Por la Gracia de Dios el Evangelio llega de nuevo a los hombres, llamándoles encarecidamente la atención sobre el objetivo de su existencia en la Tierra. De esta manera el Amor de Dios procura salvar todo lo que todavía tenga remedio antes de las postrimerías venideras. La era anunciada por profetas de todas épocas, la época final, ya ha empezado.
la Palabra de Dios comunicada por Bertha Dudde
Título original
3737 Dificilísimas condiciones de vida después de la catástrofe
Por la Gracia de Dios el Evangelio llega de nuevo a los hombres, llamándoles encarecidamente la atención sobre el objetivo de su existencia en la Tierra. De esta manera el Amor de Dios procura salvar todo lo que todavía tenga remedio antes de las postrimerías venideras. La era anunciada por profetas de todas épocas, la época final, ya ha empezado.
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Por la Gracia de Dios el Evangelio llega de nuevo a los hombres, llamándoles encarecidamente la atención sobre el objetivo de su existencia en la Tierra. De esta manera el Amor de Dios procura salvar todo lo que todavía tenga remedio antes de las postrimerías venideras. La era anunciada por profetas de todas épocas, la época final, ya ha empezado.
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En un futuro muy cercano ya os encontraris en otras condiciones;
debis cambiar completamente vuestra manera de vivir si queris aceptar las nuevas y ser capaces de soportarlas. Este cambio es ineluctable pues el tiempo final entrar entonces en su ltima fase, o sea, en las ms pesadas batallas de la vida para lograr el ms rpido desarrollo espiritual hacia lo Alto. Porque el tiempo que faltar para el fin ser muy corto y lo que est sumido en la gran miseria terrenal no podr alcanzar nada y no tendr ya ninguna esperanza en esta Tierra. Pero quien an est vivo despus de la poderosa intervencin de Dios, podr formarse con buena voluntad una cosmovisin espiritual, podr relacionar correctamente todos los sucesos con la Voluntad del Creador de eternidad, y ganar con esta actitud grandes beneficios para su alma.
Quienes sean totalmente incrdulos no aceptarn esta relacin e
intentarn dominar la vida terrena con su propia fuerza, usando as su voluntad equivocadamente y en desacuerdo con la Voluntad divina. Y triunfarn, porque encontrarn apoyo en ese poder que trabaja contra Dios. Pero tambin los fieles podrn superar las ms severas condiciones con el Poder de Dios, que ellos mismos podrn sentir verdaderamente, aunque este Poder no actuar para que el hombre viva un bienestar terrenal sino para darle la fuerza interna que le permita perseverar en esas dursimas condiciones de vida.
La miseria terrenal ser muy grande y no se podr superar
fcilmente de manera natural, pues la inmensa destruccin enviada por la Voluntad de Dios causar un gran desorden que absorber en gran medida la fuerza de cada cual.
Y entonces cada uno, si quiere sobrevivir a este tiempo, el ms
difcil de todos, deber obtener ms Fuerza de Dios. Tal Fuerza estar a su disposicin en abundancia. Por eso Dios ensear constantemente mediante sus servidores lo que ha de suceder, para que toda la gente est informada sobre la inminencia del desastre y pueda establecer una conexin previa con la Fuerza proveedora de Poder, que no rechaza a nadie que la anhele.
Es an muy difcil para la humanidad imaginarse semejante
intervencin de Dios, y por lo tanto rechaza lo que le resulta difcil de creer. Sin embargo, los hombres deberan pensar seriamente sobre ello, para que cuando llegue el da no les coja sin preparacin alguna. Porque irremisiblemente llegar, produciendo enormes transformaciones, y sorprender a todos, incluidos los creyentes.
Dichoso aquel que cambie su pensamiento, que rectifique su
actitud ante Dios, que encuentra el camino hacia l en los tiempos de mayor miseria, porque para l ese da ser bendito.