basaba su economia rincipalmente en la caza, pesca y recoleccién marina y que los ain reducidos cultivos de frijol y maiz eran una manera de “acercar la recoleccin al espacio doméstico de residencia". + Que apoya en una amplisima bibliografia etnogréfica que no tiene nada que envidiar a la base de datos de 339 casos con que Binford (2001) nos impresiona reiteradamente. 5 En este caso, se estén tefiriendo a cazadores recolectores pre-tribales, en el sentido en que acd lo hhemos planteado, pues se apoyan en la caracterizacién del modo de produccién que hemos propuesto para estas sociedades (Bate 1986). Por lo visto, no consideran la existencia de cazadores recolectores con ‘otro modo de produccién cuando dicen: "Aunque el estudio de las sociedades cazadoras recolectoras con registro etnogrifico nos permite analizar formaciones sociales que han conseguido equilibrar el sistema de manera conservadora, entender cémo se desarrollé en su origen, Ia dialéctica que ha seguido ta contradiccién produccidn-reproduccién, el proceso de crisis (la contradiocién méxima) y sw salto cualitativo a otro sistema (agricolalpastoril) s6lo podemos hacerlo a través de la Arqueologia" (ob.cit: 195, cursivas nuestras).. 2 »Solamente después de la primera revolucién -pero eso sf, inmediatamente después de ella- fue cuando nuestra especie comenzé a multiplcarse con toda rapidez.” (V. G. Childe 1954: 92). Childe mangja asf un criterio propio de la teoria evolucionista como efecto indicador de las grandes revoluciones sociales. 7 Corresponderian aproximadamente a lo que Binford (1988) denomina “complejos situacionales”. Revista Atlantica. fediterrinea de Prehistoria y Arqueologia Social. V, 2002., 11-41 Universidad de Cidiz. Sobre e! modo de reproduccién en sociedades pretribales. RAMPAS, ¥, 2002. 37 puede verse la discusién sobre las categotias bio-sociales de poblacién y configuracién demogritfica en ‘Terrazas, 2001 para autores como Sahlins, Wobst o Gilman ese seria un factor limitante de los sistemas de relaciones e reciprocidad que limitarian el tamatio de las comunidades, aunque hemos argumentado que esta restriecién ne tiene un carscter necesario (Bate 1992) » Puede verse la impresionante revisién etnogrifica en Devereux 1967. +1 Harris y Ross citan el articulo de Schrite y Steiger quienes, usando modelos de simulacién, sugieren ‘que una tasa de infanticidio femenino sobre el 8 % Wevaria a la poblacién a una extincién genocida, ‘eoncluyendo que con ello refutarian el infanticidio ferenino sistem: co como un posible mecanismo de control del tamatio de la poblacién. Harris y Rosen comentan que,mds bien, 'e que dichos autores realmente han demostrado es su extrema efectividad como mecanismo de control de poblacion. (1987: 3233) 2 Ver Bate y Terrazas (2002), ® Aun cuando Frison supone que la explotacién de los llanos y del pié de monte y montatia requerian de catrategias de subsistencia excluyentes (Frison 1990: 25). 6. Bibliografia, ANDERSON, D. y Ch. GILLAM, 2000: “Paleoindian colonization of the Americas: implications from an examination of phisiography, demography and artifact distribution.”. American Antiquity, vol 61, 0° 1, pp. 43-66. BATE, L. , 1978: Sociedad, formacién econémicosocial y cultura. Ediciones de Cultura Popular. México, BATE, LF., 1990: “Culturas y modos de vida de los cazadores recolectores en el poblamiento de América del Sur.” Revista de Arqueologia Americana, n° 2, pp. 89-153. BATE, L.F., 1992: “Las sociedades cazadoras recolectoras pre-tribales o el “paleolitico superior" visto desde Sudamérica”. Boletin de Antropologia Americana, n° 25, pp. 105- 155. BATE, LF, 1986: "El modo de produccién cazador recolector 0 la economia del "salvajismo”. 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