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Me doy cuenta que lo poco que se, apenas representa una pequeña gota en el

vasto oceano de todo lo que ignoro (Enesto Trenchard, TE)

¿Que significa la Inspiracion divina de las escrituras? Teorias


plenaria,parcial y mecanica. Ejemplos en el A.T y en el N.T donde se
explique que la Biblia es inspirada Dios y explicarlos.

Introduccion:
El martes 23 septiembre del 2008, el cardenal Albert Vanhoye, jesuita, ex rector del
Instituto Bíblico Pontificio y ex secretario de la Comisión Bíblica Pontificia, uno de
los biblistas contemporáneos más reconocidos en el mundo, faltando pocos días
para el Sínodo de los Obispos del año 2008, se expresó en una entrevista que le
realizaron diciendo así: “Ciertamente la convicción de que la Sagrada Escritura es
esencial para conocer a Cristo, para seguirle, para investigar todas las dimensiones
del misterio de Cristo. La estrecha relación entre investigación exegética y
profundización de la fe y de la vida espiritual. Esto ha hecho que no haya dudado
nunca en estudiar, investigar y emplear todas mis fuerzas y mis capacidades en
este estudio de importancia fundamental para la vida de la Iglesia.”[0]
Aca podemos ver en las palabras de este teólogo la gran relación que hay entre la
biblia y la vida espiritual del creyente. Tan grande es su relación con Cristo y con el
texto biblico, que ha entregado su vida al estudio de las escrituras.Creo que es muy
buen ejemplo a considerar.

¿Que es la inspiración?
Definición:

«Los autores de la Biblia declaran que escribieron guiados por Dios. El apóstol Pablo
dice enfáticamente que toda Escritura es inspirada divinamente. (II Tim. 3:16) A
esa influencia divina que cobijó a los autores mientras que escribieron la Biblia se le
llama inspiración. No debe confundirse la inspiración así descrita con la inspiración
de los poetas, pintores o los músicos; eso es un don natural que Dios da a ciertas
personas; la inspiración de los autores sagrados no fue natural sino sobrenatural,
milagrosa. Nunca hubo hombres igualmente inspirados antes, ni los habrá en el
futuro.
… diremos que la inspiración bíblica es aquella influencia inexplicable del Espíritu
Santo sobre ciertos hombres escogidos, por Dios, para escribir la revelación del
carácter y Su voluntad, que los guardaba de error en la comunicación de todo lo
que debía constituir una parte de esa revelación.»[1]
Algunas opiniones al respecto
1. G.C.Ryrie la definió de esta manera:“Dios supervisó a los autores humanos de la
Biblia, para que ellos compusieran y grabaran sin error Su mensaje a la humanidad
en las palabras de los escritos originales” [2]
2. Lewis Sperry Chafer dice así:« La Biblia es el único libro escrito por inspiración
de Dios, en el sentido de que Dios ha guiado personalmente a sus escritores. La
inspiración de la Biblia se define como una enseñanza que Dios ha impartido
directamente a sus autores y que, sin destruir ni anular su propia individualidad, su
estilo literario o intereses personales, Dios ha transmitido en la misma Su completo
e íntimo pensamiento, y así ha quedado registrado por sus autores humanos. Al
formar las Escrituras, es cierto que Dios empleó a escritores humanos; pero esos
hombres, aunque no pudieran haber comprendido todo lo que estaban escribiendo,
sin embargo, bajo la guía de Dios y su mano directriz, produjeron los 66 libros que
forman la Biblia, en la cual se halla una fascinante continuidad y una constante
evidencia de la obra del Espíritu Santo dirigiendo sus plumas.
Los autores de la Biblia declaran que escribieron guiados por Dios. El apóstol Pablo
dice enfáticamente que toda Escritura es inspirada divinamente. (II Tim. 3:16) A
esa influencia divina que cobijó a los autores mientras que escribieron la Biblia se le
llama inspiración. No debe confundirse la inspiración así descrita con la inspiración
de los poetas, pintores o los músicos; eso es un don natural que Dios da a ciertas
personas; la inspiración de los autores sagrados no fue natural sino sobrenatural,
milagrosa. Nunca hubo hombres igualmente inspirados antes, ni los habrá en el
futuro»[3]
3. «Inspiración es aquella actividad propia del Espíritu Santo, ejercida “sobre”,
“dentro”, y “a través” de la mente y personalidad de los escritores sagrados, en
virtud de la cual fueron éstos capacitados para declarar o registrar, sin incurrir en
error ni contradicción alguna, la revelación de Dios según Su mente y voluntad.
Trátase de un influjo sobrenatural, de Dios “al” hombre, “en” el hombre y “por
medio” del hombre.
Tal actividad e influjo, fueron ejercidos por el Espíritu Santo:
(a) “sobre” o “al” escritor sagrado, como un impulso divino que le inducía y
predisponía a escribir;
(b) “dentro” o “en” el escritor revelándole las materias o asuntos que debía
registrar, dándole, como escogiendo del lenguaje propio del mismo, las palabras
adecuadas a esa revelación;
(c) “a través” o “por medio” del escritor, guiándole y utilizándole de tal manera que
éste registraba exactamente lo que el Espíritu de Dios quería que fuese registrado,
sin anular por ello el estilo personal del hagiógrafo, sino dentro de su propia
modalidad.
En cuanto a los propósitos de la inspiración, pueden sintetizarse diciendo que
fueron los de dar a conocer a los hombres maravillas de Dios, especialmente en
relación con: (a) el mismo Dios, Su personalidad, atributos y gloria; (b) obras de
Dios, tanto en términos generales como muy particularmente las relacionadas con
la redención de nuestras almas a fin de que conociéramos el camino de nuestra
salvación eterna, y (c) todos los demás asuntos que integran los registros de las
Santas Escrituras, los cuales nos atañen en una u otra manera, tanto respecto del
pasado, del presente, como del futuro.»[4]

4. Carlos Mraida,pastor bautista argentino, dijo«No seríamos equilibrados si


pensáramos que un proceso que Dios ha dirigido por siglos y que ha llevado a su
culminación en Cristo, quedara sin ningún testimonio escrito para los tiempos
futuros. Este testimonio son las Escrituras, y forman parte de la revelación
especial.Por inspiración de la Escritura, entendemos a la influencia sobrenatural del
Espíritu Santo sobre los escritores de la Escritura, …que dio como resultado que lo
que ellos escribieron fura realmente la Palabra de Dios”»[5]

5. El diccionario de Webster define a la inspiración de la siguiente manera:«“Es la


influencia sobrenatural del Espíritu de Dios ejercida sobre la mente del hombre,
influencia que capacitó a los profetas, apóstoles y escritores sagrados para exponer
la verdad divina sin mezcla de error.” Por su parte, el diccionario Espasa-Calpe
dice: “Intimación que Dios hace al escritor sagrado para que este escriba acerca de
una determinada materia, junto con una asistencia especial para que no yerre en
su exposición.”

6. De acuerdo con lo expuesto por el doctor Gaussen, inspiración es “el poder


inexplicable que el Espíritu Divino ejerce en los autores de las Escrituras, para
guiarlos aun en el empleo de los vocablos que deben usar, y preservarlos de todo
error u omisión”.»[6]

7.Nos dice el doctor William Evans., que la inspiración, según la definición


formulada por el apóstol Pablo en este pasaje (2 Timoteo 3:16) es «un soplo recio,
consciente, de Dios en el hombre, capacitando a éste para expresar la verdad”… “Es
Dios que habla por medio del hombre, y por lo tanto el Antiguo Testamento es la
Palabra de Dios tanto como si Dios mismo hubiera pronunciado cada una de las
palabras. Las Escrituras son el resultado del influjo o hálito divino, así como la
respiración acompaña en el hombre la pronunciación de palabras. La declaración de
Pedro se puede decir que indica que el Espíritu Santo se encontraba presente en
forma especial y milagrosa con los escritores de las Sagradas Escrituras y en ellos,
recalcándoles las verdades que no habían conocido antes, y guiándolos igualmente
en el registro de estas verdades, y en todo acontecimiento que habían visto y oído,
de manera que eran testigos capacitados para presentarlos con suficiente exactitud
a otros.”» [7]

Pasajes en el Nuevo Testamento que tratan específicamente con el tema de la


inspiración
«A. II Timoteo, 3:16:—Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.- La frase -inspirada por Dios-
es una sola palabra en el griego, teopneustos, y significa literalmente, respirado por
Dios. Esto quiere decir que la Sagrada Escritura fue exhalada por Dios e inhalada
por las mentes de los hombres por obra del Espíritu Santo. Clemente de Alejandría
en el siglo segundo y Orígenes, en el siglo tercero, emplearon esta palabra con
referencia a las Escrituras».[8]
1) Lo que abarca: “toda la Escritura”. Se puede traducir también “cada Escritura”,
pero en ambos casos diría lo mismo: que todas y cada parte de la Escritura es
inspirada.
El término “Sagradas Escrituras” del versículo 15, abarca por lo menos todo el AT.
Era un término muy usado por los judíos de su tiempo (se da con frecuencia en los
escritos de Filón y Josefo) refiriéndose a la totalidad del AT. El NT usa el término
“escrituras” 51 veces y siempre en referencia a alguna parte de la Biblia, tanto del
AT como del NT (Lc.4:21; 24:45; Jn.10:35; 1Ti.5:18; 2P.3:16). Las dos últimas son
importantísimas. En el pasaje de Timoteo, Pablo atribuye el término “Escrituras” al
texto del AT en unión con un pasaje del NT (Dt.25:4; Lc.10:7), y Pedro a todos ios
escritos de Pablo. De esto podemos concluir, con toda seguridad, que la inspiración
divina se extiende a todos los textos canónicos, tanto del AT como del NT.
2) El origen o procedencia: “es inspirada por Dios” (gr.theopneustos) = “Dios +
soplado, respirado”. Todo radica en el “soplo” o “aliento” de Dios. El mismo aliento
que hizo del hombre un ser viviente inspiró a los autores de Su Palabra. Esto
significa que los autores humanos escribieron el texto, pero la Biblia se originó
como una acción de Dios, que la espiró.

3) El efecto y propósito: toda la Biblia es útil. En el versículo 15 vemos que es útil


para alcanzar la salvación, y en el 16 para diferentes aspectos necesarios para la
edificación o santificación. Nos enseña cómo vivir. [9]

«B. II Pedro 1:21:—Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino
que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
La segunda mitad del versículo quiere decir literalmente,—sino que impulsados por
el Espíritu Santo hablaron los hombres de parte de Dios.- Es decir que los autores
humanos de la Biblia fueron elevados por el Espíritu Santo a un nivel más alto de
entendimiento espiritual, a fin de impartirles la verdad divina que para que puedan
comunicarla a sus prójimos. »[10]

«1) La comparación: en los versículos anteriores (16-18) se presentan los mismos


apóstoles como testigos presenciales de la verdad de Cristo.

En los versículos 19 al 21 se indica que “la palabra profétíca” es todavía “más


segura”, porque recoge el testimonio no sólo de una generación sino de muchos
siglos. Demuestra la superioridad del texto escrito sobre ia propia experiencia
personal y, sobre todo, porque es “palabra profétíca”, es decir, se trata de la
palabra de hombres inspirados por Dios.
2) La “profecía” o la “palabra profétíca” no debe ser necesariamente limitada a las
porciones proféticas. En la división judía de las Escrituras (Ley, Profetas y Salmos)
como hemos visto, no sólo entra lo que nosotros entendemos por profetas (Josué,
Jueces, Samuel, Reyes, etc.).
Pero si vamos a la definición de profeta veremos algo más. El profeta en el
concepto bíblico no es, primeramente, el que predice el futuro sino el que transmite
el mensaje de parte de Dios. En esta definición entrarían todas las Escrituras.
3) El origen de la profecía:
a) Negativamente hablando “ninguna profecía de ¡a Escritura… fue traída por
voluntad humana”. No vino por propia iniciativa del hombre.
b) Positivamente, “…sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo”. Este “inspirar” en realidad debería decir
“llevados”, “movidos” o “impulsados”. La ilustración es el barco a vela llevado por el
viento de popa, como lo fue el barco de Pablo antes de naufragar en las costas de
Malta. Los hombres seguían activos pero no podían hacer nada para cambiar el
rumbo o destino del barco, O sea, los escritores de la Biblia escribieron de parte de
Dios, fueron tomados por el Espíritu Santo de manera total y absoluta, y
conducidos a la meta elegida por Dios.
Esto también tiene un segundo e importantísimo significado: a pesar de ser
hombres pecadores y con falencias, esta palabra es completamente segura,
inerrante (sin error), porque es dada por inspiración divina. Por lo tanto, Dios nos
dio una Biblia completamente veraz en su texto original.»[11]

Notemos tres puntos en este texto:


1) Define a las Escrituras como Sagradas, con capacidad para impartir una
sabiduría que puede hacer sabio para la salvación o salud por la fe que es en Cristo
Jesús (v. 15). No se trata, pues, de escritos comunes y de sabiduría común; es una
cuestión Sagrada y vital, que imparte sabiduría sobrenatural y salvadora.

2) Define a “toda Escritura”, lo que incluye en su significado tanto a las del Antiguo
como a las del Nuevo Testamento, es decir, a la Biblia considerada como un todo. Y
aunque el Nuevo Testamento aún no estaba concluido, ni compilado como los
tenemos ahora, debe no obstante quedar incluido en la sentencia, pues ya hemos
sabido por el apóstol Pedro que los escritos apostólicos eran considerados en pie de
igualdad con las otras Escrituras. Así es que TODAS estas, quedan definidas como
“INSPIRADAS DIVINAMENTE”, (”Theopneustos”, en el original griego), expresión
fuerte, significando dadas por el aliento divino, como la misma “respiración” de
Dios. Esto es concluyente y tiene la fuerza de una palabra final y autoritativa por
completo (v. 16).

3) Define los santos propósitos de los santos escritos, al discernirles su utilidad


para: “enseñar, redarguir, corregir, instituir en justicia, para que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra” (v. 17). Es decir, que
los propósitos son eminentemente prácticos y santificantes. Las Escrituras fueron
inspiradas divinamente y enseñan para santificar, pasando entre uno y otro
extremo de la línea, por las fases básicas imprescindibles: manifestar lo oculto de
los corazones, “redarguir”; lavar los pecados y la mala conciencia de obras de
muerte, “corregir”; transformar al individuo por la obra de regeneración y nuevo
nacimiento, “instituir en justicia”; edificar y establecer un nuevo ser, “el hombre de
Dios”; hecho capaz intelectual, moral y espiritualmente para obrar la voluntad de
Dios, “perfecto, enteramente instruido para toda buena obra”.

2ª. PEDRO 1: 19 a 21:

“Tenemos también la palabra profética más permanente, a la cual hacéis bien de


estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día
esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. Entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación,
porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.”

En este texto se revelan aquellas partes que hemos establecido en nuestra


definición de la inspiración, tanto “sobre” los profetas, pues nos dice: “la profecía
no fue traída por voluntad humana”, dándonos con ello a entender que la iniciativa,
guía y acción son exclusivamente obra de Dios; como “en” y “a través” de los
profetas: “hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo”. Y es interesante observar
que en los versículos precedentes, v. 16 a 18, el apóstol Pedro registra la gran
experiencia que tuvo junto con Jacobo y Juan en el monte de la transfiguración,
donde pudieron oír en forma externa y perfectamente audible la misma voz del
Santo Padre Celestial, y recalca el hecho de que ellos no siguieron fábulas como por
arte compuestas, sino hechos reales y verdaderos.Además, se nos informa con toda
claridad que los varones portavoces de la palabra de Dios eran vasos escogidos y
santificados, completamente rendidos a la voluntad del Señor: “los santos hombres
de Dios”.
b) Respecto a los escritos apostólicos:
«2ª. PEDRO 3: 1, 2 y v. 15 a 16.

“Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, por las cuales ambas despierto
con exhortación vuestro limpio entendimiento; para que tengáis memoria de las
palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro
mandamiento, que somos apóstoles del Señor y Salvador. Y tened por salud la
paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la
sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también; casi en todas sus epístolas,
hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender,
las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras,
para perdición de sí mismos.”

En este texto se nos muestra que los escritos apostólicos son también producto, no
de humana sabiduría, sino de la “sabiduría que les fue dada”, es decir, de Dios.
Tales escritos son puestos aquí en pie de igualdad con los del Antiguo Testamento,
lo que da así énfasis al hecho de que tanto el Antiguo como el nuevo Testamento
eran —y son— las Escrituras producidas en virtud de tal Sabiduría.»[12]

C. 1 Corintios 2:13

«En este pasaje Pablo señala que la revelación de Dios llegó a nosotros en
palabras. Esto contrarresta la suposición de algunos que la inspiración solamente
tiene que ver con los pensamientos que Dios quería que supiéramos, y no con las
palabras que expresaron estos pensamientos.
Esto nos lleva otra vez a la inerrancia de las Escrituras. Las palabras mismas son
Inspiradas. A esto se le llama la inspiración verbal (Otros pasajes en donde se
puede comprobar esto son: Mt.5:18; 22:31,32; Jn.8:58; 1Co.2:13; Gá.3:16;
1Ts.2:13; He. 12.27).
D. Juan 10:34,35
“La Escritura no puede ser quebrantada”. Nótese el contexto del versículo: Cristo se
está defendiendo del cargo de blasfemia. En defensa acude a la cláusula del Salmo
82:6.
Aunque Cristo cita de los Salmos, lo llama “vuestra fe”. Lo hace en el sentido de
que todo el AT tiene autoridad legal valedera.
El término “quebrantada” es el mismo que se usa con respecto a los 10
mandamientos (Mt.5:19) y la ley en general (Jn.7:23) que no puede ser anulada.
Debe ser aceptada tal cual está.
Es interesante notar que Cristo se refiere solamente a una cláusula del AT.
Concluímos que la autoridad de las Escrituras comprende hasta las mismas formas
de expresión de sus cláusulas más casuales. »[13]
Algunas referencias en el Antiguo Testamento
«Del pasaje en Números 11: 16 a 30, veamos solamente algunos textos:

“Entonces Jehová dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de


Israel…” (v. 16). “Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que
está en ti y pondré en ellos… ” (v. 17). “Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras
de Jehová; y juntó los setenta varones de los ancianos del pueblo, e hízoles estar
alrededor del tabernáculo” (v. 24). “Entonces Jehová descendió en la nube, y
hablóle; y tomó del espíritu que estaba en él y púsolo en los setenta varones
ancianos; y fue que, cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron y no cesaron”
(v. 25).

Aunque estos textos no tratan específicamente de escritores —excepción hecha de


Moisés—, lo que deseamos hacer notar aquí es que el Espíritu de Dios debía ser
puesto “sobre” y “en” los instrumentos humanos escogidos y recién entonces
manifestábanse, “por medio” o “a través” de ellos, los justos juicios de las Palabras
de Dios. Se trata exclusivamente de un influjo sobrenatural que les capacitaba
realmente para funciones proféticas. Puede consultarse a este mismo respecto el
texto de 1ª. Samuel 19: 19 a 24, que trata del tan conocido caso de Saúl y sus
mensajeros, que al llegar donde se hallaba refugiado David, profetizaron porque
vino sobre ellos el Espíritu de Jehová.

JEREMIAS 1: 1 a 9: “Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías…” (v. 1). “La palabra
de Jehová que fue a él…” (v. 2). “Fue pues palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes
que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te
santifiqué, te di por profeta a las gentes” (v. 5). “Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah! ¡Señor
Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño” (v. 6). “Y díjome Jehová: No digas,
soy niño; porque a todo lo que te enviaré irás tú, y dirás todo lo que te mandaré. Y
extendió Jehová su mano, y tocó sobre mi boca; y díjome Jehová: He aquí he
puesto mis palabras en tu boca” (v. 9). Notemos en este texto tres hechos:

1) Las palabras de Jeremías son identificadas con las palabras de Jehová (v. 1 y 2).
Con ello se establece que los mensajes eran divinos, dados por Dios al hombre y
por medio del hombre a los demás hombres.

2) El tal hombre era un vaso escogido por Dios; y en este caso, el Señor declara
que tal escogimiento lo realizó antes que el tal hombre fuera concebido. Además,
antes de ser nacido ya lo había santificado, apartado y dado por profeta a las
gentes (v. 5).

3) Que tal aptitud no era fruto natural del siervo escogido, como proviniendo de su
capacidad humana, sino, por el contrario, se trataba de una obra sobrenatural,
divina, en y a través de aquél, y sólo en virtud de tal obra, podía el siervo de Dios
hablar las palabras de Dios (v. 6 a 9).

JEREMIAS 36: 1 – 2: “Y aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de


Judá, que fue esta palabra a Jeremías, de Jehová, diciendo: Tómate un rollo de
libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra
Judá, y contra todas las gentes, desde el día que comencé a hablarte, desde los
días de Josías hasta hoy.”

Ahora vemos claramente que fue la voluntad de Dios que Sus mensajes dados “a” y
“por” los profetas escogidos fueran escritos y registrados íntegramente. Todas las
palabras, sin faltar una, debían ser escritas. Tal era el mandamiento y a él debían
sujetarse los escritores. No podían ni debían quitar ni agregar nada. “…todas las
palabras que te he hablado… desde el día que comencé a hablarte, escríbelas;
tómate un rollo de libro y escríbelas.” Sí, las escrituras han sido escritas no por
voluntad humana, sino por voluntad de Dios, no con palabras de humana sabiduría,
sino con palabras de Dios. Las palabras que Dios había hablado, eran las palabras
que Jeremías debía escribir. (Ver, también, v. 3, 4 y 14 a 18.)

EXODO 17: 14: “Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y
di a Josué que del todo tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo.”

En esta cita vemos que Dios mandó registrar, además de sus revelaciones
extraordinarias, ciertos hechos históricos ordinarios en la vida de los pueblos, que
contenían lecciones histórico-espirituales provechosas para la posteridad y que eran
del dominio del conocimiento propio de sus siervos Es un caso típico de inspiración
a escribir lo que había ya sucedido, que Moisés conocía de por sí, y que el Señor
deseaba quedara registrado tal como había acontecido. Es interesante, además,
observar que el Señor agrega una palabra profética al registro histórico, cuando
revela a Moisés que diga a Josué “que del todo tengo de raer la memoria de Amalec
debajo del cielo”. (Ver, en esta misma línea de pensamiento, lo que dice:
Deuteronomio 31: 19, 22, 24 a 26.)» [14]

A. TEORIAS DE LA INSPIRACION

«La doctrina de la inspiración, según se enuncia en la Palabra, es muy sencilla, pero


la presentación de puntos de vista erróneos y defectuosos hizo necesario “proteger”
la doctrina mediante definiciones amplias y detalladas.

Los modernistas comparan la inspiración de los escritores sagrados con esa


clarividencia espiritual y sabiduría que desplegaron hombres como Platón, Sócrates,
Browning, Shakespeare, Cervantes y otros genios de la literatura, la filosofía y la
religión. Se considera así a la inspiración algo puramente natural. K»ta teoría
despoja al vocablo inspiración de todo su significado; no es consecuente con el
carácter único y sobrenatural de la Biblia.» [15]

I. Erróneas

1.Naturalista
2. De la Intuición
3. De la iluminación o teoria de la Gracia
4. Teoria Parcial
5. Teoria del Concepto o del Pensamiento
6. Teoría Mecánica o del dictado

II. correcta

7. Teoría de la inspiración verbal o plenaria

OBSERVACIÓN:Solo vamos a desarrollar la 7, la 4 y la 6

1. Teoría de la Inspiración verbal y plenaria.

«En la historia de la iglesia, la visión ortodoxa de la inspiración ha sido descrita


como verbal y plenaria. Por inspiración verbal se quiere significar que el Espíritu de
Dios fue quien guió la elección de las palabras usadas en los escritos originales. Sin
embargo, la Escritura indica la factura humana. Varios libros de la Biblia reflejan las
características personales del escritor, en estilo y vocabulario, y con frecuencia sus
personalidades están expresadas en sus pensamientos, opiniones, plegarias o
temores. No obstante, aunque son evidentes los elementos humanos en la Biblia, la
doctrina de la inspiración plenaria sostiene y afirma que Dios lo dirigió, de tal forma
que todas las palabras que fueron usadas, lo fueron igualmente por Dios, e
inspiradas por El. Esto se pone de relieve por el uso de la palabra «plenaria», que
significa «completa inspiración», como término opuesto a los puntos de vista que
afirman que sólo hay una parcial inspiración en la Biblia.

Otras palabras descriptivas adicionales se añaden con frecuencia para aclarar lo que
es la doctrina ortodoxa. Se declara que la Escritura es infalible en el sentido de ser
precisa e inmune a todo error. También se declara que la Escritura es inerrable,
significando con ello que la Biblia no contiene ningún error, como declaración de
hecho. Aunque la Biblia puede registrar en ocasiones declaraciones de los hombres
que no son ciertas, o incluso palabras de Satanás, como en Génesis 3:4, en todos
esos casos, aunque la declaración atribuida a Satanás o a los hombres está
fielmente registrada, está claro que Dios no afirma la verdad de tales declaraciones.
Al afirmar que la Biblia está verbal y totalmente inspirada, además de ser inerrable
e infalible en sus declaraciones de la verdad, se sostiene que la guía perfecta y
sobrenatural de Dios es suministrada a toda palabra de la Escritura, de tal forma
que la Biblia pueda ser considerada como una precisa y exacta declaración de la
verdad divina.

La seguridad de la inspiración se aplica, por supuesto, a los escritos originales


solamente y no a las copias, traducciones o anotaciones. Como no existe ningún
manuscrito original, los eruditos se han extendido en gran medida para determinar
la precisión del texto de la Biblia de que ahora disponemos. Para el propósito de
enseñar la verdad, puede presumirse y tenerse por cierto de que nuestras
presentes copias de la Biblia son exactas reproducciones de los escritos originales.
Si bien existen pequeñas variantes en el texto, tales variaciones apenas afectan
cualquier enseñanza de la Biblia y los hallazgos posteriores de manuscritos tienden
a confirmar esta conclusión.

Para todos los propósitos prácticos, el Antiguo Testamento, escrito en hebreo, y el


Nuevo, redactado en griego, pueden ser aceptados como la verdadera Palabra de
Dios y una auténtica declaración de lo que Dios intentó comunicar al hombre.»[16]

De acuerdo, pues, con lo anteriormente expresado, mientras que la inspiración se


extiende a toda palabra de la Escritura, no se desestima la personalidad humana, el
estilo literario o el interés personal. La Biblia afirma la realización humana, al igual
que lo hace con la autoridad divina del Libro. Dios cumplió con exactitud lo que El
quiso al dirigir a los autores humanos que la escribieron, pero sin el proceso
mecánico del dictado. Algunas porciones de la Biblia fueron dictadas por Dios y así
está indicado en el mismo texto sagrado, pero la mayor parte de la Biblia fue
escrita por autores humanos sin evidencia de un dictado directo.»[17]

2. Verbal

«Definición: Por Inspiración Verbal significa que el Espíritu Santo inspiraba tanto los
temas o ideas como las mismas palabras en que eran declarados, desarrollados y
escritos.

Ello no implica que los escritores fuesen meros autómatas. Ya hemos visto en la
lección anterior que los mismos eran “santos hombres de Dios” que “hablaron
siendo inspirados del Espíritu Santo” (2 P. 1: 21), de modo que cumplieron su
cometido como voceros o instrumentos escogidos, hablando y escribiendo como
conductos santificados por la obra y bajo la inspiración espiritual de Dios.
Tratábase, pues, de siervos del Señor hechos aptos para la tarea por la obra
especial del Espíritu Santo, que mantenían íntima comunión espiritual con Dios y
estaban plenamente identificados con Su obra en y por medio de ellos, de la cual
eran plenamente conscientes. No se trataba de mera actitud pasiva o estática sino
dinámica, rica en comunión espiritual activa y plena, de la cual tenían pleno
discernimiento y en la cual se gozaban.

2 Samuel 23: 1 – 3: ” Estas son las postreras palabras de David… el ungido del
Dios de Jacob, el suave en cánticos de Israel: EL ESPIRITU DE JEHOVA HA
HABLADO POR MI Y SU PALABRA HA SIDO EN MI LENGUA.” (v.1, 2). Vemos
claramente allí que David fue ungido de Dios y que era plenamente consciente de
que el Espíritu de Jehová hablaba por su instrumentalidad y que la misma Palabra
de Jehová era dada en su hablar.

Exodo 4: 12, 15: “Ahora pues, ve, que YO SERE EN TU BOCA Y TE ENSEÑARE LO
QUE HAYAS DE HABLAR. Tú hablarás a él (a Aarón, v. 13, 14) y pondrás en su boca
las palabras, Y YO SERE EN TU BOCA Y EN LA SUYA Y OS ENSEÑARE LO QUE
HAYAIS DE HACER.”

Léanse, en esta misma conexión, las siguientes escrituras: Jos. 1: 1; Is. 6: 8 – 10;
Jer. 16: 1, 2 y cp. 18: 1 – 6; Hch. 1: 16 y cp. 28: 25 – 27; 1 Tim. 4: 1.

Veinte veces Isaías dice que sus escritos son las palabras de Jehová; casi cien
veces repite Jeremías “Así dice Jehová” o usa palabras que equivalen a esa
afirmación; Ezequiel declara unas setenta veces que lo que escribe lo registra por
revelación de Jehová. El testimonio pues, es de carácter masivo.

3.Plenaria

Que el Espíritu Santo inspiraba las materias y verdades, dando libertad, en ciertos
casos, a los escritores, para expresarlos en su propia manera, lenguaje y estilo
humanos, aunque guiándolos y supervisándolos sobrenaturalmente en forma tal
que los escritores jamás incurrieron en error ni contradicción alguna.

Esta declaración ha sido objetada, tanto por los “modernistas” como por algunos
creyentes, como pasamos a ver.

Los “modernistas-racionalistas” se toman de la primera parte de la citada


definición, para argüir que al quedar en libertad los escritores para verter en su
propia manera, lenguaje y estilos humanos, los temas y verdades inspirados por
Dios, incurrieron en los errores que caben esperarse en toda obra hecha por los
hombres. Por lo tanto, dicen, la Biblia contiene muchos pasajes viciados con tales
errores. Observe el lector que tal contención de los modernistas racionalistas
desglosa la definición o la divide en dos partes, tomando sólo algunos conceptos de
la primera parte, pero omitiendo totalmente la segunda parte, que dice que Dios
guió y supervisó sobrenaturalmente a los escritores, con lo cual toda posibilidad de
errar quedó totalmente neutralizada o anulada y, por lo tanto, en la Biblia no hay
error alguno.

La segunda objeción proviene de algunos creyentes poco avisados, que, no


comprendiendo bien o no aceptando tal guía ni control sobrenatural por parte del
Espíritu Santo sobre los escritores, a quienes dio en ciertos casos libertad de
expresión, han rechazado totalmente esta definición y hasta han llegado a
considerarla como una teoría falsa. Algunos, arguyen que “no existe libertad donde
hay control”, palabras que parecen impresivas, sin duda, pero que no se aplican
cabalmente al caso en foco. Tanto unos como otros se equivocan, por las siguientes
razones:

a) Interpretan mal el concepto mismo de la definición, que no trata de una libertad


que conduce a “ocasión a la carne”, sino que se trata únicamente de LIBERTAD DE
EXPRESION DE LA VERDAD, DENTRO DE LA VERDAD. No es libertad para que
puedan tergiversar con propias interpretaciones el material o asunto revelado. No
se trata de una acción de “inspiración natural” del escritor para expresar la
inspiración dada por Dios, con las consiguientes posibilidades de equivocación. Se
trata, repetimos, de libertad de expresión, dentro y de, la verdad, estando allí
presente el Espíritu para evitar toda desviación.

b) Limitan las grandes posibilidades divinas, o sea, la acción sobrenatural del


Espíritu Santo que puede inspirar y al mismo tiempo guiar y supervisar
sobrenaturalmente al instrumento humano, escogido para la realización de la
necesaria parte humana de la tarea: escribir en manera inteligible, en el lenguaje
humano, los misterios revelados. Por eso leemos: “Y díjole Jehová: tómate un gran
volumen y escribe en él EN ESTILO DE HOMBRE (o a la manera y forma o
caracteres propios del hombre) …” (Is. 8: 1).

En Isaías 30: 8, también se dice: “Ve pues ahora y escribe esta visión en una tabla
delante de ellos y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para
siempre por todos los siglos”. Nótese el imperativo divino y la intención de
permanencia con que Dios ordenó escribir los libros del canon bíblico. Ver además:
Jer. 30: 1, 2 y 36: 1 – 4, 14 – 18; Lc. 1: 1 – 4; Hch. 1: 1, 2.

Por último citamos un versículo que puede considerarse clásico sobre el asunto en
discusión, pues contiene muy rica luz sobre el tópico: En 1ª. Cor. 7: 25,
leemos:“Empero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi
parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel”. Obsérvese
que, aunque el apóstol confiesa no haber recibido un mandamiento específico, con
todo, en virtud de que ha alcanzado misericordia para ser fiel (declaración que
salvaguarda así los derechos divinos), puede hablar con propiedad y con libertad de
expresión dentro de la verdad, sobre asuntos prácticos de importancia.

Concluimos diciendo que: aceptamos plenamente la Inspiración Verbal y Plenaria de


las Escrituras, pues emana de las mismas páginas de la Biblia; tanto la que refiere
a las Escrituras como la Palabra de Dios en su totalidad, cuanto la que refiere a la
inspiración que contempló, en ciertos casos, dar las palabras mismas y, en otros,
guiar a elegirlas o controlar las elegidas por los escritores, a fin de que ningún caso
incurrieran en error, ni contradicción de ninguna especie, en ningún sentido o
dirección.»[18]

«Mientras que hay diferentes opiniones acerca de hasta que punto la Biblia es
inspirada, no cabe duda que la Biblia por sí misma clama que cada palabra, en cada
parte de la Biblia, fue inspirada por Dios ( 1 Corintios 2:12.13; 2 Timoteo 3:16.17)
Esta visión de las Escrituras es frecuentemente conocida como inspiración “verbal
plenaria”. Lo que significa que la inspiración se extiende a cada una de las palabras
(inspiración verbal), no solo a los conceptos o ideas; y de que la inspiración se
extiende a todas las partes de la Escritura y a todos los temas tratados en la
Escritura (inspiración plenaria). Hay algunas personas que creen que solo partes de
la Biblia son inspiradas, o solo los pensamientos o conceptos que tratan sobre
religión son inspirados; pero estas opiniones sobre la inspiración se quedan
anuladas ante lo que la Biblia demuestra por sí misma. Toda la inspiración verbal
plenaria es una característica esencial de la Palabra de Dios.»[19]

2.Teoría mecánica o del dictado.

«En contraste con la verdadera doctrina de la inspiración, que permitió a los


autores humanos, con su personalidad, redactar los escritos bajo la dirección de
Dios, algunos han sostenido que Dios realmente dictó la Escritura y que los
escritores de la Biblia actuaron sólo como taquígrafos. Pero si Dios hubiese dictado
la Biblia, el estilo de la redacción y el vocabulario de la Biblia sería el mismo en
toda su extensión. En muchos casos los autores de la Escritura expresaron sus
propios temores y sentimientos, o sus plegarias para la salvación divina, y de
diversas maneras dejaron la impronta de su personalidad en el registro divino. La
oración surgida del corazón de Pablo por Israel, en Romanos 9:1-3, por ejemplo,
habría perdido su significado de haber sido dictada por Dios.»[20]

«La inspiración no significa dictado, ni que los escritores adoptaban una actitud
pasiva y su mente no tomaba parte alguna en la escritura del material, aunque es
cierto que algunas porciones de las Escrituras fueron dictadas, como por ejemplo
los Diez Mandamientos y el Padrenuestro. La misma palabra inspiración excluye
mera acción mecánica, y la acción mecánica excluye la inspiración. Por ejemplo, un
comerciante no inspira a su secretaria cuando le dicta una carta. Dios no habló por
medio del hombre como hablaría por medio de un megáfono. Su Espíritu Divinó usó
las facultades del hombre, produciendo así un mensaje perfectamente divino que
no obstante ostenta las características de la personalidad del escritor. Es la Palabra
del Señor, pero en cierto sentido, la de Moisés, de Isaías o de Pablo. Dios no ha
hecho nada sin el hombre; el hombre no ha hecho nada sin Dios. Es Dios quien
habla en el hombre, Dios que habla por medio del hombre, Dios que habla como
hombre, Dios que habla a favor del hombre.

El hecho de la cooperación divina y humana en la producción de un mensaje


inspirado, es de sí evidente; pero el “cómo” del asunto escapa a nuestra
observación. La interacción o influencia recíproca aun entre la mente y el cuerpo es
un misterio para el sabio más egregio. ¡Cuánto más cuando se trata de la
interacción del Espíritu de Dios y del espíritu del hombre!»[21]

3.Inspiración parcial.

«Se han aventurado también otras teorías en el sentido de que sólo parte de la
Biblia es inspirada. Por ejemplo, algunos han afirmado que las porciones reveladas
de la Biblia que se refieren a la verdad divina son precisas y ciertas, pero que no
pueden aceptarse las declaraciones de tipo histórico, geográfico o científico.
Emparejada con la inspiración parcial está la idea de que algunos fragmentos de la
Escritura están más inspirados que otros, y así la verdad y el error se convierten en
cuestión de grado. Esto se aplica, a veces, a lo que es conocido como la
«inspiración mística» o la idea de que Dios ayudó en diversos grados a los autores
en lo que ellos escribieron, pero no dándoles por completo la capacidad de escribir
la Escritura sin error. Todas las formas de inspiración parcial dejan la inspiración a
juicio del lector y, en consecuencia, la autoridad de la Escritura se convierte en la
autoridad de la persona que lee la Escritura, no existiendo de tal forma dos lectores
que estén de acuerdo con exactitud respecto a lo que hay de verdad y lo que no lo
es.»[22]
De acuerdo con esta teoría, Pearlman nos la explica y comenta la impresión de
incertidumbre que deja, si uno considera como válida esta premisa: «los escritores
fueron preservados del error en asuntos necesarios para la salvación, pero no en
asuntos como historia, ciencia, cronología y otros. Por lo tanto, de acuerdo con esa
teoría, sería más correcto decir que la Biblia contiene la Palabra de Dios, más bien
que afirmar que es la Palabra de Dios.

Esa teoría nos sume en la ciénaga de la incertidumbre, pues ¿quién puede juzgar
de manera infalible lo que es esencial para la salvación y lo que no es? ¿Dónde se
encuentra la autoridad infalible para decidir con respecto a qué parte es la Palabra
de Dios, y qué parte no es? Y si la historia de la Biblia es falsa, luego la doctrina no
puede ser verdadera, pues la doctrina bíblica se fundamenta en la historia bíblica.
Finalmente, las Sagradas Escrituras mismas reclaman para sí inspiración completa,
plena. Cristo y sus apóstoles aplican el término “palabra de Dios” a todo el Antiguo
Testamento»[23]
Si la aceptamos como posible a esta hipótesis, ya que ni siquiera podemos darle el
merito de llamarla teoría,¿Como separamos la parte inspirada de la no inspirada,
como la determinamos,con que criterio? Luego, es imposible hacerlo, sin destruir la
biblia como lo hizo Bultman que despedazó las escritras para desmitoligizarla
(¡exorcismo intelectual!).

Es lo mismo que si envasáramos un gas en una tanque, y luego quisieramos


separar lo que es gas de lo que no es gas. obviamente, ¡es ridiculo! La biblia es una
sola, inspirada por el Señor, pero con muchos autores humanos.

Diferencias específicas entre la iluminación y la inspiración

Myer Pearlman, comenta que algunos confunden la inspiración con la iluminación y


explica las diferencias entre uno y otro:

«La iluminación es la influencia ejercida por el Espíritu Santo, la cual es común a


todos los creyentes, y les facilita comprender las verdades divinas (1 Corintios 2:4;
Mateo 16:17). Afirman que tal iluminación es una explicación adecuada del origen
de la Biblia. Hay una facultad en el hombre, según se enseña, por la cual el hombre
puede conocer a Dios, algo así como un ojo del alma. En circunstancias que los
hombres piadosos de antaño meditaban en Dios, el Espíritu divino vivificaba sus
facultades, permitiéndoles el acceso a los misterios divinos.

Tal iluminación ha sido prometida a los creyentes y ha sido experimentada por ele*.
Pero no es lo mismo que la inspiración. Se nos dice que a veces los profetas
metieron verdades por inspiración, y al mismo tiempo les fue denegada la
iluminación para comprender esas verdades (1 Pedro 1:10 -12). El Espíritu Santo
inspiró sus palabras, pero no creyó oportuno proporcionar el significado de esas
palabras. Se nos dice que Caifás fue el instrumento de un mensaje inspirado
(aunque no tuvo conciencia de ello) cuando aun no pensaba de Dios. En ese
momento era inspirado, pero no iluminado (Jn. 11:49-52)

(1) Con respecto a duración, la iluminación es permanente, o puede serlo “Más la


senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día
es perfecto.” La unción que el creyente ha recibido del Santo permanece en él, nos
dice Juan (1 Juan 2:20-27). Por otra parte, la inspiración era intermitente, pues en
efecto el profeta no podía profetizar a voluntad, sino que estaba sujeto a la
voluntad del Espíritu. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana”,
dijo el apóstol Pedro, “sino que los santo» hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo”. Lo repentino de la inspiración profética está
insinuado en la expresión común que dice: “Vino palabra de Jehová.” Se establece
una distinción clara entre los profetas verdaderos que hablaron sólo cuando vino la
palabra de Jehová, y los falsos que hablaron según propia invención. (Cf. Jeremías
14:14; 23:11, 16; Ezequiel 13:2,3).

(2) La iluminación admite grados, la inspiración no. La gente disfruta de distintos


grados de iluminación, pues algunos poseen mayor penetración que otros. Pero en
el caso de la inspiración, en el sentido bíblico, una persona es inspirada o no lo es.»
[24]

Diferencias específicas entre la inspiración con la iluminación, algo que muchos


confunden:

«La iluminación es la influencia ejercida por el Espíritu Santo, la cual es común a


todos los creyentes, y les facilita comprender las verdades divinas (1 Corintios 2:4;
Mateo 16:17). Afirman que tal iluminación es una explicación adecuada del origen
de la Biblia. Hay una facultad en el hombre, según se enseña, por la cual el hombre
puede conocer a Dios, algo así como un ojo del alma. En circunstancias que los
hombres piadosos de antaño meditaban en Dios, el Espíritu divino vivificaba sus
facultades, permitiéndoles el acceso a los misterios divinos.

Tal iluminación ha sido prometida a los creyentes y ha sido experimentada por ele*.
Pero no es lo mismo que la inspiración. Se nos dice que a veces los profetas
metieron verdades por inspiración, y al mismo tiempo les fue denegada la
iluminación para comprender esas verdades (1 Pedro 1:10 -12). El Espíritu Santo
inspiró sus palabras, pero no creyó oportuno proporcionar el significado de esas
palabras. Se nos dice que Caifás fue el instrumento de un mensaje inspirado
(aunque no tuvo conciencia de ello) cuando aun no pensaba de Dios. En ese
momento era inspirado, pero no iluminado (Jn. 11:49-52)»[25]

Esto si que es muy importante, ya que hoy hay muchos que confunden la
iluminacion que el Señor les da a través de la biblia o alguna impresion fuerte que
Dios da cuando desea procurar nuestra atencion hacia algo o desea que le
obedezamos en algo especifico. Creen que porque Dios impresiona de manera
particular la vida de uno, o autoriza el mensaje de algun orador de manera
especial, ya estamos ante nueva revbelacion. La revelacion ceso. La inspiración
para escribir texto biblico inspirado, ceso. Lo que continua es lo que comunmente
se le llama inspiracion (para escribir canciones, himnos, libros, predicar, etc), pero
no tiene nada que ver con la inspiracion divina de la biblia.

Lo que si continúa es la iluminación del texto bíblico.

Los pentecostales acuñaron un término que intenta explicar de manera gráfica esto,
pero lo que hacen es confundir las cosas.Logos y rhema, se utilzian para diferenciar
la palabra escrita (logos) y la palabra iluminada (”hablada”, dicen ellos y le llaman
rhema).Pero la biblia no hace distinción de un tipo de scriptura y otro. Lo que si
todos valoramos la vivencia con el Señor, ya que la ortodoxia fria,muerta,racional
tampoco alimenta el alma.Y de ahi vinieron las reacciones de hombrs como Karl
Barth y tambien en el fondo es la misma sonata la de mcuhos lideres pentecostales
y carismáticos. Que debemos valorar una vivencia con el Señor,eso esta claro. Pero
salirnos de la revelacion biblica, es sumamente peligroso y destructivo.Toda
experiencia si realmente es de origen divino, obviamente debe ser valorada a la luz
de la escritura.Quizas inicialmente uno no alcance a distinguir plenamnete la
experiencia y poder clasificarla correctamente. Pero con el tiempo, podremos
darnos cuentas por el fruto que ha dejado esa vivencia.No todos los seres humanos
“sienten” o viven al Señor de igual manera. Pero debemos ser caustos al pretender
que nuestras vivencias sean acreditadas como santas y piadosas.

Conclucion:

Junto con el cierre del canon, se cerro la revelación divina hasta que el Señor
vuelva pr segunda vez a buscarnos.

Dios si se da a conocer al mundo, claro que si, pero es a través del mensaje de
Cristo Jesús.

No hay otro mensaje de salvación al mundo. Dice el apostol Pablo a los Corintios:

″Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la


sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los
gentiles locura;” I Cor. 1:21-23)

¡Soli deo Gloria!

Notas

0. http://www.zenit.org/article-28529?l=spanish
1. http://www.interbiblia.com/estudios/bibliologia.htm
2. Esteban Beitze, Bibliología, Instituto Teológico Muller
3. Lewis Sperry Schafer,Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por
Dios, www.seminarioabierto.com
4. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
5. Millard Erickson, Christian Theology, vol. 1, p. 199. citado en Manual de Teología
Sistemática, op. cit,p. 38-39
6. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p. 14
7. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p.14
8. http://www.scribd.com/doc/7239498/cOmo-Nos-LlegO-La-Biblia
9.Esteban Beitze, Bibliologia, Instituto Teológico Muller
10.http://www.scribd.com/doc/7239498/cOmo-Nos-LlegO-La-Biblia
11. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
12.Esteban Beitze, Bibliologia, Instituto Teológico Muller
13. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
14 Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por Dios,op. cit.
15. Ibid
16 Lewis Sperry Schafer,Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por
Dios, www.seminarioabierto.com
17. Ibid
18. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
19. https://www.gotquestions.org/Espanol/Biblia-inspirada.html
20. Lewis Sperry Schafer,Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por
Dios, www.seminarioabierto.com
21 Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p.16
22 http://www.adorador.com/temasdoctrinales/02_biblia_inspirada_por_dios.htm
23. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p.17
24. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática,ed. Vida,1992,p.15-16
25. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática,ed. Vida,1992,p. 17

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