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Para uso intero de Sf (1) CARTA A LOS HERMANOS DE SAN JOSE (1) «Vuestra caridad sea sin fingimiento; detéstando el mal, adhiriendoos al bien. En el amor a los hermanos sed afectuosos unos con otros y daos preferencia mutuamente. En la solicitud, nd seals perezosos; en el espiritu sed fervientes; para el Seftor sed servidores; alegres en la esperanza; pacientes en la tribulaci6n, perseverantes en la oracion» (Rm 12, 9-12). Querido hermano, con el auxilio del Espiritu Santo, la‘ segura guia maternal de Santa Marfa y la constante intercesién de San José, patrono de nuestra comunidad, he querido compartir contigo algunas sencillas reflexiones sobre distintos aspectos particulares de nuestra comunidad. He preferido poner en forma de «carta estas reflexiones para dar pie a una mayor profundizacién de los puntos que aqui menciono, ya que considero que merecen toda nuestra atencién, asf como una meditacién profunda en oracién. “Dios en su infinita bondad no cesa ‘de ‘damos abundantisimas bendiciones a cada uno de nosotros de manera personal, y como comunidad. Sin embargo, no siempre tenemos la suficiente sensibilidad y apertura al Misterio para percibir sus dones, acogerlos con provecho en huestro interior y eflejarlos en nuestro quehacer cotidiano. Una de las bendiciones que nos ha concedido es la de vivir aqui, en San José, con Luis.Femando. Pero a veces, aunque parezca mentira, somos tan cortos de vista y con tal pobreza espiritual, que no somos capaces de tomar conciencia del don que significa vivir con quien el Sefior en su providencia, a llamado a ser fundador del Sodalitium, al que con amor, todos nosotros pertenecemos, ya que también es EI quien en su amoroso Plan nos llama a cada uno a cooperar con Santa Marfa, nuestra madre, en la misién de anunciar el Evangelio en las diversas realidades humanas. A veces, digo, nos dejamos llevar por nuestra inconciencia dando paso con mucha facilidad, a las manifestaciones de nuestro hombre viefo, que en 7 Para uso intemo de S} (I) mezquinos sentimientos y vanos razonamientos, fruto dela escotosis, estrecha nuestro horizonte y cierra nuestros ojos a la.accién del Espiritu, que va escribiendo la historia de nuestra reconciliacin y de la humanidad toda, sirviendose de manera muy especial de ciertos hijos de Santa Maria. En esto quiero insistir. No dejemos que nuestros habitos de pecado, la tutina, o los afanes de la vida cotidiana cierren nuestro corazon y nos” endurezcamos de forma tal que no podamos dar el ‘apoyo afectivo y efectivo que se espera de nosotros, y no sepamos ir més alld de nuestro torpe Julcio, que no pocas veces es opuesto al Divino Plan. Seamos.,cada.vez, mas _ _conscientes de la especialisima, misi6n.que. Dios ha_encomendado.....a..Luis y para la cual le concede siempre, la Gracia necesaria en abundancia y le provee, entre otros medios, de una comunidad -nosotros-, que acentuando particularmente (él serviclo_y la reverencia'jha de contribuir eficazmente con é! ayudandolo a recorrer con pie firme las sendas del Buen Camino que conduce al Padre. Tomemos conciencia de la importancia de nuestro papel en la historia del Sodalitium y en el fiel cumplimiento de su misi6n en el mundo. Nuestro servicio reverente y silente como el de Santa Maria, ha de fructificar en la medida en que coopere eficazmente con Ia Gracia. Luis Fernando responde también, al llamado especial de Dios a cumplir con el servicio de superior, y él mas que ningun otro superior «es s/mbolo de la unidad fratema y requiere de tu apoyo, .de.tu caridad. y.de tu plegaria. rmitele que sea para ti como la presencia del Sefior...» (tomado del féglamerito de comunidad). No permitamos que nuestros retrasos, negligencias, olvidos, dejadeces, inconsistericias, cansancios, _ tibiezas, fHurmuraciones Intemas, caprichos, miédos, egoismos, ineficacias 0 criticas éladas, nos impidan vivir la obediencia como una auténtica bendicion. Antes bien, vivamos cooperando activamente con él, saliendo al encuentro de sus iniciativas con prontitud y alegria, esforzandonos por ser eficientes y eficaces pero sin caer en activismos nefastos. Acogamos con espiritu abierto la ayuda fratera que nos brinda en la correcci6n. Cumplamos lo mejor posible y con ‘solicitud” con” nuestros deberes, oficios y responsabilidades. Seamos diligentes y dedicados en nuestros respectivos 2 Para uso interno de SJ (1) puestos de servicio, colaborando responsable y activamente con la buena marcha de nuestra comunidad. Seamos generosos en la obediencia, asumiendo como nuestra Madre, todas las consecuencias que de ella se desprenden. Tengamos siempre la certeza de que al obedecer nunca nos equivocamos, es mas, con seguridad sabemos que por la obediencia, vamos Greciendo en la alegria y en la espontaneidad de quienes se expérimentan ganando la libertad poseida de los hijos de Dios. Que nuestra obediencia pronta sea expresién de nuestro amor a Dios y a nuestros hermanos. ‘Avancemos siempre por el camino configurante del Sefior JesGs que fue obediente al Padre hasta la muerte, obedeciendo con virilidad y radicalidad, y también como el Cordero Inmolado que con humildad y mansedumbre subi6 al madero para rescatarnos de la muerte. \ Con todos en la comunidad, mas atin con Luis Fernando nuestro padre fundador, hermano sodialite y amigo, vivamos la reverencia con la mirada puesta en Santa Maria, que nos educaré a inté ‘dia @dia ésta Virtud. Ella esta atenta a todos los detalles y pronta en resolver por propia iniciativa cualquier problema o carencia, y a salir al paso de situaciones incémodas con a palabra cierta y el comentario oportuno. Escuchemos a LF con atencién y recordando que el Espiritu Santo constantemente le da luces para que sigamos avanzando én nuestro caminar. Seamos acogedores. y_ célidos en nuestro trato. fraterno, el trato urafio y © conflictivo no conduce a nada y es por demas lejano a la mansedumbre del Sefior. Vivamos siempre disponibles para el servicio. Servicio desinteresado, amable.y, entregado. Servicio que no rehuye las tareas dificiles. Servicio que eS alegre, qué no descuida las pequefias cosas Ue la vida cotidiana. Que es perseverante y constante. Servicio que no se engrie sino que Hlegado el caso, es ofrecido a los pies de la Cruz del Sefior para que de frutos dulces y no amargas y estériles experiencias de desasociego y tristeza. En fin, servicio que debe asemejarse al del Buen Sefior que no vino a ser servido sino a servir (Mt 20,28). No caigamos tampoco, en la trampa de descuidar la presencia del maligno y restarle importancia a sus certeros ataques. Sabemos -algunos de nosotros por propia experiencia- que como leén rugiente, ronda acechando a Para uso intemo de S} (I) a Luis Fernando y'a quienes estan cerca de él, poniendo una y otra vez pledras de tropiezo en el peregrinar. Que nu igilancia y de oracién no sea ocasién para dar cabida a que él enemigo obstaculice el buen caminar dé Luis Femando y por Io tanto de la comunidad sodalite. Que nuestra insistencia en a oraci6n de intercesi6n, fervor en la sGplica, exigencia por ser‘tada vez mas santo y nuestra terca fidelidad al Plan colaboren con Santa Marla, que con matemal cuidado vela por su hijo cubriéndolo con siempre con su manto” protector contra las insidias del demonio. Ten siempre presente, hermano, que «si el Sefior no construye la casa»(Sal 126), en vano nos afanamos. Ora con insistencia’ a Dios Misericordioso pidiéndole las Gracias necesarias para la buena,marcha de nuestra vida fraterna y nuestro apostolado. Apostolado que esté muy relacionado con todo lo mencionado mas arriba, y apostolado que es el acoger y dar testimonio de nuestra vida.en toro al Sefior, a quienes visitan nuestra “Comunidad, ya sea porque recién empiezan su peregrinar entre nosotros, ya porque necesitan de un tiempo de descanso y fortalecerse en el Sefior para su labor apostdlica, ya porque simplemente estan de paso y no para irse con las manos vacias. Y por Gltimo apostolado que significa pedir con intensidad al Padre por la fidelidad y santidad de todos y cada uno de sus hijos sodilites. Por Giltimo, recuerda siempre, que siervos indignos somos del Sefior, y también que somos fragiles y pecadores. No seamos prontos en mirar la brizna en el ojo ajeno, cuando tal vez estamos casi ciegos por la viga que tenemos en el nuestro (Mt 7,3). Esfuérzate por acoger y aprender de tu hermano todo cuanto te sea atil para tu camino hacia la santidad. -¥ desconfia con prudencia de tus juicios a cerca de ellos, que pueden no estar correctos, Estas reflexiones no son mas que algunas ideas y como tales no pretenden agotar la riqueza inmensa de nuestra comunidad. Creo firmemente que el Sefior derrama una y otra vez generosamente su Gracia en nuestros corazonés, y debemos hacer siempre esfuerzos renovados por cooperar con ella. Setiembre de 1993

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