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A pesar de que el puerto funciona desde hace ocho aos, hasta el momento es
difcil determinar si estos enormes volmenes de carbn han causado dao
sobre el medio marino. Los pescadores de la comunidad de Don Jaca, en el
centro de la ensenada de Ziga, se quejan de que la pesca ha disminuido en
los ltimos cinco aos. Pablo Castro, quien lleva ms de veinte aos radicado
en Don Jaca, asegura que hace un lustro la pequea baha tena un trfico de
aproximadamente cincuenta barcos pesqueros que se disputaban los
cardmenes de sierras, lebranches, rbalos y bureles. Hoy la pesca solo
alcanza para un almuerzo. El ltimo lanzado (unidades de pescado capturadas
en el lanzamiento de un chinchorro) de 130 unidades fue hace cuatro aos
concluye Castro.
Hoy, al mirar hacia el horizonte solo se distinguen las enormes barcazas que
transportan el carbn hasta los cargueros fondeados a una milla y media de la
costa. El capitn Francisco Ospina Navia, quien permanentemente recorre la
Costa Atlntica colombiana con su barco, Neptuno, asegura que en el lecho
marino de la ensenada se puede encontrar una capa de entre 15 y 20
centmetros de polvillo de carbn. Todos aseguran que la presencia de carbn
es la razn por la cual la fauna marina abandon la ensenada, pero, segn
afirma Carlos Blanco, gerente de Prodeco, la verdadera causa es la pesca con
dinamita.
Un estudio sobre el efecto del carbn en las poblaciones marinas en Puerto
Bolvar (Guajira) del Instituto de Investigaciones Marinas (Invemar), realizado
durante dos aos, determin que la presencia del carbn no haba alterado la